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Laguna - 34 - (2014) - 09
Laguna - 34 - (2014) - 09
la Wissenschaft der Logik. Esta lectura de Kojève en que actúa para satisfacer su Deseo. Antes de
tiene dos méritos que la sitúan dentro de ese que aparezca el Reconocimiento como el Deseo
privilegiado conjunto de lecturas especialmente del Deseo, es decir, como el Deseo elevado a la
importantes: por un lado, nos explica lo mismo categoría de la humanidad, Deseo no relacionado
que el texto original pero de una forma mucho con un objeto y, por lo tanto, no relacionado
más clara y directa, sin perder por ello ni un ápice con el mundo meramente natural, en la medida
del sentido y la fuerza del contenido original. En en que podemos quedarnos en ese estadio de
el caso de Hegel, y de la PhG en particular, la exaltación de lo deseado, por momentos parece
escritura aparece como una muralla de roca ante que estuviéramos leyendo algún texto del grupo
la cual uno no puede más que chocar una y otra surrealista y su exaltación del Deseo como el único
vez, esperando que el muro ceda por algún lado. motor del que surge la vida. No es de extrañar,
En la lectura de Kojève, el muro no desaparece, por otro lado, que el propio Breton diera a Hegel
pero el choque con él se convierte en un placer un papel clave en el nacimiento del movimiento
terrible. El segundo mérito es que ha abierto toda surrealista. Todavía queda por estudiar la posi-
una nueva línea de investigación sobre Hegel.
Tal y como destaca en la Introducción Manuel
Jiménez Redondo, si Marx revivió los estudios
hegelianos a través de la producción del materia- 1
Mantengo el criterio de Kojève y del traductor
lismo histórico y de la dialéctica de la lucha de de transcribir los conceptos hegelianos en mayúscula.
clases, Kojève ha situado una idea en el centro de Sin embargo, lo hago por una cuestión de fidelidad
la lucha de ideas de los últimos 40 años. El «final al texto y no por estar de acuerdo en que sea la mejor
de la historia» como motivo hegeliano ha acabado forma de traducción.
bilidad de una fundamentación del surrealismo del idealismo alemán del xix o de la metafísica
a través de la dialéctica hegeliana del Deseo que occidental en general, es decir, para unos ojos
Kojève explica en estas primeras páginas a modo ‘posmetafísicos’. Todos estos elementos podrían
de Introducción (pp. 51-57)2. reunirse, efectivamente, alrededor de la idea de
Seguidamente, comienza el comentario de «final de la historia» que ya hemos comentado, y
toda la PhG desde principio a fin. El libro se que supone uno de los conceptos más prolíficos
divide en los años académicos en los que explicó de los últimos tiempos. Lo sorprendente es que,
este viaje hegeliano por la conciencia. Al final de con esta nueva traducción del libro de Kojève,
cada curso, Kojève hacía un resumen de lo dado nos damos cuenta de hasta qué punto una idea
en él, lo cual nos sirve para entender de forma acaba por perder gran parte de su componente
sistemática lo que se ha explicado anteriormente. dialéctico cuando se convierte en un fetiche, en
Durante los años 1933 a 1939, se ocupará del un concepto que parece querer explicarlo todo, es
conjunto de la PhG, comentándola de forma decir, cuando se cosifica y pasa del ámbito de la
realmente minuciosa y sin dejar ningún cabo dialéctica al de la mera «crítica cultural».
suelto. Es especialmente llamativo que al último Uno de estos elementos es la cuestión de la
capítulo, el viii, titulado «El Saber Absoluto», circularidad del proceso descrito en la PhG. En
Kojève le dedique doce conferencias, mientras todo el libro, aunque especialmente en el cap.
que al resto de capítulos y secciones no le dedique viii, hay toda una retórica de la circularidad que
más que tres o cuatro. Sin duda, demuestra así se muestra progresivamente como cada vez más
la importancia, y la dificultad, que para él tenía importante. Llegando al final del proceso de
esta parte de la obra de Hegel. Sin duda, lo que despliegue de la conciencia, en el que el Concepto
despliega aquí Kojève está a la altura de la comple- acabará por identificarse con el Ser, en el que el
jidad del propio texto hegeliano. La interpretación Sujeto y el Objeto acabarán por ser lo mismo,
es tan minuciosa que, por momentos, recuerda a lo que aparece al final del proceso resulta ser el
la clásica de Hyppolite. Ambas pueden tomarse comienzo mismo. En la Certeza Sensible, el sujeto
sin ningún problema como lecturas comentadas cree tener un acceso directo al Ser, a las cosas tal
de la obra, como guías de viaje, en las que nos y como éstas son, es decir, el sujeto, la conciencia
sociedad no son de contenido, sino formales, en histórica nos demuestra que, incluso en las so-
última instancia, metafísicos. ciedades más totalitarias, la historia, entendida
El desnivel que existe entre la producción como la acción de la negatividad en el mundo,
metafísica del concepto de «final de la historia» siempre acaba por abrirse paso. Por otro lado,
y su aplicación práctica lleva al absurdo, y a la nos demuestra también que no existe sociedad
amenaza, para el pensamiento emancipatorio, de humana en la que todos sus miembros se encuen-
querer buscar la sociedad poshistórica en aquellas tren en absoluta identificación con su sociedad
sociedades más cerradas, más autoritarias, con y su modelo social, salvo, precisamente, en los
menor capacidad de autotransformación. Desde regímenes totalitarios en los cuales una superficie
esta perspectiva, podríamos tomar la Unión So- de ideología no puede ocultar, otra vez, la marcha
viética como un ejemplo de sociedad poshistórica, constante de la negatividad.
es decir, como la realización del Saber Absoluto Tal vez, sería mucho más productivo confron-
en el Estado Universal hegeliano. Si fuera así, si tar la dialéctica hegeliana de la conciencia, expresada
la Historia ya hubiera acabado con la aparición en la PhG, con una dialéctica abierta, en la que la
de la Unión Soviética, la realización de sus conte- posibilidad de la emancipación no se convierta en
nidos emancipadores ya habrían estado allí desde la pesadilla de la felicidad forzada. Una dialéctica
el principio. La materialización de la revolución así, como la formulada por Adorno en Negative
tenía que convertirse en un hecho consumado, Dialektik, tendría la ventaja de dejar siempre abierta
y con ella el fin de la historia. Podríamos haber la posibilidad de nuevas transformaciones sociales,
visto en ella la constitución de una sociedad en la precisamente porque el método dialéctico habría
que el conjunto de elementos que la conforman reconocido su limitación a la hora de convertirse
tenían ya una relación de absoluta determinación en la forma superior de conocimiento que podría
englobar al resto. Esto no significa, tampoco, pensar solución sea quitarnos de encima todo rastro de
que las «sociedades abiertas» tematizadas por Popper hegelianismo para no caer en determinaciones
sean el modelo social menos malo de todos. Esto históricas y, por tanto, dejar rienda suelta a la
equivaldría a dar por buena la tesis del liberalismo libertad de mercado y a la libre prosperidad de
clásico y de la Escuela austríaca (Von Mises, Hayek) los individuos sin la menor intervención del Es-
que siempre vio en el socialismo real un tipo de tado. De lo que se trata es de saber si la filosofía
sociedad demasiado cerrada como para garantizar la hegeliana nos dice algo con sentido y nos sirve
aparición de individuos satisfechos y más o menos todavía para entender, justificar, proponer, pro-
identificados con su organización social. Tales socie- yectar formas de organización social en relación
dades, como llevamos viendo desde hace décadas, con un estadio determinado del conocimiento
formulan su principio de libertad sin reconocer que disponible. Todavía queda la posibilidad de que no
algunos son más libres que otros, sin reconocer que, haya aparecido, hasta el momento, un conjunto
en el idílico mercado de compra-venta de bienes y de relaciones sociales que pongan en marcha todo
fuerza de trabajo, algunos acumulan una gran can- el conjunto de conocimientos producidos hasta
tidad de medios e influencias, mientras que otros ni ahora en aras de una sociedad en la que todos,
siquiera pueden llegar a soñar con hacerse visibles ahora sin excepción y en mayoría, puedan sentirse
en la competencia. identificados con ella. Esa posibilidad es la que
En definitiva, no es que la figura hegeliana Hegel sigue ofreciendo en la PhG, y la que pode-
del Saber Absoluto tenga que producir Estados mos extraer de Introducción a la lectura de Hegel.
absolutos o que, por lo menos, les sirvan de coar-
tada metafísica. Pero tampoco se trata de que la Cristopher Morales Bonilla