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REVISTA DE ESTUDIOS URBANOS Y TERRITORIALES

Septiembre 2023 | Vol.VI | Núm.29

GESTIÓN COMUNITARIA
ÍNDICE

3.
MARICARMEN TAPIA
Derecho a la ciudad y gestión comunitaria

5.
EDURNE BAGUÉ
Autoorganització col·lectiva. Elements d’un canvi de
paradigma

11.
MANUEL CASAL LODEIRO
CDRC: una propuesta en torno al trabajo, la
resiliencia y el repoblamiento rural
Volt4. Acción de la Xarxa per la Soberanía Energèticaante la
15. central hidroeléctrica de Torre de Capdella.
MARÍA CARLA RODRÍGUEZ Foto: XSE.
La concepción autogestionaria del hábitat

19.
ELIZABETH ANDRADE; ANA SUGRANYES
La autogestión para hacer ciudad, desde un
asentamiento popular 35.
MARÍA CRISTINA CRAVINO
24. Tejiendo redes académicas sobre lo urbano en
INGRID TAFERE Argentina
Autogobierno y barrios populares
38.
28. JORDI ESTIVILL
JÚLIA SILVEIRA; GABRIEL BARTH DA SILVA Recordando algunas iniciativas autogestionarias
As cozinhas solidárias. Autogestão na reprodução bajo el franquismo
social urbana
41
32. LEONARDO GARAVITO; GERMÁN ANDRÉS
GUIFRÉ BOMBILÀ Comprensiones sobre lo colectivo en territorios
La Xarxa per la Sobirania Energètica plurales en tensión

2 Crítica Urbana
DERECHO A LA CIUDAD Y
GESTIÓN COMUNITARIA
MARICARMEN TAPIA GÓMEZ
Directora de Crítica Urbana

L
a gestión comunitaria del territorio, por y colectivo. Estas experiencias abren alternativas al
para las comunidades y la conservación de modelo actual y nos muestran otras formas posi-
la Naturaleza, propone un modelo de uso bles de organizarnos para vivir.
del territorio físico y de relaciones sociales, El interés del modelo radica en su fin último, el
culturales y económicas en total contras- bienestar de las comunidades y de la naturaleza.
te con nuestro modelo actual de acumulación, Ese fin, no obstante, requiere de una serie de prin-
exclusividad y concentración de la riqueza. Este cipios valóricos tales como la solidaridad, la justi-
modelo de autogestión, nacido en las formas más cia, así como el ejercicio de los derechos huma-
básicas de la organización humana, propone una nos. También requiere de condiciones, entre ellas
potente alternativa respecto a los impactos nega- la autonomía. Una de las formas de atraparnos
tivos del modelo actual, y recobra interés frente a el capitalismo en su rueda de consumo- deuda-
la crisis ambiental. contaminación- abuso- autoabuso es la carencia
El capitalismo como modelo económico impe- de autonomía para valerse por sí mismo. Recuer-
rante ha ido reduciendo y eliminando todas las do una reveladora y chocante frase de mi profe-
empresas dirigidas a fines no lucrativos, reciente- sor Alfonso Raposo, cuando nos dijo, citando a
mente con el fin de las cajas de ahorro, converti- no recuerdo quién, que “los arquitectos habíamos
das en bancos y anteriormente con las cajas de quitado la arquitectura a las comunidades…” el
pensiones, así como poniendo fuertes obstáculos conocimiento, la técnica y los materiales ya no
para crear y mantener cooperativas. están en las propias comunidades que resuelven
El capitalismo como ideología y cultura, sin em- sus necesidades.
bargo, ha calado más hondo: ha permeado nues- La autonomía de las personas y las comunidades
tra forma de relacionarnos entre personas y con la para resolver y hacerse valer parece cada vez más
naturaleza. El intercambio mercantilizado o el va- lejana y con ello las posibilidades de tejer el tejido
lor de cambio parece ser la única relación posible social, sustento de la cohesión social y también
y de la cual no se puede escapar. La concentración de la felicidad como individuos de ser partícipes
del poder de informar y desinformar no facilita la de un grupo. El actual modelo nos arroja solitaria
adopción de modelos alternativos, pero existen y e individualmente a un sistema en que debemos
están en crecimiento. La autogestión se encuen- entregar nuestro esfuerzo y tiempo diario a parti-
tra desde la organización para la protección del cipar de una parte cada vez más ajena a nuestras
patrimonio, formas de vida o de los bienes comu- propias necesidades básicas de subsistencia y de
nes, hasta los sistemas de cooperativas de ahorro, realización, para recibir a cambio una retribución
mutuas, agrarias, de consumo, vivienda y energía. económica que nos permite pagar para satisfacer
Las experiencias de autogestión, tanto históricas ciertas necesidades, según el nivel de ingresos.
como actuales, nos permiten reconquistar el es- El Estado ha jugado un rol fundamental en facili-
pacio y la forma de relacionarnos. Nos permiten tar modelos de autoorganización, rol que debie-
romper la lógica transaccional para volver a pen- ra recuperar como estrategia social y económica.
sar la reproducción de la vida, en todas sus esfe- Durante los años 50, 60 y 70 la producción de la
ras, ciclos y escalas. Nos permiten atravesar el in- vivienda y de la ciudad estuvo fuertemente liga-
dividualismo y hallar sentido y pertenencia en lo da a iniciativas autogestionarias, tanto de carácter

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formal como informal, que facilitaron el desarro- La escala, la envergadura de los proyectos de au-
llo de las ciudades a clases de mínimos recursos togestión, son ciertamente otro de los aspectos
y muy espacialmente a las clases medias asala- más destacables. Por ejemplo, frente a los impac-
riadas. tos negativos de la superproducción o de la gran
escala de los proyectos energéticos, los modelos
Recuperar estudios cuantitativos de estas iniciati-
de pequeña y mediana escala tienen impactos y
vas podría dar claves de la crisis actual de la vi-
costos mucho más reducidos. ¿Son aplicables a
vienda, concentrada en una actividad inmobiliaria,
todo territorio sin importar tamaño o densidad?
o incluso financiera, totalmente ajena a resolver
Ciertamente no, pero si el principio fuese la sos-
una necesidad – y derecho fundamental-. El Esta- tenibilidad social y ambiental, tal vez debiéramos
do como garante de derechos debe recuperar esta repensar los máximos de nuestros asentamientos
herramienta social de producción, dados sus múl- o reorganizarnos espacialmente como manera
tiples beneficios. En un contexto de debilitamien- de asegurar un uso y goce equilibrado de nuestro
to de la democracia y del avance de ideologías planeta finito.
totalizantes y autoritarias, es necesario asegurar
modelos que profundizan y enraízan la democra- La autogestión, como se muestra en este número,
cia, dado el principio activo y transformador de la es un medio para ejercer principios y derechos co-
participación como medio de producción social lectivos como la soberanía alimentaria o energé-
del hábitat. tica, el derecho a la vivienda y el propio derecho a
la ciudad. Cuando Lefebvre plantea el derecho a la
Es interesante observar que la organización de las ciudad como el derecho a transformar el entorno
comunidades en sus territorios no resuelve todos en el que se vive, como una recuperación por la
los problemas, no queremos pecar de ingenui- ciudadanía de la producción del hábitat en todas
dad, porque, ciertamente, no todos los territorios sus etapas. Lo que implica extraer de la mercatili-
cuentan con iguales riquezas; por tanto, siempre zación tanto los bienes comunes – suelo, recursos
serán necesarios sistemas redistributivos, pero sí naturales – como su gestión. Asumir los espacios
vale la pena detenerse y repensar nuestros terri- que vivimos como lugares de uso y goce, de reali-
torios desde modelos de autogestión. zación y superación personal y social

Xarxa per la Sobirania Energètica.Volt4. Acción ante la central hidroeléctica de Torre de Capdella. Foto: XSE.

4 Crítica Urbana
AUTOORGANITZACIÓ
COL·LECTIVA
ELEMENTS D’UN CANVI DE PARADIGMA

EDURNE BAGUÉ

En els darrers anys podem observar com les iniciatives d’autogestió


augmenten i proliferen ampliant els àmbits i l’espectre social i
cultural sobre el qual incideixen. En paral·lel a aquest procés, es
produeix un debat complex en torn la noció de públic, el paper de
l’Estat i la democràcia.

E
n aquest article s’assenyalen alguns ele- ministracions públiques i la prestació de serveis.
ments claus per comprendre la relació Entrava a l’equació de la prestació la eficiència
entre ambdós processos i l’abast que pot entesa en termes quantitatius i de rendiment
arribar a tenir l’autoorganització col·lec- (ràtios de persones ateses i reducció de la des-
tiva, tot assenyalant-ne alguns riscos i pesa), o com se sol dir, en termes economicistes.
potencialitats. Els debats son intensos i profunds Així mitjançant el desenvolupament i articulació
i escapen l’abast de les següents línies, en aquest de diferents dispositius es va procedir a la remo-
sentit es dibuixen algunes pinzellades. delació de l’administració i el sentit mateix de les
institucions públiques, obrint la porta a la exter-
Sostenibilitat de la vida i Estat del Benestar nalització de serveis, popularment, privatització.
Cada vegada som menys les persones que re- Una privatització que acaba afavorint un aprofun-
cordem un Estat del Benestar que semblava que diment deshumanitzat del tracte i les prioritats en
anava a més. Un Estat que tenia com a projecte el la prestació dels serveis, la concentració d’aquests
benestar dels seus habitants, de manera integral, recursos en poques mans, és a dir, concentra-
això és, procurant els drets i els serveis des d’una ció de capitals a poques empreses (sovint grans
perspectiva universalista. És a dir, serveis públics i grups corporatius i llurs filials). Mica en mica, s’ha-
de qualitat, on democratitzar s’associava a univer- via generalitzat l’empobriment econòmic amb
salització de l’accés als drets i els serveis per ga- les afectacions que comporta sobre les relacions
rantir-ne la igualtat entre les persones. i la qualitat de vida, ja sigui emocional, social, o
Durant la dècada del anys noranta va començar econòmica i que reverteixen en la pèrdua de drets
a expandir-se la perspectiva neoliberal de les ad- bàsics per la vida digna.

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El punt d’inflexió que va suposar la crisi del 2009 alguns principis compartits com la interdepen-
a Catalunya i Estat Espanyol és important ja que dència entre les persones, subjectes i objectes,
arran la crítica sobre la privatització de serveis van el valor de la cura, sistemes institucionals basats
agafar volada nous àmbits de reflexió, com el pes en allò col·lectiu amb pràctiques de radicalitat
de la comunitat i els límits de l’individu. Així ex- democràtica, sistemes relacionals que parteixen
pressat sembla poca cosa, però no podem com- del respecte mutu, la no dominació, el bon tracte
prendre els debats actuals entorn allò públic, les i la reciprocitat. La comprensió de les comunitats
administracions i el paper de les comunitats sen- com quelcom dinàmic, plural i divers.
se situar aquest moment històric, tant social, com En aquest context les definicions fetes per autors
cultural, com polític, com econòmic. La crisi de la com Castoriadis1 sobre autodeterminació i insti-
Covid19 ha contribuït augmentant la presència del tució o Deleuze2 i el concepte rizoma comencen
paper de les xarxes d’ajuda mútua, en el dia a dia, a trobar un escenari que ens permet el seu des-
per sostenir i garantir les condicions mínimes per envolupament i concreció des de les pràctiques.
una vida digna de moltes persones. En ambdós Aquest és el cas també dels comuns i els nous
casos, la pauperització de les condicions de vida debats al seu torn. En els darrers anys s’ha parlat
del conjunt de les persones s’ha vist agreujada. molt de comuns urbans (Harvey), els comuns di-
D’aquesta manera ens situem en el present, on la gitals, o al voltant del coneixement lliure i el sor-
sostenibilitat de les vides ha estat possible gràcies giment del concepte Creative Commons (Helfrich
a l’autoorganització col·lectiva i les xarxes d’ajuda i Bollier3, Ostrom4), on s’emfatitza i enriqueix la
mútua. mirada complexa sobre els comuns. Obre la porta
a comprendre’ls no només com a recursos finits
Autoorganització col·lectiva i redefinició i tangibles, amb una qualitat material i objectiva,
d’allò públic ampliant la mirada sobre la cosa comuna com un
Amb el transcurs dels anys, el punt d’inflexió que espai de relacions. Al seu torn De Angelis, Federi-
es va produir en torn l’any 2010 (2009 la Crisi, ci, i Laval i Dardot permeten ampliar cap a les di-
2011 el 15M, eleccions municipals del 2015), es mensions epistemològiques i Méndez de Andes5
confirma la hipòtesi de la seva transcendència. obre cap a la relació amb allò públic.
L’autoorganització, l’autogestió i les xarxes d’ajuda
mútua han esdevingut les eines, que han contri- En paral·lel, des de la gestió comunal dels recur-
buït de forma significativa, en el sosteniment de la sos, s’avança vers una perspectiva àmplia i com-
vida digna del conjunt de les persones. Les pràcti- plexa des de la qual es comença a definir com
ques i coneixements acumulats en el passar dels bastes trames de relacions socials, imbricades
anys, a partir d’un gran conjunt de projectes en els en un complex camp de forces on es conjuguen
circuits alternatius estan agafant importància. Han aspectes econòmics i ecològics, jurídics, polítics,
mostrat tenir capacitat per resoldre situacions relacions de parentiu, creences i un ethos o eco-
complexes en els espais de la vida quotidiana, allà nomia moral particular que defineix drets i deures
on l’Estat no hi arriba (ni ha arribat mai). Espais que en les relacions de reciprocitat6.
han agafat visibilitat, però no són nous. Pràctiques Així doncs, ens trobem immerses davant de la
que tampoc son noves, però que agafen volada redifinició d’allò que s’entén per públic, que ja no
i comencen a popularitzar-se. Xarxes que surten és monopoli de l’Estat, sinó que inclou indefecti-
de la marginalitat per esdevenir claus de volta i blement les comunitats, les relacions i les xarxes
dispositius catalitzadors. Una cultura que posa al com a proposta d’estructura institucional. Això
centre la capacitat de l’autoorganització col·lectiva ens obliga a posar el focus en el paper de l’autoor-
com una eina cabdal en la garantia de drets i ne- ganització col·lectiva en aquest nou escenari, no
cessitats bàsiques. només com un oposat o alternativa a allò públic,
Les noves coordenades per pensar propostes sinó com a part mateixa d’allò públic.
busquen aprofundir en la cura, en la qualitat i en Alguns aspectes que cal destacar
el treball col·lectiu com a eixos rectors per a la Arribats a aquest punt, convé puntualitzar alguns
sostenibilitat de la vida. Així doncs, les epistemo- aspectes, com ara potencialitats, riscos i aspectes
logies procedents dels feminismes, tant del nord a tenir en compte.
(Haraway, Butler, Pérez Orozco, L. Gil Herrero en-
tre d’altres), com del sud global (Shiva, Puleo) ja no Comencem per les potencialitats; una societat
són elements secundaris, sinó axiomàtics. La rela- autoorganitzada compta amb elements que la
ció amb el medi ja no és quelcom de més a més, doten de dinamisme per l’adaptació de les mesu-
sinó part de l’epicentre a partir del qual treballar. res, accions o respostes a partir de les necessitats
Ambdues línies contenen de manera inherent imperants en cada moment. Això es tradueix en

6 Crítica Urbana
índex d’encert en les mesures, però també en ca- toorganització, és molt elevat. Per exemple, en
pacitat de resiliència, ja que compta amb les eines les societats urbanes del nord global.
i mecanismes per actuar i prendre la iniciativa per- En aquests contextos podem observar que la pro-
tinent en cada moment. liferació de programes pot estar contribuint en
Alhora, aquestes propostes es fan fortes en la seva desdibuixar el component transformador de fons,
capacitat d’incidir en els espais de la quotidianitat i caient en formes i aparença amb poca incidència
àmbits veïnals, comunitaris i col·lectius. La micro- de transformació estructural. Per tant, les apostes
política de la cura diària en tots els seus vessants. institucionals son altament representatives del
Les propostes basades en l’autogestió i autoorga- paper clau que l’autogestió té reservat en la nova
nització col·lectives afavoreixen l’aprenentatge de concepció d’allò públic. Però pel camí, pot acabar
les limitacions que comporta una autopercepció diluint-se tant el sentit mateix de la proposta, que
com individu aïllat i autosuficient, per posar en va- en quedi un embolcall, però no allò que la defineix
lor la pròpia fragilitat i el pes de la pertinença a les en tota la seva potencialitat.
xarxes. Per tal que això funcioni, és imprescindible Per aquest motiu val la pena posar sobre la taula
tenir en compte la importància dels equilibris, la alguns aspectes a tenir en compte. En primer lloc,
cura i les responsabilitats. que les noves iniciatives híbrides sorgides (pú-
Ara bé, aquests sistemes si es queden en l’esfera blic-comunitàries o de comunalització) es propo-
de l’alteritat, es debiliten a ells mateixos perquè sin que el manteniment del control sobre el bé i
limiten la seva capacitat d’incidència i abast. En recurs concret romangui en mans de les pròpies
aquest sentit, les noves propostes d’estructures comunitats. Que sobretot no es tracti de proces-
híbrides busquen confluència de potencials (Estat sos tutelats des de l’administració. Per tant, és
i autoorganització col·lectiva). important comptar, i no renunciar a tenir, una ca-
Tota expansió normalitzadora comporta els seus pacitat forta d’estructura i d’autoorganització i un
riscos, sobretot quan hi intervé l’Estat i en siste- programa amb objectius propis per tal de poder
mes socials profundament fonamentats en l’Es- establir una relació des de l’autonomia que per-
tat, l’individu i la demanda. Sistemes que han meti corregir les diferències en les quotes de po-
estat desproveïts estructuralment de les seves der entre els diferents actors. Per tant, no poden
estructures col·lectives. Dit d’altra manera, allà on ser processos tutelats, sinó que han de ser autò-
no hi ha ni un imaginari potent i viu de pràctiques i noms i emancipatoris fonamentats en una visió
sistemes organitzacionals transversals, col·lectius col·lectiva i relacions basades en el respecte. Així
i comunitaris, el risc de la perversió i la tergiversió és com ens trobem en un escenari on s’han am-
en la comprensió i l’aterratge de l’autogestió i l’au- pliat i assumit major complexitat conceptes com

Estructura organitzativa de l’Observatori de l’Aigua de Terrassa (OAT).

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gestió comunitària, públic-comunitari, participa- autoorganitzat amb objectius propis i projecte
ció ciutadana o presa de decisions. propi que busca treballar de forma conjunta amb
l’administració i l’operador públic que gestiona el
Govern de l’aigua i impuls de l’economia servei. Ha aconseguit ampliar la complexitat so-
Per plasmar dos petits exemples, malgrat en el bre l’aigua aconseguint fites importants de com-
context català hi ha una basta riquesa de casos i prensió sociocultural de l’aigua que sobrepassen
pràctiques, es presenten dos casos que permeten la gestió de l’aigua com a recurs.
veure la diversitat. D’una banda, una iniciativa pro-
moguda per la pròpia ciutadania i que normativa- En els primers anys no es podia concebre que
ment l’autogestió es mou en el marc de la partici- la ciutadania també comptés amb coneixement
pació ciutadana. I per l’altra, un exemple impulsat vàlid per innovar i millorar la prestació del servei.
per la pròpia administració que busca promoure Actualment es compta amb diferents resultats
l’autogestió i que es mou en el marc normatiu de que constaten que, gràcies a un dispositiu com
l’economia social. Ambdós casos mereixen molt l’OAT, el servei ha guanyat en qualitat perquè
més espai i aprofundiment donada la complexitat permet arribar on l’administració per si mateixa
i el nivell de contradiccions inherents, però aquí no pot.
exposem alguns elements centrals. Un aspecte clau que cal destacar és que entre les
Observatori de l’Aigua de Terrassa (OAT) funcions de l’OAT hi ha la definició de la política
L’Observatori de l’Aigua de Terrassa (OAT)7 és un pública de l’aigua, amb els objectius, les línies es-
òrgan vinculat a l’espai de presa de decisions del tratègiques i els plans de treball. Per tant, sobre-
servei municipal d’aigua. Aquest òrgan és fruit passa les funcions generals de recomanar i vetllar,
d’un procés impulsat i creat per la ciutadania or- per passar a ser actor partícip de la creació de la
ganitzada –Taula de l’Aigua– que entenia el procés política pública relacionada amb l’aigua.
de remunicipalització del servei com una oportu- La gran debilitat de l’OAT és la manca d’una xar-
nitat per promoure la transformació social i ins- xa d’estructures veïnals i comunitàries que puguin
titucional des de la premissa de l’aigua com a bé dotar de major solidesa social. Aquest punt depèn
comú. Per tant, associada a la sostenibilitat social d’una banda, de la labor que des de l’OAT puguin
i ecològica, però sobretot, basada en un model de desenvolupar entre actors socials de la ciutat.
presa de decisions col·lectiu. Però amb tot i això, tindria un topall que escapa
El cas de l’OAT és dels més rellevants per obser- a l’OAT, ja que té a veure amb un salt d’escala a
var pràctiques de redefinició d’allò públic des del nivell de profunditat transformadora: la possibili-
comú (Bagué8, Bagué a Mendez de Andes et al- tat de generar eines que en facilitin la participació
tri9). El seu punt fort rau en què es crea un espai comunitària més enllà del voluntariat.

Captura de pantalla de la web de Comunalitats. Font: https://comunalitats.cat/

8 Crítica Urbana
Comunalitat del Güell (Girona)
Es tracta d’una iniciativa sor-
gida en el marc del programa
impulsat per la Generalitat de
Catalunya, arran de la Covid19 i
el paper que van tenir les xarxes
d’ajuda mútua. El programa es
promou des de la Direcció Ge-
neral d’Economia Social i Tercer
Sector i es composa d’un total
de 22 comunalitats10 urbanes en
el conjunt del territori català.
La particularitat central d’aquest
programa rau en què la clau per
la millora de l’economia local és
la comunitat. Per això es basa
en els béns comuns i el foment
de projectes d’ajuda mútua com
pilars per l’impuls econòmic.
Això és així perquè s’entén eco-
nomia com el conjunt d’accions
i relacions que duem a terme
per obtenir tot allò que necessi-
tem per viure (sigui amb diners
o sense). Això vol dir, que es
promouen iniciatives que han
de poder mantenir-se per elles
mateixes, i per tant, comptar
amb prou persones així com re-
cursos materials necessaris per
a la seva durabilitat i implemen-
tació.
Per aquest motiu els projectes
donen resposta a una necessi-
tat, son col·lectius (implicació
de més de tres actors diferents)
i busquen la durabilitat i la sos-
tenibilitat. Per això les activi-
tats que es fan son formacions
orientades a la inserció laboral A dalt, Xarxa de comunalitats.
A baix, assemblea juliol 2023. Recull activitats (diagnosi joves, passejada,
o bé la promoció de projectes muntatge cartells). Fotos: Edurne Bagué.
cooperatius i la creació de xar-
xes d’ajuda mútua.
A partir d’aquí, concretament a
la Comunalitat del Güell, un dels trets que la defi- col·lectives amb la creació d’estructures populars
neix és la manera de treballar, sempre col·lectiva i d’autogovern, compartint la informació i col·lecti-
transversal. Es treballa de costat amb els agents de vitzant les decisions. Una eina per a subsistir i fer
canvi per donar la seguretat necessària per arren- front a les dificultats i les crisis, tenint en compte
car i impulsar des de l’autonomia i el foment de el col·lectiu i no l’individu, sent coneixedores de
projectes propis enxarxats els uns amb els altres. les necessitats del nostre entorn.
Després es deixa volar els projectes perquè pu-
guin caminar sols. Per això la metodologia es basa Conclusions/Tancament
en l’impuls de l’ajuda mútua i l’acompanyament. Hi ha implícits dos aprenentatges en el procés ex-
Un suport mutu entès com el treball en equip i posat. D’una banda, la desarticulació comunitària
enxarxament de la ciutadania per donar respostes que ens va fer ser compresos i viscuts com indi-

Número 29. Septiembre 2023 9


vidualitats autosuficients, i alhora profundament Notas
dependents dels serveis públics. Per l’altra, la im-
1. Castoriadis, Cornelius. Un mundo fragmentado, Buenos
portància de les pràctiques d’autogovern col·lectiu
Aires, Altamira, 1997, Poder, política, autonomía. https://
i el paper de les persones en la presa de decisions ilusionismosocial.org/pluginfile.php/1000/mod_resource/
i en la creació de les polítiques públiques. Transitar content/2/castoriadis.PDF
de la delegació a la proactivitat col·lectiva. 2. Deleuze, Gilles; Guattari, Felix (1977) Rizoma: Introducción.
No només l’Estat del Benestar no tornarà, sinó Valencia: Pre-Textos.
que, independentment d’això, les comunitats no 3. Bollier, David; Helfrich, Silke.(2012) The Wealth of the
poden quedar relegades de l’exercici de la presa Commons: A World Beyond Market & State , Levellers Press. 71
de decisions. Observem doncs, que s’ha produït South Pleasant Street, Amherst,
una transició del terme democràcia, que ara es 4. Ostrom, Elinor (2000) El gobierno de los bienes comunes.
comprèn en el marc de la presa de decisions, l’au- La evolución de las instituciones de acción colectiva. FCE.
togestió i la gestió comunitària que s’observa en 5.https://commonspolis.org/wp-content/
processos i dispositius com la participació de la uploads/2021/06/Codigos-comunes-urbanos_2021.pdf
ciutadania, els processos de cocreació, la implica- 6. Montesinos Llinares L. (2015). La antropología y el
ció en la coproducció de les polítiques públiques, derecho ante los fenómenos posesorios: entre la comunidad
el paper dels actors locals i comunitaris en la ges- y la propiedad. Revista de Antropología Social, 24, 53-81.
tió dels espais i equipaments o la implementació https://doi.org/10.5209/rev_RASO.2015.v24.50643
d’observatoris ciutadans de l’aigua, entre d’altres, https://revistas.ucm.es/index.php/RASO/article/
obrint noves concepcions d’allò públic. view/50643
Es confirma d’aquesta manera el procés de rede- 7. https://www.oat.cat/
finició d’allò públic, que cada vegada més parteix i 8. Bagué, Edurne. «La remunicipalització de l’aigua en el
avança des de les pràctiques i valors de l’autoges- marc de la redefinició de la democràcia. El cas de Terrassa».
Clivatge. Revista d’estudis i testimonis sobre els conflictes i els
tió i autoorganització col·lectiva, com ho son els
canvis socials, 2020, Núm. 8, p. 134-190.
propis mecanismes de presa de decisions i creació
dels objectius i línies de treball. 9. Ana Méndez de Andés, David Hamou y Marco Aparicio
(eds.) Códigos comunes urbanos Herramientas para el
devenir-común de las ciudades. https://commonspolis.
org/wp-content/uploads/2021/06/Codigos-comunes-
urbanos_2021.pdf
10. https://comunalitats.cat/

NOTA SOBRE L’AUTORA


Edurne Bagué, Doctora en Antropologia Social pel CIESAS Ciudad de México, Membre de la Càtedra UNESCO de Desenvolupament Humà
Sostenible, Universitat de Girona, i Coordinadora i impulsora de la Comunalitat del Güell.

10 Crítica Urbana
CDRC: UNA PROPUESTA
EN TORNO AL TRABAJO,
LA RESILIENCIA Y EL
REPOBLAMIENTO RURAL
MANUEL CASAL LODEIRO

El reparto del trabajo, el repoblamiento rural y la recuperación


urgente de resiliencia ante un horizonte de colapso ecosocial
son objetivos que pueden ser abordados de manera simultánea
y sinérgica. El modelo propuesto, las Cooperativas de Desarrollo
y Resiliencia Comunitarias (CDRC), se apoya en tres ejes
fundamentales para articular su estrategia: la democracia directa,
el cooperativismo y la agroecología.

E
l objetivo del plan propuesto1 es múltiple y blación para la producción de alimentos; mejorar
de carácter profundamente trasformador la salud mediante una dieta ecológica; avanzar en
y ecosocial mediante un sistema de ac- la trasformación del sistema de producción de
ción integral cuyos elementos se refuer- alimentos hacia la agricultura ecológica con poli-
cen y sostengan mutuamente: repartir el cultivos de proximidad; avanzar hacia una demo-
trabajo y avanzar hacia el pleno empleo (trabajo cracia auténtica; fomentar el trabajo cooperativo
garantizado); reducir la dependencia del empleo como vía no capitalista para la satisfacción de las
asalariado; reconstruir resiliencia comunitaria (lo- necesidades básicas; proteger la biodiversidad; y
cal) así como los propios lazos comunitarios; crear mitigar el caos climático.
puentes ciudad-campo que mejoren la resiliencia
del metabolismo urbano; fomentar el traslado de Funcionamiento
mano de obra al campo para aumentar la produc- Fomentado por el Estado con la participación vo-
ción local de alimentos y la seguridad alimentaria; luntaria de ayuntamientos, se pondría en marcha
mejorar los conocimientos y habilidades de la po- un programa de CDRC locales que ofrecería la

Número 29. Septiembre 2023 11


Ilustración de Antía Barba Mariño.

participación en las mismas a personas desem- Las CDRC tendrían el objetivo principal de ase-
pleadas (prioritariamente) o dispuestas a reducir gurar el suministro de alimentos saludables a sus
su jornada laboral dentro de esquemas de reparto miembros, y serían gobernadas democrática-
del trabajo, pero con reducción de sueldo (propor- mente por sus miembros, con la mínima inter-
cional o parcial2). Al mismo tiempo movilizaría tie- vención estatal, que se limitaría a un cierto control
rras públicas en cada zona y compraría, alquilaría y supervisión para verificar que están destinando
o expropiaría otras con el fin de entregárselas para los recursos a los fines previstos y que funcionan
su autogestión a las CDRC con la condición de realmente como entidades de democracia eco-
que fuesen destinadas a producción agroecoló- nómica. Podrían vender sus excedentes a aquellas
gica, plantaciones forestales polifuncionales, pro- personas de la localidad que no fuesen miembros,
yectos de rewilding compatibles y sinérgicos con mediante economatos, tiendas o mercados loca-
las zonas dedicadas a aprovechamiento huma- les. Los ingresos monetarios no podrían ser repar-
no sostenible, y otros fines compatibles siempre tidos y deberían ser reinvertidos en la ampliación
orientados a satisfacer las necesidades básicas lo- y mejora para sus fines colectivos, al estilo de las
cales. Además, compraría, alquilaría o expropiaría comunidades de montes. Englobarían entre sus
viviendas en dichas áreas de trabajo, para asentar fines otras actividades directamente relacionadas
allí la población que trabajase a tiempo comple- con las necesidades básicas de la comunidad: vi-
to en ellas, ofreciendo dicho aliciente de vivienda vienda, educación, energía, sanidad, ocio, etc.
gratuita con respecto a quienes sólo trabajasen en Este tipo de cooperativas creadas por el Estado
ellas a tiempo parcial. Aquí, se podría estimular puede inspirarse en experiencias cooperativistas
el modelo de cooperativa de vivienda, aún esca- en la Cuba del Periodo Especial y otras experien-
samente explorado en áreas rurales. Las propias cias autogestionarias en otros momentos y países
CDRC podrían ocuparse también de rehabilitar como Yugoslavia o la Barcelona de la Revolución
o construir (mediante bioconstrucción) dichas vi- Española, aunque en este último caso conviene
viendas. recordar las grandes tensiones con las que convi-

12 Crítica Urbana
vieron el gobierno estatal y las cooperativas auto- excedentes producidos por las CDRC próxi-
gestionadas. mas; etc.
Beneficios • Para las empresas que faciliten a sus emplea-
El incentivo para participar en este esquema sería dos la participación en CDRC: beneficios fisca-
múltiple y diverso, según los actores implicados. les, principalmente.
• Para las personas participantes que ya tenían • Para empresas ubicadas en las zonas de des-
un empleo: aprendizaje de habilidades, empo- tino: reactivación económica, mayor disponi-
bilidad de mano de obra, aumento de ventas y
deramiento (laboral y alimenticio), una mayor
contrataciones, etc.
satisfacción laboral, reducción importante de
gastos (principalmente en alimentación), etc. • Para las áreas rurales de actuación: repobla-
miento y recuperación de servicios públicos
• Para las personas participantes desemplea-
asociados al nivel de población (centros edu-
das: las mismas, más la reducción de gasto en
cativos, médicos, transporte, etc.); revitaliza-
vivienda (vivienda gratuita).
ción social; rejuvenecimiento de la población;
• Para las familias: mejora en la salud, por me- intercambio cultural y generacional de saberes;
dio de una mejor dieta y una menor exposi- mejora de la actividad económica y social en
ción a agrotóxicos, mayor seguridad gracias a general; aumento del empleo local en sectores
una incrementada resiliencia comunitaria y re- relacionados con la vivienda: rehabilitación, re-
construcción de lazos sociales. forma, construcción, idealmente en forma de
• Para el vecindario urbano: por cada persona cooperativas; estímulo para el surgimiento de
empleada a tiempo completo que lo reduzca cooperativas de vivienda; reducción de gastos
al 50%, otra persona podrá encontrar empleo y de riesgos por terrenos no cultivados (incen-
al 50% (y de paso, podrá unirse también a una dios, desbroce, etc.); etc.
CDRC); aumento de la socialización; mayor • Para el Estado: autofinanciación de un siste-
disponibilidad de alimentos agroecológicos ma de reparto del empleo sin tener que cubrir

Ilustración de Antía Barba Mariño.

Número 29. Septiembre 2023 13


parte de los salarios; reducción de gastos sa- los negocios de hostelería, cocinas públicas y pri-
nitarios por mejora de la dieta y reducción de vadas de la localidad, que sería recogido y filtrado
contaminantes; aumento general de la resilien- por las propias CDRC. La necesidad de trasporte
cia del país, aumento de la seguridad alimenta- entre las áreas urbanas de residencia y las zonas
ria y reducción de las posibilidades de estallido de trabajo de las CDRC es uno de los puntos del
social en un contexto de colapso capitalista. plan que necesita diseñarse con más cuidado. Se
podría priorizar, en todo caso, a las personas que
• Para la Biosfera: reducción de emisiones por deseasen trasladar su lugar de residencia de ma-
reducción de la huella ecológica de alimentos nera permanente a las áreas rurales o perirubanas
industriales trasportados a grandes distancias; de trabajo (acercar la vivienda al nuevo lugar de
reducción del uso de plaguicidas, agrotóxicos y trabajo), además de utilizar trasportes lo más sos-
transgénicos; protección de la biodiversidad; etc. tenibles posible y otras medidas paliativas. Si las
Recursos necesarios CDRC disponen de algunas áreas urbanas o pe-
Para poner en marcha este plan se necesitarían riurbanas, estas deberían ser el destino prioritario
para las personas que participasen en ellas a jor-
tierras públicas cultivables (y renaturalizables) en
nada parcial, mientras que las áreas más alejadas
las ciudades y alrededores, locales para alma-
de la ciudad serían el destino idóneo para las ini-
cenamiento y distribución, así como vehículos y
cialmente desempleadas.
combustible para realizar un trasporte sostenible
de las personas participantes entre la ciudad y las
Notas
áreas de cultivo (donde ya hubiese trasporte pú-
blico, se requerirían fondos para financiar su gra- 1. Desde el Instituto Resiliencia queremos agradecer las
tuidad). También se necesitarían fondos para la aportaciones constructivas realizadas a este documento,
durante la fase de elaboración, en forma de ideas,
adquisición de herramientas, semillas y otros úti-
sugerencias y comentarios a Vicent Cucarella, Carmen Duce
les y consumibles necesarios, y por supuesto para
y Xabier Pombo.
la contratación de personas asesoras y formado-
ras que colaborasen con las CDRC en el arranque 2. Este sería un detalle importante que definir con cuidado
y en su gestión y supervisión. También sería nece- en la concreción del plan. La disponibilidad de alimentos y
otros bienes básicos gracias a las CDRC podría compensar la
saria la colaboración de los medios de comunica-
pérdida de parte del salario. Si no fuese así, el Estado podría
ción públicos para explicar y difundir el plan.
compensar adicionalmente mediante otros beneficios
En cuanto al delicado tema del combustible, se monetarios o no. Reducir la jornada sin reducir el salario es
podría estudiar la posibilidad de alimentar furgo- poco compatible con los objetivos del Decrecimiento, en
netas diésel con aceite reciclado procedente de opinión de algunos autores.

NOTA SOBRE EL AUTOR


Manuel Casal Lodeiro. Padre, divulgador y aprendiz de labrador. Ha publicado numerosos artículos sobre Decrecimiento, resiliencia y colapso.
Coordinó la Guía para el descenso energético, y es autor de La izquierda ante el colapso de la civilización industrial y Nosotros, los detritívoros.
Cofundador de Véspera de Nada por unha Galiza sen Petróleo, coordina el Instituto Resiliencia y la revista 15/15\15 para una nueva civilización.

14 Crítica Urbana
CIUDADES Y TERRITORIOS
PARA LA VIDA
LA CONCEPCIÓN AUTOGESTIONARIA DEL HÁBITAT

MARÍA CARLA RODRÍGUEZ

La etapa actual del capitalismo financiarizado ha potenciado los


procesos de urbanización generalizada, provocando el fenómeno
de explosión/implosión de las ciudades anticipado por Henry
Lefebvre en 1970. En América Latina, esto ha profundizado el
desarrollo territorial desigual: se exacerba la microsegración a la
par de la expansión desmesurada de las superficies urbanizadas
que alimentan el maldesarrollo y la crisis ambiental.

C
omo ha demostrado Samuel Jaramillo, su lógica también penetró en los procesos urba-
la especulación inductiva, sostenida nos populares, donde el emprendedorismo indi-
por Estados nacionales y locales diri- vidualizante campea como ilusión de escapar de
gidos por gobiernos tanto neoliberales la pobreza, junto con la expansión de la econo-
como progresistas durante las últimas mía ilegal (tráfico de drogas, armas y personas)
décadas, ha provocado la producción masiva de que retroalimenta el circuito.
vivienda social en localizaciones hiperperíféricas, La urbanización popular, al ser un producto del tra-
operaciones de renovación urbana de alta gama bajo humano y contener un tiempo determinado,
con su secuela de gentrificación, urbanizaciones tiene valor y es posible asignarle un precio en el
privadas amuralladas (en barrios cerrados o torres mercado, que se realiza cuando su productor deja
de localización estratégica) y extensos parques de consumirla y la introduce en el cambio1. Las
habitacionales que permanecen desocupados. modificaciones que están ocurriendo en buena
Al mismo tiempo, la inquilinización creciente se parte de las áreas urbanas informales de América
instaló como un mecanismo privilegiado de ex- Latina, están relacionadas con este desarrollo de
tracción de rentas por el capital financiarizado y la mercantilización de las viviendas allí existentes.

Número 29. Septiembre 2023 15


Hacinamiento, barrios enteros sin agua, alquile- social, que trazan sentidos divergentes, pro-
res formales e informales que se vuelven impa- ductores de nuevos comunes urbanos contra-
gables, endeudamiento familiar que crece como puestos a la privatización generalizada. De este
contracara del endeudamiento externo a escala modo, la producción social autogestionaria del
macro, constituyen lo que la urbanista Raquel hábitat, como la conceptualiza Néstor Jeifetz3,
Rolnik2 denomina la “colonización financiera del propone la gestación de un urbanismo centra-
suelo y la vivienda”, mediante la expansión de los do en la Vida que, en las ciudades de América
mercados informales del hábitat altamente ex- Latina, se viene desarrollando a través de un
poliativos –es decir, que fijan precios afianzados proceso particular de movilidad de ideas, sabe-
en su carácter de rentas de monopolio para am- res y prácticas de transformación sociopolítica,
plias capas populares– en gran medida mujeres caracterizado por el ensayo de formas de orga-
jefas y migrantes que no tienen otras opciones y nización asociativas basadas en relaciones so-
que las políticas de hábitat neoliberales alientan ciales sin explotación, dirigidas a la producción
y retroalimentan, a través de mecanismos como de bienes de uso, bajo formas de propiedad
subsidios para la emergencia tipo vouchers. colectiva o comunitaria, donde los aportes de
Este panorama general, también ha redundado trabajo manual e intelectual, en principio, no se
encuentran escindidos como premisa organiza-
en el feroz incremento de la alienación residen-
tiva y la participación sustantiva constituye un
cial, es decir, la pérdida creciente de control sobre
eje rector de la praxis.
las condiciones cotidianas del habitar por amplias
mayorías de la población. En estas experiencias, el control y la direcciona-
lidad del proceso de producción del hábitat y sus
Recuperaciones históricas que pueden ser componentes se ponen en manos directas de los
buenas nuevas habitantes/productores asociados, con el objeti-
Como respuesta frente a estas tendencias se vo de satisfacer específicas necesidades sociales,
sobreimprimen, surgidas de la disputa y resis- que no son ilimitadas, como plantea el ideario
tencia políticamente orientada y enraizadas en neoliberal, sino bien precisas, como lo ha seña-
esa heterogeneidad de formas de producción y lado Manfred Max Neef basado en su amplia in-
consumo populares del hábitat no mercantiles vestigación histórico comparativa: subsistencia,
en América Latina, procesos explícita –y políti- protección, afecto, entendimiento, participación,
camente- orientados a la desmercantilización ocio, creación, identidad y libertad.

Cooperativa La Fábrica. Ciudad de Buenos Aires. MOI. Movimiento de Ocupantes e Inquilinos. Argentina.
Foto: Néstor Jeifetz.

16 Crítica Urbana
Comuna Amatina. Antímano. Caracas. Movimiento de Pobladoras y Pobladores. Venezuela.
Foto: María Carla Rodríguez.

Autogestión, propiedad colectiva, ayuda mutua Derroteros autogestionarios y comunales en


y perspectiva de integralidad, que abordan ese América Latina
conjunto de necesidades básicas a través de la Un caso paradigmático en la producción auto-
gestación del hábitat y el proceso de habitar, inte- gestionaria de comunes urbanos es el plasmado
ractúan contradictoriamente con la instituciona- en la legislación uruguaya sobre vivienda y coo-
lidad vigente, mercantil y estatal4, e impulsan en perativas. El resultado ha sido un sistema coo-
el territorio la reapropiación/producción de co- perativo de vivienda de usuarios, en el cual la
munes urbanos: conjuntos de hábitat -viviendas cooperativa es propietaria de las viviendas y el
y equipamientos colectivos, a veces de uso pú- socio es adjudicatario de las mismas (con el “uso
blico-, administrados y habitados en comunidad, y goce”). La Ley Nacional de Vivienda de 1968 del
recreando y conjugando tradiciones europeas y Uruguay -surgida en un contexto sociopolítico de
prácticas originarias y de afrodescendientes en los gran movilización social, sindical y política- dotó
contextos latinoamericanos. de un cauce institucional a la producción habi-
La producción autogestionaria del hábitat se di- tacional autogestionaria de mayor envergadura y
ferencia de experiencias del emprendedorismo continuidad a escala continental, apoyada en la
y sus variantes -que se mezclan en la bolsa de la emergencia y desarrollo de un movimiento so-
economía social o popular- porque privilegian la cial: la FUCVAM (Federación Uruguaya de Coo-
gestación de una subjetividad centrada en el “ser perativas de Vivienda por Ayuda Mutua).
en comunidad” y el escalamiento de las capa- Este ejemplo ha inspirado el despliegue de una
cidades de planificación y producción colectivas vía urbana autogestionaria de producción del
de bienes de uso para la vida, versus la ilusión hábitat que se impulsa hace décadas en distin-
de la inclusión social producto de un esfuerzo tas ciudades de América Latina. En ese derrote-
individual y meritocrático, desenraizado del ser ro, puede mencionarse la red de organizaciones
social e ignorante de la dinámica de producción integradas en la SELVIHP con los ejemplos de:
social de la desigualdad y la exclusión provoca- a) su aporte al proceso de gestación de la Ley
dos por los procesos concentradores del capital. 341/00 de Autogestión en la Ciudad de Buenos

Número 29. Septiembre 2023 17


Aires, primera ley de autogestión de Argentina, VAN. Finamente, México –a partir, sobre todo,
con cientos de viviendas en conjuntos habitacio- del terremoto que afectó el DF en 1985- tiene su
nales localizados en áreas urbanas centrales y el propia y nutrida trayectoria en esta perspectiva,
impulso de experiencias piloto, leyes y políticas dentro del universo de modalidades de produc-
nacionales de Producción Social Autogestionaria ción social del hábitat que Enrique Ortiz y la HIC
de Hábitat Popular impulsadas desde el MOI y vienen visibilizando con coherencia y firmeza a
otras organizaciones del Colectivo Habitat Popu- lo largo de los últimos 50 años.
lar; b) en Brasil, la gestación de programas locales
Invitación
y estaduales (San Pablo, 1993-95) y su escala-
La experiencia transitada evidencia que son los
miento nacional mediante programas auspicia-
procesos políticos que construyan -o no- los
dos por el Partido de los Trabajadores (Mi Casa Mi
pueblos, los que gestan las condiciones para un
Vida-Entidades) y un proyecto de ley nacional,
posible ensanchamiento de cauces societales
con el fuerte protagonismo de la Unión Nacional
que subviertan los derroteros del maldesarrollo
de Movimientos de Moradía; c) la instalación de imperante. Las capacidades humanas, el desa-
la autogestión del hábitat urbano vinculada con rrollo sociotécnico, los medios de producción y
el desarrollo de la perspectiva comunal en Ve- bienes naturales para pensar otro rumbo, exis-
nezuela (Programa de Autogestión en el marco ten. Las señales de la Madre Naturaleza, también.
de la Gran Misión Vivienda y relacionado con la
perspectiva del Poder Comunal) impulsada por el
Movimiento Pobladoras y Pobladores; d) la con- Notas
tribución a la recuperación histórica del coopera-
1. Pradilla Cobos, Emilio (1987). Capital, Estado y vivienda en
tivismo en el corazón del neoliberalismo en Chile
América Latina. México DF: Fontamara.
(Red Hábitat Chile, en Santiago y Valparaíso, con
la experiencia piloto Ñuke Mapu) y los sostenidos 2. .Rolnik, Raquel (2017). La guerra de los lugares. La
intercambios con otros movimientos territoriales colonización de la tierra y la vivienda en la era de las finanzas.
como MPL y UKAMAU; en Panamá, la organiza- Santiago de Chile: LOM Editores.
ción del Movimiento Comunal Nacional Federico 3. Jeifetz, Néstor (2018) El horizonte autogestionario desde
Britton -MOCONA- con experiencias piloto au- una apropiación práctica y cotidiana del marxismo. Periferias.
togestionarias en varias comunas. Asimismo, en Revista de Ciencias Sociales, núm. 26, segundo semestre de
diversos países de Centroamérica existen expe- 2018. Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas.
riencias y propuestas que la propia FUCVAM ha 4. Rodríguez, MC, & Ciolli, V. (2011). Tensiones entre el
irradiado entre las cuales se articuló la red CO- emprendedorismo y la autogestión: el papel de las políticas
CEAVIS, donde destacan, en El Salvador, las ex- públicas en este recorrido. Revista ORG&DEMO, vol. 12 (1),
periencias cooperativas impulsadas por FESCO- 27-4.

NOTA SOBRE LA AUTORA


María Carla Rodríguez. Socióloga. Profesora de Teoría Urbana, carrera de Sociología e Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas y Área de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de
Buenos Aires. Integrante de la Dirección Nacional del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos. Argentina.

18 Crítica Urbana
LA AUTOGESTIÓN PARA
HACER CIUDAD, DESDE UN
ASENTAMIENTO POPULAR
ELIZABETH ANDRADE HUARINGA
y la pluma de ANA SUGRANYES

Arquitectura autogestionaria. Foto: Ana Sugranyes, 2022.

Somos familias de distintas nacionalidades, más de dos mil en una


toma de terreno, el Macrocampamento Los Arenales, en la ciudad de
Antofagasta, Chile.
Número 29. Septiembre 2023 19
D
esde un inicio, fuimos descubriendo iniciativa propia, logramos construir el alcantari-
cómo convivir en un territorio hostil. llado y conectarlo a la red de Aguas de Antofa-
La necesidad nos llevó a la autoges- gasta; lo mismo con el agua potable en todas las
tión: de la sobrevivencia individual a casas; de forma directa, negociamos con la em-
la solución solidaria; del sálvese quien presa de electricidad y disponemos de medidores
pueda a la organización comunitaria; del acceso a en todas las casas y con iluminación en pasajes
la vivienda a la construcción compleja de la ciu- y calles. La disciplina de la ayuda mutua, con sus
dad. mingas ya rituales, nos permite acciones de toda
índole; hasta para la constitución de una red de
El campamento padrinos para resolver las exigencias de vida de
Las 11 hectáreas de terrenos fiscales, sobre las cua- un adolescente, el hijo de una dirigente que acaba
les se levanta el asentamiento están en el centro de fallecer.
del Sector Bonilla, un barrio popular de 50 000
habitantes al norte de Antofagasta, esta ciudad La mitigación de riesgos en Los Arenales se tradu-
de casi 400 mil habitantes, una larga franja entre ce en la necesidad de controlar el deslizamiento
el Océano Pacífico y el Desierto de Atacama. Es de la arena debajo de las construcciones livianas.
una ciudad marcada por la economía extractivista De la tradición de vida en el desierto, aprendimos
(el cobre y el litio) y un gran flujo migratorio; 10% los métodos de siembra de plantas grasas que es-
de la población de la ciudad ha tenido que optar tabilizan el suelo. De la conciencia de nuestra rela-
por vivir en terrenos fiscales ocupados en el Pie ción con el medio ambiente, nos lanzamos en las
de Cerro, en diferentes campamentos con un pro- experiencias indispensables de transformar verte-
medio de 75% de familias migrantes; entre ellos, deros en jardines, parques y huertos comunitarios.
Los Arenales. La ayuda mutua y la minga, instrumentos auto-
El inicio de la ocupación de Los Arenales remonta gestionarios, se aplican también en una lucha en
a 2012 y se masificó a partir de 2015 por los muy contra del amontonamiento de basura, esa plaga
altos costos del arriendo de viviendas en Antofa- universal que afecta a los asentamientos popula-
gasta, que hacía la vida imposible, especialmente res. Son dos las causas clave de este problema en
para las familias inmigrantes. territorio no formalizado: los servicios municipa-
les de aseo no llegan al campamento y es mucha
Cada familia de la toma, veníamos de historias la desfachatez de personas ajenas a la comunidad
similares, marcadas de traumas, frustraciones, que usan el espacio público de nuestro entorno
violencias y estigmatizaciones. Optamos por la para botar basura pesada. La organización y la dis-
aventura del campamento, por la necesidad y ciplina mantienen el espacio limpio.
por la aspiración a otra vida posible. Las transfor-
maciones, la densificación y el hacinamiento han La autogestión en tiempos de intervención
convertido Los Arenales en una maraña enredada estatal
cuyo tejido debemos reordenar (v. Fig.1). En 2017, realizamos un ejercicio para entender el
derecho a la ciudad y formulamos el ideal en una
El aprendizaje de la ayuda mutua imagen objetivo, cuya construcción queremos
Es una forma espontánea de servicios entre ve- protagonizar. Así avanzamos en nuestra capaci-
cinos y vecinas para el desarrollo progresivo de dad autogestionaria de mapeo y diseño del plan
nuestras casas, para la compra de los materiales, de urbanización de nuestro macrocampamento,
el carreo de los mismos a pie de obra, la contrata- por cierto, guiadas por la asesoría de profesionales
ción o el aporte buena onda del vecino que sabe socialmente comprometidos con nuestro proceso
de construcción. La información corría sobre el de #Radicación #Haciendo Ciudad.
cómo colgarse de la luz; a través de los años tam-
bién el cómo llegar a la conexión a la matriz de Pasamos de la lógica de la necesidad a la capaci-
agua. Hubo un aprendizaje que, con el tiempo, dad de propuestas, de mamá protectora a la con-
nos llevó al arte de la ayuda mutua bien estructu- fianza y solidaridad, de una situación depresiva
rado, con sus sistemas de control de aportes, para a una estrategia intercultural. El concepto auto-
todo tipo de trabajo comunitario. gestionario nos guía hacia la tipología de nuestro
nuevo barrio, con sus distintas densidades en las
Empezamos hace siete años con la construcción soluciones habitacionales, con sus múltiples ser-
de las sedes sociales y tenemos once, equipadas vicios públicos, con su enfoque de ciudad de los
-la mayoría, legado de las ollas comunes de la cuidados; también con una metodología de nego-
pandemia, con cocina completa- y distribuidas ciación e incidencia para que el Estado nos incluya
en todo el asentamiento. Desarrollamos servicios en sus programas.
de guardería y escuelas de autoformación. Por

20 Crítica Urbana
Fig. 1. Vista aérea de Los Arenales. Fuente: Google Earth 2022.

La entidad gubernamental con cargo de mejorar gestionarios. Tradicionalmente, su metodología


las condiciones de vida en los campamentos, el de intervención está centrada en la focalización,
Servicio Regional de Vivienda y Urbanizaciones, en la atención individual, con protocolos impues-
Serviu, no entiende ni respeta los valores auto- tos que apuntan a la erradicación o relocalización

Número 29. Septiembre 2023 21


de asentamientos precarios y a la atomización de ciencia. En el horizonte de unos diez años, entre
la organización vecinal. Trabaja desde escritorios tantos otros frentes, tendremos que seguir pe-
lejanos, con enormes cargas burocráticas; nuestra leando para que el Serviu reconozca nuestras he-
relación con el Serviu se limita a un ir y venir de rramientas de autocenso para precisar el sujeto de
carpetas con nuestros datos exigidos y no nece- la transformación del barrio, valide siete opciones
sariamente útiles. habitacionales para responder a la diversidad de
Nos rebelamos contra la burocracia, nos organi- nuestra comunidad, desarrolle la infraestructura
zamos, logramos ir sumando cohesión entre los ya comprometida de viviendas transitorias para el
comités y trabajamos en la formulación de nues- desarrollo de los proyectos por etapas, coordine
tra Hoja de Ruta hacia la #Radicación #Haciendo con otras instancias sectoriales y regionales la rea-
Ciudad (2023). lización de la nueva centralidad urbana, el espacio
común de nuestra ciudad.
Ahora, la voluntad política de las autoridades pro-
pone un nuevo Plan Construyendo Barrios, que También sabemos de los riesgos que pueden
podría abrir un proceso de formulación de un plan tumbar nuestra propuesta autogestionaria; por
maestro y de especificaciones para todos los dis- ejemplo, la aplicación por el Estado de medidas
tintos proyectos. Está formalmente reconocido el tendientes a la atomización y contrarias a nuestra
proceso de intervención estatal que transformará estrategia de organización comunitaria; factores
nuestro espacio de precariedad hacia lo que se- externos como cambios políticos o crisis econó-
guimos definiendo como la ciudad ideal, o la pri- micas; factores internos nuestros, como los lími-
mera ciudad latinoamericana de Chile. tes del activismo, las diferencias ya no asumidas
desde la energía intercultural, o simplemente, las
Estamos conscientes de los desafíos que tendre- cosas de la vida.
mos que ir superando uno a uno, con mucha pa-

Autogestión e interculturalidad para la radicación haciendo ciudad. Foto: Ana Sugranyes, 2021.

22 Crítica Urbana
A modo de cierre, entre aciertos y desafíos La formalización de la intervención del Estado en
Descubrimos el poder de la autogestión en la pro- el proceso de #Radicación #Haciendo Ciudad es,
moción y mantención de prácticas colectivas, que a la vez, la mayor conquista de nuestro proceso
valoramos a través de alcances concretos, que autogestionario y el anuncio de nuevos desafíos:
construimos en la solidaridad: • La resistencia ante la rutina institucional en la
•.La acción política, para abrir y sostener espa- implementación del programa Construyendo
cios permanentes de negociación y colabora- Barrio. Está la voluntad política del gobierno
ción con las autoridades regionales y sectoriales. en abrir brechas para salir de 40 años de sub-
sidios individuales e iniciar proyectos desde la
• La organización comunitaria, en consenso de especificidad de cada territorio, como nuestro
comités y dirigentes por la opción de la radica- asentamiento popular; pero todo indica que las
ción, en vez de aceptar los programas estatales instancias operativas no están preparadas y se
que nos erradicaban de nuestro barrio, nos dis- ven amenazadas por una complejidad adversa
persaban en la ciudad y nos estigmatizaban en al poder establecido por el dominio del subsidio.
la no integración social.
• La unidad de nuestra organización en Los Arena-
• Mejoras económicas, sociales y culturales de la les. La historia de los movimientos de poblado-
vida de todas las personas en el asentamiento, res siempre ha sufrido ante las fuerzas atomiza-
en términos de salud, higiene, opciones de edu- doras del poder político y económico; además,
cación, empleo, economía circular e intercultu- la autogestión no está reconocida como alter-
ralidad (producción de pan de cada país, bailes, nativa de desarrollo vecinal o local.
música, artes plásticas).
• Asumir decisiones al encuentro de nuestros pro-
• El derecho a la ciudad, por nuestra decisión de pios principios. A pesar de nuestra voluntad de
construir barrio para la calidad de la convivencia hacer de Los Arenales la ciudad ideal por la cual
en medio de la precariedad del Sector Bonilla, y luchamos desde hace siete años, sabemos que
por la aspiración de todas y todos a la primera no todas las familias tendrán cabida en la for-
ciudad latinoamericana de Chile. malización del barrio, ante la rigidez de las polí-
• Avances ambientales, por nuestra capacidad de ticas migratorias y habitacionales.
control de residuos sólidos y líquidos y por la es-
tabilización de las arenas a través de siembras
diversas, en parques, jardines y debajo de nues-
tras casas, así como nuestra capacidad de trans- Para saber más:
formar vertederos en huertos comunitarios. Andrade, E., & Sugranyes Bickel, A. (2022). Construyendo
• La perspectiva de género, por nuestro empo- la primera ciudad latinoamericana de Chile. Rompiendo
deramiento como mujeres, no sólo para incidir, Barreras desde el Macrocampamento Los Arenales en An-
sino que para liderar el proceso de #Radicación tofagasta. Hábitat Y Sociedad, (15), 255–271. https://doi.
#Haciendo Ciudad. org/10.12795/HabitatySociedad.2022.i15.12
Los 16 Comités de Los Arenales (2023). Nuestra
• El enfoque de los cuidados, por nuestros servi- Hoja de Ruta y el Plan Maestro, https://m.facebook.
cios de asistencia psicológica y de reinserción com/story.php?story_fbid=pfbid032CAt1e9V7y-
social a víctimas de violencia intrafamiliar, y por NiG71MJqm37Xx8oBcvtN25CnsR5cdzUHs-
la atención cotidiana de mujeres, niñez y vejez. 7Y4ofMJ8wcqCbiyyhcLxal&id=100069089492100&s-
• Las prácticas de seguridad ciudadana, por el fnsn=scwspmo&mibextid=RUbZ1f
control social de pandillas y drogas, por los ca- Rompiendo Barreras (2017): video https://www.youtube.
nales de comunicación directa en caso de emer- com/watch?v=2rkLUalv1fg&t=470s
gencia, por haber logrado que la policía acuda Rompiendo Barreras (2018): vídeo https://youtu.be/5v-
cuando hay problemas. QWmoAdsYsellos

NOTA SOBRE LAS AUTORAS


Elizabeth Andrade Huaringa es Premio Nacional de Derechos Humanos (2022). Peruana, de formación parvularia, trabajadora social in fieri,
es dirigente del Macrocampamento Los Arenales, preside la Corporación Rompiendo Barreras y es vocera del Movimiento de Pobladoras y
Pobladores Vivienda Digna, MPVD – Antofagasta.
Ana Sugranyes Bickel, arquitecta y doctora en políticas habitacionales. Autora de numerosas publicaciones sobre hechos urbanos, la vivienda
protagonizada por sus habitantes y los derechos al hábitat.

Número 29. Septiembre 2023 23


AUTOGOBIERNO Y BARRIOS
POPULARES
INGRID TAFERE

En el barrio Belle de Mai, en el tercer distrito de Marsella (Francia),


varios colectivos luchan a diario contra la desigualdad, la injusticia,
la exclusión, la miseria social y la escasez de alimentos, como ocurre
en muchos barrios populares.

E
n un momento en que se multiplica por una participación social que toma forma en los in-
todas partes la llamada a participar en tersticios más pequeños de la vida cotidiana. Ello
debates y consultas públicas, a la gente implica un proceso constante de autoformación y
le cuesta reunirse y ya no sabe qué ha- aprendizaje permanente, que permita desarrollar
cer ante unas condiciones de vida cada competencias políticas a través del hábito. Para
vez más difíciles, un mundo complejo y difícil de lograrlo, es esencial un nivel mínimo de sociabi-
controlar. lidad, para que unas personas puedan entrar en
contacto con otras, desarrollar su individualidad y
El autogobierno como reto democrático
formar grupos cuando sea necesario.
Si la ciudadanía no puede unirse para resolver
los problemas que surgen, no sólo se socavan las El requisito previo para el autogobierno es, ante
condiciones del pensamiento, sino también la todo, un entorno suficientemente bueno, que
propia democracia, lo que pone en peligro el de- pueda ofrecer las oportunidades necesarias para
sarrollo de las personas, la salud y el medio am- el autodesarrollo y la participación. Se trata de ser
biente. ¿Cómo podemos influir en las condiciones capaz de reajustar los propios planes de acción, en
en las que vivimos y encontrar formas de resolver función de la situación, el entorno, las oportuni-
los problemas que surgen a diario como resultado dades y los recursos que contiene (y no sólo por
de las actividades interconectadas, la industriali- un acto de voluntad), para resolver los problemas
zación y las políticas públicas? que perturban la propia experiencia vital. El auto-
gobierno es, pues, reflexivo, opuesto a una políti-
Autogobernarse significa poder actuar sobre ca de “meritocracia”, y requiere una reevaluación
nuestras condiciones de vida, encontrar solucio- constante de las condiciones y posibilidades so-
nes y experimentar con ellas1 para volver a una ciales y políticas que ofrece el entorno4.
vida “vivible”. No es lo mismo que autogestión o
autorregulación, aunque los colectivos que pre- La pérdida del poder de actuar y de pensar
tenden hacerlo asocien a menudo estas nocio- Ya en el siglo pasado, John Dewey hablaba de in-
nes2. De hecho, se trata ante todo de una actividad dividuos “perdidos”, de personalidades “desinte-
individual -y no sólo colectiva3-, de autogobierno, gradas”, enfrentadas a una creciente incompren-

24 Crítica Urbana
sión del mundo tal como es y a una pérdida de Gracias a los esfuerzos de las y los vecinos, se ha
la posibilidad de influir en el propio futuro, con el abierto al público un gran jardín que antaño bor-
telón de fondo de la confiscación de los recursos deaba un convento, proporcionando un soplo de
por una minoría5. Esta observación es tristemen- aire fresco en medio del hormigón. Allí se han
te actual. Las desigualdades sociales aumentan, la creado huertos comunitarios. Desde hace varios
situación de los barrios populares es catastrófica años, vecinas y vecinos reivindican el derecho a
y la gente sufre. Se añaden a las consecuencias participar en las decisiones que les afectan, pre-
de las actividades interconectadas en términos vén una gestión conjunta del lugar y reflexionan
de contaminación -del aire, la tierra y el agua- los sobre los puntos en común, los usos, los procesos
efectos de la miseria social y la falta de recursos democráticos y las formas de trabajar juntos.
de una parte creciente de la población. Las perso- Lo que hacen en el día a día es precisamente lo
nas que sufren estos efectos se encuentran en un contrario de la forma en que las instituciones
entorno tan desastroso que es muy difícil encon- organizan los procesos de consulta. “No quere-
trar soluciones y no ceder al fatalismo. mos dar nuestra opinión, queremos participar”,
Esto es especialmente evidente en el barrio de explica Jean-François, del colectivo Brouettes. Y
Belle de Mai, donde la mayoría de la población la participación se plantea de abajo arriba, de
vive por debajo del umbral de pobreza. El trabajo modo que no sólo participen las personas más
con un grupo de residentes llamado CHO3 (Co- formadas y que se benefician de recursos cultu-
lectivo de los Habitantes Organizados del tercer rales o financieros.
distrito) ha puesto de manifiesto las prioridades
y los problemas a los que se enfrentan, que son
de carácter sanitario y social urgente: problemas
de autosuficiencia alimentaria, vivienda precaria,
inseguridad, angustia y violencia. Las consecuen-
cias en términos de salud son flagrantes, agrava-
das por la falta de acceso a la atención sanitaria
y los problemas relacionados con la discapacidad.
Además, estas personas, ya de por sí vulnerables
y excluidas de la participación social, sufren a dia-
rio numerosas injusticias y discriminaciones, con
el acceso a sus derechos bloqueado y el desprecio
social.
La participación: ¿vida o supervivencia?
En este barrio, abandonado desde hace tiempo
por las políticas públicas en favor del desarrollo
del centro urbano o de la influencia económica
de algunos centros de negocios, las asociaciones
y los colectivos han tomado el relevo de los po-
líticos y los trabajadores sociales. “La solidaridad
es un arma”, me repite Betty, vecina de la zona y
activista. Pero en el día a día, no es nada sencillo.
Lo que sí se puede decir es que hay una fuerte
demanda de democracia en el barrio, con gente
que quiere participar y mejorar sus condiciones de
vida. De hecho, se ha abierto una tienda coopera-
tiva, la Drogheria, en el corazón del barrio, con una
cantina contigua. Cualquiera puede venir a partici-
par en la vida del lugar y beneficiarse de una cesta
de productos frescos, o cocinar con otros y comer.
La acogida es incondicional y la base es el acceso
de todos a una alimentación sana, lo que permi-
te a muchas familias comer, socializar y superar la
soledad y la exclusión social.

Número 29. Septiembre 2023 25


Foto de la página anterior:
- Colletif les Brouette au jardin. Auteur: Brouette et
Compagnie.

En esta página, de izquierda a derecha y de arriba abajo:


- Cantine du Midi, juin 2022. Auteur(e): Association En
chantier.
- Las personas que difunden la palabra en la plaza Caffo.
Autor: Asociación l’An 02.
- De la concertación a los comunes. Cartel realizado
por habitantes y colectivos del barrio. Autora: Hélène
Froment.
- Cartel “Ven con tu vecino” para promocionar el jardin,
las huertas y momentos de sociabilidad. Autora: Anne
Pfistter.
- La drogheria, tienda participativa. Autor: Asociación En
chantier

Hablando con la gente del barrio, se crean mo- zar una contraconsulta en reacción a las prácticas
mentos de convivencia para reunirse, y no en inadecuadas de las instituciones, denunciando así
una reunión en la que los términos se decidieron la instrumentalización de los llamados procesos
de antemano sin contar con la opinión de los in- de “participación”, al mismo tiempo que se mos-
teresados, con una organización y un vocabula- traron como una fuerza propositiva, tanto sobre
el fondo como en la forma. L’an 02 utiliza méto-
rio que excluyen a la mayoría de los residentes.
dos probados para implicar a las personas habi-
Junto con otros colectivos, y en particular con la tualmente excluidas o invisibles, heredados de la
asociación l’an 02, los vecinos llegaron a organi- organización comunitaria y la educación popular,

26 Crítica Urbana
hablando puerta a puerta, favoreciendo el contac- A pesar de estas iniciativas y de la energía gastada
to directo y la comunicación. La idea es partir de en desarrollar la democracia como autogobierno,
situaciones e injusticias de la vida real, dejar que los colectivos de Belle de Mai chocan con insti-
la gente exprese su rabia y sufrimiento, generar tuciones sordas y hábitos heredados de antiguas
confianza y crear oportunidades para la interac- tradiciones consultativas. E incluso cuando pare-
ción social y el intercambio. cen haber encontrado interlocutores atentos, el
Porque la sociabilidad es lo que falta cruelmente funcionamiento de una administración kafkiana
y eso es un obstáculo importante para el desarro- ahoga la dinámica: el expediente cambia de de-
llo del autogobierno. Los lugares donde la gen- partamento, pasa a otras manos, y el tiempo de
te puede reunirse y formar una comunidad son los expedientes choca con el tiempo humano y la
escasos, las calles se han construido durante dé- realidad de la vida cotidiana. Si hay un ámbito que
cadas como lugares de paso, las plazas públicas merece la pena explorar, es el de los hábitos de
se han vaciado de contenido y los espacios dis- pensamiento y acción, tanto individuales como
ponibles se han dejado pudrir. Todo el mundo se colectivos.
queda en casa, si es que hay casa, en condiciones
de vida que a veces son escandalosas, mientras
que el aislamiento es un problema real, exacerba-
Notas
do por el auge de Internet y la revolución digital... 1. Dewey, John, 2010. Le public et ses problèmes. Gallimard,
en un contexto de pobreza y violencia creciente. Folio essais.
2. Tafere, Ingrid, 2019. “L’autogouvernement: Un enjeu
Instituciones sordas démocratique majeur.” Sens public. https://www.sens-
Empezar “desde abajo” requiere un cambio de public.org/articles/1392/
actitud, tomarse el tiempo necesario para escu- Tafere, Ingrid, 2023. L’autogouvernement. Dictionnaire de la
char, debatir, permitir que las personas pongan participation. Dicopart https://www.dicopart.fr/
en palabras sus experiencias y emociones, que
se expresen. Las instituciones gubernamentales
3. Zask, Joëlle, 2010. “Self-gouvernement et pragmatisme;
representativas de nuestras “democracias” occi-
Jefferson, Thoreau, Tocqueville, Dewey”. Etica & Politica/
dentales no toman este tiempo, no están en una Ethics & Politics, vol. 12, no 1, p. 113-33.
postura de escucha, incluso la rechazan. Desde
4. Addams, Jane. 2008. The second twenty years at Hull-
hace algunas décadas, se suele considerar que la house, September 1909 to September 1929, with a record of a
democracia está “en crisis”. Se denuncia el absten- growing world consciousness. InteLex Corp. The Major Works
cionismo electoral y la desvinculación política de of Jane Addams. Electronic Edition. Charlottesville, Virginia,
los barrios populares. Sin embargo, las iniciativas U.S.A.
y movilizaciones de la Belle de Mai nos muestran Bernier, Nicolas, 2019. “L’Autogouvernement selon
justamente lo contrario, constituyendo un ejem- John Dewey et Jane Addams : défis et obstacles d’un idéal
plo del desarrollo de una cultura democrática, de inacheve. Sens public. https://doi.org/10.7202/1067469ar
la organización concreta de procesos que permi- 5. Cometti, Jean-Pierre. La démocratie radicale : lire John
ten recrear vínculos y debatir formas de mejorar el Dewey. Paris: Gallimard, 2016.
entorno en el que vivimos. Dewey, John, Op. cit. nota 1.

NOTA SOBRE LA AUTORA


Ingrid Tafere es doctora en Filosofía y Ciencias Sociales. Trabaja en temas relacionados con participación (debates públicos, conferencias
ciudadanas, huertas colectivas, iniciativas locales), desde una perspectiva teórica como práctica. Reivindica una filosofía vinculada con trabajo
de campo y un enfoque pragmatista. Su tesis se centra en las condiciones para el desarrollo del autogobierno que considera una cuestión
democrática de primer orden, esencial para la individuación y para la salud física y psicológica. También se interesa por la participación de los
niños y organizó los primeros consejos infantiles en Marsella.

Número 29. Septiembre 2023 27


AS COZINHAS SOLIDÁRIAS
AUTOGESTÃO NA REPRODUÇÃO SOCIAL
URBANA

O modelo autogestionário do Movimento dos Trabalhadores


Sem-Teto (MTST) é uma forma alternativa de vida em centros
urbanos brasileiros. O movimento por moradia atua ocupando
lotes vazios periféricos.

JÚLIA SILVEIRA
GABRIEL BARTH DA SILVA

28 Crítica Urbana
Espaços de Convívio Comunitário da Ocupação Povo Sem Medo/PR, em Curitiba. Fonte: Júlia Silveira (2023).

A
s Cozinhas Solidárias são um ativo das o acesso à moradia por aqueles que necessitam
ocupações do MTST que oferecem do valor de uso da terra urbanizada para sua sub-
alimentação gratuita. Essas atuam sistência e não encontram outra forma de acesso
contra a invisibilização do trabalho re- a esse direito básico. O processo de gestão das
produtivo promovida pelo capitalismo ocupações é autogestionário, com mecanismos
e são exemplo de estratégia coletiva de autoges- de participação popular autêntica e contínua. Para
tão que desassocia a reprodução social da acu- viabilizar a gestão, as ocupações são divididas em
mulação de capital. unidades territoriais (como bairros dentro dos as-
A Autogestão do Movimento dos sentamentos) e setoriais (por assunto temático,
Trabalhadores Sem Teto como saúde, comunicação e formação política).
O Movimento dos Trabalhadores Sem Teto (MTST) As coordenações das unidades territoriais da ocu-
é um movimento de luta urbana por moradia que pação são feitas pelos próprios moradores, os
atua nas periferias dos grandes centros urbanos quais ficam responsáveis pelo repasse de infor-
do Brasil. O movimento nasce de uma ramifi- mações e mobilização de seus vizinhos. Os seto-
cação do Movimento dos Trabalhadores Rurais res são coordenados por membros do MTST e/
Sem Terra (MST), o qual ocupa latifúndios impro- ou moradores, os quais lideram iniciativas relacio-
dutivos. Neles, famílias assentadas e organizadas nadas a sua temática, como campanhas de vaci-
pelo MST produzem e vivem, fazendo cumprir a nação ou atividades de formação cidadã. Dentro
função social da terra. Conforme o processo de do ferramental para a autogestão, também estão
urbanização brasileira e a migração do campo presentes as assembléias, no qual são debatidos
para a cidade, se viu necessária a luta por moradia e votados temas relevantes para a administração
nos centros urbanos. Dessa forma, nasce o MTST, da ocupação, e as Cozinhas Solidárias, espaços
um movimento que se organiza com base nas te- geridos pelas famílias assentadas que oferecem
rritorialidades das periferias brasileiras, com uma refeições gratuitas na ocupação. Essas ocupam
metodologia de luta adaptada às cidades. um local central na vida cotidiana desses espaços
O MTST organiza ocupações urbanas em lotes va- e foram uma iniciativa central de combate à fome
zios, reservados para a especulação imobiliária. Ao nas periferias brasileiras durante a pandemia de
ocupar essas propriedades, o movimento permite COVID-19.

Número 29. Septiembre 2023 29


As Cozinhas Solidárias são construídas por meio trutural dessas práticas ao desconsiderá-las em
de mutirões autogeridos e doações de assenta- comparação ao trabalho produtivo, gerador de
dos e da comunidade externa. Os alimentos que lucro, causa seu apagamento na gestão urbana.
sustentam as refeições são doados ou advém das Ao produzir uma recusa de considerar essas prá-
hortas urbanas da comunidade, as quais contri- ticas integrantes essenciais, a cidade torna-se um
buem para a soberania alimentar das periferias. espaço que exclui a quem essas atividades são
Contam com atividades como cine-debates e designadas, não adaptando sua forma para a rea-
rodas de conversas. A gestão desses espaços de lização dessas práticas.
trabalho reprodutivo acontece majoritariamente Quando considera-se a designação histórica do
por mulheres, as quais tomam papel importante trabalho reprodutivo para mulheres, torna-se ex-
na administração cotidiana das ocupações. Ao li- plícito como a cidade não as contempla em seu
derarem o espaço de alimentação e subsistência planejamento do cotidiano. Historicamente, não
central, as colaboradoras se tornam elos centrais só mulheres são designadas atividades que confli-
das redes de solidariedade e ganham poder políti- tam diretamente com sua inserção no mercado de
co, proporcionando o empoderamento feminino. trabalho formal ao serem atribuídas responsabili-
A Invisibilização do Trabalho Reprodutivo dades reprodutivas, mas também esse trabalho é
pelo Capitalismo invisibilizado. É desenhada uma vulnerabilidade
Ao pensar o caso das Cozinhas, deve-se repensar estrutural que atravessa os sujeitos responsáveis
as dinâmicas que atravessam o trabalho reprodu- pelo trabalho reprodutivo, majoritariamente mul-
tivo cotidiano e como isso envolve o pensar a ci- heres, tanto na vivência doméstica individual e
dade e sua autogestão. O capitalismo invisibiliza o comunitária quanto no contexto citadino. Assim,
trabalho reprodutivo, responsável pelas condições apesar da relação dialética de trabalho produtivo
de manutenção da vida e reprodução social - ali- e reprodutivo, esse é sistematicamente invisibili-
mentação, limpeza, cuidado interpessoal e outras zado e seus responsáveis são desvalorizados pelo
tarefas da esfera doméstica. A desvalorização es- modelo de cidade em que vivemos.

Cozinha Solidária do MTST de Curitiba, em 2021. Fonte: MTST/PR (2021).

30 Crítica Urbana
Cozinhas Solidárias na Autogestão Urbana de existência opressivos da grande metrópole e
Ao centralizar as Cozinhas Solidárias em seu mo- permite reestruturar formas de viver.
delo organizativo territorial e gestionário, o MTST Deixa-se de visar apenas um trabalho de geração
reconhece o trabalho de cuidado necessário para e acumulação de capital. Ao trazer para a cena
a reprodução da vida. A luta anticapitalista do mo- todos os sujeitos que produzem bens de diver-
vimento permite viabilizar e visibilizar o trabalho
sos níveis e formas que tornam a vida coletiva
reprodutivo a partir desses espaços comunitários
de refeição, ao incluí-los nas formas de trabalho possível, torna-se possível repensar organizações
estruturais do movimento e do fazer comunitário. sociais, distribuindo entre quem produz os frutos
Sendo um trabalho reconhecido e valorizado en- do seu fazer cotidiano. As Cozinhas Solidárias são
quanto produtor de vida e de cuidado, com atri- exemplo de estratégia coletiva de autogestão que
buições de mesma escala do trabalho produtor de desassocia a reprodução social da acumulação
bens de outras instâncias, torna-se possível inserir de capital, iluminando as possibilidades de trans-
quem contribui com a atividade reprodutiva nas formar a sociedade a partir das práticas autoges-
mesmas dinâmicas de poder com quem investe tionárias. Essas atuam contra a invisibilização do
sua força de trabalho em outros modos de pro- trabalho reprodutivo promovida pelo capitalismo,
dução. que nega os conhecimentos e ações na esfera do
Portanto, ao pensar em estratégias baseadas em cotidiano que permitem a sustentação da vida.
na autogestão comunitária, com foco em ajuda
mútua, é possível quebrar com lógicas e repro-
duções de desigualdade históricas, promovendo
um olhar interseccional nas reconfigurações do
valor de trabalhos de cuidado que são atraves- Para mais informações
sados por dinâmicas de gênero e raça. Visto o Apoie financeiramente as Cozinhas Solidárias:
abandono sistemático da periferia por parte do https://apoia.se/cozinhasolidaria
Poder Público, considerar essas novas formas de
configuração comunitária nos territórios periféri- Saiba mais sobre: https://www.cozinhasolidaria.
cos permite vislumbrar novas formas de ser, atuar com/
e gerir a comunidade. Há uma resposta de auto- Siga as redes sociais das Cozinhas Solidárias:
gestão que conflita diretamente com os modos https://www.instagram.com/cozinhassolidarias

NOTA SOBRE A AUTORA E O AUTOR


Júlia Silveira, graduanda de Arquitetura e Urbanismo pela Universidade Federal do Paraná. Pesquisa sobre Planejamento Insurgente e atua em
práticas extensionistas e na luta por moradia.
Gabriel Barth da Silva, psicólogo e doutorando em Sociologia pela Universidade Federal do Paraná. É bolsista pela Coordenação de
Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) no Brasil e realiza investigações sobre emoções e práticas culturais.

Número 29. Septiembre 2023 31


LA XARXA PER LA SOBIRANIA
ENERGÈTICA
GUIFRÉ BOMBILÀ

Els efectes de la crisi multidimensional que estem vivint són


més que evidents: extinció massiva d’espècies vivents, canvi
climàtic accelerat, destrucció d’hàbitats naturals i formes de vida
tradicionals, migracions, contaminació a l’aire, l’aigua i la terra,
conflictes armats per recursos, acidificació i escalfament dels
oceans, escassetat d’aigua estructural, inseguretat alimentària,
crisi econòmica, inflació, pobresa, per dir els més representatius.

A
rran d’aquests efectes i de l’auge del carbó, petroli o urani) o d’un flux natural d’ener-
moviment global per la justícia climà- gia concentrada (vents, corrents i masses d’aigua,
tica del darrer lustre, hem vist una ten- radiació solar o escalfor terrestre) per a l’activació
dència creixent cap a una major preo- de cossos vivents, eines o màquines. Així, si po-
cupació mediambiental i a començar dem reduir la nostra petjada ecològica amb fonts
a entendre que cada problema s’integra dins d’un d’energia aparentment sostenibles i inesgota-
conjunt complex i en permanent interacció.
bles, potser podrem minimitzar els pitjors efectes
Però aquesta consciència és parcial, i enlloc de d’aquesta crisi civilitzatòria o, fins i tot, revertir el
cercar solucions que vagin a l’arrel dels problemes, camí cap al desastre? Després hi tornarem.
majoritàriament s’està esperant que arribi alguna
panacea que ens salvi del desastre. Estem vivint La Xarxa
un moment paradoxal, on tenim una societat 2.0 La Xarxa per la Sobirania Energètica (XSE) vam
cada cop més desconnectada de la realitat i, alho- néixer l’octubre de 2013 -enguany celebrem el
ra, la necessitat de fer front a tantes emergències nostre desè aniversari!- Però no vam sortir del no
ens obliga a tornar-nos a centrar en les bases ma- res, vam agafar empenta al caliu de la lluita de la
terials que ens sostenen, com l’energia.
Plataforma Aturem el Fracking (2012), vam imitar
Tot procés humà, des de l’acte individual del pen- la idea d’Aigua és Vida (2011), i ens vam inspirar en
sament fins a la hipercostosa generació indus- el concepte de les sobiranies populars i els apre-
trial d’electricitat, necessita de la transformació nentatges La Via Campesina (1993). I què ens va
d’un material ric en calories (ja sigui menjar, fusta, dur a aparèixer?

32 Crítica Urbana
El model energètic que patim actualment, al nos- fluxos d’energia veritablement renovables i ma-
tre país i a la resta del món, és fòssil, oligopòlic, terials no contaminants, que garanteixi la repro-
opac, centralitzat, injust, ecocida, patriarcal i co- ducció d’una vida digna per als éssers vivents del
lonial. Aquest sistema energètic és una eina prin- planeta, humans i no humans, presents i futurs, de
cipal de dominació de classe i d’acumulació de manera indefinida en el temps.
capital i, conseqüentment, un factor determinant No cal dir que l’objectiu és ben ambiciós, sabem
i alhora accelerador de la crisi sistèmica abans que no depèn només de la XSE assolir-l’ho. No-
mencionada. saltres posem el nostre gra de sorra, en primer
La nostra proposta de sobirania energètica s’oposa lloc explicant la importància de la sobirania ener-
radicalment a això, ja que implica l’assoliment del gètica i com es pot portar a la pràctica; en aquest
dret a decidir com a poble i de manera democrà- sentit tenim diverses publicacions, com el llibre
tica, en tot allò referent a la captació/generació, a Tenim Energia!1, que és una explicació molt més
la distribució i a l’ús final sobre l’energia. Aquestes desenvolupada del que en aquest article estem
tres activitats han de respectar els límits biofísics sintetizant, de descàrrega gratuïta. Les propostes
naturals, i han de ser adequades a les necessitats municipalistes2, accions concretes des dels muni-
i circumstàncies socials, econòmiques i culturals cipis vers la sobirania energètica, que portem fent
del nostre territori, i també de tots aquells territo- des del 2015, la Guia per a Comunitats Energè-
ris que en puguin resultar afectats. tiques Locals3, o la col·laboració amb el quadern
En el procés per arribar-hi, caldrà que la ciutadania 62 d’Opcions, l’Energia com a Bé Comú4. També
prenguem el control del sistema energètic indus- organitzem els Volts5, caravanes d’activistes que
trial, des d’on haurem de procedir-ne al desman- connecten diferents llocs on hi ha gent organitza-
tellament, per donar cabuda al model que desit- da batallant contra alguna de les manifestacions
gem. I, en paral·lel, haurem d’activar processos de destructives, per l’entorn i per les persones, del
regeneració i rescabalament profunds dels siste- sistema energètic dominant. En el procés, visitem
mes naturals i les comunitats i pobles d’arreu que aquestes plataformes, coneixem la seva lluita, es-
han estat sostenint, a costa de les seves vides, els tablim solidaritats entre persones, col·lectius i te-
impactes del model energètic que impera avui. rritoris, i visibilitzem resistències i alternatives.
El model resultant serà democràtic, just, solidari, Hi ha molts altres actors que són claus per avançar
ecofeminista, distribuït i basat exclusivament en en la sobirania energètica i fer front a l’oligopoli;

Volt5, Rodalies de la central nuclear d’Ascó (Tarragona). Foto: XSE.

Número 29. Septiembre 2023 33


actualment estem participant en alguns d’ells, Des de l’àmbit energètic hi tenim molt a dir i a fer,
com l’Aliança contra la Pobresa Energètica6, l’Asso- però. Hem de pressionar per noves estructures de
ciació de Municipis per l’Energia Pública7, la Euro- govern, obertes i participatives, per a poder definir
pean Community Power Coalition8, la Plataforma quanta energia necessitem i per a què. En un pri-
Recuperem l’Energia9, així com d’altres espais amb mer moment podem plantejar moments i espais
una perspectiva més àmplia, com la Xarxa per la d’apoderament de petit format, com són les co-
Justícia Climàtica10 i l’encara en fase de construcció munitats energètiques o les molt més interessants
Assemblea Catalana per la Transició Ecosocial11. comunitats de vida. Però és indispensable fer salts
d’escala; hem de fer auditories socials, conèixer
Recuperant el punt que hem deixat sense contes-
quanta energia realment necessitem per aquelles
tar abans; tenim molts reptes per davant, com a
activitats que són importants per a la vida, a ni-
activistes per la sobirania energètica, i, en gene- vell local, regional, estatal i internacional. Hem de
ral, com a societat. Sota el paradigma de la tran- generar campanyes de desobediència per deixar
sició verda, governs i grans empreses ens volen de sostenir energèticament aquelles activitats,
fer creure que amb la digitalització, l’electrificació institucions i actors que són perjudicials per a la
de la mobilitat i el desplegament a gran escala societat i per a la Natura, dels quals les lectores en
del que vulgarment en diem energies renovables sabeu una llarguíssima llista. I en tot això haurem
(solar fotovoltaica i eòlica), n’hi ha prou per resol- d’aplicar-hi una lògica de decreixement controlat,
dre-ho tot plegat. Cal que no ens deixem enlluer- de redistribució radical de la riquesa, d’adaptació
nar per cap il·lusió de salvació a través de la tec- resilient a escenaris futurs de menor disponibilitat
nologia; el problema que tenim no és tecnològic, energètica; amb tecnologies més simples i menys
sinó ecològic, social, polític, econòmic, cultural, i la destructives que les que estem emprant ara, in-
solució només podrà arribar si també afronta to- cloent les ‘’renovables’’. En darrera instància, hem
tes aquestes dimensions de la realitat. de posar la lluita per la sobirania energètica com
Dient-ho ràpid i malament, totes les solucions a peça estratègica per a fer caure el capitalisme, i
esmentades més amunt són completament de- sobreviure en el procés. En tot això, ens hi troba-
pendents del petroli, des de la fase d’extracció reu a la XSE.
de minerals i altres elements, passant pel trans-
port, ensamblatge, instal·lació, manteniment i
desmantellament, a la fi d’una vida útil no massa Notas
llarga. Un cop s’acabi el petroli, en un parell de ge-
neracions, llavors ens trobarem amb què haurem 1. https://xse.cat/tenimenergia/
de tornar a fer una nova transició, aquest cop amb 2. https://xse.cat/proposta-municipalista-2023/
molts menys recursos per a emprendre-la. 3. https://xse.cat/publicacions-cels/
4. https://opcions.org/hemeroteca/num-62-energia-com-
Amb l’excusa de l’emergència, que és ben real, s’es- a-be-comu/
tà pressionant per a obrir nous nínxols de mercat, 5. https://www.youtube.com/watch?v=HUfOGEoS1OE
en detriment d’empitjorar la resta de facetes de la 6. https://pobresaenergetica.es/qui-som/que-es-ape/
crisi, especialment posant al límit la biodiversitat i 7. https://amep.cat/per-que-esnecessaria-lamep/
la sobirania alimentària, així com els drets humans associacio-de-municipis-i-entitats/
8. https://communitypowercoalition.eu/who-we-are/
als territoris del Sud Global. Hem de posar-hi fre
9. https://recuperarenergia.cat/
i reivindicar el temps de poder decidir de manera 10. https://twitter.com/xarxaclimatica?lang=ca
democràtica com ha de ser la transició que volem, 11. https://futursimpossibles.org/2023/06/05/
que no serà només energètica, caldrà que sigui lassemblea-catalana-per-la-transicio-ecosocial-es-
profundament i completament ecosocial. constituira-el-6-de-juliol-a-barcelona/

NOTA SOBRE L’AUTOR


Guifré Bombilà, 38 anys, de Mollet del Vallès, va estudiar Història i Arqueologia, i més tard Ecologia Política i Justícia Ambiental. Ha passat per
l’activisme estudiantil, i segueix en la defensa del territori, la militància revolucionària i la solidaritat internacionalista. Aquests darrers anys s’ha
vinculat més exclusivament a l’ecologisme i el cooperativisme: Som Energia, la Xarxa per la Sobirania Energètica, el moviment per la Justícia
Climàtica i, més recentment, a l’Assemblea Catalana per la Transició Ecosocial.

34 Crítica Urbana
TEJIENDO REDES
ACADÉMICAS SOBRE LO
URBANO EN ARGENTINA
MARÍA CRISTINA CRAVINO

Voy a relatar aquí brevemente la experiencia de la Red argentina de


investigadores sobre asentamientos populares. Si bien es una red
académica, desde el origen buscó que desbordara esta impronta.

L
os intercambios que fuimos construyen- acuerdo a la denominación oficial. En la región
do entre colegas tuvieron desde el inicio latinoamericana estos espacios urbanos también
la búsqueda de establecer puentes tanto son conocidos como asentamientos informales,
con los organismos públicos gestores de irregulares, ilegales, subnormales, etc. pero sus
políticas socio-habitacionales como con pobladores también le otorgaron nombres más
organizaciones no gubernamentales y asociacio- poéticos o picarescos, entre los más conocidos:
nes territoriales. villas y asentamientos en centro de Argentina,
Territorios, rol de las universidades y los favelas en Brasil (aunque también existen otras
centros de investigación denominaciones, entre ellas vilas), callampas dé-
Una primera cuestión es que, como en casi to- cadas atrás y hoy campamentos en Chile, cante-
dos los países, las instituciones académicas, sus griles o asentamientos en Uruguay, barriadas o
profesionales y recursos para la docencia, inves- Pueblos jóvenes en Perú, barrios en Venezuela,
tigación y transferencia se concentran en la ciu- colonias populares en México, etc.
dad capital o en las principales metrópolis. En el Argentina es uno de los países de la región la-
caso de Argentina no es diferente y en ocasiones tinoamericana con una proporción menor de
los académicos conocemos más de ciudades ex- población en estos barrios autoproducidos. Sin
tranjeras, que de las otras del país que no habi- embargo, se fueron consolidando como una for-
tamos. Por esta razón, hace algunos años, con ma de habitar las ciudades, en todas las regiones
la intención de generar un conocimiento trans- del país, obviamente adquiriendo características.
versal y federal (ya que somos un país con esa El cambio de paradigma de las políticas públicas
característica) distintos investigadores comen- sobre estos espacios urbanos con la recupera-
zamos a reunirnos e intercambiar preguntas, de- ción de la democracia en 1983 fue virando len-
bates y conocimientos sobre los asentamientos tamente de la erradicación a la radicación, lo que
populares, hoy llamados barrios populares de implicaba el reconocimiento de que estos barrios

Número 29. Septiembre 2023 35


eran parte de las ciudades. Esto permitió su visi- y creciente problemática ambiental. Procurába-
bilización y registro, que llegó a escala federal en mos analizar críticamente las acciones estatales
2017 con el Registro Nacional de Barrios Popula- llevadas a cabo y proponer alternativas, proble-
res (RENABAP), que fue acompañado de una ley matizar la participación de los habitantes, sus
nacional de regularización dominial en 2018. organizaciones y sus dilemas, al mismo tiempo
La cuestión urbana, como en muchos países del que impulsábamos una mayor inversión pública
mundo, se está transformando y se observa una de lo que consideramos una deuda social históri-
agudización de las dificultades de acceso al suelo ca. Necesitábamos salir de las miradas localistas
urbano y la vivienda. Es parte de la agenda social y en buen sentido etnocentristas en relación al
y mediática. En particular en los últimos años el área metropolitana de Buenos Aires, donde se
precio y acceso a inmuebles en alquiler y las ocu- daba la mayor producción académica.
paciones de suelo. La financiarización del mer- Una característica central de la red es que es in-
cado inmobiliario (en el caso argentino práctica- terdisciplinaria. A diferencia de otros espacios
mente ausente de hipotecas) golpea las chances académicos, aquí confluyen arquitectos, urba-
de resolver vía mercado las necesidades habi- nistas, ingenieros, ambientalistas, antropólogos,
tacionales, al igual de las insuficientes políticas sociólogos, geógrafos, historiadores, abogados,
públicas. En ese contexto, como sucede en otros trabajadores sociales, comunicólogos y otras dis-
países de América Latina, la región más desigual ciplinas en una articulación horizontal, sin ningu-
y urbana del planeta, los asentamientos popula- na preeminencia.
res son una forma que encontraron los sectores Luego de un puntapié inicial, donde se decidió
populares de resolverlas. hacer una reunión para discutir hallazgos de ciu-
La red dades de distintas regiones de Argentina, y que
Con el interés de generar una mirada nacional se plasmó en el libro La ciudad (re)negada, se as-
sobres estos barrios, e incidir en la agenda pú- piró a generar congresos abiertos a académicos,
blica y en el territorio, comenzaron los inter- gestores y referentes territoriales.
cambios entre colegas. Mientras tanto, estaban Rompiendo la idea de que todo comienza en
mutando en complejidad: densificación, inqui- Buenos Aires el primer encuentro se realizó en
linización, mercantilización, nuevas modalida- Córdoba, coordinado por la Universidad del
des de ocupación, cambios en la organización mismo nombre, entre los días 23 y 24 de mayo
vecinal, violencia, experiencias autogestivas de de 2019, haciendo disponibles los trabajos (ht-
hábitat, desalojos, procesos de re-urbanización tps://rdu.unc.edu.ar/handle/11086/13231). El

Encuentro ENRAP III- Foto: María Cristina Cravino.

36 Crítica Urbana
segundo se efectuó de modo virtual porque se permanecer en sus barrios y/o mejorarlos. Es de-
desarrolló en contexto de pandemia, y fue orga- cir, la impronta de la red es poner a disposición
nizado por la Universidad Nacional del Nordes- los conocimientos de las instituciones académi-
te entre 17-18-19 de junio 2021 (la publicación cas, aprender de otros y debatir sobre nuestra
sobre el evento se encuentra disponible en ht- realidad. Reflexionar en un mismo espacio las
tps://drive.google.com/file/d/15N1UPsiV1c9f- experiencias estatales, barriales, de extensión o
SOqAawNCdHqsnOJ0unS0/view). El tercero, de investigación, no sólo aporta los aprendizajes
en San Miguel de Tucumán, se hizo entre el 11 y interdisciplinarios sino también sobre los roles
el 14 de mayo de 2023 (los documentos y videos de los otros actores presentes en el territorio.
se están elaborando).
Epílogo
Los encuentros no fueron sólo de debates aca-
En un contexto donde en poco tiempo se elige
démicos, sino que se invitó a funcionarios pú-
presidente/a en Argentina y varios candidatos
blicos en gestión o que lo fueron en el pasado,
quieren o cerrar el principal organismo científico
legisladores, miembros de organizaciones no
del país o arancelar/privatizar las universidades,
gubernamentales y referentes sociales. También
nuestra red aboga por un enfoque democrático
se pudo invitar a colegas de otros países y en el
y de fortalecimiento de la articulación acade-
último tuvimos la presencia de una referente de
mia-gestores de políticas-organizaciones sociales
los macrocampamentos de Antofagasta, con lo
que el debate desde el territorio también fue la- que queremos mantener. El debate interactoral
tinoamericano. Los espacios buscaban intercam- respetuoso, donde las instituciones académicas
biar experiencias desde los distintos ámbitos de son las que pueden promover el aglutinamiento,
trabajo de Argentina fomentando reflexiones reflexión y debate es lo que proponemos y de-
comunes. Esto se complementó con debates fendemos. Nos resta, quizás tener una mejor co-
sobre el rol de las universidades. En las mesas municación de nuestras acciones y tener nuevos
se presentaron trabajos académicos, pero tam- vínculos con la región y otras latitudes.
bién experiencias concretas, algunas de políticas La página es la siguiente:
públicas y otras de luchas de los pobladores por https://redasentamientos.ar/

NOTA SOBRE LA AUTORA


María Cristina Cravino. Antropóloga. Investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Argentina,
con sede en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego. Organizó y dirigió la Maestría en Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de
General Sarmiento. Sus líneas de investigación son: políticas públicas sobre asentamientos informales; historia y memoria de asentamientos
informales y representaciones sociales sobre la ciudad. Participa del colectivo Habitar Argentina.

Taller Tucumán 2023. Foto: María Cristina Cravino.

Número 29. Septiembre 2023 37


RECORDANDO
ALGUNAS INICIATIVAS
AUTOGESTIONARIAS
BAJO EL FRANQUISMO
JORDI ESTIVILL

Podría parecer que, bajo la dictadura franquista, desaparecieron


los ideales y experiencias autogestionarios. Sobre todo, comparado
con las importantes colectivizaciones durante la guerra civil.

P
ero si se adopta una definición amplia centros sociales eran sus miembros quienes deci-
de esta perspectiva, se puede constatar dían y autogestionaban sus actividades.
que en la lucha antifranquista se produ-
En las empresas, desde 1958, se empezaron a
jeron incipientes iniciativas y se publicó
negociar los convenios colectivos y esto dio un
un cierto número de trabajos que mues-
tran que la autogestión es una corriente que tie- nuevo papel a los enlaces y jurados de empre-
ne periodos álgidos, pero que incluso en fases de sa que adoptaron, a menudo, formas de partici-
gran represión no se desvanece. pación democrática. Tanto Comisiones Obreras
como USO, que asumió la autogestión en su carta
Huellas y rastros autogestionarios fundacional, convocaban asambleas donde eran
En efecto, si se rastrea el panorama social de fi- decididas las principales reivindicaciones. Las cua-
nal de los años cincuenta y de los sesenta se pue- les no solo concernían las condiciones de trabajo,
den encontrar huellas y rastros autogestionarios sino a las que poco a poco fueron incorporándose
en las formas organizativas que se adoptaban en temáticas más generales (democracia sindical, li-
las asambleas universitarias y en los grupos más bertad asociativa...) En las huelgas de los años se-
o menos conectados con el movimiento scout. senta de la minería asturiana, del textil catalán o
Igualmente sucedía con los colectivos vecinales en en la ejemplar de Laminados en Banda, del País
los barrios de las grandes ciudades que se organi- Vasco, las decisiones eran tomadas, en las parro-
zaban para reclamar mejores condiciones de vida, quias, en la montaña o en el lugar de trabajo, por
en la perspectiva del desarrollo comunitario. En los el conjunto de los trabajadores.

38 Crítica Urbana
Por otro lado, el movimiento cooperativo empe- rencia de Bandung de 1955 intentaban construir
zó a rehacerse de la dura represión y del control una tercera vía. Cuando Argelia se independizó en
del régimen y empezaron a surgir cooperativas 1962 y se añadió al movimiento de los no alinea-
de nuevo cuño, muchas de ellas para resolver los dos e inició sus iniciativas autogestionarias, espe-
problemas de vivienda. Sus miembros aplicaban cialmente agrarias, de la época Ben Bella, aun cre-
el principio cooperativo de una voz un voto y ayu- ció más el interés por ellas.
daban en las tareas constructivas. En otros casos,
fue frecuente que las antiguas cooperativas utili- Una nueva visibilidad: autores y
zasen sus locales, a medida que fueron recupe- publicaciones
rándolos, para ponerlos al servicio de los barrios Personalmente, mi curiosidad me llevó a dedicar
y pueblos promocionando actividades lúdicas, de mi primer trabajo de fin del curso 1959 a la auto-
ocio y culturales. gestión yugoeslava. Quizás por influencia de José
Al conjunto de estas experiencias se le sumó un Antonio González Casanova, profesor de derecho
interés por debatir los contenidos y contornos de político, que en aquellos años hizo su tesis sobre
la autogestión y por conocer iniciativas de otros el sistema político yugoeslavo y publicó un artícu-
países. Este interés llevaba a romper el velo que lo sobre el mismo. Pero fueron dos las editoriales
cubría a las colectivizaciones de Cataluña y Ara- que se distinguieron en la tarea de dar visibilidad a
gón y a aproximarse al socialismo autogestiona- estos asuntos: ZYX (1963) y Nova Terra (1957). Las
rio yugoeslavo y al socialismo comunitario de los dos de matriz cristiano progresista, creadas por
Kibutz israelitas. De este segundo, atraía su vida trabajadores bajo el amparo de la Iglesia Católica
colectiva, su organización interna y su capacidad y de sus organizaciones como la JOC (Juventu-
de abrirse camino económico en condiciones tan des Obreras Católicas) y la HOAC (Hermandades
hostiles. La simpatía por el primero, provenía de Obreras de Acción Católica). Las dos conseguían
la novedad de un país que aplicaba la autogestión pasar por la censura algunos libros “heterodoxos”.
en muchos ámbitos de la vida colectiva y de su Así la primera consiguió publicar La autogestión
distancia critica con el modelo soviético de pla- en Checoslovaquia, de Ota Sik, dos libros sobre el
nificación central y del capitalismo. Este atractivo cooperativismo y uno de Castellote sobre el so-
se extendía a los países que después de la confe- cialismo agrario en Israel.

Asamblea estudiantil en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, el 13 de octubre de 1966. Foto: Universitat de Barcelona.

Número 29. Septiembre 2023 39


Algunas de las obras publicadas durante los años 60.

Pero el libro más significativo de su línea editorial En la colección trabajo y sociedad de esta edito-
fue el escrito por Guillem Rovirosa. Hombre cla- rial, en la época en que fue dirigida por Josep Ver-
ve de los primeros tiempos de la editorial y de la dura y Alfonso Carlos Comín, se publicó de André
HOAC. Nacido en Vilanova i la Geltrú, ingeniero, Babeau, Los consejos obreros en Polonia. En la se-
había sido elegido director de un Consejo Obrero gunda época, que dirigimos Joan Eugeni Sanchez,
durante las colectivizaciones en plena guerra ci- Ignasi Pons, Oriol Homs y yo mismo, publicamos,
vil y desde 1946 había sido elegido para dirigir la entre otros, dos libros que fueron censurados:
HOAC. Bajo el título De quién es la empresa, este uno, Apuntes sobre el trabajo en España y otro,
libro es el resultado de las reflexiones de los GOES que era la versión en castellano de De la partici-
(Grupos Obreros de Estudios Sociales) del curso pació dels treballadors a la gestió de les empreses
1962/63. Se publica en 1964, unos días más tarde que había ganado en el año 1968 el premio Pri-
de la muerte de su autor y se distribuyen de for- mer de Maig, que la editorial Nova Terra otorgaba.
Se trataba de una investigación empírica sobre los
ma militante unos 20.000 ejemplares. En él, se
estrangulamientos y dificultades que los traba-
defiende que la empresa puede ser diferente si la
jadores encontraban para hacer oír su voz en las
propiedad es privada o es colectiva y se concluye empresas. Formaba parte de un estudio interna-
en favor de un modelo cercano al cooperativismo cional comparativo que la Organización Interna-
autogestionario. cional del Trabajo había lanzado desde inicios de
Nova Terra también se interesó por la producción los sesenta. Ya había advertido Luis Gorostiaga en
escrita, especialmente de origen francés, alrede- su libro Gestió Obrera a Occident. Nou parany ca-
dor de la autogestión. En el año 1964 publica el pitalista, publicado por Nova Terra en 1967 y que
estimulante libro de Albert Meister Socialismo y había ganado el mismo premio dos años antes,
autogestión en el que se analizan no solo las ex- que el capitalismo era capaz de crear simulacros
periencias autogestionarias empresariales, sino participativos.
también sus realizaciones en diferentes campos El debate de aquellos años discurría por estos cau-
(sanidad. escuelas…) en Yugoeslavia. Dos años ces. Por ellos circulaba la corriente autogestiona-
más tarde, edita La empresa socialista en Yugoes- ria con ensayos concretos y limitados y como un
lavia. Gestión obrera, cooperativas, gestión social, ideal inalcanzable, en el contexto político, social
de Georges Lasserre. y económico, pero que se perseguía tenazmente.

NOTA SOBRE EL AUTOR


Jordi Estivill Pascual. Profesor jubilado de la Universidad de Barcelona. Sociólogo, economista e historiador por vocación. Director de una
cooperativa de investigación. Autor de más de 40 libros. Director de un programa internacional contra la exclusión social en la OIT. Colaborador
de varios programas sociales de la Unión Europea. Sociología y economía del trabajo, política social y economía social y solidaria han sido las
principales áreas de conocimiento en las que he trabajado, además de haber colaborado en la creación y desarrollo de un buen número de
redes asociativas locales e internacionales.

40 Crítica Urbana
LIBROS

COMPRENSIONES SOBRE LO
COLECTIVO EN TERRITORIOS
PLURALES EN TENSIÓN
LEONARDO GARAVITO-GONZÁLEZ
GERMÁN ANDRÉS CORTÉS

Garavino-González, L; Cortés Millán, G. (Eds.).


Defensas colectivas del territorio en América
Latina: perspectivas y mutaciones.
Bogota:
Universidad Externado de Colombia, 2023.

E
l desafío de editar este libro consistió en abordar las convergencias y amalgamas relacionadas
con la defensa territorial en América Latina en sus dimensiones sociales, políticas, culturales y
ambientales. Sus protagonistas son las comunidades y sus formas organizativas y autogestio-
nadas que desafían los órdenes dominantes, exponiendo circunstancias de precarización, ex-
clusión y vulneración de derechos que los afectan. Esta dinámica de tensiones y resistencias
se desarrolla en un contexto caracterizado por violencia estructural, injusticia y desigualdad, lo cual

Número 29. Septiembre 2023 41


da lugar al surgimiento de procesos sociales que Los primeros cuatro capítulos se localizan en Mé-
desafían las lógicas de poder imperantes1, y que xico. El primero realiza un estudio de la comuni-
adoptan enfoques emancipadores en defensa de dad Maseualmej en Cuetzalan, destacando sus
los territorios urbanos, rurales y de transición2. esfuerzos para preservar su patrimonio biocultural
Estas manifestaciones de resistencia emergen en y mantener un sistema agrobiodiverso en medio
un continente convulso y complejo, en el que se de amenazas de despojo. El segundo examina la
entrecruzan visiones hegemónicas extractivistas explotación capitalista en el sur del país y su im-
y neodesarrollistas con enfoques de integración pacto en las comunidades indígenas y campesi-
regional y soberanía popular3. El ciclo de movili- nas, señalando la neocolonización y un nuevo
zación y protesta social en los países latinoame- imperialismo como raíces de la crisis actual. El ter-
ricanos desde 2019 surge, entre otras razones, en cero aborda la financiarización de la vivienda y sus
rechazo a la corrupción y la desigualdad, y refleja efectos en las periferias urbanas, según el caso del
un creciente cuestionamiento de las agendas po- Frente Mexiquense en Defensa por una Vivienda
líticas centrales y la búsqueda de transformación. Digna A.C. en Tecámac, donde la falta de servi-
En gran medida, estas movilizaciones impulsan cios públicos y vivienda digna han impulsado a los
nuevas experiencias subjetivas e identidades co- habitantes a emprender acciones colectivas para
lectivas4, así como como ejercicios críticos y de exigir sus derechos. El cuarto se centra en la Ba-
reivindicación de posturas subjetivas, éticas y po- rranca del río Santiago en Jalisco, resaltando la im-
líticas5. portancia de las asociaciones civiles en la defensa
Este libro agrupa 17 capítulos que analizan la de- territorial y la protección del medio ambiente, a
fensa territorial en América Latina desde diversas través de proyectos como la presa de Arcediano y
perspectivas. La primera sección examina casos el Plan Maestro Huentitán, que han generado mo-
en Argentina, Chile y México, revelando una mul- vilización en torno a su viabilidad.
tiplicidad de actores, procesos y formas de orga- Del quinto al séptimo capítulo se enfocan en Chi-
nización. Se destaca la necesidad de considerar lo le. El quinto relata el caso de las “casas rotas” en
territorial como una categoría en disputa, dada la Guañacagua III, donde la precariedad constructi-
influencia de modelos hegemónicos de mercado va llevó a la pérdida de hogares y una lucha pro-
que promueven prácticas privatizadoras y extrac- longada por una solución justa. El sexto explora
tivistas. el proceso constituyente como respuesta a las
La segunda sección profundiza en el caso colom- movilizaciones sociales, considerando demandas
biano, resaltando la persistencia de la lucha por relacionadas con el desarrollo territorial y urbano.
la tierra y la denuncia de injusticias territoriales. El séptimo investiga las transformaciones urbanas
A pesar de desafíos como la falta de articulación y movimientos urbanos en Valparaíso tras la de-
entre actores y escalas territoriales, la moviliza- claración de su área fundacional como Patrimonio
ción en defensa de los territorios se despliega de de la Humanidad por la UNESCO, abordando la
manera diversificada, incluyendo espacios urba- influencia de inversiones turísticas e inmobiliarias
nos y colectivos liderados por mujeres y jóvenes. en los barrios patrimoniales frente a la resistencia
Sin embargo, persiste la violencia contra líderes de organizaciones barriales.
sociales y territoriales. En ambos segmentos, los A manera de cierre de esta sección, el octavo ca-
capítulos están organizados en función de una pítulo examina las condiciones para procesos so-
lógica territorial, abordando procesos rurales, de cio-territoriales emancipatorios en Argentina y
transición y urbanos. América Latina en general, destacando la impor-
En suma, se destaca la relevancia de las comuni- tancia de la producción local del espacio y la inter-
dades organizadas en la defensa de los territorios mediación política en la defensa territorial urbana.
y la disputa contra las agendas políticas dominan- En conjunto, esta sección ofrece una visión mul-
tes. A través de un enfoque territorial, centrado tifacética de las estrategias de defensa territorial
en procesos autogestionados, se desentrañan las y las acciones colectivas en América Latina, resal-
tensiones y dinámicas que moldean estas luchas, tando la importancia de la organización comu-
resaltando tanto las persistencias como las muta- nitaria, la participación ciudadana y la resistencia
ciones que caracterizan a estos procesos en cons- ante amenazas al patrimonio biocultural, los me-
tante evolución. gaproyectos y la explotación capitalista. Estos en-
La primera parte, enfocada en América Latina, se foques contribuyen al debate en torno a los mo-
compone de ocho capítulos que se describen a vimientos sociales y sus esfuerzos en la defensa
continuación. territorial, en línea con un cambio de conciencia

42 Crítica Urbana
hacia soluciones espaciales más pertinentes y una do la resistencia y autoorganización de la comuni-
superación de enfoques sectoriales y coloniales. dad en respuesta a las transformaciones urbanas.
La segunda parte del libro se concentra en Co- Para finalizar, el decimoséptimo examina el Movi-
lombia, con nueve capítulos adicionales, a saber: miento Estudiantil Colombiano y su defensa del
territorio educativo a través del ciberactivismo y
El noveno presenta un análisis de la producción el videoactivismo en redes sociales.
académica doctoral en Colombia entre los años
2000 y 2020, relacionada con las acciones co- Así las cosas, este libro busca fomentar la colabo-
lectivas y las movilizaciones sociales en defensa ración entre académicos y otros actores sociales,
del territorio. aportando al debate sobre la autogestión comu-
nitaria, los movimientos sociales y la defensa te-
Del capítulo décimo al decimocuarto se transita rritorial en América Latina. Cada capítulo aporta
desde territorios rurales hacia zonas de transición una perspectiva única a este complejo tema, des-
urbano-rural. En el décimo se comparan los com- tacando la importancia de la participación ciu-
plejos de páramo Chingaza y Cruz Verde-Suma- dadana, la memoria histórica y las estrategias de
paz desde los desafíos de la gobernanza ambien- resistencia en la construcción de territorios más
tal y territorial, con una perspectiva relacional. El justos y sostenibles en la región.
decimoprimero examina cómo los nuevos comi-
tés campesinos en Sucre y el Caribe colombiano
se relacionan con pasados organizativos del siglo
XX, y destaca las luchas por la tierra en la región Notas
del San Jorge, por medio de la experiencia organi-
1. Touraine, A. (2006). “Los movimientos sociales”. En
zativa en tres comunidades ribereñas. El decimo- Revista Colombiana de Sociología, n.º 27, pp. 255-278.
segundo presenta la experiencia de las mujeres
2. Vommaro, P. (2012). “Los procesos de subjetivación y la
del Agroparque Los Soches resaltando sus esfuer- construcción territorial: un acercamiento desde experiencias
zos en defensa y construcción del territorio en un de organizaciones sociales en Buenos Aires”. En Piedrahíta,
contexto de tensiones económicas, destacando C.; Díaz, A. y Vommaro, P. (comps.), Subjetividades políticas:
la feminización de la exclusión en el trabajo cam- desafíos y debates latinoamericanos. Bogotá: CLACSO,
pesino. El decimotercero analiza las prácticas de Universidad Distrital Francisco José de Caldas e IDEP.
defensa del territorio en Medellín en el marco de 3. Benzi, D. (2010). “¿En la hora de las definiciones? Una
procesos de planificación urbana, por medio del aproximación al Alba al atardecer del neoliberalismo”. En
caso de la Escuela Territorial de Barrios de Lade- Visioni LatinoAmericane, 4, 2010, pp. 18-41.
ra, considerando la participación ciudadana y los 4. Melucci, A. (2001). Vivencia y convivencia. Teoría social
movimientos sociales. El decimocuarto aborda la para una era de la información. Madrid: Trotta.
expansión urbana de Bogotá hacia zonas rurales 5. Walsh, C. (2007). “Interculturalidad y colonialidad del
en Usme, enfocándose en la relación entre el ha- poder: un pensamiento y posicionamiento ‘otro’ desde la
bitar en condiciones de dignidad y el extractivis- diferencia colonial”. En Castro-Gómez, S. y Grosfoguel, D.
mo urbano, para analizar la apropiación territorial (eds.). El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad
y la memoria de los pobladores campesinos. epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del
Hombre Editores.
Del capítulo decimoquinto al decimoséptimo se Walsh, C. (ed.). (2010). Pedagogías decoloniales. Prácticas
incluyen análisis localizados en zonas urbanas. El insurgentes de resistir, re existir y re vivir. Quito: edición
decimoquinto se ocupa del conflicto en torno a la independiente.
remodelación del parque principal de La Merced Useche, O. (2012) “Diferencia, subjetividades en resistencia
en Caldas, y cómo los actores utilizan el derecho y micropolítica del acontecimiento”. En Piedrahíta, C.; Díaz,
y la tecnología en la defensa del territorio. El deci- A. y Vommaro, P. (comps.), Subjetividades políticas: desafíos
mosexto realiza un análisis crítico de la ciudad de y debates latinoamericanos. Bogotá: CLACSO, Universidad
Popayán y su evolución socio-espacial, destacan- Distrital Francisco José de Caldas e IDEP.

NOTA SOBRE LOS AUTORES


Germán Andrés Cortés Millán: Psicólogo, Especialista en evaluación Educativa, Magister en Planeación Socioeconómica y Doctor en Estudios
Sociales. Profesor titular de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Colombia). Investigador en temas de organización social, acciones
colectivas y procesos territoriales. Miembro fundador del nodo de Psicología Política de ASCOFAPSI.
Leonardo Garavito-González: Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales, Magister en Estudios de Población, y Ph. D. en Estudios
Urbanos y Ambientales. Docente e investigador de la Universidad Externado de Colombia, miembro del grupo de investigación “Procesos
sociales, territorios y medio ambiente”.

Número 29. Septiembre 2023 43


Crítica Urbana es un proyecto colaborativo.
Revista de suscripción gratuita.

ISSN 2605-3276
DIRECCIÓN: Maricarmen Tapia Gómez. ASESORES: Raquel Águila, Santiago de Chile; Eveline
B. Algebaile, Rio de Janeiro; Fransualdo Azevedo, Natal;
EQUIPO EDITORIAL: Jerónimo Bouza, Nadja Monnet; Jonatan Baldiviezo, Buenos Aires; Cristina Botana, A Coruña;
Maricarmen Tapia; Aníbal Venegas. Horacio Capel, Barcelona; Marcos Bernardino de Carvalho,
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Oyón, Barcelona; Alfredo Rodríguez, Santiago de Chile; João
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Seixas, Lisboa; José Luis Sepúlveda, Temuco; Clecio A. da
CORRECCIÓN: Gladys Gómez Elgueta. Silva, Florianópolis; Ana Sugranyes, Santiago de Chile.

COLABORAN:

Crítica Urbana. Núm. 29. Septiembre 2023. Editores: Maricarmen Tapia y Jerónimo Bouza. Avda. do Seixo, 170. 15626. A Coruña.

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