Está en la página 1de 8

Lo sagrado en “La señal”,

de Inés Arredondo 1

eISSN 2448-6302
T he sacred in “L a señal” [T he signal ], by I nés A rredondo

Natali González-Fernández*

ISSN 1405-6313
Resumen: En la entrevista “Me apasiona la inteligencia”, con Mauricio Carrera, Inés Arredon-
do —escritora mexicana de Sinaloa, integrante de la generación de medio siglo— afirmó que

pp. 13-20
“La señal” fue el primer cuento que le brindó la pauta en relación con la forma y el tema que le
interesaron abordar en sus escritos posteriores; en este sentido, gran parte de la estética arre-
dondiana se puede analizar en dicho relato, por lo que resulta conveniente su estudio por el

enero-marzo de 2021
valor literario que posee. En este artículo se retoma como eje el cuento mencionado y se anali-
zan los temas de lo sagrado, lo numinoso, la intertextualidad con personajes bíblicos, así como
el encuentro con lo divino.
Palabras clave: literatura latinoamericana; escritora; análisis literario; literatura de ficción;
cuento; religión; catolicismo; experiencia religiosa

Abstract: In the interview “Me apasiona la inteligencia” [I’m passionate about intelligence], La Colmena 109
with Mauricio Carrera, Inés Arredondo —Mexican writer from Sinaloa, a member of the middle
century generation— stated that “La señal” [“The signal”] was the first short tale which opened
the way for the background and topic of her later writings. Hence, a large part of Arredondo’s
aesthetics may be analyzed in such tale; this way, it is convenient to study it due to the literary
value it possesses. In the present article, the aforementioned tale is retaken as an axis and the
topics of the sacred, the numinous, intertextuality with biblical characters and also the encou-
nter with the divine are analyzed
* Universidad Autónoma del Estado
de México, México Keywords: Latin American literature; women author; literary analysis; fiction; short story;
Correo-e: gonzaleznatali0208@
hotmail.com religion; Catholicism; religious experience
Recibido: 13 de julio de 2020
Aprobado: 10 de diciembre de 2020
1 Este artículo está basado en la ponencia “La experiencia de lo sagrado en el cuento ‘La señal’, de
Inés Arredondo”, que fue presentada el 25 de septiembre de 2019 en el XV Congreso Internacional
de Literatura: Memoria e Imaginación de América Latina y El Caribe (por los Derroteros de la
Oralidad y la Escritura) realizado en Guanajuato, México.

13
Introducción Colegio Montferrant de religiosas de la Compa-
ñía de María en 1936 y durante ocho años más,
En el contexto mexicano existe una gran diver- por esta razón fue una gran creyente y devota
sidad de escritores, los cuales son reconocidos a de Dios, sobre todo durante su infancia y ado-
nivel mundial por su extraordinaria producción lescencia. Claudia Albarrán (2000: 58) afirma
literaria. En el siglo XX fue relevante la incur- que la escritora sabía de memoria la Biblia, y sus
sión y trascendencia de la autora sinaloense Inés acciones se desarrollaban en todo momento con
Arredondo (1928-1989), quien se desenvolvió la intención de acercarse a las virtudes que las
con maestría en el género narrativo, principal- monjas le enseñaban, incluso, su madre la lle-
mente con la escritura de cuentos. Sus obras más vaba, junto con sus hermanos, a misa todos los
reconocidas son La señal (1965); Río subterrá- domingos y a confesarse casi diariamente.
neo (1979), con la que se hizo acreedora al Pre- Pese a las limitantes que la mujer tenía en
mio Xavier Villaurrutia en el mismo año de su México a mediados del siglo XX para acceder
publicación; y Los espejos (1988), editada un año a una educación superior que no se relaciona-
antes de su muerte. ra con las labores domésticas o religiosas, y con
eISSN 2448-6302

Para comprender la narrativa de Inés Arre- la total desaprobación de sus padres, Arredon-
dondo, es conveniente adentrarse en su con- do marchó en 1947 a la Ciudad de México para
texto sociocultural, así como en sus creencias estudiar la Licenciatura en Filosofía en la Univer-
e inquietudes, ya que gran parte de sus viven- sidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya
ISSN 1405-6313

cias cotidianas aportaron elementos que le per- que su abuelo materno la apoyaba y le proporcio-
mitieron desarrollar sus cuentos. Si bien tales nó dinero para cumplir sus objetivos. No obstan-
experiencias no dirigen completamente su obra te, después de su primer año en la facultad sufrió
(que posee un mérito propio, independientemen- una crisis ante el choque de sus ideas religiosas
te de la biografía de la autora), resulta de interés con los temas ateos/agnósticos abordados en la
enero-marzo de 2021

conocer algunos datos. En este sentido, el lector carrera. Arredondo afirmaba que ya tenía algu-
puede observar que las temáticas abordadas por nas dudas sobre su fe cuando decidió emprender
Arredondo son una clara muestra de que refleja- sus estudios profesionales y esperaba encontrar
ba en sus textos sus inquietudes personales; el en ellos respuestas favorables acerca de la exis-
ejemplo principal, y que retomamos en este artí- tencia de Dios. Sin embargo, sucedió lo contrario,
La Colmena 109

culo, es el de su eventual falta de fe en la religión e incluso cometió algunos intentos de suicidio a


católica. La mayor parte de su trabajo refleja los lo largo de su vida, ya que afirmaba que ésta no
tópicos de lo sagrado, lo puro, lo santo y los lími- tenía sentido siendo atea. Esta información la
tes alrededor del pecado. Esto lo vemos, sobre compartió en la entrevista “Me apasiona la inte-
todo, en su primera antología, La señal, mien- ligencia”, realizada por Mauricio Carrera, última
tras que, en las siguientes dos compilaciones, Río que la escritora brindó a un medio informativo,
subterráneo y Los espejos, se combinan lo puro e pues se llevó a cabo diez días antes de que ella
impuro, la santidad y el pecado, la locura, la per- falleciera:
versión, el incesto, el sadomasoquismo, las rela-
ciones extramaritales, entre otros temas. —Esos problemas con Dios ¿de qué índole
Inés Arredondo fue criada en una familia eran? [sic]
estrictamente católica, donde las posturas ideo- Se encoge de hombros:
lógicas se centraban en la práctica de valores —Empecé por problemas como el de que la Jus-
tradicionales que establecía la Iglesia. Asistió al ticia y la Misericordia no se llevan. Problemas

14 Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández


muy primarios pero muy importantes para mí. la primera obra que la sinaloense publicó, bajo
Y seguí hasta llegar a preguntarme sobre la el sello de la editorial Era. Consistió en la reu-
existencia de Dios, y el día en que me convencí nión de catorce relatos de autoría propia, algu-
de que no existía, me iba a suicidar. nos de los cuales ya habían salido a la luz de
—¿Por qué? manera individual en revistas literarias u otros
—Porque pensé que la vida sin Dios no tiene medios similares. Como se mostró, gran parte de
sentido. Y lo sigo pensando… la estética narrativa que la autora persiguió se
—¿No ha cambiado su idea? puede analizar en “La señal”, sobre todo en rela-
—No, Dios no existe. Si vivo es por el amor, el ción con el carácter de lo sagrado, la intertextua-
amor humano. Por eso me duele mucho cuan- lidad con personajes bíblicos, la revelación y el
do se me acaba un amor, muere un amigo, me encuentro con lo divino.
separo de alguien o algo me separa de un ser Para analizar los elementos que integran el
amado, y cuando los hijos se van de casa. Por cuento objeto de nuestro estudio, selecciono algu-
eso le decía: ¿en qué pienso ahora? En la muer- nas citas representativas que posibilitan su inter-
te… (Carrera, 1989: 72). pretación. El texto inicia de la siguiente manera:

eISSN 2448-6302
“El sol denso, inmóvil, imponía su presencia; la
Aunque Arredondo dejó de ser católica, la Biblia realidad estaba paralizada bajo su crueldad sin
y la religión influenciaron profundamente su tregua. Flotaba el anuncio de una muerte sus-
obra. Un primer ejemplo de esto es que gran par- pensa, ardiente, sin podredumbre pero también
te de los nombres de sus personajes fue retomado sin ternura. Eran las tres de la tarde” (73).2 Con

ISSN 1405-6313
de las Sagradas Escrituras, como se observa en estas líneas, el narrador nos indica el cronoto-
muchos de sus textos (“La señal”, “La sunami- po del relato, en términos bajtinianos. Aunque
ta” y “Las mariposas nocturnas”, por mencionar el lugar de la acción no se identifica, sabemos
algunos). Igualmente, pese a que en su juventud por la descripción que el sol cubría todo el espa-

enero-marzo de 2021
tenía la inquietud de escribir, afirma que no fue cio, eran las tres de la tarde y en el ambiente era
hasta que redactó “La señal” —relato de carác- posible percibir una sensación funesta. La hora
ter religioso— que encontró el estilo y los tópicos deviene relevante, ya que: “Las tres de la tarde es
que le interesaban para su narrativa: la hora en que Jesús muere, según los evangelios
y la interpretación bíblica moderna. Parecería que
fue “La señal” [el cuento] el que me dio la pau- la autora quiere resaltar la hora del suplicio, de la

La Colmena 109
ta. Me brindó toda mi intencionalidad en cuan- pasión” (Gutiérrez Bautista, 2016: 173).
to a forma y tema. Me enseñó que yo tenía que A continuación, se indica al lector quién es
escribir palabra por palabra para ser responsa- el protagonista del cuento y cómo éste enfren-
ble de lo que escribía. Si usted se fija, en mi ta arduamente las condiciones del día: “Pedro,
prosa no hay desperdicios. Me impongo la dis- aplastado, casi vencido, caminaba bajo el sol.
ciplina de buscar la palabra exacta, no me con- […] El calor, seco y terrible como un castigo sin
formo con sinónimos (Carrera, 1989: 69). verdugo, le cortaba la respiración” (73). Aunque
posteriormente retomamos este nombre para la
exégesis, resulta necesario destacarlo en un pri-
mer momento: el individuo se llama Pedro, por
Análisis lo cual es manifiesta la intención de la escritora

2 Todas las citas pertenecientes al cuento “La señal” corres-


“La señal” (1965) forma parte de una compila- ponden a Arredondo, 2011, por lo cual sólo se anota el nú-
ción homónima de cuentos; dicha antología fue mero de página.

Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández 15


de retomar un personaje bíblico, uno de los doce así se había arrodillado con un respeto tal que lo
apóstoles de Jesucristo. Arredondo era una gran hizo pensar que en ese momento, para ese ser,
lectora y conocedora de las Sagradas Escrituras, había dejado de ser un hombre y era la imagen de
por lo cual se descarta que la elección haya sido algo más sagrado” (75). El protagonista está des-
fortuita; asimismo, los acontecimientos ulterio- orientado y perturbado, pero la representación
res del relato refuerzan la interpretación de que del trabajador postrado le permite considerar la
el nombre hace referencia al santo. experiencia que está viviendo como sagrada, un
El personaje —“como si una fuerza invisible símbolo místico.
lo guiara” (73)— se dirige a la iglesia. En este Ulteriormente, al contacto con el obrero la
sitio no hay nadie, sólo un sacristán. Pedro mira situación de desagrado muda a un polo opues-
los altares, las flores de papel, y se imagina la to: “Un escalofrío lo recorrió y cerró los ojos…
plegaria que un creyente haría en ese lugar; asi- Pero los labios calientes lo tocaron, se pegaron
mismo, interioriza su deseo de tener fe como un a su piel… Era amor, un amor expresado de car-
objetivo necesario para la vida: “pensó en la ora- ne a carne, de hombre a hombre” (75). Se mues-
ción distraída que haría otro, el que se sentaba tra, entonces, un cambio en el temperamento y
eISSN 2448-6302

habitualmente en aquella banca, y hubo un ins- la percepción de Pedro; ya no vive una experien-
tante en que llegó casi a desear creer así, en el cia terrenal, limitada a sentir el contacto del indi-
fondo, tibiamente, pero lo suficiente para vivir” viduo: lo que percibe es amor, la presencia de lo
(73). La cita anterior evidencia que, en este caso, sagrado. Empero, la repugnancia y la perturba-
el personaje no es creyente de alguna religión, ción se conservan, por lo que se establece una
ISSN 1405-6313

pero al mismo tiempo admite que profesar una fe vivencia ambivalente, característica del encuen-
le podría brindar paz para subsistir. tro con lo numinoso:
Un obrero distrae al protagonista de su
reflexión. El narrador lo describe como una per- El asco estaba presente, el asco de los dos. Por-
enero-marzo de 2021

sona cualquiera, con cara curtida y ancha, ojos que en el primer segundo, cuando lo rozaba
grises, pestañas cortas y mirada inexpresiva, apenas con su boca caliente, había pensado en
desnuda. El hombre le pide a Pedro que le con- una aberración. Hasta eso había llegado para
ceda besarle los pies. La solicitud lo desconcierta después tener más tormento… No, no, los dos
completamente, razón por la que el obrero, ante sentían asco, sólo que por encima de él esta-
su nula respuesta, reitera la petición. ba el amor. Había que decirlo, que atreverse a
La Colmena 109

En este ambiente y ante los ojos imploran- pensar una vez, tan solo una vez, en la cruci-
tes del obrero, el personaje se siente incómodo. fixión (75).
Aunque con molestia, Pedro accede y se quita
los zapatos; sin embargo, la situación le parece De acuerdo con Rudolf Otto (2005), lo numino-
irreal, excesiva e irritante: “Estar descalzo así, so surge de una experiencia profana; no es racio-
como él, inerme y humillado, aceptando ser fuen- nal, sino intuitivo. En lo sagrado, entramos en
te de humillación para otro… nadie sabría nunca contacto con algo sobrehumano que nos supera,
lo que eso era… era como morir en la ignominia, aunque no sabemos qué es; no deviene en sen-
algo eternamente cruel” (74). timientos neutrales, sino que puede ser positi-
El hecho se presenta desagradable e, incluso, vo, apasionado (relacionado con el mysterium
agobiante, desde la perspectiva de Pedro. No obs- fascinans) o amenazante, repulsivo (myste-
tante, cuando el obrero se inclina a besarlo las rium tremendum). No obstante, en lo numino-
circunstancias se modifican por completo: “Y aun so se encuentra en conjunto la experiencia del

16 Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández


fascinans y del tremendum: gozo, estupor, emo- que ha sido consagrado, deberá sacrificarse
ción; pero también repugnancia, aversión y (ofrecerse) simbólicamente (López Santillán,
temor. Quien lo percibe puede mostrar una acti- 2015: 71).
tud defensiva, incómoda e irracional ante una
revelación mística o divina. Asimismo, Otto afir- Es decir, se representa el mito de la pasión y
ma que, aunado a lo numinoso, se encuentran muerte de Jesús, pero la redención ya está vacía,
sentimientos como la misericordia, la clemencia, sin sentido, pues con todo y el sacrificio no es
la adoración y el amor. Estas sensaciones se rela- posible transmitir la experiencia de lo sagrado al
cionan con las que el personaje del cuento pade- hombre moderno.
ce; en este sentido, Pedro tiene una experiencia En cuanto a las características principales que
de tipo numinoso en su encuentro con el obrero, Otto propone respecto a lo sagrado y lo numi-
con lo divino. Después del beso recibido, el narra- noso, es posible elaborar una comparación con
dor refiere: las sensaciones que Pedro percibe en su encuen-
tro con el obrero. Es necesario recordar que, jus-
Pedro se quedó ahí, solo ya con sus pies to antes de que este hombre misterioso aparezca,

eISSN 2448-6302
desnudos, tan suyos y tan ajenos ahora. Pies el protagonista se cuestiona indirectamente la
con estigma. fe que profesa y desea creer en algo divino para
Para siempre en mí esta señal, que no sé vivir. El diálogo entre los dos hombres es míni-
si es la del mundo y su pecado o la de una deso- mo, no obstante, las palabras y frases que el
lada redención. narrador utiliza en su descripción se enlazan con

ISSN 1405-6313
¿Por qué yo? Los pies tenían una apa- lo sacro; así, se refieren al hombre o a la expe-
riencia tan inocente, eran como los de todo riencia como “imagen de algo más sagrado”,
el mundo, pero estaban llagados y él sólo lo “crucifixión”, “estigma”,3 “pecado”, “redención”,
sabía. […] No lo merezco, no soy digno. Estaba “llagado”, “no soy digno”, entre otras.

enero-marzo de 2021
llorando (75). En su forma primitiva, lo sagrado represen-
ta, ante todo, una energía peligrosa, incompren-
Al salir de la iglesia, el protagonista no com- sible, de difícil manejo y eminentemente eficaz,
prende qué es lo que le sucedió; sólo sabe que de acuerdo con Caillois (1984: 15). El autor lo
un hecho extraño ha ocurrido, una señal de algo explica de la siguiente manera:
que representó lo más importante y entrañable

La Colmena 109
de su vida; sin embargo —afirma el narrador— En el fondo, lo sagrado suscita en el fiel exacta-
nunca sabrá lo que aquello significa. Es intere- mente los mismos sentimientos que el fuego en
sante, además, la frase resaltada en cursivas por el niño: el mismo temor de quemarse, el mis-
la escritora, pues el personaje desconoce si aquel mo afán de encenderlo; idéntica emoción ante
contacto con lo sagrado representa una experien- lo prohibido, igual creencia de que su conquis-
cia religiosa ante el pecado del mundo contempo- ta trae fuerza y prestigio —o herida y muer-
ráneo o una redención: te en caso de derrota— (Caillois, 1984: 32-33).

Pedro, al ser parte central del ritual, ha dejado La interpretación del suceso se enfoca en su sen-
de ser un hombre común y corriente, representa tido, en lo experimentado, más que en la trama
ahora la imagen de algo sagrado. Ha saltado
del mundo profano: el de la calle, a uno sacro: 3 De los múltiples significados que la palabra ‘estigma’ posee,
uno refiere: “Huella impresa sobrenaturalmente en el cuerpo
el de la catedral, donde el obrero es el oficiante de algunos santos extáticos, como símbolo de la participa-
del rito, el sacristán es el servidor y Pedro, ción de sus almas en la pasión de Cristo” (RAE, 2020).

Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández 17


en sí. En el cuento no hay imagen o representa- Jesús le contestó: “Tú no puedes comprender
ción de lo sagrado como tal, más bien se sim- ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás
boliza la similitud entre las acciones del relato más tarde”. Pedro replicó: “Jamás me lavarás
y algunos versículos de la Biblia para despertar los pies”. Jesús le respondió: “Si no te lavo, no
el sentimiento de criatura y de contacto con lo podrás tener parte conmigo”. Entonces Pedro le
numinoso. Pedro se muestra, entonces, como un dijo: “Señor, lávame no sólo los pies, sino tam-
signo, con un contexto y un significado, una car- bién las manos y la cabeza”. Jesús le dijo: “El
ga semántica previa al cuento. que se ha bañado está completamente limpio y
Dentro de la teoría literaria, la intertextua- le basta lavarse los pies. Y ustedes están lim-
lidad se ha definido como la relación dialógica pios, aunque no todos” (Jn. 13: 3-10).
entre dos o más textos, o la presencia efectiva
de uno en otro. Fundamentalmente, el concepto Pese a que el apóstol se rehúsa a que Jesús lave
derivó del estudio sobre la teoría bajtiniana rea- sus pies —por respeto, porque es su maestro,
lizado en 1969 por Julia Kristeva, quien explica incluso por vergüenza—, accede. Entonces Jesús
que difícilmente existe un texto aislado de la voz enuncia: “Se los digo ahora, antes de que suceda,
eISSN 2448-6302

ajena, por lo cual la escritura literaria se elabo- para que cuando suceda, crean que Yo Soy. / En
ra con respecto a otra, es decir, al diálogo: “la verdad les digo: el que reciba al que yo envíe, a mí
‘palabra literaria’ no es un punto (un sentido me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que
fijo), sino un cruce de superficies textuales, un me ha enviado” (Jn. 13: 19-20). Con esta frase
diálogo de varias escrituras: del escritor, del des- se crea una analogía, según la cual las acciones
ISSN 1405-6313

tinatario (o del personaje), del contexto cultural que Jesús efectuó con sus discípulos, al repetirse,
anterior o actual” (Kristeva, 1997: 2). Desde esta pueden ser tomadas como signos, señales de Él,
postura, las obras se construyen como mosaicos de lo divino, justamente como le sucede al perso-
de citas, por lo que un autor reelabora un texto naje del cuento: “detrás de la apariencia de este
enero-marzo de 2021

dentro de otro según una determinada intencio- obrero de aspecto enigmático, bien puede ocul-
nalidad estética para crear un nuevo sentido en tarse la divinidad misma: Jesucristo en el acto de
el lector que conozca ambos. lavar los pies de Pedro. Entonces el ritual cobra
En relación con esta teoría, la principal inter- sentido y el mito se manifiesta” (López Santillán,
textualidad que se infiere entre el relato arredon- 2015: 76).
diano y la Biblia es cuando en el texto sagrado El protagonista percibe, en el ámbito de lo
La Colmena 109

se describen los hechos anteriores a la crucifi- sagrado, un sentimiento de criatura, una sensa-
xión de Jesucristo. Al despedirse de sus apósto- ción que deviene en impotencia o en depender
les, acontece lo siguiente: de algo más. El temor presentado también es un
efecto de lo místico, de la personificación de la
Jesús, por su parte, sabía que el Padre había idea de Dios. Inés Arredondo lograr recrear una
puesto todas las cosas en sus manos y que experiencia religiosa a partir del arte, de lo lite-
había salido de Dios y que a Dios volvía. Enton- rario, en donde hay un choque entre la realidad
ces se levantó de la mesa, se quitó el manto y profana y la sagrada.
se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un El sentimiento de criatura es explicado por
recipiente y se puso a lavar los pies de los dis- Otto a partir de la desestima que el sujeto hace
cípulos; y luego se los secaba con la toalla que de sí respecto de su realidad, de su existencia:
se había atado.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: Hemos dicho antes que la profunda respuesta
“¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?” del alma —a la que designamos con el nombre

18 Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández


de sentimiento de criatura— cuando siente lo conocía muy bien los elementos que caracteri-
numinoso, se acompaña de un sentimiento de zaban la teoría de lo divino. Entonces, el cuen-
sumersión, de empequeñecimiento, de anona- to es una señal en el sentido religioso, un hecho
damiento. […] Junto con esta desvaloración incomprendido y terrenal que se convierte en
manifiéstase otra, ya notada desde hace tiem- algo místico, profundo, numinoso, en el cual el
po, y que por esta razón basta indicar: “Yo soy sentimiento sagrado surge y logra evidenciarse
una boca impura, nacido de una raza impura. en el contexto del hombre moderno ante su cues-
Señor, apártate de mí, porque soy un pecador”, tionamiento de Dios.
dicen Isaías y San Pedro, cuando encuentran Al ser “La señal” uno de los primeros relatos
y se les hace sensible lo numinoso. En ambos que Arredondo escribe, es posible establecer
casos lo específico es el carácter inmediato y una analogía entre lo que muestra en el texto
espontáneo, casi instintivo, que tiene esta —el contacto con lo sagrado, lo numinoso, el
réplica sentimental de propia desestimación sentimiento de criatura— y la señal que buscó
(2015: 74-75). toda su vida para recuperar la fe perdida en
su juventud. En varias de sus narraciones esa

eISSN 2448-6302
Resulta fundamental mencionar que Otto aborda sensación de pérdida, de buscar ayuda en la fe,
las acciones de san Pedro para representar el sen- continúa, y aunque la autora se apegó al mundo
timiento de criatura y de lo numinoso, así como de la literatura como una cura (Arredondo, 2012:
lo hace Arredondo en su cuento. Se entiende, 41-42), el sentimiento religioso fue algo que no
entonces, que la desvaloración que el individuo logró recuperar.

ISSN 1405-6313
siente ante el contacto con lo sagrado se deriva
de su absoluta profanidad, no desde una conno-
tación negativa, sino que, al ser un hombre, no
sabe cómo explicar el contacto entre lo terrenal
Referencias

enero-marzo de 2021
y lo divino, sólo percibe a quien está en espíritu.
Para concluir y reforzar el análisis anterior, Albarrán, Claudia (2000), Luna menguante. Vida y obra de Inés
es posible brindar una interpretación final sobre Arredondo, México, Juan Pablos Editor.
el título del cuento. Resulta conveniente conocer Arredondo, Inés (2011), Cuentos completos, México, FCE.
Arredondo, Inés (2012), Ensayos, México, FCE.
qué es una señal en el ámbito de lo sagrado:
Caillois, Roger (1984), El hombre y lo sagrado, México, FCE.

La Colmena 109
Carrera, Mauricio (1989), “‘Me apasiona la inteligencia’, En-
Eran considerados como ‘señales’ todos los trevista a Inés Arredondo”, Revista de la Universidad de Mé-
xico, núm. 467, pp. 68-72.
aspectos y circunstancias de que hemos habla-
Gutiérrez Bautista, Omar David (2016), De una poética del lími-
do anteriormente: lo terrible, sublime, pre- te a una poética de la esperanza: La subversión de la culpa en
potente; lo que sorprende y, de manera muy la obra de Inés Arredondo, tesis de Doctorado, Universidad
Iberoamericana.
especial, lo enigmático o incomprendido, que
Kristeva, Julia (1997), “Bajtín, la palabra, el diálogo y la nove-
se convierte en portento y milagro. Pero hemos la”, en Desiderio Navarro (sel. y trad.), Intertextualité. Fran-
visto que todas estas circunstancias no son cia en el origen de un término y el desarrollo de un concepto, La
Habana, Casa de las Américas / UNEAC / Embajada de
‘señales’ en estricto sentido, sino coyunturas Francia, pp. 1-24.
y motivos ocasionales para que el sentimiento López Santillán, Luis Francisco (2015), La señal de Inés Arre-
dondo. Una lectura a partir del concepto de “revelación poé-
religioso se despierte espontáneamente (Otto, tica”, tesis de Maestría, Universidad Nacional Autónoma
2015: 182-183). de México.
Otto, Rudolf (2005), Lo santo. Lo racional y lo irracional en la
idea de Dios, Madrid, Alianza Editorial.
Por lo tanto, el título del relato deja de ser fortui- Real Academia Española (RAE) (2020), “estigma”, disponible
to, ya que, como se ha mencionado, Arredondo en: https://dle.rae.es/estigma?m=form

Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández 19


eISSN 2448-6302
ISSN 1405-6313

Catarsis (2016). Fotografía Fine Art: Frank Diamond.


Prohibida su reproducción en obras derivadas.
enero-marzo de 2021
La Colmena 109

Natali González Fernández. Maestra en Humanidades: Estu-


dios Literarios por la Universidad Autónoma del Estado de Mé-
xico (UAEM), México. Profesora de asignatura en la Facultad de
Lenguas de la UAEM. Sus principales intereses académicos son
la literatura latinoamericana del siglo XX —principalmente la
narrativa de Fernando del Paso e Inés Arredondo— y la gramáti-
ca de la lengua española. Entre sus publicaciones más recientes se
encuentran: “Los sueños y el inconsciente en Linda 67. Historia
de un crimen, de Fernando del Paso” (La Colmena, núm. 93) y
“La sociedad y el hombre: el problema de la construcción de la
identidad en Linda 67. Historia de un crimen” (en Tren de palabras.
La escritura de Fernando del Paso.

20 Lo sagrado en “La señal”, de Inés Arredondo Natali González-Fernández

También podría gustarte