Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Primeros 5 Autores
Primeros 5 Autores
La tesis postulada y defendida por Hans Kelsen sobre el defensor de la Constitución es que,
a su juicio, el Tribunal Constitucional debe actuar únicamente como legislador negativo.
Esto equivale a que dicho órgano opere aplicando la Constitución a un hecho concreto de
producción legislativa llega a anular leyes anticonstitucionales no genera sino destruye una
norma general, es decir, pone el actus contrarius correspondiente a la producción jurídica, o
sea, que oficia de legislador negativo. (Apaza & Ponce, 2019).
Es aquí cuando, sobre la base de la distinción entre función legislativa consistente en crear
normas generales y función jurisdiccional generadora de normas individuales, el insigne
jurista vienés formula su celebérrima teoría del Tribunal Constitucional como legislador
negativo: Anular una ley equivale a establecer una norma general, puesto que la anulación
de una ley tiene el mismo carácter de generalidad que su confección. No siendo, por así
decirlo, más que una confección con signo negativo, la anulación de una ley es, entonces,
una función legislativa y el tribunal que tiene el poder de anular las leyes es, por
consiguiente, un órgano del Poder Legislativo. La anulación por parte del Tribunal
Constitucional de una ley no se concibe como una violación del poder legislativo sino como
una repartición del mismo. (Bárcena & Tajadura, 2019).
Es importante hacer un breve recuento sobre el pensamiento de dos grandes juristas que han
sido los defensores (y a su vez detractores) de la creación y fundamentos de las cortes y
tribunales constitucionales. Estos juristas son Carl Schmitt y Hans Kelsen. Cuando se habla
de Carl Schmitt se habla de un destacado jurista y teórico político alemán del siglo XX, es
conocido por sus controvertidas ideas sobre el derecho, la política y el poder. Uno de los
aspectos centrales de su pensamiento se relaciona con los tribunales constitucionales y su
papel en el sistema político.
Lo primero que hay que apuntar es que Schmitt sostiene un gran criterio sobre el tema de
soberanía, la cual, según él, reside en el "decisor supremo" y que esta figura es
indispensable para el funcionamiento de un orden político efectivo. Según su visión, los
tribunales constitucionales representan una amenaza a la soberanía, ya que asumen un papel
activista al interpretar y revisar la constitución. Para Schmitt, esta función de los tribunales
constitucionales puede debilitar la autoridad del poder ejecutivo y legislativo, erosionando
así la soberanía política. Sin embargo, esta noción de soberanía plantea interrogantes sobre
la separación de poderes y el control jurisdiccional necesario para evitar abusos y proteger
los derechos fundamentales de los ciudadanos. (Prieto, 2000).
Por otro lado, Schmitt considera que los tribunales y cortes constitucionales son demasiado
politizadas, es por eso que argumenta que los tribunales constitucionales, al involucrarse en
decisiones políticas y legislativas, se convierten en actores políticos en lugar de ser meros
árbitros legales. Para él, esto amenaza la estabilidad y el equilibrio del sistema político, ya
que los jueces pueden imponer sus propias interpretaciones y preferencias personales en
lugar de basarse en la letra y el espíritu de la constitución. Sin embargo, esta visión omite la
importancia de que los tribunales constitucionales desempeñen un papel activo en la
protección de los derechos fundamentales y en la salvaguardia del sistema democrático,
especialmente en situaciones en las que los poderes ejecutivo y legislativo pueden estar
comprometiendo los derechos de las minorías o violando principios constitucionales.
Referencias bibliográficas
Apaza, N., & Ponce, G. (2019). La configuración del Tribunal Constitucional como
legislador positivo. Doctrina constitucional, 145-162.
Bárcena, J., & Tajadura, J. (2019). Kelsen y Schmitt: dos juristas en Weimar. Historia
constitucional: Revista Electrónica de Historia Constitucional, 367-400.
Calsin, H. (2021). Pensamiento de Hans Kelsen y su vigencia en el Perú. Revista de
Derecho, 59-66.