Está en la página 1de 4

RESEÑA CRÍTICA AL TEXTO “ÉTICA EN LAS PROFESIONES:

TENDENCIAS Y DESAFÍOS” ACOSTA V. WILSON y NEIRA, FABIO.


(2010) PP 11- 25:
Contextos contemporáneos para la enseñanza y aprendizaje de la ética en las
profesiones
Jorge Esteban Espitia Riaño
Estudiante décimo semestre de Arquitectura
Universidad de La Salle (Bogotá, Colombia)

“Ética en las profesiones: Tendencias y desafíos” es un libro que aborda de manera exhaustiva el
tema de la ética en el ámbito profesional. Escrito por los autores Fabio Orlando Neira Sánchez y
Wilson Acosta Valdeleón, el libro analiza las tendencias actuales y los desafíos éticos a los que se
enfrentan las diferentes profesiones en el mundo contemporáneo. Específicamente en lo relativo a
esta reseña, se tomará como objeto de análisis y crítica lo expresado por los autores en lo referente a
los “Contextos contemporáneos para la enseñanza y el aprendizaje de la ética en las profesiones”
que, en un resumen corto expresa los cambios sufridos por la ética en el campo profesional a través
de las etapas históricas más importantes de la humanidad, y como su enseñanza y aprendizaje se
vieron influenciados por estos cambios. A continuación desgloso el total de la reseña.

En primer lugar, el autor destaca que la ética profesional implica transferir el conocimiento ético al
ámbito laboral y social para guiar el comportamiento del profesional. Se menciona acertadamente
que la reflexión ética debe tener en cuenta las condiciones específicas de tiempo y lugar en las que
se desarrolla, lo cual es un punto relevante. No obstante, el autor critica que en las aulas
universitarias se suele enfocar más en la teoría filosófica como base para la reflexión ética, sin
prestar suficiente atención a los contextos económicos, políticos y sociales en los que se
desenvuelve la vida profesional actual. Esta crítica es válida, ya que es importante considerar los
factores externos que influyen en las decisiones éticas en el mundo laboral.

El texto continúa señalando que las últimas décadas han experimentado cambios significativos en
todos los aspectos de la vida social, lo cual ha llevado a la transición hacia una nueva forma de
sociedad. Además, se afirma que estos cambios han sido rápidos y desconcertantes, y que los
sistemas sociales están reaccionando a las demandas emergentes. Algo afirmativo teniendo en
cuenta los procesos de globalización que se están llevando a cabo en todo el mundo y su incidencia
en campos relacionados, no solo a las profesiones sino a un contexto general de la raza humana.

"De la sociedad industrial a la sociedad de la información y el conocimiento" en este apartado se


aborda la transición del capitalismo desde la producción industrial hacia la circulación de la
información y la generación de conocimiento. El texto resalta que el cambio profundo en las
estructuras sociales y productivas del mundo desarrollado tuvo lugar en los años setenta, aunque no
se puede determinar un momento preciso de inicio. El autor señala que estos cambios están
marcados por la externalización de las actividades económicas y la aparición del trabajo inmaterial.
Se destaca la expansión de Internet, el desarrollo de la telefonía celular y el uso masivo de las
tecnologías de la información y la comunicación en los años ochenta como elementos clave en la
transición hacia la sociedad de la información.

La sociedad de la información busca conectar a todos los habitantes del planeta en una red global
para construir una inteligencia colectiva. Sin embargo, se plantea que esto requiere la formación de
un nuevo sujeto de la información, capaz de comprender el papel de la información en el mundo
actual y de realizar búsquedas complejas, seleccionar, organizar y transformar lo recolectado. De esta
manera se aborda la transición de una sociedad de la información a una sociedad del conocimiento,
reconociendo que la verdadera riqueza no proviene simplemente de la información, sino del
conocimiento que se genera a partir de esta. A pesar de todo, aunque presenta la necesidad de que
las organizaciones sean capaces de producir y transferir conocimiento, no se profundiza en cómo
lograr esta transformación de manera efectiva, adicionalmente la mención de la inversión en sectores
como la biotecnología es relevante para ilustrar el potencial del conocimiento, pero carece de una
discusión más amplia sobre las implicaciones éticas y sociales de estas innovaciones.

De igual forma se destaca la emergencia de un individuo constantemente conectado a las redes de


información, resaltando la importancia de habilidades como la investigación, la creatividad y la
innovación en esta nueva dinámica. No obstante, el término "hombre cognitivo" introduce una noción
que podría parecer algo reductora y centrada en el individuo, pasando por alto la naturaleza colectiva
e interdependiente del conocimiento en la sociedad actual.

"Del mundo de los Estados nacionales a la aldea global" aborda la transformación hacia una nueva
sociedad caracterizada por la globalización. Se destaca que la globalización es un fenómeno reciente
posibilitado por los avances en la conectividad y la aparición de organismos supranacionales
después de la Segunda Guerra Mundial.

La globalización ha tenido un impacto en diversos aspectos de la vida social y personal de los


individuos. Además de los cambios económicos, como el aumento de las transacciones y la
distribución internacional del trabajo, también ha generado nuevas construcciones culturales y
subjetivas. Se menciona que ha surgido un ciudadano mundial que puede interactuar emocional y
comunicativamente con personas de diferentes culturas, lo que ha llevado a una identidad híbrida y
flexible.

En ese orden de ideas se aborda el impacto de la globalización en la sociedad contemporánea,


enfatizando la importancia de adquirir habilidades de comprensión cultural y dominio de idiomas en
este entorno interconectado. Se reconoce también la existencia de un nuevo tipo de trabajador que se
adapta a estas demandas globales y es capaz de comunicarse eficazmente en contextos diversos. Si
bien, mientras el texto presenta una perspectiva positiva sobre este tipo de trabajador inmaterial, se
queda corto en profundizar en los desafíos psicológicos y emocionales que podrían enfrentar al
adentrarse en una movilidad constante y la presión de resultados precisos.

Así mismo, se aborda las críticas hacia la globalización debido a sus desigualdades inherentes y su
limitado alcance de beneficios. Aunque señala la importancia de una postura crítica y de involucrar al
ciudadano global en la solución de problemas, no ofrece detalles sobre cómo se podría lograr esta
transformación significativa en la práctica. Más aún, mientras se menciona la necesidad de una
formación centrada en el pensamiento global en lugar de la formación nacional, falta una discusión
más profunda sobre cómo los sistemas educativos deben re-configurarse para abordar esta nueva
realidad y fomentar una perspectiva global sin sacrificar la identidad cultural y nacional.
"Del fordismo al posfordismo" expone los cambios en los métodos de producción y su impacto en la
sociedad y en la educación. Se menciona que a partir de la década de 1980, se implementaron
nuevas innovaciones en los sistemas de producción, como el Kaizen y la teoría de la calidad total, los
cuales reconfiguraron tanto las fábricas como la sociedad en general.

Estos cambios en la producción, como el enfoque en la mejora continua, la producción basada en la


demanda y la descentralización de la producción, han generado nuevas formas de organización y han
llevado a la aparición de demandas formativas diferentes. Se destaca que el paradigma posfordista
depende de la demanda del mercado y, por lo tanto, la producción se concibe como efímera o
duradera en función de las exigencias del mercado. En este nuevo contexto, se requiere que el
individuo tenga la capacidad de construir una idea provisional del mundo social, incluido el trabajo
que realiza. Se menciona que el individuo ya no tiene cimientos firmes sobre los cuales construir su
proyecto de vida, lo que genera un vacío de sentido. Esto se suple con la búsqueda de aventura y el
sentido del riesgo para encontrar significado en la vida.

Se aborda entonces la dinámica actual del entorno laboral, donde la adaptabilidad y el aprendizaje
constante son esenciales. Se enfatiza que el individuo debe estar dispuesto a desaprender
conocimientos previos para acomodarse a nuevas situaciones laborales, lo que resalta la importancia
del desaprendizaje en conjunto con el aprendizaje tradicional. La noción de un "sujeto del aprender a
aprender" se presenta como alguien capaz de auto-aprender y adquirir nuevas herramientas
cognitivas para cada proyecto. Se subraya también cómo el capitalismo ha evolucionado, cambiando
sus valores y prioridades en el ámbito laboral. La seguridad y la estabilidad en un trabajo se han
vuelto menos relevantes, mientras que la emoción y los desafíos de buscar nuevos empleos han
ganado importancia. La lealtad a largo plazo a una empresa ha dado paso a la búsqueda de
oportunidades más desafiantes y mejor remuneradas. Además, se menciona que ahora es la empresa
la que se esfuerza por retener al trabajador en lugar de lo contrario.

Aunque se destaca con acierto la necesidad de la adaptación constante y la importancia del


desaprendizaje, podría profundizar en cómo este enfoque podría impactar negativamente la
construcción de conocimiento a largo plazo. Al centrarse en la necesidad de aprender y desaprender
rápidamente, podría omitir la profundidad de comprensión que se adquiere con una educación más
tradicional. Incluso, mientras se señala el cambio en los valores del capitalismo, no se discuten los
posibles efectos negativos de esta búsqueda constante de nuevos desafíos en términos de seguridad
financiera y bienestar emocional para los trabajadores.

"De la modernidad a la posmodernidad" habla sobre la transición de la forma de pensar moderna a la


posmoderna y cómo esto ha afectado a la sociedad en general y al mundo profesional en particular.
En la modernidad, se construyó un sustrato cultural basado en grandes metarrelatos, como la ciencia,
la sociedad liberal y las religiones, que otorgaban sentido y dirección a los proyectos de vida de los
individuos. No obstante, en las últimas décadas, diversos acontecimientos han generado una crisis
en estos metarrelatos. Descubrimientos científicos como la física cuántica y eventos históricos como
el Holocausto y la caída del muro de Berlín han puesto en duda la validez de la ciencia, el capitalismo
y las religiones como guías absolutas. Ante esta crisis, han surgido voces que proclaman la muerte
de estos metarrelatos y la imposibilidad de un mundo con sentido universal. Estos pensadores
posmodernos argumentan que en lugar de metarrelatos, lo que existe son múltiples relatos y
perspectivas que coexisten en un sujeto posmoderno. Este sujeto posmoderno construye su
identidad y discursos a partir de fragmentos de diferentes relatos, sin preocuparse por la coherencia
entre ellos.
Es entonces donde nos damos cuenta que la falta de coherencia y metarrelatos en el ámbito
profesional ha conducido a transformaciones notables en las relaciones humanas y en las prácticas
culturales. La influencia de los medios de comunicación en la configuración de estas prácticas
culturales híbridas es destacada, siendo los medios el principal influenciador de la cultura del
individuo posmoderno.

En este contexto, se señala que los valores tradicionalmente arraigados en los metarrelatos se han
vuelto relativos. En lugar de seguir ideales preestablecidos por la modernidad, la sociedad
posmoderna busca consensuar valores y normas de comportamiento. Los valores y prácticas
posmodernas están ganando terreno en todos los niveles, incluido el ámbito profesional. La cuestión
aquí radica sobre la estabilidad y la cohesión social; Aunque la flexibilidad y el consenso pueden ser
aspectos positivos, la falta de valores fundamentales compartidos podría dar lugar a la
fragmentación y la falta de un marco sólido para la toma de decisiones y la colaboración en el mundo
profesional. Además, no se profundiza en cómo la influencia de los medios de comunicación puede
llevar a una percepción distorsionada de la realidad y cómo los valores posmodernos podrían
presentar desafíos en la construcción de una sociedad equitativa y sostenible.

“En conclusión”

Es evidente que la ética en las profesiones surge cómo una necesidad derivada de los cambios y
transiciones existentes en el ámbito laboral y social del ser humano, aún así tal y como lo exponen
Fabio Neira y Wilson A. Valderón, los diferentes retos asumidos por un entorno académico con un
énfasis en la realidad presente del profesional, pueden generar problemas sociales incluso para
quienes profesan un alto conocimiento alrededor de la leyes, valores, derechos y deberes de ejercer
su profesión. Es así que incluso la ética profesional puede ser demasiado ambigua, en el choque
entre lo que es “correcto” profesionalmente, y aquello que es “correcto”, para la ética y moral general
del profesional. Un buen ejemplo es el papel de los abogados en juicios donde deben ejercer defensa
a condenados por delitos, sin importar la magnitud de los mismos. Esto nace también de un cambio
de paradigma de las actuales generaciones, donde la falta de ciertas oportunidades y la facilidad de
ciertos caminos pueden influenciar en la visión del profesional y su forma de actuar.

También podría gustarte