Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Negocio Juridico Lectura Dasxcas
Negocio Juridico Lectura Dasxcas
Lo normal, lo usual, Ia regla general casi sin excepción, es que desde la celebración de un
negocio jurídico se produzcan todos los efectos consecuencia de ello. Sin embargo, en otros
negocios, considerando los términos de su otorgamiento, todos o algunos de sus efectos
quedan pendientes de nacer para hacerlo más adelante, o bien, su exigibilidad se mantiene en
suspenso por algún tiempo. Puede ser también, por el contrario, que dichos efectos nazcan y
se manifiesten plenamente desde el otorgamiento del negocio, pero que por la naturaleza de
éste tengan una temporalidad fijada para que cuando llegue a su término, dichos efectos se
extingan y no sólo, sino que se destruyan retroactivamente. Además, con independencia a la
suerte señalada para los efectos de un negocio, nada impide que quien favoreciere
gratuitamente a otro mediante el otorgamiento de una figura negocial, impusiere a éste una
obligación convencional por la liberalidad con la que fue favorecido. Las ideas contenidas en
los párrafos anteriores son la presentación de las modalidades de los negocios jurídicos; el
término o plazo, la condición y el modo.
II La condición
El concepto legal de condición está señalado por el artículo 1938 de nuestro Código Civil,
según el cual, “la obligación es condicional cuando su existencia o su resolución dependen de
un acontecimiento futuro e incierto”. La presencia de una condición en el contenido de un
negocio jurídico tiene, lugar cuando al celebrarse éste, su autor o las partes intervinientes
señalan un acontecimiento futuro en concreto y en principio claramente identificado y
definido, a cuya realización, que puede o no tener lugar, someten el nacimiento o la resolución
de los efectos objeto de dicho negocio, de tal manera que si lo condicionado a la realización de
ese acontecimiento fue el nacimiento de los efectos, éstos nacerán hasta que el
acontecimiento se realice, en tanto que si lo sujeto a esa realización es la resolución de los
efectos correspondientes, éstos nacieron sin traba alguna y perdurarán hasta que la condición
se realice; llegada dicha realización, los efectos indicados se extinguirán y quedarán destruidos
retroactivamente en principio, como si no hubieran existido. Por el contrario, si en uno y en
otro casos de los señalados, el acontecimiento en el que la condición consiste no llega a
realizarse, la situación queda como fue desde la celebración del negocio, es decir, en el primer
supuesto los efectos nunca nacerán y en el segundo no se resolverán.
Por contra, si la realización del acontecimiento resuelve los efectos, precisamente esa
resolución implica no sólo la extinción de aquellos sino su destrucción retrospectiva, como si
no hubiere habido el acto mismo. En ese sentido, el artículo 1941 del código establece que
“cumplida la condición se retrotrae al tiempo en que la obligación fue formada, a menos que
los efectos de la obligación o su resolución, por la voluntad de las partes o por la naturaleza del
acto, deban ser referidas a fecha diferente”.
Especies de condición: En todo caso, la condición será suspensiva o resolutoria, sin admitir ello
excepción. Supuesta dicha dualidad de posibilidades, a su vez una y otra pueden ser de
cualquiera de las especies que agrupadas sistemáticamente se indican a continuación:
III El termino
Termino suspensivo y termino extintivo: Del concepto vertido con anterioridad respecto del
término se desprenden dos clases de éste: el suspensivo y el extintivo. Podemos considerar al
primero como el acontecimiento futuro de cuya realización, siempre cierta, pues tendrá lugar
indefectiblemente, depende la exigibilidad de los efectos del negocio. El término extintivo en
tanto, es el acontecimiento futuro de cuya realización, siempre cierta, depende la extinción de
dichos efectos. En esas condiciones, cuando del término suspensivo se trata, la exigibilidad de
las obligaciones generadas por el negocio se mantiene en suspenso hasta en tanto no llegue el
día en que serán exigibles. El término extintivo en cambio, hace que dichos efectos se
extingan. De ahí la respectiva calificación que se da a uno y otro de estos términos.
Operatividad: El plazo se entiende siempre señalado a favor del deudor, salvo lo pactado o
circunstancial en contrario. Así lo establece el artículo 1958 del Código Civil. “El plazo -señala
dicho precepto- se presume establecido en favor del deudor, a menos que resulte, de la
estipulación o de las circunstancias, que ha sido establecido en favor del acreedor o de las dos
partes.”
Término incierto: Hay ocasiones en las cuales, como modalidad de un negocio jurídico se
establece un acontecimiento futuro de realización cierta, pues indefectiblemente llegará, pero
con el desconocimiento e inseguridad de cuándo habrá de llegar. Tal es el caso del llamado
término incierto. Un ejemplo de esta modalidad, es el fallecimiento de una persona, de
realización indefectible, pero que se ignora cuando ello tendrá lugar.
IV El modo
El modo, también llamado carga, puede definirse precisamente como la carga que el autor de
una liberalidad impone al beneficiario de ésta. “La definición más generalizada del modo -
señala ORTIZ URQUIDI- es la que afirma que es una carga accesoria impuesta por el autor de
una liberalidad al agraciado con ésta.” “Podemos definir el modo -afirma por su parte FLORES
BARROETA- como la carga impuesta al beneficiario en un acto de liberalidad, por el autor, a
efecto de realizar una prestación, que puede ser en favor del propio autor o de tercero. Por
ejemplo, en una donación, el donante impone al donatario la carga de erigir una estatua en
honor del mismo donante; o la carga de dar determinada cantidad de dinero a un tercero.”
Características: “El análisis de la anterior definición -agrega ORTIZ URQUIDI- nos conduce a
establecer que el modo tiene las siguientes características:” “I. Consiste en una carga;” “II. Es
una carga accesoria;” “III. Es una carga impuesta en negocios jurídicos que entrarían una
liberalidad;” “IV. La carga es impuesta por el autor de la liberalidad;” “V. La carga se impone al
agraciado con la liberalidad.” “Se entiende por carga en Derecho -primera de dichas
características- una subespecie de obligación, que se distingue de la obligación propiamente
dicha porque en tanto que frente a ésta hay siempre un derecho correlativo (mi obligación de
pagarte: tu derecho de cobrarme) en la carga hay sólo la obligación, pero no el derecho. El más
claro ejemplo de la carga nos lo proporciona el Derecho Procesal: la carga de la prueba de sus
respectivas pretensiones corre a cargo de cada parte. Esto quiere decir que el actor es
obligado a demostrar los hechos constitutivos de su acción y el demandado los de sus
excepciones y defensas. Pero si tienen tal obligación o carga, nadie tiene derecho a exigirles
que la cumplan. En cuanto a la segunda característica, debemos aclarar que cuando mediante
ella se afirma que el modo es una carga u obligación accesoria, lo que se quiere decir es que tal
carga nada tiene que ver con la naturaleza propia del negocio con el que se le relaciona, pues
es por completo extraña a dicha naturaleza Con relación a la tercera característica diremos que
la opinión generalizada, casi unánime, de la doctrina al respecto, es en el sentido de que el
modo sólo puede darse en los negocios jurídicos que impliquen o entrañen una liberalidad: la
donación, por acto entre vivos, y el legado en actos por causa de muerte. O - repitiendo las
palabras finales de la anterior transcripción de GIORGI- en negocios que ‘contienen mezcla de
liberalidad’. Por ejemplo: la compraventa de una casa en cien mil pesos cuando su justo precio
es de un millón, pero imponiéndosele al comprador la carga de mantener abierto sus jardines
al público durante determinadas horas del día. La liberalidad consistiría aquí, obviamente, en
los novecientos mil pesos de la diferencia entre el precio real y verdadero (el millón de pesos)
y el efectivamente pagado: cien mil pesos.” Con respecto a la cuarta característica debemos
decir que el modo jamás puede tener otra fuente que no sea la voluntad.” “La ley, por
ejemplo, nunca puede fijarlo, como ya vimos que sí puede hacerlo con el término o plazo.
Verbigracia, los términos que la ley fija para la prescripción, y que en el caso del modo jamás
puede suceder, ya que éste nace siempre de una manifestación de voluntad particular, la del
autor de la liberalidad, aunque su vida, la vida del modo -claro- queda ligada a la aceptación de
la liberalidad por parte del destinatario de ésta. Pues es obvio que, si la donación o el legado a
los que se liga la carga no son aceptados, los mismos quedan sin efecto y 312 con ellos queda
también sin efecto la carga, que así las cosas no cobran existencia jurídica, no vive para el
Derecho, ya que no hay que olvidar que a este no le interesa nada que no produzca efectos
dentro de su campo, el campo jurídico.” “Finalmente, en cuanto a la quinta y última de las
características en cuestión, no hay sino repetir las palabras del propio SALVAT -p. 616 antes
citada en el sentido de que el ‘modo...tiende siempre a limitar o aminorar un derecho y, por
consiguiente, no se concibe sino como una imposición al adquirente de él’ en razón y por
virtud de haber sido agraciado con la liberalidad.”
Sus diferencias con la condición: “Por naturaleza -enseña BORJA SORIANO siguiendo a
HEMARD- el modo difiere de la condición en que no depende de un acontecimiento futuro e
incierto. No suspende el derecho del donatario o vendedor, como la condición suspensiva; no
hace incierto el nacimiento de este derecho: el acto produce inmediatamente efecto; el modo
obliga a la ejecución impuesta. La inejecución del modo no opera de pleno derecho la
resolución del acto, como la condición suspensiva: es solamente una causa de revocación, que
debe ser invocada y, en caso de incumplimiento del modo, su ejecución íntegra puede ser
demandada y no necesariamente la revocación. Por sus efectos, el modo se parece a la
condición resolutoria. Cuando la carga no es ejecutada, la revocación del acto puede ser
demandada y tiene por efecto hacer desaparecer retroactivamente el acto jurídico, borrarlo
aun en el pasado.
Algunas manifestaciones legislativas: El Código Civil no contiene regulación expresa del modo,
sin embargo, de su texto se pueden obtener varias manifestaciones del mismo. El Derecho
Sucesorio, por ejemplo, acoge diversos casos de modos impuestos por el testador; entre ellos,
podemos citar los siguientes: Designado alguien como tutor, curador o albacea en testamento,
además de haber sido instituido heredero o legatario, el hecho de renunciar sin justa a causa al
desempeño de cualquiera de esos cargos, lo hará caer en incapacidad de heredar. El testador
también puede imponer a alguno de sus beneficiarios, la carga de proporcionar alimentos a los
acreedores alimentistas que aquél tenga a su fallecimiento, en la medida que a él correspondía
prestarlos. En efecto, según el artículo 1336 del Código Civil, la pensión alimenticia es carga de
la masa hereditaria, excepto cuando el testador haya gravado con ella a 313 alguno o algunos
de los partícipes en la sucesión. En general, cabe también citar lo dispuesto por los artículos
1284 y 1285 de nuestro ordenamiento civil, dirigidos respectivamente a la situación modal del
heredero y del legatario.