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Ponencia para Jornadas del ICSE

Obras literarias de todos los tiempos con acceso a interpretaciones desde la sociología

Autora: Guillermina Núñez

ICSE

Dirección de correo electrónico:guillebeninati@gmail.com

Resumen

El trabajo que pretendo realizar plantea una clara relación entre los términos discursivos utilizados
por el escritores de literatura contemporánea y de todos los tiempos, en sus ficciones y la teoría
sociológica. Puede decirse que en mi ponencia busco invitar a lectores asiduos y conocedores
de o adeptos a las ciencias sociales, a hacer un análisis del discurso de diferentes autores y
autoras desde las diferentes perspectivas sociológicas que los atraviesan.
Siendo , entonces, que Stephen King en este caso y William Shakespeare han construido un
discurso social con valor artístico y no solo ponen en escena diversas partes del mundo social
sino que también ponen en boca de los protagonistas de sus obras ciertas reflexiones de
pertenencia sociológica, creo que es posible analizar el discurso de sus materiales creativos a
desde diferentes perspectivas teóricas del área de la ciencia en cuestión -como de Foucault y
Fisher .Sin embargo, desde mi humilde lugar, invito a leer cualquier tipo de obra literaria con la
perspectiva de científicos sociales que han marcado el camino para la investigación de diferentes
fenómenos sociales , entre los que se encuentra la literatura.

Palabras clave: Ciencias sociales, Literatura, Análisis del discurso, Interpretación.

Introducción

En el presente trabajo me he propuesto hacer una reflexión de algunos de los conceptos de


Foucault que se tocan en una de las tragedias más leídas de William Shakespeare; Hamlet.
Completando un análisis literario de la obra, descubrí que varios de los comportamientos de sus
actores se encuentran envueltos en redes del poder que se desprenden de ciertas instituciones
sociales que menciona Foucault en sus teorías.
En primer lugar , considero que existen conceptos de Foucault que enriquecieron el pensamiento
sociológico de la segunda mitad del Siglo XX, pero con este nuevo conocimiento me propuse
hacer un nuevo análisis de ciertas prácticas que se ven en Hamlet .Por lo tanto, como para poder
abordar ésta tarea, mi intención es la de ir ligando los accionares de los actores principales de la
obra con algunos de los conceptos de Foucault que él ha desarrollado en determinados artículos
de: El Orden del Discurso ,La Historia de la Locura y Las redes del Poder entre otros que creí de
utilidad para poder conformar mi análisis.
Así mismo, he tomado en consideración para la realización de mi análisis, del vasto material de
lectura creado por Stephen King, a su primera obra Carrie(1974).Más allá de presentar al lector
personajes temibles y situaciones misteriosas y extrañas,King expone un mundo social mediado
por perspectivas teóricas de la sociología y ciencia política también. Las tramas del autor son
atravesadas por teorías sociales de manera que el clima intelectual de la ciencia se hace evidente
en las condiciones socio históricas de su obra. De esta forma Stephen King, quien ha sido
reconocido como maestro del terror, ofrece en sus obras una serie de entramados que adquieren
empírea y se convierten en material de interés para el análisis del sociólogo y porque no político,
desde las perspectivas de autores como Adorno y Butler.

Desarrollo

Decir o no decir

En la obra de Shakespeare, Hamlet, un príncipe triste y apesadumbrado por la muerte de su


padre, es advertido por sus amigos y guardias del castillo en el que reside, de la visita de un
fantasma que parece ser su padre muerto muy poco tiempo atrás. De forma prácticamente
secreta, Hamlet hijo ve y habla con el fantasma que le cuenta que fue asesinado por su hermano
Claudio, quien heredó la corona y se casó con su viuda en medio de su funeral. Con semejante
noticia la tristeza del príncipe desaparece para dar lugar a una ira inconmensurable y también a la
idea de venganza. Pero como la noticia del asesinato es transmitida a Hamlet por parte de su
padre muerto, el no puede revelar una verdad así ya que será considerado loco. Por otro lado, de
llevar a cabo la venganza que le encarga el padre, el mismo Hamlet se convertiría en asesino de
su propia sangre y, al morir el actual rey el heredaría el trono, pudiendo ser acusado del mismo
crimen que cometió su tío para acceder a él. Entonces llega la duda; ser o no ser, sufrir o
rebelarse, actuar o morir. Ésta decisión a tomar, de decir o no decir, es en realidad, según
Foucault, una decisión sobre qué es lo que hay que decir. En “El orden del Discurso” me
encontré con un Foucault haciéndose un cuestionamiento que mucho tendría que ver con el del
joven príncipe. Foucault, en la lección inaugural del College D´ France en Diciembre de 1970, se
dispone a hablar y en ese acto de emitir el habla con estructuras y vocabulario coherente conocido
tanto por él como por su audiencia, se pregunta si cuando habla es él quien lo hace o hay alguien
por detrás del mensaje que quiere dar y como quiere darlo. Hamlet se encuentra dubitativo y
temeroso de hablar porque si comunica esta verdad que ha sabido, podría ser condenado o
acusado de loco. Foucault insiste y repite que el orden del discurso va mucho más allá de
estructuras sintácticas, semánticas, morfológicas. Lo que decimos responde a la institución más
que a nuestra voluntad, a un control que selecciona y reasigna, que impide y esquiva el derecho
exclusivo de la producción del discurso con el fin de dominar. (Foucalut, 1970 pág .4)No se puede
hablar de todo lo que se quiere porque existen tres tipos de prohibiciones que se entrelazan entre
sí; prohibiciones en la región de la sexualidad, de la política y de la verdad. En un sistema de
exclusión como en el que vivimos, hay discursos que no deben salir a la luz ya sea porque no son
considerados políticamente correctos, porque tienen una carga sexual o porque faltan a la verdad.
La verdad, eso que creemos que decimos, viene dada por prácticas pedagógicas, por los libros de
las bibliotecas, por relaciones de igualdad que se nos imparten en instituciones educativas como
parte de procesos democráticos. (Foucault, 1970, pág. 9)Esa verdad que es distribuida y
promulgada como tal, se teje bajo el poder de la presión y la coacción, pero no es para nada lo
que queremos decir y significar. En otro de sus libros, aunque en otro contexto, hablando de sí
mismo y de sus saberes Foucault dice algo muy interesante que se conecta perfectamente con
esta idea de verdad, saber y poder. En todas las sociedades, no importa el lugar ni el momento,
se producen verdades. Tales verdades no pueden desunirse, desmembrarse del poder, porque
sus mecanismos las producen, las inducen de verdades, nos ligan y atan con sus efectos de
poder. (Foucault, 2012, pág73) Será entonces que lo que todos entendemos como el verdadero
discurso entonces, es aquel que pertenece al poder y que pertenece sobre todo al deseo de quien
ejerce ese poder. Lo que comunicamos, las estructuras y el vocabulario que utilizamos provienen
de un sistema de restricción. La forma de estos sistemas es constituida por lo que conocemos
como un ritual. El ritual es lo que define cada aspecto, cada elemento y cada signo del discurso,
desde lo gestual, la entonación y las palabras .El ritual delimita los efectos de las palabras y
expresiones dependiendo a quienes irán dirigidas. También existen sociedades que hace circular
los discursos, los producen primero y luego distribuyen según estrictas reglas. (Foucault 1970,
pág 24) Existe en cada sociedad una disciplina que imparte principios y que ordena el
discurso .Entonces no leemos lo que queremos leer, no hablamos sobre lo que queremos hablar
porque nuestra voluntad de hablar y decir excluye todo aquello que se considere excluido y
prohibido por quienes detentan el poder en una sociedad. Volviendo a Hamlet en ojos de Foucault,
la verdad que sabe el príncipe no puede ser revelada por que cumple con los tres principios de
exclusión .En otras palabras, Hamlet no puede decir que su tío Claudio mató a su padre para
quedarse con el reino y con su madre porque estaría yendo en contra de la moral, de las buenas
costumbres y estaría faltando al concepto de verdad, ya que solo un loco podría asegurar lo que él
sabe. Hamlet no depende del reconocimiento de una verdad igual a la verdad de quienes lo
rodean .Diferente y sin la conformidad con los discursos que se consideran válidos en su reino, en
ese momento, Hamlet será excluido ya que lo que él dice es inasimilable, como describe Foucault.
Su verdad, la de Hamlet, su saber, no es ni coherente ni aceptable porque no concuerda con los
fundamentos sistemáticos que imponen las disciplinas del poder en curso en la sociedad en la que
Hamlet vive.

Estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la Luz

Mateo 7: 13-14

Carrie White es una nena de unos dieciséis años que fue criada por una madre viuda obsesionada
por la religión cristiana. Hija de una modista que cree que la sola posesión de atractivos atributos
femeninos es una incitación al pecado condenado de la lujuria, apenas si peina su largo pelo, luce
polleras largas y no usa ni perfume ni ropa de moda. (King ,1974) Desde que abandona su casa
para ir al colegio Carrie siente la presión de su existencia, indigna a los ojos de sus compañeros y
compañeras y su único consuelo es lo que resuena en su cabeza – todos son pecadores y ella
está cerca del señor porque así lo dice su madre que lo sabe todo. Siempre y por cualquier razón
es motivo de burlas, se convierte en el hazme reír de su grupo de compañeras y estas violencias y
ataques hacia su persona son completamente invisibilizadas hasta un momento central, aunque al
principio de la obra. Es cuando Carrie tiene su primera menstruación en las duchas de la escuela,
sangra desnuda y es atacada por una lluvia de tampones y toallitas femeninas que una docente, la
profesora de gimnasia de las chicas, irrumpe en el lugar y pone punto final a lo que parece ser el
momento más humillante de la vida de Carrie. Pero King no se queda en ese episodio y va a ir por
más.

Lo primero que puede leerse a través del capítulo inicial de la novela Carrie de Stephen King, es
que la historia se desarrolla en el contexto de una sociedad democrática capitalista neoliberal
donde la violencia es moneda corriente. El desprecio hacia otra persona, hacia un cuerpo que
funciona de la misma manera, que comparte la misma anatomía es algo cotidiano y está
alimentado por la sociedad capitalista, por lo que significa el capital en sí. La vida de Carrie, el
personaje principal de la historia, como la de cada uno de los personajes secundarios gira
alrededor del sistema capitalista y lo que vive cada una de las personas es la consecuencia
directa de tal sistema. Si la vida se mueve dentro de los que son las relaciones de producción, el
valor personal se convierte en valor de cambio y las relaciones sociales se dan en la esfera del
consumo (Adorno,2001) King pone a Carrie en el escenario de una escuela secundaria publica
que podría estar en cualquier estado y ciudad de Estados Unidos y le da las características de una
chica que no pertenece a las posiciones privilegiadas del sistema de jerarquización que se da en
el ámbito de la escuela. Carrie es rechazada, burlada y humillada por varones y mujeres de su
edad, ignorada por sus profesores, porque no se destaca. Sin conocerla, sin interés en hacerlo,
dada su incapacidad para pertenecer al séquito de los más populares del colegio, Carrie es
prejuzgada como una paria, una vergüenza para quienes son sus pares. No tiene dinero, no tiene
linda ropa, carece de habilidades deportivas o conocimientos académicos que beneficiarían en un
futuro la posición económica y el prestigio de cualquier universidad que la tenga como alumna y
no tiene rasgos físicos que la conviertan en atractiva, aunque no fuese inteligente, como para ser
la modelo de una marca de ropa, maquillaje o perfume. Carrie no tiene valor de cambio, Carrie
existe, pero lo hace en un mundo de estado brutal, tan insondablemente desigual que esa
existencia se mide y evalúa en términos monetarios negando a Carrie toda posibilidad de ser,
anulando así su individualidad.

Conclusiones

El discurso, la locura, el poder y la verdad son elementos constitutivos de los seres humanos, de
cada individuo y de cada sociedad. El poder genera discursos y desde el poder se teje una forma
de razón que determina un discurso con un saber y una verdad.
Depende de quién provenga y cual sea esa verdad, puede representar un riesgo o convertirse en
un saber. Con todo este contenido, una obra de teatro como Hamlet de William Shakespeare hoy
tiene mucho más para hacernos reflexionar que para entretenernos, sobre todo si se la estudia
teniendo en cuenta como Foucault analiza a la sociedad en cada etapa de la historia de la
humanidad.
Por otro lado,Estados Unidos, la nación a la cual pertenece la comunidad donde King desarrolla
su historia, se considera un pueblo democrático. Significa que hay una idea de unión, una cierta
circunscripción de lo que se considera como el gran colectivo pueblo. Sin embargo, al pueblo lo
definen y limitan sus miembros. En el discurso de los miembros del pueblo se hace evidente
quienes pertenecen y quienes no, quienes quedan incluidos y quienes quedan excluidos, porque
son quienes lo componen los que establecen esas presuposiciones. Quienes constituyen a ese
pueblo son los que defienden su posición a partir de los que quedan por fuera de ese colectivo. A
partir de esta concepción de Butler (2017) nace la idea que la exclusión es una parte constitutiva
de la unión. La misma definición de esa unión es la demarcación del límite donde no hay unión,
donde hay exclusión. Es en esa frontera donde se marca el límite de quien entra y quien queda
por fuera de la unión que se producen las luchas, nacen los conflictos y con ellos la violencia.
Carrie no es parte de, queda afuera y representa a todos aquellos que en el sistema capitalista
neoliberal norteamericano no tienen salarios suficientes como para recibir atención médica
gratuita, no cuentan con las habilidades requeridas en tal sistema, y son abandonados por el
bienestar social. El mercado decide a quien incluir y a quien no, a quien proteger y a quien no.
Quien queda por fuera de ese sistema que pone valor comercial a las personas, tiene que hacerse
cargo de sí mismo, queda excluido de todo beneficio y si no tiene lo que el sistema requiere para
poder pertenecer a él, queda abandonado a su suerte y hasta no merece vivir, en consecuencia,
se convierte en responsable por su propia muerte. (Butler, 2017) La racionalidad neoliberal, la falta
de regulación de la expansión de los mercados, convierte a ciertas mujeres y hombres en
descartables, prescindibles, situación que Butler llama precarización. Cuando las personas
adquieren este carácter de desechables, y sienten el peso de la demanda de responsabilidad
sobre su autonomía, más solo y aislado se siente, más fracasado se ve. Por consiguiente, un
sistema que discrimina decide sobre la base de la libre competencia del mercado, quien es
prescindible y quien le es imprescindible, de por sí ya es una sociedad violenta, una sociedad de
jerarquías y de oposiciones duales – superior/ inferior.

Bibliografía

Adorno, Th., Mínima Moralia. Reflexiones desde la vida dañada, Madrid: Taurus, 2001. Selección
de textos.
Butler, J. Sometimiento, resistencia y significación. Entre Freud y Foucault. en Mecanismos
psíquicos del poder. Teorías sobre la sujeción. Valencia, Instituto de la Mujer - Universidad de
Valencia, 2001

Butler, Judith. Vida precaria. El poder del duelo y la violencia. Buenos Aires: Paidós, 2006.
Selección
Foucalt .M. El poder, una bestia magnífica. Sobre el poder, la prisión y la vida. Buenos Aires

Foucault.M.Historia de la locura en la época clásica. Colombia: FCE, 1998 (1964). Cap.1


“Stultifera Navis”

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