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DE MEC, Lucas Martín (2023) - Sylvia Molloy o Las Trampas de La Memoria
DE MEC, Lucas Martín (2023) - Sylvia Molloy o Las Trampas de La Memoria
como “1. Narrativa argentina 2. Novela” (6), diferentes características del estatuto de
narrar” (Amante 2021: 18). El día a día del acompañamiento y testimonio de una voz
‘narradora’ a una persona cercana, ML., que se encuentra en los últimos meses de
matices y consecuencias—, es tanto una excusa para poner por escrito sus memorias,
como también el epicentro del conflicto vincular que supone lidiar con una
pretende enunciar y problematizar. Las afecciones físicas de ML. que toman, por
persona; el propio recuerdo de la voz narradora que comienza a imbricarse con el paso
escenas en la disposición del texto; la mención de los personajes únicamente con sus
iniciales; hasta el trabajo de la ficción de figura autoral que se nos presenta con la
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lectura del texto de Molloy nos habilita una apertura que excede los límites de las
uso de una primera persona singular propia de las novelas posteriores al siglo XIX, la
esto que escribo. Nadie, después de todo, me podría contradecir.” (Molloy 2010: 30). La
escritura de su memoria.
para su tránsito por la pérdida: “No quedan testigos de una parte de mi vida, la que su
distancia de las categorías del lugar común: la falta de testigos es una liberación, una
inquietud de esta primera persona singular se explicita en uno de sus fragmentos: “Yo
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quiero ser dueña de mi memoria, no que ella me maneje a mí.” (59). El reconocimiento
del conflicto sobre el control entre la voz y su memoria, para avanzar en su proyecto de
escritura.
busca una nueva categoría que satisfaga sus intenciones: “No escribo para remendar
huecos y hacerle creer a alguien (a mí misma) que aquí no ha pasado nada sino para
buscar una totalidad en su relato. Presenta el rol del escriba, el papel de quien pone por
diferente: el escriba está asociado a una figura de poder y, en la religión católica, por
ejemplo, a la hipocresía. La posibilidad de ser quien pone por escrito y no tiene que
original. Con esta propuesta, de ‘narradora’ a ‘escriba’, se desliza uno de los primeros
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Se continuará con esta categoría, propuesta en el texto de Molloy, para evitar figuras asediadas en
Desarticulaciones como la del ‘narrador’.
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otras figuras de la historia de la literatura como el copista, quien también, en su ejercicio
Molloy. No se trata de una simple correspondencia de cada fragmento del texto con un
hace siempre: reescribe como quien hace reverberar. La escena es una cita.” (Amante
2021: 21). De esta manera, la lectura fragmentaria que restringe algunas de las zonas de
narración del vínculo de ML. con la escriba, abre otras lecturas desde el trabajo con la
literatura en general.
ser reconstruido desde las lecturas que supieron compartir: “La cara se le ilumina al
verme, te estaba esperando, me dice, como algún personaje de Rulfo.” (Molloy 2010:
del fantasma en Pedro Páramo de Juan Rulfo, cuando Juan Preciado visita Comala en
traslado de las mismas palabras de un texto a otro, sino en el encuentro no fortuito entre
toma lo que se lee, y se lo reescribe para poder releerlo, pero transformado: ha sido –
Uno de los fragmentos más relevantes en esta lectura de Molloy desde la escena
como cita, es el titulado “Fracturas”: “Hace una semana, me atropelló una bicicleta y me
rompió la pierna. Pasé días en el hospital, atontada por los calmantes, (…) No me
acuerdo de nada: ni con quién hablé por teléfono ni qué les dije a los que me vinieron a
visitar.” (Molloy 2010: 61). Por primera vez, la primera persona del texto se ve afectada
ella, así como también los rasgos distintivos de su caso en comparación. La suspensión
iguala —en algunos aspectos— a ML. Sin embargo, sus recuerdos persisten y se
experimentó ese abarrotamiento digno de Funes, ML. que ni siquiera recordaba haberse
roto la pierna aun cuando la tenía delante.” (62). La reverberación del texto de Borges
sólo la mención del personaje abre la lectura, sino también la puesta en funcionamiento
de términos que no le son propios: “Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de
acompaña. Sin embargo, la reescritura y el trabajo con las citas no se reduce, tal como
propio —la fractura de la escriba, el recuerdo de ML. — y lo ajeno —un Funes postrado
que recuerda de forma exacerbada y casi totalizante—. Invita a una lectura activa y
atenta, no solo del texto de Molloy, sino también de los textos en diálogo:
Desarticulaciones se puede leer a través de sus escenas de citas y, también, los textos
que exceden a la autora argentina y su época pueden revisitarse desde las claves de
mi padre, he pensado en mi hermana, he revivido los años que vivimos juntas en París,
por la intensidad, por la revisión de la vida, por la forma en la que se recuerda: “(Repito
que el menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra
protagonista del cuento que se encuentra frente a Funes y su memoria sin límites,
los pasajes del texto se focaliza en las clases de la escriba mientras ML. se encuentra en
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plena desarticulación: “Al comentar la novela en clase, emitiendo algunas de nuestras
observaciones de entonces como si fueran nuevas, sentí como que nos plagiaba. O
mejor: sentí como que la plagiaba a ella…” (Molloy 2010: 47-48). La copia de las
clases cobra un doble movimiento: hacia una tercera persona, ‘ella’, o hacia una primera
persona plural, ‘nos plagiaba’; nunca menciona que sienta que se repite a sí misma.
ronda en torno de varios de los pasajes del texto y se le atribuye un nuevo tratamiento:
el simulacro de novedad, manifestar como si fuera nuevo; plagiar desde una situación
clase sería una nueva instancia de diferencia y repetición que excede a la reflexión de la
con otros textos ajenos a la autora, pero concluyen en la misma instancia ulterior: la
libro antes de la muerte de ML., se decide exponer la repetición de los recuerdos y las
modificaciones conscientes a ese material sin culpa. Falsear la memoria tiene dos
caminos en el texto de Molloy, la escritura de ML. mientras sigue viva para que perdure
manera, ella ya ha vuelto.” (Molloy 2010: 75). La impunidad del accionar de la escriba
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Bibliografía consultada
Molloy”. Revista Chuy, número especial “Todo sobre Molloy”, vol. 7, 16-29.
Aires: Sudamericana.
Editores.