0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
2 vistas2 páginas
El documento narra la historia de un congreso de ratones que se reúne para discutir cómo lidiar con un gato que los amenaza. Un ratón propone ponerle un cascabel al gato para saber su ubicación, pero el líder señala que nadie se ofrece voluntario para realizar la tarea. Como resultado, el congreso termina sin una solución y los ratones se van a casa hambrientos y tristes.
El documento narra la historia de un congreso de ratones que se reúne para discutir cómo lidiar con un gato que los amenaza. Un ratón propone ponerle un cascabel al gato para saber su ubicación, pero el líder señala que nadie se ofrece voluntario para realizar la tarea. Como resultado, el congreso termina sin una solución y los ratones se van a casa hambrientos y tristes.
El documento narra la historia de un congreso de ratones que se reúne para discutir cómo lidiar con un gato que los amenaza. Un ratón propone ponerle un cascabel al gato para saber su ubicación, pero el líder señala que nadie se ofrece voluntario para realizar la tarea. Como resultado, el congreso termina sin una solución y los ratones se van a casa hambrientos y tristes.
Recrea el texto narrativo que tiene el discurso del narrador y el discurso de
personajes cambiando el número.
EL CONGRESO DEL RATON
Había una vez, hace bastante tiempo, un raton que vivía en la despensa de una casa. Hubiera vivido felices, pero el miedo a un gran gato le impedía salir fuera, pues el animal los vigilaba día y noche.
En un momento dado, los ratoncitos realizaron una asamblea con la intención
de poner fin al problema.
El jefe de los ratones, el más viejo y sabio, tomó la palabra:
-No podemos vivir así, necesitamos soluciones.
-Yo tengo una -dijo un ratón, atento y despierto-. Si atamos un cascabel al
gato, sabremos por dónde anda. Si se acerca, escaparemos a tiempo.
El asunto fue interesante, por lo que la propuesta fue aceptada por el
congreso de ratones. Aun así, el jefe ratón tenía sus reparos al respecto:
-Silencio, amigos. Es buena idea, ahora bien, ¿quién será el valiente que ponga el cascabel al gato?
Oído esto, todo el congreso de ratones quedó en silencio. Ninguno de ellos
pudo responder a la pregunta. De hecho, el miedo se cebó con la congregación. Así que todos se fueron a casa con hambre y tristeza.