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República Dominicana

Universidad Autónoma de Santo Domingo


Centro Universitario Regional de San Francisco de Macorís
CURNE
Primada de America
Fundada el 28 de octubre de 1538
Facultad de Humanidades
Escuela de Psicologia

Tema:
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y BULLYING PERCIBIDO EN ESTUDIANTES
DE 6TO. CURSO EN LA ESCUELA ABEL ARANDA OLIVIER, LOS RIELES.
SAN FCO. DE MACORÍS, PERIODO: ABRIL-AGOSTO 2023

Curso Monográfico número 11 CURNE San Francisco Para Optar por el


Titulo de: Licenciatura En Psicología, Mención Escolar
Sustentado por:
Br. Mariely J. Then Hernández CI-0577

Br. Yesenia Reyes Peralta EC-2238

Br. Rosa Alvania Castro Concepción EC-1620

Asesor:

Coordinador:
Las opiniones contenidas en el
presente informe final de la
Periodo investigación son de exclusiva
responsabilidad de los autores.
Agosto, 2023
San Francisco de Macorís, R.D
Título:

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y BULLYING PERCIBIDO EN ESTUDIANTES


DE 6TO. CURSO EN LA ESCUELA ABEL ARANDA OLIVIER, LOS RIELES,
SAN FCO. DE MACORÍS, PERIODO: ABRIL-AGOSTO 2023
Capitulo I. Aspectos Introductorios

Introducción

La inteligencia emocional tiene presencia en todos los contextos en los que se


desenvuelven las personas, sobre todo en el educativo. La inteligencia emocional se puede
considerar como la capacidad que tienen las personas para controlar sus emociones. Esta
requiere también comprender los impulsos y necesidades de las personas, puesto que se
origina dentro de ellas (Díaz, 2018).

Este trabajo consiste en la presentación de un estudio monográfico como requisitos para


optar por título de Lic. en Psicología Mención Escolar, en la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD). Tiene el propósito de: determinar la inteligencia emocional y
bullying percibido en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel Aranda Olivier, Los
Rieles. San Francisco de Macorís, Periodo: Abril-Agosto 2023. Este estudio es importante
ya que aborda el nivel de inteligencia emocional de los estudiantes y la manera en que esta
puede influir en los casos de bullying. La información presentada en este estudio facilitará
instrumentos apropiadas para conocer el tipo de motivación en los estudiantes. El mismo se
ha desarrollado en cinco capítulos, consistentes en los siguientes aspectos:

El primer capítulo incluye el planteamiento del problema del problema; seguido de la


formulación del problema, la sistematización, así como la justificación, algunas
investigaciones previas, tanto a nivel internacional como nacional, relacionadas con el
estudio en cuestión.

El segundo capítulo marco teórico, el cual comprende: conceptos, historia, teorías, los
diferentes enfoques, así como las pruebas psicométricas utilizadas para su evaluación, para
finalizar con las distintas informaciones de la institución en la cual se está efectuando el
estudio.
El tercer capítulo la metodología de la investigación, donde se describe el tipo de
estudio, el cuadro de variables, la ubicación del lugar en el cual se realizó la investigación,
así como la población y la muestra. La descripción del instrumento. Seguido del
procedimiento para la aplicación del instrumento y el correspondiente análisis de datos.

Siguiendo la secuencia de contenido, en el capítulo cuatro se presenta el resultado de la


aplicación del instrumento a los evaluados. Por medio de tablas, con su interpretación de
los resultados de cada una.

En el capítulo cinco discusión, en este se encuentra la comprobación de los objetivos,


las conclusiones arrojadas por esta investigación; así como las recomendaciones, de
acuerdo a los parámetros de la población estudiada. Para finalmente se presentan las
referencias citadas, en orden alfabético, indicando los diferentes autores, la procedencia o
dirección electrónica; de acuerdo con las normas APA y por último los anexos de la
investigación.
Planteamiento del Problema

La inteligencia emocional se define como la capacidad de saber utilizar un sentimiento


adecuado a cada problema que nos plantea la experiencia, siendo la inteligencia emocional
aquella que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones y comprender los
sentimientos de los demás (Moraleda, 2015). Diversas investigaciones se orientan en
conocer con exhaustividad los procesos de aprendizaje y a valorar en qué grado influye la
inteligencia emocional en los estudiantes (Casassus, 2019). Los estudiantes que trabajan su
inteligencia emocional están motivados para prestan atención a la enseñanza y se dedican a
repasar la información, relacionarla con sus conocimientos y hacer preguntas

El bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma


intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al
colegio (Ortiz, 2019). El concepto de bullying se refiere a toda forma de maltrato físico,
verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del
tiempo. La violencia escolar no está solo en las aulas, sino que está en los diferentes
lugares de los centros escolares (Glover. 2017).

A partir de lo antes expuesto, se han evidenciado y para el caso de esta investigación, la


Escuela Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, los profesores han
externado la existencia de diversos casos de conductas violenta en los estudiantes; las
cuales se manifiestan de manera verbal, física y psicológica y que van más allá de simples
juegos; empleando golpes y palabras groseras para expresar sus sentimientos o sus
comportamientos, los cuales, posiblemente han aprendido en casa, en la calle o de sus
amigos. En diálogo con algunos colaboradores del centro de estudio, refieren que este tipo
de conductas se manifiestan en reiteradas situaciones de la vida escolar, ya que los
estudiantes no tienen un adecuado control y regularización emocional.
Así mismo, expresan los docentes que cada día es mayor la frecuencia sobre la falta de
estabilidad emocional de los estudiantes, lo cual hace más difícil y casi imposible la
enseñanza y por consiguiente el aprendizaje, generando así, un clima escolar que dificulta
la formación de un sujeto integral. Por lo general los lugares en los cuales pueden ocurrir
las situaciones de violencia son aquellos en los cuales la víctima se encuentra desprotegido
o en desventaja. Los lugares donde suele frecuentarse el acoso escolar son diferentes: en el
patio, el baño, los pasillos, el comedor, el transporte escolar, los espacios exteriores del
centro (Gonzales, 2019).

Algunas conductas de violencia entre pares son debido a que los adolescentes no tienen
un adecuado control emocional. Las instituciones educativa, reporta que sus estudiantes
presentan características similares referentes a comportamientos violentos, generando
preocupación entre sus autoridades y padres de familia. La inteligencia emocional está
compuesta por un conjunto de aptitudes, competencias, destrezas y habilidades personales
como interpersonales que intervienen en nuestra manera enfrentarnos a las presiones del
medio ambiente, es decir, influye de manera importante en el desarrollo del éxito en la vida.
Este afrontamiento exitoso será resultado de la capacidad que tiene una persona para
comprender, ser consiente, controlar y expresar de manera adecuada sus emociones y esto
se ajustará a las características de su personalidad

En este sentido un buen manejo de las emociones puede ayudar con los casos de
violencia escolar, ya que en muchas situaciones suelen ocurrir debido a que los implicados
no están teniendo un buen control de sus emociones. Por lo tanto, el desarrollo de la
inteligencia emocional es un proceso complejo que puede prevenir la ocurrencia de
situaciones de acoso (Tormo, 2018). Es considerando lo planteado que se formulan las
siguientes preguntas:
Sistematización del Problema

¿Cuál es el nivel de inteligencia emocional y bullying percibido en estudiantes de 6to. curso


en la Escuela Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo: Abril-
Agosto 2023?

¿Cuáles son las características sociodemográficas de los estudiantes de 6to. curso en la


Escuela Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto
2023?

¿Qué nivel de atención emocional presente en los estudiantes de 6to. curso en la Escuela
Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023?

¿Cómo es el nivel de reparación emocional en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel


Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023?

¿Cuál es el nivel de claridad emocional en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel


Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023?
Justificación

La inteligencia emocional es considerada como la capacidad de saber utilizar un


sentimiento adecuado a cada problema que nos plantea la experiencia. Siendo la
inteligencia emocional aquella que permite tomar conciencia de nuestras emociones,
comprender los sentimientos de los demás, tolerar las pasiones y frustraciones.

La presente investigación se realiza con el objetivo de determinar el nivel de inteligencia


emocional y bullying percibido en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel Aranda
Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023, permitió a la
institución; conocer sus a los estudiantes en lo referente a sus competencias emocionales y
así obtener mejor resultado en sus interacciones dentro del ambiente educativo y podrán
trabajar en el mejoramiento de estas según sus necesidades que implique de manera
positiva un mayor desarrollo de sus habilidades emocionales.

De acuerdo a la relevancia teórica, esta investigación podría a conocer las condiciones


de los estudiantes de esta institución en lo referente a los niveles de inteligencia emocional
que presentan y como esta puede impactar en los casos de bullying. Partiendo de estos
datos se pueden elaborar una serie de estrategias en las que se podrán abordar los casos que
más los necesiten.

Así mismo, en lo referente a la relevancia científica, tendría por finalidad dar una
perspectiva psicológica en el contexto escolar a los casos de bullying de los estudiantes
desde las dimensiones de la inteligencia emocional. Los resultados de la presente
investigación beneficiarán no sólo a los profesionales de la psicología, quienes podrán
utilizarlos como antecedentes de futuras investigaciones; también podrán ser aprovechados
por la Escuela Abel Aranda Olivier Los Rieles, pues, podrán tener conocimiento de cómo se
presenta un inadecuado desarrollo de la inteligencia emocional y como esta puede influir
de manera negativa en manifestación de casos de bullying.
Además, se justifica por su relevancia social, puesto que, podría medir y generar mayor
claridad, respecto a un problema que poco a poco ha ido incrementando, incluso no solo en
los centros educativos públicos o privados sino en la sociedad en general. En la
investigación se presenta un instrumento actual y adaptado para el contexto el cual se está
evaluando, el cual podría ser utilizado en futuras investigaciones o si las autoridades
educativas lo desean, utilizarlo como medio diagnóstico para conocer la realidad educativa
de sus instituciones escolares en lo referente a la inteligencia emocional.

También, dicha investigación se justifica de forma práctica, puesto que los resultados
obtenidos podrían ser un referente para toda la comunidad educativa, especialmente en
nuestra localidad, de San Francisco de Macorís. Además las informaciones obtenidas
podrían aportar datos e informaciones a la Universidad Autónoma de Santo Domingo,
Recinto San Francisco de Macorís, ya que al socializar los resultados arrojados se
plantearían medidas de prevención como la implementación de programas educativos y de
intervención desde la unidad de psicología, enfocados en la promoción del desarrollo de la
inteligencia emocional como factor preventivo de las conductas de bullying en los
estudiantes.
Objetivo General y Específicos

Objetivo General

Determinar el nivel de inteligencia emocional y bullying percibido en estudiantes de 6to.


curso en la Escuela Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo:
Abril-Agosto 2023.

Objetivos Específicos

Distinguir las características sociodemográficas en los estudiantes de 6to. curso en la


Escuela Abel Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto
2023.

Describir el nivel de atención emocional en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel


Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023.

Destacar el nivel de reparación emocional en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel


Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023.

Identificar el nivel de claridad emocional en estudiantes de 6to. curso en la Escuela Abel


Aranda Olivier, Los Rieles, San Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023.
Antecedentes

Desde la psicología, el interés por la inteligencia emocional se ha centrado la idea muy


extendida actualmente que una persona con alto desarrollo de sus capacidades emocionales
será más productiva, en tal sentido, se ha realizado una búsqueda de los estudios publicados
tanto en el contexto internacional, como el nacional.

Antecedentes Internacionales

Vázquez (2019) estudió la inteligencia emocional en jóvenes agentes pastorales


miembros de una comunidad en una iglesia del distrito de Lurín, Lima, Perú. Tesis de grado
para optar por el título de psicología mención clínica. Con el objetivo de conocer el nivel de
inteligencia emocional de los jóvenes agentes pastorales miembros de una comunidad en
una iglesia del distrito de Lurín, la muestra estuvo compuesta por 71 participantes con
edades desde 10 a 17 años, quienes fueron seleccionados con un muestreo no probabilístico
de tipo intencional. Se utilizó el instrumento de la escala de Inteligencia Emociona
“TMMS-24 (Trait Meta-Mood Scale) “compuesto por 24 ítems, con una escala tipo Likert,
con tres dimensiones: Atención emocional, claridad de sentimientos, reparación emocional,
creado por Salovey y Mayer. Se concluyó que el nivel de inteligencia emocional en los
jóvenes agentes pastorales miembros de una comunidad en una Iglesia del Distrito de Lurín
se encontró en un nivel medio, sin embargo la mayoría de la muestra presentó dificultades
en lo referente a la atención emocional ya que no perciben sus sentimientos propios y de
otras personas en el mismo momento que se dan, sintiéndose interferidos por otros
estímulos o no estar altamente concientizados de sus emociones y de los demás. La claridad
emocional que presentaron los participantes en el estudio se encontró que la mayoría de los
que estuvieron un nivel alto de claridad emocional. Por lo que se pudo considerar que estos
adolescentes tienen una idea clara de cómo son sus sentimientos y por tal motivo son
capaces de definir cada uno de sus estados emocionales en los momentos que son
necesarios. la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas: Descubrir las
emociones y sentimientos propios, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las
relaciones personales. La inteligencia emocional es la capacidad humana de sentir,
entender, controlar y modificar estados emocionales de uno mismo y en los demás.
Conde (2017) investigó la inteligencia emocional en estudiantes de un centro privado del
distrito de Santa Anita, Lima, Perú. Tesis de grado, para optar por el título de psicología
clínica. El objetivo general del estudio fue determinar el nivel de inteligencia emocional en
los estudiantes del distrito de Santa Anita. La investigación correspondió al tipo básico con
un enfoque cuantitativo, de diseño no experimental transaccional a nivel descriptivo. La
muestra estuvo compuesta por 103 estudiantes, 55 varones y 48 mujeres. Para la
recolección de datos se utilizó el instrumento TMMS-24 que evalúa la inteligencia
emocional. Se concluyó que los participantes mantenían un nivel alto de inteligencia
emocional. En la dimensión comprensión emocional la mayoría de los colaboradores
estuvieron en un nivel alto. En la dimensión atención emocional la mayoría de los
colaboradores estuvieron en un nivel alto. El nivel de inteligencia emocional se pone de
manifiesto en la en la capacidad que tengan de ser capaces de enfrentar las situaciones que
se presentan en el ejercicio de sus funciones. En caso de que no se trabaje las competencias
emocionales de los participantes de la pastoral ocasionaría que estos presenten poca
capacidad para ponerse en el lugar de sus compañeros u otra persona, que pase por algún
problema, lo que dificultaría: sus relaciones interpersonales, ser asertivo a la hora de
expresar lo que sienten y ser capaces de comprender tanto sus emociones, como la de los
demás. La inteligencia emocional es importante en todas las áreas de la vida de las
personas, no solo en lo que respecta al área personal, sino también, en el trabajo y las
interacciones con los demás. En este mismo sentido también es importante considerar los
beneficios que se generan a favor de los pastores ya que mientras más habilidades
emocionales poseen una persona tendrá una mayor facilidad a la hora de realizar sus
funciones
Sánchez (2016) efectuó un estudio de la Inteligencia Emocional, Cognitiva y acoso
escolar. Tesis de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México) para optar por el título
de licenciatura en psicología mención escolar. Con el objetivo de detectar el perfil de
inteligencia emocional y la validez y confiabilidad del test TMMS-24. Se trabajó con un
análisis descriptivo correlacionar no experimental y la muestra fue por conveniencia con
una cantidad de 137 en edades que oscilan entre los 11 y 17 año. Se llegó a la conclusión de
que los participantes presentaron un nivel bajo de inteligencia emocional. Las personas
atrapadas en sus emociones son volubles. Presentan poco desarrollo de su comprensión
emocional y por esto suelen sentirse desbordadas por todo tipo de sentimientos y no tienen
prácticamente conciencia de lo que en realidad les ocurre lo que se puede traducir en ira y
frustración. Las personas con competencias emocionales desarrolladas. Saben en cada
momento que están sintiendo. Cuando experimentan emociones negativas no luchan a
brazo partido intentando reprimirlas, más bien, se limitan a reconocer la emoción
dominante. En los últimos años el tema de la inteligencia emocional ha sido objeto de
múltiples atribuciones de éxito y en la vida profesional y que los evaluados mostraron
poseer un nivel más alto de atención emocional siendo esto un elemento a tomar en
consideración para el éxito profesional de los que intervinieron en la investigación. La
inteligencia emocional es la facultad que combina elementos de tipo social mezclado con
una serie de competencias que se centraliza en la persona y en las que los rodean de una
forma efectiva. Además la inteligencia emocional es la habilidad de conocer los
sentimientos de la misma persona y las que lo rodean, teniendo una habilidad innata de
sacarle los mejores beneficios para ambos, siempre hay que recordar que las emociones
afectan tanto al que las emite como a quienes le rodean es por ellos que el buen uso de las
mismas pueden ser de gran beneficio tanto en nuestra vida diaria como en el entorno
laborar o institucional en el cual nos encontremos
Mandujano (2016) realizó una investigación sobre la inteligencia emocional como
elemento esencial para prevenir los casos de violencia escolar, tesis de la universidad
Autónoma de México para optar por el título de licenciado en administración. El objetivo
de esta investigación fue conocer los niveles de inteligencia emocional en los participantes.
Este fue un estudio descriptivo, la muestra estuvo constituida por 70 estudiantes de nivel
primario. Se utilizó el cuestionario TMMS-24. Se concluyó que en cuanto nivel de claridad
emocional los participantes se encontraron en un nivel alto. Estos resultados arrojan
evidencias sobre el papel potencial de las destrezas emocionales y sugirieron la
implementación de actividades que contemplen el desarrollo de estas habilidades
emocionales básicas como base para una mayor eficiencia de los programas de formación
de resolución de conflictos sociales. La inteligencia emocional es la habilidad de conocer
las emociones de la persona en cuestión de controlar las reacciones de las mismas y estas a
su vez ser un ente capaz de interpretar las emociones de los demás y no permitir que las
mismas afecten de forma negativa al desenvolvimientos de las actividades en cuestión. El
control de esta permitirá una mejor armonía en el lugar en que se encuentren las personas y
que logren entenderse y trabajar en común con metas establecidas. Es debido a esto que se
cree que este tipo de inteligencia toma elementos en consideración, como la capacidad de
dominio de sí mismo que tiene la persona, siempre es importante recordar que a la medida
en que se es capaz de controlarse a sí mismos ante determinada situación podremos sacar
un mayor provecho, el dominio de sí mismo es relevante en lo que respecta a la inteligencia
emocional y más en una sociedad que avanza tan rápido que no permite que nos tomemos
un momento en el cual podamos percibir cuales son las mejores decisiones no solo para
nosotros sino también para las personas que nos rodean y que de una forma u otra se verán
afectados por las decisiones que tomemos
Valenzuela (2015), presentó el tema, acoso escolar e inteligencia emocional en las aulas
chilenas Construcción de significados que otorgan los alumnos de secundaria, al acoso
escolar entre pares en un colegio de la comuna de las condesas”. Tesis para Optar al Grado
de Magister en Educación con Mención en Curriculum y Comunidad educativa. El enfoque
fue el cualitativo, utilizando el diseño de estudio de caso, ya que a través de él se pudo
comprender el fenómeno tal como se presenta en este contexto real. Procedimiento, la
recolección de datos se realizó a través de la entrevista en profundidad, permitiendo
conocer los significados que los actores le daban al acoso escolar para evaluar la
inteligencia emocional se utilizó el TMMS-24. Los resultados evidencian dos tipos de
acoso que suele utilizar el agresor y sus cómplices, estos son: el acoso físico y acoso
psicológico. El agresor, sabe cuándo y cómo agredir a sus víctimas, sabe que el mejor lugar
para el acoso físico son los recreos, los patios, los baños y las horas de deporte. Está claro
que pasará desapercibido en estos lugares, que no se notara si le tira la pelota en la cabeza,
a su víctima, o si le hace una zancadilla, o lo empuje o le da un puntapié, sabe además que
esta cobijado por la poca supervisión en estos espacios. El acoso dependiendo de su víctima
puede utilizar el acoso físico o psicológico pero en algunos casos utiliza ambos para
hostigar a su víctima. En el corpus de los datos analizados no se logra develar por qué con
algunas víctimas utiliza un tipo de acoso y en otras ambos. En cuanto a la inteligencia
emocional los participantes se encontraron en un nivel bajo . La inteligencia emocional se ha
convertido en una habilidad necesaria para el buen funcionamiento de la persona, una
habilidad que le proporciona conocer sus estados emocionales, pensar las emociones y
comprender y controlar sus respuestas emocionales y de comportamiento.
Inglés, et al. (2014) realizó un estudio titulado: “Conducta agresiva e inteligencia
emocional en la adolescencia”. En el que se busdo determinar las conductas agresiva e
inteligencia emocional en la adolescencia La muestra estaba compuesta por 314
adolescentes de 12 a 15 años de edad que tuvo como objetivo relacionar la inteligencia
emocional con el comportamiento agresivo, la investigación es de tipo correlacional. Para
la recolección de los datos se utilizaron dos instrumentos de evaluación, el TMMS-24 y el
Aggression Questionnaire short versión (AQ-S). Los resultados demostraron que los
adolescentes que tenían altas puntuaciones en conducta agresiva física, agresividad verbal,
hostilidad e ira mostraron valoraciones significativamente más bajas en inteligencia
emocional, en comparación a sus compañeros con puntuaciones bajas en conducta agresiva
física, verbal, hostilidad e ira, este patrón de resultados fue el mismo tanto para la muestra
total como para varones y mujeres entre los grupos de edad 12 a 14 años y de 15 a 17 años.
El coeficiente de consistencia interna (alfa de Cronbach) obtuvo una puntuación total de 86,
70 agresión verbal, 74 agresión física, 72 hostilidad y 69 ira. En sentido general se
concluyó que los participantes presentaron un nivel bajo en lo referentes a los factores que
integran a la inteligencia emocional específicamente la reparación emocional. La reparación
o regulación de las emociones está vinculada a la creencia que posee la persona sobre su
capacidad de interrumpir estados emocionales negativos y prolongar los positivos, así como
regularlos. Este elemento se concibe como la capacidad de manejar las emociones en la
que, teniendo en cuenta que se actúa en respuesta al pensamiento y que éste está
influenciado por las emociones, es necesario que sean tenidas en cuenta en el razonamiento,
en la forma de solucionar problemas, en los juicios y en las conductas
Antecedentes Nacionales

Luciano et al. (2018) en su estudio de la inteligencia emocional y general en líderes


comunitarios de las Juntas de Vecinos del Municipio de Hatillo, San Cristóbal, Periodo
Octubre-Diciembre 2018. Tesis de grado para optar por el título de psicología clínica. El
objetivo fue determinar el nivel de Inteligencia Emocional y general en líderes
comunitarios, juntas de vecinos del municipio de Hatillo San Cristóbal, durante el periodo
octubre-noviembre 2018. Para esto se seleccionó una muestra no probabilista de 31
participantes, se realizó un estudio descriptivo, transversal, de campo y cuantitativo. Para
esto se utilizó la escala rasgo de meta-conocimientos sobre estados emocionales (TMMS-
24). Concluyendo que en lo referente a la inteligencia emocional según los resultados los
participantes presentaron un nivel medio, ya que aunque se sienten mal, en algún momento
de sus vidas, estos procuran pensar en cosas agradables, tienen pensamientos positivos y
tratan de ser objetivo a la hora de tomar sus decisiones, evitando que sus emociones afecten
el buen desenvolvimiento de sus funciones. La inteligencia emocional incluye la habilidad
para percibir con precisión, valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar
sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender y la habilidad para
regular las emociones, para promover crecimiento emocional e intelectual. La inteligencia
no se basaba únicamente en obtener buenas calificaciones en el ambiente académico, sino
que cada persona tiene un talento diferente y, en ese talento se esconde una inteligencia
superlativa. Al hablar de la inteligencia emocional se puede considerar que las habilidades
que la compone se pueden desarrollar, es decir dichas competencias se pueden ver como
talentos los cuales se pueden ir puliendo y desarrollando durante toda la vida,
principalmente aquellas personas que debido a las actividades que realizan deben estar en
constante interacción con muchas personas. De igual forma este tipo de inteligencia se
puede lograr aumentar a lo largo de la vida y gracias a esto se puede lograr un cambio de
percepción que tenga la persona, es decir una misma situación puede verla en un sentido
distinto dependiendo de la edad y las situaciones en las cuales este
Valerio (2017) investigó la relación entre inteligencia emocional y religiosidad
intrínseca en católicos. Tesis de grado para optar por el título de psicología clínica. La
investigación se enfocó en conocer la relación entre Inteligencia Emocional y Religiosidad
Intrínseca, en estudiantes católicos en Santo Domingo, República Dominicana. El análisis
estadístico fué de tipo descriptivo e inferencial, con un diseño correlacional. Se seleccionó
una muestra de 97 estudiantes de secundaria. Para la recolección de datos se les administró
un consentimiento informado, un cuestionario sociodemográfico, la Escala de Religiosidad
de Hoge y el Inventario Trait-Meta Mood Scale (TMMS-24). Concluyendo que los
participantes no presentan presenta un adecuado nivel de Claridad Emocional. Esto provoca
que los colaboradores no identifiquen ni comprendan los estados emocionales de sí mismos
y de sus compañeros, los cuales no permiten tomar decisiones adecuadas para
comprenderlos mejor y ayudar a solucionar sus problemas. La inteligencia afecta a todas las
dimensiones de la actividad humana, no sólo a la estrictamente cognitiva. Así, gracias a la
inteligencia, el sujeto transforma, en el curso de su vida, la afección y la emoción en
sentimiento espontáneo y reflexivo; modula la memoria en recuerdo autobiográfico
reconstituyendo continuamente el sentido personal que para cada uno tienen su pasado;
eleva la respuesta a conducta deliberada, voluntaria, proyectiva; crea continuamente nuevas
necesidades, se plantea nuevas metas, vive nuevos motivos, intereses y valores. Por su
inteligencia, la persona necesariamente tiene que inventar nuevas condiciones, fines y
aspiraciones desde las cuales vivir una vida que merezca la pena que intente desvelar el
sentido de su vida, de su muerte y de su mundo. Las competencias pertenecientes a esta
inteligencia no cognitiva están constituidas por elementos emocionales, personales y
sociales que están interrelacionados entre sí. La inteligencia emocional percibida se centra
en el metaconocimiento o creencias individuales que poseen las personas con respecto a
conceptos propios de la inteligencia emocional como habilidad emocional
Núñez y Acosta (2016) en la investigación Acoso escolar y Bullying en la Escuela
Augusto Pineda en la comunidad de Santana, Municipio Nizao, Provincia Peravia,
República Dominicana durante el período Noviembre 2015 - Enero 2016”. Se realizó un
estudio descriptivo, aleatorio, prospectivo y de corte transversal en el período Noviembre
2015 – Enero 2016 con una muestra de 118 estudiantes de la Escuela Básica Augusto
Pineda de la comunidad de Santana. Para la recolección de los datos fue utilizado un
Cuestionario para la Exploración del Bullying. De 118 estudiantes encuestados 69 (58%)
afirmaron haber sido acosados y 49 (42%) lo negaron. El sexo masculino fue el más
afectado, representando un 37% de los estudiantes acosados. Los estudiantes de 15 años
fueron los más afectados, representando un 42% de la muestra. El lugar más frecuente
donde ocurre el acoso escolar fue en el patio, representando un 45%; seguido del aula sin el
profesor, representando un 42%. En cuanto a la victimización esta se encontró condición
intermedia. Se concluyó que según los datos obtenidos por la investigación confirman la
presencia de acoso escolar en la Escuela Augusto Pineda en un nivel alto. Se recomienda
realizar jornadas de capacitación tanto para padres como profesores y personal docente con
el fin de orientarlos a cómo enfrentar el problema en la escuela y en el hogar. Dar
seguimiento en conjunto con el departamento de psicología a las víctimas y a agresores. En
cuanto a la inteligencia emocional esta se encontró en un nivel bajo. La atención emocional
se encontró en un nivel bajo. La atención a los sentimientos es el grado en el cual los
individuos creen prestar atención y observar sus emociones y sentimientos. El factor de
atención emocional es uno de los componentes más imprescindibles de la inteligencia
emocional, ya que es en él en donde se perciben los sentimientos propios en el mismo
momento en el que se dan.
Espaillat (2016), presento como tema Factores de la inteligencia emocional que se asocian a
la violencia en el contexto escolar y familiar de adolescentes en República Dominicana”.
Tesis Doctoral. Este fue un estudio descriptivo, de campo y de corte transversal. La
población de estudio fueron los estudiantes desde séptimo hasta duodécimo grado de
escuelas de diferentes clases sociales de la ciudad de Santo Domingo. La muestra formada
por estudiantes de tres centros educativos de la ciudad de Santo Domingo, que se
consideran representativos de tres estratos sociales. Para la selección de los centros,
tuvimos en cuenta la ubicación del barrio al que pertenecían y el costo de la matrícula. Se
trabajó con un total de 200 estudiantes, a los cuales se les aplico un Cuestionario para la
Exploración del Bullying. Los niveles de agresión se encontraron en un nivel alto. En
cuanto a la evaluación del agresor este se encontró en un nivel alto. Se pudo concluir que el
pobre manejo de los impulsos agresivos, por parte del agresor, es una manifestación de falta
de habilidades sociales y falta de inteligencia emocional, para poder hacerle frente a las
situaciones que se les presentan. El nivel de violencia escolar se encontró en condiciones
altas, mientras que la inteligencia emocional de los estudiantes se encontró en un nivel bajo.
El factor de claridad emocional se encontró bajo. La claridad emocional hace referencia a
cómo creen los sujetos percibir sus emociones y es la habilidad para comprender los
propios estados emocionales. El individuo posee un grado de percepción de sus emociones,
y es en esta dimensión en donde se evalúa esa adecuada y óptima percepción de los estados
emocionales asumiéndolos como tales y expresándolos adecuadamente. Además, hace
referencia a comprender correctamente la naturaleza de esos estados emocionales, es decir,
la causa que los genera
Capitulo II. Marco Teórico
Conceptos de Inteligencia Emocional Según Autores

Al hablar de inteligencia suelen surgir una serie de definiciones, algunos la consideran


como la capacidad que tiene una persona para solucionar problemas, hasta cierto punto esta
se podría considerar como la definiciones general de lo que se podría llamar inteligencia
(Carrillo y López, 2014). Uno de los autores más conocidos por la facilidad en lectura con
la que logró la divulgación de la importancia del mundo emocional es Goleman (citado por
Bisquerra, 2016) con su libro Inteligencia emocional, quien define a las emociones como
impulsos para la acción. Según Goleman (citado por Cabello, et al. 2016) la inteligencia
emocional, es definida como la habilidad para percibir, comprender, asimilar y regular las
emociones propias y la de los demás,

Para Mayer y Salovey la inteligencia emocional es la facultad que combina elementos de


tipo social mezclado con una serie de competencias que se centraliza en la persona y en las
que los rodean de una forma efectiva (Damasio, 2014). Además la inteligencia emocional
es la habilidad de conocer los sentimientos de la misma persona y las que lo rodean,
teniendo una habilidad innata de sacarle los mejores beneficios para ambos, siempre hay
que recordar que las emociones afectan tanto al que las emite como a quienes le rodean es
por ellos que el buen uso de las mismas pueden ser de gran beneficio tanto en nuestra vida
diaria como en el entorno laborar o institucional en el cual nos encontremos (Casassus,
2019).

Por consiguiente en definitiva se puede considerar que la inteligencia emocional es la


habilidad de conocer las emociones de la persona en cuestión de controlar las reacciones de
las mismas y estas a su vez ser un ente capaz de interpretar las emociones de los demás y
no permitir que las mismas afecten de forma negativa al desenvolvimientos de las
actividades en cuestión. El control de esta permitirá una mejor armonía en el lugar en que
se encuentren las personas y que logren entenderse y trabajar en común con metas
establecidas.
Es debido a esto que se cree que este tipo de inteligencia toma elementos en
consideración, como la capacidad de dominio de sí mismo que tiene la persona, siempre es
importante recordar que a la medida en que se es capaz de controlarse a sí mismos ante
determinada situación podremos sacar un mayor provecho, el dominio de sí mismo es
relevante en lo que respecta a la inteligencia emocional y más en una sociedad que avanza
tan rápido que no permite que nos tomemos un momento en el cual podamos percibir
cuales son las mejores decisiones no solo para nosotros sino también para las personas que
nos rodean y que de una forma u otra se verán afectados por las decisiones que tomemos
(Castellanos y Hidalgo, 2016).

Es debido a lo planteado que es necesario que se aprenda a vivir el aquí y el ahora como
una forma de poder sacar provecho a las situaciones que nos ocurren y que no nos sintamos
como que nos ahogamos en la situación en cuestión. La inteligencia emocional se ha
convertido en una habilidad necesaria para el buen funcionamiento de la persona, una
habilidad que le proporciona conocer sus estados emocionales, pensar las emociones y
comprender y controlar sus respuestas emocionales y de comportamiento. En los últimos
años las emociones se han puesto de moda y existe un mayor interés por conocer todo lo
relacionado al mundo de los sentimientos (Collado y Cárdenas, 2013).

A esta moda de las emociones se suma el hecho de que cada vez más en los periódicos,
en la televisión, en las conversaciones, surjan comentarios sobre fenómenos violentos o
trágicos (como el suicidio), en donde la persona actúa sin conocer la causa y después se
arrepiente de lo realizado y no entiende cómo pudo efectuar esa conducta. Fenómenos
como el tema del Bullying, del acoso o agresión hacia compañeros de escuela o en el grupo
de iguales. Sumado a este hecho, se encuentra la vulnerabilidad de la identidad en el
adolescente, el cual en muchas ocasiones se encuentra desorientado, sin saber qué hacer,
con quién hablar, con incomprensión de sí mismo tanto de cómo es o de lo que siente y
desea (Damasio, 2014)
Historia de la Inteligencia Emocional

En las últimas décadas gracias a las investigaciones llevadas a cabo en el campo de las
emociones se pudo corroborar las distintas direcciones que han tomado estas a lo largo de
estos años. Actualmente se conocen muchas más cosas sobre las emociones, han empezado
a asumir junto con la cognición, su papel como agentes implicados en la adquisición de la
identidad del sujeto. Su desarrollo y maduración, y en todos los aspectos propios del mismo
tanto físicos como psicológicos (Dessler, 2016).

Las diferentes respuestas que se dan en la misma situación y en igualdad de condiciones,


aquellas respuestas que van acompañadas o inmediatamente seguidas de la satisfacción del
animal quedarán más firmemente conectadas con la situación, de modo que, cuando ésta
tenga lugar de nuevo, dichas respuestas tendrán mayor probabilidad de darse; aquellas otras
respuestas que van acompañadas o inmediatamente seguidas de sensación de mal estar para
el animal.

Otro elemento a tomar en consideración al momento de hablar de inteligencia emocional


se encuentra, la perseverancia esto no es más que saber luchar incansablemente por lo que
queremos sin importar las veces que lo tengamos que intentar lo importante es tener la
convicción de que podremos alcanzarlo. Junto a la perseverancia siempre es bueno
mencionar a la disciplina es necesaria en todas las actividades que decidamos efectuar ya
que si lo hacemos sin una disciplina correcta, terminaremos realizándolas de una forma
vacía y con resultados poco provechosos. Las personas disciplinadas siempre tratan de
buscar la mejor forma de solucionar las situaciones (Durán, 2015).

Además se encontró lo que se conoce como las comprensiones de los demás, esto
último es primordial y más cuando se trata de inteligencia emocional ya que en la medida
que seamos capaces de entender a los demás lograremos lidiar con las diferencias y trabajar
de forma unísona para alcanzar metas en común que de una forma separadas serían muy
difíciles de lograr. Una persona que sea inteligente emocionalmente es consciente de las
necesidades propias y por ende lograra satisfacer y conocer de una forma más profundas a
las de las demás personas (Extremera y Fernández, 2013).
Clasificación de la Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y


expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan
pensamientos; la habilidad de comprender y la habilidad para regular las emociones, para
promover crecimiento emocional e intelectual (Salmurri, 2015).

Sin embargo, en los últimos años, el psicólogo Howard Gardner planteó que, además de
la capacidad lingüística y la lógico-matemática, el hombre tiene otras habilidades y que por
ellos la inteligencia no se puede medir correctamente realizando pruebas que sólo valoren
estos aspectos. Durante años se dedicó a la observación de sujetos con lesiones cerebrales o
que habían padecido accidentes vasculares y verificó que muchos, después de sufrir el
accidente cerebral, perdían total o parcialmente ciertas aptitudes intelectuales pero que otras
quedaban intactas. Además, éstas no eran siempre las mismas sino que variaban de un
sujeto a otro (Platero, 2015).

En otras palabras, para este psicólogo, la inteligencia no se basaba únicamente en


obtener buenas calificaciones en el ambiente académico, sino que cada persona tiene un
talento diferente y, en ese talento se esconde una inteligencia superlativa. De esta manera,
propuso la teoría que en un futuro sería la base de los estudios de los tipos de inteligencia
emocional (Pérez y Medrano, 2013). En la teoría de las inteligencias múltiples, se señala
que existen 8 tipos de inteligencias diferentes, dentro de las cuales podemos distinguir dos
tipos de inteligencia emocional:

Inteligencia interpersonal. Este es uno de los tipos de inteligencia emocional que


menciona dentro de su teoría. Según Gardner, esta clasificación de la inteligencia
emocional implica la capacidad de mostrar empatía ante los demás e interpretar
correctamente sus emociones. Este tipo de inteligencia tiene la finalidad de mejorar la
comunicación y, como su nombre lo dice, te permite desarrollar tus relaciones
interpersonales (Salmurri, 2015).
Inteligencia Intrapersonal. A diferencia de la anterior, este tipo de inteligencia está
orientada al autoconocimiento. Una persona con la inteligencia intrapersonal desarrollada
es capaz de ser consciente de sus emociones y comprender cómo estas repercuten en sus
pensamientos y acciones (Sánchez, 2016).

Teorías Sobre la Inteligencia Emocional

Se ha tenido el concepto de que la inteligencia es algo que nace la persona y por ende no
se puede cambiar, mejorar. Sin embargo al hablar de la inteligencia emocional se puede
considerar que las habilidades que la compone se pueden desarrollar, es decir dichas
competencias se pueden ver como talentos los cuales se pueden ir puliendo y desarrollando
durante toda la vida, principalmente aquellas personas que debido a las actividades que
realizan deben estar en constante interacción con muchas personas. De igual forma este tipo
de inteligencia se puede lograr aumentar a lo largo de la vida y gracias a esto se puede
lograr un cambio de percepción que tenga la persona, es decir una misma situación puede
verla en un sentido distinto dependiendo de la edad y las situaciones en las cuales este
(Fernández, et al., 2017).

Mientras más aumentan las posibilidades de comunicación con las que cuentan las
personas de igual forma se actualizan las exigencias sociales y las habilidades con las que
contamos para que esa interacción se lo mas efectiva posibles. Es debido a esto que el día
de hoy se tiene conocimientos de que la mejor forma de respuestas a los distintos cambios
por los cuales estamos pasando es la inteligencia emocional y el buen uso que hagamos de
la misma, esta permite que seamos capaces de entender y comprender las emociones
propias y las de los demás y permite que tengamos una comunicación más eficaz esto se ve
mucho más reflejado dentro de las instituciones ya que en mucho sentido se podría decir
que la inteligencia emocional se pone de manifiesto dentro de las organizaciones
(Bisquerra, 2016).
La inteligencia afecta a todas las dimensiones de la actividad humana, no sólo a la
estrictamente cognitiva. Así, gracias a la inteligencia, el sujeto transforma, en el curso de su
vida, la afección y la emoción en sentimiento espontáneo y reflexivo; modula la memoria
en recuerdo autobiográfico reconstituyendo continuamente el sentido personal que para
cada uno tienen su pasado; eleva la respuesta a conducta deliberada, voluntaria, proyectiva;
crea continuamente nuevas necesidades, se plantea nuevas metas, vive nuevos motivos,
intereses y valores. Por su inteligencia, la persona necesariamente tiene que inventar nuevas
condiciones, fines y aspiraciones desde las cuales vivir una vida que merezca la pena que
intente desvelar el sentido de su vida, de su muerte y de su mundo (Bisquerra y Laymuns,
2016).

La inteligencia no es una actividad mental ciega o aleatoria, sino que se dirige


positivamente a la consecución de objetivos que suponen necesidades concretas de la
persona. Adaptación, selección y transformación son funciones de la inteligencia en un
contexto determinado. Estas funciones pueden, aunque no necesariamente, ser utilizadas
jerárquicamente apareciendo una, cuando fracasa la otra. A través de estas funciones los
componentes de la inteligenciase aplican al mundo real y los modos de esta aplicación
pueden diferir ampliamente entre individuos y grupos, de manera que la inteligencia no
puede ser comprendida independientemente de las maneras como se manifestarse en los
distintos contextos (Brunet, 2017).

Teoría de la Inteligencia Emocional de Goleman

La inteligencia emocional se divide en cinco habilidades principales todas ellas se


complementan de una forma tal que se pueden obtener los mejores resultados de las
mismas. Se pueden iniciar con aquellas que son las básicas personales, estas son las que
todas las personas deberían dominar ya que permitirían una mayor comprensión de las
situaciones a las cuales son sometidas. Luego siguen aquellas que son las sociales estas son
las que se desarrollan en base a la interacción con las personas que nos rodean y con
relación a la forma en que le damos respuestas a las emociones que recibimos de estas
(Hernández, 2014).
De igual forma se tiene lo que se conoce como aptitudes dentro de las cuales se
encontraron: el autoconocimiento, elemento necesario al realizar cualquier labor tanto de
tipo laboral, familiar y de cualquier índole, esta es necesaria en el momento en que tenemos
que tomar alguna decisión de la cual seremos afectados de forma directa como
indirectamente. En esta se encontró un elemento importante el cual es la confianza que
tengamos en nosotros mismos la cual mientras más conocimientos tengamos de la forma en
que nos sentimos por consecuencia aumentara y permitirá que podamos plantearnos
mayores metas siempre con la convicción de que podamos alcanzarlas (Iratxe, et al., 2015).

La autorregulación, esto no es más que la capacidad de manejo de las emociones de una


forma tal que nos permitan alcanzar las labores que tenemos planteadas en vez de ser un
estorbo, en definitiva es utilizar las emociones de una forma útil que es un arma que nos
permita alcanzar las metas planteadas en vez de ser un obstáculo para la misma. Dentro de
esto es necesario mencionar la adaptabilidad, en algunas ocasiones se ha dicho que la
inteligencia también se mide en base a la capacidad de adaptación que tienen las personas
es decir que mientras más elevada sea un individuo se podría considerar mucho más
inteligente que otro y esto a su vez se convertiría en un elemento muy importante a la hora
de plantearse algún logro ya que tendría una mayor posibilidad de alcanzarlo frente a otro
que tenga un bajo nivel de adaptación (Landy, 2015).

Es mucho lo que se habla sobre inteligencia emocional, pero en la mayoría de los casos
no se es capaz de entenderla en su totalidad, ni de definir de manera exacta. Sin embargo
existen muchas definiciones, de autores diferentes, que se complementan entre sí para
mostrarnos mejor lo que es este nuevo constructo que demuestra tener una importancia
elevada para el manejo de nuestras emociones. Goleman (2001) psicólogo americano
defiende en su obra titulada ‘Inteligencia emocional’ que el éxito de una persona no viene
determinado únicamente por su coeficiente intelectual o por sus estudios académicos, sino
que entra en juego el conocimiento emocional.
Goleman explica que vivimos en una época en la que el entramado de nuestra sociedad
parece descomponerse aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la
mezquindad espiritual parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva. De ahí la
importancia de la inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los
sentimientos, el carácter y los impulsos morales. Además, existe la creciente evidencia de
que las actitudes éticas fundamentales que adoptamos en la vida se asientan en las
capacidades emocionales subyacentes.

Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de
todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos
decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos quienes carecen de autocontrol
adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye
el fundamento mismo de la voluntad y del carácter (Montoya et al., 2016).

En este mismo sentido se tiene lo que se ha conocido como inteligencia emocional, lo


cual se podría considerar como la habilidad de conocimiento de las emociones personales y
las de los que los rodean siempre tratando de sacar el mayor provecho posible de la misma
La inteligencia emocional concerniría la vinculación de las tres esferas de estudio de la
psicología comentadas en páginas precedentes (Muñoz, 2015).

Por lo tanto, se relaciona con conceptos estudiados con anterioridad pero lo innovador es
la formulación de su aplicación y las relaciones establecidas, así como la importancia
otorgada en cuanto a ser considerados como factores que proporcionan niveles de bienestar
y éxito en la vida. Nosotros aceptamos que la inteligencia emocional se nutre de conceptos
y de teorías anteriormente existentes al surgimiento del concepto de inteligencia emocional,
pero como señala Montoya (2016) “Pero esas ideas, y otras similares, resultan bastante
alejadas del núcleo conceptual de inteligencia emocional, aunque comparten con ella el
punto de partida referido a considerar que el manejo de las emociones resulta muy
importante para el desarrollo personal”.
Como se pudo observar de lo expresado anteriormente Salovey y Mayer proponen que
las emociones han de aprovecharse en sentido positivo y para conseguirlo es necesario
aprender e interpretarlas como una fuente de información sobre los procesos de nuestra
mente y no como una reacción automática que no se es capaz de controlar. Dichas
emociones deben ser controladas y no permitir que se desborden (Navarro, 2015).

Teoría de la Inteligencia Emocional de Gil Adi

Esta teoría se centra en el individuo mismo y en la necesidad de independencia que


posea el mismo tomando elementos tan importantes como son la capacidad de adaptación y
el liderazgo esto es debido a que es probable que el rol de líder exija de la persona que lo
desempeña tengan la capacidad de adaptarse no solo a cualquier situación, sino a algún tipo
de persona. En este sentido se ha dicho que mientras más inteligente sea una persona tendrá
una capacidad más elevada de adaptación y por ende tendrá mucha más posibilidad de
influir en otros (Páez y Castaño, 2015).

Además de las mencionadas otra característica es la inconformidad, esto es debido a que


en todo momento la persona inteligente busca la forma de realizar mejor cada una de las
actividades que realiza y de igual forma le exige a su equipo de trabajo que cada día sean
mejor, esto hasta cierto punto es bueno, aunque en alguna ocasiones podría ser negativo ya
que conllevaría a someter a su equipo de trabajo a fuertes exigencia que en algunos casos
no pueden ser cumplidas, produciendo esto una insatisfacción (Pea y Repetto, 2015).

Teoría de los Cuatros Pilares de la Inteligencia Emocional

Al momento de entrar dentro de los modelos referentes a la inteligencia emocional es


necesario centrase en que esta se enfoca en el desarrollo del individuo, siempre es bueno
tener en cuenta que para que una persona se desarrolle de forma adecuada se deben toma en
consideración los distintos pilares que integran a este modelo dentro de los que se
encuentran: que tanto se conoce la persona en lo que respecta a su forma de proceder, es
decir sus emociones, como reaccionaria una persona ante determinada situación y cómo
podríamos lograr que esa conducta sea lo más provechosa posible tanto para el que al emite
como el que la recibe (Platero, 2015).
Otro elemento a tomar en consideración es la aptitud que adoptamos frente a una
situación siempre se ha dicho que mientras más flexible sea una persona más oportunidad
tendrá de comprender los sentimientos de los demás. De igual forma el ser flexible ayuda a
que se produzcan una menor cantidad de conflicto y en caso de producirse dicha persona
puede servir como mediador entre los involucrados (Ruíz, 2013).

La profundidad emocional se centró en la utilización de la inteligencia emocional en


nuestro lugar de trabajo y que tan provechosa puede ser esta para la institución, siempre es
bueno recordar que dentro de una organización suelen ocurrir una serie de malas
interpretaciones por la comunicación. Generalmente las informaciones no son recibidas de
primera mano lo que produce que suelan ocurrir lo que se conoce como rumores que en la
mayoría de los casos son mal enfundados (Salmurri, 2015).

La alquimia emocional se refirió a conocerse primero a uno mismo y el estado que le


produce cada emoción al momento de lograr esto podremos trasformar a los demás y la
forma en que reaccionamos ante determinada situación. Este elemento se relaciona mucho
con el planteado anteriormente debido a que la mayoría de los casos la forma impulsiva en
que reaccionamos es que produce situaciones que generalmente luego de que pasa
terminamos arrepintiéndonos (Sánchez, 2016).

Enfoques de la Inteligencia Emocional

Los distintos enfoques que abordan a la inteligencia emocional se centran en los


diferentes factores que la integran. En la presente investigación se tomaran en cuenta varios
aspectos principales de la inteligencia emocional los cuales se desglosan a continuación:
Enfoque Psicométrico

Las teorías psicométricas han dado como resultado una serie de pruebas de inteligencia y
varios métodos estadísticos para la calificación de las pruebas, entre las teorías o modelos
de habilidades cognoscitivas se menciona la teoría bifactorial expuesta por Spearman quien
utilizó el método factorial (Carrillo y Díaz, 2019). En 1927, plantea la existencia de un
factor general y específicos. El factor general o G es común a todos los test y lo relaciona
con la habilidad, velocidad, intensidad y coeficiente intelectual, en cambio el factor S o
específico es exclusivo de cada prueba y sujeto (Camps, 2019). Esto indica que el autor
trata de expresar que a pesar que diferentes sujetos que posea el mismo nivel de habilidad
mental, sus aptitudes se desarrollan de diferente manera.

Por otra parte, Thurstone propone realizar un perfil aptitudinal en el cual expresa las
diferencias entre dos individuos con el mismo coeficiente intelectual. En dicho perfil se
describe una serie de rasgos que funcionan independientes, lo cual lo lleva a crear un
análisis multifactorial (Castillo, 2019). Para lo cual, divide la inteligencia en siete
habilidades mentales primarias: comprensión verbal, fluidez verbal, capacidad numérica,
ubicación espacial, memoria, razonamiento y velocidad perceptual. Dado que, Thurstone
trata de explicar la inteligencia mediante varias habilidades mentales, el sujeto desarrolla
una de las mismas con el fin de compensar las demás (Durán, 2015).

De igual manera, Cattell trabajo con un análisis factorial, identifica dos dimensiones
generales como: la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada. La primera se asocia
con habilidades no verbales y culturalmente independientes, como la memoria de trabajo, la
capacidad de adaptación y nuevos aprendizajes, y la llegó a definir como “la piedra angular
de la cognición humana” (Glover. 2017, p. 46). Este tipo de inteligencia sigue un proceso
para alcanzar cierto nivel de madurez en la adolescencia; luego comienza a declinar en la
vejez debido al deterioro de las estructuras fisiológicas.
En cuanto a la inteligencia cristalizada, esta se encuentra relacionada con una noción
más particular, además de estar acompañado de aspectos culturales y educativos, así mismo
tiene que ver con los razonamientos inductivos, experienciales y silogísticos (Guerri, 2016).
Es decir, el segundo tipo de inteligencia se encuentra relacionada a un aspecto más
ambiental o cultural en el cual el individuo adquiere nuevos conocimientos y destrezas en
base a lo que experimenta en su entorno.

Más tarde, Guilford crea un modelo de la estructura del intelecto, el cual se encontraba
conformado por tres dimensiones: operaciones, contenido y productos. Los mismos, a su
vez estaban subdivididos en áreas. Existían cinco operaciones: cognición, memoria,
elaboración divergente, elaboración convergente y valoración; cinco contenidos: visuales,
auditivos, simbólicos, semánticos y conductuales; y seis productos: unidades, clases,
relaciones, sistemas, transformaciones e implicaciones (Salmurri, 2015).

Cada subcategoría era multiplicada entre da como resultado 150 factores. Es decir, la
búsqueda de un modelo estructural genero la creación de factores que eran resultados de la
multiplicación de diversas dimensiones. Para concluir con los modelos psicométricos,
Vernon crea un modelo jerárquico el cual lo divide en dos factores: el verbal – educativo y
el mecánico espacial, el primero lo subdivide en inteligencia verbal, fluidez ideacional,
fluidez verbal e inteligencia numérica; al mecánico-espacial son la inteligencia espacial, la
memoria visual, la información mecánica y la habilidad manual (Sánchez, 2016).

De la misma manera distingue tres tipos de inteligencia: la A de carácter genotípica


relacionada con la adaptación al entorno, la B distingue la forma de reacción ante los
acontecimientos y la cultura; la C que constituye el resultado de puntuaciones obtenidas en
pruebas de inteligencia (Soler N., et al. 2016). Para estos autores la inteligencia se
encuentra dividida en dos tipos como la verbal o la espacial las cuales poseen funciones
específicas.
Enfoque Cognitivo

La psicología es una ciencia que se ha desarrollado a lo largo de los años con el objetivo
de comprender los procesos mentales y emocionales de los seres humanos. Uno de los
enfoques más importantes dentro de la psicología es la perspectiva cognitiva. Este enfoque
se originó entre las décadas de 1950 a 1960 y surgió como una alternativa a los enfoques
conductistas y freudianos, que se centraban en el comportamiento y la personalidad,
respectivamente. Desde entonces, el enfoque cognitivo se ha convertido en una de las
corrientes más influyentes y respetadas en la psicología (Navarro, 2019).

La psicología cognitiva se centra en el estudio de los procesos mentales internos, es decir,


en fenómenos neurológicos tales como la percepción, el pensamiento, la memoria, la
atención, el lenguaje, la resolución de problemas y el aprendizaje (Barrón, 2017). La
psicología cognitiva considera esencial estudiar los procesos mentales de un organismo y
cómo éstos influyen en la conducta. En lugar de los simples vínculos estímulo-respuesta
propuestos por el conductismo, el entendimiento de los procesos mediacionales del
organismo permite una comprensión completa de la conducta.

El enfoque cognitivo se concentra en las actividades mentales del estudiante que conducen
a una respuesta y reconocen los procesos de planificación mental, la formulación de metas
y la organización de estrategias. De ahí que su utilización para abordar a la inteligencia
emocional sea tan utilizada principalmente cuando se trata de estudiantes (Bisquerra, 2016).
De ahí surge lo que se conoce como la inteligencia cognitiva la cual está influida por el
análisis y procesamiento de información proveniente del sistema cognitivo del ser humano.
Enfoque de Procesamiento de Información

Las teorías sobre el procesamiento de información se encargan de analizar los procesos


cognoscitivos por los cuales el cerebro maneja la información. En 1985 Robert Sternberg
propone la teoría triárquica que consiste en tres subtipos de inteligencia: la componencial,
la experiencia y la contextual. La primera se refiere al procesamiento de la información de
los individuos, la resolución de problemas, adquisición de nuevos conocimientos y la
realización de tareas de manera eficaz, el segundo intenta entender en términos de
relaciones del sujeto con su experiencia a lo largo de su vida y, por último, el subtipo
contextual era asumido en función de la adaptación, selección o modificación del medio
más próximo al individuo (Velázquez, 2016).

A continuación, en 1983- 1993, Howard Gardner con su teoría de inteligencias


múltiples, el procesamiento de información involucra una serie de sistemas simbólicos.
Propone siete formas de inteligencia: lingüística que mide la capacidad del uso de palabras;
lógico matemática que permite resolver problemas lógicos; espacial como la capacidad de
distinguir los espacios; musical que es el talento para reconocer y ejecutar melodías;
kinestésica corporal que es la capacidad de controlar los movimientos y dos formas de
inteligencia personal (intrapersonal e interpersonal) que es la capacidad de entenderse a sí
mismo y a los demás (Núñez, 2019). A partir de este tipo de división, surge la incógnita de
investigar como las emociones influyen en la capacidad intelectual del individuo, da origen
a la Inteligencia Emocional.

Modelos de la Inteligencia emocional

Modelo de Bar-On
Bar-On define la inteligencia emocional como: “an array of non-cognitive capabilities,
competencies, and skills that influence one´s ability to succeed in coping with
environmental demands and pressures” (citado por Alles, 2015). Antes de continuar con el
abordaje teórico de este autor es interesante conocer la procedencia de su planteamiento, y
observaremos que las raíces conceptuales provienen de la década de los años 50 del siglo
XX.

Bar-On diseño su modelo inspirado en los trabajos de Marie Jahoda, quien en la década
de los años 50, estimuló el interés entre los estudiosos de la época por investigar los
conceptos y temas de salud mental y bienestar psicológico, restando importancia a los
estudios psicopatológicos. Según Bisquerra (2016) es a partir de los seis componentes de
bienestar psicológico identificados por moda en el momento en que Bar-On propone una
serie de componentes de personalidad vinculados con el bienestar psicológico, a partir de
los cuales elabora su concepto de cociente de inteligencia emocional, base de la elaboración
de su cuestionario. A partir de aquí comienza a desarrollar su estructura teórica sobre la
inteligencia emocional, reconociendo que su fundamentación se basa, además de Jahoda, en
los siguientes postulados (Carrillo y López, 2014):

En la teoría de Darwin, quién destacó la relevancia de las emociones como medio de


supervivencia y adaptación. En la teoría de Thorndike sobre la inteligencia social. En la
teoría de Weschler sobre la importancia de los factores no intelectuales de la inteligencia.
En la definición de la alexitimia desarrollada por Sifneos elabora el constructo de alexitimia
para definir la falta de emociones. Este concepto es primordial para explicar la falta de
comprensión ante las emociones, no encontrando palabras para expresar el propio estado
emocional) (Casassus, 2019).

Es así como Bar-On definió la inteligencia emocional como una capacidad no cognitiva,
unas competencias y habilidades que tienen poder de influencia en el afrontamiento del
ambiente. Como resultado, Bar-On define la inteligencia emocional como un conjunto
habilidades y conocimientos emocionales que se manifiestan en la forma efectiva de
afrontar las dificultades que se van presentando en la vida. Este afrontamiento exitoso
observado en la relación con los individuos y con el medio ambiente es consecuencia de
una capacidad que se centra en comprender, ser consciente, controlar y expresar las
emociones de una manera adecuada y esto depende de características de la personalidad
(Collado y Cárdenas, 2013).

Las competencias pertenecientes a esta inteligencia no cognitiva están constituidas por


elementos emocionales, personales y sociales que están interrelacionados entre sí. Es bajo
esta fundamentación teórica que Bar-On comienza a utilizar el concepto de inteligencia
emocional y de inteligencia social, con la resultante de la obtención del vocablo inteligencia
emocional-social. Este nuevo término hace referencia a una sección representativa de la
correlación entre las capacidades emocionales y sociales (Dessler, 2016).

Bar-On (citado por Durán, 2015) definió la inteligencia emocional-social como un cruce
de competencias sociales y emocionales interrelacionadas, habilidades y facilitadores que
determinan la manera en que la persona se expresa y comprende a sí misma, a los demás y
se relaciona con ellos y afronta las demandas de la vida cotidiana. Las capacidades
emocionales según Bar-On se pueden dividir en dos clases que se interrelacionan entre sí:
en competencias básicas y en competencias facilitadoras.

Las capacidades básicas se basan en diez factores indispensables para la inteligencia


emocional y éstos son: la autoconciencia emocional, la autoevaluación, la empatía, las
relaciones sociales, la asertividad, el afrontamiento de presiones, el análisis de la realidad,
la flexibilidad, el control de impulsos y la solución de problemas. Por otro lado, las
capacidades facilitadores están compuestas por los siguientes cinco elementos: optimismo,
alegría, independencia emocional, autorrealización y responsabilidad. Las capacidades
emocionales relativas a las competencias básicas y facilitadoras el autor las incluye dentro
de otra clasificación más específica, dividiéndolas en cinco componentes de la inteligencia
no cognitiva (Extremera y Fernández, 2013).

Componente intrapersonal: está formado por la autoconsciencia emocional, la


asertividad, la independencia emocional, la auto- consideración y la autorrealización. La
autoconciencia emocional es la habilidad para reconocer y entender los propios
sentimientos; la asertividad es la capacidad de expresar sentimientos, creencias y
pensamientos y defender los derechos propios de forma no destructiva. La independencia
emocional hace referencia a la capacidad de autocontrol y autodirección del pensamiento y
de los comportamientos (Fragoso, 2015).

Componente interpersonal: integrado porla empatía, la responsabilidad social y relación


interpersonal. La empatía es la capacidad para entender y apreciar los sentimientos de los
demás; la responsabilidad social consiste en la capacidad para constituir una unidad
sistemática constructiva y cooperativa de un grupo. Por último dentro de este factor se
encuentra la relación interpersonal, que es la capacidad para establecer y mantener
relaciones satisfactorias (Fernández y Extremera, 2016).

Componente de manejo de las emociones: está conformada por la capacidad de tolerar


las presiones y por la de control de impulsos. La tolerancia a las presiones o al estrés la
define como la capacidad para resistir a fenómenos adversos y a circunstancias estresantes.
Y el control de impulsos hace referencia a la capacidad de resistencia o de demora de un
impulso (Fragoso, 2015).

Componente de estado de ánimo: relativo al optimismo y a la alegría. El optimismo se


entiende como la capacidad de mantener una actitud positiva ante la vida y mirar lo más
hermoso de ella. La alegría se concibe como la capacidad para sentirse satisfecho de uno
mismo y de los demás (García, 2013).

Componente de adaptibilidad-ajuste: vinculado a las capacidades de examen de la


realidad, flexibilidad y solución de problemas. El examen de la realidad representa la
capacidad de validar las propias emociones, es decir, diferenciar entre lo que se
experimentó y lo real. La flexibilidad es la capacidad de adecuarse a emociones,
pensamientos y conductas cuando se modifican las situaciones y condiciones (Giménez et
al., 2016).

Se pudo observar que el modelo teórico de Bar-On combina la posibilidad de calificar la


inteligencia emocional como una habilidad mental (cuando se refiere a autoconciencia
emocional) con otras características independientes de la habilidad mental, como es el caso
de la seguridad y el optimismo (Hernández, 2014).

Modelos de Habilidades

Landy (2015) incluyo el modelo de Sawaf y Cooper dentro de los modelos mixtos, los
sitúan con los modelos de Goleman y Bar-On, pero dicho modelo pertenece a un modelo de
habilidad ya que estos autores conciben la inteligencia emocional como una habilidad, al
igual que el modelo de Mayer y Salovey, como resultado de que el modelo de los cuatros
pilares hace referencia a aspectos como el conocimiento, el feedback, la reflexividad sobre
los acontecimientos, entre otros factores. En esta misma línea de pensamiento, aunque sin
incluir este modelo dentro de un modelo de habilidad, Montoya (2016) señala que las
conceptualizaciones de Bar-On y de Goleman pertenecen al paradigma de modelo mixto,
sin incluir al modelo de Cooper y Sawaf en este paradigma.

Este modelo definió la inteligencia emocional como una actitud que consiste en captar,
entender y aplicar de forma eficaz las emociones consideradas como fuente de motivación,
información de relaciones e influencia. Cooper y Sawaf (citado por Muñoz, 2015)
presentan en su libro Estrategia emocional para ejecutivos, su modelo de los "Cuatro
Pilares" de la Inteligencia Emocional. Los pilares que conforman la IE, según Cooper y
Sawaf, son los siguientes:

1. Alfabetización emocional
2. Aptitud emocional
3. Profundidad emocional
4. Alquimia emocional

Cooper y Sawaf (citado por Navarro, 2015), en una de las primeras páginas de su libro
Inteligencia emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones, insisten en que la
alfabetización o conciencia emocional no proviene de la inteligencia abstracta, sino que
procede directamente del corazón de cada persona. La alfabetización se compone de
diversos elementos, como lo son:

Intuición: La intuición la entienden siguiendo el planteamiento de Sorokin (Páez y


Castaño, 2015) para quién la intuición es el fundamento último de la comprensión de la
ética, de lo valioso de la vida y del bien. Sería “Ver con el corazón”, es la percepción que
traspasa las sensaciones físicas. La energía: hace referencia a la motivación, al deseo
interno del querer. Retroinformación emocional: consistiría en proporcionarle atención a las
emociones, en las propias palabras de los autores “toda sensación es una señal” (Pea y
Repetto, 2015) y a partir de esa atención actuar. Dentro de esta retroalimentación se
encuentra el manejo de los impulsos.

Modelo de Salovey y Mayer

El modelo de Salovey y Mayer es el modelo de inteligencia emocional como habilidad


por excelencia ya que como afirmaron Grewal y Salovey integra un “conjunto de aptitudes
que pueden ser medidas y diferenciadas de la personalidad y de las potencialidades
sociales” A principios de la década pasada, Salovey y Mayer acuñaron para la inteligencia
personal (en la terminología de Gardner) la designación de inteligencia emocional, a la que
puntualizaron como la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno
mismo y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la
orientación de la acción y el pensamiento propios (Pérez y Medrano, 2013).

Los autores reformularon posteriormente esta definición, ampliándola y no centrándose


tanto en la regulación de las emociones y relacionando los sentimientos con el pensamiento.
Como resultado propusieron la siguiente definición: “La inteligencia emocional relaciona la
habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emociones, relaciona también la
habilidad para acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan el pensamiento” (Platero,
2015). Esta concepción teórica incluyó cuatro grupos de habilidades la percepción
emocional, la facilitación emocional, la comprensión emocional y la regulación emocional
que se expresan jerárquicamente. En el contexto de este modelo de inteligencia emocional
como habilidad existen dos líneas de trabajo (Salmurri, 2015),

Modelo de Inteligencia Emocional Percibida

En la investigación para comprender la inteligencia emocional se centró en este modelo


teórico, porque es el que tiene más desarrollo empírico y su fundamentación teórica es la
más desarrollada. La inteligencia emocional percibida se centra en el metaconocimiento o
creencias individuales que poseen las personas con respecto a conceptos propios de la
inteligencia emocional como habilidad emocional (Sánchez, 2016). Este abordaje teórico
representa el primer planteamiento científico sobre la IE y ésta es definida como la
habilidad de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y
precisa, la capacidad de asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza de
regular y modificar el propio estado de ánimo y el de los demás (Salmurri, 2015).
Desde este modelo la inteligencia emocional es “un conjunto de destrezas que se supone
que contribuyen a una adecuada percepción y expresión de las emociones en uno mismo y
en los otros, y en la utilización de las emociones para motivarse, planificar y alcanzar los
propios objetivos vitales”. Este modelo de inteligencia emocional se enfoca en las
concepciones de Salovey y Mayer, con la única diferencia entre los modelos mixtos, de que
es la inteligencia emocional – propias habilidades emocionales- que la persona cree poseer
(Soler, et al., 2016).

Antes de presentar las tres dimensiones básicas de la inteligencia emocional es necesario


conocer que la idea principal de Salovey y colaboradores es que si el elemento que
especifica la inteligencia general es el razonamiento abstracto, éste no desarrolla en el
vacío, es decir, necesita un input precisa informaciones referidas a su área (la espacial,
musical, verbal, etc.). En el caso de la IE, el input lo compone, por una parte, la
información vinculada a lo emocional; por otro lado, el razonamiento abstracto, que se
complementa mediante el conocimiento base, el cual constituye un cuerpo organizado de
conocimientos (Urdaneta, et al. 2013).
Desde este modelo y partiendo de estos conceptos claves se considera que el individuo
difiere en las habilidades para identificar sus sentimientos, regularlos y utilizar esa
información suministrada por sus sentimientos para ejecutar una conducta adaptativa. Estos
tres componentes mantienen una relación jerárquica, cuya base es la percepción y siguen
los otros elementos en orden ascendente, siendo la cúspide de la pirámide la reparación
emocional (Vallés, 2016).

La Atención Emocional

La atención a los sentimientos es el grado en el cual los individuos creen prestar


atención y observar sus emociones y sentimientos. El factor de atención emocional es uno
de los componentes más imprescindibles de la inteligencia emocional, ya que es en él en
donde se perciben los sentimientos propios en el mismo momento en el que se dan
(Velázquez, 2016).

Los sentimientos constituyen una información acerca de lo que le gusta o disgusta a la


persona, cuya finalidad es poder efectuar modificaciones en el ambiente donde se
desarrolla. La percepción (otorgarle atención) de los estados emocionales es la capacidad
más elemental y consiste en el registro de los estímulos emocionales en sí mismo,
resultando imprescindible para que pueda desarrollarse la claridad y la reparación
emocional (Vallés, 2016). Si se desconoce la emoción que gobierna en un momento o
situación de la vida no se podrán predecir las acciones y los pensamientos que se podrían
tener.

Esta atención continua encaminada a los estados emocionales y a la dinámica de los


propios sentimientos queda resumida en la autoconciencia emocional. La atención
emocional comporta que la persona se posicione en una actividad no reactiva, es decir, que
observe, dirija y mantenga la atención sobre uno mismo. Por ejemplo, una persona con esta
capacidad desarrollada puede a la vez estar discutiendo violentamente con alguien y poseer
la conciencia autorreflexiva de que está discutiendo. Por tanto, se trata de ser consciente de
los propios estados de ánimo y de los pensamientos que se tienen de esos estados de ánimo
y no buscar estrategias con el fin de evitar experimentar esas emociones, como por ejemplo,
ver una película, irse de vacaciones, ir de compras o efectuarse un cambio de look.
(Urdaneta, et al., 2013).

Es necesario que se entienda que la atención sobre uno mismo no implica la emisión de
un juicio evaluativo, si esto sucediera, cuando la atención emocional conlleva a una
valoración o juicio de esa emoción sentida, Segal, Williams y Teasdale (citado Soler Nages,
et al. (2016) indican que esa evaluación puede llevar a patrones de pensamientos que se
distancian de la experiencia ocurrida y como resultado no existe la integración adecuada del
suceso acontecido.

La atención emocional también implica la identificación de esa emoción o sentimiento,


es decir, experimentar la emoción y poder otorgarle una etiqueta verbal. Es de gran
necesidad clarificar el hecho de que la atención emocional hace referencia a la percepción
del estado emocional, sin embargo, conocer ese estado emocional que envuelve a la
persona no significa necesariamente que identifique y comprenda esa emoción (Sánchez,
2016).

La Claridad Emocional

La claridad emocional hace referencia a cómo creen los sujetos percibir sus emociones y
es la habilidad para comprender los propios estados emocionales. El individuo posee un
grado de percepción de sus emociones, y es en esta dimensión en donde se evalúa esa
adecuada y óptima percepción de los estados emocionales asumiéndolos como tales y
expresándolos adecuadamente. Además, hace referencia a comprender correctamente la
naturaleza de esos estados emocionales, es decir, la causa que los genera (Salmurri, 2015).

La atención emocional, según Platero (2015) la comprensión emocional tiene una


competencia personal que es la integración de la emoción y de la razón, y una competencia
social que es la empatía. Si se integra la emoción al razonamiento, esto facilita un
razonamiento más inteligente y el hecho de tomar unas decisiones más acertadas. También
es posible que si se dispone de una buena capacidad para integrar las emociones en el
razonamiento se pueda anticipar los estados emocionales previamente a ejecutar la
conducta (Pérez y Medrano, 2013).

La empatía es otra de las habilidades vinculadas a la comprensión emocional. Empatizar


consiste en posicionarse emocionalmente en el lugar de la otra persona y ser consciente de
qué sentimientos tiene así como el origen de ellos y las implicaciones que pudiera tener en
su vida. Por ello es necesario que la persona disponga de una serie de bagaje, memoria o
experiencia emocional porque si ella no ha experimentado esa emoción o situación
personal, le será más dificultoso poder comprender a los demás. A pesar de esta
explicación, no todos los individuos sienten lo mismo en una situación similar, y la empatía
implica reconocer que cada persona es única, aceptar la individuación y que hay distintos
miedos, necesidades, deseos, etc. (Pea y Repetto, 2015).

La Reparación Emocional

La reparación o regulación de las emociones está vinculada a la creencia que posee la


persona sobre su capacidad de interrumpir estados emocionales negativos y prolongar los
positivos, así como regularlos. Este elemento se concibe como la capacidad de manejar las
emociones en la que, teniendo en cuenta que se actúa en respuesta al pensamiento y que
éste está influenciado por las emociones, es necesario que sean tenidas en cuenta en el
razonamiento, en la forma de solucionar problemas, en los juicios y en las conductas (Páez
y Castaño, 2015).

En esta regulación de los estados emocionales la persona es capaz de impedir los efectos
negativos de esa emoción (por ejemplo, no dejarse envolver y actuar impulsivamente ante
una situación que provoca ira) y procurar aprovechar y utilizar los aspectos positivos que
permiten conocer y comprender la emoción con la finalidad de actuar sin perjudicarse. La
reparación emocional también se dirige hacia uno mismo y hacia los demás. En
consecuencia, existe la regulación emocional personal y la resolución de conflictos
interpersonales (Navarro, 2015).

La regulación emocional consiste en la capacidad para no generar respuestas


emocionalmente descontroladas, pero no consiste en esconderlos sino en poder manejar
esos sentimientos, lo que implica reconocerlo, experimentarlo y manejar esta información
de la forma más efectiva. Igualmente, la autorregulación emocional permite tolerar la
frustración y también interviene en la automotivación (Muñoz, 2015):

La capacidad para ofrecerse a los otros. Saber escuchar y saber responder en el momento
adecuado. Animar a que la otra persona comunique sus preocupaciones mediante la
transmisión de confianza y apoyo. Tener honestidad aunque ello implica herir sus
sentimientos. Emplear la crítica constructiva. Llegar a acuerdos, saber defender las ideas y
opiniones propias, respetando a los demás. Cooperar cuando se trabaja en equipo y cuando
se plantean soluciones evitar que éstas perjudiquen a alguna parte involucrada (Montoya,
2016).

Además de estas habilidades se debe de saber identificar los conflictos y su origen y ya


conociendo éstos es posible buscar soluciones y decidirse por la más adecuada. En la
resolución de conflictos es necesario dotarse de capacidad de negociación y mediación con
la finalidad de llegar a un buen entendimiento y a una resolución eficaz. Con lo expuesto
hasta el momento se puede señalar que la inteligencia emocional hace referencia a la
capacidad para reconocer las emociones, instaurar vínculos entre ellas y destinarlas como
fundamento para el razonamiento y la solución de problemas (Hernández, 2014).

En consecuencia, la inteligencia emocional supone aprovechar las emociones para


promover y optimizar las actividades cognitivas. En este procesamiento de la información
intervienen procesos psicológicos básicos y procesos psicológicos complejos, que se
corresponden de dos a dos, respectivamente, con las cuatro habilidades de este modelo de
inteligencia emocional que analizamos en este momento. La inteligencia emocional no solo
implica ser consciente de las emociones que se tengan, sino asumir que éstas a su vez
actúan sobre los pensamientos y sobre la forma de procesar la información de manera
funcional (Fragoso, 2015).

Las emociones sirven para modelar y mejorar el pensamiento debido a que las
emociones hacen que se preste atención a la información que es significativa de forma más
rápida. Las emociones facilitan el cambio de perspectiva, la formación de juicios y la
consideración de nuevos puntos de vista de los problemas debido a las continuas
variaciones emocionales (Fernández y Extremera, 2016). Los estados de humor positivos se
relacionan con pensamientos creativos y son adecuados para resolver problemas que
necesitan de reestructuración, razonamiento inductivo, ruptura del pensamiento
convencional y realizar vinculaciones entre conceptos aparentemente no asociados (Durán,
2015).

La Inteligencia Emocional y las Emociones

Al momento de hablar de las emociones y del efecto que tienen en los conflicto es
necesario definir que entendemos por la palabra conflicto este último se puede considerar
como un elemento muy importante en lo que respecta a las interacciones emocionales de las
personas. Se puede decir que un conflicto es un mal entendido de determinada situación
yéndonos en un sentido legal, tendríamos que remontarnos a la aparición de los derechos de
los colaboradores la cual tenía como marca indiscutible el abuso que las personas cometían
hacia sí mismas (Dessler, 2016).

Se podía notar el aprovechamiento del fuerte con aquellos que eran más débiles, de
igual forma existía un desprecio de índole económico sobre aquellos poco pudientes. El
trabajo y los conflictos han idos cambiando adaptándose a las distintas formas de
interacción que tenemos hoy. Se podría considerar que durante tiempo pasado más
exactamente durante el tiempo de esclavitud, era imposible ayudar a los que eran de clase
baja. Había una mala idea de que el hombre se podría tratar como un objeto, esto
ocasionaba que no se pudieran ver a las personas de poco recursos como seres humanos
dignos (Damasio, 2014).

Esto se logró disminuir específicamente en Inglaterra, con lo que se llamó la Revolución


cartista, esto permitió que se tuviera un panorama mucho más claro y permitió que se
empezará a defender el derecho de aquellos menos pudientes, esto fue debido a que se
provocó una insatisfacción entre los colaboradores manuales esto desemboco que estos
últimos decidieran defenderse a ellos y a todos los que estaban siendo afectado. En los
conflictos se ponen en juego los valores humanos, más específicamente aquellos que tienen
que ver a los valores de los mismos y la dignidad como persona que poseen los
involucrados (Collado y Cárdenas, 2013).

De igual forma un conflicto también puede repercutir en vida familiar de los empleados,
a raíz de esto es necesario que se logre lidiar con estos y erradicarlos desde la raíz, antes de
que se puedan convertir en el detonante de muchas situaciones que en la mayoría de los
casos solo traen perdidas tanto para los involucrados, como para la institución en cuestión.
Es debido a lo planteado que es de vital importancia el aprender a lidiar ante un conflicto,
es en estos momentos que la inteligencia emocional juega un papel muy importante, debido
a que mientras más elevado sea el nivel de inteligencia emocional con la que cuente la
persona lograra ver una mejor solución y que la misma pueda ser de beneficios para los
involucrados (Casassus, 2019).

Inteligencia Emocional en la Escuela

Galton en 1870, fue uno de los primeros investigadores en realizar un estudio


sistemático sobre las “diferencias individuales” en la capacidad mental de los individuos,
utilizando un desarrollo de correlación de métodos. Tempranamente, propuso un análisis
estadístico como aplicación al fenómeno mental, así como su implicación y uso. También
fue pionero en el empleo de cuestionarios y métodos no tradicionales (Camps, 2015).

En 1890, Catell desarrolló pruebas mentales con el objeto de convertir la psicología en


una ciencia aplicada. Fue el primer psicoanalista en América en darle una cuantificación al
estrés, a partir de su trabajo experimental. En 1905, por encargo del Ministerio francés,
Binet desarrolló un instrumento para evaluar la inteligencia de los niños. En 1916, dicho
instrumento fue modificado por Terman y en él aparece por vez primera el cociente
intelectual. Es de destacar que esta época se vio marcada por un silenciamiento teórico en el
caso de la inteligencia, debido al auge del conductismo. A partir de 1960 se observó un
debilitamiento en las posturas conductistas, y se produjo la emergencia de procesos
cognitivos con el estructuralismo (Bisquerra, 2016).

Piaget, educado en la tradición del coeficiente intelectual, se opuso a dichas posturas


psicometristas y del pensamiento de la información, y aunque no emprendió una crítica
contra el movimiento de prueba, su punto de vista se percibe en las acciones científicas que
realizó, desarrollando una visión distinta a la de la cognición humana. Según él, el principio
de todo estudio del pensamiento humano debe ser la postulación de un individuo que trata
de comprender el sentido del mundo. Otra aportación importante es la del psicólogo
soviético Vygotsky, quien encontró que las pruebas de inteligencia no dan una indicación
acerca de la zona de desarrollo potencial de un individuo (Barrón, 2017).

El concepto de IE como tal fue propuesto por Salovey y Mayer en 1990, a partir de los
lineamientos de Gardner en su teoría de las IM. Sin embargo, este concepto no es nuevo
pues tiene su origen en la “ley del efecto” formulada por Thorndike en 1988, cuando
propuso en su tesis doctoral un principio explicativo del aprendizaje animal. El concepto de
IE nació de la necesidad de responder al interrogante: ¿por qué hay personas que se adaptan
mejor que otras a diferentes situaciones de la vida diaria? Fragoso (2015) dice que uno de
los ámbitos en los que la IE ha tenido más relevancia y, en consecuencia, se han realizado
más estudios ha sido en el ámbito educativo o académico.

La evaluación de la inteligencia emocional en las aulas supone una valiosa información


para el profesorado en el aspecto del desarrollo emocional de sus alumnos (Giménez et al.
2016). Uno de los objetivos principales de la introducción de la IE en el ámbito escolar fue
proponerla como fuente del bienestar y equilibrio psicológico de los alumnos, además de su
logro escolar. En uno de sus estudios diferenció al conjunto de alumnos en dos grupos: por
un lado, los alumnos depresivos y los que no lo son.

Los primeros, alumnos con altos niveles de ansiedad y los del segundo grupo con niveles
altos en la reparación de sus emociones. La conclusión más importante de este estudio fue
que la capacidad de las personas, de conseguir prolongar los estados emocionales positivos
propios e interrumpir los negativos, asegura un nivel aceptable de salud mental, entendido
como ausencia de síntomas de ansiedad y depresión (García, 2013).
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