Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Niños Heroes
Niños Heroes
Resumen
corto del 13 de septiembre
El 13 de septiembre de 1847 ocurrió la Batalla de Chapultepec y el sacrificio de los Niños Héroes, hechos que simbolizan
la resistencia de los mexicanos ante la invasión del Ejército de los Estados Unidos.
Lo ocurrido el 13 de septiembre de 1847 se conoce como la Gesta Heroica de los Niños Héroes, en referencia a la
defensa que seis cadetes del Colegio Militar hicieron, y porque se negaron a rendirse ante el invasor, perdiendo la vida
en el intento.
La batalla de Chapultepec inició poco después de la cinco de la mañana del 12 de septiembre de 1847 con un
bombardeo norteamericano sobre el Castillo de Chapultepec, que entonces era la sede del Colegio Militar. El ataque
cesó hasta las siete de la noche.
Las tropas mexicanas que defendían Chapultepec eran 200 hombres al pie del cerro, distribuidos en grupos; con los
alumnos del Colegio Militar y algunas fuerzas más, sumaban 832 hombres.
El 13 de septiembre de 1847, a las 5:15 de la mañana los invasores reanudaron los ataques al Castillo de Chapultepec.
Al verse en gran desventaja y no recibir el apoyo solicitado al general Santa Anna, el general Nicolás Bravo dio la orden al
centenar de cadetes del Colegio Militar de abandonar el lugar.
Algunos cadetes decidieron permanecer en el Castillo y defender el sitio hasta el final, aunque eso implicó que perdieran
la vida.
A las ocho de la mañana, la infantería norteamericana inició su avance para tomar el Castillo de Chapultepec.
El Batallón de San Blas fue el apoyo que recibieron los defensores del Colegio Militar, sin embargo no pudieron detener
el avance del ejército invasor y la mayoría perdió la vida en el intento.
Los invasores avanzaron y alrededor de las diez de la mañana, las tropas de los generales Quitman, Worth y Pillow se
hicieron del Castillo, terminando con la resistencia mexicana. La última línea de defensa la constituyeron los cadetes del
Colegio Militar.
Juan de la Barrera nació el 26 de junio de 1828 en la Ciudad de México. Murió a los 19 años.
Fernando Montes de Oca nació en la CDMX el 29 de mayo de 1829. Ingresó al Colegio Militar el 24 de enero de 1847.
Agustín Melgar nació el 28 de agosto de 1829 en Chihuahua. El 4 de noviembre solicitó su ingreso al Colegio Militar.
Ambos tenían 18 años.
Vicente Suárez nació el 3 de abril de 1833 en Puebla. En 1845, solicitó su ingreso al Colegio Militar. Murió a los 14 años.
Francisco Márquez nació en Guadalajara el 8 de octubre de 1834. El 16 de enero de 1847 pidió ingresar al Colegio
Militar. Tenía 13 años al morir.
Niños héroes: nombres, historia y
biografías
Los Niños Héroes fueron seis cadetes que enfrentaron al ejército
norteamericano durante la invasión extranjera y que dieron su vida por
nuestra Nación.
Según la historia oficial, los Niños Héroes fueron seis cadetes que, cuando los
norteamericanos habían logrado invadir México y llegar al Castillo de Chapultepec en 1847,
decidieron luchar ferozmente en contra del enemigo. Sus nombres eran: Juan de la
Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca y
Francisco Márquez. Es importante señalar que de estos jovencitos solo Francisco tenía
doce años. Los demás cadetes tenían entre trece y diecinueve años. Aun así, se trató de
hombres muy jóvenes que tuvieron la opción de huir pero que la rechazaron y todo por su
amor a la Patria.
La vida de estos militares fue muy corta, pero el legado de su valentía continúa siendo
motivo de homenaje, es por ello que el 13 de septiembre es considerado el día de los
Niños Héroes. Entre estos niños se destaca Juan Escutia, quien, encontrándose en el Castillo
y al notar el avance inminente de las tropas enemigas, optó por envolverse en la Bandera de
México y lanzarse a las rocas. Esto lo hizo para evitar que la Bandera fuera mancillada por
los norteamericanos ante su victoria.
No obstante, no podemos ignorar la otra versión. Esta señala que la hazaña histórica de
los Niños Héroes fue inventada para consolidar el proyecto de Nación que se tenía en el
siglo XIX. Sin embargo, aunque este fuera el caso, este es el tipo de historias que logran
conmovernos hasta los huesos y que nos den ganas de entonar orgullosamente
nuestro Himno Nacional y celebrar la libertad de nuestro país.
Agustín Melgar
Nació el 28 de agosto de 1829 en Chihuahua. Su nombre completo era Agustín María José
Francisco de Jesús de los Ángeles Melgar Sevilla. A una edad muy temprana, Agustín
perdió a su padre. Sin embargo, en honor a su progenitor, optó por seguir sus pasos y
convertirse en militar. El 4 de noviembre de 1846, Agustín solicitó su ingreso al Colegio
Militar y tres días recibió la buena noticia, había sido aceptado. Meses después, sin
justificación alguna, desertó del Colegio. Se desconocen las razones exactas que provocaron
su deserción, sin embargo, días después se presentó para volver a ingresar. Posteriormente,
Melgar fue enviado a defender el Castillo de Chapultepec. Aquí se presentó como un militar
feroz que murió el 13 de septiembre de 1847, siendo respetado por el enemigo. Incluso, su
cuerpo lo recuperó el mayor Elliot y lo mandó a un hospital.
Vicente Suárez
Nació el 3 de abril de 1833 en Puebla. Su nombre completo era José Vicente de la Soledad
Suárez Ortega. Con tan solo 12 años ingresó al Colegio Militar. Inmediatamente fue incluido
en la segunda compañía de cadetes. Además de ser uno de los militares más jóvenes, Vicente
fue el primero de los Niños Héroes en morir el día 13 de septiembre de 1847. Sin embargo,
el valor que demostró ante la invasión norteamericana fue digno de admirarse. Así es como
lo recordó el escritor y militar José T. Cuéllar: “El alumno Suárez era delgado, nervioso y de
constitución delicada pero de mirada viva y de ánimo resuelto… Después de haber agotado
el parque de mi cartuchera, una detonación sobre mi cabeza me hizo volver la cara, el
enemigo estaba a cinco pasos. En ese momento vi correr a Suárez con su pequeño fusil en la
mano, a tiempo que el primer estadounidense bajaba la escalera. Suárez subió a su encuentro
y con formidable golpe atravesó al enemigo por el estómago”.
Francisco Márquez