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Tipos de contratos civiles según lo establecido

en el código civil
Publicado 08:07h en Abogados en Bilbao por ISD Abogados
Uno de los actos jurídicos más comunes es el contrato civil. ¿Quién no ha hecho
un contrato para alquilar su casa o plaza de garaje? Probablemente quien lo haya
hecho se haya encontrado ante la problemática de no saber exactamente qué
poner o de no atender a la letra pequeña o los detalles. Por eso hoy os vamos a
desglosar los tipos de contratos civiles que existen como primer punto de
partida.
Lo primero de todo deberíamos aclarar qué es un contrato. Un contrato es el acto
jurídico por el cual una parte se compromete con la otra a cumplir una obligación.
Según lo establecido en el código civil existe una tipología que diferencia a estos
actos jurídicos. Dicha tipología es extensa y compleja como veremos a
continuación.
Para definir dicha tipología se tienen en cuenta el consentimiento de los
contratantes, el objeto que es materia del contrato y la causa de la obligación que
se establezca.

Tipos de contratos civiles según lo establecido


en el código civil
Contrato unilateral. Aquel en el que quien se obliga es una parte, mientras que la
otra no tiene obligación alguna. Por ejemplo el contrato de préstamo.
Contrato bilateral. En este tipo de contrato ambas partes se obligan. Por ejemplo,
en un contrato de compraventa, uno se obliga a entregar algo y el otro a pagarlo.
Contrato gratuito. Sólo se beneficia una de las partes. Por ejemplo, el contrato
de donación.
Contrato oneroso. Ambas partes obtienen un beneficio; tienen obligaciones y
ventajas económicas recíprocas.
Contrato principal. Un contrato es principal cuando no necesita de otro para
existir, como el contrato de arrendamiento.
Contrato accesorio. También llamados de garantía. En este caso si necesita de
otro para existir. Como por ejemplo aquel que requiere el pago de una fianza.
Contrato real. Contrato en el que, además del consentimiento de las partes, es
necesario la entrega de alguna cosa para perfeccionarlos. Como en los casos de
préstamo o depósito.
Contrato solemne. Cuando requiere que se cumplan ciertas formalidades
establecidas por la ley. Como por ejemplo el contrato de hipoteca.
Contrato consensual. Aquellos contratos que perfeccionan con el simple
consentimiento, como por ejemplo el contrato de trabajo por el cual puede
reconocerse una relación laboral sin necesidad de que haya un contrato. En el
caso de los contratos de trabajo, lo mejor es recurrir a abogados laboralistas.
Contrato conmutativo. Aquellos casos en los que una de las partes se obliga a
hacer algo equivalente a lo que la otra parte va a hacer.
Contrato aleatorio. En casos inciertos cuando depende el azar.
Hay que tener en cuenta que dentro de alguna de estas tipologías existe una sub-
tipología dentro de la cual podrían encontrarse otro tipo de contratos como de
arrendamiento de vivienda, garaje, vehículo, contrato de compraventa, de
permuta, cesión de licencia, de capitulaciones prematrimoniales

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