Alcalde condenado

El alcalde de Trujillo, Arturo Ferná ndez, fue condenado por difamació n agravada
en segunda instancia, por lo cual será vacado. La sentencia fue ratificada por
unanimidad, pues el burgomaestre nunca sintió ningú n tipo de arrepentimiento
por las expresiones cargadas de violencia de género contra una policía, a quien le
dijo en una transmisió n en vivo: «(…) pó ngase bien ese calzó n, pó ngase bien ese
sostén, debe estar en el Vraem, luchando como se requiere, no metida en sus
oficinas calentando ese asiento, con ese traserazo».

Sin embargo, esta no ha sido, ni de lejos, la má s indignante de sus expresiones.

Durante todo el añ o se ha dedicado a insultar y a difamar a periodistas, regidores,
autoridades, etcétera, sin que nadie lo detenga. Pero el mayor dañ o que le ha hecho
a la provincia ha sido precarizar la política y la administració n municipal, tratando
a los funcionarios como a sus vasallos: con escarnio y mofa, y obligá ndolos a hacer
cosas como despedir a tal o cual trabajador por cualquier capricho, o hacer caso
omiso a sus funciones.

Es cierto que las municipalidades está n —por decirlo menos— enfermas, pero la
forma de curarlas de este cá ncer de ineptitud y corrupció n no es a la lisura ni el
amedrentamiento, sino la honestidad, la creatividad y la empatía, materializadas
en políticas pú blicas y capacidad de gestió n, de lo cual carece este inefable
personaje que jamá s ha hecho nada concreto para mejorar la calidad de vida de la
ciudadanía, y en cambio se pasa el día publicando tiktoks con sus arrebatos y
bravuconadas, lo cual atenta contra el valor que funda los derechos humanos: la
dignidad de todos y de todas.

César Sá nchez Lucero

Escritor
República Kafkiana