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Cien afios de soledad A ve Vz s novelas fundamey J comienzo de una de las novelas fundamentales det sip, : erfin el co! cies ae “ ‘ ante nuestros ojos todo un mundo que, sin soluci 0X) : pvela aparece a Bl En esta nov si Jo real a lo divino y a lo imaginarlo, Para algunos escritores, ¢ id tinuidad, va de lo real a 08 tes, Cien afios de soledad es “el Quijote americano” sarlos Fuentes, Cien afios de soledad es “el Quij mexicano Carlos Muchos aftos después, frente al pelot6n de fusilamiento, el coronel Auteliano Buen ‘ a la tarde remota en que su padre lo llevé a Conocer ey hil, beedia REAE Cie oc arto y cafiabrava Macondo era entonces una aldea de . Constr a la orlla de un rio de aguas diafanas que se precipitaban por un lecho de Piedras py. lidas, blancas y enormes como huevos Prehe El mundo era tan Teciente,que muchas cosas carecian de nombre, y para mencionarlas habia que Sefialarlas cong) dedo. Todos los afos, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapanig ‘aba su carpa cerca de laaldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales day a conocer los nuevos inventos, Primero llevaron el imén. Un gitano corpulento, de aba montaraz y manos de gorrién, que se presenté con el nombre de Melquiades, hing truculenta demostracién pablica de lo que él mismo llamaba la octava maravilla, Sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes: licos, y todo el mundo se espant6 al ver que los calderos, las pailas, las tenaz anafes se caian de su sitio, y las maderas crujian por la desesperacién de los cl os tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos Perdidos desde hack tiempo aparecian por donde mas se les habia buscado, y se arrastraban en desba turbulenta detras de los fierros magicos de Melquiades, ~prtegonaba el gitano con aspero acento-, todo es cuestién de desperte José Arcadio Buendia, cuya desaforada imaginacién iba siempre mas le senio de la naturaleza, y aun mas alla del milagro y la magia, pens6 servirse de aquella invenci6n indtil para desentrafiar r aueera.un hombre honrado, le previno: "Para eso no sirve"’ Pero J de los gitanos, ast que etn eS « arcadio Buendia y los cuatro hombres de desu ex é fan 8 contraron dentro u oP dura, em" in esqueleto calcific; vio de cobre con un rizo de mujer, : rwieron los gitanos. Esta vez llevaban un catal ot oe exhibieron como el dltimo eset Ea HY ona ip etme deur ntaron una gitana en un extremo de la aldea e instala; 10s judios de ay iron el Catalejo, alaentra. | . ‘ acarpa- Mediante el pago ee cinco reales, la gente se asomal | sh ional aicance de su mano. “La ciencia ha eliminago las ie al catalejo y veta erquades- «pentro de poco, el hones Podra ver lo que ocurre en et! we, on nore de Se Un mediodia ardiente heron una arte posta ion con la lupa oan pusieron un montén de hierba na asombrosa de- calle Je prendieron fuego mediante la concentracién de los rayos. aa Oe | jyendia, ae 20 70 acababa de consolarse por el fracaso de sus oa idea de utilizar aquel ie como un arma de guerra. Melquiades, oc a gisuadirlo. pero termin6 por aceptar los dos lingotes imantadios y tres ae, pete ‘ocolonial a cambio de la lupa. Ursula llor6 de consternacién. Aquel ie aod : ‘a cofre de monedas de oro que su padre habia acumulado en toda’ fi y que ella habia enterrado debajo dea cama een eee srtirlas. José Arcadio Buendia no traté siquiera de consolarla, Pedicion log ra | jaarmace ido que desatticy. J Fun relic Mevaba colgadoen yell om en arZO VO ar parte dew de privaciones, ocasion para invel por entero a sus eXP* riesgo de su propia vida. Tratando de demostrar los efectos de la lupa en la tropa niga, se expuso 61 mismo ala concentraci6n de los rayos solares y sufri6: quese convirtieron en tilceras y tardaron mucho tiempo en sanar. Ante las p ga mujer, alarmada por tan peligrosa inventiva, estuvo a punto de incendi largas horas en su cuarto, haciendo calcules sobre las posibilid s hasta que logro componer un manual de un sa claridad didactica y un poder de conviccion irresistible. Lo envi6 a las: acompafiado de numerosos testimonios sobre sus experiencias y de al cuidado de un mensajero que atravesé la sier remont6 rios tormentosos y estuvo a punto peste, antes de consegul gato Pasaba gicas de su arma novedosa, dibujos explicativos, pantanos desmesurados, azote de las fieras, la desesperacion y la con las mulas del correo. A pesar de que osé Arcadio Buendia prometia lo ordenara el gobierno, con el fin de hacer demostraciones ante los poderes militares, y adiestrarlos personalmente en l28 0 suerra solar, Durante varios afios esper6 la respuesta: Portis se lamento ante Melquiades del fracaso de st vib Jos doblonesa Prueba convincente de honradez: le devol\ menos que imposible, J

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