BENDICIÓN Y

DESTINO NACIONAL
PARA ARGENTINA

ASHER
INTRATER
 BENDICIÓN Y DESTINO NACIONAL PARA ARGENTINA

NATIONAL BLESSING AND DESTINY FOR ARGENTINA

INTRODUCCIÓN: PILARES DEL MENSAJE

1. Dios tiene un plan predestinado para tu vida

a. Para gloria
b. En etapas
c. Basado en ser conformados a la imagen de Yeshua

2. Dios tiene un plan predestinado para tu nación

a. También para gloria
b. También en etapas
c. Basado en el modelo de Israel en la Biblia

3. Dios tiene el control de la historia de las naciones

a. Había siete imperios en la Biblia
b. Estas naciones se levantaron y cayeron de acuerdo a los principios bíblicos

4. El plan maestro para todas las naciones es lo que llamamos “el Reino de Dios”
a. Es un mundo perfecto con gente perfecta
b. Yeshua será la cabeza de los gobiernos
c. Todos los asuntos sociales, morales y políticos serán resueltos
d. El Reino influye la sociedad del mundo hoy, para bien
e. El Reino gobernará la sociedad en el mundo venidero

5. La bendición de la familia abrahámica de Israel puede ser transferida a ti y a tu nación

a. A través de Yeshua
b. A través del pacto de alineamiento con Israel
c. Podemos romper las maldiciones de la historia y soltar las bendiciones
d. Creemos que habrá un quiebre histórico para ti y para tu familia, tu iglesia y tu nación

1. DESTINO GLORIOSO PERSONAL

Venimos de Israel con profundo amor y aprecio por la Argentina y todo el pueblo latinoamericano. Queremos com-
partir con ustedes el Evangelio del Reino y orar bendición para que se cumpla su destino nacional.

Sabemos que Dios tiene un destino maravilloso para cada persona. Ese destino se cumple a medida que cada
persona se conforma a la imagen de Yeshua (Jesús).

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó;
y a los que justificó, a estos también glorificó”. Romanos 8:28-30

Dios tiene un plan glorioso para tu vida. Ese plan comienza cuando eres llamado para su propósito. El propósito de

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Dios es lo que llamamos el “Reino de Dios”.

Cuando te sometes al plan de Dios para el Reino de Dios, entonces todas las cosas comienzan a obrar juntas para
tu bien. Las palabras “trabajan juntas” (ayudan) aquí en griego son synergeo. Hay una sinergia de todas las cosas
cuando eres llamado a su Reino.

Cuando te sometes al Reino de Dios, estás alineado con Dios. El alineamiento produce la sinergia. Cuando la pelvis
y la columna vertebral están alineadas correctamente con la cabeza, el cuerpo está libre para moverse y estar
activo. Si el alineamiento en el cuerpo no es correcto, entonces hay dolor y parálisis (o restricción de movimiento).

El plan para que todas las cosas ayuden a bien (funcionen juntas) es que tú llegues a ser como Yeshua:
ser conformado a la imagen de Yeshua. Él es EL Hijo de Dios. Nos convertimos en hijos de Dios, siguiéndolo. Algunos
de nuestro pueblo dicen que creen en Dios, pero no creen en Yeshua como el Hijo de Dios. Pero para llegar a ser hijos
de Dios, debemos ser conformados a su imagen como Hijo de Dios. Si no vemos la conexión con Yeshua, entonces
nosotros mismos no podemos cumplir nuestro destino como hijos de Dios. Negarlo como Hijo de Dios es anular
nuestro propio destino de ser hijos e hijas de Dios.

La transformación para ser hijos de Dios viene en cinco etapas:

1. Nos conoció de antemano

2. Predestinados
3. Llamados
4. Justificados
5. Glorificados

El plan de Dios para tu vida es finalmente ser glorificados a la imagen de Yeshua. Toda tu vida es un proceso que
avanza hacia esa meta. Dios te conoce. De hecho, Él te "conoció de antemano". La palabra para conocer de
antemano en griego es proginosko. Hay tres personas descritas como conocidas de antemano por Dios. El primero
es Yeshua mismo (1 Pedro 1:20). El segundo eres tú, o cualquiera que elija someterse al propósito de Dios (Romanos
8:29).

2. DESTINO NACIONAL

Sin embargo, hay un tercero. Y no es una persona, sino una nación. Es la nación de Israel.

“Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham,
de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció…” Romanos 11:1-2

El mismo apóstol Pablo (Shaul), que escribió que eres conocido como hijo de Dios, también escribió en
la misma epístola a los Romanos que el pueblo de Israel fue conocido por Dios. Aquí está hablando de
Israel como una nación que todavía NO ha aceptado a Yeshua. Pero Dios “conoce de antemano” que algo
sucederá.

Gran parte de la Ley y los Profetas (Antiguo Testamento) describen la historia y el destino del pueblo de Israel. No
hay otra nación en la Biblia cuyo destino se describa de esta manera. Para cualquiera que crea en el Dios de Israel,
la nación de Israel debería servir como la nación “modelo” de cómo Dios trataría con su nación.

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Yeshua es el único camino para que una persona sea conformada a la imagen de Dios, porque Él es la imagen de
Dios. Israel es la única nación por la cual otra nación puede ser conformada al destino de Dios para esa nación,
porque Israel es la única nación descrita en la Biblia. No hay otro patrón.

Yeshua es el Hijo de Dios (Juan 1:12) y el Rey de Israel (Juan 12:13). Para ser conformado a la imagen de Dios como
persona, tienes que creer en Yeshua como el Hijo de Dios. Para que tu nación sea bendecida y cumpla su destino,
debes creer en el llamado de Israel como nación.

Yeshua es el Hijo de Dios y el Rey de Israel y la Cabeza de la Ekklesia-Iglesia (Efesios 1:22). El destino de tu vida
personal, el llamado de Israel y la plenitud de la Ekklesia están todos conectados entre sí por la fe, el amor y el
pacto. Yeshua e Israel y la Iglesia están todos unidos en el plan de Dios.

3. HISTORIA DE LOS IMPERIOS DEL MUNDO

Hubo siete imperios descritos en la historia de la Biblia:

1. Egipto
2. Israel
3. Asiria
4. Babilonia (Iraq)
5. Persia (Iran)
6. Grecia
7. Roma

Cada imperio tuvo sus puntos altos y sus puntos bajos. Cada uno tuvo momentos de gran gloria y poder. Cada uno
tuvo momentos de caída a causa del pecado. En cada caso, había una conexión de pacto con Israel y el plan de
Dios.

1. Egipto fue glorificado en el libro de Génesis y destruido en el libro de Éxodo. Génesis fue el buen período con un
buen faraón y grandes bendiciones. En ese momento, José era el primer ministro de Egipto y el pueblo de Israel era
bienvenido. En la época de Moisés, había un faraón malvado. Los egipcios mataron a los niños israelitas. En el
tiempo de Moisés, juicios terribles cayeron sobre Egipto.

2. Israel fue el siguiente gran imperio. Cuando David era rey, había justicia. Cuando Salomón era rey había una
enorme bendición y gloria. Pero entonces Salomón pecó. En la época de Roboam y Jeroboam, la nación se dividió
en dos, y finalmente fue destruida y exiliada. Cuando Israel estaba en el apogeo de su reino, hubo tratados de paz
con sus vecinos árabes. El reinado pacífico y glorioso de Salomón es una imagen parcial de cómo será el Reino del
Mesías en la tierra.

3. Asiria fue el tercer reino. Empezó a ser bendecido cuando se arrepintieron en el tiempo de Jonás. Creyeron en el
Dios de Israel en un momento en que Israel estaba pecando y volviéndose contra Dios. Debido al arrepentimiento
nacional, crecieron hasta convertirse en un gran imperio. En tiempos de Isaías conquistaron y exiliaron a Israel. Pero
luego se volvieron hambrientos de poder y malvados. En el reinado de Ezequías, atacaron a Judá y fueron totalmen-
te destruidos por el Ángel YHVH (Isaías 37:36).

4. Luego vino Babilonia. Fueron un gran imperio durante el tiempo en que Daniel fue primer ministro de la nación.
Cuando pecaron, también fueron destruidos.

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5. Luego vino Persia. Eran un gran imperio durante el tiempo en que Mardoqueo era primer ministro (y Ester era
reina). Financiaron la restauración de Israel y Jerusalén durante la época de Esdras y Nehemías.

6. Luego vino Grecia. Cuando Grecia conquistó Israel, compilaron y tradujeron la Biblia. El primer Antiguo
Testamento completo se llamó la Septuaginta en su forma griega. Esto abrió el camino a la escritura de los evange-
lios. Los evangelios fueron escritos por judíos israelíes de habla hebrea en griego. Por lo tanto, la Biblia pudo difun-
dirse por todo el mundo.

7. Luego vino Roma. Roma era el imperio que regía en el momento del nacimiento de Yeshua y todos los eventos del
Nuevo Pacto. El libro de los Hechos comienza en Jerusalén y termina en Roma. El idioma de Roma era el latín. El latín
evolucionó al italiano, francés, español y portugués. América Latina es, en cierto modo, una extensión del imperio
romano primitivo.

El pueblo judío fue expulsado de España en 1492 y de Portugal en 1498. Esto sucedió al mismo tiempo que la
colonización de América. Es probable que muchos de los primeros inmigrantes en América Latina fueran judíos que
huían en barcos desde España y Portugal.

La expulsión de los judíos fue el resultado de la Inquisición. La Inquisición era un tribunal de la Iglesia contra los
"conversos": personas judías que se habían convertido, pero que continuaban manteniendo las tradiciones judías.
Esta situación era extremadamente compleja y no hay suficiente espacio para tratar todos los temas aquí.

Baste decir que existe la esperanza de revertir esa maldición por el amor y la cooperación entre los verdaderos
cristianos creyentes en América Latina y los judíos mesiánicos de Israel. Esa es una de las razones por las que esta-
mos aquí hoy. Oremos para cambiar todo el mal de nuestra historia en bien.

Argentina y muchos de los países latinoamericanos han experimentado un renacimiento. Sin embargo, esos
avivamientos no han llevado a la restauración nacional. Hemos venido a orar por ustedes, nuestros amados amigos,
para que Dios traiga un avivamiento a la gente y la restauración de la nación.

4. MENSAJE DEL REINO DE DIOS

El primer mensaje de Yeshua y sus discípulos fue “Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado” (Mateo
3:3, 4:17, 10:7). Este es también el último mensaje, ya que Yeshua dijo que, “Este evangelio del reino debe ser predi-
cado en todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

Como hemos dicho antes, el Reino de Dios es el plan completo de Dios de principio a fin. Involucró bendición y res-
tauración en cada área de la vida. Incluye estas siete dimensiones:

1. Justicia Social
2. Gobierno justo
3. Igualdad racial
4. Cambio ambiental
5. Bienestar económico
6. Reforma religiosa
7. Paz mundial

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El plan de Dios es para un mundo perfecto con personas perfectas. Él está trabajando ahora para cambiar los co-
razones de las personas para ese mundo perfecto que vendrá. No puede haber un mundo perfecto ahora. Eso solo
vendrá cuando el Mesías regrese y gobierne la tierra.

Sin embargo, aunque no puede haber un mundo perfecto ahora, puede mejorar. Puede haber una gran mejora en
todas las áreas enumeradas anteriormente. Si el mensaje del Reino se esparce en los corazones de las personas, la
nación mejorará mucho durante esta era y se perfeccionará en la era venidera.

El Reino de Dios influye en la sociedad que nos rodea ahora. Gobernará la sociedad en el mundo venidero.

Cada nación tiene un destino. La nación modelo para ese destino es Israel en la Biblia. Mientras la nación mira a
Israel como la nación modelo, entonces los propósitos de Dios para la nación pueden ser liberados. Hubo grandes
promesas y bendiciones dadas a Abraham.

5. TRANSFERENCIA DE LA BENDICIÓN

Esas promesas están disponibles para cualquier persona o nación a través de Yeshua.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito:
Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”. Gálatas 3:13-14

Oremos juntos por la bendición y el destino de Dios para la Argentina y todos los países de América Latina. Las ben-
diciones son para cada persona, familia, iglesia y nación. Que este sea un momento ordenado por Dios para liberar
su destino para las naciones latinoamericanas, a través de Yeshua, ya través de la asociación de pacto entre los
cristianos latinoamericanos y los judíos mesiánicos israelíes.

Oremos unos por otros con amor y fe en el nombre de Yeshua. Oremos por el alineamiento correcto para liberar la
sinergia divina. Rompamos toda maldición y proclamemos toda bendición. Que todos los propósitos del Reino de
Dios lleguen a tu nación. Amén.

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