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Investigación del estado Cojedes

Índice.

Estado Cojedes.

Etimología.

Historia.

Geografía.

Vegetación.

Hidrografía.

División política territorial.

Demografía.

Economía.

Tradiciones.

Turismo.

Patrimonios naturales.

Gastronomía.

Deporte.

Política y gobierno.

Mitos y leyendas.

Bailes.

Música.
Presentación.

Cojedes es una tierra que se extiende a lo largo de 14.800 km a la redonda. Y se abre paso desde su
zona montañosa, a través de un pie de montaña de colinas y galeras, hacia la amplitud de la región
Llanera. Este territorio, ocupado originalmente por etnias indígenas y testigo de la emancipación
independentista, ofrece a sus habitantes un destacado abanico de potencialidades originado en la
diversidad de recursos naturales, hídricos, a agrológicos, forestales y minerales que en él se
encuentran. Así como en el pasado Cojedes vio migrar a su población hacia las grandes urbes fuera
de sus límites, en busca de nuevos horizontes y formas de vida. Coma. También recibió en su seno a
muchos pobladores que provenían de otras entidades, quienes escogieron esta tierra como asiento
de sus vidas y familias.

Ubicación del Estado Cojedes.

Cogedes ese es unos de los 23 Estados que coma junto con el Distrito Capital y las dependencias
federales, forman la República Bolivariana de Venezuela. Su capital es San Carlos. Está ubicado en el:
Centro Noroeste del país, coma en la región central del país. Limita al norte con Yaracuy y Carabobo,
coma al este con Guárico, coma al sur con Barinas, coma al oeste con portuguesa y al noroeste con
Lara. Posee 9 municipios autónomos y 15 parroquias civiles. Sus principales ciudades son San Carlos
Tinaquillo, Tinaco, Las Vegas, Rómulo gallego. El PAO y Macapo.

MUNICIPIOS PARROQUIAS Y CAPITALES


090100 Municipio Anzoátegui Cojedes
090101 Parroquia Cojedes Cojedes
090102 Parroquia Juan de Mata Suárez Apartaderos
090200 Municipio Tinaquillo Tinaquillo
090201 Parroquia Tinaquillo Tinaquillo
090300 Municipio Girardot El Baúl
090301 Parroquia El Baúl El Baúl
090302 Parroquia Sucre Sucre
090400 Municipio Lima Blanco Macapo
090401 Parroquia Macapo Macapo
090402 Parroquia La Aguadita La Aguadita
090500 Municipio Pao de San Juan Bautista El Pao
090501 Parroquia El Pao El Pao
090600 Municipio Ricaurte Libertad
090601 Parroquia Libertad de Cojedes Libertad
090602 Parroquia El Amparo El Amparo
090700 Municipio Rómulo Gallegos Las Vegas
090701 Parroquia Rómulo Gallegos Las Vegas
090800 Municipio Ezequiel Zamora San Carlos
090801 Parroquia San Carlos de Austria San Carlos
090802 Parroquia Juan Ángel Bravo La Sierra
090803 Parroquia Manuel Manrique Manrique
090900 Municipio Tinaco Tinaco
090901 Parroquia General en Jefe José Laurencio Silva Tinaco
Fuente: DPT-INE Sept. 2013

Etimología:

El nombre Cojedes coma tiene su origen de la lengua Caribe coma qué significa: pueblos de cerámica
o pueblo de ceramistas.

Historia:

En cuanto a su historia Los antecedentes históricos del Estado se remontan hacia el 27 de


abril de 1678 cuando el padre capuchino Fray Pedro de la Verja fundo la ciudad de San Carlos, con
el nombre de San Carlos de Austria. Otros pueblos importantes fundados por esa época fueron El
Pao (1661); Nuestra Señora de la Chiquinquirá de El Tinaco, fundada por Fray Pablo de Orichuela
(1760); Santa Clara de Caramacate, por Fray Cirilo Bautista de Sevilla (1750), los cuales estuvieron
bajo la jurisdicción y administración de la Provincia de Caracas, con la categoría de Cantones.
Después de la Independencia, con la reestructuración de Venezuela a partir de la separación
de la Gran Colombia en el año 1830 y bajo la presidencia del General Páez, el territorio de Cojedes
pasa a formar parte de Carabobo, una de las once provincias en que quedó dividida Venezuela.
En 1855, Cojedes recibe el status de Provincia, gracias a la Rectificación de la División
Territorial, acordada en sesión de Asamblea Legislativa del 1º de mayo de ese mismo año. La nueva
Provincia de Cojedes estaría conformada por los Cantones San Carlos, Tinaco y El Pao y su capital
fue San Carlos. Luego, en el año 1864, deja de ser Provincia y pasa a ser Estado, para dar
cumplimento con lo establecido en la Constitución vigente para ese año.
Con la modificación de la división territorial dada en 1881 y de acuerdo con lo establecido en
la Constitución de ese año, de los veinte Estados que integraban la nación, la nueva estructura
quedó restringida a nueve entidades, pasando Cojedes a formar parte del Gran Estado Sur de
Occidente, integrado, adicionalmente por Portuguesa y Zamora. Con la Reforma Territorial de 1901,
Cojedes recobró su independencia, la República retoma su estructura federal y los Estados asumen
la categoría de entidades federativas. Para 1904, el país sufre una nueva contracción en el número
de Estados, en la cual Cojedes paso a formar parte del Estado Zamora con la capital en San Carlos.
En 1909, el estado cojedes recuperó su condición de estado, desde ese año hasta ahora no
lo ha perdido. Su capital, fue bautizada con el nombre de San Carlos de Austria y fué fundada en el
año 1678 por Fray Pedro de Berja. Cojedes es una voz de origen caribe que proviene de las voces:
Coa, que significa " gente pueblo, nación" y Heir, que equivale a " ollas cocidas, cerámicas"; de allí se
puede deducir que Cojedes significa " pueblo de cerámica" y por extensión "pueblo de ceramistas".
Posiblemente este nombrenos recuerda a un grupo humano, que habitó en la región, que fabricaban
o usaban, ollas o recipientes de cerámica.
Cojedes, estado de Venezuela situado en la Región Central, dentro de los llanos centrales.
Limita al Norte con los estados Yaracuy y Carabobo, al Oeste con Lara y Portuguesa, al Este con
Guárico y al Sur con Barinas.
Es de los pocos estados de Venezuela que conserva vestigios importantes de la época
precolombina, cuando se observa con detenimiento los paisajes agrestes de gran belleza natural,
exenta de contaminación.
Cojedes estado llanero con grandes planicies centrales que lo surcan de oeste a este, sólo al
norte cuenta algunas elevaciones correspondientes a la Cordillera de la Costa. Sus tierras, son todas
aptas para el cultivo, especialmente de cereales, caña de azúcar, ñame, papa y yuca. El ganado
vacuno es el predominante. Grandes extensiones de llanuras pobladas de bosques y sabanas
dominan su paisaje, en donde se encuentran extensos hatos de ganado bovino, principal recurso
económico del estado.
Cojedes, situado en la región de los Llanos centrales, ocupa el 1,62% del territorio nacional.
Está situada en las riberas del río Oruye. Este estado tiene una superficie de 14.800 km² y en
2007 una población estimada de300.300 habitantes, el estado Cojedes, según su población, ocupa el
vigésimo primer lugar con respecto al total nacional. Su arbol Emblemático es el Apamate Tabebuia
rosea (Bertol) D.C. Posee un clima de sabana con pequeñas variaciones climáticas. La temperatura
media anual es de 26,1°C aproximadamente, coincidiendo los registros máximos (mayo - abril) y
mínimo (enero) con los meses secos y húmedos respectivamente.
Su Himno es composición en Letra de Mauricio Pérez Lazo y Música de Miguel Ángel
Granado.
En cuanto a la economía, la base económica de la entidad, está orientada a la ganadería
extensiva. En el sector pecuario dominan la ganadería bovina y porcina.
Una quinta parte del territorio cojedeño está pastoreado por hatos o rebaños de diferentes
tipos. El ganado constituyó durante siglos la única alternativa de ocupación del espacio. La economía
se completa con la producción de leche, queso, cultivos de arroz, tabaco, ajonjolí (sésamo), algodón,
maíz, yuca y explotación forestal.
La industria, en constante expansión, produce repuestos para motores, material eléctrico,
hilados textiles y muebles entre otros productos.
De acuerdo con el Anuario Estadístico Agropecuario del MAC 96/99 , los principales
productos cultivados en la entidad son: maíz, ñame, sorgo, quinchoncho, yuca, mango y otra frutas.
En el sector pecuario dominan la ganadería bovina y porcina con 502.690 y 166.242
unidades respectivamente, y 1.358.811 aves de corral.
La producción maderera, basada inicialmente en la extracción irracional de especies finas, se
ha orientado últimamente hacia las Llamadas maderas duras y blandas, mermando la capacidad
productiva de los bosques.
Productos Principales:
· Agropecuarios: Ganado de carne, leche, arroz, tabaco, ajonjolí, algodón, maíz, yuca, madera.
· Industriales: Repuestos automotrices, hilados, muebles, materiales eléctricos.
· Agrícolas: Arroz, caña de azúcar, café, ñame, sorgo y yuca.
· Cría: Avícola, bovino, caprino y porcino.
· Pesca: Blanco pobre, bagre rayado, cajaro, coporo, palometa, sierra, tongo, entre otros.
En cuanto a su hidrografía el estado Cojedes cuenta con una basta conformación de ríos y
afluentes que sin duda son de suficiente abastecimiento acuífero para el estado.
· El río Cojedes, con 340 km, afluente del Portuguesa, y el Pao.
· El San Carlos.
· El Chirgua
· El tinaco.
· Entre otros.
Las otras Poblaciones del Estado: Las Vegas, El Baúl, El Pao, Libertad, Tinaco, Tinaquillo y San
Carlos.
El Estado Cojedes está compuesto de 9 municipios, y éstos, en conjunto, tienen 15 parroquias
que también conforman a este estado:

San Carlos
Ciudad de San Carlos capital de Cojedes. Esta cuenta con una innumerable cantidad de
lugares y parajes que la convierten en sin duda una de las capitales más hermosas del país.
Comentemos parte de su historia, la Catedral dedicada a la Inmaculada Concepción, su
construcción comenzó en 1719 y se concluyó en 1748. La cúpula fue levantada en la parte posterior
fue realizada bajo el patrocinio del Coronel Teodoro Figueredo en 1838, como pago de una promesa
hecha, por este ilustre prócer de la independencia, a la Inmaculada Concepción quien, según él, sanó
a su esposa de una grave enfermedad. Otra importante iglesia es la dedicada a San Juan Bautista a
unos pocos metros de distancia de la Plaza Bolívar.

Sirvió como fortaleza para el general Rafael Urdaneta y sus tropas en el asedio de los
españoles a San Carlos en 1814. Se dice que desde la torre de esta iglesia le hicieron el mortal
disparo que acabó con la vida de Ezequiel Zamora el 10 de enero de 1860.
Otros de los imponentes edificios son La Gobernación y el flamante Palacio de Justicia, todos
alrededor de la Plaza Bolívar.
El edificio de la Alcaldía es de estilo moderno y frente a él, en la misma acera hay una
pequeña escultura que representa a una pareja de indios sosteniendo un gran mango, la placa en la
base dice: "La Alcaldía de San Carlos erige este monumento como una contribución al acervo
cultural e histórico representado por los primeros pobladores indígenas, año 1530. Coaheri (Río
Encantado), oasis para sumergir cuerpos y recibir la beatitud serena de los dioses, bendición de
alimentos y cerámica : obra y pensamiento creador de la cultura primogénita guamonteyes,
cherrechenes, gayones, guamos, guaiqueríes, mapoyes, yaruros, taparitas, otomacos y tamanacos:
En honor a nuestro estado Coaheri, Coxedes-Cogede, Cojedes. Y a los padres capuchinos
fundadores de los primeros pueblos: San Antonio de las Tucuraguas, y San Francisco del Pao en
1661. A la memoria de Fray Pedro de la Verja, fundador de San Carlos: Año 27-04-1678. Teófilo de
Jesús Rangel, Alcalde. San Carlos 27-04-99. Escultor: Don Demetrio Silva.
En la avenida Bolívar, cruce con Falcón se encuentra una casa que resplandece por su
impecable color blanco, se trata del Museo Casa La Blanquera. Construida a finales del siglo VII por
don José Blanco. Fue allí donde Bolívar y sus generales dieron los toques finales a la estrategia que
se seguiría en la la Batalla de Carabobo en junio de 1821. En el interior hay objetos de la época
colonial, como una antigua imprenta, la campana de la iglesia de San José de Mapuey, la cual tiene
marcada la fecha de 1801. Además de cuadros y fotografías. En 1977 fue declarada como
Monumento Histórico Nacional.
También cerca de la Plaza Bolívar está la Casa de Los Figueredo, en la pared de enfrente
hay una placa de mármol que dice: "Casa de los Figueredo. Construida entre 1780 y 1785 por Don
Ignacio Figueredo Gegundes. En esta casona nacieron tres próceres de la independencia: El
Teniente José María, el Capitán Faustino y el Coronel Fernando Figueredo, hijos de Don Ignacio
Figueredo. Actualmente es la sede de la Sociedad Bolivariana de San Carlos.
También en San Carlos está el famoso autódromo internacional, catalogado como uno de los
mejores en su tipo, por su amplio espacio y por la ubicación exenta que este posee.
Algo de historia
Según la placa que está en el monumento frente a la Alcaldía, San Carlos se fundó el 27 de
abril de 1678 por el padre capuchino Fray Pedro de la Verja, en otras referencias lo he visto como
Fray Pedro de Berja, nacido en el pueblo de Berja, cerca de Almería al sur de España, en 1629 y
muerto en San Carlos de Austria en 1704. Tulio Chiossone nos dice que dicho fraile obtuvo del Rey
una cédula aceptada por el Gobernador de Caracas, Francisco Alberro, quien ordenó el 29 de
diciembre de 1677 se fundara esta villa con el nombre de San Carlos de Austria Y citando al Padre
Buenaventura de Carrocera de que era una "villa de españoles, que tuvo gran importancia en la
reducción de indios como la sujeción de los mismos. Joseph Luis Cisneros (1764) dijo que "es una de
las más hermosas fundaciones que tiene esta provincia" y que la mayoría de sus habitantes eran
canarios. El obispo viajero, Mariano Martí, la visitó en 1781 y reportó que tenía 7.346 habitantes.
En San Carlos ocurren episodios de la Guerra de Independencia que tienen como
protagonistas a personajes como Boves, Monteverde y Figueredo.
Tinaco
Aunque este pareciera ser el hermano mayor del Tinaquillo es mucho más pequeño que éste.
Estos nombres los toman de los respectivos ríos que pasan por sus cercanías y quizás el Tinaco si
es más grande que Tinaquillo o simplemente "Tinaco" fue primero en ser bautizado.
Este posee una placita con un pequeño arco tricolor y con una bandera de Venezuela pintada
la pared del fondo de manera tal que parecieran dos haces de luminosos. En ella hay un busto de un
héroe de la Guerra de Independencia, en la base y dice: La Patria agradecida en el bicentenario de
su natalicio. 1791 - Tinaco - 1991". Placa en conmemoracion a José Laurencio Silva, militar nacido
en Tinaco, participó en muchas batallas durante la Guerra de Independencia, llegó al grado de
General en Jefe. Se une a Bolívar cuando éste pasa por San Carlos de Cojedes y participa así en la
Batalla de Taguanes. Acompaña al Libertador en las campañas emancipadoras de Colombia,
Ecuador y Perú. Se opone a Páez en su movimiento de separación de Venezuela de la Gran
Colombia, también se enfrenta a Ezequiel Zamora. Sus restos están en el Panteón Nacional desde
1942.
En la plaza Bolívar la estatua del Libertador es de cuerpo completo cuya base tiene forma de
espiral. La iglesia también está en muy buen estado, tiene una sola torre y el frontis hay una
inscripción que dice: Diciembre 31, Jesucristo ayer, Jesucristo Hoy y Jesucristo en todos los siglos,
1900". Su construcción se concluyó en 1783 y asumo que fue reconstruida en el año 1900. Está
dedicada a Nuestra Señora de Rosario de la Chiquinquirá, patrona del pueblo.
Algo de historia
El primer europeo en la zona es el capitán Juan de Andrés Román Vera, quien en 1630 llega
a estas tierras. Establece su cuartel a orillas del río Tinaco, funda un hato y trae a 600 indios
guamonteyes, los agrupó en un pueblo al que llamó San Francisco Solano. Para 1658 el pueblo
estaba prácticamente despoblado. En 1680 el misionero Fray Pablo de Orihuela comienza las
gestiones para la fundación de un nuevo pueblo de indígenas con el nombre de San Pablo de Tinaco,
pero los indios se rebelan y se disuelve el pueblo. No se sabe nada más del joven poblado hasta
1754 cuando se erigió la primera iglesia de Tinaco. Tradicionalmente se toma este año como la
verdadera fecha de fundación de Tinaco. El lugar donde estaba ubicado el primer asentamiento era
muy anegadizo, y es por eso que los pobladores le solicitaron permiso al obispo viajero Mariano Martí
para mover el pueblo y la iglesia al lugar donde se encuentra hoy. El obispo firmó el decreto para
este traslado el 13 de marzo de 1780 y el 2 de mayo del mismo año el capitán Luis de Unzaga, Real
Patrono, acordó el traslado del pueblo y la construcción de la nueva iglesia.
El obispo Mariano Martí visitó a Tinaco, viniendo de Tinaquillo el 2 de marzo de 1781, cuando
encontró, según relata el ilustre personaje, 1782 moradores, la mayoría blancos. También nos dice
que no se sabe cuando fue fundado, pero que desde el 20 de septiembre de 1754 se empezaron a
administrar los sacramentos por el cura de San Carlos.
Este toma su nombre del río Tinaco. Según Adolfo Salazar-Quijada, "tinaco" es una palabra
indígena, probablemente arawaca, con la que se identificaba a un recipiente grande que usaban los
indígenas para depositar la chicha.
Tinaquillo
Pueblo agrícola e industrial al norte del estado Cojedes, cerca de Valencia. Su ubicación
estratégica en la carretera Valencia - Acarigua, hacen del lugar un sitio ideal para la inversión
industrial.
Lo más interesante del pueblo es su casco central donde se encuentra una amplia Plaza
Bolívar con una estatua de cuerpo completo del Libertador ubicada no en el centro de la misma, sino
en un extremo, algo no muy común. La iglesia está dedicada a Nuestra Señora del Socorro, su
construcción se comenzó en 1870 y se concluyó en 1950, lo más relevante del pueblo son las
pinturas con motivos religiosos del interior del templo, obra de Pietro Ginesotto.
Tinaquillo es prácticamente una ciudad, tiene bancos, centros comerciales, cines y según se
me dijo, mucha vida nocturna, quizás más que en San Carlos, capital del estado.
Los alrededores de Tinaquillo son extraordinarios, mucha vegetación, granjas y posadas
hacen del lugar un sitio ganado al turismo.
Algo de historia
No se conoce mucho sobre su fundación, pero el obispo viajero, Mariano Martí, quien visitó a
Tinaquillo en 1781, le dio el nombre de Nuestra Señora del Socorro de Tinaquillo, en sus notas
escribió que aunque no se sabe en qué año se fundó, le constaba que a partir del 27 de febrero de
1769 se empezaron a administrar los sacramentos en la iglesia. Para el momento de su visita el
pueblo tenía 847 habitantes.
Cerca de Tinaquillo se libró la Batalla de Taguanes, donde comandados por Simón Bolívar,
los patriotas se enfrentaron a las tropas realistas del coronel Julián Izquierdo el 31 de julio de 1813,
como cierre de la gran Campaña Admirable. El triunfo de los patriotas despejó el camino para la toma
de Caracas.
En 1872 es fusilado en Tinaquillo el General Matías Salazar, quien luego de haber lucha con
los federalistas al lado de personajes como Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco. Formó
parte del gobierno del Ilustre Americano, hasta que se rebeló contra él y luego de varios complots fue
apresado y condenado a muerte. Una de las anécdotas cuenta que estando una vez en una fiesta
organizada por Guzmán Blanco, le solicitó a la esposa del presidente que le concediera el honor de
bailar con él y ésta se lo negó. Salazar lo tomó como un insulto, y eso terminó de llevarlo a romper
con el gobierno.
Toma su nombre del río Tinaquillo, que a su vez es un diminutivo de Tinaco, el cual también
es un río.
Geografia

Está ubicado en el Centro noroeste del país, En la región central del país. Limita al norte con yaracuy
y carabobo, al este con guárico, coma al sur con Barinas, coma al oeste con portuguesa y al noroeste
con Lara. El nombre cojedes. Tienen su origen de la lengua Caribe coma qué significa: pueblo de
cerámica o pueblo de Ceramistas. Gentilicio, Cojedeño.

Relieve.

La mayor parte del Estado cojedes al centro y al sur ocupa zonas planas correspondientes a los
Llanos occidentales. Al norte se ubican montañas y colinas correspondiente a la cordillera de la costa
con Serranías de bajas alturas, coma que descienden hacia la franja de Piedemonte que atraviesa el
Estado de este a oeste en los Llanos occidentales y centrales, Allí se encuentra una formación
conocida como macizo de El baúl, con 680 km 2 Es una sucesión de colinas conocidas como Galeras.
El espacio que ocupa la llanura aluvial estuvo cubierto por el mar, que se retiró en el terciario Por La
elevación de los Andes, formando un subsuelo rico en sedimentos marinos sobre los que se
acumularon depósitos fluviales, y Eolicos.

En los Paisajes de montaña y pie de monte. Hay materiales de la era mesozoica, comenzando el
sistema de Posicional con un conglomerado basal de fragmentos de cuarzo y granito, pasando en la
caliza. A una serie de esquistos Calcáreos. De manera inmediata Las Posiciones, piedemontinas
Finalizan para dar paso al paisaje llanero de origen cuaternario. El paisaje de montaña (que incluye
las vertientes de la serranía del interior, tiene alturas promedio de 800 a 1000 m.s.n.m., Y está
conformado por vertientes onduladas a accidentadas con pendientes de 30 − 50% y mayores a 50%,
además de estrechos valles intramontanos. En el piedemonte dominan las colinas onduladas a
Accidentadas, Y las Lomas bajas, con cerca del 71% del Estado. Se subdivide en: ya nos altos de
planicies aluviales intermedias y Llanos bajos de planicies aluviales, con una sedimentación del tipo
deltaico con amplias zonas planas y depresiones.

Clima.

Predomina el clima subtropical lluvioso de la sabana, con temperaturas anuales de 26 a 28 ºC. Las
precipitaciones disminuyen a medida que se presentan en Dirección Sur Norte. De. 1.600 a 1.100
mm Al año, Pon un período seco de noviembre a abril y otro lluvioso de mayo a octubre.
Hidrografía.

El Estado cojedes cuenta con importantes fuentes de agua, como lo es la represa del PAO, ubicada
en el municipio PAO, la cual cuenta con más de 1.500 hectáreas y surte de agua a los Estados Aragua
y Carabobo. Pero en esta entidad Llanera también corren importantes ríos.

ríos principales.

Río Cojedes, Con 340 km, afluente del portuguesa, y el PAO.

Río San Carlos.

Río Tirgua.

Río Tinaco.

Río Macapo

Río Tamanaco.

Entre otros.

Vegetación.

Está constituida por grandes extensiones de llanuras pobladas de bosques y sábanas que
predominan en el paisaje coma, en donde además se encuentran extensos hatos de ganado bovino,
1 de los principales recursos económicos del Estado.

El árbol regional es el apamate, el cual es 1 de los árboles más bellos, útiles y más cultivado de la
flora venezolana. En algunas regiones del país están bien conocidos con el nombre de roble
Colorado. (Zulia.) Y Orumo (Falcón.) Este árbol llega a medir hasta 30 M Y tiene por habitar el bosque
deciduo. El potencial forestal se circunscribe A los lotes boscosos llaneros, Donde hay especies de
alto valor comercial como: saqui-saqui, Saman, Mijao, Jobo, apamate, Cedro, Ceiba, Jabillo, charo,
carocaro, caoba, camoruco, carabali, algorrobo y chupon.

Fauna.

Se cuentan entre los mamíferos: báqueiro, Cachete Blanco y Venado caramerudo; en las galeras es
frecuente ver pumas y tigres. Entre las aves se encuentra una variedad de garzas, asi como loro real,
pato brasileño, gavilán pita venado y paraulata llanera. La cascabel, el mato real y el caimán del
Orinoco son los reptiles mas conocidos. Entre los anfibios: sapo y rana platanera. Se presentan dos
zonas de pesca que ofrecen una alta potencialidad. La zona de pesca de inindacion que se extiende
desde la margen izquierda del rio portuguesa hasta el norte del estado; y la zona de ribañazón o
verano, que cubre el rio portuguesa y se extiende hacia el sur, hasta alcanzar el caño igues y su
confluencia con el rio guanarito.

Division politica territorial:

Cojedes está dividido por 9 municipios, anzoátegui, coma, PAO de San Juan, Bautista, Tinaquillo,
Girardot, Lima, Blanco coma, ricaute, Rómulo Gallego, San Carlos y Tinaco.

Economía.
Las principales actividades económicas del Estado son la agricultura y la ganadería. Existe un gran
contraste entre el uso agrícola y el potencial de tierras aptas para tal actividad. Los principales
productos que se cultivan son: maíz, Miami, sorgo, Quinchoncho, Yuca y Mango.

Suelos:

El estado Cojedes dispone de un significativo potencial de tierras agrícolas, cuya importancia es reforzada por la
proximidad a los grandes centros de procesamiento y de consumo. Los suelos de mayor potencial agrológico,
calificado de moderado a alto, cubren una superficie aproximada de 528 000 ha y se localizan al centro-oeste, en el
sector de los Llanos altos, Llanos ondulados centrales, valles de los ríos Pao, Tinaco, San Carlos y Cojedes,
principalmente en las planicies de desborde de estos dos últimos. Esta disponibilidad de tierras agrícolas contrasta
con su, aprovechamiento, ya que en muchos casos no son manejadas con la debida intensidad o con las técnicas
acordes a sus características agrológicas. Los suelos con potencial agrícola bajo a muy bajo, ocupan una superficie
cerca de 492 000 ha y se localizan en todo el sector de los llanos, principalmente al sur del estado.

Parques Nacionales:

 Parque Nacional General Manuel Manrique (Tirgua).


Atracciones turísticas:

Aguas Termales La Aguadita: Ubicadas en Tinaquillo, aproximadamente a un kilómetro del poblado de La Aguadita.
Son aguas de tipo sulfuroso.
 Aguas termales La Sulfurosa: A un kilómetro de la población de Tinaco. De aguas sulfurosas y temperatura
ambiente.
 Aguas termales Galeras del Pao: En el Distrito Pao, son formaciones de poca altitud que alcanzan una altura de un
poco más de 500 m.
 Balneario Boca Toma
 El Hato Piñero.
Costumbres y tradiciones:

 San Pascual Bailón.


 Fiestas Patronales de la Divina Pastora, Patrona de Cojedes en Libertad de Cojedes el 8 de Septiembre.
 Toros Coleados.
 Ferias del Mango.
 Diablitos Danzantes de Tinaquillo y de San Juan en San Carlos.

Artesanía:

El trabajo de arte popular en el Estado es sumamente variado, tanto en materiales como en tipología. Se encuentran
artesanías en madera, barro, huesos, hilos y telas, semillas, metal, cemento. Entre los reconocidos a escala nacional
e internacional se encuentra el Maestro Demetrio Silva —talla en madera, esculturas en cemento, madera, arquitecto
popular, pintor—; Asimismo Don Zoylo Farfán, con la elaboración de violines de latas, concha de cachicamo,
maracas, muebles en madera; Las artesanías en semillas de mango han tomado un intenso auge debido a las ferias y
a promoción de las riquezas de las obras que pueden realizarse, entres las cuales destaca Olga Mendoza; Las
artesanías en hueso, madera, arcilla y conchas tienen un digno representante en Valerio García; las muñequeras de
trapo que se encuentran en Manrique. Materialmente en cada uno de los nueve Municipios del Estado se encuentran
artesanos que con sus maravillosas manos realizan obras de arte popular dignas de los elogios y reconocimientos de
sus pobladores, esa es la finalidad del desarrollo de este aspecto, ya que permite valorar y revalorar lo propio que
identifica la zona. Es necesario emprender un trabajo donde se consideren las tipologías de materiales, formas,
describir métodos de elaboración, tiempo de realización.

Se caracteriza por la fabricación de instrumentos musicales: arpas, cuatro y maracas, principalmente en El Baúl y
Tinaquillo. Hacia la zona norte del estado, en la población de La Sierra, se construyen violines de lata, y se tejen
chinchorros y atarrayas.

Del cuero se obtienen sogas, correas, sillas de montar.

Existen fábricas de alpargatas en Tinaquillo.


El campesino también trabaja la madera para producir canoas para la navegación, bateas, etcétera.

Gastronomía:

Las comidas típicas de Cojedes se basan todas en la preparación de carnes, junto con los siguientes platos:

 Pastel de morrocoy.
 Hervido de pescado de río.
 Parrilla criolla.
 Guarapita: aguardiente con jugo de frutas y azúcar.
 Chigüire mechado: con tapiramo (caraotas rojas) y arroz.
 Tostón: plátano verde cocinado.
 Majarete: base de maíz y coco.
 Buñuelo: postre de yuca acompañada con miel.
 Pan de tunja: torta de harina de trigo.
 Bizcochuelo: pan de harina y huevos envuelto en azúcar.
Actividades Económicas:

Una quinta parte del territorio cojedense está pastoreado por 'hatos' o rebaños de diferentes tipos. El ganado
constituyó durante siglos la única alternativa de ocupación del espacio. Gran parte de los llanos se inundan,
perjudicando a la población y a las explotaciones ganaderas por lo que es necesaria la migración hacia tierras altas.
Cuando las aguas vuelven a su cauce el ganado es nuevamente trasladado a las zonas de invernada. Son los llaneros,
quienes, con gran destreza llevan a cabo esta tarea. Sin embargo esta práctica está disminuyendo por la extensión de
pastos cultivados y el empleo de subproductos agrícolas. Por lo general la calidad del ganado no es satisfactoria pero
la introducción del cebú mejora las razas a través de técnicas de cruzamiento. La economía se completa con la
producción de leche, queso, cultivos de arroz, tabaco, ajonjolí (sésamo), algodón, maíz, yuca y explotación forestal.
La industria en constante expansión produce repuestos para motores, material eléctrico, hilados textiles y muebles
entre otros productos.

Cojedes es un estado primordialmente ganadero y agrícola. Los productos más importantes son: Arroz, ñame, sorgo
y tabaco.

Hay algunos yacimientos de granito en El Baúl.

En el norte, gracias a la carretera de los llanos hay una importante actividad comercial en San Carlos y Tinaquillo.

Sitios Históricos:

Casa-Museo La Blanquera.
Iglesia Inmaculada Concepción (Catedral de San Carlos.
Iglesia Nuestra Señora del Socorro de Tinaquillo.
Hato Piñero.
Ruinas del Beaterio o Colegio de Educandas de El Pao.
Monumento de la Divina Pastora, Patrona del Estado en la Redoma de Libertad Municipio Ricaurte.
Santuario Divina Pastora en Libertad de Cojedes.

Patrimonios Naturales.

 Aguas termales la Aguadita


Los pozos de aguas sulfurosas y La Aguadita están a muy altas temperaturas, y son ideales

para el alivio de dolencias en las articulaciones.


Dirección: Se ubican a un kilómetro de la población de Tinaco, y en Tinaquillo a un kilómetro del
poblado de La Aguadita.

 Hato Piñero
Hato Piñero, se encuentra ubicado en los llanos centrales de Venezuela.
El Hato Piñero es a la vez uno de los principales destinos del turismo ambiental o ecológico de
Venezuela y un hato ganadero de aproximadamente 60.000 ha (600Km2), en el sureste del
estado Cojedes, frontera con Barinas y Guárico.

Tiene cabezas de ganado utilizadas exclusivamente para la producción de carne. El ganado es


de tipo Brahma, Criollo, Romocinuano, Senopol y Nelord. En este hato se ha creado una nueva
raza genética llamada Rojo Piñereiro, que es un ganado compuesto de Criollo, Senopoles y
Romocinuano. Es altamente conocido por su investigación en el área de inseminación artificial.

 Parque Balneario Boca Toma

En el Parque Balneario Boca Toma se realizan varios eventos deportivos, como maratones,
campeonatos de voleibol y la vuelta ciclística a Cojedes, entre otros.

Las temporadas donde hay más afluencia de turistas en este extraordinario río son: Carnaval,
Semana Santa y vacaciones escolares (julio a septiembre).

Dirección: Avenida Ricaurte, vía el hospital de San Carlos.


 Autódromo Internacional de San Carlos
Fundado en 1970

Ubicado en la entrada de la ciudad, es sede de numerosas e importantes carreras nacionales e


internacionales de automovilismo y motociclismo.

Longitud: 4000 (largo) – 3000 (corto) metros


Ancho de Pista: 14.5 metros

 Parque Nacional Tirgua


El parque es una importante unidad hidrológica que da origen a bosques y sabanas. Posee
importantes nacientes de aguas, especialmente el río Tirgua donde se puede practicar deportes
extremos como el kayak y el remo en los rápidos.

Se encuentra ubicado entre los municipios San Carlos y Anzoátegui del estado Cojedes y el
municipio Nirgua del estado Yaracuy, ocupando un área aproximada de 91 km²

 Galeras de Pao
En el Distrito el Pao se encuentra una Reserva de Fauna Silvestre que está conformada por
columnas alargadas y paralelas que alcanzan unos 500 m.

y sobresalen en la llanura, brindando la oportunidad de observar hermosas vistas panorámicas.


Son formaciones de poca altitud.
 El Salto
Relativamente pequeña cascada ubicada en el río Tinaco de mucha belleza. Excelente para una
tarde relajada.

Patrimonios edificados.

En Cojedes existen diversos lugares que le pueden llamar la atención al turista. Algunos de
estos lugares son:

 La Casa-Museo La Blanquera:
Es una edificación barroca colonial, construida en la segunda mitad del siglo XVIII.

Su edificación de carácter patrimonial y su colección multidisciplinaria. Tiene una colección de


piezas de cerámica, petroglifos y restos humanos de la época indígena,

así como también muebles pertenecientes a la época colonial.

Dirección: Av. Bolívar con calle Falcón, San Carlos.

Teléfonos: 0258-7271447

 Iglesia Inmaculada Concepción (Catedral de San Carlos):


Hermosa y antigua iglesia construída en la época colonial. Muestra la belleza arquitectónica que
presenta Cojedes. Es la catedral de San Carlos.

 Iglesia San Juan Bautista:


Ubicada en el municipio Pao de San Juan Bautista, se encuentra dirigida por la parroquia El
Pao, muestra la arquitectura colonial característica del estado Cojedes.
 Autódromo Internacional de San Carlos:
Está ubicado en la entrada de la ciudad, es sede de numerosas e importantes carreras
nacionales e internacionales de automovilismo y motociclismo.

 Museo diocesano.
Exhibe una recopilación de reliquias y artículos religiosos, que conforman una colección
procedente de diferentes iglesias del estado. Está ubicado en la ciudad de San Carlos, en la
calle Sucre, entre las calles Miranda y Figueredo.

 Museo Antropológico
Es un espacio en el que podrás observar el pasado prehistórico de Cojedes, a través de piezas
arqueológicas, producto del trabajo de investigación desarrollado por la Fundación La Salle
(Flasa), en su Estación de Investigación Agropecuaria y Extensión (Ediagro). Se encuentra en la
entrada de la ciudad de San Carlos, dentro de las instalaciones de la fundación.

 Casa de la Familia Figueredo


Esta casa de estilo y arquitectura colonial data del siglo XVI. En ella nacieron los siete hermanos
Figueredo, siendo José María, Teodoro, Faustino y Fernando Figueredo, insignes próceres de
nuestras luchas, quienes dedicaron su esfuerzo a la causa de la Independencia venezolana.
Actualmente es sede de la Sociedad Bolivariana del estado Cojedes y también parte del
patrimonio histórico de la entidad. Está bicada en la calle Sucre de la ciudad de San Carlos.
 Iglesia Nuestra Señora del Socorro
Esta hermosa iglesia es uno de los atractivos ubicados en Tinaquillo, pueblo que mejor conserva
la arquitectura de la época colonial. Una de sus principales características es que su edificación
se adapta perfectamente a la topografía del peculiar terreno y paisaje que lo rodea. Se
encuentra frente a la Plaza Bolívar.

 Monumento a la Batalla de Taguanes – Arco de Taguanes


El 3 de junio de 1913 se construyó este histórico monumento bajo la administración del
gobernador José Felipe Arcay, para conmemorar el centenario de la batalla que se libró en la
sabana de Taguanes, la cual le abrió las puertas al Libertador Simón Bolívar hacia Caracas,
durante la Campaña Admirable. Ubicado al este del estado, por la Troncal 5, vía hacia el estado
Carabobo.

EL DEPORTE EN COJEDES

Las potencialidades deportivas de Cojedes Las potencialidades del estado Cojedes son inmensas en
lo que a recursos naturales se refiere, recursos agrícolas y pecuarios, pero esas potencialidades son
evidentes en su gente, pero especialmente en su juventud.

Toda la comunidad deportiva cojedeña se prepara física y anímicamente para asumir la


responsabilidad de ser sede para la realización de Los Juegos Deportivos Nacionales Cojedes 2003.
Una gran oportunidad que tiene esta región de impulsar su desarrollo en el área deportiva, empuje
que permitirá desarrollar otras áreas como la económica y la social, que a su vez redundará en
mejorar la calidad de vida del ciudadano cojedeño.

Por estas y muchas razones, la juventud de Cojedes asumió con mucha gallardía y coraje la
responsabilidad de representar a su Estado con una sola visión triunfar. Las 25 disciplinas que se
practican actualmente en el Estado y sus atletas con una gran disposición, se preparan con gran
esfuerzo en lo físico y técnico para dejar bien en alto el gentilicio cojedeño.

Levantamiento de Pesas Halterofilia o levantamiento de pesas. Cojedes tiene un historial aceptable


en esta disciplina donde ha tenido varios campeones nacionales e internacionales y ha participado
en varios campeonatos mundiales. Hoy con mucho ahínco los integrantes del seleccionado de
levantamiento de pesas se preparan con mucho esfuerzo y dedicación para representar dignamente
a su Estado.

Patines en líneas La disciplina deportiva de patines en líneas tomando en cuenta que su práctica es
nueva en el estado Cojedes, pero sin embargo ya cuenta con una selección que se foguea con los
mejores del país, donde una camada de noveles patinadores femeninos y masculinos que dan el
todo por el todo en cada competencia donde les toca representar el estandarte regional.
Lucha Después de haber pasado por momentos difíciles por no contar con las condiciones
necesarias para desarrollarse, hoy cuenta con nuevo liderazgo, contando además con un staff de
profesionales de esta disciplina con un gran desarrollo en el campo técnico-científico, que le ha
permitido conformar un gran equipo tanto en femenino como en masculino, que se prepara con
mucha fortaleza para asumir el reto del 2003.

Las artes marciales Cojedes cuenta con varias disciplinas que se enmarcan en lo que se denomina las
artes marciales entre ellas están: Judo, Kárate, Tae-Kwon-do y Kenpo, a pesar de que algunas de
ellas son relativamente nuevas, el Tae-Kwon-do es la que le ha dado muchas satisfacciones al Estado
al ganar varias medallas en Juegos Nacionales Juveniles. Pero sin embargo todas ellas como un solo
equipo se preparan con mucha dedicación con un objetivo común triunfar.

Ciclismo Esta disciplina del calapié, tiene también un merecido reconocimiento, ya que cuenta en su
haber con varios exponentes que han representado con mucho orgullo a la región en competencias
nacionales e internacionales. En la actualidad emergen nuevas figuras en el ciclismo cojedeño,
donde se destacan en las categorías menores, estos a permitido ir conformando un equipo muy
selecto de atletas juveniles, quienes asumen con mucha responsabilidad sus entrenamientos para
competir con mucha gallardía en la defensa de los colores regionales.

Fútbol de campo o grama Esta disciplina deportivo, es una de las que más se práctica en el Estado
desde las categorías menores hasta la categoría adulto, donde la primera a tenido una actuación
decorosa, que le ha permitido coronar algunos laureles para Cojedes. Si embargo en lo que se refiere
a Juegos Deportivos Nacionales Juveniles, no ha podido concretar grandes logros para la región pero
se ha mantenido en una práctica constante y perseverante, que le ha permitido avanzar y
desarrollarse. Para que en la actualidad cuente con un seleccionado de jóvenes de mucha categoría
y prestancia que con mucho esfuerzo al logrado clasificar para un Campeonato Nacional y pasar
directamente a competir en los próximos Juegos Deportivos Nacionales que se realizarán en el 2003
en la región cojedeña.

Canotaje Canotaje o remo, esta disciplina deportiva por una característica muy especificas, tiende a
ser un deporte de elites. En Cojedes se rompió ese estigma, que sorprendió a nacionales y foráneos,
cuando aquí en la región cojedeña se empezó a practicar este deporte de remar. Un joven deportista
que no nació en estas tierras, pero que asumió un compromiso con su gente, un día agarró su
mochila y se la echó al hombro y como un gran quijote se sumergió en tierras Paoenses, para
comenzar un trabajo de captación de jóvenes que reunieran las condiciones necesarias para
aprender las técnicas de remar, para sorpresa de este entrenador, se consiguió con el (Fenotipo)
óptimo para su realización como lo es la juventud del Municipio Pao.

En una breve síntesis puedo reseñar este fenómeno que no es producto del azar, sino de la
conformación natural del habitante de ese sector de Cojedes, que a través de un proceso evolutivo y
de integración se fue moldeando las características del Fenotipo paoense, que es el resultado de la
unión de dos raza; la negra y la aborigen aunado a su capacidad y audacia de sus antecesores como
buenos navegantes, ya que tenían que remontar desde el padre río Orinoco hasta llegar a la
afluentes del Río Pao. Con este breve resumen quiero significar la capacidad y fortaleza de la
juventud de ese municipio.

A tan solo un año de trabajo en la conformación de la selección de canotaje o remo del estado
Cojedes, la misma ya tiene un sitial bien merecido en el deporte regional y nacional y va en
búsqueda del ocupar un puesto preponderante a nivel internacional, ya que un atleta cojedeño
integra el seleccionado nacional en esta disciplina acuática. Asimismo se mantiene en los primeros
lugares del Rankigs Nacional en las diferentes categorías y modalidades.

Los platos típicos de este estado Venezolano están muy influenciados por la gastronomía tradicional
de los llanos de Venezuela y otras zonas. Encontrarás en las comidas típicas del estado Cojedes una
gran variedad, de hecho la gastronomía del estado Cojedes tiene un gran parecido con las zonas
lleneras de Argentina, Brasil y Uruguay.

La producción de carne de res predomina en este estado, lo que hace de la carne de res una variante
en muchos de los platos típicos del estado Cojedes. También son alimentos presentes en la
gastronomía del estado el venado, el morrocoy y la lapa, los cuales son animales que suelen cazarse
en muchas de sus zonas.

Lista de platos típicos del estado Cojedes

Entre los platos más conocidos, predominan el pisillo, el guiso de galápago y el morrocoy, además el
casabe, el cochino frito y la cachapa con queso, otros de los platos típicos son:

Majarete venezolano

Paloapique llanero

Entrevenado llanero

Ternera de novillo

Pabellón veguero

Carapacho de Mocorroy

Hervido de pescado de río

Pan de tunja

Buñuelo de yuca

Parrilla criolla

Tostón

Pisillos de carne seca (pescado, ganado o cacería)

quinchoncho verde con ñame

sopa de ñame con sardina

cacerías (venado, lapa, cochino e’ monte, picure)

Chigüire

Capiruleta (frijol rojo con arroz)

Queso de mano
Suero, mantequilla

Morcilla

Chicharrón con cachapa

Topocho sancochado con suero

Hallacas

Sopas (res, costillas, lagarto, pescao)

Picadillo de carne (especie de sopa o consomé llanero)

Pescado frito (bagre, cachama, palometa, coporo, pavon y curvinata).

Lista de dulces típicos del estado Cojedes

Por otra parte a las comidas típicas del estado Cojedes le acompañan una serie de dulces que son
tradicionales, cuyos sabores son característicos del llano, elaborados a base de frutas y productos de
la zona, estos son:

Jalea de mango

Jalea de mango

Ciruelas

Toronjas

Cabellos de ángel

Arroz con leche

Biscochuelo

Dulce de lechosa

Torta de queso criolla

Piñonate
El Carretón de la Muerte y otros arrastres
Yordalis Desiree Roche León, Elio Rafael Rodríguez Silva
y Luis Guillermo Mendoza Blanco

LA MUERTA DE LA CHEPERA

– ¿Hace cuánto que vive aquí?


Preguntó el joven Luis Mendoza, que en ese momento realizaba una investigación y
necesitaba las entrevistas para recolectar información de los mismos pobladores de
las regiones adyacentes a la vía Las Vegas, en plena llanura cojedeña, acerca de su
pasado histórico. La pregunta iba dirigida a una anciana que estaba sentada en una
silla de mimbre, mientras preparaba sobre sus piernas una jalea de mangos; una
larga tira de blancos cabellos le caía por la espalda enmarcando su morena cara
arrugada como una pasa; su voz era como de ensueños y muy vaga, vivía sola
desde hacía mucho tiempo.
Una alfombra amarilla de mangos cubría el patio y el techo del corredor en donde
estaban sentados conversando; la anciana levantó la vista y miró al joven antes de
responder:
–Hace más de cuarenta años.
Luís, la miró y anotó en su cuaderno la respuesta, mientras avanzaba hacia la
siguiente pregunta:
– ¿No tiene alguna anécdota de cómo era esta región cuando usted llegó?
La anciana lo examinó de arriba abajo, mientras sus dedos pelaban los mangos
cocinados que tenía en la olla, lentamente, casi como en sueño, volvió hacia el
pasado, el joven que estaba frente a ella se desvaneció como un espejismo, los
mangos caídos iban volviendo lentamente a las matas que altas como eran
comenzaron a descender en estatura; su cabello fue decreciendo y cambiando de
color hasta tornarse en un negro azabache, sus arrugas desaparecieron, el corredor
continuó en el mismo sitio y la misma lata que soportara los mangos volvió a su
estado original y pronto desapareció suplantada por un fresco techo de bahareque,
las paredes de barro recobraron el color original de la cal mientras un montón de
hormigas invadía la casa y la rodeaba, entonces, tan repentinamente como empezó,
todo se detuvo como si un torbellino de luces y colores se hubiera apagado y la
hubiera dejado en total oscuridad: Era de noche, el fogón dentro del corredor ardía y
crepitaba ruidosamente mientras las hormigas la cercaban, sus hermanos se
retorcían en el suelo al mismo tiempo un torrente rojo de bachacos les cercaban y
se los comían, su madre en cambio, era transportada por el aire por las hormigas
voladoras y los comejenes que se la llevaban al gran reino que poseían bajo la
tierra, y le decía estas palabras:
– Huye, vete de aquí y no vuelvas nunca, o serás la comida de las arañas.
Ella la contempló mientras un muñón negro con pies y manos caminaba hacia su
madre que flotaba suspendida por las hormigas,
–Mamá, mamá, ¿Puedo jugar con mi agüelo?- Había hablado aquella cosa negra
cubierta de hormigas que pronto entendió era su hermano:
–Bueno, pero después lo entierras otra vez-
Contesto la voz de su madre, ella la seguía contemplando como en sueños, como si
fuera una pesadilla, y sin poder pensar en más nada, emprendió la carrera fuera de
la casa hacia la oscura noche perseguida por las hormigas, su madre la contempló
mientras su cuerpo era transportado hasta un agujero que los bachacos cavaron
frente a la casa, lentamente se hundió en ella mientras los bachacos transportaban
a sus hijos mayores en miles de pedacitos rojos. Esto no lo contempló su hija que
seguía corriendo entre el mangal sin mirar atrás, en dirección contraria a su casa y
lo más lejos posible, no hubo estrellas ni luna, ni nada que iluminara el camino, pero
ella lo sabía, lo sentía, y aún más: lo intuía, seguían tras ella, cazándola, miles de
arañas que tejían sus redes para apresarla, y entonces lo vio, más lejos hacia el sur
estaba el río y podía ver su salvación, entonces corrió hacia él y se sumergió en sus
aguas, pero cuando estaba apunto de llegar al otro lado un pez cajaro salto fuera
del agua y se la engulló de un solo bocado.
Abrió los ojos y para su sorpresa, todo brillaba en el interior del pez con una extraña
luz que no era de color alguno que hubiera visto sobre la tierra; definir un color es
imposible, pues la mejor manera es enseñándolo, era un color nuevo y
completamente distinto a los demás que no se obtendría con ninguna mezcla, y
brillaba todo con esa luz de aquel extraño color.
Ella se levantó y comenzó a caminar en el interior del pez; sus pasos no produjeron
sonido alguno, mientras vagaba pronto encontró un sendero que descendía hasta el
estómago, extraños letreros estaban pegados a las viscosas paredes escritos con
indescifrables runas de alguna extraña lengua. Ella tomó el camino que descendía y
descendía en una suave pendiente, a su alrededor aves muy raras volaban
suavemente en el viciado aire, y tras echarle una mirada más detallada comprobó
que eran llaves con alas de guacamaya, grandes llaves de plata y cobre que
rondaban los alrededores, y al caminar escuchó unas voces y corrió hacia ellas,
detrás de una ladera viscosa y negra se hallaban una mujer y un niño con un
hombre que estaba acostado, pero a causa de la poca luz no distinguía nada,
–Mamá, mamá, ¿Por qué papá está tan pálido?
Escuchó que preguntaba el niño,
– ¡Cállate y sigue cavando!
Fue la cortante respuesta de la mujer, sin entender por qué esta escena no le
producía ningún efecto.
Siguió su camino, hacia lo más profundo del pez, pronto una extraña vegetación fue
apareciendo, vestigios de un prehistórico bosque se iba deslizando en el ambiente
como si de llovizna se tratase, una multitud de cosas que vivían y crecían, se iba
dejando ver, y entonces vio unas minúsculas arañas que se acercaron a ella y
comenzaron a tejer en el suelo con su pegajosa seda un blanco vestido, pero ella
las ignoró y continuó. Las arañas aún iban tras de ella, hasta que topó con una alta
escalera que parecía conducir a los cielos mismos, construida con telaraña, era alta
y parecía no tener fin, pero sin más a donde ir, la subió, pues, no hubo ningún
motivo para no hacerlo y comenzó la interminable escalada.
Durante horas enteras trepó por la telaraña hasta que alcanzó los ojos del pez que
miraban hacia el cielo bajo el agua, pero no miraban sólo el cielo, si no una cosa
larga y rosada que se retorcía cerca de la superficie: una lombriz, ensartada a un
anzuelo atado a un nailon que subía y se perdía sobre la superficie, y para
desgracia de ella, el pez sube hasta el anzuelo y lo muerde, los pescadores
inmediatamente jalan y sin mucha dificultad sacan al pez del agua que se sacude
violentamente, pero finalmente se rinde y cae en un tobo en donde habían varios
más de diversas especies, ella vio en los pescadores su salvación y cuando estos
cortaron la cabeza al pez. Ella huyó y terminó por cruzar el río sin que los
pescadores lo advirtieran, pero cuando iban a rajar al pez para sacarle las tripas,
este se levantó y arrebató el cuchillo a los pescadores antes de regresar al río de
nuevo, mientras su cabeza contemplaba sin ninguna muestra de asombro, el negro
cielo de la noche.
Ella huyó, y llegando el amanecer todo se envolvió de nuevo en un torbellino de
colores, y el corredor con el techo de lata podrido por los mangos reapareció al igual
que la olla de mangos sancochados, y el sol se fue transformando en un rostro, el
rostro de Luis Mendoza, que reapareció frente a ella:
–No, no recuerdo ninguna anécdota horita.
Fue la respuesta que dio; trató de buscar en su mente, pero, comprendió que no
había ningún recuerdo en ella, porque los muertos no tienen recuerdos. Luis,
recogió sus cosas y se fue, y ella se quedó allí en la ruinosa casa, en la que nadie
vivía desde hacía cuarenta años atrás, pues los viejos llaneros y los jóvenes de La
Chepera sabían que allí una señora alocada asesinó a su hija y había dejado que
las hormigas se la comieran.
EL CARRETÓN DE LA MUERTE

Era el mes de agosto, húmedo y lluvioso, la noche se acercaba extendiendo sus


brazos para arropar con su manto de estrellas a la sombría y desolada llanura en
cuyo centro una enorme casa se levanta, modernizada y reconstruida con bloques,
sustituyendo al tradicional caserón llanero, con sus señoriales puertas abiertas a las
voces del viento que recorrían la amplia sabana. Es la creencia que esa nueva casa
mejorará sus vidas convirtiéndose más bien en un mal presagio.
Los pastizales se doblan por el viento anunciante de lluvia mientras el canto de los
pájaros lentamente comienza a apagarse junto con la luz del sol, las corocoras y las
garzas se trasladan, a bajo vuelo, de sur a norte en busca de sus refugios, mientras
a lo lejos, el ganado regresa al tranquero tras el mando de los caporales del lugar.
Luis, parado en el quicio de la ventana, contemplaba la agonizante tarde sin
muestra alguna de prestarle atención a nada que estuviera a menos de cien
kilómetros a la redonda, su mente, navegando en la tempestad de sus
pensamientos desaforados, poca atención prestaba a los acontecimientos de su
alrededor. En la misma habitación, Juan, contempla la luz de una lámpara de
kerosén que iluminaba la sala a falta de la electricidad que se había ido, él era la
antítesis de su hermano Luis, mientras él era callado y reservado, Luis era
extrovertido e inquieto, el uno era aficionado a la lectura y el otro a la música a
máximo volumen, él prefería el silencioso eco de sus pensamientos. Por el contrario,
Luis, los ahoga en las eternas conversaciones con una botella de Recreo, como
cualquier peón con dinero en los bolsillos.
Yordalis, una muchacha campesina proveniente de Guárico, era su compañía en tan
desventurado viaje de vacaciones escolares, permanece, fiel a su costumbre,
metida en la cocina preparando algo de comer. Juan, nada más al verla, recuerda
siempre los comentarios irónicos de sus compañeros:
–Ésa, ¡carga una solitaria!
Pero había alguien más en la casa que no compartía con ellos y que en la
agonizante y oscura tarde ya estaba rondando entre la maleza: Rafael, silencioso y
por su lado, pero nunca por ello olvidando a los demás, sumido en los solitarios
confines de sus pensamientos, el canto de los pájaros le guía a través de sus
recuerdos.
El resto de los acompañantes dormía o, al menos, intentan hacerlo, pues a esas
horas ya nada les quedaba por hacer. Rafael, escudriña por entre la maleza sin
sendero, sus largos pies se hunden en lo desconocido, dirigiéndose al interior de la
lóbrega noche llanera sin luna que le llama desde lo profundo, como si algo en él le
alertara de lo que pasaría, pero en vez de miedo o temor, sólo despierta su
curiosidad. Una vieja leyenda fue renaciendo, resurgiendo de entre las ruinas de su
niñez, a medida que el peso de la noche opaca la bruma de sus recientes recuerdos
en Tiznados: una carreta, tirada por negros caballos, que atraviesa la sabana
llevándose, consigo, las almas de los aventureros y descarriados adentrados en el
silencio de la oscuridad, el Carretón del Infierno, que entre gritos y relinchos, partía
a recorrer su ruta nocturna.
Dentro de la casa, Luis, abandona su puesto en la ventana para unirse a Yordalis en
la cocina, dejando a Juan contemplar el negro silencio que amenaza con tragarse la
luz de la lámpara que, a duras penas, alumbra la triste habitación, en la que sólo un
juego de muebles y una mesa había, sin que faltase, también, una cruz de palma
bendita tras la puerta como símbolo de respeto hacia los muertos. La vida de los
mortales tiene tal suerte que, si bien, sus mentes se elevan hasta un alto cenit en el
que logran contemplar y comprender una buena parte de los fenómenos que les
rodean, un límite tienen por cierto, que una vez cruzado, carece de retorno, por lo
que su obra de conocimiento y comprensión queda siempre inconclusa. Este límite
es el que se halla entre el mundo material y el que, en teoría, debería existir más
allá, a saber: El Reino de la Muerte. Sin embargo, a veces ocurre que una vez
abierta esta puerta para su tránsito, algo de ella escapa rompiendo las reglas de la
física normal...
La mesa que se halla frente a Juan era de vidrio y la luz de la lámpara se difunde en
ella, Juan, una vez solo, comenzó a posar su vista, distraído, lejos de todo a su
alrededor. En la mesa se marca su silueta oscura, él no lo vio, pero mientras el resto
de su cuerpo permanecía oculto en el siniestro reflejo, sus ojos resplandecían en él,
emanando un brillo rojizo o amarillento, pero la lámpara de kerosén se hallaba a sus
espaldas.
Desde la cocina, de pronto, un grito desgarró el silencio, mientras el sonido de un
vidrio rompiéndose contra el suelo le seguía por escaso margen de segundos:
Yordalis cayó desmayada del susto mientras Luis, a su lado, no se explica qué
había ocurrido. Rafael, que desde la lejanía de la sabana les había escuchado gritar
y había oído el alboroto, marchó hacia la casa, casi al instante, vio cómo en la
distancia una polvareda que avanzaba hacia el poniente detrás de una serie de
figuras negras y poco definidas, pero algo pudo distinguir: cuatro caballos negros
arrastraban una carreta en una espantosa y demoníaca huída. Nadie se enteró
exactamente de lo que pasó hasta un tiempo después cuando las sombras y la
oscuridad ya habían tomado la casona por asalto.
Todo el mundo corrió para saber de Yordalis, nadie se percató de que, en la sala
donde estaba Juan, las luces se habían apagado. Poco después Yordalis recobró el
conocimiento, intentó hablar, pero las palabras tropezaban en su boca. Rogó que no
la dejaran sola. Ella, siempre se mantuvo de espaldas a la ventana de la cocina e
indicó, sollozos, que la cerraran, que no quería verla. Luis cerró la ventana y la
abrazó en un intento de reconfortarla, pero una expresión de espanto persistía en
sus ojos que, vidriosos y con mirada fija, dejan escapar una lágrima tras otra.
Rafael, por su parte, una vez recuperada Yordalis, decidió ir por los demás, el
camino más rápido para llegar a los dormitorios era atravesando la salita en donde
Juan está, así que ese fue el camino que escogió. Para ese momento la noche al fin
se había dejado caer y una oscuridad total envolvía la casa, sólo algunas luces
permanecen encendidas semejando luciérnagas: débiles puntos luminosos y
titilantes en el inmenso océano de oscuridad que les rodeaba.
Desde el mismo momento en que Rafael entró en la salita, intuyó que algo andaba
mal, pero segundos después la oscuridad le detuvo, no era una oscuridad normal,
era casi una sustancia, que le apresa y le envuelve, estrangulando su valor y su
voluntad, un miedo que nunca había sentido le poseyó y le impidió dar otro paso,
más aún para retroceder, un fuerte olor a kerosén inundaba el ambiente,
instintivamente buscó entre sus bolsillos y extrajo el teléfono celular y lo encendió.
Lo primero que nota fue que algo estaba regado en el piso, la lámpara se había
caído y los vidrios y el kerosén cubrían todo el suelo.
La ventana se abría de par en par y Juan permanece sentado donde antes le
dejaran, pero algo insólito había en él, su cabeza colgaba en un ángulo extraño
sobre sus hombros mientras su pecho estaba impregnado de un llamativo líquido
blanco. Cuando Rafael se acercó comprueba que se trata de vómito. Los ojos de
Juan lucían desenfocados y en su mano derecha se dibuja un corte chocante: una
herida anormal, como sí se la hubiera hecho con un escalpelo o un objeto muy
fino... tenía la forma de la huella de un caballo.
Poco después llegaron los demás a ver lo que le ocurría a Juan: no reacciona, no
habla ni se mueve, pero aún respiraba con normalidad. Sin embargo, pareciera que
su mente estaba ausente. Sus ojos tenían esa rara mirada desenfocada que,
Rafael, le había visto cuando le encontró. Luis intentaba por todos los medios
hacerle recuperar la conciencia mientras le pedían a todos para salir de allí y buscar
un hospital. Pero, sólo restaba esperar la llegada del amanecer. Yordalis, en
cambio, le contempla desde la puerta sin atreverse a entrar al cuarto, con miedo y
temor, no quería, por ningún motivo, saber nada de aquella habitación.
Segundos antes de que la lámpara de kerosén se estrellara contra el piso en la
salita, Yordalis se encontraba mirando por la ventana de la cocina, Luis le había
preguntado que si necesitaba ayuda. Ella se volteó a contestarle:
–Claro, necesito que me limpies todos esos platos que están allí.
Cuando Luis estaba a punto de protestar, ella voltea hacia la ventana, pero en ese
momento ya no ve el paisaje, la ventana en vez de anunciar el sol naciente refleja la
habitación en la que se encuentra Juan. Yordalis volteó hacia la puerta de la cocina
y vio con claridad a Juan en la habitación, pero era imposible, la ventana y esa
puerta quedaban diametralmente opuestas. Nuevamente giró su atención hasta la
ventana. La encontró llena de gente contemplando algo: a Juan, pero Juan estaba
solo en la habitación. Cuando ella, insiste en mirar, el cuerpo de Juan se eleva de la
silla y choca contra el techo, como si una mano invisible y muy poderosa le
estuviera levantando. Yordalis, veía la bizarra escena atónita, luego concentró sus
ojos en dirección a la puerta en donde Juan, el Juan real: sentado en el mueble,
contemplando la nada y silbando en voz baja. Al regresar su vista hacia la ventana,
la habitación seguía reflejada en ella, pero esta vez, contempló el cuerpo de Juan en
el suelo; lleno de profundos cortes y bañado en sangre. En ese momento, el
cadáver de Juan soltó un ensordecedor grito y ella, gritando también, se desmayó.
Tan sólo medio segundo después, la oscuridad se había cernido sobre la sala en
donde Juan yacía.
De seguido, Juan cae en un sueño profundo. Se ve a si mismo caminando en un
cementerio ante las tumbas abiertas llenas de cadáveres en los más diversos
estados de putrefacción, camina hasta el final del cementerio, en donde había un
esqueleto con una huella de caballo en la frente, entonces siente que se despierta.
Se observa dentro de la sala de la casona, rodeado de gente: todos le miran, luego,
una puerta se abre y observa el cementerio, y corría hacia allí de nuevo. Esta vez, al
llegar al final, reaparecía el mismo esqueleto, llevando ahora unos mechones de
cabellos y restos de piel. Juan sintió despertar en la misma habitación rodeado de
gente, sin embargo la habitación no tenía puertas, solo una ventana asomando el
cementerio, saltó por ella y lo recorrió hasta el final. Allí encontró la misma tumba
con el mismo esqueleto: esta vez, había órganos en él, estaban pudriéndose y en su
frente se veía resbalar la sangre de la herida con forma de huella de caballo, su
boca estaba abierta y un inmenso hervidero de gusanos lo recorre de arriba a bajo,
sólo entonces comprendió que se observaba a sí mismo. Y entonces no despertó.
En sus sueños un relincho se dejó oír y, entonces, miles de gritos sacudieron la
negra noche, el sonido del galopar de caballos se acercaba. Salidos de la nada, los
caballos aparecieron transportando una enorme carreta, sobre esta, una alta figura
encapuchada se erguía sosteniendo las riendas, sus manos eran huesos blancos y
pálidos; entre ellos, negras serpientes se enredaban olisqueando con sus lenguas el
sabor de la muerte. Después, su cuerpo, el que reposaba en la tumba, se yergue y
sube a la carreta. En el mismo instante en que Juan le contempla al poner el primer
pie sobre la carreta, un ardor terrible se apoderó de su estomago, gritó con todas
sus fuerzas; sin embargo, se quedó sin voz, algo le obstruía la garganta. Al escupir,
descubrió que se trataba de millares de gusanos que le devoraban por dentro. Los
caballos levantaron sus patas delanteras y le golpearon en el pecho destrozándole
el esternón. Su cuerpo cayó al suelo, intentando respirar, su traquea obstruida por
los huesos rotos y atravesados en su pecho. Entonces, una aglomeración de
moscas y gusanos emergieron de la oscuridad y le cubrieron, le elevaron en los
aires y le devoraron, dejando sólo sus huesos, que en el cementerio, quedaron junto
a todos los demás.
En el justo momento en el que Juan gritaba dentro de su letal pesadilla, también,
gritó en la realidad. Luis y Rafael se asustaron, pues gruñía y se retorcía
terriblemente. Yordalis retrocedió hasta el pasillo, de allí no se movió. Un relincho se
dejó escuchar casi encima de ellos. Mientras, Juan, se soñaba escupiendo gusanos,
vomitaba en la vida real sin poder despertar de su pesadilla. El ardor que sentía era
su estomago que, inexplicablemente, se había abierto y sus ácidos gástricos se
regaban por todo su abdomen destruyendo sus órganos, su cuerpo cayó al suelo
aún retorciéndose y entonces se elevó en el aire ante la sorprendida mirada de Luis
y Rafael. Juan lanzó un último grito desolador y se desplomó, al mismo tiempo que
su esqueleto caía en el sueño. Vomitó por última vez una oleada de sangre y murió.
En la silenciosa oscuridad, un relincho se hizo escuchar, mientras que un sonido de
muchos cascos y galopes se iba alejando presuroso en la negra noche.
EL BRUJO QUE VINO DE BARINAS

Comenzaba la noche calida y sin brisa en el pueblito de El Amparo, los grillos


empezaron a dar su concierto sin fin, las ranas en los charcos hacían lo propio y los
zancudos ya se hacían su banquete con los pobladores presentes. Todos reunidos
alrededor de una fogata escuchaban, con mucha atención, al brujo don Ventura, que
con su botella de aguardiente y su tabaco encendido, relataba:
–Se cuenta, entre los sabios, que esta historia aconteció hace ya mucho tiempo,
antes incluso de poner el hombre sus pies en tierra y erguirse sobre su espalda, en
el primitivo cielo en que Dios jugaba con sus criaturas, y cometió el error de hacerles
demasiado listas, y entonces le abandonaron; los ángeles, desesperados, enterados
de la traición de su creador, huyeron y trataron de recrearse sin lograrlo, eran seres
incompletos, y el dolor y la pena los carcomió, conscientes de ello, detestando su
propia materia, sus propios cuerpos, y entonces aprendieron del odio, y sólo ese
sublime sentimiento (que su creador les proveyó apenado) fue lo que les permitió
continuar con su existencia.
Vagan aún, pues, una vez libres de los velos de Dios. No hay regreso posible. La
verdad no tiene cura, y tan poco la desearon; inflamados por el odio, quisieron viciar
a su Señor, aunque nunca lo lograron, pasaron de ser portadores de luz a tenues
antorchas caídas, dueños de una luz, de un conocimiento, que nadie quería
alcanzar.
Muchos años pasaron en la oscuridad del espacio indescifrable, aguardando su
oportunidad, y entonces les llegó. Su creador decidió revelar su última obra: un orbe
enorme, un mundo que era en sí, al igual a ellos; desesperados entraron en él y
trataron de corromperlo, pero sólo los débiles hicieron eso, los más fuertes y que
con mayor odio veían al creador no bajaron, creyendo la acción impura para sus
propósitos, sólo aquellos, cuya miseria y dolor había devorado sus almas y
pensamientos se adentraron en el nuevo mundo.
Tuve uno frente a mí. Estaba dentro de un frágil cuerpo, sentí su éxtasis, su sed de
sangre, de dolor. Sólo la sangre calma su dolor y su pena, pero, al mismo tiempo,
desean ese dolor, o eso me pareció, no puedo decirlo, quizás nunca pueda saberlo
con certeza, pues no está en nuestro entender conocerlo. El Creador así lo ha
designado. Es una luz que no nos pertenece, y que nos haría más daño que bien. O
eso se nos ha enseñado. En todo caso, estoy contemplando el precio a pagar por
esa luz en estos momentos.
Es un terror sin medidas. La veo revolverse, contorsionarse. Es como una serpiente
colérica, le comprendo, pues tiene frente a sus ojos a uno de sus más viejos
enemigos, no a mí, no a mi cruz, sino a su luz: mi fe. Él la siente, la oye palpitar y
detesta su sonido, es un chirrido estridente que hiere sus oídos, pero yo no puedo
oírlo, sólo ellos pueden hacerlo.
Apenas me acerqué, el cuerpo de la bella joven se retorció, no nos cruzamos
palabra alguna, no hacía falta, no aún, él me esperaba, deseaba encontrarse
conmigo, casi podía notarlo en el aire que respirábamos, no era una intuición,
deseaba que yo lo supiera, era una forma distinta de comunicarse. Miré a mí
alrededor, a mis asistentes, todos los preparativos estaban listos, los rezos
comenzaron y enseguida sentí una ola de odio que nos envolvía, una especie de
sustancia espesa pero incorpórea, invisible, que te aprisionaba, te ahogaba: era
como un frío entumecedor que te hacía dudar de cada uno de tus movimientos.
Apenas rocé su piel le sentí retorcerse, no cerré los ojos, pero era difícil ver algo, los
ojos eran inútiles, pero no por ello los cerré, repasos indeseados venían a mí,
dolorosos y terribles recuerdos.
Es una lastima, pensé, ya tan pronto se desespera y recurre a esta arma. El ritual
continuó, ya faltaba poco, pero aun su desespero persistía, y eso era lo que lo
estropeaba todo, el cuerpo del médium estaba sufriendo. Sentí muchos
pensamientos deslizarse por mi mente, intentaba entrar en mí, luchar directamente
con migo, pero estaba débil y temeroso. Si, temeroso. Sólo los ángeles caídos de
entre todos los seres divinos conocen el miedo, y porque lo conocen es que pueden
manipularle aun mucho mejor que sus contrarios, sobre quienes se rebelaron. Me
estaba costando, ya me estaba cansando, reuní los últimos escollos de mi voluntad
y decidí darlo todo por el todo, el alma de la joven médium poseída estaba luchando
desesperadamente, o eso esperaba, si no lo hacía todo sería inútil.
Así lo hice, y entonces salió, no pude verlo, sólo lo sentí, allí estaba, frente a
nosotros, nuestro más viejo enemigo, sentí lastima, lo confieso. Pude oler su ira, su
rabia, había perdido, casi estaba frustrado, todos sus deseos, sus esfuerzos,
perdidos por mi labor. Sentí compasión, pero no me apiadé de él, no podía.

ESTA HISTORIA OCURRIÓ EN EL PAO

Todos en El Pao se persignan al recordar esta historia. Nació al amanecer, o eso


creyó la pobre criatura, la verdad nunca lo supo ni se interesó mucho en averiguarlo.
Era como de arcilla, su piel estaba siempre cubierta del polvo del tiempo y los años,
y este polvo le acompañaba a todos lados, desprendiéndosele con cada paso que
daba. Su creador lo contemplaba asqueado, preguntándose como era posible que
creara tal monstruosidad, una burla a la vida y la naturaleza.
Vivían en una gran y vieja casona derruida, en uno de los hatos ganaderos de los
señores Tabares; un lugar donde el olvido es el amo y el silencio es el gran esclavo.
Uno, el creador, sabio y sagaz, el otro, la pobre criatura, lenta y carente de
conciencia, según creía su creador. La casa era enorme y llena de muchas
habitaciones y pasillos que la creación del sabio debía limpiar y mantener. Una
biblioteca, añeja y húmeda, llena de desorganizados manuscritos y con una
apolillada alfombra que alguna vez había sido verde, estaba ubicada en el extremo
de la gran casa. Poseía pocos muebles. Las paredes, en vez de cuadros, tenían
cabezas de venados disecadas, pieles de tigres, cueros de culebras y cualquier
cantidad de lancetas, de todos los tamaños, colgadas de la pared. Había varios
salones de estar que alguna vez estuvieron llenos de visitantes, ahora eran pasto
del polvo y la oscuridad, pues las lámparas hacía tiempo que no funcionaban, rotas
unas, oxidadas otras. Toda la imponente y marchita estructura respiraba un aire de
grandeza olvidada, paredes que habían visto mejores tiempos.
En alguno de los innumerables cuartos nació la desdichada criatura, rodeada de la
sempiterna carcoma del olvido, lo que primero contempló fue al sabio, y nunca
olvidó su rostro, aun décadas después recuerda su imagen de aquel entonces, pero
los demás detalles de ese día eran difusos, borrosos, empañados como un espejo
sobre el que se respira, recuerda una luz como la del amanecer, que no calienta la
piel y el cuerpo, pero sí el corazón.
El sabio, en ese momento, contempló su creación, durante años enteros había
buscado la forma adecuada, la palabra correcta, vagando entre las páginas de la
cábala, y tras pronunciar la palabra perfecta logró que la miserable figura de barro
cobrara vida. Mucho tardó el ser de polvo y barro en aprender a caminar, sabía ver y
escuchar, pero los movimientos del cuerpo se le hacían muy difíciles, sin embargo,
aprendió, pues la criatura deseaba muy en el fondo complacer a su creador, de
quien no entendía sus propósitos, pero con quien deseaba estar, larga y dura fue la
tarea, y fatigosa para ambos, sólo, al cabo de algunos años, creyeron alcanzar la
meta. Unas pocas palabras también aprendió, por cierto, resultaba inútil ir mas allá,
por más que quiso el sabio enseñarle y por más empeño que puso la criatura en
aprender, no alcanzaron logro alguno.
Los años pasaron y larga y pálida se hizo la barba del sabio, la criatura, la creación,
el engendro de la envidia de los hombres, permaneció igual, carente de alma, solo
un amasijo de barro y carne que deambulaba por entre los salones y pasillos
desolados, polvo entre el polvo de la ruinosa mansión que degeneraba y caía en
ruinas, agujeros en el techo y el piso, escaleras rotas y derrumbadas, la biblioteca
se convirtió en una villa de polillas y los salones y los oscuros pasillos en la morada
de lo desconocido.
Entonces hubo un día, un día entre los días, en que la criatura se topó con un
espejo, en un principio no supo lo que era, el eterno polvo le cubría por completo, lo
contempló pensativo, esforzándose por saber que era, pero sin dar con la respuesta
o siquiera una hipótesis, aventuró un temeroso movimiento y con una mano le tocó,
era liso, una cosa tan lisa como nunca hubiera visto, y era fría, deslizó su mano por
el espejo fascinado con la sensación en su palma, y entonces un rayo de luz de sol
se coló por entre los agujeros del techo y reflejándose en el espejo le dio de lleno en
los ojos acostumbrados a la penumbra y la oscuridad, por un momento cegado
lanzó un juramento al aire, incomprensible, un simple balbuceo, y alejándose
contempló al espejo con ira. Pasó un tiempo antes que se diera cuenta de lo que
miraba, había un extraño ser allí, sucio y extraño, lo observó, notando
desconcertado como la cosa imitaba sus movimientos al otro lado del espejo, se
preguntó entonces qué era esa cosa que había encontrado, pero tuvo miedo y huyó.
No sabía que era un reflejo, mucho menos un espejo, y durante meses se preguntó
que era lo que había visto, temeroso de acercarse al polvoriento y destartalado
pasillo. Quiso preguntarlo al sabio, desgraciadamente, no supo cómo hacerlo. En
vano se desganaba en palabras y balbuceos y gestos sin sentido. Nada logró hacer
entender, y el sabio, nada consiguió descifrar de la agitada criatura. La desdichada
mole desistió de preguntarle nada al sabio, pero los recuerdos de aquel extraño
encuentro no le abandonaron y durante meses anduvo pensando en ello, incapaz de
reunir fuerzas para acercarse al lugar. Recordó que cada vez que el Sabio deseaba
buscar la respuesta a algo entraba en la destrozada biblioteca, así lo hizo y se
extravió entre los escombros y los innumerables libros regados por el piso, cubiertos
por un manto de polvo, la biblioteca era inmensa, y estuvo extraviado en ella días
enteros, vagando entre los altos estantes y los cerros de libros derrumbados o
apilonados, muchos libros abrió. Aquello resultaba inútil, nunca lograba entender lo
que en ellos ponía, multitud de dibujos repetidos continuamente uno atrás de otro en
largas filas y filas sobre filas hasta llenar las páginas, pero nada logró sacar, se
sintió frustrado.
El sabio se sintió extrañado de la conducta de la desdichada criatura, del engendro
de su envidia, pero no atinaba a dar con la razón, desde lo alto de los balcones de la
gran sala de la biblioteca le contempló extraviarse entre los interminables
volúmenes de la historia del conocimiento humano, le veía esforzarse como nunca
antes en aprender algo fuera de su alcance, y se preguntó si habría hecho mal en
no enseñarle antes. Pero, otras cosas le preocupaban, era viejo ya, y poco salía de
su habitación, lejos de la biblioteca, se sentía enfermo y cansado, sabía que le
quedaba poco tiempo y que pronto la muerte daría con él cuando el invierno llegara.
Nada podía hacer por la pobre criatura que había creado. Murió finalmente meses
más tarde, una noche, sentado frente a su ventana, allí esperó su hora y le alcanzó
cuando miraba las estrellas. Quizás no era diferente del engendró, pues el también
buscaba entender algo que estaba más allá de su alcance.
La criatura no se enteró de la muerte del sabio, sino mucho tiempo después. Le
visitaba en su habitación y contemplaba su cadáver inmóvil sin entender nada,
creyendo tal vez que el anciano dormía, pues la criatura no sabía que era la muerte,
quizás nunca lo supo, durante muchos años (quizás cientos, miles, nunca lo supo)
deambuló por la casa mientras el cuerpo del sabio se convertía en polvo y se
dispersaba entre los vientos del mundo. Para la criatura todo siguió igual, y decidió
esperar a que su creador algún día despertara. Lo ocurrido con el espejo seguía
inquietándole, y un día, día entre los días, logró por fin reunir voluntad para volver al
pasillo del espejo, y le contempló de nuevo una mañana de invierno poblada de
ensordecedores truenos, lleno el pasillo de charcos y goteras. Allí estaba el
mugriento ser, era exactamente igual, se acercó con cautela, posó su mano sobre él
y quitó el polvo, el ser al otro lado le imitó, y entonces le miró a los ojos y un dolor
sin medidas le ganó el cuerpo, no pudo separar las manos, se quedó paralizado,
aterrorizado, quiso huir, pero no podía quitar las manos, algo dentro de sí mismo no
quería hacerlo. Apenas le tocó esa extraña sensación terrible y dolorosa le ganó,
era a él mismo a quien contemplaba.
Durante muchos años pensó que él era igual a los demás, a su creador, se sentía
igual a él. Nunca imaginó siquiera ser algo diferente, mucho menos aquella horrible
figura. El dolor dio paso a la cólera y de un puñetazo rompió el espejo, odiándolo
para siempre por decirle la verdad, soltó un ronco y largo gemido de dolor y pena,
sabiendo su destino.
Se refugió en lo oscuro, buscando huir de sí mismo, quiso arrancarse la cara y los
brazos, quiso acabar consigo, no manaba sangra de sus heridas, cayó entre los
escombros y el barro y en una charca en donde dio de pronto la luz contemplo su
reflejo una vez más, y entonces el agua le mostró una verdad más terrible aún,
porque no era lo mismo mirarse a los ojos en un espejo de vidrio, que hacerlo en los
espejos de la superficie del agua. Vio sus ojos y supo que estaban vacíos, que todo
él estaba vacío por dentro, no había allí ninguna alma. ¿Qué fue de él entonces?
Nadie lo sabe, ¿Qué habrá pensado, qué aciagas ideas habrán cruzado
desesperadas por su mente?
Aún vaga, se cuenta, por entre los escombros de la vieja y abandonada casona
llanera, desde hace siglos lo hace.

LA TARDE DEL QUINTO MES

– ¡Mami! ¿Te vas a lavar para el caño a esta hora?- Preguntaba el pequeño Pancho
a su mamá, al verla con el saco de ropa sucia.
–Sí, hijo, es que duré mucho rato pegá el fogón y no pude ir más temprano.
–Pero, mami, ya son como las cuatro y algo e’ la tarde, ya está bajando el sol.
–No importa, Pancho, yo no me voy a tardá mucho, solo voy a lavá unos trapitos.
Dijo doña Antonia, ya casi saliendo del rancho con su saco lleno de ropa.
– Pancho, no se te olvide lo que hablamos anoche. Y sabes, mijo, nada de estar
jugando solo en la sabana.
Doña Antonia, una mujer más buena que el agua y llena de humildad, había criado a
su único hijo sola después de que su esposo, un domingo hace seis años atrás, se
colgara del cuello en un palo de mango que tenía en el patio de la casa. No se
cansaba de ver sus ramas casi todos los días, con lágrimas en los ojos, recordando
ese momento de dolor.
Ella acostumbraba todas las tardes, cuando iba a lavar la ropa a la orilla del caño,
encomendarles, la seguridad de su hijo y su rancho de palma, a la Santísima
Trinidad y a San Miguel Arcángel. Le había prohibido a Pancho alejarse mucho de la
casa y menos para jugar solo en esos “claros e’ sabanas”, pues, ella recordó que
estaban en el mes de mayo. Este mes en el Llano es tomado como el mes en el que
el Diablo anda suelto, ya que las ánimas y espíritus malignos, abundan por esos
lados y mucho más en el pueblo La Asunción, donde los niños de esa zona pueden
contarse con los dedos de las manos. Según cuentan los pobladores, esto se debe
a la maldición que escuchó Rafael y su esposa Catalina de unos fulanos duendes
con fuego en los ojos, que vieron en el conuco de doña Trina, la dueña del hato La
Caimanera, después de haber perdido a sus dos hijos, misteriosamente, en ese
mismo lugar, por jugar con una monedeas de oro que se encontraron quién sabe
dónde y que no la soltaban ni para comer. El nombre maldito de aquellos seres
decía así:

Cuando llegue el quinto mes


ya casi cayendo el sol,
le caerá la medición
a su casa no volver,
a aquel niño juguetón,
que salga de algún rincón
y a estos duendes pueda ver.

Esta era la preocupación de Antonia, dejar solo a su hijo por un rato, pero como
Pancho, a pesar de su edad, era el hombre de la casa, confiaba en que le hiciera
caso y que no saliera de allí hasta que ella no llegara.
Como todo niño de esta edad, Pancho se entretenía con cualquier cosa que
encontraba. Una vez, le llamó mucho la atención ver las bandadas de corocoras que
ya regresaban a los nidos. Sin recordar la advertencia de su madre, salió de la casa
a caminar y se puso a jugar con su perinola, mientras veía las aves regresar a sus
refugios como todas las tardes en el Llano, de pronto, oye una voz muy fina, casi
como el sonido de una tiza en un pizarrón, que le decía amablemente:
– ¿Puedo jugar contigo?
Pancho, extrañado, se da media vuelta y le pregunta:
–Y, ¿tú quién eres? ¿De dónde saliste? El pequeño desconocido de voz aguda,
respondió:
– Solo digamos que soy tu amigo, porque veo que no tienes uno, pues, si tuvieras,
no andarías tan solo por aquí. Yo vivo por acá cerca del hato La Caimanera.
Pancho, ya entrando en confianza con el pequeño, le dice:
– Entonces debes ser familia de doña Trina, la Conuquera, ¿verdad?
Y el misterioso niño dice en un tono muy convincente:
–Mmm, digamos que vivo ahí de hace un buen tiempo, pero no soy familia de ella.
Encontrándose solo el joven Pancho y aún a la espera de su madre, se dispuso a
jugar con su nuevo amigo. Éste, aparte de jugar perinola a la perfección, como
Pancho, también le contaba historias alucinantes como la de la tinaja de morocotas
que se hallaba al final de un arco iris y todo tipo de historias que tuvieran que ver
con dinero enterrado, algo inusual para un pequeño que aparentaba los nueve años
de edad. Sus ojos brillaban de emoción cada vez que hablaba de dinero, dándole
una apariencia avara a este pequeño ser. Para pancho, resultaba muy emocionante
y cada vez le provocaba más seguir oyendo a este amigo que, en aquel momento,
le había caído de maravillas.
Después de haber tenido la atención total de Pancho, no solo le siguió contando
este tipo de historias, también intentaba convencerle de que no siempre hay
necesidad de hacerles caso a los adultos, ya que éstos suelen ser refunfuñones y
muchas veces no tienen la razón. Esta opinión incomodó mucho al jovencito, pues
no estaba muy de acuerdo, ya que para él, doña Antonia lo era todo en su vida y le
sonó algo egoísta de parte de su nuevo amigo que dijera este tipo de cosas,
declinando un poco la puntuación que ya él le había dado a esta extraña amistad,
de apenas unos minutos de duración, que más bien parecían años. Pancho le
preguntó: – ¿Por qué dices eso? ¿Acaso no tienes mamá o qué?
Este prefirió no responderle y siguió con el tema, tratando de convencerlo para
desviarle aún más de la casa. Ya cuando estaban varios metros alejados, Pancho
entra en razón y recuerda lo lejos que está de su hogar. Preocupado por
desobedecer a su madre, ve el sol y dice en un tono de impaciencia: – ¡Ya son más
de la cinco e’ la tarde, ya va a llegar mi mama! –A lo que el amigo contestó en tono
de burla:
– ¿En serio? ¡Entonces, ya se me está haciendo tarde! Oye mi nombre:

Cuando llegue el quinto mes


ya casi cayendo el sol,
le caerá la medición
a su casa no volver,
a aquel niño juguetón,
que salga de algún rincón
y a estos duendes pueda ver.

Terminando estas palabras, el amigo de Pancho, empezó a transformarse en la


cosa más espantosa que aquel niño hubiese imaginado en su vida: un enano cuya
piel semejaba las arrugas de un sapo viejo y una cara tan espantosa que pareció
haber sido el producto de un voraz incendio. Su lengua de serpiente se movía
rápidamente, mientras sonreía de la forma más maligna que Pancho haya visto en
su vida.
Seguido de todo esto, el enano, se tornó, del color grisáceo de una tarde tenebrosa
y maldita hace años atrás. Los pájaros salían volando de sus nidos por la brisa tan
espantosa que más bien parecía un huracán. Los murciélagos se confundían con
las hojas secas que caían de las ramas los árboles y la voz de aquel engendro, esta
vez, se hizo más aguda, que capaz de erizar la piel hasta del más fuerte, le decía: -
“… no se te olvide lo que hablamos anoche, ya sabes mijo, nada de estar jugando
solo en la sabana.” Eran las últimas palabras que le había dicho su mamá, seguido
de una macabra carcajada. - ¡JAJAJAJAJAJAJA!-
Pancho no podía creer lo que sus ojos estaban mirando y sin más que decir empezó
a gritar desesperadamente pidiendo ayuda y llorando de asombro. No hallaba
salida. Todo se encontraba trasformado, ya no era el patio de su casa, pues, una
especie de manglar empezó a crecer a su alrededor impidiendo salir de allí.
Solamente se escuchaba la voz del desesperado Pancho diciendo: – ¡Mamá,
ayúdame, por favor! ¡Mamita!, ven a ayudarme. ¡No me dejes solo! Mientras el
duende le decía:
–De nada te sirve que grites, ¡ya eres totalmente mío! Y pagarás con tu vida el robo
que me hicieron los desgraciados hijos del demonio hace diez años atrás. Esto es
para que sepas que a ningún duende del monte le gusta que le quiten su tesoro y
por el simple hecho de ser un niño nacido en esta zona maldita. Por nosotros
pagarás igual que los demás.
En ese momento Pancho lamentaba no haberle hecho caso a su mamá. Aun miraba
al oscuro cielo y guardaba alguna esperanza de que su madre llegase a rescatarlo.
De repente, Pancho, se da cuenta de que el monte a su alrededor había
desaparecido y al voltear pudo ver también la figura de su madre del otro lado de río
con los brazos extendidos diciéndole:
–Mijito, ven, no te va a pasar nada.
Al mismo tiempo sopló una brisa tan fuerte que casi silbaba. De inmediato, Pancho,
con la velocidad de una bestia, corre y se lanza al río y empezó a nadar sin parar
hacia su madre que también iba en dirección hacia él. Al llegar al punto de
encuentro, su madre lo abraza y mirando, a lo lejos al duende, le dice:
– ¡Esta vez tú no te lo llevaras! Él es mío.
Tomó a Pancho por la mano con mucha fuerza hasta casi impedir que su sangre
circulara por sus venas y entonces viéndolo a los ojos le dice al niño:
–Como querías ver a tu madre antes de morir, tu deseo fue cumplido.
La falsa madre de Pancho resultó ser otro duende disputándose quién se llevará la
nueva víctima. Y así, al regresar a su verdadera forma arrastra al pequeño Pancho
hasta lo más profundo del rió, tras la mirada impávida de las grandes piedras y los
altos árboles.
Trascurridos los meses, doña Antonia, aún recuerda lo horrible que fue llegar a su
rancho y no hallar a su pequeño hijo, aquella tarde del mes de mayo. Para ella,
quedaban pocos los motivos por los cuales vivir, nada, absolutamente nada, la
ataba a este mundo lleno de desgracias y maldiciones, así que salió al patio,
observó el palo de mango y pensó igual que su esposo hace seis años atrás.

Bailadores y joroperos. San Carlos. Municipio San Carlos. Foro de la Diversidad Cultural 2012
El fandanguillo es una danza derivada del fandango español, herencia de los europeos
durante la Colonia. Al paso de los años esta manifestación fue adquiriendo matices regionales, al
mezclarse con el joropo llanero. Hoy se consolida como una danza en pareja con versos
improvisados.

Nombre: Fandanguillo, danza y canto.

Fecha: tradición colonial, se rescató a mediados del siglo XX.

Lugar: Tinaquillo, San Carlos del estado Cojedes.

Historia
Una variante del ancestral joropo llanero es el fandanguillo, antigua manifestación de
canto y baile que se rescató a mediados del siglo XX desde el Ateneo de Macapo,
poblado del municipio Lima Blanco de Cojedes, estado de los llanos centroocidentales de
Venezuela.

El Instituto del Patrimonio Cultural, IPC, registra en el catálogo patrimonial relativo a


Cojedes que esta expresión folclórica «es una danza derivada del fandango español,
herencia de los europeos durante la Colonia. Al paso de los años esta manifestación fue
adquiriendo matices regionales, al mezclarse con el joropo llanero».

La referencia más antigua en la región cojedeña, según el IPC, se remonta a principios del
siglo XIX, específicamente en 1803, cuando el padre José Damián Acosta, en su condición de
cura párroco de El Baúl, deja constancia de la práctica y conformación del fandango.

Otra importante descripción de la que se dispone es el testimonio dejado por el viajero


alemán Karl Ferdinand Appun, a comienzos de la Cuaresma de 1849, publicada con el título
En los trópicos, por la Universidad Central de Venezuela en 1961. Allí habla de un baile
presenciado en la comunidad de El Pao, practicado al aire libre, en el que alternaban los
bailadores y los músicos:
La orquesta estaba compuesta por un arpa, una guitarra y dos maracas, mientras que la vestimenta de
los llaneros la componía un saco y pantalones de cuero; los peones vestían con camisas blancas y
pantalones cortos; los arrieros con sacos cortos y coloreados, además de pantalones anchos, adornados
con cintas en las rodillas y las pantorrillas desnudas, envueltas en polainas, cubiertas con botones.
Las muchachas, por su parte, vestían vestidos cortos y claros, flores rojas y blancas en el cabello, que
iba a su vez rizado o tejido en trenzas. Los bailes, recuerda el viajero alemán, no se asemejan a las
danzas giratorias europeas, sino que eran ejecutadas generalmente por los bailadores en el mismo
lugar, agitando las piernas al compás, pataleando, pisando y brincando.
Finaliza diciendo que solo en algunas danzas, como el fandango, el bolero, el zapatero o el mare-mare
los bailadores se mueven por la sala. Estos datos han contribuido para establecer la vestimenta de las
coreografías ejecutadas por los danzantes en la actualidad: el pantalón de los caballeros a la rodilla y
la camisa blanca, así como también el vestido corto de las mujeres mejor conocido como camisón
campesino-, al igual que el trenzado o crinejas y las flores rojas o blancas en el cabello.
Si bien el documento deja evidencia de que el origen del fandanguillo no se remonta a las cayapas -
organización de pobladores para ayudarse mutuamente en las faenas del conuco, que al concluir el
dueño de la casa ofrecía una fiesta como recompensa o acción de gracias, amenizada con músicos-,
pero que sí contribuyeron a su permanencia en el tiempo.
El IPC refiere que «en el siglo XIX se le identificaba como fiolis o fandango, según se
desprende de los documentos que reposan en el archivo del concejo municipal de Tinaco,
donde se refleja que los lugareños vieron en esos bailes una actividad rentable, por lo que
comenzaron a realizar las cantinas, fiestas semejantes a una feria, las cuales se prolongaban
todo un fin de semana y se llevaban a cabo durante todo el año, siendo la Pascua y Año
Nuevo las más notables.

En ellas tomaban carato de maíz y aguardiente claro, mientras que los comerciantes
vendían dulces de cajúa, cabello de ángel, batata, lechosa, arroz con coco y pan de horno.
Los juegos que disfrutaban eran el bolón, la batea y las peleas de gallo.

Durante el siglo XX la danza sufrió un fuerte bajón en su práctica, hasta finales de la década
de 1960, cuando por iniciativa de la gobernación de Cojedes se intentó revitalizarla, pero
con sentido académico, donde la danza, la coreografía y la música era ensayada, lo que le
restaba la improvisación esencial a la manifestación».

Rescate del fandanguillo

Pasaría casi un siglo para que cultores e investigadores del folclor llanero rescataran esta
manifestación. Cronistas afirman que en 1959 el Ateneo de Macapo se encarga de rescatar
esta manifestación popular cojedeña, que se consolidó por su misma dinámica de cantos
improvisados en pareja que se van sucediendo a medida de que entran y salen del baile.

Esta labor es recogida por el IPC en el aludido documento recopilatorio: «por iniciativa del
profesor Ramón Hernández, investigador de las tradiciones culturales cojedeñas, este
género de música y danza retomó su ejecución tradicional en las comunidades de Valle del
Río, Mango Redondo y Potrero Largo, donde también existen referencias de su práctica en
tiempos pasados».

El proyecto presentado por el investigador recibe el apoyo de las instituciones culturales del
Estado, materializado en recursos para reanimar la danza popular, «lo que se evidencia en
la transferencia del saber popular a las nuevas generaciones».
Descripción

Violín, cuatro y maracas son los instrumentos utilizados tradicionalmente para acompañar
los versos improvisados de esta colorida y alegre derivación del fandango español y su
mezcla con el joropo llanero.

Documenta el IPC que «la ejecución de la música, el canto de las bombas como se le llama a
los versos que cantan durante la presentación y la danza involucra a gente de todas las
edades, además de la confección de los típicos atuendos y el desarrollo de la coreografía».

En la actualidad la danza del fandanguillo puede ser ejecutada por un número de


parejas que varía entre cinco y ocho.
Se inicia con las mujeres puestas en fila, al igual que los hombres. La danza consta de tres
ritmos musicales y comienza con un vals o pasodoble, lo que permite a los hombres
invitar en forma ordenada a su pareja, luego la siguiente y así sucesivamente.

En esta invitación el hombre se ubica al frente de la mujer, se quita el sombrero, baja


la cabeza y echa un pie hacia atrás, mientras las mujeres que se encuentran en las
esquinas se toman la punta de cada lado de la falda y baja un poco su cuerpo.
Posteriormente la pareja sale a bailar haciendo un círculo y danzando al ritmo de vals o
pasodoble, ritmo que es interrumpido bruscamente por las notas de un joropo.

Luego se paraliza la música, para dar oportunidad a cada pareja de decir sus bombas,
que consisten en versos octosílabos improvisados, en los que los temas del amor y el
desengaño cortés son típicos. Primero lo hace el hombre, y luego la mujer. Al culminar, las
parejas dan una vuelta al ritmo del joropo y después se paraliza nuevamente la
música para que continúe la pareja siguiente.

El baile finaliza con un merengue, en el cual los integrantes se ponen en una fila,
agarrados de las manos, bajan la cabeza y se ubican al frente de los espectadores. Un
ejemplo de bombas son los siguientes versos:
Hombre: Allá arriba en aquel cerro / Tengo una piedra babosa / Donde se lavan la cara / Las
muchachas buenamozas

Mujer: Si me lo dices a mí / Te lo voy a respondé / Ayer pensé que te vi. / Hoy te vine a
conocé.

Esta es una de las manifestaciones más vistosas e importantes de Cojedes, por incluir canto,
baile, indumentaria y la creatividad de improvisación de los participantes.

El IPC la registró como patrimonio cultural de la nación en el Catálogo del patrimonio


cultural venezolano 2004 – 2010. Estado Cojedes, municipio San Carlos.
Referencias

https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_Cojedes

https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/media/1044/
gv_t6_c44_p038_125_lres_single_preview.pdf

https://es.scribd.com/document/471014787/Guarico-cojedes

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