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Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Enfermería y Nutriología

Resumen de articulo y ejercicio práctico

Nombre y matrícula:
Luisa Sofía Martínez Amador 341977
Carrera:
Licenciatura en Nutrología
Grupo:
4LN3
Materia:
Nutrición y alimentación en ciclos de vida humana
Docente:
Andrea Mata Ramos
Fecha de entrega:
13 de marzo del 2022
Resumen del artículo “Clasificación y evaluación de la
desnutrición en el paciente pediátrico”
La desnutrición es la condición patológica inespecífica, sistemática y reversible en
potencia resultada del uso deficiente de nutrientes con manifestaciones clínicas. El
índice Global del Hambre publicado por la ONU en 2010, sigue la hambruna mundial
asociando la desnutrición a la ingesta pobre de nutrimentos.
Fisiopatología

La nutrición y crecimiento están estrechamente relacionados por el cambio y


adecuación de la masa, composición y función corporal. A menor síntesis que
destrucción la masa corporal disminuye, por lo que mantener esto mucho tiempo es
incompatible con la vida. El cronograma de desnutrición inicia con la depleción de
reservas nutricias, luego alteraciones bioquímicas, funcionales y anatómicas.
En una deficiencia el glucógeno hepático dará energía las primeras horas; luego la
gluconeogénesis liberando lactato y cuerpos cetónicos; seguirán reservas proteicas
de alanina y otros aminoácidos del músculo estriado, disminuyendo masa muscular
y aumentando urea, dando falla orgánica manifestando perdida inicial de peso,
relación superior e inferior, estancamiento de talla, perímetro torácico, cefálico,
pérdida de lenguaje, motricidad y funcionalidad cardiaca y neurológica.
Identificación

La identificación clínica de desnutrición pediátrica se da por la observación de talla


y/o peso bajo de inicio y con falla orgánica en casos extremos, buscando la
estabilización y posterior clasificación con su tratamiento gradual.
Signos
Universales como dilución bioquímica, hipofunción e hipertrofia; circunstanciales de
la exploración como alteraciones dermatológicas y mucosas, edema, temblores,
rigidez muscular y deficiencias vitamínicas; y agregados por afecciones agravadas
preexistentes como deficiencia vitamínica por síndrome de intestino corto.
Abordaje

Se recomienda el abordaje Antropométrica, Bioquímica, Clínica y Dietética (ABCD):

• Antropométrica: las mediciones evalúan crecimiento y distribución corporal para


determinar tratamientos por la comparación periódica de percentiles de peso,
talla, circunferencia cefálica, braquial media, pliegues cutáneos tricipital y de
cadera, segmento superior e inferior.
• Bioquímica: la evaluación sérica de vitaminas y depósitos proteicos resulta útil
en el seguimiento de la afección, solicitando exámenes de las proteínas agudas
(ferritina, fibrinógeno, antitripsina, etc.) y crónicas o de seguimiento (albúmina,
prealbúmina, transferrina y globulina de la tiroxina).
• Clínica: En la clínica se debe realizar la clasificación de la desnutrición por:
o Etiología: primaria por ingesta calórica insuficiente, secundaria por baja
utilización de comida e interrupción del proceso digestivo/absortivo y mixta o
terciaria por presencia de ambas.
o Clínica: puede ser desnutrición energético-proteica (Kwashiorkor) con
evolución aguda presentando apariencia edematosa, musculo disminuido,
esteatosis hepática, hepatomegalia, dermatosis, comportamiento asténico,
alteraciones hidroeléctricas, hipoalbuminemia, hipoproteinemia, etc;
desnutrición energético-calórica (Marasmática) con evolución crónica
presentando adaptación a depravación nutrimental, cortisol alto, insulina baja,
síntesis proteica “eficiente” por reservas musculares, piel seca y plegadiza,
irritación, llanto persistente, retraso en el desarrollo, infecciones respiratorias
y gastrointestinales, deficiencia vitamínica, etc; y desnutrición mixta
(Kwashiorkor-marasmática) crónico agudizada con evolución patológica de la
desnutrición energético-calórica a una desnutrición energético-proteica.
o Grado y tiempo: el más difícil de determinar por diversidad de mediciones. En
México, la clasificación del Dr. Federico Gómez como NOM consta en los
grados 0-10% normal, 10-24% leve, 25-40% moderada y +41% severa
mediante la evaluación del peso para la edad con la siguiente fórmula:
𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (% ) = 𝑥 100
𝑒𝑑𝑎𝑑 𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑑𝑎𝑑
Es sencilla de ejecutar, pero no da una evaluación longitudinal del tratamiento
y no específica la armonía del peso o si es agudo o crónico. En cambio, la
clasificación de Waterlow da cronología e intensidad con el percentil 50 como
referencia de la evaluación peso estatura y estatura edad por las fórmulas:
𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟í𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑇 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100
𝑒𝑑𝑎𝑑 𝐸 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟í𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑑𝑎𝑑
Al obtener los porcentajes se ubican en el siguiente gráfico, viendo los
𝑃 𝑇
resultados normal; desnutrición aguda con 𝐼 𝐸 bajo y 𝐼 𝐸 normal; desnutrición
𝑃 𝑇
crónica recuperada o en homeorreosis con 𝐼 𝐸 normal y 𝐼 𝐸
𝑃
alterado; o desnutrición crónica agudizada con 𝐼 𝐸 bajo y
𝑇
𝐼 𝐸 alterado. Además, la intensidad se clasifica en grado I
<90%, grado II 80-89% y grado III <79%.
• Dietética: la adecuada clasificación iniciará el
tratamiento, no para llevarlo al peso correspondiente a la
edad, sino al peso correspondiente a la talla actual. Así el
organismo se recuperara sin complicaciones y la talla se
recuperará posteriormente.
Selección de curvas para la evaluación nutricional

Las curvas adecuadas para calcular índices son la mejor herramienta de la


evaluación antropométrica, recomendando los gráficos de la OMS para menores de
5 años y de la CDC entre los 6-20 años. Las gráficas más utilizadas son:

• Curvas de crecimiento de Ramos Galván, 1975: documentan percentiles de 0-


18 años en niños mexicanos de peso, talla, segmento superior, perímetro
cefálico, circunferencia braquial y pierna, no representando a la población.
• Instituto de Investigación Fels en Yellow Springs, Ohio, 1977: curvas de peso,
talla, perímetro cefálico y otros pliegues, no representativas.
• Curvas del Centro Nacional de Estadística para la Salud (NCHS), 1977:
antropometría de 20,000 niños de EUA aceptadas un tiempo por la ONU, sin
embargo no representaban todos los sectores, modificándolas así en 1985.
• Curvas del Euro Crecimiento 2000: datos de crecimiento en 1,746 niños <5 años
en 22 sitios de 11 países. Predice del crecimiento por la desviación estándar.
• Curvas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
2000: hechas por datos de encuestas nacionales de 1976-1994 con la inclusión
de distintos sectores sociales, resultando en gráficos desde los 2-20 años.
• Curvas de la OMS 2005: mejores representaciones de crecimiento pediátrico
con datos de todas las regiones de distintos países, donde los menores fueron
alimentados exclusivamente con seno hasta los 5 años.
Ejercicio práctico
Niña de 5 años de edad pesa 5 Kg y mide 100 cm (1 metro).
Se utilizan las Curvas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades
(CDC) del año 2000:
Clasificación del Dr. Federico Gómez de la evaluación del peso para la edad:

𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙


𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (% ) = 𝑥 100
𝑒𝑑𝑎𝑑 𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑑𝑎𝑑

𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃𝐸 5 𝑘𝑔
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑑𝑎𝑑 (% )= 𝑥 100 = 27.77%
𝐸 18 𝑘𝑔

100 - 27.77 = 72.22% = Desnutrición severa (> 41%)

Clasificación de Waterlow de la evaluación peso estatura y estatura edad:

𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙


𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝐸 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟í𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑃 5 𝑘𝑔
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100 = 32.46%
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝐸 15.4 𝑘𝑔
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑇 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100
𝑒𝑑𝑎𝑑 𝐸 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟í𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑑𝑎𝑑
𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑇 100 𝑐𝑚
𝑃𝑜𝑟𝑐𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 (𝐼 ) = 𝑥 100 = 92.59%
𝑒𝑑𝑎𝑑 𝐸 108 𝑐𝑚
Resultado = Desnutrición agudizada de grado 3 (***peso nos da grado y talla tipo)

Referencias
Reitan, R. M., & Davison, L. A. (2012). Clasificación y evaluación de la desnutrición
en el paciente pediátrico. Márquez González, Horacio García Sámano, Verónica
Marlene Caltenco Serrano, María de Lourdes García Villegas, Elsy Aideé Márquez
Flores, Horacio Villa Romero, Antonio Rafael, 7(2), 59–69.
https://doi.org/10.1016/0028-3932(76)90038-5

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