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Definición

El concreto u hormigón es un material que se puede considerar constituido por dos partes: una
es un producto pastoso y moldeable, que tiene la propiedad de endurecer con el tiempo, y la
otra son trozos pétreos que quedan englobados en esa pasta. A su vez, la pasta está constituida
por agua y un producto aglomerante o conglomerante, que es el cemento. El agua cumple la
doble misión de dar fluidez a la mezcla y de reaccionar químicamente con el cemento dando
lugar, con ello, a su endurecimiento.

Concreto reforzado

El concreto puede ser reforzado mediante la colocación de barras de acero embebidas en su


masa, dando origen al llamado concreto reforzado. El concreto también ha sido reforzado con
otros elementos, tales como fibras vegetales, metálicas o plásticas. Las primeras no han dado
tan buenos resultados como las otras, debido a su menor durabilidad.

Desde sus inicios, el concreto reforzado se constituyó en una solución para la construcción
económica y rápida de estructuras de envergadura y calidad, en las cuales sustituyó
históricamente a la piedra. Se puede considerar el concreto como una especie de piedra
artificial. Con piedra se hicieron construcciones de gran belleza y calidad. Sin embargo, el
proceso de extracción, cortado, traslado y colocación de los bloques de piedra hace
sumamente oneroso el procedimiento. El concreto u hormigón, por el contrario, se elabora y
vierte en estado pastoso dentro de los moldes que le darán forma definitiva al endurecer
posteriormente, cosa que puede ser hecha en la propia obra. Otra importante ventaja sobre la
piedra es que esta trabaja por gravedad, piedra sobre piedra, mientras que el concreto
reforzado queda `cosido con las barras de acero que le sirven de refuerzo o armadura, lo cual
permite formas, luces y voladizos imposibles con aquélla. La baja resistencia a la tracción de la
piedra o del concreto simple, se compensa con la presencia del refuerzo metálico.

Componentes

Aproximadamente un 80% del peso del concreto u hormigón está compuesto por partículas de
origen pétreo, de diferentes tamaños, material denominado usualmente como agregados,
áridos o inertes. Por esa razón las características de esos materiales son decisivas para la
calidad de la mezcla de concreto. La calidad de los agregados depende de las condiciones
geológicas de la roca madre y, también, de los procesos extractivos. Es por lo tanto, a las
empresas productoras (canteras, areneras, saques) a quienes corresponde el primer control en
el proceso de la calidad de los agregados.

Es recomendable que esa calidad de los inertes sea comprobada por el fabricante de concreto
antes de elaborarlo. Se acostumbra añadir a la mezcla esos materiales pétreos en dos
fracciones diferentes, de acuerdo con su tamaño; una, que se denomina agregado grueso
(usualmente piedra picada, canto rodado natural, o canto rodado picado), y la otra agregado
fino (arena natural o arena obtenida por trituración). A veces se usan más de las dos fracciones
indicadas, con tamaños intermedios. Una característica fundamental de los agregados es el
diferente tamaño de todos sus granos, lo cual se conoce como granulometría.
Preparación y colocación

Mediante algunas reglas establecidas, cuya complejidad depende de la calidad requerida por el
concreto que se vaya a usar, es posible estimar las proporciones de los componentes de la
mezcla que resulten más adecuados para cada situación

El mezclado se efectúa en máquinas llamadas, precisamente, mezcladoras, las cuales son


rotores que agitan y envuelven los materiales hasta lograr una masa homogénea, con la
pastosidad o la fluidez deseada. El concreto ya mezclado, o concreto en estado fresco, es
transportado a los moldes o encofrados previamente preparados y con el acero de refuerzo ya
colocado en su interior en la posición en que debe quedar; se efectúa entonces la operación
que conocemos como vaciado, colado o moldeado, que consiste en verter la masa dentro de
los moldes y proceder posteriormente a su compactación. Esa densificación se efectúa por
medios manuales o mediante el vibrado de la masa de concreto. Como consecuencia de la
vibración, la mezcla se fluidifica y se acomoda al encofrado, ocupando todos los espacios y
rodeando completamente las armaduras metálicas.

Después hay que esperar el tiempo necesario para que el concreto fragüe y se endurezca. En su
momento se inicia el curado y se retiran los encofrados. El curado es el proceso de mantener o
reponer la humedad que pudiera perder el material por evaporación de agua, necesaria ésta
para que se desarrollen las reacciones de hidratación del cemento.

Tipos de concreto

El concreto es un material con una amplia gama de posibilidades, bien sea por el uso de
diferentes componentes o por la distinta proporción de ellos. De este modo es posible obtener
diversas plasticidades, resistencias y apariencias, logrando así, satisfacer los particulares
requerimientos de la construcción. Esa versatilidad es una de las razones que permite explicar
la creciente expansión del uso del material. Hay concretos que difieren de los convencionales.

El concreto se usa profusamente en elementos estructurales de edificaciones tales como:


Columnas, vigas, losas, cerramientos, muros, pantallas, así como en pavimentos, pistas aéreas,
zonas de estacionamiento, represas, acueductos, canales, túneles, taludes, adoquines,
tanques, reservorios, barcos, defensas marinas, y en otros múltiples usos.

Los agregados pueden ser granos de gran tamaño, como en el caso de represas o estribos de
puentes, o de pequeño tamaño, para los morteros. Pueden ser especialmente pesados o
livianos. La consistencia del concreto puede ser muy seca, como en el caso de los elementos
prefabricados, o puede lograrse muy fluida, como se recomienda para elementos de poca
sección y mucha armadura. Sus resistencias mecánicas pueden ser de niveles muy variados, de
acuerdo con las necesidades.

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