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GENERALIDADES
1. Origen y evolución
La sociedad anónima constituye una de las formas societarias más importantes de la actualidad,
juntamente con la sociedad de responsabilidad limitada. Quizá a ninguna sociedad se le han reconocido
tantos méritos y tantos defectos, y de ninguna otra se ha escrito tanta doctrina. Su función práctica de
captar pequeños capitales y crear sólidos fondos de inversión le ha permitido ser el prototipo de
sociedad mercantil, propio para el desarrollo y explotación de grandes negocios.
El antecedente de esta sociedad suele encontrarse en el Derecho Romano, donde existieron sociedades
autorizadas por el Estado para recolectar los impuestos, que tenían su capital dividido en partes cedibles
entre los particulares. En la Edad media por su parte, existieron instituciones bancarias como el Banco
San Jorge fundado en Génova en 1409, cuya organización era muy parecida a lo que hoy conocemos
como sociedad anónima. Sin embargo, el verdadero origen se encuentra en las sociedades que se
formaron para las empresas de descubrimiento, conquista y colonización, las que con el auxilio del
Estado, fueron generando la forma actual de la sociedad, tal como la Real Compañía Holandesa de las
Indias y la Real Compañía Inglesa de las Indias. En Guatemala, la sociedad anónima apreció en el Código
de Comercio de 1877, promulgado durante la administración del General Justo Rufino Barrios.
La sociedad anónima es una sociedad formalmente mercantil, de carácter capitalista, se identifica con
una denominación social, tiene un capital dividido y representado en títulos llamados acciones, y los
socios limitan su responsabilidad hasta el monto de las acciones que hubieren suscrito, es decir, que son
de su propiedad.
Denominación social: puede ser un nombre caprichoso y se forma libremente, a voluntad de los
socios, debiendo agregarse la leyenda “Sociedad Anónima” o su abreviatura “S.A.”; puede
también incluirse el nombre de uno de los socios o los apellidos de dos o más de ellos, siendo
obligatorio incluir la actividad principal a la que se dedicará la sociedad.
Responsabilidad: porque el socio no responde con su patrimonio particular por las obligaciones
de la sociedad.
En cuanto a las características propias de la sociedad anónima la doctrina le asigna las siguientes:
3. Sistemas de funcionamiento
El mayor o menor control que el Estado ejerza en materia de sociedad anónima ha determinado que se
hable de sistemas de funcionamiento, dentro de los cuales se estudian tres sistemas: sistema liberal,
sistema de autorización y control permanente, y sistema de normatividad imperativa.
a) Sistema liberal: celebrar un contrato para formar una sociedad es un acto confiado a la
autonomía de la voluntad, como celebrar un contrato de compraventa. El Estado no tiene
ninguna injerencia en la formación de la sociedad, aun cuando exista una dependencia
administrativa como el Registro Mercantil, que lleva el registro de cada sociedad que se
organiza. Se contrae a establecer si el instrumento público que contiene el contrato, reúne los
requisitos formales que la ley ordene dentro de su carácter solemne. Este sistema es el que en
términos generales se sigue en Guatemala, aunque debemos recordar que hay algunas
sociedades anónimas que por su carácter especial se encuentran sujetas al Estado, tal es el caso
de los bancos, sociedades de inversión, aseguradoras, almacenes generales de depósito, que se
están bajo el control de la Superintendencia de Bancos.
4. Formas de Constitución
El capital social en la sociedad anónima podría definirse como la suma del valor nominal de las acciones
en que está dividido. Al decir valor nominal, debe entenderse como tal el que aparece en el título:
pueden haber acciones de diez quetzales, cien, mil, etc., en cuyo caso para obtener la cifra de capital
social se procede a sumar estos valores nominales y obtener el valor total del capital social. El valor real
o de mercado es la suma en que se puede vender una acción, y el valor contable es el que le
corresponde conforme al estado patrimonial de la sociedad.
Determinación: el capital social debe estar determinado en la escritura social, tanto el autorizado, como
el suscrito, el pagado y el pagado inicial.
Integración: el capital debe mantenerse en los valores inicialmente pactados, de manera que
únicamente debe modificarse mediante la celebración de nueva escritura y su consiguiente trámite
registral.
Desembolso mínimo: debe existir un desembolso efectivo mínimo, en Guatemala cada accionista debe
pagar al momento de suscribir cuando menos el 25% de las acciones que hubiere suscrito, porcentaje
que en todo caso no puede ser menor de doscientos quetzales exactos (Q. 200.00).
Efectividad o realidad: se establece este principio para que el capital no sea ficticio, de manera que la
ley en variadas normas, tiende a que el capital de las sociedades sea real. Tal es el caso que la ley
establece que en caso se den aportes en efectivo pueden quedar bajo el resguardo de uno o varios
administradores o depositarse en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad, esto último es
obligatorio cuando el aporte en efectivo sea mayor a dos mil quetzales exactos (Q. 2,000.00).
Unidad: aun cuando se encuentra dividido en acciones de igual valor, debe entenderse que constituye
una unidad económica y contable.
Conforme a la legislación guatemalteca el capital puede presentarse en tres formas: autorizado, suscrito
y pagado mínimo.
Capital autorizado: es la suma hasta donde la sociedad puede emitir acciones sin modificar su
capital social. Este capital puede ser total o parcialmente suscrito.
Capital suscrito: sería el valor total de las acciones suscritas o sea aquellas que se han tomado
para sí o para un tercero. Este capital suscrito puede pagarse también total o parcialmente.
Capital pagado: la ley establece que cada accionista debe pagar un mínimo del 25% del valor
nominal de las acciones que hubiere suscrito. Es el capital efectivamente pagado al momento
de constituirse la sociedad.
Capital pagado inicial (mínimo): el monto del capital inicial pagado debe ser de por lo menos
doscientos quetzales (Q. 200.00). Esto es solo para las sociedades anónimas comunes, pues las
especiales como bancos, aseguradoras, financieras, almacenes generales de depósito, etc., sus
leyes específicas establecen cantidades mayores.
Ejemplo: se funda una sociedad anónima con un capital autorizado de Q. 200,000.00, supongamos que
se divida en acciones de Q. 1,000.00 cada una, entonces quiere decir que puede emitir 200 acciones del
valor indicado, este es el capital autorizado. Lo socios disponen que se emitan únicamente 100 acciones
del valor nominal indicado, dichas acciones son suscritas por los socios, por lo tanto el capital suscrito es
de Q. 100,000.00. A pesar de lo anterior, el socio tiene la oportunidad de pagar a plazos el valor de sus
acciones, mediante un pago inicial no menor del 25% del valor nominal de las acciones que cada
accionista hubiere suscrito. Suponiendo que en el ejemplo que usamos todos los socios pagaran
inicialmente el 25% este porcentaje sobre cien mil sería de Q. 25,000.00, esta última cifra sería el capital
pagado. En todo caso como ya se dijo el capital pagado inicial no puede ser menor de Q. 200.00.
Atendiendo a la semántica que use el Código de Comercio de Guatemala, podemos decir que la acción
es una cosa mercantil, término sustitutivo de los bienes muebles del derecho Civil. Participa en parte de
la naturaleza de los títulos de crédito, en lo que es compatible con sus peculiares características, pero no
es en sí un verdadero título de crédito.
4. Significados de la acción
La acción se estudia doctrinariamente desde tres puntos de vista: como fracción de capital, como fuente
de derechos y obligaciones para el socio, y como título valor.
a) Como fracción de capital: Representa una parte del capital social expresada en su valor nominal, el
cual debe ser uniforme en su cantidad para todas las acciones. No es posible, conforme al Código de
Comercio guatemalteco, que hayan acciones de 10 quetzales y de 15 quetzales al mismo tiempo, porque
no existiría uniformidad en el valor nominal. Lo que si se permite es la emisión de varias clases de
acciones que facultan a ejercer derechos de diferente índole, pero siempre serán de igual valor nominal.
b) Como fuente de derechos y obligaciones para el socio: Los derechos y obligaciones del socio
anónimo son los mismos que genéricamente estudiamos en la parte general. Pero en el caso de la
sociedad anónima, la ley confiere al titular de la acción un mínimo de derechos, además de conferirle la
condición de accionista. Estos derechos son los siguientes:
El derecho de suscripción preferente: es aquel por el cual el socio tiene derecho a adquirir las
nuevas acciones que se emitan, antes de que sean suscritas por terceros extraños a la sociedad.
La preferencia se tiene con relación proporcional al número de acciones que ya poseen y el
plazo para ejercerlo es dentro de los 15 días que corren a partir de la publicación del acuerdo en
el Diario Oficial.
Derecho de minorías: además de aquellos que tienen todos los socios, las minorías que
representen el 25% de las acciones con derecho a voto, o bien una fracción del capital suscrito,
tienen los derechos: Pedir que se convoque a asamblea (artículo 141); deducir acción de
responsabilidad contra los administradores (artículo 175); nombrar auditor o comisario para la
fiscalización (artículo 186).
c) Acción como título: la acción participa por su calidad de título, además de su naturaleza mercantil, de
las características de los títulos de crédito. La acción viene a ser el documento literal que emite la
sociedad en favor del socio, estableciendo la ley que elementos mínimos debe contener en su redacción,
siendo estos:
a) Por su forma de pago: acciones liberadas y acciones no liberadas. Las primeras son la que están
totalmente pagadas en su valor, y no liberadas, aquellas que se pagan mediante llamamientos o abonos.
Cuando el socio no ha pagado totalmente su acción se le extiende un certificado provisional, el que se
redacta con los mismos elementos de la acción. Los certificados se pueden ceder pero no surte efectos
hasta que no se cambia el registro en la sociedad emisora. Al pagarse totalmente el valor de la acción los
títulos provisionales se canjean por los títulos definitivos, los que sólo emiten si la acción está
totalmente pagada. En la legislación guatemalteca sólo hay acciones liberadas, ya que los títulos
provisionales no tienen esa calidad.
b) Por la naturaleza del aporte: se clasifican en dinerarias y de industria, según el equivalente al valor de
la acción que se entregue en efectivo, en otro tipo de bienes o se emitan en razón del trabajo que se
presta a la sociedad. Conforme a la legislación guatemalteca no se aceptan acciones de industria ya que
la anónima es una sociedad de capital.
c) Según los derechos que genera la acción: hay acciones que confieren derechos comunes para todos
los socios, sin que existan diferencias cualitativas. Esas acciones se les llama acciones ordinarias. Pero
hay otro tipo de acciones que dan ciertas preferencias de orden patrimonial o corporativo, como
ejemplo: recibir antes que los otros socios el pago de los dividendos o la cuota de liquidación, a estas
acciones se les llama acciones privilegiadas o preferentes.
d) Bonos de fundador: para estimular y reconocer la labor de los socios que organizan y fundan una
sociedad anónima, se han establecido los llamados bonos de fundador, o sea aquellos títulos que se le
extienden a los socios fundadores. Este documento da derecho a percibir un dividendo no mayor al diez
por ciento de las utilidades netas anuales y por un término que no exceda de diez años, limitación que
se establece para no colocar a los socios fundadores en un aposición de permanente preferencia. Este
dividendo solo puede cubrirse después de haber pagado a los socios un dividendo del cinco por ciento,
por lo menos sobre el valor nominal de sus acciones.
d) Cupones: con el objeto de facilitar el pago de los dividendos, las acciones pueden emitirse llevando
adheridos cupones separables del título principal. Es un documento accesorio que se desprende de la
acción se entregan a la sociedad contra el pago de dividendos.
La acción como título está sujeta a que se destruya o que se extravíe. En ambos casos la ley establece los
mecanismos para reponerlas según se trate de acciones nominativas o al portador (teniendo en cuenta
que de conformidad con el Decreto 55-2010 en la actualidad solo pueden emitirse acciones
nominativas). En las nominativas no hay problema porque la sociedad lleva un registro de acciones y de
sus propietarios, basta con solicitar a los administradores la reposición, y éstos tienen la facultad de
resolver, exigiendo o no que se preste garantía, previo a reponer los documento. En el caso de las
acciones al portador que ya no existen, se debía seguir un proceso judicial ante el Juez de Primera
Instancia Civil del domicilio de la sociedad.
La doctrina enseña que ninguna sociedad puede adquirir sus propias acciones; sin embargo, en el caso
de que un socio se separe de la sociedad o se excluya de la misma, la sociedad podría estar interesada
en adquirir las acciones del socio afectado. En este caso, la ley permite que la sociedad adquiera sus
propias acciones, pero se exigen algunos requisitos:
Que la sociedad tenga utilidades acumuladas o reservas legales, los que puede usar para
adquirir las acciones.
La sociedad puede tener en su poder acciones adquiridas, durante un plazo máximo de 6 meses.
Durante esos 6 meses si la sociedad no logra vender las acciones, se procede a reducir el capital.
8. Amortización de acciones
Dentro de las formas de reducir el capital social en una sociedad anónima, la amortización de acciones
es uno de los procedimientos reconocidos por la ley. Consiste ésta en la cancelación de un cierto
número de acciones que pierden su calidad de títulos representativos de partes de capital; pagándole al
socio que sufre la amortización, el valor contable de la misma. Para amortizar una acción es requisito
indispensable que esté totalmente pagada, ya que como se dijo, es una reducción de capital. El
procedimiento puede estar previsto en la escritura o bien acordarse en una asamblea general, en cuyo
caso deberá hacerse un sorteo ante notario, para establecer que socio sufrirá la amortización,
entregándole a cambio un certificado goce.
2. Clases de asambleas
Las asambleas se clasifican atendiendo diferentes aspectos. Así, por ejemplo si se toma en cuenta el
momento en que se celebran, en relación al plazo, resulta que puede hablarse de las siguientes:
a) Asamblea constitutiva: es la que sirve para fundar la sociedad. Sin embargo, se debe indicar que
no se puede hablar de un órgano nazca antes de la entidad de la cual forma parte. La ley
guatemalteca no contempla asambleas de este tipo, sino que son un mero acto de celebración
del contrato social.
b) Asamblea de gestión: se les llama así a las que se celebran durante la vida de la sociedad y su
nombre obedece a que en éstas se discute y se traza la gestión empresarial de la sociedad.
c) Asamblea de disolución y liquidación: se conoce como tales a las asambleas que ponen fin a la
sociedad. En nuestro derecho la disolución y la liquidación son procesos jurídico-contables de
realización patrimonial, o sea, que los socios se reúnen para disolver la sociedad y como
consecuencia de ello se procede a liquidarla. Hay entonces una asamblea para decidir la
disolución y otra para aprobar el balance de liquidación.
La clasificación anterior tiene interés teórico únicamente. La siguiente clasificación es la que plasma el
Código de Comercio de Guatemala:
a) Asamblea general ordinaria: es la que se celebra por lo menos una vez al año, luego que se
hayan practicado las operaciones contables que delimitan el ejercicio social. Su finalidad
conforme al artículo 134 del Código de Comercio de Guatemala, es la de conocer todos aquellos
temas que son propios de la vida ordinaria de la empresa: nombrar administradores, enterarse
de los negocios sociales, aprobar el reparto de dividendos, y resolver todo asunto que por su
carácter no especial, hacen que la persona jurídica no se vea afectada en su estructura.
c) Asambleas especiales: no son asambleas generales, ya que no reúnen a todos los socios. La
especial es la reunión de un determinado grupo de accionistas en relación a la clase de acciones
que tienen en propiedad.
d) Asamblea totalitaria: llamada también universal, es aquella que se celebra sin necesidad de
audiencia previa. Los socios se pueden encontrar reunidos por un acontecimiento festivo, y en
esa ocasión deciden por unanimidad la agenda. El funcionamiento del órgano es legal y sus
decisiones vinculan a todos los socios. Esta asamblea se encuentra regulada en el artículo 156
del Código de Comercio de Guatemala.
a) Convocatoria: para considerar que una asamblea funciona legalmente, deberá ser convocada
con no menos de 15 días de anticipación a la fecha de su celebración, lo que se hace mediante
avisos que se publican por dos veces en el Diario Oficial y en otro de mayor circulación (artículo
138 Co.Co.). La ley no regula las asambleas de segunda convocatoria, pero remite la posibilidad
de que puedan realizarse. Sucede por ejemplo, que a la primera audiencia en que se celebre la
asamblea no concurre el quórum necesario, y pudiera que fijando nueva oportunidad tampoco
se reuniera el quórum, tornándose difícil realizar la asamblea. Para resolver este problema, en
los avisos de convocatoria suele decirse que si por falta de quórum no se celebra la sesión en la
fecha inicialmente indicada, se realizará en otra que en el mismo aviso se señala, con los socios
que asistan a la misma. Diferente es la asamblea sucesiva (artículo 151 Co.Co.), en esta el
quórum se reunió, pero con el tiempo para discutir la agenda no alcanza, los socios deciden
continuar la asamblea en los días siguientes, hasta agotar todos los asuntos que motivaron la
asamblea.
c) Lugar de reunión: debe reunirse en la sede social de la persona jurídica, o sea el lugar señalado
como asiento principal de la empresa.
d) Agenda de la asamblea: la agenda es preparada por la autoridad que convoque y debe contener
los puntos que se someterán a discusión y aprobación de la asamblea.
f) Otros actos preparatorios: durante los 15 días previos a la asamblea debe ponerse a la vista de
los socios toda la documentación que sea necesaria al respecto de lo que se discutirá en la
asamblea. La documentación se refiere al balance general de distribución de utilidades,
memoria de labores de la administración, libro de actas, etc. (artículo 145 Co.Co.).
El quórum se refiere a la presencia de los socios o sus representantes para la celebración de una
asamblea. Para la determinación del mismo se toma en cuenta a los propietarios de acciones
nominativas que aparezcan inscritos en el registro específico de acciones, con 5 días de anticipación a la
celebración de la asamblea. El quórum es entonces, la cantidad de personas que representando un
porcentaje del capital, son necesarias para la celebración de la asamblea. Hay dos clases de quórum: “de
presencia” y “de votación”, el primero se necesita para iniciar la sesión, y el segundo para tomar una
resolución.
a) Asamblea ordinaria
Quórum de presencia: lo constituye como mínimo la mitad de las acciones con derecho a voto.
Quórum de votación: es la mayoría simple de votos presentes.
Si la sociedad tiene 500 acciones con derecho a voto, se necesitaría 250 para iniciar la sesión y 126 para
votar o tomar una resolución con plena validez. Puede suceder que el quórum de presencia se
desintegre, entonces la sesión puede continuar, pero los acuerdos deben tomarse por mayoría según el
quórum con que inició la asamblea. Por ejemplo, si la sesión se inició con representación de 400
acciones, la mayoría simple para votar son 201 acciones, en el supuesto que se desintegrara, tendrán
que estar representadas estas 201 acciones para toar acuerdos válidos.
b) Asamblea extraordinaria
Quórum de presencia: se forma con el 60% de las acciones con derecho a voto, salvo que la
escritura fije un porcentaje mayor.
Quórum de votación: se requiere más del 50% de las acciones con derecho a voto a menos que
la escritura fije un porcentaje mayor.
Si se aplica el ejemplo de 500 acciones, se necesitarían 300 acciones para iniciar la sesión y 251 para
votar. Y si hubiera desintegración del quórum de presencia, éste no puede bajar más allá de la mitad
más uno de las acciones con derecho a voto.
c) Asambleas especiales
Para las asambleas especiales no existe norma específica que establezca los porcentajes de acciones que
forman el quórum de presencia y el de votación; sin embargo, el artículo 155 del Código de Comercio
establece que a éstas se les aplicarán las reglas de las asambleas ordinarias. Debe tenerse en cuenta los
siguientes casos especiales:
Acciones en copropiedad: cuando una acción pertenezca a varias personas, debe nombrarse un
representante común.
Acciones en prenda: por estas concurre y ejerce los derechos el deudor prendario (propietario
de la acción).
Acciones en usufructo: el voto lo ejerce el usufructuario (quien tiene en uso y disfrute de los
derechos de la acción).
Acciones en poder de la sociedad: cuando la acción se encuentra en poder de la sociedad se
suspenden los derechos que genera en consecuencia no se toman en cuenta dentro del quórum.
c) Los gerentes: regularmente se confunde al gerente con el administrador, creyéndose que son
dos formas de nominar a un mismo funcionario. Pero legal y doctrinariamente, son categorías
diferentes. El gerente debe tener las mismas facultades que un administrador, pero
técnicamente es un sub-administrador. En una sociedad existe la administración y a la vez la
gerencia, con muchas variantes: gerencia de producción, gerencia de ventas, gerencia de
recursos humanos, gerencia de créditos, etc.; según la organización interna de la actividad
empresarial. Lo nombra la asamblea o la administración facultada para ello, el cargo de gerente
es personal e indelegable y tiene facultades de gestión y administración. Sus facultades deben
encontrarse previstas en la escritura social, caso contrario tendrá las facultades de un auxiliar de
comercio.
6. Órgano de fiscalización
Dentro del equilibrio que se trata de mantener en el ejercicio del poder que los mismos órganos ejercen
dentro de la sociedad, el órgano de fiscalización tiene la misión de controlar la función administrativa. La
asamblea a pesar de ser el órgano supremo, no le es posible ejercer ese control de manera permanente,
ya que su funcionamiento es temporal y no tiene el inmediato acceso a los problemas que represente
una administración anómala. Se encuentra regulado en los artículos del 184 al 194 del Código de
Comercio y puede darse de 3 formas:
1. FUSIÓN DE SOCIEDADES
Una de las características del movimiento comercial dentro de la economía capitalista, es la tendencia a
crear “ententes” comerciales que permiten el control del mercado, la eliminación de la competencia o
bien para la defensa de intereses comunes. Estos ententes, se forman mediante la fusión de las
sociedades mercantiles y el fenómeno conocido como “concentración de empresas” o “uniones de
empresas”. Las formas en que se puede presentar la unión de empresas es la siguiente:
Kartel: tiene la finalidad de regular la concurrencia y dosificar la competencia, estableciendo
mecanismos que pare el control del mercado. Pero las sociedades que forman parte del cartel
no desaparecen, siguen conservando su individualidad y personalidad.
Consorcio: tal como se conoce en la explotación del servicio de transporte urbano de la ciudad
capital de Guatemala, es una forma de concentración o unión de empresas individuales que no
pierden su carácter de tales, pero que se agremian en otro ente, con el fin de satisfacer
intereses empresariales comunes.
Fusión: se diferencia con los anteriores en que al darse la concentración, desaparece por lo
menos una de las sociedades concentradas. La fusión es la reunión de 2 o más sociedades que
forman una nueva sociedad.
Integración: hay integración cuando varias sociedades se fusionan en una sola y desaparecen
todas sin excepción.
Absorción: cuando una de las sociedades fusionadas subsiste por absorber a las demás.
En ambos casos, las sociedades fusionadas, con excepción de la que absorbe entran en estado de
disolución, como acto previo a la fusión, y la nueva sociedad adquiere los derechos y obligaciones de las
absorbidas.
2. Transformación de sociedades
El Código de Comercio establece en su artículo 262 que las sociedades constituidas conforme la ley,
pueden transformarse en cualquier otro tipo de sociedad mercantil, manteniendo la misma
personalidad jurídica de la sociedad anterior. Solo se trata de una transformación del tipo de sociedad,
es decir, que una sociedad colectiva puede transformarse en una limitada, o una comanditaria en una
anónima, etc.
3. Escisión de sociedades
DISOLUCIÓN DE SOCIEDADES
La sociedad mercantil, por ser una persona jurídica, al igual que la persona individual, tiene un período
de vida que se inicia al estar definitivamente inscrita en el Registro Mercantil y se principia a extinguir
cuando se disuelve. Hay dos tipos de disolución de sociedades, una parcial y otra total. La primera no
termina con la vida de la sociedad, pero le produce mutaciones en su existencia jurídica; la segunda, es
la que produce la terminación de la sociedad.
1. Disolución parcial
En dos casos está contemplada legalmente la disolución parcial de una sociedad: por exclusión y por
separación de uno o más socio. La diferencia es que en la primera el socio es retirado de la sociedad por
incurrir en infracción al contenido de la escritura social o a la ley; en cambio, la separación proviene de
la voluntad del socio.
a) Exclusión: se encuentran en los artículos 29, 29 y 226 del Código de Comercio, en el caso específico
de las sociedades accionadas, las causas de exclusión son:
b) Separación: la ley distingue las causas de separación en las sociedades accionadas y no accionadas, en
cuanto a las no accionadas son las siguientes:
2. Disolución total