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CLASIFICACION DE LOS COSTOS

De acuerdo con el control sobre ocurrencia del costo:

a) Costos controlables: Son aquellos sobre los cuales una persona, de


determinado nivel (ya sea supervisores, subgerentes, gerentes, etc.), tiene
autoridad para que se generen o no.

Ejemplos:
- Los sueldos de los directores de ventas en las diferentes zonas son
controlables por el director general de ventas; el sueldo de la secretaria,
por su jefe inmediato, etcétera.
- El porcentaje de aumento en los salarios de los empleados que ganen
más del salario mínimo es un costo controlable para la empresa.
- Las comisiones por ventas, que las pueden controlar los jefes de
departamento. Sin embargo, los cargos fijos son costos no controlables
que se explicará de inmediato.

b) Costos no controlables: En algunas ocasiones no se tiene autoridad sobre


los costos en que se incurre o no se tiene autoridad para su control.

Ejemplos:
- La depreciación del equipo para el supervisor, ya que dicho gasto fue
una decisión tomada por la alta gerencia.
- El valor del arrendamiento a pagar es un costo no controlable, pues
dependen del dueño del inmueble.

Contrastando un poco, los costos controlables no son necesariamente iguales


a los costos directos. Por ejemplo, el sueldo del director de producción es
directo respecto a su área, pero no controlable por él. Estos costos son el
fundamento para diseñar contabilidad por áreas de responsabilidad o cualquier
otro sistema de control administrativo.
Es importante hacer notar que, en última instancia, todos los costos son
controlables en uno o en otro nivel de la organización; resulta evidente que a
medida que se asciende a niveles altos de la organización, los costos son más
controlables. Es decir, la mayoría de los costos no son controlables en niveles
inferiores.
De acuerdo con su importancia en la toma de decisiones:

Costos Relevantes: son costos relevantes aquellos que se modifican al tomar una u otra
decisión. Es decir, se ven influenciados por la actitud del individuo u organización que decide.
Son muy tenidos en cuenta a la hora de evaluar proyectos que conlleven cambios significativos.
En ocasiones coinciden con los costos variables.

a) Costos relevantes: Son aquellos que se modifican o cambian de acuerdo con la opción que
se adopte; también se les conoce como costos diferenciales. Por ejemplo, cuando se produce
la demanda de un pedido especial y existe capacidad ociosa; en este caso los únicos costos
que cambian, si se acepta el pedido, son los de materia prima, energéticos, fletes, etc. La
depreciación del edificio permanece constante, por lo que los primeros son relevantes, y el
segundo irrelevante para tomar la decisión.

Un ejemplo habitual de costo de tipo relevante es el salario a pagar en proyectos que


incorporan nueva tecnología o maquinaria. Ante mejoras tecnológicas, la mano de obra debe
ser más capacitada para su control y manejo. Este hecho supone que la categoría profesional
de los empleados deberá ser superior a la de una plantilla que no tenía que gestionar dichas
mejoras.

Por ello, los salarios de una compañía se consideran costes relevantes, ya que la toma de la
decisión de mejorar equipamientos se traduce en aumento de costes totales por vía del
aumento de salarios. Frente a la alternativa de los costes irrelevantes, un costo de carácter
relevante cuenta con la serie de características definitorias a destacar:

Gestión influyente: La toma de una u otra decisión influye o tiene relevancia sobre el costo. Si
ante la existencia de alternativas un coste en particular no se altera, no es relevante.
Perspectiva: La decisión puede cambiar en el futuro ante posibles cambios de alternativa o de
estrategias. Esto hace que un coste nunca pueda cambiar de relevante a irrelevante.
Factor indicativo: Los costos relevantes son una señal de alarma o indicación de malas
decisiones o de estrategias contables adecuadas.

Costos no Relevantes: son aquellos costos que independiente de la decisión que se tome en la
empresa permanecerán constantes, ya sean positivos o negativos, Sin embargo, es
fundamental que un gerente sea capaz de distinguir un costo irrelevante para poder salvar el
negocio. En ocasiones coinciden con los costos fijos. Si se abre un nuevo departamento en una
empresa conservando el mismo local, el costo de alquiler de local será irrelevante. Pero el
costo de mano de obra sí será relevante.

Ejemplos de costos irrelevantes son los costos irrecuperables, los costos incurridos o los
gastos generales, ya que estos no se pueden evitar.
Por ejemplo, si una empresa compró un automóvil que se descompuso y no pudo devolverse,
este costo no recuperado sería irrelevante para la decisión de reemplazar el automóvil o pedirle
a un proveedor que se encargue de la producción. Además, los salarios de los empleados
retenidos después de la venta de una división serían irrelevantes para la decisión de venderla.

El valor en libros de los activos fijos, como maquinaria, equipo e inventarios, es otro ejemplo de
costos irrelevantes. El valor en libros de un automóvil es un costo no recuperado que no afecta
una decisión que implica reemplazarlo. Ejemplos de costos irrelevantes:

Costes no recuperados: Gastos en los que ya se ha incurrido


Costos comprometidos: costos futuros que no se pueden cambiar
Gastos no monetarios: depreciación
Gastos generales: Gastos generales y administrativos

Los elementos no monetarios, como la depreciación y la amortización, se suelen clasificar


como costos irrelevantes para la mayoría de los tipos de decisiones de gestión, ya que no
afectan a las corrientes de efectivo. Los costos irrecuperables, como el costo de adquisición de
un activo fijo que se haya incurrido en un período anterior, también suelen considerarse
irrelevantes cuando se toman decisiones sobre la marcha de los trabajos.

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