Economía, Fomento y Turismo es la encargada de llevar a cabo la fiscalización, control y fomento de las entidades cooperativas, basando su funcionamiento en las disposiciones que establece la Ley General de Cooperativas vigente (publicada el 6 de enero de 2016).
Sin embargo, existen distintas normativas
anexas que permiten definir los cursos de acción ante materias específicas. Principal marco regulatorio que rige a las cooperativas en Chile, su última modificación se realizó el 6 de enero del año 2016, dada la necesidad de modernizar a su predecesora del año 2003.
La LGC norma los aspectos generales del funcionamiento
administrativo de las cooperativas, entregando una definición general del modelo empresarial, así como también definiciones operativas sobre los rubros que ella misma define. Se establecen los regímenes de gobernanza administrativa y también las obligaciones de los órganos colegiados. Finalmente, entrega facultades de fiscalización y supervisión (según sea el caso), al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo a través de su Departamento de Cooperativas, perteneciente a la División de Asociatividad.
Decreto Supremo N° 139, modifica el
Reglamento de la Ley de Cooperativas (28-11- 2020).
El Reglamento de la Ley General de Cooperativas es un cuerpo
normativo que tiene un rango inferior al de la LGC, de todas maneras, sus disposiciones -en su mayoría- son obligatorias para todas las cooperativas a nivel nacional. Esto sin perjuicio del carácter supletorio de las normas contenidas en su Título Segundo. La RAE 1321 es un cuerpo regulatorio de rango inferior a las normativas anteriormente mencionadas. Con calidad de resolución, norma principalmente las materias contables de las cooperativas entregando especificaciones técnicas al respecto, junto con otros temas de relevancia para las instituciones y el fiscalizador, tales como la liquidación de las cooperativas o los modelos de supervisión aplicables.
Los estatutos son normativas internas de cada cooperativa, esto
quiere decir que cada cooperativa se rige por normas únicas y propias, las que en todo caso no pueden contravenir las disposiciones legales y reglamentarias. Los estatutos, normarán el día a día de la cooperativa y acompañarán a la misma desde su constitución, pudiendo modificarse a lo largo de la vida societaria según sea necesario para su desarrollo.