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La Espana vacta Viaje por un pats que nunca fue SERGIO DEL MOLINO PSS RAE RAS SA A ne EL MISTERIO DE LAS CASAS QUEMADAS Cuando la olicia le conts que podia ser un ataque terrorista, el canénigo respiré Guizd no pronunclaron la palabra terrrista, Motvacién potca, més bien, Crean que el aaque era pane de una campata, aunque no habian detenido a nadie y no Tabla sospeclnsos. Sino se atrevian a usar el taming terorstaera porque habia un terorismo de verdad en Ilanda, Aquello parecia otra cosa Al canénigo le parecié también ota cosa. Creyé que tenia que ver con gente del pueblo y temi6 que fuese el Principio de ana espiral de violencia, pero la policia Te tranquilz6. No le habfan Macao a a sighiera su casa. Habian atacado To que representa, El candnigo era ingles y la casa que le habian quemado era su residencia de verano, un cotage aislado en la peninsula de Lif Tre 1979 y 1991, un grupo amado Metbion Glyndr (Hijos de Glynn) prendié fuego a 228 casas de campo en Gales. La polcia slo denvo a una persona 1993, acsada de enviar bombas por correo a ciudadanos ingleses. No averiguaron hada més El caso de las casas quetadas sigue siendo un mister. Nunca fencontraron pruebas. Nadie fue procesado) Los investigadorescrean que ders de Meibion Glyxdir slo habfa un grupo muy pequeiio que perpetaba Tos ataques en secretol2) Ten las décadas de 1970 y 1980, el terrorism, tanto el nacionalista como el Ideo\igico-revoluionaro, era uno de los asuntos més graves en Europa. Alemania, Tala, Franch, el Reino Unido y, por supuesto, Espata, lo suan, En el conesto britnicn, donde una pare del pais (Irlanda det Norte) vivia en estado de excepcidn, tinos cuanos ataques noctrnes a. unas casas de vacaciones no eran un problems terrorist, por mis que surgiean grupos que revindicasen lo incendios. Al lado de la Vilencia de 2, del 1k 0 de las Brigadas Rojas, lo de Meibion Glyndtir cast parecia tna gamberrada El nore de Pembrokeshire es una de as zonas més apartadas de Gales, muy rural sin ciudades indusrales como las del sur y poca influenciainglesa hasta tiempos recientes, Es.uno de los poco rincones del pais dande se puede ofr el galés mis que €l inglés, Et la déeada de 1970 se puso de moda entre la clase media y vivi6 una peqeda ecesi inmobiliaria. En pocos aos, miles de inglesesadquirieon cass de Exmpo. Su Hegadaaltr6 mucho la vida de Tos pueblos. Hubo roces, desconianza hacia los nuevos inquilinos y hostiidad manifesta De ahi el alivio que expresaba el canénigo al reportero de la xc que lo catrevisté: no era una vendetta. Porque aquellos ataques parecian la reacciéa ‘wwwlectulandia.com - Pagina 7 descontrolada de unos aldeanos celosos de sus costumbres que se slenten amenazados por el forastero. Pero, si habia un contenido politico, el canénigo podia seguir viviendo tanguilo en el pueblo, De otra forma, cada vez que entrase en el pub, comprase en la carniceria o saliera a dar un paseo, veria en las caras de sus vecinos @ lun montén de sospechosos. Personas que no le querian cerca. Que estaban dispuestas a quemarle la casa para echarlo de alli. gCémo podria vivir entre gente asf? Si el incendio havia sido un ataque nacionalista, sus vecinos quedaban exculpados. Sin embargo, los incendios si que parecian la reaccién propia de unos aldeanos cerrados que no querfan forasteras en su pueblo. Silos culpables hubieran actuado a las drdenes de un movimiento, la policia los habrfa encontrado. Pero, si iban por libre, es prebable que los rencores locales y el odio concreto a aquellos veraneantes pesaran més que cualquier vindicacion nacionalista. El misterio de las. casas de ingleses quemadas dice més acerca de las relaciones entre el campo ¥ la ciudad que de las relaciones entre Londres y su periferia o del terrorismo o del nacionalismo. Pienso en el misterio de las casas quemadas mientras recorro Gales en verano con ri familia y conduzco por carreteras de un solo carril que me obligan a buscar refugio cuando aparece otra coche en sentido contrario 0 a dar las gracias al otro conductor cuando es él quien me cede el paso. Todos tan amables, tan sonrients, tan plicidos. Azompasados con el paisaje verde y ss ovejas lamudas y lentas. {Qué odtos pueden surgir aqui, donde sélo hay granjas y casitas y otra granja y otra casita? Pienso en Perros de paja, una de las mejores peliculas de uno de mis directores preferidos, Sam Peckinpah. Dustin Hoffman es un profesor de mateméticas horteamericano que se casa con una chica inglesa (Susan George, sex symbol de los aos 70). La pelicula empieza cuando se mudan a un pueblo apartado de Inglaterra Ella es de alli. El, no, y los j6venes del pueblo sienten que el americano Tes ha robado a la chica més guapa, El filme es una historia de acoso y violencia brutal contra la pareja que, en su origen (una novela de Gordon Williams titulada The Siege of Trencher's Farm), era un thriller mas 0 menos convencionall”. Peckinpah acentué el aislamiente de los protagonists, que tenian un hijo en la novela. También cambié el titulo, pero sin explicarlo en la trama. Los perros de paja son objetos rituals ta basados en una cita del Tao Te Ching de Lao Tsé: «El cielo y la tea no son hhumanos, y contemplan a las personas como si fueran perros de paja». Cada cisa que encuentra en el camino me recuerda a la de la pelicula, Pienso en las historias de violencia que todas las comunidades pequefias contienen, Los odios de siglos, las rencillas que el roce y la moral de via estrecha acentian, el aburrimienio, Pero sobre todo pienso en este libro, que me ha consumo unos meses ‘de lecturas, indagaciones y muchas reflexiones. El misterio de las casas quemadas y esa pelicula de 1971 me dicen que estoy contando en él algo universal, la historia de tuna descorfianza. Yo queria escribir sobre mi pais y sobre cuestiones que lo hacen singular, pero ha sido en Gales, al volante de un coche de alquiler por los pueblos de Pembrokeshire, cuando he empezado a entender que (odo se reduce a una cuestin de ‘www.lectulandia.com - Pagina & SSSSCSCSSSSCSSCSSSSSSSCSSSSeeeeseeseesseueseeeecrcesesereritecs erofobla. Heterofobia significa miedo al otro, El término califica actitudes que tienen que ver con nuestra organizacién tribal, con el nosotros y el ellos y la identificacién del ellos como emenaza. Los humanos no sabemos vivir fuera de nuestro grupo. Es una vventaja evolutiva por la que hemos pagado un precio muy alto en guerras y matanzas. En las sociedades urbanas y complejas la tribu es cada vez. menos reconocible, nos cuesta encontrar a los nuestros. :Quiénes son? Los compatriotas? Demasiado dversos. Tengo mucho mas en comin con un escrtor treinaiero de Melbourne que con mi vecino, ;Nuestros compaiieros de trabajo? Dificil, aunque la clase obrera ha sido una de las tribus mas exitosas de los itimos cien afios. Los de mi sexo, los que hablan mi lengua, los de mi religién, la gente de mi edad, Ios que estén en mi tramo de renta, los de mi tendencia sexual, los que tienen hijos, los que no los tienen? Antes de escribir que la patria es la infancia 0 los amigos o cualquier otra tonteria, prefiero ‘dejar claro cue vivimos en sociedades tan complejas que han sustituido las lealtades tribales por afinidades cambiantes y sutles que vienen a ser suceddneos de wibu. Esos sucedneos tienen dos ventajas: no nos obligan a ir a la guerra contra la tribu vecina y sor, en buena medida, electivos. Muchas de estas afinidades tienen que ver Con gustos adquiridos, como el equipo de fitbol o la musica. Esa riqueza y mutacién sélo es posible en las ciudades. Hay otros factores, pero es fundamentalmente una cuesti6n de grandes mimeros o de masa critica. Cuanto més grande es la ciudad en due se vive, més posibilidades hay de tejer afinidades en muchas mas direcciones y niveles. Esto es algo nuevo en la historia de la humanidad, Hasta hace menos de doscientos aios, la gente crecfa y moria en una tribu que no habia elegido y a la que pertenecia porque habia nacido en ella. En las comunidades pequefas atin funcionan las lealtades tribales que justifican que, una noche cualquiera, unos guerreros incendien las casas de la tribu invasora Hay dos Espafias, pero no son las de Machado, Hay unaEspaiia urbana y europea, Indistinguible en todos sus rasgos de cualquier sociedad urbana europea, y una Espaita inter y despoblada, que he llamado Espafia vacta. La comunicacién entre ambas ha sido y es dificil. A menudo, parecen paises extranjeros el uno del otto. Y, sin embarge, la Espaila urbana no se entiende sin la vacia. Los fantasmas de la segunda estan en las casas de la primera. Como habitante de la Espaiia urbana, asumo sin remedio el punto de vista del inglés que se compra una casa en Gales. No pertenezco al lugar y tiendo a idealizarlo, a caricaturizarlo 0 a explotar su pintoresquismo, Pero, como autor de este libro, estoy obligado a entender también a los galeses que me queman la casa. Por qué me odian, por qué no me quieren alli. Tendré que revisar la historia, hacer kilémetros con el coche, volver a leer con mucha atencién toda la literatura que lef distraido cuando no sabia que iba a escribir este ensayo. Mi propésito no es tanto evitar que me quemen la Se wacpuints dene een) dhe ed in bir 0 es mongs BLSSSSSSSSSSSSCECESSCESCCECESCSCESCSC SSC CSCercerececets bd MARINEROS DEL ENTUSIASMO 1a qu Espa esté ala aura desu pase! FRANCISCO GINER DE LOS Rios Caveceo mientras eseribo y apenas me doy cuenta de que caigo en el pensamiento ‘mgico, que vuelvo a jugar al narrador omnisciente, al demiurgo. Porque una cosa es deducir y conectar puntos, estableciendo antecedentes y consecuentes, explicando el hoy por el ayer, como hacen los historiadores, y otra muy distinta encontrar sefiales cesotéricas y contagiarse de la mistica hurdana, como me esté sucediendo. Resulta que la primera misién pedagégica espafiola tuvo como destino Las Hurdes. Cuando los ppedagogos modemos se propusieron rescatar al campo espaiiol de su ignorancia, fempezaron 2or la comarca maldita. Y yo lo veo como una sefial que da sentido a todo. En realidad no fue en Las Hurdes, pero a mi historia le conviene que lo sea. La primera misién pedagégica fue la de Aylldn, en la provincia de Segovia, donde los tmisioneros llegaron en diciembre de 1931. Sin embargo, el aflo anterior se habia celebrado una expedicién a Las Hurdes. Nada oficial, Atin no existia el Patronato de las Misiones Pedagégicas, no habia ningtin apoyo del estado, fue poco més que una cexcursin de las muchas que se organizaban desde la Insttucién Libre de Ensefianza, pero en la hstoria qued6 como el primer viaje de aquellos seiloritos de ciudad que se fempefiaban en llevar Ia cultura a las aldeas y demuestra, ademas, que no foe un proyecto exclusivamente republicano, sino que llevaba décadas planedndose. La Repiiblica sélo aceleré y organizé algo que ya estaba en el ambiente de la época. Rebobino, Necesitoirme unas décadas atrés para coger perspectiva. Me marcho al aflo 1875, crucial de la historia de Espaiia. Galdés empieza a publicar la segunda serie de los Episodios Nacionales mientras termina de pulir Dofia Perfecta. A\in flota fen el aire el polvo que el caballo del general Pavia levanté al entrar en el congreso de los diputades y finiquitar la Primera Repuilica)'Tras seis aftos de revueltas, griterios yy generalazos, hace més de un afio que no pasa nada. Los borbones vuelven a sus Palacios, y los caciques a sus pucheros. Hasta el catolicismo quiere volver después de ‘unos valveres ateos. El nuevo ministro de Fomento, Manuel Orovio, resucita un ecreto que suprime la libertad de cétedra y prohibe impartir en la universidad lecciones contra la doctrina crstiana. Un grupo de catedraticos liberales se niega a acatar la orden y el nuevo gobiemo, con tolerancia exquisita, los destituye y los manda a la cdrcel, El pais esta en calma gracias a unos ministros que usan las celdas wwwlectulandia.com - Pagina 91 como sedantes sociales. Uno de esos profesores era un joven catedratico de Filosofia del Derecho nacido en Malaga llamado Francisco Giner de los Rios. Tras su paso por la carcel, reunis a algunos librepensadores afines y propuso montar en Espafia una universidad al estilo de la Universidad Libre de Berlin. Un afio después empez6 a funcionar en Madrid la Institucién Libre de Enseitanza, el proyecto de renovacién pedagégica més importante de 1a historia contempordnea del pais. Los vientos gubernamentales soplaron a su favor. El sistema oligérquico disefiado por Cénovas dio a Espaita una estabilidad. reforzada por una Insdlita fase alcista de la economia mundial, que se recuperaba de la crisis de 1873 y enfilaba un periodo de riqueza que sélo se interrumpié con la guerra de 1914, y esa tranguilidad permitié que el centro trabajase sin sobresaltos y fuera erecieudo y afiauzdudlose haste convertise en un pilar euleural [No se entiende nada de lo que sucede en la Literatura, el arte y el cine espaiioles de la primera mtad del siglo xx sin la Institucién y todo el entramado pedagégico que inspiré, Sobre todo, sus dos ramas principales, la Junta para la Ampliacién de Estudios, que becaba a profesores para que se formaran en el extranjero, y la Residencia de Estudiantes. Es paradéjico que Giner de los Rios tuviera que agradecer 1 éxito desu plan a los mismos que Io habian metido en la carcel, pero, sin esa larga ‘etapa de paz y prosperidad que los libros de texto Hlaman la Restauracién, muchas de las instituciones bisicas del estado modemo espafiol no habrian podido implantarse, incluyende al Partido Socialista, fundado en 1879, y el primer sindicato obrero, la cr, en 1838, A Ja sombra de la paz corrupta y cleptémana de esos sefiores con barba que se altemaban en el gobiemo a base de pucherazos y negocios con caciques casi feudales, creclé lo mejor, més moderno y necesario de la Espaiia que hoy conocemos. Crecié, claro, en las ciudades. Entre 1875 y 1923, o quiza 1930, los campesinos cespaiioles contemplaron cémo algunas ciudades crecian prodigiosamente (aunque sin ‘1 desbord> de los peores afios del éxodo posterior), mientras sus villorrios seguian aislados y sometidas a los mismos nobles que habian expulsado a los moros en la Edad Meda, Barcelona rompié las murallas y se desbordé en el Ensanche de Cerda Madrid stfrié su primera fiebre de especulacién inmobiliaria, En Fortunata y Jacinea!®") Galdés cuenta cémo se construye Chamber y los campos del norte se Convierten en calles burguesas mientras en el sur, mas allé del Rastro, se amontona la mugre pobretona de las primeras fbricas. Unos campesinos dejan de setlo para ‘empezar el primer éxodo rural, Otros se quedan en Sus pueblos a matar el hambre con pan negro. Ambos aprenden a odiar esas nuevas babilonias donde su forma de hablar, de moverse y de vestir son despreciadas. Esto no es nuevo, esté en la mitologia milenaria del campo. Esti en la Biblia, Dios castig6 a los babilonios que se creyeron tan sobertios como para construir una torre en Babel. Las ciudades son el mal, El mismo cura insiste en su cardcter saténico cada domingo en la iglesia. No es nuevo {que los pueblos miren con desprecio, miedo y odio a unas cludades que, cuanto mas crecen, mis desprecio, miedo y odio inspiran, El cambio que se produce en 1876 es ‘wwwilectulandia.com - Pagina 92 , ) , ) , , , , , , , 7 , , » , , , ’ . , : 2 , : , : . eseseussevs.* que algunos de los habitantes mas refinados y urbanitas de esas torres de Babel van a ‘empezar a mirar el campo. Y lo van a mirar como si lo contemplaran por primera vez En muchos sentidos, lo van a descubrit, Se ha esciita mucho sobre la aficidn excursionista de Giner de los Rios. Venia de ‘Alemania, donde se habla empapado del romanticismo y de esa forma de nacionalismo que consiste en amar el pais a través de la suela de los zapatos. Desde principios del siglo xix estaba de moda entre los ilustrados europeos tocados por lo romantico, especialmente por los académicos iluminados por la gracia de Alexander von Humboldt. Cuando legé a Espafla hacia décadas que era algo comin y muy desarrollado en Francia, Alemania y, especialmente, Gran Bretaiia, donde lo refinaron hasta hacerlo arte, Lo que tuvo Giner a su disposicién y no tuvieron otros aficionados espaiioles al paseo campestre fue la oportunidad. Si los alumnos de la Institucién Libre de Ensefianza pudieron echarse al monte fue porque los que se habiati echado al monte con armas antes que ellos ya no estaban, En los sesenta y ocho aos que van de 1808 a 1976 Espafia suftié una invasién con guerra de liberacién, otra invasién para reponer 21 absolutismo, tres guerras civiles, doce golpes de estado militares, una revolucién liberal y otra cantonalista. Las ciudades eran seguras, pero nadie podia garantizar la vida de quienes se adentraban por unos caminos malos (apenas habia ferrocarrles) frecuentados por partidas de bandoleros, carlistas, soldados que volvian del frente a favor de uno u otro general, revolucionarios de todo tipo y guertilleros en armas contra cualquier gobiemo. La Restauracién terminé con eso e hizo que, por primera vez en muchos afios, pasear por el campo fuera seguro. Hasta 1936 no hubo ‘otra guerra en el tertitorio metropolitanol®) y, salvo algunos atentados politicos, bombas anarquistas, huelgas reprimidas con violencia y algtin que otro fusilamiento birbaro de disidentes, como el del pedagogo catalin Ferrer i Guardia, en Espaiia no pasé nada qve no sucediese en cualquier otro pafs europeo o en la Nueva York de aquellos mismos afios!®). Giner de Ios Rios conocié Espafia porque la situacién de calma y prosperidad permitié que se conociera a pie 0 & caballo, con medio queso y ‘una hogaza en el morral y toda la despreocupacién del mundo. Cuando uno sabe que es poco probable que a la vuelta del camino le rajen el cuello, el paseo se hace mucho mis agradabee e instructivo y se puede apreciar ta flora, la fauna, el perfil de las "montafias y las pequeiias sorpresas arquitect6nicas que salen al paso en los pueblos. No es casual que los dos promotores del excursionismo en Espafa apareciesen en el mismo aio, 1876. La ya citada Institucién Libre de Enseiianza y el Cercle Excursionista de Catalunya. Aunque para la primera los paseos eran una herramienta pedagégica y no un fin, como s{ lo eran para el segundo, ambos coinciden en una idea ‘muy parecida de esta moda que importaron de Europa. Se trataba de descubrir el paisaje para construirlo después e incorporarlo a una visién nacional. Se tataba, como dicen en Cataluta, de hacer pais. La paradoja es que el pais tenia que estar ‘hecho para poder caminar por él La ensefianza peripatética fue un rasgo fundamental de la Institucién Libre de ‘wwwlectulandia.com ~ Pagina 93 Ensefianza, En el programa de estudios de 1930 se decia: «Cursos completos hay, verbigraci, los de historia del arte, que se dan a veces, casi exclusivamente ante los, * monuments y los museos!I», Con el tiempo se fue refinando el plan de excursiones ‘que se exigiaa Jos alumnos, que no podian amodorrarse en el aula y salian cada dos por tres con los profesores a gastar suela por Espaiia. Segiin los archivos de la institucién, slo en un afio, 1880, se programaron doscientas veinte excursiones™! Nada mal, si se tiene en cuenta que un curso escolar rara vez supera los doscientos dias lective. Habia un utilitarismo directo y muy ficil de entender: gpara qué aburtirse una mafiana cualquiera explicando en la pizarra las caracteristicas del arte roménico o el soplado del vidrio cuando se podia vistar una iglesia 0 ver @ un soplador de vidrio en plena faera? Eso era obvio, no hacia falta insisir en las ventajas didécticas del excursionismo. Pero habla un casfondo mucho més sutil que quizé. no todos los allumnos percibian aunque sin duda terminaba caléndoles. El patriotism, Las excursiones eran un acto de amor, una peregrinacion a lugares santos. Toda la ret6rica del peregrino cristiano se traslada sin esfuerzo al discurso laico y rmodernizante de Giner de los Rios. En 1886 escribié: «Jamas podré olvidar una puesta de Sol, que allé en el iltimo otofo, vi con mis compatteros y alumnos de la Insttucién Libre desde estos cerros de las Guarramilla... No recuerdo haber sentido nunca una impresién de recogimiento més profunda, més grande, mas solemne, més verdaderamente religiosal%», La Jerusalén y La Meca de estos devotos se lamaba Guadarrama. Espati se fue descubriendo en circlas coneéntricos en torno a Madrid. Cada vez se atrevian a alejarse ms en sus excursiones, pero munca abandonaron su primer amor, la sera que convirtieron en santa y a la que dieron nombre. Fundaron incluso un refugia en Navacerrada, El Ventorillo, yen 1932 levantaron un templete 0 una {imagen mariana para venerar, la Fuente de los Ge6logos. El culto tenia incluso su Caria, la Sociedad para el Estudio del Guadarrama, presidida por el propio Giner, con su delfin Manuel Bartolomé Cossio al lado. Como los miembros de una tribu palealitica, los insttucionistas se postraban ante las diosas montafas, Sin embargo, nadie expresé tan bien el sentimiento de la nueva religién excursionsta como un profesor que no fue de la Insttucién, pero mantuvo siempre relaciones fntimas con su entomo y fue instruido en los mismos ideales pedagégicos leidos en ls obra de Karl Krause. Es un viejo conocido de este libro, ue me obliga a volver a él una y otra vez, Miguel de Unamuno. Se me aparece hasta en suefios. Ya he dicho que al filésofo le gustaban mucho dos cosas: pisar el «santo suelo» de su patria! y otra, un poco mis estrafalaria, «restregan» la vista wen frescor de verdural%, No me imagino a don Miguel frotindose plantas en los ojos, por muy frescas que estuviesen, Quizé no fue la imagen més acertada de su obra, pero expresa Ja pasin de una vida con una mezcla cuiosa de zafiedad y cursiera «No, no ha sido en libros, no ha sido en literatos donde he aprendido a querer a ‘www.lectulandia.com - Pagina 94 ‘ ‘ ‘ ‘ r ( t r t ‘ ( ( : SSCSCSSCSSSSSSSHSSSSSSSSSSSSSSSSS Sess sge ses sesesesesssyrcse mi Patria: ha sido recorriéndola, ha sido visitando devotamente sus rincones!, La patria entra en el cuerpo como una comunién que no se toma por la boca, sino por los jos, con la vista restregada en frescor de verdura. Es una prueba de fe, una iniciacién y, finalmente, una conversién, A la vuelta del camino, al excursionista no le queda més remedic que sentrse patrota. Ha tragado el polvo de la patria, se ha dejado los Pies en el santo suelo de la patria Ieva agujetas de la patria y seguramente también estiércol y mugre de Ia patria. Todo él esté cubierto de patra. La patia y el excursionista son una misma cosa, inseparable ¢ indistinguible: «Para conocer una patria, un pueblo, no basta conocer su alma —Io que llamamos su alma—, lo que dicen y hacen sus hombres; es menester también conocer su. cuerpo, st suelo, st tierra, Y 0s aseguro que pocos paises habra en Europa en que se pueda gozar de una ‘mayor variedad de paisajes que en Espatia, Costas llanas y mansas y costas bravas de rocosos acantilados, vegas y llanuras, paramos desiertos, montaias verdes y sierras bravas..., de todo, en fin!p, ‘Unamuno habia leido Oberman, una novela de ftienne Pivert de Senancour escrita en 1804, La tama, un amor roméntico no correspondido en la estela del Werther de Goethe, es lo de menos. Lo importante son sus descripciones, sus largos remansos peéticos yreflexivos y sus meditaciones frente a las montafas. Oberman es tuna novela slpinisia. Su protagonista escala montafas atas, se pierde en los picos termina consolando su inconsolable soledad en otra forma de amor, el amor al paisaje. Antecedente europeo de Thoureau, abrié a los lectores del siglo x1 una ‘nueva miraca al desierto, al escenario de la barbarie, Unamuno no s6lo habfa lefdo esa novela, la Hevaha a todas partes, la citaba con frecuencia, la releia en sus excursiones solitarias, sentado en un risco o tumbado en el santo suelo de la patria, ‘Unamuno se creia Oberman, pero sin amor desdichado, Otros hubieran disfrutado de la novela o la hubiesen recomendado a sus amigos o propuesto para un club de Jectura. Unamuno, que era un prohombre o aspiraba a tal, la utiliz6 para aconsejar al {gobiemo, Cherman hace patriotas. Oberman tiene el seereto para incendiar los Corazones de amor nacional: «Por razones de patriotismo deberian fomentarse favorecerse las sociedades de excursionistas, los clubs alpinos y toda sociedad andlogal™™y, «qE] dia que Espafa esté a la altura de su palsajeto!, suspiraba Giner. Séncher. Barbudo, un gran discipulo de la Insttucién, hablaba de conocer la adalida, profunda Espatia», y el pintar Ramén Gaya encontraba en los pueblos perdidos una «pureza de Espatia» que se habia perdido en las ciudades. La cita de Giner en la que expresaba st emocién «verdaderamentereligiosa» ante las soledades del Guadarrama seguia con ‘una reflexién en ese sentido: «Y entonces, sobrecogidos de emocién, penssbamos todos en la masa enorme de muestra gente urbana, condenada por la miseria, la cortedad y el exclusivismo de nuestra detestable educacién nacional a carecer de esta clase de goces, de que, en su desgracia, hasta quiza murmura, como murmura el salvaje de nuestros refinamientos sociales; perdiendo de esta suerte el vivo estimulo ‘wwew lectlandia com - Pagina 95 con que favorecen la expansién de Ja fantasia, el ennoblecimiento de las-emociones, la dilatacién del horizonte intelectual, la dignidad de nuestros gustos y el amor a las, cosas morales que brota siempre del contacto purificador de la Naturalezal")p, EL viejo topo, la alabanza de aldea y el menosprecio de corte mezclado con ese misticismo tan de andar por casa de fray Luis de Leén y los pocos sabios que en el mundo han sido. En el fondo, otra ver el mito de Babilonia. La soberbia de las ciudades merece un castigo de Dios si los enlloquecidos urbanitas no se enmiendan pronto y vielven a la vida sencilla y verdadera del campo. El contacto con la naturaleza, que Giner escribe con mayiscula (y la maytiscula es la forma ortotipografica que tiene el castellano de sacralizar las palabras), es «purificador», pero tiene unos riesgos de contacto humano que no calcularon. Vuclvo a Las Hurdes, La comaica extemefia estaba enivuelta en leyendas de 'monstruos ¥ gigantes, al menos, desde el siglo xv. Quien se adentraba en esos valles Jo hacia caxgado de prejuicios de siglos. Pero los excursionistas que empezaron a recorrer el pafs a pie o a lomos de mula en los iltimos afios del siglo xrx descubrieron muchas Hu'des. No me refiero sélo a los institucionistas, sino a los clubes alpinas y andariegos que surgieron en las principales ciudades del pais, Les animtaba la bisqueda de ese contacto «purificador con la diosa naturaleza, pero pronto, descubrieron que la Espafia vacia no lo estaba tanto. Aqui y alld habia pueblos, villoos y aldeichas. En los montes més inverosimiles y en los yermos mas feroces habia gente nistica que vivia en condiciones medievales Sin agua corrente, sin electeidad, sin una sola de las comodidades que ya eran comunes en Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao. ‘Trabajaban unas tiers miserables, a menudo arendadas 2n condiciones de esclavtud feudal. Eran siervos no muy distintos a los de los libres de Gegol. Harapientos, bruales, desconfiados. NitoS sin escolarizar rodeaban a los excursionistaspidiéndoles una perra chica o un tozo de queso. Ancianos famélicos sentados en carasoles, maces con mil hijos,labriegos. que pasarian mucha hambre sino llovia pronto, Hay que tomar con prevencia las estadsticas de los pases que tienen muchos problemas, como era el caso de Espaia entonces. Si el estado no es capaz de garanizar un poco de dignidad a sus campesinos, sini siquera llega a los pueblos con una careterao una escuela, no hay razbn para pensar que sea capaz de levar un control estaisico, Si tuviera'medios para evaluar la poblacién, tendria medios también para mantenera sana y educada, Por eso, la fra que suele dase de etre el 45% y el 50% de tasa de analfabetismo en la Espafia tural hay que ponerla en caarentena2orque es una especulacién, Puede ser incliso superior segin las zones Pongamos qe lo es, que mis dela mitad de la poblacién rial espaiola ene 1876 y 1830 no sabia leer ni escribir. Pongamos que una decal dos personas del campo no habia psado nunca una escuela ni haa encoun libro en las manos, Pongamos que habia pueblos donde no habian visto un solo libro ni un periédico. Y ahora, intentemos meters en la pel y los os de un malagueo culto que ha leido a Karl ‘wwwlectulandia.com - Pégina 96 PPPPPRPRPPRRRPPPPRPRPRRRRRRKRRHRKSSR PP eHNeeeaeeseeeneneaegteate S€SCSSCSCSSC CCC CeCe eT TT Krause y tiene el sueiio de convertir su pais en una nacién modema y europea. O; tmejor ain, metémonos en la piel y los ojos y 10s ofdos de su discipulo més dilecto, Un tipo nacido en La Rioja, hijo de un juez justrado, criado en una casa Lena de libros. De nliio acompafiaba por los pueblos a su padre, un juez sensible, dicen, preocupado dz verdad por impartir justicia y que se sentia desbordado e impotente ante la miseria y el desamparo que contemplaba todos los dias en el ejercicio de su cargo. Pongémonos en los ojos y la piel de ese joven que recuerda emocionado los vlajes con su padie y que ha sido adoptado por otto padre, Giner de los Rios, a quien ‘venera con una pasidn que va mas alld de la relacién entre maestro y alumno. Ha recorrido con él los montes del Guadarrama y Jos rincones de Castilla la Vieja. Tiene tuna fortisime vocacién pedagogica. Mayor que la de su. maestro. De hecho, se convertiré en el primer catedrético de Pedagogia de la historia de Espatia. Esti, ademés, enamorado del arte de su pais. Conoce como nadie los clésicos, el museo del Prado es su casa, y en sus excursiones se duele de la distancia que hay entre la Espa de ese museo y la que pisan sus alpargatas. {Es posible que sean el mismo pais? Una idea empieza a obsesionarle, Una idea que es consecuente con el sentido religioso del patriotismo andariego, que surge directa de su mania excursfonista: redencién. Hay que salvar a esas gentes. No pueden seguir viviendo sin saber que su pais tiene una cultura grande y rica, que son compatriotas de algunos de los mayores genios que ha parido la hummantdad. ‘Aunque la idea de las misiones pedag6gicas estaba ya en el espiritu de Giner de Jos Rios, quien las propuso por primera vez en 1881 con el nombre de «misiones ambulantes», fue Manuel Bartolomé Cossio, el pedagogo riojano hijo de un juez, Guien las ejecut6. El proyeeto era de una sencillez. y de una ingenuidad propias de fapéstoles y cristianos primitives. Consistia en Hevar la cultura a los rincones més aislados y remotos del pais. La cultura a lo grande: la poesfa, el teatro, la mtsica, la pintura y el cine, Pero no de la mano de cualquiera, sino con la guia esforzada y tarifiosa de los propios poetas, actores y artistas, transformados en misioneros. El Patronato de las Misiones Pedag6gicas, una de las primeras instinuciones que se crearon a. proclamarse la Segunda Repablica en 1931, tenia unos mandamientos para quienes aspirasen a ingresar en la orden: «fi {el misionero] podra divertirse y igozar de la obra que tealiza y con todo Io que a ella necesaria y legitimamente lacompaiia, pero se guatdaré muy y mucho de que pudiera producrse en el pueblo la sensacién desmoralizadora de que ba ido alli a divertrse, Rompiendo los habitos turbanos, pocas veces en concordia con los lugareiis, debe amoldarse a éstos, sin hacer nada que pudiera, no ya servir de escéndalo, mas ni siquiera llamar con rareza la atencidn o ser chocante, Conducta ni de afectada austeridad ni de despreocupacién indiferente!™», Hasta aqui, consejos practicos Henos de sentido comin. Se quiere evitar que unos aldeanos desconfiados y celosos de sus tradiciones apaleen 0 arrojen ‘al pilén al misionero porque lo perciban como un sefiorito frivolo que ha ido de visita al 200 © que no ha podido reprimirse y ha mancillado la honra de alguna muchacha. ‘wwww.lectulandia.com - Pégina 97 ‘Tacto, suileza y sensatez al tratar con las gentes de los pueblos. Pero las érdenes no se quedan en este Hamamiento a la prudencia, También habia épica y mistca: «Soldado de chogue mientras dura la misién, ha de considerar, con el profeta, que aquél no es lugar de descanso ni de ahorro de energias y que puede hallarse en ‘ocasiones en constante tensin de cuerpo y alma. Ast se comprenderé que eloficio de islonero sea duro y de sacrificioIs, Monjes y guerreros a la vez, como los templarios. Cruzados de la cultura. El texto quiere ahuyentar alos flojos v a quienes ‘creen que equello puede ser una forma exética y original de gastar unas vacaciones. Rafael Dieste, uno de los més abnegados apéstoles pedagégicos, director del Retablo de fantockes, un teatro de titeres que twiunfaba muchisimo en todos los pueblos, explicaba que «lo mas necesario era una especial disposicién, sinceramente fraternal, para comunicarse con et puedio'**%y. ks un terreno resbaladizo que conecta con los precedentes soviético y mexicano de las misiones (hay una inspiracién clara en los planes bolcheviques de socializacin del legado cultural entre los campesinos). Los campes semnticos con palabras como «fraternal» y «pueblo» llevan el discurso a sus raices utépicas y cristianas. En otras palabras: evangelizadores. La cultura es un evangelio, y los misioneros, sus predicadores. Asi lo vivian, y asi nos querfan hacer creer que lo vivian los aldeanos, como una experiencia religiosa. Muchos aos después, el propio Dieste seguia recordando sus dias de mistonero pedagégico como ‘una revelacién digna de ser narrada por san Pablo. En una conversacién con Eugenio, ter0, quizé el mayor estudioso de las misiones pedagégicas, el dramaturgo record tuna arenga que hizo a unos campesinos dolidos y humillados por las palabras de un Inspector escolar, Para consolarles, dio que los campos que labraban «de una manera maravillosa» eran «el tapiz. mis hermoso» que habia visto en su vida, Se refirié a ellos come «los depositarios de la lengua que hablaron Cervantes y las gentes que antafo la esparcieron por el mundo», y alabé sus canciones populares y sus «buenas mozas» y su bondad. «No recuerdo con exactitud lo que dije, pero les hice una descripcién de toda su cultura, de todos sus saberes, yal terminar de hablar se vino la gente hacia mi y querfa tocarme, Hubo un viejo que extendié su mano sarmentosa hasta que consiguié agarrar la mia y me la bes6!0°7ly, La imagen del viejo de «mano sarmentosé» besando la del misionero es la sublimacién del idea institucionista Cossfo instaba a los miembros de las misiones a impartir «el santo sacramento de la palabras, y la revista de la Residencia de Estudiantes, en sus crénicas y memorias sobre las misiones, publicaba fotos robadas durante las funciones de teatto y de cine. En ellas, los vecinos de los pueblos aparecen sorprendidos en un instante de maravilla, Abren la boca, sonrien, ls brillan los ojos. Estan asombrados y flices ante su primera pelicula o su primera funcién teatral. Las fotos exhiben a los campesinos en el instante de la revelacién. Son muy hermosas porque capturan un entusiasmo esponténeo. No hay pose, no se dan cuenta de que los estén retratando, Cuando los risioneros ensefien su trabajo al gobierno y al piblico de la ciudad, ensefarin esas fotos. No aparecen ellos recitando versos, ni los cuadros del museo ambutante (con ‘www.lectulandia.com - Pagina 98 e e e e ‘ « e ‘ « 6 e e e « ‘ ‘ e « ‘ e e ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ ‘ e ' SSSSSCECSSSSGSeeeeeeevseseveveewee eee EE EEE EEE ES copias de obras del Prado pinadas por artista de primera linea), ni los actoes en plena represertacién, No quieren decir al mundo mirad lo que hemos hecho, sino Imirad lo que ems conseguido, Es decir no pintan a Jess haciendo un milagro, sino fl benefciaro del milagro distrtando de con Jesis fuera de plano. La demostracidn, para fastilo de escépticos y seforones, de que la cultura puede hacer feliz a cualquiera, y que la felicidad es tan importante como el pan y las pala. El propio Cossiointentaba a veces dejar de lad Ia imaginera verbal de las érdenes Felgiosas y destribia alos misineros como janes que ban de pueblo en pueblo levando alegia Mucho nis exaltado fue Juan Ramén Jiméner cuando celebré, en 1931, la consitucin dl Patronato de las Misiones Pedagopicas. £16 de ocubre de aqel ao, en un dirambo titulado «Manuel B. Cossio, Héroe espatel»y publicado en EI Sol, tcribié:«Pocos hombres me han parecido tan palsajen. Halagaria mucho los oidos Gel diseipulo de Giner de los Rios, , que tan palsaje queria volverse, que aspiraba a fundrse eon las nieves del Guadarrama y que se identificaa tan misticamente con e campo y el suelo de su pata, Lo prueba que murié en 1935 en Collado Mediano, en medio de a sera de sus amos, Juan Ramén, que ha echago a core su ditrambo y no puede bajar el tono sige escribienda que, cuando Cossio habla «la irra olea bajo nosotros como un mar sido y somos todos marineros del entusiasmo!"™" ‘Camo ya he dicho en otra parte de este libro, la imagen no es orginal. Era un Iugar comin refrtse ala mesea ya a Espa interior, que aqui amo vaca, como tin mar de ema. Si el campo espaol es un océano, quienes viajan por 61 son rarintos. Los misioneos, al mando del capitin Manuel Bartolomé Cos Tas olas de polvo y arbustos secos a la congusta de islas que son pueblos perdidos, remotisimos. Lugares donde hace siglos que no pasa nada. Se necesita mucho optimismo para llegar hasta ellos, por eso los misioneros son «marineros del tntusiasms J6veneseducados en ls ideales peripatticos de la nstiucié, amantes tsmerados desu pata, andaiegos del Guadarrama y del lan de Casilla la Vieja Se rnveren de ganas de suear los mares mesetarios, A todos lo joven intlectuaes de Ta paca les sucede. Cuando Rafael Albert gané el Premio Nacional de Poesfa por su poemario Sobre fos ngeles, se gast el dinero del premio en un automévil con el que fecorrié las eras de Casta, Un viele de los enusasias es su tendencia a exagerar. Sucede a menudo en spate, dane los entsiastas han sido pocos pero casi siempre se han colocado cerca de los mierfonos. Cuando se habla de las misiones pedagégias que fancionaron tent 1931 y 1937 amparadas por el gobierno republicano, se suelen glosar como un proyecto’ revoluconario de alcance muy hondo. Ta partcipacién de nombres fundamentals de la mitologia cultural, como Antonio Machado o Maria Zambrano, contribuyé a engrandecero iodo, por no menconarel teatro de La Barraca qu, de la tmano de oto mito, Garcia Lore, hizo un wabajo muy pareido. Algunos autores dicen que las misions legaron a cinco o siete mil pueblos de menos de cinco mil wwwlectulandia.com - Pagina 99 habitantes de casi toda Espaiia. Los archivos de la propia Residencia de Estudiantes hablan, sin embargo, de 122 misiones organizadas por el patronato y otras 62 a cargo de las delegaciones tervtoriales. Es decir, 184 en total. Hubo misiones en treinta y ‘cuatro de las cincuenta provincias, lo cual da la impresién de que cubrieron una gran Parte del yais, pero la distribucién es muy desigual. Cuarenta y cinco misiones (es decir, casi un 25%) tuvieron como destino pueblos de las provincias de Madrid y Segovia. En el dmbito de la provincia de la capital y todas sus limitrofes (Segovia, Avila, Guedalajara, Cuenca y Toledo) hubo sesenta y siete misiones. Es decir, ue el 36.4% de ‘odas las misiones pedagégicas se celebraron dentro de un radio de unos ciento cinauenta kilémetros en tomo ala capital. Fl entusiasmo tiene poca autonornia, Estos marineros fueron de bajural2®) (Oua cuesiiu es Ta duracién de las misiones. Enure wes dias y una semana de media, Las habia de un mes (cuando afectaban a toda una provincia) y las habia de un fin de semana. Por muy intensa que fuera la agenda de actividades, por muchos Imarineros entusiastas que desembarcasen en cada pueblo cargados con proyectores de cine, copias de cuadros y tablas para montar escenarios de teatro, qué impacto duradero fodian tener unos pocos dias de fiesta cultural? Apagadas las risas y los gritos de asombro por las locomotoras del cinematégrafo, qué qued6? Lo mismo se puede decr de las exposiciones ambulantes y de las giras del Teatro y Coro del Pueblo. Visitaron los pueblos una sola vez, unos pocos dias. A veces, una sola noche, una funcida. Y después, silencio, Tenemos numerosos testimonios de los misioneros, desde Antonio Machado a Maria Zamibrano pasando por Rafael Dieste, pero apenas ‘queda menoria en los pueblos. Como sucede con los evangelios, no conocemos la vversiOn de Lazaro sobre su propia resurreccién. ‘Otros espectos del proyecto de redencién rural fueron mas penetrantes, decisivos, ¥y duraderos. El apoyo a los maestros y la creacién de bibliotecas. Las misiones fenviaban @ los pueblos cuyos maestros lo requerian una pequefia biblioteca muy seleccionada (cuyos ttulos eran objeto de discusién parlamentaria, por lo que debian fescogerse con mucho tiento para que no fueran vetados por ningiin partido cconservador: las derechas sospechaban que las misiones eran una forma de adoctrinamiento marxista). El paquete bisico incluia cien voliimenes con lecturas para nifios, j6venes y adultos, pero, especialmente, para los nifios. La idea era inocular el vicio de a lectura a través de los nifios. Si ellos leian, los adultos, por saber lo cue leia el nifio, acabarian leyendo. Las bibliotecas tenian un espitita Ccomunitario y estaban Ilenas de conminaciones cariftosas a cuidar los volimenes, a devolverlos en el mismo estado en que se tomaron prestados y, en general, al carécter sagrado de los libros. Al principio, eran los maestros quienes estaban a cargo de la biblioteca, pero Maria Moliner descubrié que, cuando el docente cambiaba de destino ¥ era sustituido por otro menos entusiasta la biblioteca se deterioraba 0 se cerraba, Para garamtizar la continldad del servicio, se nombraron bibliotecarios voluntarios entre los vecinos, Fue un éxito, Se estima que, entre 1931 y 1936, las pequeiias ‘www lectulandia.com - Pagina 100 bibliotecas de las misiones prestaron medio millén de libros, en una época en la que apenas existian bibliotecas piiblicas y la ratio de préstamo de las mismas en Espaiia fra inferior a un titulo al dia. Muchos lugares remotos donde no habia Ilegado mas papel impreso que la cartilla escolar recibieron clasicos de la literatura castellana en ediciones mocemas, poesia contemporanea y novelas juveniles. Los maestros podiian pedir més ttulos si consideraban que el paquete de cien era insuficiente. El patronato festudiaba su solicitud ¥, si los libros contaban con su aprobacién y no creaban problemas con la oposicién parlanseutatia, se mandaban. Buena parte del presupuesto de las misiones se gasté en libros que, de no haber mediado una guerra, seguirian ddiseminados ror los pueblos. Las biblictecas de las misiones triunfaron gracias a su sencillez y modestia. No era un proyecto ambicioso ni grandilocuente y no costaba mucho dinero enviar paquetes de cien libros, cuyos titulos y ediciones fueron propuestos por Antonio Machado y Maria Moliner, que se preocupaban personalmente de que no faltaran «en Jos envios el papel para forrar los libros ni las fichas para evitar las pérdidas!*n, Pero también triunfé porque, a diferencia de otras parcelas de las misiones, implicé a Jos vecinos. El propésito era que los campesinos gestionasen sus propias bibliotecas, Que, al leer, descubrieran otras lecturas y ellos mismos las reclamasen. Los lectores de esas biblictecas se sentian escuchados, Debia de set una maravilla y una sorpresa saber que podian pedir algo y que ese algo era atendido con amabilidad y diligencia, No es casual que la parte de las misiones que mas se acercé a la posibilidad de provocar un cambio social a partir de la cultura fuera precisamente la parte en la que aquellos que iban a ser salvados podian intervenir en su propia salvacién y no eran ‘sélo sujetos fasivos, espectadores de teatro u oyentes de poesia. ero fueron apenas cinco afos, La guerra estall6 cuando el proyecto empezaba a afianzarse y cuando sus gestores, muy en especial Maria Moliner, empezaban a aprender algo de esa experiencia y podian aplicarla a perfilar y mejorar los planes. Porque las misiones, como todo lo que sali de la casa madre de 1a Institucién Libre de Ensefianca, eran un laboratorio y un proyecto de transformacién social a Jarguisimo p.azo. No era una evangelizaciGn planificada desde el origen, sino que se iba modificando y adaptando a lo que los propios misioneros aprendfan, Por es0 su radio de accién empezaba a pocos kilémetros de Ia capital, porque se trataba de afianzar tentitorios poco a poco, Se fren6 cuando los misioneros notaban que comenzaba ¢ funcionar algo, y ese algo era débil, tenue y habia Hegado a un pufiado de pueblos. No se les puede culpar de no haberlo intentado. El contexto limits brutalmente el alcance de las misiones, pero no explica su exageracién posterior. (0 quiza si, Porque hay més paralelismos con la predicacién cristiana. Al igual que Jos apéstoles devinieron santos, muchos de los misioneros pedagégicos sufrieron ‘martirilogio y se incorporaron al santoral altemativo espafiol. Un santoral laico, aunque tan venerado y divulgado como el cat6lico. Garcia Lorca no fue un mistonero, pero la compaiia de teatro La Barraca, de la que formaba parte, hacia bisicamente lo wwwlectulandia.com - Pagina 101 ‘mismo que las misiones y tenfa muchas afinidades y personas que participaban indistintamente en ambos proyectos. Antonio Machado es, junto con Lorca, el martir literario mas importante de Espafia. Y, en la némina misionera, decenas de nombres que, si bien no sufrieron pasiones ni calvarios, s{ acabaron en ese santoral republicano del exilio, como los de Rafael Alberti o Maria Zambrano. La Fundacién Francisco Giner de los Rios censé en 2006 a mas de setecientas personas que se sabe que paniciparor de una forma u otra en las actividades de las misiones. Una parte considerable de ellas tomé partido por la causa republicana o fue represaliada por sus simpatias democraticas. El franquismo liquid6 con su victoria todo el asunto, que considerabe parte de la propaganda comunista. Cuando, aiios después, ya saqueada y completamente destruida la Tnstitucién Libre de Ensefianza, retomé parte de la idea (Gi, hubo misiones durante el franquismo), lo hizo desde una evangelizaciGu ‘ortodoxa, llevando catequesis y libros piadosos a las aldeas. ‘Como tantos otros proyectos reformistas de la Repiiblica, el de las misiones fue terriblemente modesto en sus resultados si se los compara con sus ampulosas declaraciones de principios. Planes pensados para transformar el pais y llevarlo a la democracia, la prosperidad y el estindar, de vida de Europa se quedaron en unas ccuantas excursiones a pueblas de las cercanias de Madrid donde grupos de jévenes ccltos montaban funciones de teatro y lefan romances castellanos. Era poca cosa, pero muy foco era también muchisimo en un pais donde nadie habia ido nunca a un pueblo perdido a llevar un paquete de libros. Fue el desastre posterior, la devastacién ‘de la guerra y la inguina con la que Franco aplasté todos esos embriones de cambio lo que propicié su exaltacién ¢ hipérbole. Las memorias de los exiliados magnificaron aquellos dias, que se convirtieron en dias de redencién y paraisos perdidos. Las tisiones fueron copiadas en Argentina, en Brasil, en Uruguay y en otros lugares de Latinoamérica (en México ya existian), extendiendo su mito. El impacto real de las Iisiones ¢ anecdético, pero el simbélico es enorme y se ha pegado al ideal democritico de la Repiiblica. Su espirita esta detrés de todas las aproximaciones que se han hecho a la escuela rural. ¥ persiste hoy. ‘Vuelvo al afto 2015, al tiempo de escritura de este libro. A las siete de la mafiana de tun dia cuelquiera de octubre, Estoy en mi ciudad, Zaragoza, peto puedo estar en ‘Valladolid o incluso en Sevilla, Valencia 0 cualquier capital de comunidad auténoma que tebase el medio mill6n de habitantes. No descarto Madrid ni Barcelona como posibles escenarios. Son las siete, pero a Jo mejor son las seis. O las cinco. Todo depende de lo lejos que esté el destino, Hace frfo. Cuatro jévenes de entre veinticinco {ytreinta aos se suben el cuello del abrigo, se frotan las manos y esperan bostezando fen una escuina, Un cache para. Se suben. El coche arranca y enfila las salidas de la ciudad. Cada dla es un coche distinto. Se turnan para no tener que conducir todos los dias. Son cinco, asi que pueden conducir un dia a la semana y dormitar durante el ‘www.lectulandia.com ~ Pagina 102 o2hennneeeheeneenenneneeneeefee2enee2ee2e2een098292 viaje los otros cuatro. El coche se desvia varias veces de las carreteras principales, Busca rutas secundarias’y terciarias, circula solo por carreteras estrechas y rectas que cortan Ianuras pardas. De vez en cuando adelanta a un tractor 0 al ciclomotor de un labriego 0 a ur camién que tansporta piensos o ganado. Poco més. Llegan al pueblo recién amanecidos. Se desperezan y empiezan su jomada, Son los profesores del colegio. No viven en el pueblo porque no merece la pena. Son interinos, no han ganado aun su plaza y es probable que el curso siguiente tengan que dar clase en otro pueblo de la provincia o de la comunidad. Mantienen su casa en la capital no sélo porque lo prefieren a mudarse a localidades minsculas donde apenas trabajan unos meses, sino Porque su plan, a medio plazo, es conseguir una plaza en la ciudad. Acumulan puntos, hacen mérits, El disefio aparentemente meritocrético de reclutamiento de profesores para el sistema educat'vo publico espaiiol propicia que los més jévenes, los que empiezan en la docencia, a menudo no tengan més remedio que aceptar sustituciones e interinidades en pueblos remotos de su comunidad. Van alli porque los veteranos ya hhan copado las plazas buenas, asi que se toman esos afios como una penitencia necesaria antes de que un nuevo concurso-oposicién o una carambola los lieve de ‘vuelta a sui casa. Entre esos jévenes profesores que cada mafiana comparten coche Para viajar setenta, cien o ciento cincuenta kil6metros hasta su puesto de trabajo hay muchos vocacionales y enérgicos. E! rodillo de los afios no les ha mellado la voluniad ni las ganas de levantarse cuando suena el despertador. El contador de decepciones esté casi a cero y la vitalidad, al cien por cien. Creen en lo que hacen, estén ‘onvencidos de la importancia del magisterio y unos cuantos han ido més alla de la formacién convencional, han leido mucha pedagogia y les apetece innovar dentro de Jos limites del sistema (que pueden ser estrechos). En Ta escuela rural encuentran un campo de intervencién prodigioso. Quizé muchos pueblos no tengan docentes, vereranos y curtides, porque nadie aguanta en ellos una temporada larga, pero, a cambio, disponen de jévenes que se toman su trabajo muy pasionalmente y se parecen muchc a Jos marineros del entusiasmo de Juan Ram6n, Sin entusiasmo, sin lun entusiasmo extasiado y rayano en la demencia, casi nadie sube a un coche a las, cinco de la madrugada para viajar dos horas al medio de la Espaiia vacia a cambio de uun sueldo muy bajo y un futuro sin asegurar. Algunas innovaciones pedagégicas se han ensayado en Espafia en la escuela rural, entre otras razcnes, gracias a estos docentes jévenes y receptivos. El centro escolar de Arifio, un puctlo de Teruel de 775 habitantes, fue el primero en Espaiia en ensefiar con pizarras digitales. En otro lugar de Aragén, Alpartir (574 habitantes), se implanté ‘un modelo en ¢l que se enseifaba jugando al ajedrez y con piezas de Lego, sin usar ni un solo libro de texto. No son experiencias aisladas ni laboratorios de escaparate, sino avanzadillas de unas mejoras pensadas para extenderse por todo el pais!" ‘Ya no son setecientos voluntarios apoyando a un cuerpo de maestros de escuela ‘www: lectulandia.com - Pagina 102 muy pobres y aislados, sino todo un sistema con miles de funcionarios. Quizé no se amen Rafiel Alberti 0 Antonio Machado, pero, en términos pedaggicos, estén mucho mejor formados que cualquier joven misionero de los afios 30 y tienen muchas ‘mas aptitudes y herramientas para enfrentarse a su trabajo. Ya no es una semana de funciones de teatro y un modesto lote de cien libros. Ahora hay un trabajo continuo e intensivo, Pero, en el fondo, subyace un espiritu parecido, Es dificil que muchos de estos docertes j6venes no se sientan un poco misioneros. Estin de paso, al fin y al cabo. Llevan la cultura y la educacién a los pueblos como un bien importado porque ellos mismos no se quedan. Al terminar las clases, yuelven a sus ciudades. Persiste,

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