La Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918, fue un conflicto global que

involucró a las principales potencias europeas y a muchas naciones de todo el mundo. El

conflicto se desencadenó debido a una serie de tensiones políticas, económicas y
territoriales en Europa, incluyendo rivalidades imperiales, alianzas militares y
nacionalismos exacerbados.

Las principales potencias enfrentadas eran las Potencias Centrales, lideradas por Alemania,
Austria-Hungría y el Imperio Otomano, y las Potencias Aliadas, encabezadas por el Reino
Unido, Francia, Rusia y más tarde los Estados Unidos. El conflicto se libró en varios
frentes, desde las trincheras del frente occidental en Europa hasta el frente oriental, el frente
italiano y otros.

La guerra fue notoria por su brutalidad y la introducción de nuevas tecnologías militares

como la artillería pesada, las ametralladoras y el gas venenoso. Las bajas fueron enormes,
con millones de soldados y civiles muertos o heridos.

La Primera Guerra Mundial terminó con la firma del Tratado de Versalles en 1919, que
impuso duras condiciones a Alemania y sus aliados derrotados. Estas condiciones
contribuyeron a la inestabilidad política en Europa y, en última instancia, al estallido de la
Segunda Guerra Mundial dos décadas después. La Primera Guerra Mundial cambió
drásticamente la configuración geopolítica del mundo y dejó una huella indeleble en la
historia del siglo XX.