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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de Ciencias Sociales

Licenciatura en Trabajo Social


Teoría, espacios y estrategias de intervención II (comunitario)

Alumnas: Pache, Melisa 43.443.963

Rojas Laza, Oriana Lucía 43.061.758


INFORME SOCIAL COMUNITARIO

Demanda/problema de base para la inserción

Luego de una exhaustiva vinculación en nuestros primeros encuentros, visitas


dentro del marco de prácticas académicas de inserción y/o reconocimiento, pudimos
delimitar la principal problemática que atravesaba a la casa y la emergencia a ser
abordada. En un principio, quizá, nuestra subjetividad formó un papel importante en
el entendimiento de los sujetos y sus demandas, puesto a que la sistematización y
elección de metodología para la acción dependió en gran medida de lo que nosotras
pensábamos que eran sus necesidades, viendo el contexto territorial desde afuera y
sin hacernos parte. Posteriormente, mientras los procesos de vinculación se iban
construyendo y la inserción territorial avanzaba, pudimos entender que las
necesidades de las mujeres pasaban por otro lado que se marcaban como
problemática fundante de un sinfín de otras necesidades.
Las dificultades de vinculación entre las integrantes de la casa era la necesidad que
más expresaba el territorio y ellas como sujetos, esto culminaba en escasa
organización y planificación del día, al no tener la suficiente confianza para ser todas
participativas, falta de unión como compañeras para que trabajen todas en pos de
un objetivo compartido, por lo que cualquier fuera el intento de producción quedaba
solo como proyecto. En este caso ejemplificamos con la producción cosmética, la
venta de artículos de limpieza y los tejidos.

Intervención basada en aspectos teórico-operativos, aprendizajes y


significaciones

Las necesidades, tanto materiales como simbólicas, encuentran significación


cuando en la sociedad, cierta comunidad o grupo de personas hay escasez de
cosas que permitan el desarrollo personal y colectivo. Según Gutierrez y Salazar
(2019): “ Los seres humanos necesitamos satisfacer necesidades materiales e
inmateriales y para eso producimos riqueza social — valores de uso— al mismo
tiempo que vamos entablando un conjunto de relaciones para gestionar la vida
colectiva”. Es seguro que ninguna necesidad es igual a otra ya que las realidades y
características son diferentes en cada una de las personas y comunidades. La
configuración, organización y distribución en la sociedad y su dinámica hace que lo
que cada uno comprende como necesidad y como derecho sea completamente
diferente. Es por eso que se la constituye como una construcción cultural que está
en constantes cambios dependiendo de los sujetos y sus demandas, necesidades
que son indispensables politizar para que se traduzcan en derechos sociales y
demandas para la acción gubernamental. En la Casa Refugio las mujeres han
reivindicado con firmeza sobre sus derechos y necesidades que están en constante
amenaza.

A la hora de pensar nuestra intervención en base a las necesidades más latentes


dentro de la casa, abocar a la construcción colectiva de un espacio de escucha
activa, en donde las mujeres son libres y capaces de contar lo que deseen con el fin
de generar un vínculo y una unión más fuerte entre ellas reforzando las cómo
comunidad de mujeres campesinas que luchan por sus derechos y se hacen
escuchar. Generar una red en donde pudiesen apoyarse, compartir sus sentires y
pensares, conocer la historia de vida de cada una, conformar una ayuda mutua
dándole sentido a la idea de refugio como tal. Como lo expresa Mançano
Fernandez, es la simbología que le damos al territorio que en este caso no es
material. Habla de la apropiación que implica vivir y sentir un territorio que va
construyendo la identidad de los y las sujetos. Ese fue nuestro principal enfoque,
que las mujeres construyeran esa identificación y sentido de apropiación con la
Casa Refugio.

Como consecuencia de nuestra focalización en la vinculación y la construcción


identitaria hacia el territorio, también pudimos trabajar sobre otras necesidades que
transitaban el espacio:

Una parte importante al momento del desarrollo de nuestra intervención fue


reconocer, por medio de charlas informales y entrevistas, la necesidad de trabajar
sobre la violencia y la normalización de la misma sobre los cuerpos de las mujeres
mediante los talleres de violencia obstétrica y de violencia de género en donde las
mujeres pudieron reconocer y distinguir prácticas que se llevaron a cabo hacia ellas
y sus cuerpos que eran desconocidas hasta ese día. Esto nos lleva a pensar en el
texto Mapeando el cuerpo territorio en el cual se habla del cuerpo como un vehículo
para sentirse libres y felices, como el primer territorio el cual, cuando es violentado,
también afecta al entorno, el lugar que se habita y las tareas llevadas a cabo en él,
esas violencias dejan pasos y se imprimen en los cuerpos que se conectan con el
territorio por medio de los sentidos

Como dicen Gutierrez y Salazar (2019) “La transformación social inicia por la
capacidad humana de producir y reproducir formas colectivas de habitar el mundo
desde otro lugar que no es la de la dominación, la explotación y el despojo” y esto
es lo que, de alguna manera, se busca generar en la casa, la capacidad de
reproducir la vida social desde la autonomía, teniendo la capacidad de transformar,
reformar o deformar colectivamente las formas de dominación activas en el territorio.
Cada una de las sujetas es atravesada por lo que sucede en la casa, las relaciones
sociales de cooperación y compartencia, los conflictos, las dificultades, los
esfuerzos, les permite poco a poco, ir construyendo su identidad libres de la
violencia tanto de manera individual como en comunidad, equipo.

Como resultado de nuestra intervención de manera pre-profesional, pudimos


observar cambios en la vivencia del territorio, sus formas organizativas y de
intercambio social, la planificación como medio para el cumplimiento de objetivos, la
delegación y estipulación de tareas, la unificación como grupo e incluso un mejor
relacionamiento entre quienes disputaban conflictos previos a nuestra llegada. Esto
se dio por un punto de quiebre, un cambio en el direccionamiento en la relación de
ellas como sujetos y nosotras como sujetos interventores. El disconfort ante lo que
era necesario decir pero no quería ser escuchado dio paso a nuestro primer espacio
de escucha. Allí se redireccionó nuestra intervención.

En cuanto a nuestros aprendizajes, más allá de insertarnos por primera vez en un


territorio y ser capaces de ver reflejada la teoría en la práctica, es decir, la realidad,
también entendimos la afección del mismo territorio en el tiempo de sujetos y
viceversa. El revisar, entender y sanar nuestros cuerpos es fundamental para seguir
construyendo nuestra vida con otros, pero frenar la destrucción de nuestros
territorios también forma parte de ese proceso.

Otro aprendizaje fue el dar cuenta de la importancia de las estrategias y redes


colectivas que se ponen en juego cuando el Estado no está presente. De ahí
también la importancia de vivir en comunidad con otros.
Recomendaciones a futuro

Con el objetivo de continuar con este proceso de crecimiento ya iniciado de la Casa


Refugio, dejamos estas recomendaciones a tener en cuenta:
- Seguir nutriendo vínculos de compañerismo para no perder vistas al objetivo
compartido ya alcanzado.
- Apertura al intercambio entre estudiantes de grado y la Casa Refugio,
permitiéndoles vivir nuevas experiencias, dando lugar a la intervención
externa.
- Potenciar la vinculación comunitaria, que las ideologías no se interpongan en
el crecimiento de la Casa, de la comunidad campesina y del feminismo
campesino.
- Continuar los espacios de escucha que permiten conocer y reconocerse
entre ustedes, entendiendo sus realidades, historias, emociones y
sentimientos.
- Planificar al menos una actividad de distensión semanal en donde las
mujeres de la casa puedan olvidarse por un momento de sus problemas y
puedan pensar en ellas mediante el disfrute.
- Tener acuerdos en consenso y fomentar el compromiso a la hora de decidir
qué se va a producir, de esta forma se evita tener demasiado material en
stock y la producción detenida.

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