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Este texto es una oración dirigida a un corderito manso que pide protección contra enemigos a través de la fuerza de Jesucristo, comparando al cordero con Jesús que venció a la muerte. La oración pide que los enemigos sean derrotados y traídos rendidos a sus pies a través del poder de la sangre de Cristo.
Este texto es una oración dirigida a un corderito manso que pide protección contra enemigos a través de la fuerza de Jesucristo, comparando al cordero con Jesús que venció a la muerte. La oración pide que los enemigos sean derrotados y traídos rendidos a sus pies a través del poder de la sangre de Cristo.
Este texto es una oración dirigida a un corderito manso que pide protección contra enemigos a través de la fuerza de Jesucristo, comparando al cordero con Jesús que venció a la muerte. La oración pide que los enemigos sean derrotados y traídos rendidos a sus pies a través del poder de la sangre de Cristo.
a mis enemigos que contra de mi estén que mi corazón encarne en el de él, como encarnó Jesucristo, mando y a san Lázaro venció, como no he de vencer yo a este enemigo traidor, con dos te miro con tres te agarro con la sangre de Jesucristo el corazón le parto, a mi enemigo veo venir con ojos vendados y los brazos inutilizados, sangre de Jesucristo me pide y yo no se la he de dar, yo te pido gran señor que me lo traigas, que me lo has de traer, rendido a mis pies, vencido y desanimado; tienes fuerza para vencerlo, si algo del Diablo intentan contra mí, no sé lo permitirás; si a la justicia fuere, no ganará, si a defensores pusiere todos se negarán. Jesucristo, como el cordero de Jesucristo estarás ante mí, al mirar mi presencia todos se desmayarán. Amén.