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Junio 20, 1900

La humildad más perfecta produce en el


alma la unión más íntima con Dios.
“La humildad más perfecta, más sublime, es la
de perder toda razón y no discurrir acerca del
por qué y del cómo, sino deshacerse en la
propia nada, y mientras el alma hace esto, sin
advertirlo se encuentra perdida en Dios, y
esto produce en ella la unión más íntima, el
amor más perfecto hacia el sumo Bien. Esto
con sumo provecho del alma, porque
perdiendo la propia razón adquiere la razón
divina, y perdiendo todo pensamiento sobre sí
misma, esto es, si está fría o caliente, si son
favorables o adversas las cosas que le suceden,
se interesará y adquirirá un lenguaje todo
celestial y divino.
Además de esto, la humildad produce en el
alma una vestidura de seguridad, por lo que
envuelta en este vestido de seguridad el alma se
está en la calma más profunda,
embelleciéndose toda para agradar a su
querido y amado Jesús.”
Libro de Cielo. Junio 20, 1900 Vol. 3
“Hágase Tu Voluntad En la Tierra Como En El
Cielo”

“¡Si tú supieras cuánto me agrada la humildad! La


humildad es la planta más pequeña que se pueda
encontrar, pero sus ramas son tan altas que llegan
hasta el Cielo, están en torno a mi trono y penetran
hasta dentro de mi corazón. La pequeña planta es
la humildad, las ramas que produce esta planta es
la confianza; así que no se puede dar verdadera
humildad sin confianza. La humildad sin
confianza es virtud falsa.” Mes Abril, 1899 Vol. 1

“La humildad es la pala que excava y forma el


vacío; el desapego de todo, aun de sí mismo, es el
vacío mismo; la ventana para hacer entrar la luz
de la Gracia en este vacío es la confianza en Dios y
la desconfianza de sí mismo; así que por cuanto
confía en Dios, otro tanto ensancha la puerta para
hacer entrar la luz y tomar de ella mayor Gracia; la
custodia que guarda la luz y la engrandece es la
paz.” Mayo 16, 1909 Vol. 9

“¿Qué significan aquellas palabras: ‘Ha depuesto del


trono a los poderosos y ha exaltado a los pequeños?’
Que el alma destruyéndose del todo a sí misma se
llena toda de Dios, y amando a Dios con Dios
mismo, Dios exalta al alma a un amor eterno, y
esta es la verdadera y la más grande exaltación y
a la vez la verdadera humildad.”
Enero 14, 1902 Vol. 4

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