28 de diciembre de 2020

A LOS SIERVOS ESPECIALES DE TIEMPO COMPLETO CON UNA DESIGNACIÓN

PARA SERVIR EN EL CAMPO

Queridos hermanos:

A medida que avanza el año de servicio, es evidente que estamos viviendo tiempos
trascendentales. Ya sea que lleven sirviendo muchos años en su asignación o sea un
nuevo privilegio de servicio, estamos seguros de que se sienten como el apóstol Pablo,
quien escribió: “Le doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me dio poder, porque
me consideró fiel al asignarme un ministerio” (1 Tim. 1:12-14).

El aprecio que sintió Pablo lo motivó a hacer de su ministerio lo más importante en

su vida, y estaba decidido a que nada estorbara su servicio (2 Cor. 4:1). Se entregó por
entero a su labor, viajando miles de kilómetros por tierra y mar para anunciar las buenas
noticias. Aunque muchas veces pensamos en los viajes de Pablo, es bueno recordar que,
en ocasiones, no lo dejaron moverse libremente. Desde el año 59 al 61 estuvo bajo
arresto domiciliario en Roma, pero ¿afectó esto su entusiasmo por el ministerio?
Al contrario, predicó todo lo que pudo, pues le hablaba a quienes lo visitaban y escribía
cartas. Fue en esta situación que escribió sus cartas a los efesios, los filipenses, los
colosenses, a Filemón y posiblemente a los hebreos. Pablo consiguió buenos resultados
durante su confinamiento que sin duda lo ayudaron a seguir alegre (Filip. 1:18). De igual
forma, ustedes también pueden mantener la alegría a pesar de tener menos libertad de
movimiento por la pandemia. Tienen buenas razones para adorar felices a Jehová, el Dios
Altísimo. Comprenden el mensaje de la verdad transmitido mediante la Biblia, abrigan la
esperanza de recibir la salvación y la vida eterna, y tienen el privilegio de ayudar a la
gente a conseguir estas mismas bendiciones (Sal. 106:4, 5; Jer. 15:16; Rom. 12:12). Igual
que en el caso de Pablo, no hay nada, ni encarcelamiento ni confinamiento, que pueda
robarles las razones que tienen para estar alegres.

Se han recibido muchos informes sobre precursores especiales y misioneros en el

campo, que se han sentido muy contentos de poder mejorar sus habilidades al escribir
cartas y predicar por teléfono (mwb20.11 pág. 7; mwb19.03 párrs. 5, 8). ¿Cuál ha sido el
resultado de concentrarse más en estos dos aspectos del ministerio? Un superintendente
de circuito dijo que, a través de la predicación por teléfono, las congregaciones habían
podido llegar a pueblos lejanos en los que normalmente se predicaba solo dos veces al
año, en las campañas de invitaciones. Los publicadores han podido hablar con más
personas que antes en estos pueblos y están haciendo más revisitas que nunca.

También entendemos que se están enfrentando a muchos desafíos. Algunos de

ustedes han sido desplazados del país donde estaban asignados. Están haciendo todo lo
posible por atender las responsabilidades de su asignación, aunque estén lejos, lo que
quizás significa levantarse muy temprano o acostarse tarde, y esto puede ser agotador.
Otro desafío quizás sea tratar de adaptar su punto de vista sobre el requisito de horas que
tenga su asignación en el campo. Recordemos que en un anuncio anterior se explicó que
el Cuerpo Gobernante no espera que los siervos especiales de tiempo completo cumplan
con un requisito de horas específico durante este difícil periodo. Cambiar la forma de
pensar puede ser difícil, ya que por años se han empeñado mucho por cumplir este
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aspecto de su asignación. Jehová y Jesús saben lo mucho que se han esforzado y

comprenden su situación actual. Tengan la seguridad de que nosotros también
reconocemos y valoramos su obra fiel y su labor motivada por amor. Estamos convencidos
de que harán todo lo que les sea posible en el ministerio. Lo que cuenta para Jehová es su
servicio de toda alma y no el número de horas (Col. 3:23, 24). Sin duda, son “hermanos
amados por Dios” y por nosotros (1 Tes. 1:2-4).

Los principios bíblicos destacan la importancia de ser equilibrados y razonables,

teniendo en cuenta sus circunstancias actuales (Rom. 12:3; Filip. 4:5-7). Por lo tanto, les
pedimos que se esfuercen por seguir un horario que les permita recobrar fuerzas en
sentido espiritual, emocional y físico (Ecl. 3:4; 4:6; Mar. 6:31). Oren respecto a ese horario
para que no se desanimen ni se agoten. De esta forma, demostrarán que están prestando
atención al ministerio que aceptaron en el Señor, para poder cumplirlo (Col. 4:17).

La Palabra de Dios compara la vida de un cristiano con una carrera (1 Cor. 9:24).
No es una carrera corta, y en ella pueden surgir dificultades, como tener que quedarse en
casa por un largo periodo de tiempo. El éxito en su ministerio dependerá de que sigan
fielmente las instrucciones de la organización de Jehová, que tienen como objetivo
proteger su salud y la obra del Reino. Los animamos a seguir corriendo la carrera con
aguante (Heb. 12:1). No aflojen el paso, no se rindan ni tropiecen en el camino, porque el
premio de esta carrera es la vida eterna y vale la pena seguir.

Los amamos, y es un privilegio servir hombro a hombro con ustedes.

Sus hermanos,