Clasificación de desechos sólidos:

- Desechos sólidos humanos: Aquellos desechos generados en nuestras

casas.
- Desechos de manejo especial: Producto de grandes generadores de
desechos sólidos que pueden ser tóxicos, explosivos, corrosivos o
radiactivos.
- Desechos peligrosos: Provienen de sustancias químicas muy peligrosas
para el ser humano.
- Desechos orgánicos: De origen biológico (frutas y verduras) y pueden ser
biodegradables (rápida descomposición).
- Desechos inorgánicos: Son los que vienen de origen industrial o artificial
y que demoran años en descomponerse.
- Desechos peligrosos (inorgánicos no reciclables): Sustancias químicas
corrosivas, ácidos o basura radioactiva.
- Desechos industriales:
Inertes: Escombros y materiales parecidos, no afectan al
medio ambiente siempre y cuando no son tóxicos.
Similares a residuos urbanos: Restos de comida.
- Desechos agrarios: Surgen de la agricultura, la ganadería, la pesca, la
explotación forestal o la industria alimenticia.
- Desechos médicos y laboratorios: Desechos del trabajo clínico, medico
científico y hospitalaria.
- Desechos radioactivos: Los que emiten radiación o materiales pesados.

Contaminación ambiental:
- Contaminación atmosférica: La emisión de sustancias químicas a la
atmosfera que afectan directamente al aire.
- Contaminación hídrica: Son cualquier residuo que puede afectar a
cualquier cuerpo de agua.
- Contaminación del suelo: Toda sustancia o materia peligrosa que este en
el suelo, puede afectar a cualquier tipo de vida que este en él.
- Contaminación acústica: Cualquier ruido excesivo en proporción,
frecuencia, tono, volumen o ritmo.
- Contaminación lumínica: Es la luz artificial excesiva.
 - Contaminación visual: Todo aquello que afecta o altera un paisaje ya sea
natural.
- Contaminación térmica: Tiene que ver con el calentamiento global, este
afecta que todo este desbalanceado.

Cuidados para el medio ambiente:

No tires basura en las calles.

Evita quemar basura, hojas y otros objetos, así como hacer fogatas en bosques
o en plena ciudad.

Riega las plantas durante la noche o muy temprano, cuando el Sol tarda más
en evaporar el agua. Reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las
verduras para regar las plantas o el jardín.

Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de

ellos. Por ejemplo, usa las hojas de papel por ambos lados; transforma las latas
en lapiceros, joyeros o macetas. ¡Dale vuelo a tu imaginación! Desecha sólo lo
que ya no se pueda volver a usar.

En el recreo procura comer frutas y verduras y bebe agua pura para quitarte la
sed.

Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua; una para limpiar y
otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.

Aprovecha el agua jabonosa para lavar los escusados. Si la del enjuague está
libre de productos de limpieza, utilízala para regar las plantas o el jardín.