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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Tema del trabajo de investigación:


“SUCESIONES CONTRACTUALES Y PACTOS SOBRE HERENCIA
FUTURA”

CURSO:
Derecho Civil VII

DOCENTE:
Dr. Walter Valer Figueroa
INTEGRANTES:

HERRERA RIVERA, Brian Antoni


CUSIHUALLPA CANSAYA, Raiza Shanty
CCOA PINTO, Cinthia Siarely

BELLIDO SALAZAR, Amell


ALZAMORA BERRIO, Jessica

CICLO DE ESTUDIO:
Noveno Semestre

CUSCO-PERU-2023
DEDICATORIA

El presente trabajo va dedicado a todas las personas que nos apoyan, a Dios y en

especial a nuestros padres que nos brindan el apoyo a diario para que podamos crecer y

seguir adelante como estudiantes de tal modo que podamos lograr cumplir todas las metas

trazadas dentro de nuestro proyecto de vida, haciendo referencia no solo como un

profesional, si no también estar formado de buenos principios y valores, en segundo lugar

el trabajo va dedicado a todos los docentes que fortalecen nuestro ámbito formativo e

intelectual.
ÍNDICE
DEDICATORIA< ................................................................................................. 2

INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 4

SUCESIONES CONTRACTUALES Y PACTOS SOBRE HERENCIA

FUTURA .......................................................................................................................... 5

1.1. Sucesión Contractual ........................................................................... 5

1.1.1. Antecedentes históricos ................................................................... 5

1.1.2. Concepto .......................................................................................... 8

1.1.3. Características de sucesión contractual .......................................... 10

1.1.4. Diferencia entre sucesión contractual con la sucesión testamentaria

10

1.2. PACTO SOBRE HERENCIA FUTURA .......................................... 12

1.2.1. Antecedentes .................................................................................. 12

1.2.2. Concepto ........................................................................................ 14

1.2.3. Requisitos....................................................................................... 15

1.2.4. Elementos del pacto sobre herencia futura .................................... 15

1.2.5. Diferencias entre sucesión contractual y pacto sobre herencia futura

15

1.3. Conclusiones ..................................................................................... 16

1.4. Bibliografía........................................................................................ 17
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo analizaremos la sucesión contractual definiéndola y mostrando las

características que definen a este por ejemplo como la bilateridad de esta forma de

sucesión la cual origina consecuencias con respecto a la herencia de las personas la cual

se origina por la voluntad de ambas partes.

Por otro lado, el pacto sobre herencia futura tiene como objetivo es el todo o la parte de

una herencia futura y cuyo contenido concierne a su organización o a un aspecto de esa

organización, la cual emana consecuencias sobre el patrimonio heredado.


SUCESIONES CONTRACTUALES Y PACTOS SOBRE HERENCIA

FUTURA

1.1. Sucesión Contractual

1.1.1. Antecedentes históricos

Una de las afirmaciones más rotundas repetidas por la doctrina, tanto civilistas,

como romanistas, es que la regla general en Derecho romano era la de la prohibición de

los pactos sucesorios en sus diversas formas, aunque admitió varias excepciones a este

principio general. Con esta afirmación general se podría empezar a hablar sobre la

evolución que sufre en el derecho romano la sucesión contractual en las diferentes épocas:

clásica, postclásico, y Justinianeo

En el Derecho romano clásico se rechazaron los pactos sucesorios siempre por las

mismas razones: porque limitaban la libre facultad de testar; porque la palabra

contratación no se refiere al derecho de testar. El motivo principal por el cual el Derecho

romano clásico no acogió los pactos sucesorios era porque el heredante de la sucesión

contractual abandonaba su facultad futura de disponer sobre los bienes y en consecuencia,

abandona la facultad para decidir en un futuro qué destino le espera a sus bienes. En

definitiva, el heredante dejaba de tener influencia sobre ellos.

Según Ulpiano, porque toda contratación o pacto sobre una herencia futura de una

persona todavía viva sería nula por carecer de objeto; porque la herencia se transmitía o

daba por testamentos, entre otras razones. En el Derecho romano clásico, el testamento

era el único medio adecuado para disponer mortis causa de la herencia

Los pactos sucesorios sin embargo, fueron admitiéndose en el Derecho romano

postclásico, primero como una forma privilegiada de disponer mortis causa a favor de

determinadas personas, como por ejemplo príncipes, nobles familias, militares, Iglesias y
monasterios, e incluso, por una suerte de favor matrimonii entre padres e hijos, el

principio del favor matrimonii establece una presunción a favor de la validez del

matrimonio, mediante este principio se presume que el matrimonio es válido siempre que

haya una apariencia del mismo. En la época de la Roma imperial los emperadores fueron

reconociendo con carácter general la validez de determinados contratos sucesorios,

acabando con el reconocimiento oficial por el emperador Justiniano, en los años 528 y

531, de la delación contractual, como un modo más de disponer de los bienes dentro de

los actos de última voluntad. Con lo que, lo que empezó siendo un privilegio de

determinados ciudadanos romanos terminó extendiéndose a todos los ciudadanos

romanos sin distinción.

En el derecho hebreo en su sistema jurídico no existió ninguna institución que se

asemejara al testamento, desconociéndose el sistema sucesorio testamentario, los mismos

juristas del Derecho común suelen mencionar algunos pasajes de la Biblia87 para

demostrar la antigüedad de los pactos sucesorios88. Otro de los derechos que influyó fue

el Código de Hammurabi89 que ha demostrado que se desconocía el testamento y que la

manera de disponer de los bienes era a través de actos o negocios inter vivos.

Así Cup decía que la institución de heredero se cumplía perfectamente mediante

un contrato entre vivos, de la siguiente manera: 1. º el disponente conferiría a una persona

el título de heredero y a esta declaración se añadía una relación de los bienes que se poseía

y que transmitía durante su vida al designado heredero. El designado se obligaba, por su

parte, a honrar al disponente y a proveer a todos sus necesidades durante su vida o a

constituir una renta vitalicia anual a favor del disponente. De esta forma, estos actos entre

vivos cumplían la misma función que el testamento.

Otro de los derechos que permean en el Derecho romano fue el Derecho griego

que ignoró la prohibición de los pactos sucesorios, además puede afirmarse que la
delación voluntaria se llevaba a cabo normalmente mediante actos bilaterales. La

antigüedad griega no tiene ni un solo testamento, sino que solamente tiene donaciones

mortis causa y adopciones así lo demuestran las últimas disposiciones de los filósofos

griegos

Tampoco en el derecho egipcio existió el testamento, la institución testamentaria

apareció únicamente cuando estuvo bajo el dominio del Imperio Romano, en donde la

sucesión testamentaria en el derecho egipcio se presentó entonces mediante tres formas:

mediante testamento, mediante pacto sucesorio y mediante la división paterna del

patrimonio entre los hijos, en vida. El Derecho sucesorio egipcio es muy diferente al

romano, en el derecho egipcio la costumbre de establecer pactos sucesorios e introducirlos

en los contratos matrimoniales estaba muy arraigado.

Según Vismara, los pactos sucesorios son una prueba de la influencia heleno –

oriental sobre el Derecho romano.

Como recuerda Rivas Martínez, si bien en un primer momento pudiera pensarse

que en el derecho romano primitivo la sucesión tenía un marcado carácter contractual. Lo

cierto es que pronto quedó autorizada la libertad testamentaria, y los pactos sobre la

sucesión carecerían de fuerza vinculante, por estimarse que la libertad de regulación de

la sucesión no debía limitarse en ningún caso.

En consecuencia, en el Derecho romano desde la época clásica las numerosas

limitaciones y prohibiciones aparecen contrarias a los pactos; la libertad de testar se

entendía incompatible con la sucesión contractual, habida cuenta que ésta impediría la

manifestación posterior de una nueva voluntad testamentaria.

Así, pues, el contrato sucesorio fue considerado en el Derecho Romano contrario

a las buenas costumbres y, por tanto, nulo. De igual forma, los pactos "non succedendo",
o de renuncia a la herencia futura, y los de "hereditate tertii" se hallaban prohibidos en el

Digesto.

Ello, no obstante, tal y como asegura CASTAN, el Derecho romano admitió

numerosas excepciones al principio general prohibitivo de los pactos sucesorios,

considerando válidos, entre otros:

A. la división de los bienes realizada por el padre entre sus hijos y

descendientes;

B. el pacto recíproco de sucesión entre militares;

C. la donación mortis causa;

D. el pacto sobre sucesión de una persona extraña designada terminantemente

siempre que ésta prestara su consentimiento, sin revocarlo hasta la muerte.

Las orientaciones y principios del Derecho Romano contarios a los pactos

sucesorios fueron acogidas por el derecho civil español a través de Las Partidas, que

prohibieron con carácter general las disposiciones sobre la herencia futura.

Claro que en citado cuerpo legal se reconocían excepciones similares a las que se

había previsto en el propio Derecho romano, tales como: la distribución por el padre del

caudal sucesorio entre sus sucesores legítimos, la mutua sucesión entre los militares.

También en las Leyes de Toro se admitieron los pactos sucesorios respecto de las mejores

(Ley 17 y 22).

Estos antecedentes, sin duda, influyeron decisivamente en el código civil, que por

un lado establece una norma general sobre de los pactos sucesorios.

1.1.2. Concepto

El derecho de sucesiones se divide en tres clases en sucesión testamentaria, legal,

contractual, en esta parte del trabajo de investigación trataremos sobre la sucesión


contractual, donde estas clases constituyen títulos sucesorios sin los cuales el llamado a

recibir la herencia no podría hacerlo.

Se llama contrato sucesorio a todo negocio jurídico bilateral que produce sus

consecuencias respecto de la herencia de la persona. Hay sucesión contractual cuando la

ordenación del fenómeno hereditario se produce total o parcialmente por medio de un

contrato.

La sucesión contractual es un acuerdo de voluntades por el cual una persona se

obliga a transmitir a otra, a su fallecimiento, parte de su patrimonio o la totalidad

de este, si no tiene herederos forzosos. Su efecto sustancial es puramente mortis

causa y consiste en dejar disciplinada, de una determinada manera, vinculante

para las partes, una sucesión mortis causa. El contrato sucesorio podrá ser

impugnado por el otorgante durante su vida (Villafuerte, 2007, pág. 19).

El contrato sucesorio es normalmente un contrato unilateral, en el sentido de que

produce sus efectos respecto de una de las partes. Sin embargo, es concebible un contrato

sucesorio en el que cada una de las partes contratantes otorga sus propias disposiciones

mortis causa. En este caso, ambas disposiciones mortis causa pueden ser mutuas o

recíprocas o establecerse en favor de un tercero.

Se tiene que tener en cuenta que el contrato sucesorio en favor de terceros, se

distingue de los contratos entre vivos de este mismo tipo, pues en éstos existe siempre

una prestación en favor del tercero cuyo derecho depende de la aceptación de éste antes

de que la estipulación sea revocada, mientras que en el contrato sucesorio se determina

una institución hereditaria o un legado, que producirá sus efectos con la apertura de la

sucesión.

Según el profesor Ackerman Miranda (2006) manifiesta lo siguiente:


En el ordenamiento jurídico nacional, no se encuentra legislado en ninguna de sus

modalidades inclusive el legislador considera su peligrosidad para el derecho de

los herederos estimando que la otra parte contratante pueda desear el pronto

fallecimiento del causante para que el contrato pueda surtir sus efectos. Esta

calificación no se hace extensiva a otros contratos cuyos efectos están igualmente

supeditados al fallecimiento del sujeto como por ejemplo el contrato de seguro de

vida o el contrato de renta vitalicia, etc. (p. 2-3).

1.1.3. Características de sucesión contractual

a) Bilateralidad: intervendrán, además del causante, la persona o personas

quienes acordarán los términos del contrato.

b) Oneroso o gratuito: La existencia de una contraprestación puede ser

conveniente en caso el causante quiera obtener un beneficio económico en

vida.

c) Acto inter-vivos: es celebrado por personas vivas y crea una relación

cuyos efectos se producirán recién a la muerte del causante.

d) Irrevocabilidad: de forma unilateral, es decir, ni el causante ni el

heredero o legatario pueden revocar el contrato. Esto requiere el acuerdo

de ambas partes contratantes.

1.1.4. Diferencia entre sucesión contractual con la sucesión testamentaria

La sucesión testamentaria es un acto jurídico unilateral, ya que el testamento es

un acto y no un contrato, porque consiste en la manifestación de una sola voluntad,

que es la del testador. Asimismo. la ley declara que es nulo el testamento otorgado

en común por dos o más personas (artículo 814 CC). Por ello su carácter unilateral

COSTA(2012,p.348).
Por su parte la sucesión contractual es un acto jurídico bilateral, ya que produce

sus consecuencias respecto de la herencia de la persona. Hay sucesión contractual cuando

la ordenación del fenómeno hereditario se produce total o parcialmente por medio de un

contrato.

En la sucesión testamentaria, la institución de heredero o legatario se determina

conforme a la voluntad de la causante manifestada mediante testamento. La sucesión

testamentaria, como expresión de la autonomía de la voluntad que la ley reconoce,

prevalece sobre la sucesión legal o intestada. Sin embargo, esta autonomía de la voluntad

del testador se encuentra limitada por determinadas exigencias legales en cuanto a los

requisitos de forma y fondo.

Cuando se habla de forma y fondo en la sucesión testamentaria pues se refiere,

que, respecto a la forma, el testamento en un acto jurídico que debe revestir exigencias de

naturaleza solemne. Esto es, para que tenga validez solo pueden emplearse las clases de

testamento que la ley señala y deben cumplirse determinados requisitos que la ley exige

bajo sanción de nulidad. Estos requisitos son extrínsecos. Así, por ejemplo, el testamento

por escritura pública debe otorgarse ante notario público y con la presencia de dos

testigos. En el testamento ológrafo el propio testador debe otorgarlo de su puño y letra,

etcétera. Son requisitos formales extrínsecos.

Pero, además, la sucesión testamentaria está limitada por requisitos de fondo. Esto

es, si el testador tiene determinados sucesores como hijos y demás descendientes,

cónyuge o padres está obligado a instituirlos porque son considerados herederos forzosos

y por tanto con derecho a una parte de la herencia denominada legítima, que es la parte

de la que aquel no puede disponer libremente porque las normas reguladoras limitan su

facultad de libre disposición. Son derechos de reserva impuestos por la ley. Así, veremos
en su oportunidad cómo la legítima que corresponde a los herederos forzosos es intangible

cualitativa y cuantitativamente.

En la sucesión contractual o de pacto sucesorio, el llamamiento a la sucesión tiene

lugar mediante la celebración de pactos o contratos sucesorios en virtud de los cuales el

derecho sucesorio tiene lugar en tres casos:

1) El pacto de constitución o institución;

2) el pacto de renuncia; y

3) el pacto de disposición.

1.2. PACTO SOBRE HERENCIA FUTURA

1.2.1. Antecedentes

El artículo 1175 del Código Civil prohíbe el pacto sobre herencia futura por las

razones expuestas por el legislador. Concordantemente, no se permite la transacción

sobre los derechos eventuales a una sucesión ni sobre la sucesión de una persona viva.

Si la dispensa de colación no es efectuada por el donante, requisito sine que non

para su aplicación, sino por un tercero ajeno al acto jurídico, que, si bien ahora reviste la

calidad de heredero legitimario, dicha renuncia anticipada viola uno de los pilares del

derecho de las sucesiones, como es la prohibición de pacto de renuncia sobre herencias

futuras, por lo que debe declararse nula, de nulidad absoluta La presencia del padre su

silencio ante la renuncia por parte de uno de sus hijos de solicitar la colación en la

futura herencia de su progenitor, dado que aquel quedaba fuera de la donación de los

bienes, no permite interpretar tal actitud como un consentimiento tácito a ello, más

cuando la legislación es tan estricta en la expresión de la voluntad del donante en ese

sentido Convalidar la declaración de voluntad del heredero, en su calidad de tercero

respecto del acto de donación, burlaría el derecho de los acreedores sobre su


patrimonio, lo que no está previsto en nuestro ordenamiento jurídico. Sumado a ello

que la renuncia fue realizada de mala fe, al haber sido perpetrada con el ánimo de

perjudicar a sus acreedores, licuando su futuro patrimonio a recibir por herencia.

La herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco pueden serlo

los derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares.

Los pactos relativos a una explotación productiva o a participaciones societarias

de cualquier tipo, con miras a la conservación de la unidad de la gestión empresarial o a

la prevención o solución de conflictos, pueden incluir disposiciones referidas a futuros

derechos hereditarios y establecer compensaciones en favor de otros legitimarios. Estos

pactos son válidos, sean o no parte el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la

legítima hereditaria, los derechos del cónyuge, ni los derechos de terceros.

El pacto de herencia es una convención accesoria, por lo que carece de

autonomía y debe estar dentro o vinculado directamente a un “protocolo familiar” o

“pacto de sindicación de acciones”, conforme surge de la interpretación del artículo

1010 del Código Civil y Comercial de la Nación. Dado que estos instrumentos también

gozan de libertad formal, los mismos pueden celebrarse en forma diferida en el tiempo,

requiriéndose, únicamente, la vinculación entre sí exigida por la referida norma.

Teniendo en cuenta la importancia de dicho pacto para prevenir posibles

contingencias y asegurar la continuación de la empresa, es dable suponer que se optara

por la escritura pública como forma para hacer constar la celebración de dicho

convenio.

Bien en nuestro Código se encuentra prohibido el pacto Sobre herencia futura,

manteniendo la sanción de nulidad, tanto La doctrina como la jurisprudencia han

encontrado excepciones
A la misma, tales como:

A. La partición por donación del ascendiente respecto de sus Descendientes,

regulada en los artículos 3514-3538 del Código Civil. Permite una

convención previendo una sucesión que no se ha abierto todavía, cuyo

objeto versa sobre esa futura sucesión y que se condiciona a un derecho

Presuntivo.

B. El reconocimiento por parte de los restantes herederos en Los adelantos

de la herencia, donde los herederos legitimarios consienten dicha

partición, generalmente admitiendo que han recibido valores

compensatorios con el fin de que no se reputen actos recibidos a título

gratuito sujetos a la acción de colación y reducción.

C. El mandato conferido para aceptar o repudiar una herencia Genérica o

cederla en forma onerosa, con la cláusula de reconocimiento de

obligaciones anteriores al mandato. Así, Por ejemplo, la validez de la

cláusula para aceptar o repudiar herencias que se incorpora a mandatos

comprensivos de otros negocios jurídicos, que, de admitirse, permitiría

Violar la veda legal por su generalidad al abarcar todas las Herencias aún

no abiertas a las cuales el mandante pudiera Ser llamado.

D. La partición por testamento por el cual se autoriza al testador a distribuir

sus bienes, respetando las porciones legítimas de orden público de los

herederos legitimarios.

1.2.2. Concepto

Los pactos sobre herencia futura podemos definirla como el contrato cuyo

objetivo es el todo o la parte de una herencia futura y cuyo contenido concierne a su

organización o a un aspecto de esa organización, por referir a disposición o transferencia


de derechos sucesorios eventuales o por referir a reglas de distribución de la herencia o a

otras cuestiones sucesorias.

1.2.3. Requisitos

Los recaudos necesarios para su existencia son:

a) Una sucesión no originada, es decir, el causante aún está con vida;

b) que el objeto del contrato sea parte del acervo sucesorio;

c) que el pacto se celebre en mérito a un derecho hereditario, ya sea que lo

disponga el causante o el heredero.

1.2.4. Elementos del pacto sobre herencia futura

a) Sujeto. – Los sujetos son el planificante y el planificado. El primero es

aquel que decide avanzar en la planificación sucesoria y disponer y/u

organizar su patrimonio con efectos luego de su muerte, mientras que el

planificado es el beneficiario de la planificación sucesoria. Partiendo de

esto podemos señalar que dichos sujetos pueden cumplir ambas figuras

(planificante y planificados), dado que lo que hacen es ordenar una

sucesión ajena sin que participe el futuro causante o propietario de los

bienes hereditarios.

b) Objeto. - Es el todo o parte del patrimonio del planificante o de un tercero

(si en la planificación no participa el causante).

c) Causa. - Es la voluntad del planificante (futuro causante y/o futuros

herederos) de dejar ordenada –total o parcialmente- la sucesión futura.

1.2.5. Diferencias entre sucesión contractual y pacto sobre herencia futura

Según TOBEÑAS (2015), explica en su tomo sexto de Derechos de Sucesiones:


La identificación del pacto sobre herencia futura para su configuración se exige el

cumplimiento de tres condiciones de existencia, a saber:

a) Que se trate de una sucesión no abierta;

b) Que el objeto de ese contrato importe el todo o parte de una sucesión no

abierta; y

c) Que dicho contrato se realice atendiendo a un futuro derecho hereditario,

es decir como futuro heredero o futuro causante, y no a título de crédito u

otra clase.

Esta condición es la más importante y permite por tanto diferenciarlas, por

ejemplo, de la promesa post mortem y/o acto in diem mortis dilatti, venta de cosa

ajena; etc. Por otro lado, no puede confundirse al pacto sucesorio con la sucesión

contractual, ya que esta última importa una especie del pacto sucesorio, mediante

la cual el convenio se constituye en fuente de la vocación hereditaria, es decir,

permite la creación de derechos hereditarios mediante un contrato, facultad que

no es posible en nuestro Derecho (Pag.778).

1.3. Conclusiones

1.3.1. Los pactos sobre sucesión futura podemos enmarcarlos en una figura

supuesta como una herramienta de prevención, que en los tiempos que

corren resulta de suma utilidad.

1.3.2. La sucesión testamentaria es unilateral ya que, al ser un acto

personalísimo, es decir, que solo puede ser realizado por el testador, resulta

al mismo tiempo unilateral ya que no requiere de la concurrencia de

alguien más para producir efectos jurídicos y además que la propia ley lo

prohíbe (testamento otorgado por dos o más personas). Y la sucesión


contractual es bilateral porque produce efectos para las consecuencias de la

herencia.

1.3.3. La herencia se puede presentar de forma legal o voluntariamente. La

voluntaria, a su vez, puede adoptar la forma de testamento o de contrato.

En este último caso se habla de sucesión contractual, considerando dentro

de esta expresión, en un sentido amplio, cualquier pacto que tenga por

objeto la totalidad o parte del patrimonio hereditario de una persona viva,

ya intervenga en el convenio, ya sea extraña al mismo. En este sentido, la

sucesión contractual se identifica como un pacto sucesorio, dando un

acuerdo limitativo de la facultad de mortis causa.

1.4. Bibliografía

Ackerman Miranda, B. (2006). La Sucesion Contractual, como modalidad de sucesion.

En B. Ackerman Miranda, La Sucesion Contractual, como modalidad de

sucesion. (págs. 1-15). Lima: USMP.

COSTA, A. F. (2012). Tratado de Derecho de Sucesiones . En A. F. COSTA, Tratado

de Derecho de Sucesiones . lima: Gaceta Juridica.

TOBEÑAS, J. C. ( 2015). Derecho Civil Español, Común y Foral, Tomo VI, Derecho

de Sucesiones. Madrid: Reus.

Villafuerte, A. (2007). La Sucesion contractual, ADEQ, la Paz - Bolivia. 18-25.

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