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CURSO DE HISTORIA DE LA FILOSOFà - A ANTIGUA Introduccià N A La Filosofà - A
CURSO DE HISTORIA DE LA FILOSOFà - A ANTIGUA Introduccià N A La Filosofà - A
LA FILOSOFÍA ANTIGUA
INTRODUCCIÓN GENERAL
Esta sentencia de la “Apología de Sócrates”, del gran filósofo griego Platón, puede
servirnos de introducción para tratar de comprender cabalmente el sentido de la actividad
filosófica, o como se suele decir del “filosofar”, tal cual éste era entendido en el marco cultural
de la Grecia Clásica, y que ha pasado ciertamente a la historia como el modelo y la matriz de
todo el pensamiento filosófico occidental.
Por lo tanto, antes de hablar de la Filosofía Antigua, investiguemos un poco sobre cuál
ha sido el origen o génesis de este fenómeno cultural del pensamiento filosófico en la Antigua
Grecia. ¿Para los griegos quién es verdaderamente “Filósofo”? Es aquel que busca
incansablemente la “Verdad”, y trata luego por medio de ella de vivir en plenitud su vida,
sorteando las difíciles condiciones de esta vida terrena y aspirando a la Felicidad.
Esto quizás nos hace recordar una sentencia de nuestro Divino Maestro Jesucristo:
“Para entrar en el Reino de los Cielos, hay que hacerse semejante a un niño”. Y qué más típico
de un niño pequeño que el preguntar constante e incansablemente por el: ¿por qué? de todas las
cosas. Esto nos da la idea de que el Filósofo es como un niño, en el sentido de que, pasando a
1
través de las múltiples dificultades de la vida humana, conserva las características más propias
de lo humano, luchando por no deformar sus inclinaciones más naturales, sino más bien tratando
de llevarlas hacia su plenitud a través de un método estrictamente racional y de una
investigación sistemática.
De este modo, nuestro propio filosofar se hará más humano porque más consciente, y
también al mismo tiempo, se inclinará a una gratitud siempre más grande hacia todos aquellos
que pensando la realidad con mayor profundidad nos han ayudado a vivir más humanamente;
esto, en definitiva nos llevará a elevar un himno de alabanza hacia nuestro Creador y Redentor
que "todo lo ha dispuesto para el bien de sus elegidos", también la obra intelectual de pensar la
realidad desde el punto de vista filosófico. Indagando el hombre, hasta las últimas causas, la
realidad que lo rodea y la realidad de su propio ser, va descubriendo el rostro del "Otro", de
aquel que es principio y fin de todas las cosas, "Luz de Luz", Verdad y Bien absoluto; de este
modo la filosofía no tiene otro fin que el de reconocer que somos, como decían los filósofos
griegos, "una estirpe divina", y que toda nuestra vida no tiene como finalidad sino la de
"asemejarnos a la divinidad", trascendiendo por nuestro espíritu los límites del espacio y del
tiempo, participando de la vida de Aquel que es el mismo "ayer, hoy y siempre".
2
I) ETIMOLOGIA DE LA PALABRA:
Los griegos disponían de un nutrido vocabulario para significar los modos del saber:
Sofía, gnosis, gnome, noesis, sinesis, idreie, episteme, epistemosine, idmosine, matesis, matema,
istoria, filosofía, filomatia, polimatia.
Pero la misma amplitud de esas denominaciones ha permitido que bajo ellas hayan
podido cobijarse holgadamente los sentidos más diversos. En concreto, los que ha revestido la
palabra filosofía a lo largo del tiempo son casi tantos como el número de sus cultivadores,
conforme al concepto que cada uno tiene de la realidad y de nuestro modo de llegar a conocerla.
Por esta razón no nos dice gran cosa el simple análisis gramatical de las palabras
primitivas, excesivamente generales, las cuales han ido precisándose cada vez más y llenándose
de un contenido más rico, aun cuando en ocasiones sea sumamente diverso. Las palabras Sofía y
sofos tienen en la literatura griega un sentido muy amplio, aplicándose indistintamente a toda
clase de saber, tanto especulativo como práctico. En Homero, sofos significa hombre hábil en
artes mecánicas, y por derivación, prudente, astuto, ingenioso, sutil. Un sentido semejante tiene
atribuido a los Siete Sabios de Grecia, cuya "sabiduría" expresa simplemente la ciencia práctica
de la vida, o lo que podríamos llamar prudencia o experiencia. Jenófanes y Heráclito
contraponen la sabiduría (sofín), el primero, a la fuerza bruta (reme) de los hombres y de los
caballos, y el segundo, a la erudición superficial de los pitagóricos (polimatia).
3
La palabra Sophia tuvo como significado primitivo la habilidad manual en un arte
cualquiera; luego la habilidad en las bellas-artes: música, poesía; por fin el saber en general,
con un carácter de excelencia.
Las palabras “sabio y sofista” fueron por largo tiempo sinónimos. Un sofista era un
hombre que se destacaba en un arte, y un sabio. Luego, la palabra pasó a designar un maestro
de elocuencia, arte soberanamente útil en la democracia ateniense. Por fin, tomó un sentido
peyorativo: en la Atenas del siglo V, un sofista es un maestro de retórica que domina con
habilidad argumentos capciosos, que se jacta de hacer triunfar cualquier tesis, que desvía a la
juventud, y llega al colmo de hacerse pagar las lecciones, a los ojos de los griegos, indigno de un
hombre bien nacido.
En latín, sapientia viene de sapere: tener un paladar delicado, tener buen gusto; por lo
tanto, ser un buen conocedor, bien juzgar en todo campo. Y así se asimila al concepto griego de
sabiduría: un saber superior al nivel medio.
El mismo sentido amplio e indeterminado tienen las palabras que Herodoto pone en boca
de Creso dirigiéndose a Solón: "Han llegado a nosotros muchas noticias tuyas, tanto por tu
sabiduría (sofín) como por tus viajes, y que, movido por el deseo de saber, has recorrido muchas
tierras para conocerlas"4. Tucídides atribuye a Pericles una expresión semejante: "Amamos la
belleza con moderación y amamos la sabiduría sin debilidad"5.
1
DIELS., Vorsokratiker, I, p. 519 nota 6.
2
Id./ibid., I, 22 B35.
3
CLEMENTE DE ALEJANDRIA., Stromata, II 421,4.
4
HERODOTO., I30.
5
TUCIDIDES., II40.
4
Cicerón6 y Diógenes7 recogen de Heráclides de Ponto la tradición que atribuye a
Pitágoras la invención de la palabra Filosofía. Según Aecio, era corriente entre los pitagóricos8.
Pero tampoco era mucho más precisa la palabra Matemáticas (matemata=enseñanzas) que éstos
utilizaban.
Más allá de la etimología del nombre "filosofía", que ya hemos puesto de manifiesto en
la primera parte, veamos cual es la historia de esta palabra que esconde su realidad más
profunda. Esta realidad del significado de la palabra “filosofía” nos llega como muchas otras
cosas de la Antigüedad no por un testimonio directo sino por una tradición posterior.
Según una tradición que trae a colación Cicerón, y que remontaría a un alumno de
Platón, llamado Heráclides el Póntico, es Pitágoras el inventor del nombre "filosofía". Los
6
CICERON., Tusc. V 3,8.
7
DIOGENES LAERCIO., I, 12.
8
AECIO., I 3,8.
9
PLATON., Fedro, 270d.
10
VERNEAUX R., Introduction générale et logique, nov. ed., Paris 1968, Beauchesne et ses fils, p. 9.
11
VERNEAUX R., op-cit., p. 11-12.
5
primeros pensadores de Grecia eran llamados sabios; Pitágoras, por modestia, no quiso ser
llamado sino amigo o amante de la sabiduría. El texto de Cicerón al que hacemos referencia se
encuentra en las Tusculanas:
"Con éstos, es decir con los siete sabios, comenzaron a dedicarse con
empeño a la contemplación de las cosas todos los que sostenían ser sabios y
eran llamados sabios, y este nombre se extendió hasta la época de Pitágoras,
quien, según escribió el discípulo de Platón e ilustre varón de primer rango,
Heráclides de Ponto, fue llamado a Fliunte para discutir con León [Leontes]
-gobernante de Fliunte- algunos temas de alto nivel e importancia. Tras
quedar admirado León del talento y elocuencia de Pitágoras, le preguntó en
qué arte confiaba más, a lo que éste replicó que no conocía arte alguno, sino
que era filósofo.” (Cicerón, Tuscul., V 3, 8).
Aristóteles no dice nada de esta tradición, que sin embargo estaba en buena posición
para conocer, habiendo sido él mismo discípulo de Platón durante 20 años 12. Pero pronuncia
por su cuenta una sentencia del todo similar, poniéndola bajo el patrocinio del poeta Simónides:
"Se podría a buen título estimar como más que humana la posesión de
la Sabiduría. Bajo tantos aspectos, en efecto, la naturaleza del hombre es tan
esclava, que según Simónides, sólo un Dios puede gozar de este privilegio"
(Met., I, 2).
13
ARISTOTELES., Metafísica, I, 982b.
6
particulares. Es la pregunta de los primeros filósofos: "¿cuál es el principio de todas las
cosas?". Así la filosofía se propone como objeto toda la realidad del ser, buscando el primer
principio, o sea el primer "porqué" de las cosas.
Será el mérito de los sofistas y sobre todo de Sócrates el haber trasladado el interés
primordial de la filosofía al problema del hombre. Cae en crisis la problemática del cosmos y
la atención se concentra sobre el hombre y su específica virtud. Nace de este modo la
problemática moral. Sócrates ve la dignidad de la filosofía en que vuelve al hombre virtuoso,
siendo la fuente de sus males la ignorancia.
14
REALE G-ANTISERI D., op-cit, p. 12.
8
Las grandes síntesis del siglo IV a.C. enriquecerán ulteriormente la temática
filosófica, distinguiendo problemas (conexos a la problemática del todo) que representarán
luego, en el curso de toda la historia de la filosofía, como puntos de referencia paradigmáticos.
Con Platón y Aristóteles serán fijados los problemas (ya anunciados por los filósofos
precedentes) de la génesis y de la naturaleza del conocimiento, y aquellos lógicos y
metodológicos. Es método de la búsqueda racional. ¿Cuál es la vía que el hombre debe seguir
para alcanzar la verdad? ¿Cuál es el aporte de los sentidos y cual el de la razón? ¿Cuál es la
característica del verdadero y del falso? ¿Cuáles son las formas lógicas por las que el hombre
piensa, juzga, razona? ¿Cuáles son las reglas del recto pensar? ¿Cuáles son las condiciones para
que un tipo de razonamiento pueda decirse científico?
9
¿Por qué el hombre ha comenzado a filosofar? Los antiguos respondían que tal
necesidad se radica de manera estructural en la misma naturaleza del hombre: "todos los
hombres por naturaleza aspiran al saber"15. Y también: "El ejercitar la sabiduría y el
conocer son deseables por sí mismos para los hombres: no es posible, en efecto, vivir como
hombres sin estas cosas, y además son útiles para la vida; en efecto, nada nos sucede de bueno,
que no sea realizado después de haber razonado y obrado en conformidad con la sabiduría".
Además, sea que el vivir felizmente consista en el probar placer, sea que consista en el poseer la
virtud, sea que consista en la sabiduría, en todos estos casos es necesario filosofar: estas cosas en
efecto nos llegan principal y claramente por medio de la filosofía. Y los hombres tienden al
saber porque se sienten plenos de "estupor" o de "maravilla", dicen Platón16 y Aristóteles:
"Los hombres han comenzado a filosofar, ahora como en los orígenes, a causa de la maravilla:
mientras al principio quedaban maravillados de frente a las dificultades más simples, luego,
progresando poco a poco, llegaron a ponerse problemas siempre mayores, como los problemas
que atañen los fenómenos de la luna y aquellos del sol y de los astros y después los problemas
que atañen al origen del entero universo"17.
Es pues esta "maravilla", la cual surge en el hombre que se pone frente al Todo y
se pregunta cuál sea el origen y el fundamento de este y cual el puesto ocupado por él
mismo en este universo, la raíz de la filosofía 18. La filosofía es ineliminable e irrenunciable
porque lo es la maravilla de frente al ser.
¿Por qué este todo? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su razón de ser? Estas preguntas se
reducen a la siguiente: ¿Por qué el ser y no más bien la nada? ¿Por qué existe el hombre? ¿Por
qué yo existo?
15
ARISTOTELES., Metafísica, I, 980a.
16
PLATON., Teeteto, 155d: "Es propio del filósofo estar lleno de maravilla; no tiene otro origen el filosofar
que este de estar lleno de maravilla".
17
Id./ibid., I, 982b.
18
S.THOMAE AQUINATIS., S. Theol., I, q. 12, a. 1.
10
ninguna de estas está capacitada para resolverlos. Las ciencias responden solamente a preguntas
sobre las partes y no a preguntas sobre el sentido del todo.
Por estas razones podemos repetir con Aristóteles que no sólo en el origen, sino también
ahora y siempre, la vieja pregunta tiene sentido, y tendrá sentido mientras el hombre probará
"maravilla" de frente al ser de las cosas y de frente al propio ser; es decir, mientras el hombre no
descubra todas las causas del origen y del fin de su propio ser en el mundo.
Platón propone también otro concepto diverso a propósito del origen del filosofar:
la filosofía como planteamiento y solución del problema de la vida 19. En el Fedón, Platón
define la filosofía como una preparación a la muerte, pero la muerte entendida como ingreso en
la verdadera vida, la muerte como la que revelará el verdadero significado de la vida humana.
"Aquellos que aman el saber...conocen bien que la filosofía, ocupándose de educar su
alma...busca poco a poco guiarla y aún se ocupa de liberarla del cuerpo...y la exhorta a recogerse
y a restringirse toda sola en sí misma..."20.
Unidad de las dos teorías: ¿Son dos problemas diversos, el del ser en su totalidad, y el
de la vida humana? No lo son pues en el todo estoy incluido también yo mismo, y resolver el
problema del todo significa resolver también el problema del hombre, del valor de la vida
humana.
Por esto la filosofía, aún en su aparente carácter abstracto, incide profundamente sobre la
vida. No es indiferente para la vida moral de un hombre la filosofía que él profesa, mientras que
es totalmente indiferente su grado de conocimiento en matemática o en química. Hay verdad, si
19
VANNI-ROVIGHI., Elementi di filosofia, vol. I, Brescia 1962, La Scuola, p. 9-12.
20
PLATON., Fedón, cap. 33.
11
bien con una cierta exageración, en la frase de Fichte: "La filosofía que uno tiene, depende de
qué hombre uno es"21.
El problema de la vida está implícito en el problema del todo, pero este está a su vez
implícito en aquel. De hecho, para saber cuál es el significado que tiene la vida humana es
necesario ver de dónde venga y cual sea su término. ¿Soy el producto de fuerzas ciegas o de una
Providencia ordenadora? ¿El término de mi vida es la nada o es alcanzar otra vida, más intensa y
alta?
21
FICHTE., "Was für eine Philosophie man wähle hängt davon ab, was man für ein Mensch ist", Erste
Einleitung in die W. L. 1797, ed Medicus (Fichte's Werke), vol. III, pag. 18.
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