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26 de septiembre de 2023

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 España Homo Amnistiado


 Pedro Sánchez

Por Rodrigo Fresán

26 de septiembre de 2023 -
00:01

Desde Barcelona

UNO ¿Dónde estuvo Rodríguez durante estas semanas en las que no


estuvo aquí? Ni la menor ni la mayor idea. Como casi todos con todo.
Porque parecería que el mundo entero no tiene la menor idea de lo
que está pasando en el mundo y por dónde van los tiros y vienen los
disparos cada vez más disparatados y tirados a diestra y siniestra
pero casi siempre dando en el más negro de los blancos. Y, claro,
Rodríguez hace todo lo posible por ser blanco móvil, por ponérsela
difícil a los hipócritas francotiradores. Pero siempre es alcanzado
porque nunca deja de sentirse perseguido. Y, una vez capturado y atado
de pies y manos y de mente y alma, no deja de gemir la palabrita de moda
que ya no es resiliencia. No: ahora el término a emitir cada cinco segundos es
amnistía. Y diciéndolo...

DOS ...Rodríguez despierta tan cansado de estar cansado. Sabiendo


que recupera supuesta consciencia (no necesariamente buena) en
un sitio en el que la amnistía y su invocación es algo que está en el
aire, que se respira, y que hace toser y estornudar y que está en
boca de todos. Y de acuerdo: hubiera intentos de distracción.
Ocurrió lo del beso a futbolista campeona del mundo (el beso más
importante de la Historia desde aquel de Judas a JC, su filmación
estudiada como la de JFK aquella mañana en Dallas). Murió par de
figuras legendarias (conductora mañanera televisiva y una
cantante/bailaora noctámbula). Volvió el covid y regresaron los
Rolling Stones (uno y otros sin haberse ido nunca). La princesa
ingresó en las fuerzas armadas para su entrenamiento como futura
reina. Un español descuartizó a colombiano en Tailandia. Siguió
haciendo calor y llovió mucho pero sigue la sequía. Continuaron
rebajándose penas a violadores/acosadores por virtud (poca) de
nueva y desigual legislación cortesía del Ministerio de Igualdad. Se
estrenó en San Sebastián entrevista filmada a etarra. Se emitió un
documental sobre Miguel Bosé y Julio Iglesias cumplió 80 años y
trescientos millones de discos vendidos y, se dice y no lo desmiente,
tres mil mujeres "interpretadas" por él sin que esto lo cancele pero
sí se lo regañe un poquito luego de festejárselo por décadas (lo que
en ambos casos evidencia que en ocasiones la vida es tanto más
interesante que la obra). Y se publicitaron nuevas y preocupantes
aplicaciones de la llamada Inteligencia Artificial a dominar a la cada
vez más naturalmente desinteligente raza humana. Pero nada hizo
sombra a la encandiladora (con mayúscula) Amnistía y la teóricamente
posible o no puesta en práctica de su (im)práctica teoría o algo así. Porque si
no se es amnistioso prontito, prontito va a haber de nuevo nuevas elecciones
generales. Y las van a traer los Reyes Magos aunque nadie las haya
pedido. Elecciones como ese carbón que reciben los niños mal
portados y mayores de dieciocho años que ya no saben cómo
comportarse.
TRES Y --con la constante pronunciación del término-- queda claro algo:
Amnistía (suena a nombre de ambigua diosa greco-romana pero proviene de
amnesia) suele evocarse cuando de lo que se trata es de acordarse de
olvidarse. La RAE define: "Perdón de cierto tipo de delitos, que extingue la
responsabilidad de sus autores". Y, en este caso, los autores fueron los
separatistas catalanes con eso de la declaración instantánea y unilateral y
fugaz y efímera y co$to$a de la independencia allá por 2017: esos segundos
que no estremecieron al mundo pero que sí siguen sacudiendo a un país. Seis
años después, el ahora presidente en funciones Sánchez necesita de
los pocos escaños de Junts per Catalunya para ser reinvestido
presidente. Lo que implica buscar "encaje constitucional" al perdón
del prófugo Puigdemont más otras cositas. Y de ahí --conceder o no
conceder-- opiniones (des)encontradas en tertulias y editoriales y
gruñidos de Felipe G. o de José María A. quienes siempre siguen
estando allí al despertar. Y la indignación del duelista de duelo Feijóo
quien pudo haber sido un contender. Y la voraz sonrisa de la
vicepresidenta también a reconfirmar Yolanda Díaz (críptica como
esfinge, dijo eso de "La amnistía no es una ley sino que acaba en una
ley"). Una ley a la que se le indulta la palabra amnistía y se la reviste
de empatía o de alivio penal o de... Y "desbordado" contra-mitin del PP
en la plaza Salvador Dalí de Madrid (con vítores a la omnipresente
futurísima Díaz Ayuso). Y "La Patronal" que no compra ni paga lo de
amnistiar. Y firme columna de Javier Cercas en El País donde --con el
título de "No habrá amnistía"-- dijo estar seguro de que Sánchez no
cometerá semejante desatino y se pregunta por qué si ahora resulta
que la amnistía es la cura para todos los males del mundo el
presidente no la incluyó en su programa electoral sino que, además,
la negó. Y, con gracia, Cercas rebatió eso de que la amnistía no está
explícitamente prohibida por la Constitución con un, bueno,
tampoco condena los sacrificios humanos. Y --esperanzado o
ingenuo, pero aún socialista-- Cercas concluye con un "no habrá
amnistía porque es más importante el futuro de la democracia que
el presente del poder".

Así, por el momento, el gobierno demandándole a Junts/Esquerra que


renuncien y descarten de su imaginario/credo todo eso de la vía
unilateral/referéndum y Junts demandándole al PSOE que descarte y
renuncie a pedirles que renuncien y descarten la vía unilateral/referéndum. Y
Sánchez elevando a Bruselas poco práctico y complicado como
precedente pedido (sólo en Francia hay setenta y cinco lenguas
regionales y dieciséis en Alemania) de que la Unión Europa declare
lenguas oficiales al gallego y euskera priorizando el catalán porque
Sánchez necesita ser investido, inbertitu, investit. En cualquier caso, la UE
dijo que no es hora de esas cosas y que, además, saldría muy caro
(Sánchez, generoso, se ofreció a pagar factura/fractura continental
como abona la de su ya plurilingüe Congreso nacional donde, algo
se lo dice a Rodríguez, en su cafetería todos hablan en el idioma que
se habla en la Bombay de los gin tonics, y otra ronda de pinganillos
para todos). Y Rodríguez escucha y no entiende por qué y para qué todo
esto si ni se entienden en español o en castellano o en lo que sea.

Amnistía en esperanto se dice amnesto.

CUATRO Mientras tanto y hasta entonces y a la izquierda --Sumar y Podemos--


no paran de odiarse como sólo pueden odiarse aquellos que dicen oponerse a
las políticas del odio. Y a la espera de que pase la investidura de Feijóo
que todos dan por fallida (aunque nunca se descarta sorpresita
tránsfuga), el site satírico El Mundo Today tituló "Pedro Sánchez se
compromete a que haya un gobierno progresista en España durante
ocho segundos". Y, bajo la risa, Rodríguez no puede sino preguntar qué será
el progresismo cuando, para que ese gobierno se conforme, necesitará apoyo
del Partido Nacionalista Vasco, EH Bildu, Junts y de Esquerra: para muchos
formaciones más bien de derecha y/o con aroma "rompedor" (de España). Y
vaya a saber cuáles serán las condiciones/concesiones para este
pacto "frankenstiano".

Así, algo que se hace pedazos o algo hecho de pedazos.

Sánchez repite una y otra vez que su intención era la de "buscar


votos hasta debajo de las piedras". El problema es que, piensa
Rodríguez, muchas veces lo que se encuentra debajo de las piedras
del camino no es más que más piedras en el camino.
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Responso hace 8 horas

Me parece muy bien y agradezco que Rodrigo Fresán nos cuente lo que
pasa en España pero me llama la atención que lo haga desde el punto de
vista de la derecha, o sea del riesgo potencial que significa la necesidad de
Pedro Sánchez de acordar con partidos independentistas para poder
mantenerse en el gobierno mientras que no dedica una sola palabra al
riesgo mucho mayor y ya concretándose todos los días en numerosas
regiones y ciudades de España de una derecha cuasi franquista como el
PP acordando con el franquismo declarado de Vox para poder acceder a
ese gobierno.

Perdonar a quienes violaron la ley en nombre de un fanático e irracional


independentismo catalán podría estar mal pero mucho peor me parece el
goteo cotidiano que hace la derecha en el poder regional y municipal de
medidas contra la educación y sanidad públicas, contra la igualdad de
hombres y mujeres y contra la libertad cultural con sus censuras de tipo
franquista a las expresiones que no les gustan. Creo que eso debiera
preocuparle a "Rodríguez" mucho más que cualquier otra cosa.

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