Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
para prevenir el contagio del dengue. Tanto es así que a éste que les
reenvío estuve a punto de eliminar sin leer. Afortunadamente no lo hice. El
documento alerta sobre las fumigaciones -entre otras cosas- que es un
tema que a mí me venía preocupando y aquí encontré la respuesta. Para
ahorrarles tiempo destaqué en rojo los párrafos que me parecieron más
significativos.
Estimados:
Les solicito la difusión de este trabajo sobre el dengue
Cordialmente
Cetaar- RAPAL
Las causas son múltiples pero se relacionan entre sí. Como se sabe el progreso de la
enfermedad tiene que ver con la expansión de las zonas de distribución y las
posibilidades de supervivencia del mosquito Aedes aegypty, ambas se hallan
relacionadas con el modelo agrícola vigente y el cambio climático, estas a su vez
vinculadas entre sí.
Si bien es posible hablar de la multicausalidad de las enfermedades es indudable que
el modelo productivo basado en el monocultivo de soja transgénica, la utilización de
herbicidas, fungicidas e insecticidas posee su impacto en la tasa reproducción y
supervivencia del vector.
Por otra parte el incremento en la frecuencia de aplicación como así también en las
dosis de estos productos determina la aparición de resistencias genéticas. De esta
manera cuantos más químicos se utilizan más resistencias adquieren los insectos.
Resistencia que se transmite a las generaciones futuras del insecto. Dicha resistencia
puede revestir una doble modalidad: a- la capacidad del insecto de detoxificar –
romper, desdoblar- la molécula del plaguicida transformándolo en una sustancia
menos peligrosa y b- la posibilidad de generar un exoesqueleto – protección externa
de los insectos – más duro con lo cual es más difícil que el plaguicida penetre en el
cuerpo. En ambos casos, y siguiendo la concepción darwiniana, de que los más aptos
sobreviven, en unas pocas generaciones todos los mosquitos desarrollan resistencia.
En esta situación las dosis normales del plaguicida se tornan ineficaces. Por lo generar
el incremento en las dosis, el recambio por productos mas tóxicos e incluso el aumento
en la frecuencia de aplicación; solo refuerzan el problema.
Se puede afirmar que sí. El cambio climático que se manifiesta a partir de una
elevación de la temperatura y de las condiciones de humedad han propiciado tanto la
ampliación de la zona de distribución como el incremento del número de
generaciones anuales del mosquito y por ende mejores condiciones para la expansión
de la enfermedad. Ahora bien el cambio climático no ha ocurrido naturalmente o por
azar, por el contrario se relaciona tanto con el incremento en las actividades
industriales, los transportes, la quema de bosques que generan dióxido de carbono
como con el descenso en la superficie cubierta por árboles, que absorben ese
compuesto. De nuevo hallamos una relación entre el modelo de producción agrícola
y la expansión de la enfermedad.
Los plaguicidas solo pueden acabar con las larvas o los adultos que son alcanzados en
las aplicaciones, pero como ya fue mencionado los insectos pueden adquirir
resistencias.
En este caso se debe destacar que los plaguicidas son clasificados según su toxicidad
específica - potencialidad de causar daño - en cinco categorías, desde los
extremadamente peligrosos hasta los productos que “prácticamente no ofrecen peligro”.
Muy pocas veces en su categorización se tienen en cuenta las condiciones sociales y
ambientales de aplicación, las cuales pueden tornar muy peligroso a un producto clase
IV (que normalmente no ofrece peligro) (Souza Casadinho, j. 2005).[7]
Se debe resaltar que en ocasiones las fumigaciones se realizan sin notificar a las
comunidades afectadas con lo cual las mismas se hallan expuestas a las partículas
del tóxico[8]. Además de contaminarse las fuentes de agua, estanques, aljibes, etc.
Los daños en la salud de los tóxicos utilizados en las campañas contra el dengue, en
general plaguicidas que poseen clasificación química piretroide, pueden manifestarse
rápidamente, síntomas agudos o por lo contrario manifestarse mucho tiempo
después de ocurrido el contacto , síntomas crónicos.
Ente los síntomas agudos se hallan; el hormigueo en los parpados y en los labios,
irritación en los ojos y en las mucosas, estornudos, vómitos, escalofrío. Entre los
síntomas crónicos se hallan, ampollas en la piel, inflamación en los pulmones,
disrupción hormonal.[9][10][11]
Además, como por lo general se utilizan dosis de aplicación más altas que las
recomendadas, la peligrosidad en su utilización se incrementa (Souza Casadinho,
Javier, 2005)[12].
Se debe tener en cuenta que cualquier medida puede resultar ineficaz si no se logra
una reducción sustancial en las condiciones de pobreza junto a una evaluación
continua y permanente tanto del proceso puesto en marcha como en el monitoreo de
la enfermedad. Entre otras pueden encararse las siguientes medidas;
[1] Cuando una enfermedad o evento relacionado con la salud, supera o excede la
frecuencia usual en una población específica, en un lugar y en un período de tiempo
determinado, se habla de epidemia o brote. Zulma Ortiz, y otros. - Modulo Nº 6 de
epidemiología básica y vigilancia en salud. 2005. Ministerio de salud de la Nación. Bs
As, Argentina
[2] Almiron, Walter y Rossi, Gustavo. 2005. Artrópodos de interés médico en Argentina.
2005. Capítulo 11 Mosquitos. Fundación Mundo Sano. Bs. As. Argentina.
[3] Ronco A. y otros. 2008. Integrated approach for the assessment of biotech soybean
pesticide impact on low order stream ecosystems of the Pampasic region. En
ecosystem Ecology Research Trends. Pp 209.239 Nova Science Publishers. Inc.
[4] Agostini y otros. (2005) Efecto de la aplicación de pesticidas sobre larvas de anuros
utilizando experimentos de campo. III Congreso de Limnología. Cal III. Chascomús.
Sociedad Argentina de Limnología.
[5] Souza Casadinho, Javier. 2007. Los contaminantes orgánicos persistentes. Los
plaguicidas clorados y sus alternativas. CETAAR- Secretaria de ambiente y desarrollo
sustentable. Buenos Aires. Argentina.
[6] Almirón, Walter y Rossi, Gustavo. 2005. Artrópodos de interés médico en Argentina.
2005. Capítulo 11 Mosquitos. Fundación mundo sano. Bs. As. Argentina.
[7] Souza Casadinho, Javier. 2005. Los plaguicidas y los niños. CETAAR ediciones.
Marcos paz. Argentina
[8] Tal como ocurrió en Quimilí, Santiago del Estero, el día 1 de abril de 2009.
[12] [12] Souza Casadinho, Javier. 2005. Los plaguicidas y los niños. CETAAR ediciones.
Marcos Paz. Argentina