Está en la página 1de 13

El microbioma humano

de localizaciones corporales
2 específicas y sus características
biológicas únicas
Kjersti Aagaard, Ruth Ann Luna y James Versalovic

DEFINICIÓN DEL MICROBIOMA El microbioma humano


HUMANO como un ecosistema complejo compuesto
La microbiota humana puede definirse como el conjunto de micro­ por múltiples hábitats y nichos corporales
organismos (alrededor de 90 billones de bacterias, arqueas, microorganismos Los proyectos HMP (financiado por los National Institutes of Health esta­
eucarióticos y virus) que residen en el cuerpo humano; el microbioma humano dounidenses) y Metagenómica del Tracto Intestinal Humano (MetaHIT;
consta de los genes y productos génicos (ARN, proteínas, metabolitos) financiado por la Comisión Europea) establecieron los primeros catálogos
producidos por comunidades microbianas residentes. La aparición de las de genes microbianos de la microbiota humana adulta; el proyecto HMP
tecnologías de secuenciación de alto rendimiento de ADN y ARN y de abarcó 15 nichos corporales en varones y 18 en mujeres1-4. Cada hábitat
las metodologías computacionales ha permitido a los científicos catalogar corporal principal del microbioma del ser humano sano contiene una
sistemáticamente el conjunto global de microorganismos (cultivados y no comunidad microbiana específica, cuando se evalúa según su composición
cultivados) de una manera sin precedentes hasta el momento. Los diferentes bacteriana2,3,5,6 (fig. 2.1). Además, el HMP señaló que aunque ningún
hábitats corporales contienen comunidades microbianas y microbiomas taxón bacteriano estaba presente universalmente en todos los hábitats corporales
que se diferencian por la composición y la función microbianas (módulos e individuos la distribución relativa de varios módulos y vías metabólicos
y vías metabólicos). Como resultado, cada hábitat corporal está compuesto era sorprendentemente similar, con la observación de un mayor grado de
de especies bacterianas características y otros taxones microbianos que se similitud en el seno de grupos étnicos y raciales2. En el ámbito poblacional,
adaptan a cada localización del cuerpo. Las diferencias en cuanto a com­ la mayor variación en cuanto a composición y función se observa cuando se
posición microbiana dan lugar a diferencias de capacidad metabólica y de compara la composición y la función entre individuos de diferentes estados
función agregada del microbioma humano. de salud y enfermedad; distribución geográfica; raza, origen étnico o ambos,
Los conceptos tradicionales se han puesto en entredicho, como las ideas y fase de la vida. Se observa una variación relativamente baja cuando se
expuestas por primera vez en los postulados de Koch, donde los micro­ comparan los mismos nichos corporales entre grupos de individuos similares
organismos se consideraban patógenos y como los únicos agentes etiológicos en una población relativamente homogénea. En otras palabras, nuestros
de las enfermedades infecciosas. Esta visión «hostil» no tiene en cuenta microbiomas muestran las máximas diferencias cuando se compara un
las primeras visualizaciones de microorganismos orales y fecales con los nicho corporal con otro (p. ej., el intestino con la vagina o la cavidad oral
microscopios de Anton van Leeuwenhoek, donde se observó que ciertos con la piel) y son relativamente menos distintos cuando se comparan unas
animálculos (microorganismos) habitan en una relación simbiótica y proba­ personas con otras (p. ej., intestino con intestino). El análisis ampliado de la
blemente mutuamente beneficiosa con el huésped. En la actualidad se sabe cohorte original del proyecto HMP (HMP1 II) resumió la variación a nivel
que el genoma microbiano es alrededor de 250 veces mayor que el genoma de cepa en un completo conjunto de datos derivado de 2.355 metagenomas
humano, y el recuento celular de la microbiota residente es parecido al del y 265 individuos99. Los perfiles de las cepas bacterianas se mantuvieron
ser humano y de hecho lo supera ligeramente1. El desarrollo de los conceptos estables a lo largo del tiempo, habiéndose identificado clados de subespecies
sobre la abundancia relativa y la ubicuidad de diversos patógenos humanos es específicos de localización corporal. Por ejemplo, se obtienen distintos clados
cada vez mayor gracias a los avances en la ciencia del microbioma humano. de subespecie de Haemophilus parainfluenzae en la cavidad oral. La especie
La abundancia se refiere a la cantidad relativa de microorganismos dentro de de Bacteroidetes contribuyó a la composición microbiana personalizada del
cada individuo o localización corporal, mientras que la ubicuidad se refiere intestino, en comparación con otras partes del cuerpo. Se identificó que
a la presencia de los mismos microorganismos en diferentes individuos. algunas vías metabólicas microbianas eran relativamente específicas del ser
El Proyecto Microbioma Humano (HMP por su acrónimo en inglés) humano, e incluyeron la biosíntesis de la vitamina B12 como ejemplo de una
documentó la sorprendente ausencia de patógenos canónicos en adultos vía enriquecida por el microbioma humano.
sanos en 18 localizaciones corporales2. Entre las excepciones notables hay Como resultado, el punto de vista rápidamente cambiante del ecosistema
que citar los patógenos bien conocidos Staphylococcus aureus y Escherichia humano amplía el concepto tradicional según el cual un único patógeno
coli. Por ejemplo, se detectó ADN de E. coli en el 15% de los individuos con explica la aparición de la enfermedad. Aunque un solo microorganismo sea
una abundancia del 0,5% y era detectable a cualquier nivel en el 61% de el agente etiológico de una infección, la patogenia y la fisiopatología de dicha
los adultos sanos. Los patógenos canónicos, según la definición del Natio­ infección pueden contemplarse en el contexto del microbioma y la biología
nal Institute of Allergy and Infectious Diseases2, suelen estar ausentes del humana. En la actualidad se sabe que el microbioma humano es un eco­
microbioma humano en individuos sanos, pero los patógenos oportunistas sistema complejo, con nichos biológicos distintos. La perspectiva resultante
están ampliamente distribuidos en dicha población. Se detectaron un total para la salud y la enfermedad humanas desplaza el foco de atención al
de 59 agentes patógenos oportunistas en la base de datos del Pathosystems equilibrio global de nuestra microbiota en lugar de a la aparición de un
Resource Integration Center (PATRIC) en 242 adultos sanos, y estas especies agente infeccioso específico. Como resultado de ello, el conocimiento preciso
estaban compartidas en individuos colonizados en múltiples localizaciones del papel de la estructura de la comunidad microbiana en el huésped puede
corporales. Este hallazgo contrasta con la relativa especificidad de hábitat de facilitar una comprensión más profunda de las enfermedades infecciosas
especies comensales que carecen de pruebas de patogenicidad. En resumen, y la susceptibilidad a las infecciones (tabla 2.1). En la actualidad se están
aunque los patógenos canónicos son poco frecuentes en individuos sanos, los recogiendo los frutos traslacionales de una comprensión más amplia del
patógenos oportunistas son relativamente habituales en dichos individuos microbioma humano a medida que la medicina metagenómica progresa en el
y explican por qué la inmunosupresión a menudo da lugar a infecciones restablecimiento de la salud en situaciones de gran morbilidad (p. ej., colitis
oportunistas. Los patógenos canónicos, por el contrario, deben transmitirse recidivante por Clostridioides difficile [previamente Clostridium difficile])7.
a las personas sanas a partir de otros seres humanos, animales o el medio­ Este capítulo describe el estado actual de los conocimientos sobre el
ambiente. Los patógenos oportunistas pueden surgir del seno del microbioma origen del microbioma humano y las principales características de las comu­
indígena, además de la posible transmisión desde fuentes externas. nidades microbianas asociadas al ser humano en los principales hábitats del
12 © 2021. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
13

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
FIG. 2.1 El microbioma humano está compuesto de distintas poblaciones de bacterias en diferentes localizaciones corporales. Esta gráfica del
análisis de los componentes principales (CP) muestra cada localización corporal específica (indicada por colores distintos) y su composición microbiana en
adultos sanos. Cada círculo de color en el espacio representa el microbioma de un individuo según se ha determinado mediante secuenciación génica de
ARNr 16S, y los microbiomas similares se agrupan más estrechamente entre sí en el espacio bidimensional. HMP, Human Microbiome Project. (Modificada
de Lloyd-Price J, Mahurkar A, et al. Strains, functions and dynamics in the expanded Human Microbiome Project. Nature. 2017;550:61–66.)

cuerpo. Se hacen breves comentarios sobre los determinantes conocidos quinto lugar, hay datos contradictorios sobre si la modalidad del parto (por
de la estructura microbiana de estos nichos y las posibles asociaciones con cesárea o vaginal) tiene un efecto duradero sobre la estructura y la función
diversas enfermedades (presentando ejemplos). del microbioma neonatal y del lactante. De acuerdo con varios estudios
recientes, un metaanálisis y opiniones de comités de expertos15,33,35,36,87-98,
¿De dónde y cuándo llegan nuestros otros autores, además de nosotros, respaldan la conclusión de que el efecto
microbiomas? a largo plazo de la modalidad del parto sobre la composición y la función
Durante mucho tiempo se había pensado que los recién nacidos de los del microbioma humano probablemente sea mínimo, está modulado por
mamíferos eran expuestos por primera vez y colonizados por la microbiota múltiples factores de confusión y factores colineales, y en gran parte está
durante el nacimiento (durante el parto). Sin embargo, múltiples tipos de limitado al periodo neonatal (<28 días después del parto) y el comienzo del
datos han convergido para sugerir que la primera exposición a los micro­ periodo de la lactancia. Debido a los numerosos e importantes factores de
organismos probablemente se produzca durante la vida intrauterina8-18. Aun­ confusión en muchos estudios que han comparado la microbiota después
que no está claro si esta primera exposición a los microorganismos produce una del parto por cesárea y del parto vaginal, actualmente es difícil afirmar que
colonización viva verdadera del feto o, por el contrario, permite la tolerancia el parto por cesárea, en sí mismo, confiere una disbiosis a la descendencia,
inmunitaria para la posterior colonización del recién nacido durante la y mucho menos qué especies o cepas podrían ser responsables del riesgo de
vida extrauterina, es evidente que los recién nacidos nacen con micro­ enfermedad en fases posteriores de la vida.
organismos detectables, que se expanden al comienzo de la lactancia para for­ ¿Qué, entonces, explica los múltiples estudios que sugieren una aso­
mar unidades relativamente complejas desde los puntos de vista de composición ciación entre el parto por cesárea y varios resultados de salud relacionados
y funcionamiento, con la misma separación por nichos corporales que se con el microbioma?
encuentra en los adultos8,14-17,19-44. En cuanto a implantación longitudinal del microbioma humano, inicial­
¿Cuáles son estos tipos de datos que confirman la exposición a los mente se publicó y se pensaba que los microbiomas en los lactantes nacidos
microorganismos antes del parto? Son numerosos y proceden no solo de por vía vaginal en comparación con los nacidos por cesárea presentaron una
análisis del ADN (es decir, metagenómicos), sino también del cultivo y diferencia modesta hasta los 6 meses de edad y diferencias apreciables años
de análisis dirigidos de especies bacterianas y cepas. En primer lugar, es después99-101. Sin embargo, estudios más recientes indican que el microbioma
evidente que el útero y su endometrio no son estériles, y recientemente se humano se «diferencia» de manera efectiva en todas las localizaciones del
ha sugerido una asociación entre los microorganismos endometriales y el cuerpo a las 6-8 semanas de edad, y que los efectos de la modalidad del parto
éxito reproductivo45-59. En segundo lugar, la placenta de múltiples especies prácticamente han desaparecido a los 2 meses de edad8,19. Inicialmente, se
de mamíferos contiene un microbioma con una biomasa y una diversidad creía que los recién nacidos que nacen por cesárea presentan una deficiencia
bajas que se puede detectar mediante metagenómica, inmunohistoquímica, característica del género Bifidobacterium, mientras que en los nacidos por
cultivo o una combinación de estas técnicas, y se puede distinguir de la vía vaginal predominan Bifidobacterium longum y Bifidobacterium catenu­
posible contaminación por el «kit» o por el «amortiguador para la extracción latum, aunque en estas observaciones se puede introducir confusión por
de ADN»40-42,48,60-81. Aunque un grupo describió la imposibilidad de dis­ otros factores, como la alimentación materna y la lactancia33,85,89,99,102-106.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tinguir la detección de los taxones en el microbioma del «negativo del kit» En otras palabras, ambos conjuntos de observaciones pueden ser ciertos.
y de los controles «ambientales», su análisis estuvo limitado a los perfiles Aunque puede haber una asociación entre el parto por cesárea y varias
de taxones basados en los genes del ARNr 16S determinados mediante enfermedades no transmisibles crónicas (asma, alergias atópicas, obesidad,
secuenciación de los amplicones V1V282. Además, compartir taxones a diabetes mellitus tipo 2), es poco probable que el acto quirúrgico modifique
un nivel general (es decir, por encima de especie o cepa) no confirma la la comunidad del microbioma. Por el contrario, los factores que acompañan
presencia de contaminación. Por lo tanto, la mayor parte de los datos dis­ al parto por cesárea (como la indicación médica subyacente al parto por
ponibles confirman la presencia de una comunidad microbiana placentaria cesárea y la menor tasa de lactancia materna exclusiva) pueden ser los
con una biomasa baja. Tercero, como ya se ha señalado previamente, el factores principales. En consecuencia, los intentos dirigidos a reducir las
recién nacido no nace estéril8,14-17,19-44. En cuarto lugar, las exposiciones indicaciones médicas de la cesárea e incrementar la alimentación materna
durante la gestación dejan una «huella» duradera sobre la descendencia. En exclusiva pueden ser óptimos87.
concreto, los factores tempranos que podrían influir en el microbioma del ¿La capacidad de influir en el microbioma está limitada a las primeras
recién nacido y el lactante incluyen la edad gestacional en el momento del fases de la vida? Evidentemente, no. Estos mismos factores se mantienen a lo
parto17, los patrones de alimentación del lactante18,83, la ingesta elevada de largo de toda la vida adulta, y el desarrollo y la sucesión del microbioma se
grasas con los alimentos por parte de la madre durante toda la gestación y producen durante toda la vida del ser humano. Estudios poblacionales han
la lactancia9,19, el uso de antibióticos84 y las exposiciones ambientales85,86. En identificado múltiples factores que se relacionan con la variación observada
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
14

TABLA 2.1 Explicación de términos clave


TÉRMINO DEFINICIÓN
Parte I Principios básicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas

Términos biológicos
ARNr 16S Forma transcrita del gen de la subunidad ribosómica 16S, el menor componente de ARN del ribosoma procariótico, usado como
marcador taxonómico más frecuente de las comunidades microbianas
Disbiosis Alteraciones en la distribución o la cantidad de microorganismos en una parte específica del cuerpo
Diversidad Medición de la distribución taxonómica en una comunidad en términos de taxones diferentes o de su distancia evolutiva/filogenética
Estructura de comunidad Se usa con más frecuencia para referirse a la composición taxonómica de una comunidad microbiana; también puede referirse a la
distribución espaciotemporal de los taxones
Gnotobiótico Huésped animal que contiene una serie definida de microorganismos, implantados de forma sintética o transferidos de otro huésped;
a menudo, se usa para referirse a organismos modelo con microbiota humanizada
Metaboloma Conjunto total de metabolitos (y posiblemente flujos) de una comunidad
Metagenoma ADN genómico total de todos los organismos de una comunidad
Metagenómica Estudio de comunidades microbianas no cultivadas; habitualmente, se basa en datos experimentales de alto rendimiento y técnicas
bioinformáticas
Metaproteoma Proteoma total de todos los organismos de una comunidad
Metatranscriptoma Conjunto total de ARN transcrito de todos los organismos de una comunidad
Microbioma Conjunto total de la comunidad y las biomoléculas microbianos en un entorno definido
Microbiota Conjunto total de microorganismos en una comunidad; suele usarse en referencia a un huésped animal
Microflora Término antiguo que se utilizaba como sinónimo de «microbiota»
Ortólogo Gen homólogo en dos especies que se distingue solo por un episodio de especiación; en la práctica, se utiliza para referirse a cualquier
gen suficientemente homólogo como para representar un dato sólido de que se conserva una función biológica
Prebiótico Sustancia alimentaria metabolizada por la microbiota y que confiere un beneficio directo o indirecto para el huésped
Probiótico Microorganismo vivo consumido por el huésped y que posee beneficios directos o indirectos para la salud
TMF Trasplante de microbiota fecal; se refiere a la introducción de contenido fecal de donante en el tubo digestivo del receptor

Términos analíticos
Clasificación taxonómica (binning) Asignación de secuencias a unidades taxonómicas
Diversidad alfa Diversidad taxonómica en una misma muestra
Diversidad beta Diversidad taxonómica entre distintas muestras
Metagenómica funcional Análisis computacional o experimental de una comunidad microbiana respecto a las actividades bioquímicas y biomoleculares de otro
tipo codificadas por su genoma compuesto
Quimera Secuencia de ADN artificial generada durante la amplificación, formada por una combinación de dos (o más) secuencias subyacentes
verdaderas
Relleno de espacios Proceso de imputar las abundancias génicas ausentes o inexactas en un conjunto de vías
UTO Abreviatura de unidad taxonómica operacional, un grupo de organismos similares a nivel de secuencia por encima de un umbral
específico (p. ej., 95%) utilizado en lugar de especie o género
WGS Secuenciación aleatoria de todo el genoma; se utiliza para describir la secuenciación aleatoria de organismos individuales y, a veces, de
comunidades microbianas, aunque esto no es totalmente exacto porque habitualmente no está implicado un «genoma completo»
WMS Secuenciación aleatoria de todo el metagenoma; se utiliza para referirse a la secuenciación metagenómica no dirigida, para distinguirla
de la secuenciación dirigida hacia genes marcadores taxonómicos específicos

en la composición, el contenido génico y la función del microbioma humano. el microbioma oral. El HMP demostró que existe una gran especificidad de
Entre estos factores están el hábito corporal107,108, la edad109, las exposiciones nicho en el microbioma oral, con observación de distintas comunidades a
medioambientales (químicas y microbiológicas), las enfermedades cróni­ nivel de taxones y de patrones de portadores génicos (figs. 2.1 y 2.2). Para
cas110,111, factores genéticos112, el sexo113, el nivel socioeconómico20, factores hacerse una idea, 1 ml de saliva de un adulto sano contiene alrededor de
geográficos109 y la alimentación109,114. Aunque se ha estudiado mucho el 100 millones de células, que son distintas de la comunidad del microbioma oral
efecto del parto vaginal o por cesárea sobre el microbioma de lactante en circundante. Varios estudios2,3,118-121 han documentado la solidez imprevista
desarrollo, todavía no está claro el efecto de la modalidad del parto sobre la del microbioma oral. Las metodologías de micromatrices (microarray), piro­
composición de microorganismos y su función. secuenciación precoz y cultivo han estimado que existen alrededor de
Además, los factores maternos, como la indicación para la cesárea, el 700 filotipos de microorganismos orales. Sin embargo, se estimó que las
uso de antibióticos previos a la incisión frente a perioperatorios, el consumo muestras conjuntas de placa dental de 98 adultos sanos englobaban 22 filos,
de probióticos, el índice de masa corporal (IMC) materno y el estatus de la con 3.621 y 6.888 filotipos a nivel de especie en la saliva y la placa, respectiva­
diabetes gestacional, son factores modificadores probables poco estudia­ mente118. El HMP estimó que existen casi 70 géneros distintos en los tipos de
dos11,99,101,115. Estas observaciones se han resumido en revisiones realizadas muestras humanas2. Los géneros bacterianos más abundantes en adultos sanos
por varios equipos de investigación, y han formado parte de la base utilizada son Actinomyces, Bacteroides, Prevotella, Streptococcus, Fusobacterium, Lau­
para la opinión sobre «siembra vaginal» del comité del American College of tropia, Leptotrichia, Corynebacterium, Veillonella, Rothia, Capnocytophaga,
Obstetricians and Gynecologists (ACOG)19,36,87,116,117. Selenomonas y Treponema, así como la estirpe TM7. Además del reino
bacteriano, el género Methanobrevibacter del dominio Archaea también se
MICROBIOMA ORAL identificó en el microbioma oral.
El microbioma oral es diverso y abundante. Aunque numerosas investiga­ Se observa una intensa variación interindividual en el microbioma del
ciones se han centrado en el microbioma intestinal con respecto a la salud nicho oral. Por ejemplo, el género Streptococcus es dominante en la oro­
y la enfermedad, se han llevado a cabo numerosos trabajos en relación con faringe2,6, con una gran variación genómica a nivel de cepa en el seno de
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
15

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
FIG. 2.2 Diferencias de composición del microbioma por localización anatómica. Las estrategias de secuenciación masiva paralela metagenómica
han puesto de manifiesto una gran especificidad de localización corporal y las características taxonómicas de mayor nivel (p. ej., filo) muestran una estabi-
lidad temporal (longitudinal) en los individuos en localizaciones anatómicas específicas. En la figura se representan las distribuciones relativas (porcentajes)
de taxones proyectadas a nivel de filo. (Modificada de Cho I, Blaser MJ. The human microbiome: at the interface of health and disease. Nat Rev Genet.
2012;13:260–270.)

las especies microbianas que es aún mayor para las variantes estructurales se ha establecido, se producen varias interacciones muy coevolucionadas
específicas del huésped alrededor de islas genómicas. Se encontró que en entre las bacterias orales y el huésped para depositar capas de bacterias
la cavidad oral coexistían abundantes fagos de Streptococcus con muchas sucesivas, lo que, en última instancia, da origen a una carga de microbiota
especies de Streptococcus, lo que incrementa la variación interindividual6. amplia y diversa en la superficie del diente con un periodonto generalmente
Aunque estas diferencias también se observan en el intestino y la piel (y sano (v. tabla 2.1). Las nuevas estructuras de las comunidades microbianas
producen problemas tales como S. aureus resistente a meticilina [SARM]), el orales se han caracterizado como «erizos» y «coliflores». Los «erizos» orales
microbioma oral es único porque mantiene sublocalizaciones estrechamente contienen bacterias anaeróbicas filamentosas como Corynebacterium, Lepto­
adyacentes en el nicho. El microbioma amigdalino puede distinguirse del de trichia y Fusobacterium en la base, mientras que en la periferia hay aerobios
la lengua, y el de lengua del microbioma del paladar. Estas diferencias son como Streptococcus y Haemophilus123. La presencia de Streptococcus en los
evidentes a pesar de la proximidad espacial y el contacto constante entre «erizos» orales crea un entorno rico en lactato y pobre en oxígeno que
estas localizaciones. favorece la proliferación de Fusobacterium y Leptotrichia11. Tal vez estas
estructuras contribuyan a la patogénesis oral basada en la placa al permitir
Asociaciones entre la microbiota oral que los patógenos orales persistan y proliferen en la cavidad oral. Se está des­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y las enfermedades velando la distribución espacial de los microorganismos en las comunidades


Teniendo presente la especificidad de nicho y de sublocalización, no es de asociadas al ser humano, y pone de relieve la naturaleza de las interacciones
extrañar que se hayan documentado asociaciones prolongadas entre la salud entre microorganismos en las superficies corporales. Un conocimiento
oral y las manifestaciones patológicas en localizaciones corporales distales. más profundo de las estructuras de las comunidades microbianas y de las
Por ejemplo, la enfermedad periodontal es la enfermedad infecciosa más biopelículas puede aportar conocimientos fundamentales relacionados con
frecuente que afecta a los dientes. Si no recibe tratamiento o si este es ineficaz, la patología y el tratamiento.
la periodontitis es un factor predictivo independiente conocido de parto La periodontitis se puede considerar similar a la vaginosis bacteriana
prematuro, enfermedades cardiovasculares, trastornos pulmonares, diabetes (VB) o a la enfermedad intestinal inflamatoria (EII), ya que no es la ausencia
y obesidad, cuadros donde también contribuye a la comorbilidad122. Se han o presencia aislada de una especie o subgénero dado lo que provoca la
establecido otras correlaciones intensas entre la composición cualitativa de inflamación gingival, sino que la complejidad de la microbiota subgingival
la microbiota oral en su conjunto y diferentes enfermedades. La producción y el establecimiento de la biopelícula favorecen un modelo de enfermedad
de la biopelícula de la placa dental que se experimenta a diario se ha des­ asociada a la comunidad microbiana. En un estudio reciente en el que
crito en detalle118-122. Una sucesión de especies colonizadoras tempranas y se empleó la secuenciación profunda, la periodontitis se asoció con un
tardías, donde el género Streptococcus predomina en la etapa temprana, cubre cambio a poblaciones con mayor abundancia de géneros gramnegativos
la superficie de la dentina del diente. Una vez que esta biopelícula inicial como Catonella, Haemophilus y Tannerella121. El científico clínico que piense
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
16
en el microbioma tendrá en cuenta la estabilidad de la composición del
microbioma oral como un sello distintivo de la salud humana. Una excepción
es la infección por Aggregatibacter actinomycetemcomitans porque este bacilo
gramnegativo parece causar una periodontitis muy agresiva (periodontitis
Parte I Principios básicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas

agresiva localizada) en personas africanas con un fuerte tropismo de hués­


ped122. Otros investigadores han utilizado la secuenciación aleatoria (shotgun
sequencing) del genoma completo en estudios a menor escala para sugerir
un papel potencial de las bacterias no cultivadas de la estirpe TM7 en otras
formas de periodontitis, pero las asociaciones más amplias entre la salud y
la enfermedad aún no se han evaluado en una cohorte poblacional.

PIEL Y NASOFARINGE
Debido a que la piel humana es el tegumento (incluidos la piel, el cabello
y las uñas) que comprende la superficie principal del cuerpo y está en
contacto constante con el ambiente exterior, consta de diversos conjuntos
de hábitats locales y nichos para el microbioma humano. La piel humana
engloba diversos ecosistemas que difieren notablemente por las diferencias
relativas de temperatura, humedad y distribución glandular. El microbioma
de la piel humana y las características del entorno local pueden variar en
gran medida dependiendo de la localización anatómica. En un artículo se
han descrito las diferencias de composición de bacterias en 20 localizaciones
distintas de la piel humana124. Varios estudios recientes han demostrado
que el microbioma de la piel difiere entre individuos sanos más que el de
cualquier otra localización2,3. Las comunidades bacterianas se componen
en gran parte de microorganismos transitorios (superficiales), autóctonos
(superficie profunda) y adherentes situados adyacentes a la epidermis, pero
también se han detectado en el compartimento subepidérmico, incluidos la
dermis y el tejido adiposo dérmico125.
Hay distintos factores que contribuyen a la variación del microbioma de
la piel humana, entre ellos la fisiología del huésped (sexo, edad, localización),
el ambiente (clima local, ubicación geográfica), el sistema inmunitario, el
genotipo del huésped, el estilo de vida (ocupación, higiene) y la pato­
biología (enfermedades cutáneas y sistémicas)107. Las diferentes regiones de FIG. 2.3 Microorganismos predominantes en localizaciones cutá-
la piel humana contienen distribuciones características de distintos tipos neas específicas. Esta figura esquemática muestra los géneros bacteria-
de glándulas. Estas glándulas producen sustancias oleosas, como el sebo nos predominantes (por colores) en cada una de las partes de la piel del
y otros lípidos, carbohidratos y componentes proteicos que pueden ser cuerpo humano. (De Grice EA. The intersection of microbiome and host
nutrientes del microbioma, así como inhibidores para clases particulares at the skin interface: genomic- and metagenomic-based insights. Genome
de microorganismos. Por ejemplo, las regiones ricas en glándulas sebáceas Res. 2015;25:1514–1520.)
son la cabeza, los hombros, los brazos y la zona superior del torso124,126. Las
glándulas ecrinas son más abundantes en la corona de la cabeza, debajo de
los brazos y en las superficies palmares de las manos. Las glándulas apocrinas tintas proporciones del género Propionibacterium y Betaproteobacteria en
son más abundantes alrededor de los ojos y las orejas, los pezones y las la espalda o los brazos, respectivamente, en diferentes individuos, pero estos
regiones genitales. La humedad relativa es otro factor clave que afecta a la grupos de bacterias están presentes en la mayoría de los individuos sanos
composición microbiana de la piel. En las zonas ricas en glándulas sebáceas en estas localizaciones corporales. Los géneros bacterianos representati­
aumenta la abundancia del género Propionibacterium (llamado actualmente vos en la piel humana en las diversas localizaciones son Corynebacterium,
género Cutibacterium), mientras que en las zonas de piel húmedas y secas Eubacterium, Propionibacterium, Staphylococcus y Streptococcus127, así como
aumenta la del género Corynebacterium y Betaproteobacteria, respectiva­ el género fúngico Malassezia131. En las fosas nasales Corynebacterium es el
mente (fig. 2.3)107,124. género bacteriano más común107 y se ha observado la colonización persis­
Las zonas sebáceas contienen comunidades microbianas con la menor tente de las fosas nasales por S. aureus en el 24% de las personas sanas132.
diversidad de especies, mientras que las zonas cutáneas secas albergan La microbiota nasal contiene diferentes proporciones de estafilococos y
comunidades microbianas con mayor riqueza y homogeneidad en la com­ algunos individuos son portadores principalmente de S. aureus, mientras
posición107. que otros son portadores principalmente de Staphylococcus epidermidis. El
El HMP ha llevado a cabo el estudio más completo del microbioma género Malassezia es el género fúngico predominante de la piel humana en
de la piel humana en cuanto al número de varones y mujeres adultos dife­ múltiples localizaciones corporales, incluidos la cabeza, el torso, los brazos
rentes2. Se realizó un análisis completo en un total de 242 individuos en y las piernas127, a excepción de localizaciones del pie131. En este estudio se
tres localizaciones corporales (región anterior de la nariz, fosa antecubital, observaron efectos persistentes de los agentes antifúngicos sobre los hongos
pliegue retroauricular). Este estudio confirmó que el microbioma cutáneo cutáneos o «micoma»131.
es distinto al de otras partes del cuerpo y se caracteriza por un grado inter­ Las distribuciones relativas de las bacterias comensales y de los patógenos
medio de diversidad y riqueza alfa en cada muestra. Los filos Actinobacteria, oportunistas pueden ayudar a explicar los diferentes patrones de infecciones
Firmicutes y Verrucomicrobia fueron los grupos predominantes en la piel cutáneas y de penetración sistémica de los agentes patógenos a partir de
humana127, en contraste con el predominio de Bacteroidetes, Firmicutes y las superficies de la piel. Las personas hospitalizadas con predominio de S.
Proteobacteria en el intestino humano. Por tanto, incluso a nivel de los filos aureus en los microbiomas nasales eran también más propensas a ser porta­
compuestos por cientos de especies bacterianas distintas, se observaban doras de SARM asociado a su hospitalización133. En los casos de dermatitis
diferencias marcadas en la piel en comparación con los resultados de otras atópica, las poblaciones de estafilococos (incluidas las poblaciones de
localizaciones corporales128. Los resultados dependen de aspectos técnicos y S. aureus y S. epidermidis) parecen «florecer» y contribuir a brotes y recidivas
de los diferentes tipos de muestras tales como frotis cutáneos, raspados con de la enfermedad en localizaciones cutáneas específicas134. En relación con
bisturí y muestras de biopsia cutánea129. La edad es un factor importante, el acné, solo cepas de Cutibacterium acnes (previamente Propionibacterium
como lo demuestran los cambios de las comunidades bacterianas que se acnes) pertenecientes a uno de seis ribotipos se asociaron al acné, mientras
producen durante el proceso de maduración sexual130. Corynebacteriaceae que las cepas no patógenas de C. acnes pertenecientes a otros ribotipos no
y Propionibacteriaceae predominaron en personas de un estadio 5 de Tanner se asociaron con la enfermedad135,136.
en comparación con niños de estadio 1 de Tanner. La composición bacteriana de la piel humana puede ser útil para apli­
Ciertos grupos específicos de microorganismos pueden conservarse en caciones forenses. En un estudio se describió la utilidad de los patrones del
la piel de individuos sanos, mientras que la variación interindividual puede microbioma de la piel de las yemas de los dedos para hacer un seguimiento
explicar las diferencias de abundancia relativa de los microorganismos y la del uso de teclados y quizá de otros dispositivos por personas específicas137.
distinta susceptibilidad a la enfermedad107. Por ejemplo, puede haber dis­ Este estudio pone de relieve la naturaleza individualizada del microbioma
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
17
de la piel en localizaciones específicas y el hecho de que las diferencias y Bacteroidetes)145. Curiosamente, aunque los niños sanos se caracterizaron
interindividuales en la composición bacteriana pueden ayudar a explicar por ser portadores de Prevotella, Streptococcus, Veillonella y Fusobacterium,
susceptibilidades relativas a la enfermedad. en el grupo de asma existía una mayor abundancia relativa de Haemophilus,
un patógeno (Haemophilus influenzae) previamente implicado como un

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
MICROBIOMA DE LAS VÍAS desencadenante potencial de episodios asmáticos. En un estudio más reciente
RESPIRATORIAS Y PULMONAR centrado en el asma grave, múltiples géneros, sobre todo Bacteroides, Faecali­
En otro tiempo se pensaba que los pulmones humanos eran estériles, aunque bacterium y Roseburia, eran significativamente mayores en niños con asma
las innovadoras investigaciones y los avances en la tecnología de secuencia­ grave que en los que no tenían asma146. Como añadido a los datos sobre el
ción del ADN han indicado la presencia de comunidades microbianas en microbioma en la población con asma, hay que citar un convincente estudio
las vías respiratorias superiores e inferiores. El microbioma de las vías res­ de Ecuador, donde el tratamiento de las enfermedades respiratorias difiere
piratorias ya se ha caracterizado el primer día de vida, habiéndose observado en gran medida del estándar de asistencia de Estados Unidos. Se obtuvieron
predominio de Firmicutes y Proteobacteria138. Cuando se compararon los frotis orofaríngeos de lactantes con sibilancias y de niños sanos, y todos
lactantes prematuros con peso extremadamente bajo al nacimiento (PEBN) los pacientes tenían una exposición mínima a los antibióticos y ninguna
nacidos mediante parto vaginal con los lactantes prematuros con PEBN naci­ exposición a esteroides inhalatorios147. La comunidad bacteriana global en
dos mediante parto por cesárea, no se observaron diferencias significativas la población del estudio estaba compuesta por Firmicutes, Proteobacteria,
en las comunidades aisladas en los aspirados traqueales139. Actinobacteria, Bacteroidetes y Fusobacteria, por orden de predominio. Los
Se caracterizaron las muestras de diferentes localizaciones a lo largo géneros más frecuentes aislados concordaron con los hallazgos de Hilty
de las vías respiratorias de seis adultos sanos para determinar qué tipos y cols.145, identificándose la mayoría de las bacterias como Streptococcus,
de muestras eran más adecuados para la investigación sobre el micro­ Veillonella, Atopobium y Prevotella. En el grupo de sibilancias se detectó una
bioma140. Los tipos de muestras oscilaron de frotis nasofaríngeos a lavados mayor frecuencia de Neisseria, Prevotella, Corynebacterium, Staphylococcus,
broncoalveolares (LBA). La composición microbiana de las comunidades Actinomyces y Haemophilus147.
pulmonares parecía homogénea entre las diferentes localizaciones donde Las vías respiratorias de los pacientes con fibrosis quística (FQ) propor­
se tomaron muestras y se aislaron menores cantidades de contenido de cionan un ambiente ideal para la proliferación bacteriana, lo que da lugar
ADN bacteriano a partir de muestras pulmonares más profundas. Los a las infecciones respiratorias agudas y crónicas típicas de la enfermedad.
microbiomas del tracto respiratorio inferior sano (muestras de LBA) de En la población general con FQ se ha observado una comunidad bacte­
los adultos sanos estaban compuestos principalmente de Firmicutes y riana diversa en las muestras respiratorias de los pacientes más jóvenes
Bacteroidetes, con predominio de Veillonellaceae, Prevotellaceae y Strepto­ con enfermedad leve y una buena función pulmonar, mientras que se
coccaceae. Un estudio posterior trató de caracterizar las comunidades ha observado una disminución de la diversidad bacteriana, como era de
fúngicas en muestras de LBA obtenidas de individuos sanos y, aunque se esperar, en los pacientes mayores con una enfermedad más grave y des­
obtuvieron pocas secuencias fúngicas, se identificaron microorganismos censos significativos de la función pulmonar148-150. Los estudios basados en
ambientales comunes como Davidiellaceae, Cladosporium y Aspergillus en el microbioma también han confirmado que las bacterias anaerobias son
bajas cantidades141. Más recientemente, se han obtenido muestras mediante mucho más frecuentes en los pacientes con FQ de lo indicado mediante la
cepillado protegido y muestras de BAL de ocho adultos sanos y los resul­ detección rutinaria con cultivo. Cox y cols.148 llevaron a cabo un estudio
tados han sugerido que las comunidades bacterianas detectadas en las basado en PhyloChip en niños y adultos con FQ en 2010. Los resultados
vías respiratorias inferiores son distintas de los posibles contaminantes; sugirieron que la diversidad bacteriana en los microbiomas pulmonares
Prevotella, Veillonella y Steptococcus son los géneros más abundantes en el de los niños con FQ aumentaba hasta alrededor de los 11 años y disminuía
microbioma de las vías respiratorias inferiores142. continuamente durante la edad adulta148. Se ha sugerido la existencia de
El estado de portador de Staphylococcus y la infección posterior en un microbioma pulmonar central en la FQ que consta de siete géneros:
pacientes hospitalizados fue el tema de un estudio diferente, en el que se Pseudomonas, Streptococcus, Neisseria, Catonella, Porphyromonas, Prevote­
compararon frotis nasales en una cohorte sana y en otra de pacientes hos­ lla y Veillonella151. Pseudomonas aeruginosa fue la bacteria identificada con
pitalizados140. Aunque Actinobacteria (68%) y Firmicutes (27%) fueron los más frecuencia en esta cohorte de adultos. Aunque existen datos limitados
filos más frecuentes en frotis nasales de pacientes sanos, en la cohorte de sobre las comunidades fúngicas de las vías aéreas, los géneros Candida,
hospitalizados se describió una inversión de la abundancia relativa entre Aspergillus, Geotrichum y Malassezia se identificaron con frecuencia en los
Firmicutes (71%) y Actinobacteria (20%). Este cambio significativo de la esputos de pacientes con FQ152.
composición de la comunidad se atribuyó a un aumento global de la cantidad En un estudio de sujetos sanos frente a sujetos con FQ, se observó que el
de S. aureus y S. epidermidis, así como a la menor cantidad de P. acnes en los grupo de FQ tenía una mayor cantidad de Proteobacteria y Actinobacteria,
grupos hospitalizados. Como se mencionó previamente, ciertas enfermeda­ con una reducción relativa de Bacteroidetes y la pérdida completa de Fuso­
des suelen asociarse con la disminución de la diversidad bacteriana, pero se bacteria149. Se confirmó una menor diversidad bacteriana en las vías respira­
ha observado lo contrario en un estudio reciente realizado en un subgrupo de torias en las muestras de FQ, con la identificación de 17 filos diferentes en la
pacientes con tuberculosis (TB) pulmonar. Las muestras de esputo recogidas población sana en comparación con la de 10 filos diferentes en la población
en individuos sanos y en pacientes con TB sugirieron una mayor diversidad con FQ. La disminución de la diversidad bacteriana en pacientes con FQ se
bacteriana en el grupo de TB en comparación con el grupo sano143. A nivel de ha asociado en repetidas ocasiones con la enfermedad avanzada, al igual que
filo, Firmicutes, Bacteroidetes, Proteobacteria y Actinobacteria se detectaron el aumento de la cantidad de P. aeruginosa150. En contraste, la abundancia
según lo previsto en el grupo sano. El grupo de TB presentaba una dis­ relativa del género Streptococcus se ha asociado con una mayor diversidad
minución de Bacteroidetes y un aumento de Firmicutes y Actinobacteria. bacteriana y una estabilidad clínica relativa o con la falta de evidencia de
Los géneros predominantes eran similares en ambos grupos y las bacterias empeoramiento del fenotipo de enfermedad en los pacientes153. Un análisis
identificadas con más frecuencia pertenecían a los géneros Streptococcus, longitudinal confirmó la presencia de comunidades microbianas en las vías
Granulicatella, Actinomyces, Prevotella y Veillonella. Varios géneros solo respiratorias, con disminución de la diversidad, en niños con FQ conforme
se observaron en el grupo de TB, lo que sugiere que los pulmones de los pasaba el tiempo. La presencia de patógenos bacterianos también se asoció
pacientes con TB pueden albergar especies bacterianas únicas. a mayor inflamación de las vías respiratorias inferiores154.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Una comparación de niños con bronquitis bacteriana persistente (BBP) Los pacientes intubados tienen riesgo de diversas complicaciones de
y niños sanos mostró menor diversidad bacteriana en los pulmones de los salud adicionales, como la neumonía asociada al respirador (NAR). La
niños con BBP que en los niños sanos144. Se observaron discrepancias entre caracterización del microbioma de los aspirados traqueales obtenidos en
los organismos dominantes identificados mediante secuenciación y los pacientes de la unidad de cuidados intensivos (UCI) intubados y tratados
resultados del cultivo, de manera que solo 15 de 24 pacientes (62,5%) tuvie­ con ventilación mecánica mostró que la mayor duración de la ventilación
ron un cultivo positivo para el organismo predominante en el microbioma mecánica y la posterior aparición de NAR se asociaban a menor diversidad
pulmonar. Se vio que Haemophilus, Neisseria, Streptococcus y Moraxella bacteriana155. No se vio que la administración de antibióticos afectara a la
dominaban las comunidades microbianas de los pacientes con BBP. diversidad en esta cohorte. En otro estudio distinto se comparó a pacientes
Los patógenos bacterianos y virales se han implicado como posibles con insuficiencia respiratoria que necesitaron intubación y ventilación mecá­
causas de asma y desencadenantes potenciales de episodios asmáticos. En nica con personas sanas a las que se realizó una broncoscopia. Se describió la
un estudio sobre niños sanos y niños con asma, los cambios significativos diversidad bacteriana en los pacientes ventilados y disminuyó al aumentar el
en las comunidades bacterianas globales presentes en el tracto respiratorio tiempo de conexión al respirador. Hubo diversos microbiomas dominados
no se detectaron a nivel de filo, y ambos grupos presentaban el predominio por un único microorganismo y los patógenos identificados mediante cultivo
esperado de Bacteroidetes, Firmicutes y Proteobacteria (en el grupo de asma se correlacionaron con las secuencias de ADN más abundantes en estos
se observó un orden de prevalencia algo diferente: Firmicutes, Proteobacteria casos. En dos pacientes se identificaron patógenos específicos mediante
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
18
secuenciación y ofrecieron información útil en la práctica clínica a pesar un microorganismo comensal importante en el estómago humano y que su
de tener cultivos negativos. Otro ejemplo de perturbaciones microbianas presencia protegía contra la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE),
específicas de enfermedad en las vías respiratorias es que las alteraciones el esófago de Barrett y los adenocarcinomas del cardias gástrico y del esófago
del microbioma de las vías respiratorias humanas pueden contribuir a la distal. En resumen, estos trabajos sentaron las bases para los conceptos
Parte I Principios básicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas

aparición de neumopatías (p. ej., displasia broncopulmonar)140. del microbioma humano y de cómo los antibióticos podrían aumentar el
Las conexiones entre los microbiomas de distintas localizaciones corpo­ riesgo de enfermedad crónica por el exterminio de miembros valiosos del
rales pueden ayudarnos a entender los patrones de las infecciones humanas. microbioma gastrointestinal humano.
Un estudio innovador de Madan y cols.157 trató de caracterizar y comparar Los estudios más recientes basados en la secuenciación de genes de
muestras de los tractos gastrointestinal y respiratorio de lactantes con FQ ARNr 16S demostraron la presencia de 128 filotipos bacterianos en mues­
durante los primeros 24 meses de vida. En general, Veillonella y Strepto­ tras de biopsia gástrica humana162. La especie dominante era H. pylori en
coccus se identificaron con mayor frecuencia en los dos tipos de muestras. los individuos infectados, pero esta especie bacteriana no afectaba a la com­
Streptococcus, Veillonella y Prevotella fueron los géneros más frecuentes en posición bacteriana global en una serie de 19 sujetos. Los filos dominantes
el tracto respiratorio, y Bacteroides, Bifidobacterium y Veillonella fueron los en el estómago humano, como Bacteroidetes, Firmicutes, Proteobacteria y
géneros más frecuentes en el tracto gastrointestinal. En general, la diversidad Actinobacteria, se superponen con los del intestino grueso, pero el filo Fuso­
bacteriana aumentó con el tiempo, con una diversificación más rápida en el bacteria parece mostrar una mayor abundancia diferencial en el estómago.
tracto respiratorio en desarrollo. Curiosamente, la colonización del intes­ Un hallazgo interesante fue la presencia de microorganismos similares a
tino precedió a la colonización respiratoria posterior en el caso de varios Deinococcus en el estómago, aunque no estaba confirmada en momento de
géneros, como Roseburia, Dorea, Sporacetigenium, Coprococcus, Blautia, la publicación de esta obra.
Enterococcus y Escherichia. La aspiración puede explicar la propagación de Un estudio más reciente sobre el microbioma gástrico subrayó la impor­
los microorganismos desde el intestino a las vías aéreas, con la posibilidad tancia ecológica de H. pylori y la presencia de comunidades compuestas por
de dar lugar a infecciones en el huésped inmunodeprimido. distintos microorganismos163. Se encontraron bacterias grampositivas, como
los géneros Streptococcus y Lactobacillus, en el estómago humano. Cuando
TRACTO GASTROINTESTINAL no está presente H. pylori, Streptotoccus es el género predominante en el
Esófago microbioma gástrico163. Las diferencias en las comunidades bacterianas gás­
Se cree que los tercios proximal y medio del esófago albergan principalmente tricas, cuando sí está presente H. pylori, pueden predisponer a los pacientes a
bacterias transitorias y levaduras, y se sabe poco sobre las características de desarrollar gastritis aguda o crónica, metaplasia intestinal y adenocarcinoma
las comunidades microbianas en estas localizaciones. Los microorganismos gástrico164. La incapacidad para mantener un pH luminal suficientemente
de estas localizaciones proceden principalmente de la orofaringe por la bajo en condiciones como la aclorhidria o el consumo de inhibidores de la
deglución o del estómago debido al reflujo. La contribución del microbioma a bomba de protones se ha asociado con un «sobrecrecimiento» bacteriano
la esofagitis proximal sigue siendo una cuestión abierta. Las susceptibilidades relativo y el aumento de la diversidad bacteriana se ha relacionado con
relativas a las infecciones bacterianas, fúngicas y virales de los extremos enfermedades crónicas, como el cáncer gástrico165. En consonancia con la
proximal y medio del esófago puede verse afectada por estas comunidades hipótesis del punto de ajuste de la diversidad microbiana, el estómago es
microbianas transitorias. una región de diversidad bacteriana limitada, por lo que sería previsible
Por el contrario, el tercio distal del esófago inmediatamente cefálico al que el aumento de la diversidad se asociase con inflamación y enfermedades
esfínter gastroesofágico contiene un microbioma moderadamente diverso. crónicas. Las regiones con una diversidad microbiana limitada, como el
Esta región esofágica parece albergar una colección de residentes perma­ esófago, el estómago y el intestino delgado proximal, también pueden ser
nentes que incluye bacterias, levaduras y virus en pacientes humanos. Los más susceptibles a los agentes patógenos, como los virus que son capaces de
estudios más antiguos basados en cultivos mostraron que las bacterias gram­ sobrevivir y prosperar en estos ecosistemas. Por último, los efectos a largo
positivas como Streptococcus predominaban en el ecosistema del esófago plazo sobre la composición microbiana intestinal después del tratamiento
distal. Los estudios más recientes pertenecientes al HMP han proporcionado antibiótico de la infección por H. pylori, incluida la disminución de Acti­
conjuntos de datos exhaustivos basados en la secuenciación de genes de nobacteria durante semanas después del tratamiento, subrayan los riesgos
ARNr 16S y en la secuenciación del metagenoma completo. En términos de potenciales de dicho tratamiento antimicrobiano166.
parámetros globales, el microbioma del esófago distal es menos abundante y
menos diverso que el del intestino grueso. El esófago distal fenotípicamente Intestino (delgado y grueso)
normal contiene un microbioma menos complejo, compuesto en gran parte La biogeografía de los compartimentos del intestino delgado y grueso afecta
por el filo Firmicutes y dominado por el género Streptococcus158,159. a la composición bacteriana y a las vías metabólicas presentes en el micro­
A diferencia del intestino grueso, parece que el «sobrecrecimiento» bioma humano. Según los estudios más antiguos basados en cultivos y otros
relativo y la mayor diversidad microbiana en el esófago se asocian con más recientes basados en la secuenciación del ADN, la diversidad bacteriana
ciertas enfermedades. Para explicar estos hallazgos, nosotros proponemos aumenta gradualmente en sentido proximal a distal desde el duodeno,
la hipótesis del punto de ajuste de diversidad microbiana. Esta hipótesis pasando por el yeyuno, hasta el íleon distal y el colon. El duodeno y el yeyuno
afirma que una mayor diversidad en las regiones que habitualmente tienen se pueden considerar zonas de diversidad microbiana relativamente limitada,
menor diversidad se asocia con enfermedad e inflamación, mientras que la en contraste con el íleon terminal, que contiene un microbioma abundante
reducción de la diversidad en las regiones de mayor diversidad también se y diverso similar al colon proximal. Aunque se observan diferencias sus­
asocia con la enfermedad y la inflamación. El aumento de la abundancia de tanciales en cuanto a composición microbiana en distintos compartimentos
especies y de la diversidad de bacterias en el esófago se asoció con esofagitis intestinales, solo se dispone de información detallada para los principales
y esófago de Barrett159. El esófago distal en pacientes con esofagitis o esó­ compartimentos, como el intestino delgado, el intestino grueso (colon) y
fago de Barrett contenía un microbioma diverso dominado por anaerobios y las heces. Las muestras tomadas por la ileostomía y las muestras de líquido
microaerobios gramnegativos159, y este cambio de población puede explicar del intestino delgado obtenidas por sonda nasoileal informan sobre la com­
la mayor propensión a la inflamación en los pacientes expuestos a mayores posición y función del microbioma del intestino delgado. El filo Firmicutes
concentraciones de endotoxinas o lipopolisacáridos (LPS) en el esófago (grampositivo), que engloba géneros tales como Streptococcus, Veillonella
distal159. Los aspectos cualitativos de la composición bacteriana, además (Clostridium, grupo IX) y Clostridium (p. ej., grupo XIVa) parece ser el
de las características cuantitativas, pueden contribuir a la susceptibilidad dominante en el intestino delgado167,168, en contraste con los grupos de bac­
del huésped a las infecciones esofágicas y la esofagitis. terias dominantes en el colon. Otros filos bacterianos como Bacteroidetes y
Proteobacteria (p. ej., E. coli y otras Gammaproteobacteria) se detectaron en
Estómago un número relativamente mayor en el intestino delgado distal. En la enferme­
El descubrimiento de Helicobacter pylori en 1982 dio lugar al reconocimiento dad celíaca activa hay una abundancia relativa de géneros específicos como
generalizado de la colonización bacteriana en el estómago humano. Los Bacteroides, Clostridium y Staphylococcus158. Los datos de metagenómica y
estudios de seguimiento pusieron de relieve la abundancia diferencial de H. del perfil de expresión génica muestran que el género Streptococcus (bacteria
pylori en las distintas regiones del estómago, con la presencia de una mayor dominante) expresa genes implicados en el metabolismo de los hidratos de
concentración de bacterias generalmente en el antro. El reconocimiento carbono y los sistemas fosfotransferasa de transporte de hidratos de carbono
de la gran prevalencia de H. pylori en diversas poblaciones humanas y los simples. Varias especies bacterianas intestinales convierten los azúcares sim­
estudios evolutivos que analizaron los patrones migratorios humanos160 sub­ ples en ácidos orgánicos tales como lactato, acetato, propionato y butirato,
rayaron su relevancia potencial como bacteria comensal que coevolucionó y en última instancia influyen en la proliferación y la virulencia de diversos
con el ser humano durante miles de años de evolución de nuestra especie. patógenos. Por ejemplo, el acetato producido por el género Bifidobacterium
Blaser y cols.161 fueron los primeros en proponer que H. pylori podría ser suprime la virulencia de las toxinas semejantes a Shiga producidas por
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
19
E. coli verotoxígena169. El viroma del intestino humano contribuye a la rápida el microbioma intestinal. Las muestras de biopsia de colon pusieron de
evolución y a la diversidad microbiológica del intestino, con implicaciones manifiesto un solapamiento de composición respecto a las heces, así como
para las enfermedades infecciosas. Virus como Microviridae (fagos líticos) diferencias en cuanto a la abundancia relativa y la microheterogeneidad
evolucionan rápidamente en el intestino, según se manifiesta por las velo­ presente en diferentes regiones intestinales185. Basándose en gran medida

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
cidades de sustitución de ADN170, y las poblaciones virales experimentan en datos fecales, la composición bacteriana intestinal, que representa la
cambios llamativos en el intestino humano durante los primeros 2 años de gran mayoría del contenido genético microbiano en el microbioma intes­
vida171. En relación con las consecuencias funcionales, los fagos atemperados tinal, es relativamente estable en términos de composición y capacidad
que infectan a los miembros del filo Bacteroidetes codifican genes de resis­ funcional en un individuo. Las intervenciones quirúrgicas generales, además
tencia a antibióticos en el microbioma del intestino humano172. de los medicamentos y la alimentación, pueden alterar profundamente la
El intestino grueso (ciego; colon ascendente, transverso y descendente; composición y la función del microbioma intestinal186,187, lo que pone de
sigmoide/recto) contiene comunidades microbianas abundantes y muy manifiesto que el entorno puede ser el principal factor, más importante que
diversas con dos filos bacterianos predominantes en individuos sanos (Bac­ la genética del anfitrión, que modela el microbioma humano188. Un estudio
teroidetes y Firmicutes). El filo Bacteroidetes está dominado por el género detallado a corto plazo que analizó los efectos de la dieta sobre el microbioma
Bacteroides, mientras que el filo Firmicutes contiene diversos microorga­ confirmó que los enterotipos se mantenían estables en un periodo de 10 días,
nismos comensales de géneros tales como Clostridium, Faecalibacterium, incluso después de cambios dietéticos significativos, como la introducción
Lactobacillus y Ruminococcus. La primera semana de vida se caracteriza de dietas con alto contenido de grasa y baja en fibra, o baja en grasa y alta en
por fluctuaciones a gran escala de la composición bacteriana intestinal fibra189. Aunque la composición microbiana puede ser relativamente estable
en los recién nacidos, y en los lactantes prematuros se han descrito los a pesar de fluctuaciones leves en una persona, parece que los cambios de la
patrones de sucesión microbiana, con aumentos predecibles de clases como dieta, incluida la introducción de probióticos, pueden alterar rápidamente
Gammaproteobacteria173,174. En el microbioma del intestino neonatal se los patrones de expresión génica en el microbioma intestinal. Los datos de
pueden establecer patógenos entéricos resistentes a múltiples fármacos, modelos murinos190 sugieren que el dinamismo funcional en términos de
y podrían predisponer a los lactantes a infecciones entéricas difíciles de expresión génica y metabolomas microbianos puede superar fácilmente los
tratar17,173. Al final de los primeros 3 años de vida se alcanza un equilibrio cambios rutinarios de la composición microbiana intestinal. Por último,
relativo con un microbioma intestinal diverso, similar al del adulto 109. Se se ha demostrado la resiliencia del microbioma intestinal por la recons­
producen variaciones de filos, familias y géneros bacterianos a lo largo de titución casi completa de las bacterias intestinales humanas en las 4 semanas
la infancia. Diversos géneros, como Bifidobacterium y Faecalibacterium, y posteriores a la interrupción del tratamiento antimicrobiano oral84. Puede
vías metabólicas microbianas, como la biosíntesis de la vitamina B12, son más ser importante tener en cuenta tales consideraciones sobre el dinamismo
abundantes en los niños sanos que en los adultos sanos175,176. Se han descrito relativo y la resiliencia en las enfermedades con microbiomas intestinales
diferencias significativas en la composición microbiana intestinal en distingas menos diversos, y estas propiedades del microbioma pueden ser diferentes
poblaciones pediátricas de tres continentes diferentes177,178. En adultos sanos en regiones adyacentes a la mucosa intestinal.
estos filos son menos abundantes, con un predominio proporcionalmente
mayor de los filos dominantes Bacteroidetes y Firmicutes. Debe reseñarse
que los miembros del género Bacteroides se han asociado a variaciones
MICROBIOMA VAGINAL
Mediante el uso de técnicas de cultivo tradicionales y de microscopia óptica,
interindividuales del microbioma intestinal en adultos sanos6. Los géneros
se observó inicialmente que los lactobacilos eran el constituyente predomi­
como Bifidobacterium disminuyen gradualmente durante la edad adulta. En
nante de la microbiota vaginal normal. En 1892, Gustav Döderlein describió
el estudio Eldermet179 se describieron los cambios del microbioma intestinal
su descubrimiento de que la vagina estaba poblada principalmente por el
en ancianos, y la composición bacteriana dependía de factores ambientales
género Lactobacillus. Desde aquella época, la noción de que los lactobaci­
como el tipo de hábitat (residencia de ancianos frente a residencia en la
los productores de ácido láctico y peróxido de hidrógeno son los géneros
comunidad). Aunque la importancia global de los enterotipos sigue siendo
principales en la vagina sana ha llevado al concepto aceptado habitualmente
controvertida, los datos de secuenciación del ADN bacteriano obtenido
de que la estabilidad y el predominio del género Lactobacillus son los datos
de muestras de heces indicaron que los seres humanos sanos se pueden
fundamentales de una vagina «sana» y son fundamentales para la salud
clasificar en tres enterotipos básicos (dominados por Bacteroides, Prevotella
reproductiva. A finales de la década de 1800, Menge y Kronig describieron
o Ruminococcus en los enterotipos 1, 2 y 3, respectivamente). La importancia
por primera vez el aislamiento de anaerobios además de Lactobacillus a
funcional de estos enterotipos y si tales «tipos» del microbioma influyen en
partir de la vagina, a menudo con una escasez de lactobacilos. En otras
los resultados clínicos siguen siendo desconocidos.
cohortes de mujeres se observaron «microorganismos anormales» debido
En las regiones con una abundante diversidad microbiana, como el intes­
a su asociación con un exudado fétido, con predominio de Gardnerella
tino, la reducción de dicha diversidad se ha asociado con un aumento de
vaginalis, y posteriormente esto se denominó «vaginosis bacteriana» (VB).
susceptibilidad a enfermedades y la recidiva de la enfermedad en el intestino.
Existe una relación simbiótica entre la microbiota vaginal y cada hués­
Un ejemplo es la reducción documentada de la diversidad bacteriana global
ped, que probablemente proporcione protección al huésped frente a la
en las muestras de heces de pacientes con enfermedad recidivante por C.
colonización por patógenos perjudiciales191. Los estudios moleculares del
difficile frente a los pacientes con episodios únicos de enfermedad180. La EII y
microbioma vaginal en mujeres sanas en edad reproductiva confirmaron las
la enterocolitis necrosante (ECN) son otros fenotipos de enfermedad que se
observaciones iniciales al demostrar el predominio del género Lactobacillus,
han asociado con reducciones de la abundancia y diversidad de microorga­
que produce ácido láctico para disminuir el pH vaginal192. Especies como
nismos en el intestino181. La menor diversidad microbiana puede contribuir
Lactobacillus crispatus y Lactobacillus iners son más abundantes en la vagina
a la disminución de las funciones inmunomoduladoras por el microbioma
de mujeres sin VB, y los géneros Eggerthella y Leptotrichia dominaron el
y a una menor resistencia a los patógenos intestinales, lo que aumenta la
microbioma vaginal en mujeres con VB193. En cohortes más pequeñas de
predisposición del huésped a desarrollar enteritis o colitis infecciosa.
mujeres igualmente sanas, los estudios moleculares han demostrado que
Varios patógenos, tanto bien establecidos como potenciales, son bacterias
en su microbioma vaginal predomina alternativamente una gama diversa
entéricas del filo Proteobacteria, un filo intestinal minoritario, pero frecuen­
de microorganismos anaerobios192. Algunos estudios plantean la hipótesis
te. La clase Gammaproteobacteria engloba patógenos que pertenecen a los
de que la composición de estas comunidades se puede correlacionar con las
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

géneros Escherichia, Salmonella, Vibrio y Yersinia. Curiosamente, se ha des­


respuestas de alteración en la vagina192.
crito una mayor abundancia de Gammaproteobacteria en diferentes situacio­
nes patológicas, como EII, síndrome del intestino irritable (SII) y ECN182-184.
Ciertas clases específicas de bacterias, como Gammaproteobacteria, pueden Vaginosis bacteriana: un ejemplo
provocar inflamación mediante la producción de endotoxinas potentes o de de un patobionte frecuente
otras moléculas que exacerban las enfermedades. Las enfermedades agudas en el microbioma vaginal
o crónicas, junto con la pérdida de la integridad de la mucosa del epitelio El diagnóstico clínico de la VB es familiar a cualquier estudiante de medicina
intestinal, pueden predisponer a pacientes específicos a desarrollar colitis o durante su formación y consiste en la presencia de secreciones vaginales con
infecciones abdominales. un pH superior a 4,5, un olor «a pescado» cuya presencia se facilita por la
Los estudios se han basado en gran medida en muestras de heces recogi­ mezcla de las secreciones vaginales con solución de hidróxido de potasio
das por el propio individuo, aunque en muchos estudios se han documentado (KOH) al 10%, un exudado vaginal de color blanco lechoso y la presencia de
hallazgos en muestras de biopsia de colon. Los datos de las muestras de heces al menos un 20% de «células clave» (células epiteliales vaginales recubiertas
recogidas por el propio individuo parecen ser una fuente razonablemente con bacterias). Estos criterios clínicos a menudo se describen de una forma
eficaz de información sobre el microbioma intestinal distal, y estas muestras modificada con la escala de Nugent, donde una puntuación de 7-10 se
han proporcionado la mayor parte de nuestro conocimiento actual sobre considera diagnóstica de VB e indicativa de la ausencia de lactobacilos y
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
20
del predominio relativo de G. vaginalis y del género Mobiluncus. La escala compensado parcialmente por un aumento proporcional de las muertes
de Nugent pocas veces es utilizada por los clínicos, ya que requiere tiempo neonatales debidas a la infección por E. coli resistente a β-lactámicos en los
para leer las preparaciones microscópicas y microscopistas experimentados. lactantes de muy bajo peso al nacer (MBPN) y prematuros204. En consecuen­
Aunque existe mucha controversia con respecto a la causalidad frente a la cia, la incidencia total de septicemia de inicio temprano no se ha modificado
Parte I Principios básicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas

asociación, las mujeres con VB tienen un mayor riesgo de complicaciones significativamente, aunque ha aumentado significativamente la prevalencia
en el embarazo, como parto prematuro, rotura prematura de membranas y de microorganismos resistentes204,205. Este cambio epidemiológico sirve
endometritis del puerperio194. Fuera del embarazo la VB se asocia con un como doloroso recordatorio de los posibles efectos del cribado poblacional
mayor riesgo de adquisición del VIH, y las mujeres con VB y VIH tienen y el tratamiento a gran escala, así como de las consecuencias no deseadas
un mayor riesgo de morbilidad durante toda la vida195-197. Aunque está fuera en las cohortes afectadas.
del ámbito de este capítulo, se debe mencionar que el tratamiento de la VB
asintomática se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro191,194,198. Pese EL MICROBIOMA HUMANO
a que la fisiopatología que intermedia estas observaciones no está clara, el DURANTE EL EMBARAZO
médico que tenga en cuenta el microbioma podría optar por minimizar las A pesar de que varios tipos de datos de muchos laboratorios confirman la
intervenciones clínicas que alteren el complejo ecosistema vaginal. presencia de un microbioma placentario (determinado mediante meta­
genómica y otros métodos), tanto en seres humanos como en otros modelos de
STREPTOCOCCUS DEL GRUPO B mamíferosa, se han planteado pocas preocupaciones por la posibilidad de que
Streptococcus agalactiae (coloquialmente denominado SGB) es una bacteria la contaminación ambiental haya sesgado estos hallazgos82,207. Los estudios
grampositiva α-hemolítica que puede causar enfermedad invasora por que se están realizando en múltiples laboratorios deberían ofrecer un cuadro
SGB en el periodo neonatal temprano (<6 días de edad), que se caracteriza más claro de la presencia y la importancia funcional de los microorganismos
principalmente por septicemia neonatal y neumonía, o con menos frecuencia placentarios en la colonización del feto y el recién nacido. Actualmente, sigue
meningitis. Al contrario de las primeras fases del periodo neonatal, el SGB estando poco definida la influencia relativa de las comunidades placentaria y
raras veces produce enfermedad en la gestante portadora, aunque en oca­ oral, vaginal, cutánea e intestinal maternas en el microbioma fetal, neonatal
siones se puede asociar a infecciones urinarias, amnionitis, endometritis, o y del lactante en los primeros días. Lo que sí es evidente es que los recién
septicemia o meningitis durante la gestación o en el puerperio199. Por lo tanto, nacidos contienen bacterias colonizadoras en el momento del nacimiento
se puede considerar que SGB es un miembro patobionte de los microbiomas o muy cerca de este momento. Como ya se ha visto al comienzo de este
comensales intestinal y vaginal; se estima que se produce colonización por capítulo, aún se desconoce si esto se debe a una colonización fetal verdadera o
SGB de la vagina o el recto del 10-30% de las gestantes. En un intento de a la tolerancia inmunitaria fetal y la colonización durante la vida extrauterina.
eliminar la mortalidad neonatal por enfermedad invasiva temprana por
SGB, en la actualidad la práctica habitual en Estados Unidos para detectar RESUMEN Y DIRECCIONES
el SGB en la madre durante la gestación es el cribado universal mediante cultivo DE FUTURO
vaginal y rectal a las 35-37 semanas de gestación, o en el momento del parto El microbioma humano está compuesto de comunidades microbianas
prematuro o la rotura prematura de la bolsa200,201. Desde 2011, las directrices diferentes en localizaciones corporales distintas, y estos hábitats corporales
estadounidenses incluyen una declaración permitiendo un uso restringido diferentes proporcionan nichos para diversas especies bacterianas. Los ele­
de las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos intraparto para detectar mentos celulares del microbioma pueden potenciar la inmunidad o prevenir
SGB. La recomendación actual en Estados Unidos ante un resultado positivo las infecciones por patógenos canónicos. Otros microorganismos pueden
del cultivo del SGB (o el antecedente de un lactante previo con septicemia actuar como oportunistas que suelen colonizar al huésped humano sin
por SGB, o bacteriuria materna por SGB confirmada durante la gestación) causar enfermedad, pero algunos de estos microorganismos pueden causar
es la profilaxis antibiótica durante el parto, lo que hace que hasta 1 millón infecciones en huéspedes inmunodeprimidos. Las cepas bacterianas, entre
de mujeres estadounidenses reciban cada año múltiples dosis de penicilina, las que se incluyen probióticos aceptados actualmente, pueden estimu­
ampicilina, cefazolina, vancomicina, clindamicina o eritromicina durante el lar las respuestas inmunitarias y modular la inflamación, y el agotamiento de
parto199. Sin embargo, otros países desarrollados, como el Reino Unido, con las bacterias asociadas al ser humano debido a los antibióticos puede dar
tasas similares de colonización asintomática de la madre por SGB durante lugar a una alteración de la regulación inmunitaria o a microbiomas sus­
la gestación, adoptan, por el contrario, un abordaje basado en el riesgo para ceptibles a las infecciones. En la era próxima de la medicina metagenómica,
el cribado y el tratamiento del SGB202. Independientemente del método las enfermedades infecciosas deben considerarse en el contexto del micro­
utilizado para determinar quién recibe profilaxis contra el SGB para la bioma humano y de las comunidades microbianas protectoras o pató­
prevención de la enfermedad perinatal por estreptococos del grupo B, como genas. Los microorganismos asociados al ser humano pueden actuar como
actualmente la tasa de incidencia de la enfermedad invasora por SGB en el simbiontes fomentando interacciones que son mutuamente beneficiosas
periodo neonatal temprano es menor de 0,4 casos por cada 1.000 recién o como comensales benignos que simplemente colonizan al ser humano
nacidos vivos (con una prevalencia en las directrices de cuidados perinatales sin proporcionar ningún beneficio evidente para el huésped. Las pruebas
de 1,7 casos por cada 1.000 recién nacidos vivos)199, miles de mujeres estarán diagnósticas futuras podrían incluir componentes del microbioma en la
expuestas a múltiples ciclos de antibióticos para prevenir un único caso evaluación de la enfermedad, y las decisiones sobre el tratamiento antimi­
neonatal. Como cabía esperar, las directrices actuales en ambos continentes crobiano pueden depender de la «tipificación» o de la determinación del
no han tenido ningún efecto sobre la enfermedad de inicio tardío por SGB perfil del microbioma humano en pacientes individuales. Las características
(que se define como la que se produce en recién nacidos mayores de 6 días). de la infección pueden dictar qué localización corporal se evalúa en términos de
A pesar de que la colonización por SGB no es un factor de riesgo de parto composición o función del microbioma. Los avances en la comprensión y
prematuro por sí misma, la transmisión vertical de SGB se ha asociado desde tratamiento de las enfermedades infecciosas requerirán una comprensión
hace mucho tiempo de forma independiente con bacteriemia y septicemia más profunda del contexto del microbioma. Las contribuciones o los efectos
neonatales, con un peor pronóstico en recién nacidos prematuros (<37 se­ de las comunidades y metagenomas microbianos pueden tener un gran
manas)203. Durante varias décadas el estándar de asistencia en Estados impacto en la susceptibilidad a la infección y la patogenia de la enfermedad.
Unidos fue tratar a las mujeres con embarazos de riesgo. Como ya se ha
señalado, este abordaje ha cambiado en las últimas 2 décadas. Como resulta­
do, la colonización neonatal se ha alterado drásticamente. De forma irónica,
la reducción de las muertes neonatales debidas a septicemia por SGB se ha a
Referencias 15, 41, 42, 52, 60, 62-64, 67, 68, 76, 78, 206.

Bibliografía seleccionada 6. Lloyd-Price J, Mahurkar A, Rahnavard G, et al.


Strains, functions and dynamics in the expanded
11. Dominguez-Bello MG, Costello EK, Contreras M, et al.
Delivery mode shapes the acquisition and structure of
La bibliografía completa está disponible en Expert Consult. human microbiome project. Nature. 2017;550: the initial microbiota across multiple body habitats in
1. Sender R, Fuchs S, Milo R. Revised estimates for the 61-66. newborns. Proc Natl Acad Sci USA. 2010;107:11971-11975.
number of human and bacteria cells in the body. PLoS 8. Chu DM, Ma J, Prince AL, et al. Maturation of the infant 14. Rautava S, Luoto R, Salminen S, et al. Microbial contact
Biol. 2016;14:e1002533. microbiome community structure and function across during pregnancy, intestinal colonization and human
4. Aagaard K, Petrosino J, Keitel W, et al. The human multiple body sites and in relation to mode of delivery. disease. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2012;9:565-576.
microbiome project strategy for comprehensive sampling Nat Med. 2017;23:314-326. 17. Gibson MK, Wang B, Ahmadi S, et al. Developmental
of the human microbiome and why it matters. FASEB J. 10. Aagaard K, Ma J, Antony KM, et al. The placenta harbors a dynamics of the preterm infant gut microbiota and
2012;27:1012-1022. unique microbiome. Sci Transl Med. 2014;6. 237ra265. antibiotic resistome. Nat Microbiol. 2016;1:16024.

Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
21
37. Stewart CJ, Embleton ND, Marrs ECL, et al. Longitudinal year of life. Cell Host Microbe. 2015;17:690-703. mechanical ventilation in the intensive care unit and
development of the gut microbiome and metabolome 97. Chu DM, Antony KM, Ma J, et al. The early infant gut the association with occurrence of pneumonia. Thorax.
in preterm neonates with late onset sepsis and healthy microbiome varies in association with a maternal high-fat 2017;72:803-810.
controls. Microbiome. 2017;5:75. diet. Genome Med. 2016;8:77. 158. Nardone G, Compare D, Rocco A. A microbiota-centric
42. Doyle RM, Harris K, Kamiza S, et al. Bacterial 107. Grice EA, Segre JA. The skin microbiome. Nat Rev view of diseases of the upper gastrointestinal tract. Lancet

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
communities found in placental tissues are associated with Microbiol. 2011;9:244-253. Gastroenterol Hepatol. 2017;2:298-312.
severe chorioamnionitis and adverse birth outcomes. PLoS 108. Costello EK, Carlisle EM, Bik EM, et al. Microbiome 164. Noto JM, Peek Jr RM. The gastric microbiome, its
ONE. 2017;12:e0180167. assembly across multiple body sites in low-birthweight interaction with Helicobacter pylori, and its potential
49. Moreno I, Cicinelli E, Garcia-Grau I, et al. The diagnosis infants. MBio. 2013;4. e00782-e813. role in the progression to stomach cancer. PLoS Pathog.
of chronic endometritis in infertile asymptomatic women: 109. Yatsunenko T, Rey FE, Manary MJ, et al. Human gut 2017;13:e1006573.
a comparative study of histology, microbial cultures, microbiome viewed across age and geography. Nature. 168. Zoetendal EG, Raes J, van den Bogert B, et al. The human
hysteroscopy, and molecular microbiology. Am J Obstet 2012;486:222-227. small intestinal microbiota is driven by rapid uptake and
Gynecol. 2018;218:602.e1-602.e16. 114. David LA, Maurice CF, Carmody RN, et al. Diet rapidly conversion of simple carbohydrates. ISME J. 2012;6:1415-
51. Chen C, Song X, Wei W, et al. The microbiota continuum and reproducibly alters the human gut microbiome. 1426.
along the female reproductive tract and its relation to Nature. 2014;505:559-563. 173. Palmer C, Bik EM, DiGiulio DB, et al. Development
uterine-related diseases. Nat Commun. 2017;8:875. 115. Koren O, Goodrich JK, Cullender TC, et al. Host of the human infant intestinal microbiota. PLoS Biol.
57. Moreno I, Codoner FM, Vilella F, et al. Evidence that the remodeling of the gut microbiome and metabolic changes 2007;5:e177.
endometrial microbiota has an effect on implantation during pregnancy. Cell. 2012;150:470-480. 175. Hollister EB, Riehle K, Luna RA, et al. Structure and
success or failure. Am J Obstet Gynecol. 2016;215:684-703. 121. Liu B, Faller LL, Klitgord N, et al. Deep sequencing of the function of the healthy pre-adolescent pediatric gut
59. Horvath B, Lakatos F, Toth C, et al. Silent oral microbiome reveals signatures of periodontal disease. microbiome. Microbiome. 2015;3:36.
chorioamnionitis and associated pregnancy outcomes: a PLoS ONE. 2012;7:e37919. 177. De Filippo C, Cavalieri D, Di Paola M, et al. Impact of diet
review of clinical data gathered over a 16-year period. J 122. Curtis MA, Zenobia C, Darveau RP. The relationship of in shaping gut microbiota revealed by a comparative study
Perinat Med. 2014;42:441-447. the oral microbiota to periodontal health and disease. Cell in children from Europe and rural Africa. Proc Natl Acad
68. Prince AL, Ma J, Kannan PS, et al. The placental Host Microbe. 2011;10:302-306. Sci USA. 2010;107:14691-14696.
membrane microbiome is altered among subjects 124. Grice EA, Kong HH, Conlan S, et al. Topographical and 182. Saulnier DM, Riehle K, Mistretta TA, et al.
with spontaneous preterm birth with and without temporal diversity of the human skin microbiome. Science. Gastrointestinal microbiome signatures of pediatric
chorioamnionitis. Am J Obstet Gynecol. 2016;214:627. 2009;324:1190-1192. patients with irritable bowel syndrome. Gastroenterology.
e1-627.e16. 128. Spor A, Koren O, Ley R. Unravelling the effects of the 2011;141:1782-1791.
70. Antony KM, Ma J, Mitchell KB, et al. The preterm environment and host genotype on the gut microbiome. 183. Rajilic-Stojanovic M, Biagi E, Heilig HG, et al. Global and
placental microbiome varies in association with excess Nat Rev Microbiol. 2011;9:279-290. deep molecular analysis of microbiota signatures in fecal
maternal gestational weight gain. Am J Obstet Gynecol. 134. Kong HH, Oh J, Deming C, et al. Temporal shifts in samples from patients with irritable bowel syndrome.
2015;212:653. e1-e16. the skin microbiome associated with disease flares and Gastroenterology. 2011;141:1792-1801.
76. Stout MJ, Conlon B, Landeau M, et al. Identification of treatment in children with atopic dermatitis. Genome Res. 188. Rothschild D, Weissbrod O, Barkan E, et al. Environment
intracellular bacteria in the basal plate of the human 2012;22:850-859. dominates over host genetics in shaping human gut
placenta in term and preterm gestations. Am J Obstet 139. Lohmann P, Luna RA, Hollister EB, et al. The microbiota. Nature. 2018;555:210-215.
Gynecol. 2013;208:226.e1-226.e7. airway microbiome of intubated premature infants: 192. Ravel J, Gajer P, Abdo Z, et al. Vaginal microbiome
80. Queiros da Mota V, Prodhom G, Yan P, et al. Correlation characteristics and changes that predict the development of of reproductive-age women. Proc Natl Acad Sci USA.
between placental bacterial culture results and histological bronchopulmonary dysplasia. Pediatr Res. 2014;76:294-301. 2011;108(suppl 1):4680-4687.
chorioamnionitis: a prospective study on 376 placentas. J 142. Dickson RP, Erb-Downward JR, Freeman CM, et al. 193. Srinivasan S, Hoffman NG, Morgan MT, et al. Bacterial
Clin Pathol. 2013;66:243-248. Bacterial topography of the healthy human lower communities in women with bacterial vaginosis: high
84. Dethlefsen L, Huse S, Sogin ML, et al. The pervasive respiratory tract. MBio. 2017;8:e02287-e2316. resolution phylogenetic analyses reveal relationships of
effects of an antibiotic on the human gut microbiota, 144. Cuthbertson L, Craven V, Bingle L, et al. The impact microbiota to clinical criteria. PLoS ONE. 2012;7:e37818.
as revealed by deep 16s rRNA sequencing. PLoS Biol. of persistent bacterial bronchitis on the pulmonary 199. Verani JR, McGee L, Schrag SJ. Prevention of perinatal
2008;6:e280. microbiome of children. PLoS ONE. 2017;12:e0190075. group B streptococcal disease—revised guidelines from
88. Tun HM, Bridgman SL, Chari R, et al. Roles of birth 152. Delhaes L, Monchy S, Frealle E, et al. The airway CDC, 2010. MMWR Recomm Rep. 2010;59(RR–10):1-36.
mode and infant gut microbiota in intergenerational microbiota in cystic fibrosis: a complex fungal and 202. Homer CS, Scarf V, Catling C, et al. Culture-based versus
transmission of overweight and obesity from mother to bacterial community—implications for therapeutic risk-based screening for the prevention of group B
offspring. JAMA Pediatr. 2018;172:368-377. management. PLoS ONE. 2012;7:e36313. streptococcal disease in newborns: a review of national
90. Backhed F, Roswall J, Peng Y, et al. Dynamics and 155. Zakharkina T, Martin-Loeches I, Matamoros S, et al. guidelines. Women Birth. 2014;27:46-51.
stabilization of the human gut microbiome during the first The dynamics of the pulmonary microbiome during
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
21.e1
Bibliografía 28. Korpela K, Blakstad EW, Moltu SJ, et al. Intestinal
microbiota development and gestational age in preterm
53. Yang X, Cheng G, Li C, et al. The normal vaginal and
uterine bacterial microbiome in giant pandas (Ailuropoda
1. Sender R, Fuchs S, Milo R. Revised estimates for the
neonates. Sci Rep. 2018;8:2453. melanoleuca). Microbiol Res. 2017;199:1-9.
number of human and bacteria cells in the body. PLoS
29. Nash MJ, Frank DN, Friedman JE. Early microbes 54. Moore SG, Ericsson AC, Poock SE, et al. Hot topic:
Biol. 2016;14:e1002533.
modify immune system development and metabolic 16s rRNA gene sequencing reveals the microbiome

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
2. Huttenhower C, Gevers D, Knight R, et al. Structure,
homeostasis—the “restaurant” hypothesis revisited. Front of the virgin and pregnant bovine uterus. J Dairy Sci.
function and diversity of the healthy human microbiome.
Endocrinol (Lausanne). 2017;8:349. 2017;100:4953-4960.
Nature. 2012;486:207-214.
30. Gomez M, Moles L, Espinosa-Martos I, et al. 55. Kuon RJ, Togawa R, Vomstein K, et al. Higher
3. Methe BA, Nelson KE, Pop M, et al. A framework for
Bacteriological and immunological profiling of meconium prevalence of colonization with Gardnerella vaginalis
human microbiome research. Nature. 2012;486:215-221.
and fecal samples from preterm infants: a two-year and gram-negative anaerobes in patients with recurrent
4. Aagaard K, Petrosino J, Keitel W, et al. The human
follow-up study. Nutrients. 2017;9:E1293. miscarriage and elevated peripheral natural killer cells. J
microbiome project strategy for comprehensive sampling
31. Xiong W, Brown CT, Morowitz MJ, et al. Genome-resolved Reprod Immunol. 2017;120:15-19.
of the human microbiome and why it matters. FASEB J.
metaproteomic characterization of preterm infant gut 56. Miles SM, Hardy BL, Merrell DS. Investigation of the
2012;27:1012-1022.
microbiota development reveals species-specific metabolic microbiota of the reproductive tract in women undergoing
5. Costello EK, Lauber CL, Hamady M, et al. Bacterial
shifts and variabilities during early life. Microbiome. a total hysterectomy and bilateral salpingo-oophorectomy.
community variation in human body habitats across space
2017;5:72. Fertil Steril. 2017;107:813-820. e1.
and time. Science. 2009;326:1694-1697.
32. Duranti S, Lugli GA, Mancabelli L, et al. Maternal 57. Moreno I, Codoner FM, Vilella F, et al. Evidence that the
6. Lloyd-Price J, Mahurkar A, Rahnavard G, et al. Strains,
inheritance of bifidobacterial communities and endometrial microbiota has an effect on implantation
functions and dynamics in the expanded human
bifidophages in infants through vertical transmission. success or failure. Am J Obstet Gynecol. 2016;215:684-703.
microbiome project. Nature. 2017;550:61-66.
Microbiome. 2017;5:66. 58. Verstraelen H, Vilchez-Vargas R, Desimpel F, et al.
7. Kelly CP. Fecal microbiota transplantation—an old
33. Wampach L, Heintz-Buschart A, Hogan A, et al. Characterisation of the human uterine microbiome in
therapy comes of age. N Engl J Med. 2013;368:474-475.
Colonization and succession within the human gut non-pregnant women through deep sequencing of the
8. Chu DM, Ma J, Prince AL, et al. Maturation of the infant
microbiome by archaea, Bacteria, and microeukaryotes V1-2 region of the 16s rRNA gene. PeerJ. 2016;4:e1602.
microbiome community structure and function across
during the first year of life. Front Microbiol. 2017;8:738. 59. Horvath B, Lakatos F, Toth C, et al. Silent
multiple body sites and in relation to mode of delivery.
34. Scharschmidt TC, Vasquez KS, Pauli ML, et al. chorioamnionitis and associated pregnancy outcomes: a
Nat Med. 2017;23:314-326.
Commensal microbes and hair follicle morphogenesis review of clinical data gathered over a 16-year period. J
9. Ma J, Prince AL, Bader D, et al. High-fat maternal
coordinately drive treg migration into neonatal skin. Cell Perinat Med. 2014;42:441-447.
diet during pregnancy persistently alters the offspring
Host Microbe. 2017;21:467-477. e5. 60. Tomlinson MS, Bommarito PA, Martin EM, et al.
microbiome in a primate model. Nat Commun.
35. Stewart CJ, Embleton ND, Clements E, et al. Cesarean Microorganisms in the human placenta are associated
2014;5:3889.
or vaginal birth does not impact the longitudinal with altered CpG methylation of immune and
10. Aagaard K, Ma J, Antony KM, et al. The placenta harbors a
development of the gut microbiome in a cohort of inflammation-related genes. PLoS ONE. 2017;12:e0188664.
unique microbiome. Sci Transl Med. 2014;6. 237ra265.
exclusively preterm infants. Front Microbiol. 2017;8:1008. 61. Dimova T, Terzieva A, Djerov L, et al. Mother-to-newborn
11. Dominguez-Bello MG, Costello EK, Contreras M, et al.
36. Committee on Obstetric PracticeCommittee opinion no. transmission of mycobacterial L-forms and vdelta2 T-cell
Delivery mode shapes the acquisition and structure of
725: vaginal seeding. Obstet Gynecol. 2017;130:e274-e278. response in placentobiome of BCG-vaccinated pregnant
the initial microbiota across multiple body habitats in
37. Stewart CJ, Embleton ND, Marrs ECL, et al. Longitudinal women. Sci Rep. 2017;7:17366.
newborns. Proc Natl Acad Sci USA. 2010;107:11971-
development of the gut microbiome and metabolome 62. Zheng J, Xiao XH, Zhang Q, et al. Correlation of
11975.
in preterm neonates with late onset sepsis and healthy placental microbiota with fetal macrosomia and clinical
12. Gerritsen J, Smidt H, Rijkers GT, et al. Intestinal
controls. Microbiome. 2017;5:75. characteristics in mothers and newborns. Oncotarget.
microbiota in human health and disease: the impact of
38. Nagpal R, Tsuji H, Takahashi T, et al. Sensitive quantitative 2017;8:82314-82325.
probiotics. Genes Nutr. 2011;6:209-240.
analysis of the meconium bacterial microbiota in healthy 63. Vidal S, Kegler K, Posthaus H, et al. Amplicon sequencing
13. Steel JH, Malatos S, Kennea N, et al. Bacteria and
term infants born vaginally or by cesarean section. Front of bacterial microbiota in abortion material from cattle.
inflammatory cells in fetal membranes do not always
Microbiol. 2016;7:1997. Vet Res. 2017;48:64.
cause preterm labor. Pediatr Res. 2005;57:404-411.
39. Stanislawski MA, Dabelea D, Wagner BD, et al. 64. Zheng J, Xiao X, Zhang Q, et al. The placental microbiota
14. Rautava S, Luoto R, Salminen S, et al. Microbial
Pre-pregnancy weight, gestational weight gain, and the is altered among subjects with gestational diabetes
contact during pregnancy, intestinal colonization
gut microbiota of mothers and their infants. Microbiome. mellitus: a pilot study. Front Physiol. 2017;8:675.
and human disease. Nat Rev Gastroenterol Hepatol.
2017;5:113. 65. Thum C, Itoh K, Young W, et al. Effects of prenatal
2012;9:565-576.
40. Macpherson AJ, de Aguero MG, Ganal-Vonarburg SC. consumption of caprine milk oligosaccharides on
15. Collado MC, Rautava S, Aakko J, et al. Human gut
How nutrition and the maternal microbiota shape the mice mono-associated with Bifidobacterium bifidum
colonisation may be initiated in utero by distinct microbial
neonatal immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17:508- (AGR2166). Open Microbiol J. 2017;11:105-111.
communities in the placenta and amniotic fluid. Sci Rep.
517. 66. Stout MJ, Cao B, Landeau M, et al. Increased human
2016;6:23129.
41. Parnell LA, Briggs CM, Cao B, et al. Microbial leukocyte antigen-G expression at the maternal-fetal
16. Yassour M, Vatanen T, Siljander H, et al. Natural history
communities in placentas from term normal pregnancy interface is associated with preterm birth. J Matern Fetal
of the infant gut microbiome and impact of antibiotic
exhibit spatially variable profiles. Sci Rep. 2017;7:11200. Neonatal Med. 2015;28:454-459.
treatment on bacterial strain diversity and stability. Sci
42. Doyle RM, Harris K, Kamiza S, et al. Bacterial 67. Gomez-Arango LF, Barrett HL, McIntyre HD, et al.
Transl Med. 2016;8. 343ra381.
communities found in placental tissues are associated with Contributions of the maternal oral and gut microbiome to
17. Gibson MK, Wang B, Ahmadi S, et al. Developmental
severe chorioamnionitis and adverse birth outcomes. PLoS placental microbial colonization in overweight and obese
dynamics of the preterm infant gut microbiota and
ONE. 2017;12:e0180167. pregnant women. Sci Rep. 2017;7:2860.
antibiotic resistome. Nat Microbiol. 2016;1:16024.
43. Pammi M, Cope J, Tarr PI, et al. Intestinal dysbiosis 68. Prince AL, Ma J, Kannan PS, et al. The placental
18. Walker RW, Clemente JC, Peter I, et al. The prenatal gut
in preterm infants preceding necrotizing enterocolitis: membrane microbiome is altered among subjects
microbiome: are we colonized with bacteria in utero?
a systematic review and meta-analysis. Microbiome. with spontaneous preterm birth with and without
Pediatr Obes. 2017;12(Suppl 1):3-17.
2017;5:31. chorioamnionitis. Am J Obstet Gynecol. 2016;214:627.
19. Chu DM, Meyer KM, Prince AL, et al. Impact of maternal
44. Ardissone AN, de la Cruz DM, Davis-Richardson e1-627.e16.
nutrition in pregnancy and lactation on offspring gut
AG, et al. Meconium microbiome analysis identifies 69. Zheng J, Xiao X, Zhang Q, et al. The placental microbiome
microbial composition and function. Gut Microbes.
bacteria correlated with premature birth. PLoS ONE. varies in association with low birth weight in full-term
2016;7:459-470.
2014;9:e90784. neonates. Nutrients. 2015;7:6924-6937.
20. Levin AM, Sitarik AR, Havstad SL, et al. Joint effects of
45. Benner M, Ferwerda G, Joosten I, et al. How uterine 70. Antony KM, Ma J, Mitchell KB, et al. The preterm
pregnancy, sociocultural, and environmental factors on
microbiota might be responsible for a receptive, fertile placental microbiome varies in association with excess
early life gut microbiome structure and diversity. Sci Rep.
endometrium. Hum Reprod Update. 2018;24:393-415. maternal gestational weight gain. Am J Obstet Gynecol.
2016;6:31775.
46. Baker JM, Chase DM, Herbst-Kralovetz MM. Uterine 2015;212:653. e1-e16.
21. Jimenez E, Marin ML, Martin R, et al. Is meconium
microbiota: residents, tourists, or invaders? Front 71. Amarasekara R, Jayasekara RW, Senanayake H, et al.
from healthy newborns actually sterile? Res Microbiol.
Immunol. 2018;9:208. Microbiome of the placenta in pre-eclampsia supports
2008;159:187-193.
47. Seo SS, Arokiyaraj S, Kim MK, et al. High prevalence the role of bacteria in the multifactorial cause of
22. Chernikova DA, Madan JC, Housman ML, et al. The
of Leptotrichia amnionii, Atopobium vaginae, Sneathia pre-eclampsia. J Obstet Gynaecol Res. 2015;41:662-669.
premature infant gut microbiome during the first 6 weeks
sanguinegens, and factor 1 microbes and association of 72. Doyle RM, Alber DG, Jones HE, et al. Term and preterm
of life differs based on gestational maturity at birth.
spontaneous abortion among Korean women. Biomed Res labour are associated with distinct microbial community
Pediatr Res. 2018;84:71-79.
Int. 2017;2017:5435089. structures in placental membranes which are independent
23. Stinson LF, Payne MS, Keelan JA. A critical review of the
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

48. Lannon SMR, Adams Waldorf KM, Fiedler T, et al. of mode of delivery. Placenta. 2014;35:1099-1101.
bacterial baptism hypothesis and the impact of cesarean
Parallel detection of lactobacillus and bacterial 73. Aagaard KM. Author response to comment on “the
delivery on the infant microbiome. Front Med (Lausanne).
vaginosis-associated bacterial DNA in the chorioamnion placenta harbors a unique microbiome. Sci Transl Med.
2018;5:135.
and vagina of pregnant women at term. J Matern Fetal 2014;6:254lr3.
24. Valentine G, Chu DM, Stewart CJ, et al. Relationships
Neonatal Med. 2018:1-9. 74. Fardini Y, Chung P, Dumm R, et al. Transmission of
between perinatal interventions, maternal-infant
49. Moreno I, Cicinelli E, Garcia-Grau I, et al. The diagnosis diverse oral bacteria to murine placenta: evidence for
microbiomes, and neonatal outcomes. Clin Perinatol.
of chronic endometritis in infertile asymptomatic women: the oral microbiome as a potential source of intrauterine
2018;45:339-355.
a comparative study of histology, microbial cultures, infection. Infect Immun. 2010;78:1789-1796.
25. Dahl C, Stigum H, Valeur J, et al. Preterm infants have
hysteroscopy, and molecular microbiology. Am J Obstet 75. Satokari R, Gronroos T, Laitinen K, et al. Bifidobacterium
distinct microbiomes not explained by mode of delivery,
Gynecol. 2018;218:602.e1-602.e16. and Lactobacillus DNA in the human placenta. Lett Appl
breastfeeding duration or antibiotic exposure. Int J
50. Jeon SJ, Lima FS, Vieira-Neto A, et al. Shift of uterine Microbiol. 2009;48:8-12.
Epidemiol. 2018. Epub ahead of print.
microbiota associated with antibiotic treatment and cure 76. Stout MJ, Conlon B, Landeau M, et al. Identification of
26. McCormack UM, Curiao T, Wilkinson T, et al. Fecal
of metritis in dairy cows. Vet Microbiol. 2018;214:132-139. intracellular bacteria in the basal plate of the human
microbiota transplantation in gestating sows and
51. Chen C, Song X, Wei W, et al. The microbiota continuum placenta in term and preterm gestations. Am J Obstet
neonatal offspring alters lifetime intestinal microbiota
along the female reproductive tract and its relation to Gynecol. 2013;208:226. e1-e7.
and growth in offspring. mSystems. 2018;3. e00134-17.
uterine-related diseases. Nat Commun. 2017;8:875. 77. Torricelli M, Voltolini C, Toti P, et al. Histologic
27. Yeoman CJ, Ishaq SL, Bichi E, et al. Biogeographical
52. Jeon SJ, Cunha F, Vieira-Neto A, et al. Blood as a route chorioamnionitis: different histologic features at
differences in the influence of maternal microbial sources
of transmission of uterine pathogens from the gut to the different gestational ages. J Matern Fetal Neonatal Med.
on the early successional development of the bovine
uterus in cows. Microbiome. 2017;5:109. 2014;27:910-913.
neonatal gastrointestinal tract. Sci Rep. 2018;8:3197.
Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
21.e2
78. Zarate MA, Rodriguez MD, Chang EI, et al. Post-hypoxia 106. Stewart CJ, Embleton ND, Clements E, et al. Cesarean 135. Fitz-Gibbon S, Tomida S, Chiu BH, et al.
invasion of the fetal brain by multidrug resistant or vaginal birth does not impact the longitudinal Propionibacterium acnes strain populations in the human
Staphylococcus. Sci Rep. 2017;7:6458. development of the gut microbiome in a cohort of skin microbiome associated with acne. J Invest Dermatol.
79. Garcia-Ruiz G, Flores-Espinosa P, Preciado-Martinez exclusively preterm infants. Front Microbiol. 2017;8:1008. 2013;133:2152-2160.
E, et al. In vitro progesterone modulation on bacterial 107. Grice EA, Segre JA. The skin microbiome. Nat Rev 136. Tomida S, Nguyen L, Chiu BH, et al. Pan-genome and
Parte I Principios básicos en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas

endotoxin-induced production of IL-1beta, TNFalpha, Microbiol. 2011;9:244-253. comparative genome analyses of Propionibacterium acnes
IL-6, IL-8, IL-10, MIP-1alpha, and MMP-9 in pre-labor 108. Costello EK, Carlisle EM, Bik EM, et al. Microbiome reveal its genomic diversity in the healthy and diseased
human term placenta. Reprod Biol Endocrinol. assembly across multiple body sites in low-birthweight human skin microbiome. MBio. 2013;4:e00003-00013.
2015;13:115. infants. MBio. 2013;4:e00782-00713. 137. Fierer N, Lauber CL, Zhou N, et al. Forensic identification
80. Queiros da Mota V, Prodhom G, Yan P, et al. Correlation 109. Yatsunenko T, Rey FE, Manary MJ, et al. Human gut using skin bacterial communities. Proc Natl Acad Sci USA.
between placental bacterial culture results and histological microbiome viewed across age and geography. Nature. 2010;107:6477-6481.
chorioamnionitis: a prospective study on 376 placentas. J 2012;486:222-227. 138. Lal CV, Travers C, Aghai ZH, et al. The airway
Clin Pathol. 2013;66:243-248. 110. Mar JS, LaMere BJ, Lin DL, et al. Disease severity and microbiome at birth. Sci Rep. 2016;6:31023.
81. Cao B, Mysorekar IU. Intracellular bacteria in placental immune activity relate to distinct interkingdom gut 139. Lohmann P, Luna RA, Hollister EB, et al. The
basal plate localize to extravillous trophoblasts. Placenta. microbiome states in ethnically distinct ulcerative colitis airway microbiome of intubated premature infants:
2014;35:139-142. patients. MBio. 2016;7:e01072-16. characteristics and changes that predict the development
82. Lauder AP, Roche AM, Sherrill-Mix S, et al. Comparison 111. Huang YJ, Nariya S, Harris JM, et al. The airway of bronchopulmonary dysplasia. Pediatr Res. 2014;76:294-
of placenta samples with contamination controls does microbiome in patients with severe asthma: associations 301.
not provide evidence for a distinct placenta microbiota. with disease features and severity. J Allergy Clin Immunol. 140. Charlson ES, Bittinger K, Haas AR, et al. Topographical
Microbiome. 2016;4:29. 2015;136:874-884. continuity of bacterial populations in the healthy
83. Graham-Rowe D. Lifestyle: when allergies go west. Nature. 112. Imhann F, Vich Vila A, Bonder MJ, et al. Interplay of host human respiratory tract. Am J Respir Crit Care Med.
2011;479:S2-S4. genetics and gut microbiota underlying the onset and 2011;184:957-963.
84. Dethlefsen L, Huse S, Sogin ML, et al. The pervasive clinical presentation of inflammatory bowel disease. Gut. 141. Charlson ES, Diamond JM, Bittinger K, et al.
effects of an antibiotic on the human gut microbiota, 2018;67:108-119. Lung-enriched organisms and aberrant bacterial and
as revealed by deep 16s rRNA sequencing. PLoS Biol. 113. Markle JG, Frank DN, Mortin-Toth S, et al. Sex differences fungal respiratory microbiota after lung transplant. Respir
2008;6:e280. in the gut microbiome drive hormone-dependent Crit Care Med. 2012;186:536-545.
85. Macfarlane GT, Cummings JH. Probiotics and prebiotics: regulation of autoimmunity. Science. 2013;339:1084-1088. 142. Dickson RP, Erb-Downward JR, Freeman CM, et al.
can regulating the activities of intestinal bacteria benefit 114. David LA, Maurice CF, Carmody RN, et al. Diet rapidly Bacterial topography of the healthy human lower
health? West J Med. 1999;171:187-191. and reproducibly alters the human gut microbiome. respiratory tract. MBio. 2017;8. e02287-16.
86. Roager HM, Sulek K, Skov K, et al. Lactobacillus Nature. 2014;505:559-563. 143. Cui Z, Zhou Y, Li H, et al. Complex sputum microbial
acidophilus NCFM affects vitamin E acetate metabolism 115. Koren O, Goodrich JK, Cullender TC, et al. Host composition in patients with pulmonary tuberculosis.
and intestinal bile acid signature in monocolonized mice. remodeling of the gut microbiome and metabolic changes BMC Microbiol. 2012;12:276.
Gut Microbes. 2014;5:296-303. during pregnancy. Cell. 2012;150:470-480. 144. Cuthbertson L, Craven V, Bingle L, et al. The impact
87. Aagaard K, Stewart CJ, Chu D. Una destinatio, viae 116. Nash MJ, Frank DN, Friedman JE. Early microbes of persistent bacterial bronchitis on the pulmonary
diversae: does exposure to the vaginal microbiota confer modify immune system development and metabolic microbiome of children. PLoS ONE. 2017;12:e0190075.
health benefits to the infant, and does lack of exposure homeostasis—the “restaurant” hypothesis revisited. Front 145. Hilty M, Burke C, Pedro H, et al. Disordered microbial
confer disease risk? EMBO Rep. 2016;17:1679-1684. Endocrinol (Lausanne). 2017;8:349. communities in asthmatic airways. PLoS ONE.
88. Tun HM, Bridgman SL, Chari R, et al. Roles of birth 117. Milani C, Duranti S, Bottacini F, et al. The first microbial 2010;5:e8578.
mode and infant gut microbiota in intergenerational colonizers of the human gut: composition, activities, and 146. Goldman DL, Chen Z, Shankar V, et al. Lower airway
transmission of overweight and obesity from mother to health implications of the infant gut microbiota. Microbiol microbiota and mycobiota in children with severe asthma.
offspring. JAMA Pediatr. 2018;172:368-377. Mol Biol Rev. 2017:81. J Allergy Clin Immunol. 2018;141:808-811. e7.
89. Yasmin F, Tun HM, Konya TB, et al. Cesarean section, 118. Keijser BJ, Zaura E, Huse SM, et al. Pyrosequencing 147. Cardenas PA, Cooper PJ, Cox MJ, et al. Upper airways
formula feeding, and infant antibiotic exposure: separate analysis of the oral microflora of healthy adults. J Dent Res. microbiota in antibiotic-naive wheezing and healthy
and combined impacts on gut microbial changes in later 2008;87:1016-1020. infants from the tropics of rural Ecuador. PLoS ONE.
infancy. Front Pediatr. 2017;5:200. 119. Paster BJ, Olsen I, Aas JA, et al. The breadth of bacterial 2012;7:e46803.
90. Backhed F, Roswall J, Peng Y, et al. Dynamics and diversity in the human periodontal pocket and other oral 148. Cox MJ, Allgaier M, Taylor B, et al. Airway microbiota
stabilization of the human gut microbiome during the first sites. Periodontol 2000. 2006;42:80-87. and pathogen abundance in age-stratified cystic fibrosis
year of life. Cell Host Microbe. 2015;17:690-703. 120. Jenkinson HF. Beyond the oral microbiome. Environ patients. PLoS ONE. 2010;5:e11044.
91. Hu J, Nomura Y, Bashir A, et al. Diversified microbiota of Microbiol. 2011;13:3077-3087. 149. Blainey PC, Milla CE, Cornfield DN, et al. Quantitative
meconium is affected by maternal diabetes status. PLoS 121. Liu B, Faller LL, Klitgord N, et al. Deep sequencing of the analysis of the human airway microbial ecology reveals
ONE. 2013;8:e78257. oral microbiome reveals signatures of periodontal disease. a pervasive signature for cystic fibrosis. Sci Transl Med.
92. Mshvildadze M, Neu J, Shuster J, et al. Intestinal PLoS ONE. 2012;7:e37919. 2012;4:153ra30.
microbial ecology in premature infants assessed with 122. Curtis MA, Zenobia C, Darveau RP. The relationship of 150. Goddard AF, Staudinger BJ, Dowd SE, et al. Direct
non-culture-based techniques. J Pediatr. 2010;156:20-25. the oral microbiota to periodontal health and disease. Cell sampling of cystic fibrosis lungs indicates that DNA-based
93. Dong XD, Li XR, Luan JJ, et al. Bacterial communities Host Microbe. 2011;10:302-306. analyses of upper-airway specimens can misrepresent
in neonatal feces are similar to mothers’ placentae. Can J 123. Welch KJ, Liebman-Pelaez A, Corwin EI. Fluids by design lung microbiota. Proc Natl Acad Sci USA. 2012;109:13769-
Infect Dis Med Microbiol. 2015;26:90-94. using chaotic surface waves to create a metafluid that is 13774.
94. Shi YC, Guo H, Chen J, et al. Initial meconium newtonian, thermal, and entirely tunable. Proc Natl Acad 151. van der Gast CJ, Walker AW, Stressmann FA, et al.
microbiome in Chinese neonates delivered naturally or by Sci USA. 2016;113:10807-10812. Partitioning core and satellite taxa from within cystic
cesarean section. Sci Rep. 2018;8:3255. 124. Grice EA, Kong HH, Conlan S, et al. Topographical and fibrosis lung bacterial communities. ISME J. 2011:780-791.
95. Sakwinska O, Foata F, Berger B, et al. Does the maternal temporal diversity of the human skin microbiome. Science. 152. Delhaes L, Monchy S, Frealle E, et al. The airway
vaginal microbiota play a role in seeding the microbiota of 2009;324:1190-1192. microbiota in cystic fibrosis: a complex fungal and
neonatal gut and nose? Benef Microbes. 2017;8:763-778. 125. Nakatsuji T, Chiang HI, Jiang SB, et al. The microbiome bacterial community—implications for therapeutic
96. Rutayisire E, Huang K, Liu Y, et al. The mode of delivery extends to subepidermal compartments of normal skin. management. PLoS ONE. 2012;7:e36313.
affects the diversity and colonization pattern of the gut Nat Commun. 2013;4:1431. 153. Filkins LM, Hampton TH, Gifford AH, et al. Prevalence
microbiota during the first year of infants’ life: a systematic 126. Verhulst NO, Takken W, Dicke M, et al. Chemical ecology of streptococci and increased polymicrobial diversity
review. BMC Gastroenterol. 2016;16:86. of interactions between human skin microbiota and associated with cystic fibrosis patient stability. J Bacteriol.
97. Chu DM, Antony KM, Ma J, et al. The early infant gut mosquitoes. FEMS Microbiol Ecol. 2010;74:1-9. 2012;194:4709-4717.
microbiome varies in association with a maternal high-fat 127. Gao Z, Perez-Perez GI, Chen Y, et al. Quantitation of 154. Frayman KB, Armstrong DS, Carzino R, et al. The lower
diet. Genome Med. 2016;8:77. major human cutaneous bacterial and fungal populations. airway microbiota in early cystic fibrosis lung disease: a
98. Haahr T, Glavind J, Axelsson P, et al. Vaginal seeding J Clin Microbiol. 2010;48:3575-3581. longitudinal analysis. Thorax. 2017;72:1104-1112.
or vaginal microbial transfer from the mother to the 128. Spor A, Koren O, Ley R. Unravelling the effects of the 155. Zakharkina T, Martin-Loeches I, Matamoros S, et al.
caesarean-born neonate: a commentary regarding clinical environment and host genotype on the gut microbiome. The dynamics of the pulmonary microbiome during
management. BJOG. 2018;125:533-536. Nat Rev Microbiol. 2011;9:279-290. mechanical ventilation in the intensive care unit and
99. Biasucci G, Rubini M, Riboni S, et al. Mode of delivery 129. Grice EA, Kong HH, Renaud G, et al. A diversity profile the association with occurrence of pneumonia. Thorax.
affects the bacterial community in the newborn gut. Early of the human skin microbiota. Genome Res. 2008;18:1043- 2017;72:803-810.
Hum Dev. 2010;86(suppl 1):13-15. 1050. 156. Kelly BJ, Imai I, Bittinger K, et al. Composition and
100. Murgas Torrazza R, Neu J. The developing intestinal 130. Oh J, Conlan S, Polley EC, et al. Shifts in human skin and dynamics of the respiratory tract microbiome in intubated
microbiome and its relationship to health and disease in nares microbiota of healthy children and adults. Genome patients. Microbiome. 2016;4:7.
the neonate. J Perinatol. 2011;31:S29-S34. Med. 2012;4:77. 157. Madan JC, Koestler DC, Stanton BA, et al. Serial analysis
101. Azad MB, Konya T, Maughan H, et al. Gut microbiota of 131. Findley K, Oh J, Yang J, et al. Topographic diversity of of the gut and respiratory microbiome in cystic fibrosis
healthy Canadian infants: profiles by mode of delivery and fungal and bacterial communities in human skin. Nature. in infancy: interaction between intestinal and respiratory
infant diet at 4 months. CMAJ. 2013;185:385-394. 2013;498:367-370. tracts and impact of nutritional exposures. MBio. 2012;3.
102. Biasucci G, Benenati B, Morelli L, et al. Cesarean delivery 132. Muthukrishnan G, Lamers RP, Ellis A, et al. Longitudinal e00251-12.
may affect the early biodiversity of intestinal bacteria. J genetic analyses of Staphylococcus aureus nasal carriage 158. Nardone G, Compare D, Rocco A. A microbiota-centric
Nutr. 2008;138:1796S-1800S. dynamics in a diverse population. BMC Infect Dis. view of diseases of the upper gastrointestinal tract. Lancet
103. Neu J. Dysbiosis in the neonatal period: role of cesarean 2013;13:221. Gastroenterol Hepatol. 2017;2:298-312.
section. Nestle Nutr Inst Workshop Ser. 2017;88:57-66. 133. Frank DN, Feazel LM, Bessesen MT, et al. The human 159. Yang L, Lu X, Nossa CW, et al. Inflammation and
104. Smithers LG, Mol BW, Jamieson L, et al. Cesarean birth nasal microbiota and Staphylococcus aureus carriage. PLoS intestinal metaplasia of the distal esophagus are associated
is not associated with early childhood body mass index. ONE. 2010;5:e10598. with alterations in the microbiome. Gastroenterology.
Pediatr Obes. 2017;12(Suppl 1):120-124. 134. Kong HH, Oh J, Deming C, et al. Temporal shifts in 2009;137:588-597.
105. Mulligan CM, Friedman JE. Maternal modifiers of the skin microbiome associated with disease flares and 160. Falush D, Wirth T, Linz B, et al. Traces of human
the infant gut microbiota: metabolic consequences. J treatment in children with atopic dermatitis. Genome Res. migrations in Helicobacter pylori populations. Science.
Endocrinol. 2017;235:R1-R12. 2012;22:850-859. 2003;299:1582-1585.

Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
21.e3
161. Blaser MJ. Hypothesis: the changing relationships of in children from Europe and rural Africa. Proc Natl Acad 194. Carey JC, Klebanoff MA, Hauth JC, et al. Metronidazole
Helicobacter pylori and humans: implications for health Sci USA. 2010;107:14691-14696. to prevent preterm delivery in pregnant women with
and disease. J Infect Dis. 1999;179:1523-1530. 178. Lin A, Bik EM, Costello EK, et al. Distinct distal gut asymptomatic bacterial vaginosis. National institute
162. Bik EM, Eckburg PB, Gill SR, et al. Molecular analysis of microbiome diversity and composition in healthy children of child health and human development network
the bacterial microbiota in the human stomach. Proc Natl from Bangladesh and the United States. PLoS ONE. of Maternal-fetal medicine units. N Engl J Med.

Capítulo 2 El microbioma humano de localizaciones corporales específicas y sus características biológicas únicas
Acad Sci USA. 2006;103:732-737. 2013;8:e53838. 2000;342:534-540.
163. Andersson AF, Lindberg M, Jakobsson H, et al. 179. Claesson MJ, Jeffery IB, Conde S, et al. Gut microbiota 195. Hummelen R, Fernandes AD, Macklaim JM, et al. Deep
Comparative analysis of human gut microbiota by composition correlates with diet and health in the elderly. sequencing of the vaginal microbiota of women with HIV.
barcoded pyrosequencing. PLoS ONE. 2008;3:e2836. Nature. 2012;488:178-184. PLoS ONE. 2010;5:e12078.
164. Noto JM, Peek Jr RM. The gastric microbiome, its 180. Chang JY, Antonopoulos DA, Kalra A, et al. Decreased 196. Shulzhenko N, Morgun A, Hsiao W, et al. Crosstalk
interaction with Helicobacter pylori, and its potential diversity of the fecal microbiome in recurrent Clostridium between B lymphocytes, microbiota and the intestinal
role in the progression to stomach cancer. PLoS Pathog. difficile-associated diarrhea. J Infect Dis. 2008;197:435-438. epithelium governs immunity versus metabolism in the
2017;13:e1006573. 181. Pflughoeft KJ, Versalovic J. Human microbiome in health gut. Nat Med. 2011;17:1585-1593.
165. Dicksved J, Lindberg M, Rosenquist M, et al. Molecular and disease. Annu Rev Pathol. 2012;7:99-122. 197. Ellis CL, Ma ZM, Mann SK, et al. Molecular
characterization of the stomach microbiota in patients 182. Saulnier DM, Riehle K, Mistretta TA, et al. characterization of stool microbiota in HIV-infected
with gastric cancer and in controls. J Med Microbiol. Gastrointestinal microbiome signatures of pediatric subjects by panbacterial and order-level 16S ribosomal
2009;58(Pt 4):509-516. patients with irritable bowel syndrome. Gastroenterology. DNA (rDNA) quantification and correlations with
166. Jakobsson HE, Jernberg C, Andersson AF, et al. 2011;141:1782-1791. immune activation. J Acquir Immune Defic Syndr.
Short-term antibiotic treatment has differing long-term 183. Rajilic-Stojanovic M, Biagi E, Heilig HG, et al. Global and 2011;57:363-370.
impacts on the human throat and gut microbiome. PLoS deep molecular analysis of microbiota signatures in fecal 198. Andrews WW, Sibai BM, Thom EA, et al. Randomized
ONE. 2010;5:e9836. samples from patients with irritable bowel syndrome. clinical trial of metronidazole plus erythromycin
167. van den Bogert B, De Vos WM, Zoetendal EG, et al. Gastroenterology. 2011;141:1792-1801. to prevent spontaneous preterm delivery in fetal
Microarray analysis and barcoded pyrosequencing provide 184. Wang Y, Hoenig JD, Malin KJ, et al. 16S rRNA gene-based fibronectin-positive women. Obstet Gynecol. 2003;101(5 Pt
consistent microbial profiles depending on the source analysis of fecal microbiota from preterm infants with and 1):847-855.
of human intestinal samples. Appl Environ Microbiol. without necrotizing enterocolitis. ISME J. 2009;3:944-954. 199. Verani JR, McGee L, Schrag SJ. Prevention of perinatal
2011;77:2071-2080. 185. Hong PY, Croix JA, Greenberg E, et al. group B streptococcal disease—revised guidelines from
168. Zoetendal EG, Raes J, van den Bogert B, et al. The human Pyrosequencing-based analysis of the mucosal microbiota CDC, 2010. MMWR Recomm Rep. 2010;59(RR–10):1-36.
small intestinal microbiota is driven by rapid uptake and in healthy individuals reveals ubiquitous bacterial groups 200. Committee opinion no. 485: prevention of Early-onset
conversion of simple carbohydrates. ISME J. 2012;6:1415- and micro-heterogeneity. PLoS ONE. 2011;6:e25042. group B streptococcal disease in newborns. Obstet
1426. 186. Maier L, Pruteanu M, Kuhn M, et al. Extensive impact Gynecol. 2011;117:1019-1027.
169. Fukuda S, Toh H, Hase K, et al. Bifidobacteria can protect of non-antibiotic drugs on human gut bacteria. Nature. 201. Committee opinion no. 485: prevention of Early-onset
from enteropathogenic infection through production of 2018;555:623-628. group B streptococcal disease in newborns: correction.
acetate. Nature. 2011;469:543-547. 187. Guyton K, Alverdy JC. The gut microbiota and Obstet Gynecol. 2018;131:397.
170. Minot S, Bryson A, Chehoud C, et al. Rapid evolution gastrointestinal surgery. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 202. Homer CS, Scarf V, Catling C, et al. Culture-based versus
of the human gut virome. Proc Natl Acad Sci USA. 2017;14:43-54. risk-based screening for the prevention of group B
2013;110:12450-12455. 188. Rothschild D, Weissbrod O, Barkan E, et al. Environment streptococcal disease in newborns: a review of national
171. Lim ES, Zhou Y, Zhao G, et al. Early life dynamics of the dominates over host genetics in shaping human gut guidelines. Women Birth. 2014;27:46-51.
human gut virome and bacterial microbiome in infants. microbiota. Nature. 2018;555:210-215. 203. Weston EJ, Pondo T, Lewis MM, et al. The burden of
Nat Med. 2015;21:1228-1234. 189. Wu GD, Chen J, Hoffmann C, et al. Linking long-term invasive early-onset neonatal sepsis in the United States,
172. Ogilvie LA, Bowler LD, Caplin J, et al. Genome dietary patterns with gut microbial enterotypes. Science. 2005-2008. Pediatr Infect Dis J. 2011;30:937-941.
signature-based dissection of human gut metagenomes 2011;334:105-108. 204. Stoll BJ, Hansen N, Fanaroff AA, et al. Changes
to extract subliminal viral sequences. Nat Commun. 190. McNulty NP, Yatsunenko T, Hsiao A, et al. The impact in pathogens causing early-onset sepsis in
2013;4:2420. of a consortium of fermented milk strains on the gut very-low-birth-weight infants. N Engl J Med.
173. Palmer C, Bik EM, DiGiulio DB, et al. Development microbiome of gnotobiotic mice and monozygotic twins. 2002;347:240-247.
of the human infant intestinal microbiota. PLoS Biol. Sci Transl Med. 2011;3:106ra. 205. Bizzarro MJ, Dembry LM, Baltimore RS, et al. Changing
2007;5:e177. 191. Ganu RS, Ma J, Aagaard KM. The role of microbial patterns in neonatal Escherichia coli sepsis and ampicillin
174. La Rosa PS, Warner BB, Zhou Y, et al. Patterned communities in parturition: is there evidence of resistance in the era of intrapartum antibiotic prophylaxis.
progression of bacterial populations in the premature association with preterm birth and perinatal morbidity Pediatrics. 2008;121:689-696.
infant gut. Proc Natl Acad Sci USA. 2014;111:12522-12527. and mortality? Am J Perinatol. 2013;30:613-624. 206. Olm MR, Brown CT, Brooks B, et al. Identical bacterial
175. Hollister EB, Riehle K, Luna RA, et al. Structure and 192. Ravel J, Gajer P, Abdo Z, et al. Vaginal microbiome populations colonize premature infant gut, skin, and oral
function of the healthy pre-adolescent pediatric gut of reproductive-age women. Proc Natl Acad Sci USA. microbiomes and exhibit different in situ growth rates.
microbiome. Microbiome. 2015;3:36. 2011;108(suppl 1):4680-4687. Genome Res. 2017;27:601-612.
176. Lynch SV, Pedersen O. The human intestinal microbiome 193. Srinivasan S, Hoffman NG, Morgan MT, et al. Bacterial 207. Perez-Munoz ME, Arrieta MC, Ramer-Tait AE, et al. A
in health and disease. N Engl J Med. 2016;375:2369-2379. communities in women with bacterial vaginosis: high critical assessment of the “sterile womb” and “in utero
177. De Filippo C, Cavalieri D, Di Paola M, et al. Impact of diet resolution phylogenetic analyses reveal relationships of colonization” hypotheses: implications for research on the
in shaping gut microbiota revealed by a comparative study microbiota to clinical criteria. PLoS ONE. 2012;7:e37818. pioneer infant microbiome. Microbiome. 2017;5:48.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Descargado para wendy davila villanueva (wdavila6725@gmail.com) en Antenor Orrego Private University de ClinicalKey.es por Elsevier en febrero 28,
2022. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.

También podría gustarte