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BALTASAR GRACIAN AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO (I) Edicién, introduccién y notas de Evaristo CORREA CALDERON BIBLIOTECA CLASICA CASTALIA BIBLIOTECA CLASICA CASTALA © Eattoial Casta, 8. &, 2001 “Zutano, 39 ~ 28010 Madrid Diselio Hans Rombesg . Imnpresion y encuadernacién RODESA (otativas de Estella, S.A) Navarra, ISON: 84-7039-962.4 DDepésito beg: NA-2010-2001 Iimpreso en €spatia Printed in Spain Quedan qyresamnente prohibidas, bajo las sanconesestabtecdas por la bey, la eproluccién total « parcial de esta aba pr cualquier medio o procedimiento, asi como su dstrinucion snetiante aquiler @ présiame public, sin laautorizeci eserita de los tulares del copyright. SUMARIO TOMO I INTRODUCCION PIOGRAFICA ¥ CRITICA 5 =. Agudeza y Arte de Ingenio: Sus dos versiones . Su originafidad Fistética de Ia “Aguceza’ NOTICIA BIBLIOGRAFICA PIBLIOORAF{A SELECTA SOBRE EL AUTOR .. NOTA PREVIA cay ee es oe SIOLAS Y ABREVIATURAS USADAS AGUDEZA ¥ ARTE DE INGENIO Aprobacién, Censura Dedicatoria Al letor _ Discursos del I al XXVIL TOMO i Discursos del XXVIII al L ... wees AARATADO SEGUNDO we oes ces ee cee cee ee nee oe Discursos del LI al LXM woe ves ve ANDICE ONOMASTICO ... ... ENDICE DE PRIMEROS VERSOS 0 2. ces es ee ot SNDICE DEL TEXTO .. | 1 ‘ | , INTRODUCCION BIOGRAFICA Y CRITICA Bess Gracin nace en Belmonte, pueblo préximo a Calatayud, ef 8 de enero de 1601, Son sus padres el Licenciado Francisco Gracién y Angela Morales, ca- lifieados como cristianos viejos. BI ambiente en que se crfa es de arraigada religiosi- dad, si se tiene en cuenta que todos sus hermanos co- nocides —-Magdalena, Pedro, Felipe y Raimrundo— pro- fesan en Srdenes mondsticas. El joven Baltasar pasa muy propto a Toledo, donde se educa con su tio carnal Antonio Gracidn, capellén de San Pedro de los Reyes. En a imperial ciudad de- bid decidirse su vocacién, porque a los dieciocho affos ingresa en ia Compaiifa de Jess, en el noviciado de Tarragona, en el cual hace sus primeros votos en 162L. En el mismo aio es enviado al Colegio de Calata- yud, donde se le exime de los estudios de tatinidad, bien aprendida, sin duda, durante su residencia en To- ledo y en sus dos aiios de hoviciado. El afio 1623 inicia los estudios de Teologia en ef Colegio de Zaragoza, cuyos superiores le escogen para cargos de confianza, Cuatro afios después, en 1627, es ordenado de pres- bitero, y de nuevo pasa como profesor de Gramitica latina al Colegio de Calatayud, 1a ciudad que tanto ama y tecuerda siempre. Reside en efla hasta que en 8 INTRODUCCION 1630 se Ie traslada al Colegio de Valencia, y en é1 hace su tercera probacién. A partir de 1631 desempefia en Lérida la cétedra de ‘Teologfa morai durante dos aifos, y en 1633, en el Co- Jegio de Gandia, fundado por San Francisco de Borja, ensefia Filosoffa, disciplina que ain no habla cursado, y en la que se le suponian grandes conocimientos. En este Colegio, el més brillante de la Compaiifa, se te nombra consultor de la casa y por indicacién del Padre General trata de suavizar Jas desavenencias que stirgen entre sus hermanos de religién, motivadas por diferen- cias regionalistas, y en él hace el afio 1635 profesién solemne de los cuatro votos. ‘Ligado para siempre a ia Compafii2, Graciin es des- tinado en 1636 al Colegio de Huesca, fecha en que se inicia una etapa decisiva en su vida literaria, al rela- cionarse muy pronto, en fecunda y entrafiable amistad, * que duraré su yida entera, con el magnate don Vineen- cio Juan de ‘Lastanosa y Baraiz. de Vera (1607-1684), poseedor de wn magnffico y suntuoso palacio en el Coso, calle em Ja que también se hallaba el Colegio de Ja Compaiiia y Ia imprenta de Nogués. Lastanosa revine. en si todas Jas excelencias de un gran sefior del Renacimient, Su casa es un magnifico museo de va- ligsas obras de arte: cuadros, esculturas, tapices, armas, muebles, joyas, monedas; una biblioteca importantl- sima, que contiene los ms raros libros sobre las mds varias materias y en Jos més diversos idiomas; un com- pleto Iaboratorio de fisica y una espléndida coleccién de. ciencias naturales. A esto se afiadian unos maravi- Hlosos jardines, con exéticas plantas, estatuas, juegos de agua, un amplio estanque con esquifes, un laberinto de arrayanes, que ctitdaban ocho jardineros franceses, y en Jos que habia asimismo un pequefia parque zoo- I6gico. Verdadero humanista 6 mismo, autor de tra- tados fundamentales sobre numsismética o historia y 4 “Nuestro mayor amigo”, te llamaré Gracién,em Agudeza, disc. xm, INTRODUCCION 9 genealogia aragonesas, es también un magndnimo mece- nas de pintores, escultores, grabadores, impresores y es- sritores, entre ellos Gracin, det cual edita gran parte de sus obras, Como si quisiera hacer pattfeipes de tantos ¥y tantos tesoros de cultura por él acumulados, abre las puertas de su mansién a cuantos se interesan por las ar- tes, y en compafifa de su hermano Orencio, canénigo de la catedral y Rector de la Universidad de Huesca, reeibe a diario a sus amigos dilectos de la ciudad —el doctor Manuel de Salinas, don Francisco Andrés de ‘Urtarroz, que viene con frecuencia desde Zaragoza, el doctor Francisco Antonio Fuser, que habia sido su preceptor, y, desde el primer momento, Baltasar Gra- cién—- y a cuantos pasan por ella, como el propio rey Felipe IV, o son sus huéspedes durante una temporada —el dugue de Ferrara, Juan de Médicis, el principe de Squilache, el marqués de Pescara, los duques de ‘Medinaceli, del Infantado, de Lerma, ios marqueses de Aytona y Camarasa, el conde de Guimerd, y cien tis, como el noble yeneciano Camilo Locauni, el du- que Gastén de Orleans —que pasa un mes y medio en su casa ¥ ivego se Teva a su anfitridn a Francia— o el Condestable de Castilla, que le hacen espiéndides re- galos para sus colecciones, ? En ese ambiente deshumbrante, que tantas y tan va- vias sugerencias le oftece, va a desarrollarse la Tabor intelectual de Gracién, Bs posible que ya en afios an- teriores hubiese iniciado su labor literaria, porque El Hérce, primer libro. que Lastanosa- edita a su costa, apenas un aio. después de iniciada su amistad con Gracin, en 1637, y “contra su voluntad”, supone ya Una madurez, de estilo y pensamiento, Se trata de un conjunto de veinte “primores” exigibles al hombre 2 Sobre Ia ‘ext de Lastanosa, vi wafinarin personelided de don Vincenci Juan icardo del Arco y Garay Lu Erudiciin Avago: esa en el siglo XV IE en torno a Lastanosa, Madrid, 1934, y nuestro Beltesor Gracén. Sa vida y su vbre, Madsid, Credo, 1961, pégx 21 10 INTRODUCCION exeepcional, ya. sea rey, gobernante o victorioso guerre to, Mas que fijarse en un modelo determinado, Gracién se propone en sus p4ginas trazar el arquetipo de hom- bre completo del Renacimiento, al mismo tiempo que offece un perfecto tratado def arte de gobernar. El fibro, que aparece firmado por “Lorenzo Gracién Inifanz6n”, alarma al General, P. Vitelleschi, quien re- comienda al P. Provincial su traslado “por aver estam- pado un libro suyo en nombre de su hermano”, y sobre todo por haber perdonado, sin licencia de los supetio- 16, a ua hermano en religin que habfa tenido “algunas flaquezas con mugeres” y Iego haber buscado dinero para fa “crianga de wna criatura”, tal vez hijo del an- terior, actos de misericordia que muestran el nobilisimo y magninimo espiritu de Gracién, BI castigo no se leva a cabo, y el jesuita continta en Huesca mis de afio y medio, hasta finales de 1639, afio en ef que es envindo a Zaragoza como confesor dol duque de Nocera, entonces Virrey de Aragén y ‘Navarra. La amistad ‘que va a establecerse entre el. gran sefior y el joven jesuita, ha de ser intima y duradera. Gracin le recordar4 siempre, incluso después de haber cafdo el Duque en desgracia y muchos -afios después de su muerte. Bl afio 1640 le sigue a Navarra y a la Corte, donde admira ef palacio del Buen Retiro y visita las tmansiones de los duques de Veragua y Feria, aunque se queje de la petulancia y descoctesta de Los servidores. En este mismo affo publica su segunda obra, Et Politico Don Fernando el Catélico (Zaragoza, Diego Dormer, 1640), que aparece firmada por “Lorenzo Gra- cin”, Se trata de una breve disertacién, sin duda lefda una Academia literaria de la época, a la que asis- tiese acaso el duque de Nocera, a quien va dedicada en el exordio y al que vuelve a aludir en su final, Gracidn, tanto como una apologfa del rey, desarrolla en sus escasas paginas y en el estilo apotegmitico que le era tan grato, un profundo tratado de filosoffa politica, apoyado en numerosos ejemplos de figuras relevantes INTRODUCCION uw de Ia antigiiedad, Et Politico, dentro de su brevedad, representa un alegato contra la “razén de Estado” de- fendida por Maquiavelo en EY Principe, a fa que opone Ja “buena razén de Estado”, que trata de conciliar po- Wtica y moral, Wuelve Gracién a Madrid en 1641, pero si Ia Corte Je deslumbré gratamente en. su primera estancia, ahora, a pesar del éxito que obtiene como orador sagrado, observa sus viciosas costumbres, su turbulencia y con- fusién, Ia doblez de las gentes, amargas impresiones. que va a tasladar més tarde a su sétira social, tan viva y plistica en El Criticén. Como Critilo, “salié de Madrid como se suele, pobre, engafiado, atrepentido y melancdlico”. * Andaba a yueltas por estos aiios con un libro om el que trataba de codificar Ia expresién de los eseritores barrocos. El libro, con ef titulo de Arte de Ingenio, se publica en Madrid el afio 1642, y seis alos mds tarde, refundid y ampliado, aparece confirmado con el titulo Agudeza y Arte de ingenio (Huesca, Juan Nogués, 1648), En éste mismo afio de 1642 tiene lugar Ja secesién y guerra de Catalufia, fomentada por Francia, que trata, de apoderarse del Roscllén. En sus momentos més in- tensos, Graciim se halla en la misma linea de fuego, como superior del Colegio de Tarragona, y aunque pasa una grave dolencia mientras dura el sitio de Ia ciudad, a él se debi sin duda la actividad espiritual y hurna- nitaria desplegada por sus hermanos de Orden. En 1644 pasa a Valencia, donde Je sucede un hecho que va a ser significative en su vida. Brillante orador sagrado, de gusto barroco, en una ocasi6n tiene Ia in- genua ceurrencia de anunciar que en un proximo ser-" mén va a leer una carta recibida del Infierno. Delatado a sus superiores, es obligado a desdecirse. Debieron andar por medio sus émulos valencianos, lo que motiva. 3 BE Critieén, 1, 12. 12 INTRODUCCION que, a partir de entonces, Gracidn se refiera con iro- fay censura, generalizando demasiado, a Jas gentes de Valencia, Sus disimulados enemigos, acaso dentro de Ia propia Orden, no le perdonan, y en-el mismo aiio de su. muerte se publica (Valencia, Bernardo Nogués, 1658), un libelo tituiado Critica de refleccidn, que apa- rece firmada por “Sancho Teczén y Muela”, del que con fundamento se suptso autor, o al menos inspira- dor, al P. Rajas, apasionado walencianista y autor de oftos. vejdmenes. semejantes firmados con anagramas, Aunque le doliese Ia rectificacién de su ingenioso recurso oratorio, debié ocuparse en esta época de Ia redaceién de su nueva obra EY Discreto (Huesca, No- gués, 1646), com In que’trata de formar, no ya al héroe o al politico, ni siquiera al cortesano, sino simplemente al hombre de mundo, prudente, mesurado, que sepa desenyolverse en los salones con inteligencia y soltura. Los veinticinco “realees” que lo constituyen adoptan Jas més variadas formas, muchas de las cuales pudie- ran. creerse breves disertaciones, tal vez lefdas en las Academias literarias tam del gusto de 1a época; acaso algunas de clias celebradas en el palacio de Lastanosa. Gierra el libro el “realce” © capftulo titulado ‘Culta reparticién de ta vida de un discreto”, que resume ef contenido de su pemsamiento y pucicra creerse el nticleo inicial d2 E? Critiedn, donde se desarrolla al maximo su estructura y su ideacién, En el mismo affo en que publica EI Discreto, su vida metédica de eckesidstica regular, de escritor, va a inte- rrampitse con un acontecimiento singular ¢ inesperado, muy de acuerdo con sus entusiasmos heroicos de juven- tud. El Patriarca de Valencia le nombra; con otros religiosos, capelléa del ejército que va a combatir a los franceses, duefios de Lérida, defendida por el conde do Harcourt, llamado ef Jivencible. Mandan las tropas espafiolas el marqués de Leganés, don Pablo de Parada ¥ ofros generales, De los capellanes nombrados, unos ‘enferman y otros eaen prisioneros. El tinico que sigue INTRODUCCION 13 actuando es Gracidn. Da dnimos a los soldados y los absuelve, antes de comenzar el asalto. “Hubo cabo Ge. ‘jefe?) que dijo que importé tanto esto como si es hubieran aiiadido 4.000 hombres més”, confesaré con cierta vanagloria, “Estuve exhortando los tercios, asf como iban entrando a pelear: por sefias que dieron dos balas de artillerfa en el mismo escuadrén donde yo actualmente estaba entonces y muchas balas de mos- quete que pasaban zumbando. Toda la noche confesé marchando y cuando hacfamos alto: en mi vida tra- bajé més”. Vencen los espaitoles en memorable com- bate, y los franceses, en desbandada, dejan en el campo cuatrocientos muertos y llevan’ consigo dos mil heridos. Gracin, con legitimo orgullo, dirt en Ja curiosa carta, en Ja que relata la batalla: “...ahora tocios los soldados ¥ aun sefiores, cuando me ven, me aman el Padre'de Ja Victoria”, # Como si se Ie Fecompensara por su valerosa actua- ion, vuelve a ser destinado a Huesca, donde le espera. Ja cordialisima acogida de Lastanosa. Precisamente por Jos primetos meses de 1647 debid ocurrirsele al joven magnate Ja idea de escoger una coleccién de maximas entre Jas muchas que se hallaban desperdigadas en tos Jibros de su entrafiable amigo Gracién, que é! mismo habia editado, y acaso entre los que conservase inéditos © inacabados. Cabe suponer que el escriter, a la vista de as médximas seleccionadas. no satisfecho con la escueta expresién de Jas sentencias, las amplificase o 4 ‘ranseria_por a P. Gonatlen, de Madrid, y ditigida al P. Pereyra, de Seville, desde, Létide, oan fecha 24 de noviembre de 16i6, Hallase ms. en Ta Academis. de Ie. Hist en el Memorial Kstbrico espaael, 2. XVI, pa ducida, por Adolphe Coster, on ““Baltatar ‘Grackin”, Heowe tie, 1988, XXIX, ign 697 y ss. Las dos copia Biblioteca’ Nacional de Madrid (Sec. Mee, 0 2.377, fois, 179-76 200-208) fueron publicadas. por: cl Pyof.” Gili Gaya en Ta revista Herda (Léside, 1950, XIV). Con posteriaridad ol P- Batllor, repro duce “en. su libro Gracién y ef barroca (Rome, 1958) una teva copia ‘hallede on le ‘Trinity College, Library, de Dublin, befor el titulo “EL texto, mis genuine de Ta, relacién ‘greeiana sobre. el So- corro de Lérida” (pigs, 151-168), 16 INTROD UCCION redujese on una refundicién total, hasta el punto de realizar una obra que, partiendo de sus libros anterio- res, fuese nueva y diferente, Las trescientas méximas que constituyen el Ordeulo manual y Arte dé Predencia (Huesca, Nogués, 1647), titulo que debié darle Lasta- nosa, tienen todas elas ef sello inconfundible de Gra- cidn, no s6lo por su propio contenido ideoldgico, tan propio del escritor, como por su. estilo personalisimo. Al constituir un conjunto apretado de sentencias de va- Jor permanente y eterno, es ésti la obra de Gracidm que va a lograr una mayor difusién universal. Escasas noticias tenemos del escritor desde 1647 a 1651, Sabemos que anda por pusblos de Aragén, por Zaragoza y Valencia, y sobre todo por Huesca, dedi- cado quizé a Ja predicacién o a Ja ensefianza en los colegios de ia Compafifa, y desde luego consagrado a una intensa actividad literaria, que va a manifestarse con Ia publicacién de la Primera Parte de El. Criticén (Zaragoza, Nogués, 1651), que subtitula En ta Prima- vera de la Nifiez, y en el Estto de ta Juventud, firmada con el anagrama de sus apellidos “Garcia de Marlo- nes”, Inicia en esta primera parte una vasta narracién alegérica,.en 1a que Gracidn satiriza con donosura 0 acritud vicios y costumbres del humano vivir, guiado del noble propdsito de corregirlos y mostrar el cami- no de Ja virtud. Delatado tal vex por sus émulos valencianos, sus su~ periores se alarman al conocer que el jesuita ha publi- cado “con nombre ajeno, y sin Hicencia, algunos libros poco graves”, por lo cual “si se averigua es culpado, désele Ja -penitencia que sea proporcionada a su cul- pa". Debié ser reprendido con. severidad, porque en 1562 escribe a Lastanosa: “Me impiden que imprima y no me faltan envidiosos, pero yo todo lo Ilevo con paciencia, y no pierdo Ia gana de comer, cenar, dor- mir...”. A pesar de ello, después de unos meses en el & Gana ‘del Pe General Goswin Nickel al Provincial de Azagia de fecha 13 de abril de 1652. INTRODUCCION 15 Colegio de Graus, vuelve a Zaragoza como Lector de Escritura, y en 1653 revisa Ia segunda edicién del Ondcuio, e, impertérrito en sus propésites, publica la Segunda Parte de Ef Criticén, con el subtftulo de Jui ciosa cortesana filosofia, en el Otofio de la Varonil Edad (Huesca, Nogués, 1653), a- nombre de “Lorenzo Gracidn”, como en obras anteriores, al mismo tiempo que presenta a [a censura de Ia Orden su tiniea obra de caricter religioso, E! Comidgatorio, que se publi- card dos affos mils tarde (Zaragoza, Fuan de Ibar, 1655). ‘No cabe suponer que Gracién, temperamento enterizo ¢ irreductible, pretendiese paliar com este libro, proba ble refundicién y coordinacién de algunos de sus ser- mones, Ia severidad con que la Orden acogia sus obras de carieter profano, ya que por estos afios debia labo- rar intensamente en Ja invencién de la tercera y vltima parte de El Criticdn, que titulard En el Invierno de la Vejez, y publicard en Madrid, Pablo del Val, en 1657. Bn Ja advertencia “Al que leyere” nos dird: “Confieso que hubjera sido mayor acierto el no emprender esta obra, pero no lo fuera ya el no acabarla”, En efecto, esta Tercera Parte viene a ser el culmi- nante final de su grandiosa fabulacién alegériea, sin el cual carecerfa del desentace moral necesario, de su edificante leccién, El {ugar comin literario de dividir Ja vida humana en cuatro perfodos, similares al ciclo anual de Jas cuatro estaciones, precisaba del acaba~ miento que Gracin Je da, al conducir a sus dos per- sonajes antinémicos —Crifilo, 0 la razén, y Andrenio, © el instinto natural—, a vuelta de andanzas, rodeos y peripecias, por los paisajes invernales de la Vejez, hasta la isla de la Inmortalidad, Si las partes anteriores pu- dieran considerarse tan sélo tremendas sétiras de Ja vida mundanal, era precisamente su ‘Tercera Parte la que comunicaba a Bi Criticén su intencién ascética, su ojem- plar y suiasoria finalidad, No debié entenderlo as{ ta Compaiiia, a ta que de- bieron llegar muy pronto Jas denuncias de los enemigos 16 INTRODUCCION ocultos de Gracién, Juzga, tanto como las obras, que considera de cardcter profano —en las que los censores no vieron su propésito edificante—, la rebeldia de uno de los suyos, que rompe con: los votos de obediencia. EI Padre General Goswin Nickel escribir al Provin- cial de Aragén P. Piquer que “conviene celar sobre él, mirarle a las manos, visitarle de cuando en cuando su aposento y papeles y no permititle cosa cerrada en él”. Un nueve pirrafo de su carta —es' medio necesario y justa defensa de nuestra Compatiia”—- alude, sin duda, al momento dificil que pasaba Ia institucién, con ta que se enfrentaban los jansenistas, reforzados en estos aiios por las Letérés provinciales (1656-1657), de Pascal, lo que convierte a Gracin en victima propiciatoria de esta época de crisis. Gracién, dolide del castigo, que consideta injusto, pide licencia 2 sus superioces para pasar a otra Orden, pero'la congoja de su espfritu debié ser brevisima, por cuanto tres meses después —abril del aia 1658—apa- rece en Tarazona como Prefecto de Espiritu, Admoni- tor y Consultor, cargos de Ja maxima confianza en un colegio de Ia Compaiiia, y en Tarazona, sosegada ciu- dad eclesidstica —que Bécquer llamé el Toledo arago- nés~, muere el 6 de diciembre de 1658. AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO SUS DOS VERSIONES ‘Hemos anotada, #! Ja par de Tos hechos mas signifi- cativos de su vida, las fechas en que Grackin publica sus obras, ya que sus acontecimientos vitales y su pro- duccién literacia se corresponden ajustadamente. Si en EI Héroe y El Polltico muestra su entusiasmo juvenil por fos hombres guerreros y los gobernantes de excepcién, su Arte de ingenio, es asimismo una obra de juventud, en Ta que todavfa expresa su pasién por Jas letras, por Ja forma bella ¢ ingeniosa, pero a partir INTRODUCCION 17 de fos cuarenta afios —"‘A los veinte afios reina la vo- luntad; a los treinta, el ingenio; a los cuarenta, el juicio”, dité 4 mismo—, su pensamiento, su ideacién, su concepcién del mundo se adensarain en las pondera- das reflexiones de El Discreto (1646), se reconcentrarin en el estilo apotegmatico del Onéculo manual y Arte de Pradencia (1647), de igual modo que EE Criticén —que nos ofrece tan amarga interpretacién de la vida— © El Comulgatorio —su refugio piadoso—, serin fruto de su madurez total, del invierno de su vejez, soltnado de experiencia y desengafio. Arte de ingenio es, en efecto, una obra de entusias- mmo juvenil, en la que Gracin trata de mostrar, con. cierta petulancia, todos sus saberes poéticos y retéricos, sus huntanidades, aprendidas en los estudios de la Com- ‘pafifa, y sus numerosas lecturas, del més variado orden. ‘Alienta en el breve tratado un afin de novedad, una. ‘total cuptura contra Jas preceptivas cldsicas, a fas que trata de superar en el estudio y denominacién de los fenémenos estil(sticos, empleados por los escritores cld- sjeos © de su tiempo, que sobresalieron por Ia agudeza de expresién o por Ja profundidad y movedad de sus conceptos, Es expresivo el titulo de Ja primera edicién: Arte de Ingenio, tratado de ta Agudeza. En que se explican todos los modos y diferencias de Conceptos Entre Jas muestras de ingenio, que en ella intercalaba como ejemplos, figuraban cincuenta’ y dos epigramas de Marcial —acaso su escritor preferido, por su inten cionado humor, tan afin al suyo, y sobre todo por ser Bilbilis su patria comin— y en su propia lengua, que se daba por conocida de Ios lectores cultos, salvo en dos casos en que ofrece la traduccién realizada por Bartolamé Leonardo de Argensola; esi oto, en que of epigrama aparece traducida por “un moderno”, y en dos mas, en Los que se da-una versién de autor andnimo, § Ordeulo, COXXVILL, 18 INTRODUCCION que, a Ja vista de Ia refundicién de la obra, compro- bamos se trata ya de don Manuel de Salinas. Quiza levado de la admiracién que Gracién sentia por “el agudo universal”, su conterrineo, el canénigo don Manuel de Salinas, asidua contertulio de las eu niones que tenian lugar en el palacio de Lastanosa, Iejamo pariente del gran sefior oscense, debié consa- grarse por estos. afios a traducir al poeta bilbilitano, tal vez con el propésito de editar independientemente sus traducciones, Fuese por amable intervencién de Lasta- nosa 0 bien porque el propio Gracidn lo considerase entonees oportuno, al decidirse a refundir y ampliar su tratado, va a afiadir a los epigramas originales ~-con Ia excepcién de cuatro, que tan sélo publica en latin, ¥ uno traducide por Bartolomé Leonardo de Argensola—, las versiones que de ellos realiza Salinas, La refundicién de ta obra va a Mevar un titulo des- mesurado: Agudeza y Arte de ingenio, en que se expli- can todos los modos, y diferencias de Conceptos, con exemplares escogidos de todo lo bien dicho, assi sacro, como hunano.., Aumentala el mesmo Autor con esta segunda impression con un tratado de tos esttlos, st propiedad, ideas del bien hablar: con el arte de Eni- dicién, y modo de aplicarta; crisis de los Autores, ¥ noticias de libros. Hustrala ef Doctor don Manuel de Salinas, y Eizana Candnigo de ia Cathedral de Hues- ca, con sagonadas traducciones de tos Epigramas de Marcial... Con la adicién de estas traducciones, asf como las de otras dieciocho composiciones iatinas mis de Penta- dio, Ausonio, Andrelino, Angeriano, Fale6n 0 de autor desconccida, también de Salinas, poco felices, la mayor parte de las veces libérrimas y prosaicas, ast como la inelusién de Ins numerosas muestras de. poetas atagone- ses @ compafieros de Orden, en general de escasas cualidades, el tratado de Gracidn va a adquirir una amplitud mucho mayor, acaso excesiva, Los cuarenta ¥ mueve “discursos”-de In. primera ediciGn, pasarén a ser en esta refundicién sesenta y tres. INTRODUCCION 19 Sus demés obras poseian un sentido de lo esencial, una condensacién exacta de su pensamiento —incluso El Criticén, en el que todo es sintesis, a pesar de sus aparentes digtesiones—, Jo que les comunicaba esa ca- lidad eterna ¢ inmarcesible, que justifice su fortuna y difusién universales, y esa validez permanente, que in- teresé a los lectores cultos de su tiempo de igual modo que preocupa y apasiona a los de hoy. Agudeza y Arie de ingenio, por el contrario, recargada con tantos adi- tamentos superfiuos, resulta una obra excesivamente frondosa. Si fuese permisible cometer tal irreverencia, ganaria muchisimo con Ja muutilacién de este ramaje imdtil, que la convierte en una antologfa de sus afectos, ¥ que, en el mejor de los casos, vale tan sélo como documento literario de su 6poca, restringido a los escri- tores menores con que Gracin se relacionaba por entonees, A pesar de este lastre innecesario, quien trate de ha- Uar eF secteto de Ja expresién batroca, em sus dos ver- tientes culterana y conceptista, o estudiar los recursos estilisticos de que se valieron otros escritores ¥ oradores independiente de ambas tendencias, pero asimismo ca- racterizados por su ingenio, ha de recurrir necesaria- mente a sus paginas, en las que se, analizan los mis sutiles modos de fa elocucién postica o retérica, desde fas letras clsicas hasta su tiempo. Su ORIGINALIDAD Lastanosa, el gran amigo de Graciin, editor de gran parte de sus obras, al dirigirse “A los Ietores”, en Ja primera edicién de El Discreto (1646), delata dos hechos de desigual veracidad. Uno de ellos, el plagio Ilevado a cabo, sin eseripulo alguno, por Fr. Joseph Lainez, autor de El Privado Christiano (1641), cuyos capitulos XVI, XX y XXIV estén caleados, en efecto, de EI Héroe (1639) de Gracin, Otro, Ja injusta acusacién que 20 INTRODUCCION hace de una, supuesta imitacién realizada por un. autor ittiliano de In Agudeza y Arte de ingerio. Una afirmacién similar a-ésta va a hacer también un afio después af frente del Ordculo manual, refirién- dose a El Discreto (Huesca, Juan Nogués, 1646), al decir’ que “apenas se vio en Espafia, cuando sé logré en Francia, traducido en su I impreso cn su Corte”, aludiendo sin duda a Z’Honneste-Homme, ou Art de piaire a la cour, de Nicolds Faret, que se habla publicado Paris, 1630), ¢ incluso traducido al castellano por Ambrosio de Salazar (Paris, 1634), con mucha an- terioridad al tratado gracianesco, Tal acusacién seria admisible y justificada si Lastanosa, em lugar de refe- ritse a El Discreto, Ihubiese aludido a El Héroe, que, ademds, de ser traducido al francés por Nicolés Ger- vaise (Paris, 1645), es también plagiado —y adulterado con fines politicos— por ef Sefior de Ceriziers, con el titulo de Le Héros Francois ou Pidée du grand capi- taine y publicada, en Paris en el mismo afte 1645. Pero, volviendo, a la supuesta imitaci6n hecha por un autor del Arte de ingenio, resulta extraiio que Lasta~ nosa no se hubiese parado a comprobar la fecha de publicacién de la obra de Mateo Pellegrini Delle Acu- tezze altrimenti, Spiriti, Vivezze e Concetti (Genova- Bologna, Presso Clemente Ferroni, MDCXXXDO, decir, tres afios antes que la primera versién de la Agudeza y nueve de su definitiva refundicién, antes de afiemar un hecho inexacto: “Contentole tanto a un genovés, que Ja tradujo Iuego en italiano, y aun se la apropié, que no se confentan estos con traducir el oro y la plata de Kepafia, sino que quieren chuparla hasta Jos ingenios”. ‘La intercomunicacion de jas letras espafiolas © ita- lianas debfa ser muy intensa en esta época, porque Pellegrini contesta muy pronto y en tono airado. Al publica en 1650 su Fonti dell “Ingegno, diré en el pre~ facio: “Non parferd gid cosi di chi mi tratasse como uth certo, che tradotto il mio libretto delle Acutezze in IN TRODUCCION 2 Castigliano, se ne fece autore, ¢ de pit si glorid che fosse stato da me trasportate in Toscano, Nel primo io non avrei difficulta in dacerne perdono, € quasi dissi, in compiacermene perche non potea quel bell ‘In- gegno dar altra maggior prova di farme stima grandis- sima. Il secondo poi é-bene stato un tito, per non dir? altro, sfoggiamente indiscreto”, ‘También Gracidn pudo conocer Ja respuesta de Pelle- grini, en Ja que se le tacha de simple traductor, pero ai él ni Lastanosa vuelven a referirse al asunto, Lo que resulta indudable es que la acusacién de Las- tanosa es injusta a todas luces, si se tiene en cuenta que la obra de Pellegrini es anterior en varios afios a la espaiiola. Tan s6lo cabe preguntar hasta dénde Mega fa imita~ cién de Gracin, Coster," que ha estucliado minuciosa- mente las posibles similitudes, zesumiré Ja cuestién: “les expressions employées pas Jes deux auteurs sont souvent identiques, ainsi que leurs exemples: il y a la certainement plus qu'une sirople coiscidence... D’ail~ leurs en dehors du titre, de quelques ‘exemples, de quel~ ‘ques expressions et de quelques théories dont la source coramune est Aristote, fes deux ouyrages différent pro- fondément”. En efecto, se separan totaimente por lo que se refiere a los gustos y preferencias de cada uno, pues mientras el italiano se opone al conceptismo, Gracién es su més entusiasta panegirista, de igual modo que Io es de la agudeza, en la que €l mismo tanto se complace; que mientras el espafiol adrira el lenguaje ingenioso, como expresién sutil de In inteligencia, Pellegrini fo juzga como una manifestacién inferior de fa literatura. Gracidn, que conocié muy bien los tratadistas polt- ticos italianos —Boccalini, Botero, Maquiavelo, Mal- vezzi, Castiglione—, asf como las autores de miscelé~ neas de dichos y hechos en latin —Paulo Giovio, ef 1 Op. eit, phys, 621 y ae. 22, INTRODUCCION Panormita—, pero acaso todos ellos en sus traducciones costelianas, debié leer el tratado de Pellegrini en su pro- pia lengua, que quizd no™conociese a 1a perfeccién® y a ello cabe atribuir las escasas huellas —coineidencia. en el titulo, en algunas expresiones y ejemplos— que del eseritor italiano pudieran rastrearse en su Arte de ingenio.® Esriinica DB LA “AGUDEZA” Agudeza y Arte de-ingenio ha dado lugar a wna cues- tién muy debatida por los criticos, que es preciso escla~ fecer: {Se trata de un cédigo del conceptismo, de wna preceptiva culterana, se refiere a ambas tendencias de Ja literatura batroca, 0, con mas amplia visién, abarca todas las modalidades de la poesfa? Gracin parte, sin duda, de Ja tradicién grécolatina iniciada por Aristételes, de los viejos tratados de Rets- rica, pero como si nto bastasen 2 contentarle sus rfgidas normas, sus denominaciones inexpresivas, sus fositiza- dos andlisis, intenta estructurar el fenémeno poético con mayor y més sensible precisién, darle una nomenclatura, original, destacar’ sus calidades, en especial por Io que se refiere a Ja sutileza del decir o a la concentrada pro- fundidad del pensamiento. ‘A Gracién Ie preocupan esencialmente dos formas particulares de la expresin, ta agudeza y ol concepto, términos que ya destaca en el propio titulo de su trata- do, en el que comienza por decir al lector: “Valese la agudeza de Jos tropos y figuras refdrieas, como de ins- tramentos para exprimir cultamente sus conceptos”. En LOTI-1647 le eccribe a Ustarroz: “Vm, no doje de reooger, si halla, EU pastor fido, del Guarini, y of estd ‘en castellano, mejor. (Yo levi y' Je lef traducide). Y ei no, sea en itwiano, como se ailexe”. ‘9 Edwaxd Sarmiento, en “On Two Criticisms of Graciin's Agu deca”, Hispanic Review, 1935, TH, 2385, descata con convincentes rauonoe In influencia de’ Pellegrini sobre Gracién, INTRODUCCION 23 Ahora bien, en esta primera declaraciéh se entremez- clan palabras gue pudieran dar lugar a confusién: de una parte, tropos, cidltamente, que nos inducen a s0s~ pechar su gusto por la poesia culterana, y de otra, agudeza y conceptos, que nos inclinarfan a pensar en su vocacién conceptista, como si al entreverarlas pre- tendiese ofrecernos una fusiém de ambas tendencias. Esta inicial simbiosis del culteranismo y el conceptis- mo es tan s6lo aparente, porque pronto aclara su posi- sién al referirse a un soneto de Juan Rufo, que ie da ‘ecasiGa pata mostrar su desdén por Ia bojarasea for- mal: “Bsté tan lleno de conceptos, que él «élo contiene ids que cientos de aquellos, cuya fidelidad para en fo- taje initil de palabras sin fruto de agudeza”. (Disc. XVI) Insistird al recordar a los poetas euatrocentistas del Cancionero General: “Esta diferencia hay entre las composiciones antiguas y las modernas, que aquellas todo To echaban en concepto, y ast estén Ienas de alma y viveza'ingeniosa; éstas toda su eminencia ponent en Ins hojas de las palabras, en Ia oscuridad de la frase, en Io oculto del estilo, y asf no tienen tanto fruto de agudeza” (Disc, XXV). Pero, al margen del estifo conceptuoso y agudo, que 1 defiende y del cual se sirve, recordard el estilo culto, aunque se inhiba de opinar por su cuenta, Es elocuente, en este aspecto, el Disc. LXII de su tratado: “El arti- ficioso, dicen sus secuaces, os mds perfecto, que sin el arte siempre fue a naturaleza inculta y basta; es subli- me, ¥ asi mis digmo de los grandes ingenios; mis agra dable, porque junta Jo dulce con Jo itil, como Io han platicado todos los varones ingeniosos y elocuentes”. Quiz pensase en Géngora, a quien respeta y admira, pero pronto se repliega, por 1o que se refiere a sus imi- tadores: “..ndtese, con toda advertencia, que hay un stilo culto, bastatdo y aparente, que pone Ja mira ent sola Ta colocacién de Jas palabras, en la pulideza ma- terial de elias, sin alma de agndeza, usando de en- contrades y partides conceptos... Esta es una enfadosa, 24 INTRODUCCION vana, invitil afectaciéa, indigna de ser escucbada”. Y aludiendo de nuevo.a Géngora, diré: “‘Algunos le han querido seguir, como Kcaros a Dédalo, cégente algunas palabras de las ms sonoras, y atin frases de las mis sobresalientes (como el que imité el defecto de torcer la boca del rey de Népoles); incuilcanlas muchas veces, de modo que a cuatro o seis voces reducen su cultura”. Bastantes atios después, casi en Ia Iinea de Quevedo, hat deoir aun personaje de EI Criticén: “No soy sino uno de estos que por hablar culto, hablo a oscuras” (1, 7). ‘No se incliaa Graciin tan sofo.a una banda u otra del barroco, sino gue valora y estima asimismo el estilo sencillo, usadero, liso y Hano, También en el Disc. LXI hallaremos sus juicios sobre él: “Qué cultura que legue a Ia clocuencia natural? En [as cosas hermosas de si, Ja verdadera arte ba de ser huir del-arte y Ia afec- tacién”. Lo elogia con auténtica sinceridad: “Bs el estilo natural como el pan, que nunca enfada; gistase mds do. é que del violento, por lo verdadero y claro, ni repugna a [a elocuencia; antes fiuye con palabras eastas y proprias”, Como es natural, Gracién no puede menos de mostrar sus preferencias por este mismo es- tilo cuando se acerca a sus ptopios gustos: “En este mismo género de estilo natural hay tarnbién su latitnd, ‘uno més realzade que otro, o por mds erudicién o por més prefiez de agudeza, y también por més elocuencia natural”, para tetminar manifestando su predileccion inicial y absofuta: “Siempre insisto que lo coriceptuoso es. ef espiritu del estilo”. ABs, pues, la Agucleza un tratado de retorica concep- fista? Si Grackin parece mostrarlo en teoria, ya no aparece tan claro en los autores y dextos que le sirven como modelos y paradigmas en su exposicién. Por ejemplo, entre los autores Jatinos escoge con pre- ferencia a Marcial, por su ingenio afin al suyo —y acase por su patria comin— y a Horacio, que repre- senta para é1 el “estilo natural", y en cambio apenas recuerda a Lucano, el culterano de su tiempo. Entre INTRODUCCION 25 os potas Iatinos del Renacimiento, preferird a Alciato =-tlel que inserta numerosos emblems o ef valencia no Falcé, calificados como escritores ingeniosos, y entre los jtalianos a Marino 0,Guarini, postas de moderado artificio, Del siglo xv espafiol elogiard sin reservas a los postas del Cancionero General por su ingeniosa y sutil expre- sién y en cambio se sirve tan sdlo de un enigma. de Juan de Mena, sin citar siquiera su nombre, a pesar de ser un precursor del cultismo, Del xvi, recordaré com insistencin a Garcilaso y, por el contrario, desdefia of artificio de Herrera, Entre los culteranos, elogia sin reservas a Carrillo Sotomayor y al Géngora agudisimo de Ios sonetos, de los romances y letrillas, de Las firmezas de Isabela, y se olvida de sus poemas mayores, mds representativos de su estilo culto, Recuerda a Paravicino para decir que, como orador sageado, es “mas admirable que imi- table” (Disc. LXID. Quevedo, el més significado con- ceptista, aparece representada con escasas mucstras, y para eso las menos expresivas de su personalidad pro- fonda. Salvo dos fragmentos de su cancion a la muerte de don Luis Carrillo y un admirable soneto, las demas estrofas que de él recuerda pettenecen al Quevedo ale- ‘gre y jovial. Ep contraste, como si quisiera mostear su total im- parcialidad, Lope es recordado insistentemente con vivos elogios, de igual manera que su amigo Hurtado de Men- doza, los hermanos Argensola y muchos otros, en espe- cial fos que figutan en las Flores de pocias Husires de Pedro de Espinosa —antologia que debis utilizar con frecuencia—, todos ellos caracterizados por su “estilo natural”. Como lo son Don Juan Manuel o Mateo Ale- man, prosistas claros, de ingeniosa. intencién, Donde Gracidn muestra sus predilecciones eon mayor insistencia es, sin duda, en su continuo recuerdo de los dichos agudos de Juan Rufo en Las seéscienias apoieg- ‘mas, o los epigramas de Baltasar’ del Aiedzar, que, con 26 INTRODUCCION los de Marcial, Géngora y Quevedo, mis las angedotas tomadas de Plutarco, Valerio Maximo, Botero, Giovio, Melchor de Santa Cruz o Francisco Asensio, convierten la Agudeza en una antologla del ingenio. De este cémputo de afinidades y diferencias, puede deducirse que Agudeza y Arte de ingenio no es ni un cédigo del conceptistno ni tampoco una. preceptiva cul- terana, sino, simplemente un tratado dei arte poético y oratorio, en el cual Gracidn se esfuerza por mostrar sus gustos eclécticos, aunque en teoria —y en. muchos as- pectos de sus cteaciones personales— se ‘declare con- ceptista, entendido ei ténmino concepio como . pensa-~ miento artificiosa e ingeniosamente expresado. E. Correa CALDERON: NOTICIA BIBLIOGRAFICA, Epiciones ARTE / DE INGENIO, / TRATADO DE LA / AGU- DBZA, / En que se explican todos los f mados, y dife- reneias de / Conceptos. / POR./ Lorengo Gracian. } DEDICALA / Al Principe Nuestro Sefior, { Con Privi- Iegio en Madrid, Por Ivan } Sénchez, ASo 1642, | A costa de Roberto Lorengo, Metca- / der de libros, En 88, 8 hs., 152 pags. Bibl, Nac.: R. 15000 ARTE DE INGENIO, TRATADO DE LA AGUDEZA. Lisboa, Officina’ Craesbeeckiana, 1659, en 8°, 5 hs, 111 fols, Bibl. 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AGUDEZA / Y | ARTE DE INGENIO. / EN QUE SE EXPLICAN TODOS LOS MODOS, Y DIFE / rencias de Concetos, con exemplares escogidos de todo Io / mas bien dicho, assi sacro, como humano, f POR / LO- RENCO GRACIAN, | AVMENTALA / EE mesmo Autor en. esta segunda impresion, con un tratado de fos | Estitos, su propiedad, ideas det bien hablar: con et Arte de } Erudicién, y modo de aplicarla: Crisis de tos 28 NOTICIA BIBLIOGRAFICA Au | tores, y noticias de libros. | ILUSTRALA / BL DOCTOR DON MANVEL DE SALINAS, ¥ LIZANA { Canénigo de ln Cathedral de Huesca, con sagonadas tradue- { ciones de los Epigramas de Marcial, { PVBLI- CALA | DON VINCENCIO IVAN DE LASTANOSA ] Cavallero, y Ciudadano de Huesca, en el j Reyno de ‘Aragén. / CORONALA’ / Con su_nobilisima protecciéi, el Excelentissimo Scor / DON ANTONIO XIMENEZ DE VRREA, / Conde de Aranda, &c. Grande de Es- pata. / Con Licencia: Impresso en Huesca, por IVAN NOGUES, ai Coso { Afio M.DC-XLVIIL En 4%, 4 hs., 384 pags, 2 hs. bt, Nac, Madrid R. 15230 AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO, Huesca, Juan No- ‘gués, 1649; en 4. 4 hs., 384 pags. Coster, “Baltasar Gracidn™, en RHi, pAg. 622, anota: “En 1649 parut una édition identique [a la primera] avec le titee seul réimprimé et les mots fercera impression ail lieu de segenda impression”. ‘ORAS EDICIONES: Amberes, Verdussen, 1702; en 4°, 3 hs., 372 pags. [Cit. por Palau, 106898]. A partir de la pag. 241, Ordcuto manual. Madrid, 1720; en 4 [Cit, por Palau, n° 106899}. Madrid, Biblioteca de Filésofos Espafioles, 1929; en 4°, ‘XXIE-374 pags. Ed, de Eduardo Ovejero y Maury. Madrid, Austral, 1942. Madrid, Aguilar, 1944. ‘Aparece incluida en las siguientes ediciones de Obras de Lorenzo Gracidn: Madrid, Imprenta Real, [1663]. ‘Bibl. de Cataluiia, Barcelona. ‘Madrid, Pablo del Val, 1664. Bibl, Nac. Madrid, Bibl, Nat, Paris. British Museum. 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Aclardbamos muiltiples pasajes, nombres propios, voca- blos, alusiones, fuentes, etc., Inbor que hasta entonces nadie habfa realizado y de la que tan necesitado estaba el texto de Gracin para su mejor comprension, Aquellas notas, de las que se ha servido algin co- mentarista posterior de Agudeza y arte de ingenio, citando tan sdlo en algunos casos ia procedencia, han aumentado copiosamente en esta edicién, y aun podrfa- mos haberlas dupiicado, per nos contuvo el temor de recargarla con exceso de aparato critica, También en Ia edicidn que oftecemos, hemos proce- dido con el mayor rigor en cuanto al texto, al compul- sarlo cuidadosamente con Ja edicién princeps de esta obra, impresa en Huesca, 1648, y en algunos casos, con Ja primera versién de ella, editada en Madrid, 1642, ‘Tan sélo actualizamas la ortografia, tanto por lo que se refiere a signos hoy sin validez, como a la propia puntuacién, muy vacilante, pero respetamos, en cambio, los vocablos hoy en desuso que Gracién emplea, ast come sus transcripciones etimoldgicas, que comentamos en Jas notas, Conservamos, asimismo, las contracciones peculiares de la época, y de igual modo iniciamos os verses con 34 NOTA PREVIA letras, mayisoulas, de acuerdo con Ia primera edicién. También incluimos entre corchetes algunas palabras que consideramos precisas en ef contexto. Dada la extension de esta obra, que excedfa de las dimensiones de los demas tomos de Cldsicos Castalia, nos hemos visto obligados a dividirla en dos, Aunque Agudeza y Arte de ingenio consta de dos partes, la SIGLAS Y ABREVIATURAS USADAS primera titulada “En que se explican todos los modos y diferencias de conceptos” con. cincuenta “discursos” y ja segunda, “De la agudeza compuesta”, con trece, no eabia sepatarlas debido a su desigual amplitud, por lo cual nos decidimos a dividirla en dos tomos proporcio- nados, que contienen, ef primero, los veintisiete “discur- sos” iniciales y el segundo, los treinta y cineo restantes. Archivo de Filotogia Aragonesa, 1ns- Por tratarse, mds que de un libro de amena lectura, titueién Fernando @] Catélico. Zara- de una obra de consulta, que contiene las teorfas de la sera. poética y la retérica barrocas, nos a parecido conve . BAC Biblioteca de Autores Cristianos, Sa- fiente aiadirle un indice onomastico, en el que se Jamanea, destacan con mimeros en negritas las paginas en que se dan biografias sumarias de los escritores citados por BAE Biblioteca de Autores Espatoles. Ri- Gracian, y otro de primeros versos de composiciones vadeneyra, Madcid. completas, especialmente sonetos, de los que Agudeza Cane. castell., s. XV Cancionero castellano del Siglo XV, y Arte de ingenio constituye una verdadera antologia ed, Poulché-Delbose, en NBAR. de los poctas de Ia época, ya sean espafioles, portu- gueses © italianos, e incluso de traducciones Tatinas, Canc. general Cancionero general de Hernando det Prescindimos, en cambio, de los primeros versos de los Gastitlo. Madrid, Bibltdfitos Espatio- epigramas, pocmas o emblemas latinos, asi como de Tes, 1882. sus versiones al castellano, que poseen un interés amis Julio Casares, Diccionario ideolégico aceesorio y que en su mayor parte aparecen identifica- de ta lengua espatola, Barcslona, dos en notas a pie de pagina. 1954, ECC. Clas. castelt, Clasicos Castellanos de “La Lectura”. Espasa-Calpe. Madrid. Covarmubias Sebastidn de Covarrubias, Tesoro de la lengua Costetlana o Expaftola, se~ gin Ia’ impresidn de 1611, con fas adiciones de Benito Remigio Noy- dens publicadas en la de 1674, Ed, a Martin de Riquer. Bateetona, 3, 36 SIGLAS Y ABREVIATURAS USADAS Dic. Auts. Dic, Moteri: Die. 1780 Flor. poet. itustr. NBAE RABM REE RHI Ri Diccionario de ta lengua casteltana... compuesto por fa Real Academia Bspafiola, 6 tms, Madrid, 1726-1739. Ed. Biblioteca Roménica Hispénica, 3 tms, Madrid, 1963. Luis Moreri, El gran diccionario his torico 0 Misceldnea curiosa de la historia sagrada y profana,.. Tradu- eido del franeés por Don Toseph de Miravel y Casadevante, 10 tms., Par ris y Leon de Francia, 1753. Diccionario de ta tengua castellana, compuesta por la Real Academia Espaiola, redacido a un tomo para su mg fAcil uso. Madrid, 1780. Flores de postas itusires (Valladolig, 1605). Cit. por ed. J. Quirés y F. Ro- dcfguez, Marfa, Sevilla, 1896. Nueva Biblioteca de Ailtores Espa- Roles, Madrid. Revista. de Archivos, Bibliotecas y Museos. Madtid, Revista de Filologia acid, Revue Hispanique. New-York. Paris. Revista de Literatura, Madrid. Espafiota. Ma- ARTE DE INGENIO, TRATADO DE LA AGVDEZA. En que fe.explican todos los modos, y diferencias de Conceptas. POR Lorengo Gracian. DEDICALA Al Principe Nucfra Sefer. Con Privilegio en Madrid, Por Juan Sanchez, Ano 1642. Acofta de Robert ¢ Lorenco, Merca der de Libros. APROBACION DEL P. M. FR, GABRIEL HERNANDEZ, * DE LA ORDEN Dit SAN AGUSTIN, CATEDRATICO DE BSCRITURA DE LA UNT= VERSIDAD DE HUESCA. POR COMISION DEL SEOR DOTOR JERINIMO DE ARASQtHES, ? CANONIGO DE ZA SANTA AGLE- SIA DB HUESCA, OFICIAL. ECLESIASTICO Y VICARIO GENE- RAL EN SU OBISPADO. Méndame V.M. que censure este Arte de Ingenio, de Lorenzo Gracién, que saca a nueva luz don Vicencio? Juan de Lastanosa, ilustrado con las traducciones del dotor don Manuel'de Salinas y Lizana. Hele leido, y hatlando en él, que censurar, nada; que admitar, todo. me ha parecido to que dijo Séneca, ty juzparlo han cuantos saben Jo que V.M. procura mis hanras y desea me disponga a merecerlas) que me le envid, favorecién- dome, ms: que pata calificarle, para que imitase su agudeza, Indulgentiae scio istud esse, non judicli. Estoy confuso, porque ni el arte necesita’ de Jo primero, ni yo puedo ajustarme con Io segundo, Séla lo incierto, espera examen, y Jo ambiguo, deliberacién, Hste libto por sf mismo se asegura, por su industria’ se corona, como dijo Claudiano: Ornatur propiis, industria donis, Y como San Ambrosio: Sus iuces propias y solas (como 4 ALP. Hernindez, prior dol convonto de San Agustin, de Hues: a, se debe también la Aprobacidn de Ordoula manual, Como orator stqrads, Gracin Te recondari en dgudeca, XIV, XIX y XXXL A Por orden suya oe eseribieron, asfinistue, los aprobuciones de Be Pisereto y Oréeuls manual. 3° En Ie edicién de loti, Pécencie, 40 BALTASAR ORACIAN al sol) le manifiestam: Ipse igitur per se loquettr. Por otra parte, ¢3 inimitable que lo peregrino del asunto, Jo flotido de la elocuencia, lo sazonado del estilo y fo universal de las noticias, ni admite igualdades, ni aun sufte competencias, Aun’ no Ie basta la exageracién de Plinio: Opus pulchrus, validum, sublime, variuin, ele- gans, purum, etc, Puede decit su autor de sf lo que Tulio: Semper novus veniam, que siempre entra nuevo. Y yo dél, con Casiodoro: Nescet inde aliquid nasci mediocre. Deste ingenio de Gracién nada medio bueno puede salir; todo ha de ser perfectfsimo, superior a Ia envidia y mayor a la alabanza. No es lisonja; testigo es Plinio: Tantunque ab specie adulationis absit, quan- ium abest a necessitate. No puede adular quien no tiene ‘que pretender, y esta no es dedicatoria, sin censura, Si ya no es que el remitirmela fuese para que con admi- racién le celebrase. Y, en ese caso, diré del lo que Sal- viano a Eustoquio; Legi librum quem transmissisti, stylo brevem, doctrina uberem, lectione expeditum, instruc~ tione perfectum, Porque ¢s un epflogo de aciertos, una cifra de concetos, una suma sin suma de discreciones, donde se estrechan Ia doctrina y Ja agudeza, fa elocuen- cia y la erudicién, con wariedad fan hermosa que recrea y. ensefia, suspendiendo los sentidos. Llega aqui bien Casiodoro: Nema dubitat homines, sua varietate re- creari. Sin haber visto Plinio estas obras, parece que dijo por su autor estas palabras: Niki! est, quod dis- cere velis, quod itle docere non possit. Porque labrar un disereto, formar un politico, limar un discurso, re- hacer un predicador y ensefar un maestro, si es mate- ria para, muchos libros, esta en éste sélo. ¥ si parece imposible, aqui se halla con suma felicidad y facili- dad. ¥ todo con tan relevante modo, que lo pequefio parece grande, lo grande mayor, que es lo que San “Agustin celebré en Platén, y con él, de Gracién: Plato jemporum suorum vir eruditissirnus, qui sic omnia to- cutus-est, quaccumquae dixit ut magna ef quocumque modo parva dixit, modo loquend! magnificavit, Za mis~ ma sal tienen las tradueciones con que Je ilustra el doctor don Manuel de Salinas y Lizana, catreditico * ‘que fue de Digesto Viejo en esta Universidad de Huesca 4 Bu Ja edicién de 1648, catredésico, y mis adclante, catredal, AGUDBZA Y ARTE DE INGENIO a y ahora canénigo de sm catredal, ingeni i Pata todas buenas letras. Dicha ae Mattia gue kee sale mejorado en castellano por él, Merece bien lo que esctibié Teodorico a Severino Boecio, habiendo tradu- ido éste del griego en latin ciertos libros: Quos ana verborum kuciilentia reddidisti claros; tanta linguae pro. Prietate conspicitos, ut potuissent et itlt (sus autores) opus tuum pracferre, sf wtrumque didicitsent. En suma, eumplo con la ceremonia de Censor: No hay cosa en 41 aie encuentre con nuestra Santa Fe, nb puede haber- » Porque ninguna ha escrito sw autor sin saberia bien primero, que éste es el remedio que dio Séneea, para escapar de aquel peligro: Inguirenti cuidam, qauomodo optime possit dicere? Seneca respondit: St nihil dixeris pisl quod Bene scieris, Con que se le debe de justicia licencia que pide don Vicencio de Lastanosa, para que se vea la novedad ingeniosa deste Arte, estimada Por su mano, como en su casa, a pesat de los silos, © ira vencedora la curiosa antigtledad. Vinix vetustas, que Ja ilamé Tertuliano, Bste es rai parecer, En el Con. vent i ‘ to de NP. S. Agustin de Huesca, Setiembre a 12 Fe. Gangte, Herninpez Imprimatur: Ei Docror Arasovifs, Ofic. 46 BALTASAR GRACIAN y la portuguesa al afectuoso Camoes. Previene la ex- plicacién a los de extrafia lengua, y recientements la ajustada traduecién a los de Marcial y otros de nuestro elegante aragonés don Manuel de Salinas, canénigo de la catedral de Huesca, Si frecuento los espafioles, es porque Ia agudeza prevalece en ellos, as{ como la eru- dicidn en Jos franceses, la clocuencia en les italianos ¥ Ta invencion en los griegos. Pudiera haber dado a este volumen In forma de-al- guna alegoria, ya sazonando un convite, en que cada tina de las Musas sirviera en delicado plato su_género de coneetos, © sino erigiendo un uevo monte de Ia mente, en competencia del Parnaso, con sus mieve Pie~ rides, # 9 cualquier otca invencién; pero heme dejado evar del genio espasiol, 0 por gravedad 0 por desahogo en el discurrir. Cuando Ia forma no contentare, los materiales bien pueden satisiacer, que tanto tan valiente concelo, tante tan bien dicho, desempeiiarin el coste, lograrén el. tiempo. 'Y ti, joh, libro!, aungue Jo nuevo y lo exquisite te afianzan el favor, si no ef aplauso de los letores, con todo deprecards 7 la suerte de encontrar con quien te entienda, 16 Pierides, Tag nuevo Musis, “Otros fas Jaman P3érides, de Tas ove bijas Jas Muses sobre el cantar y fiero vooltas en picazas en pens de si Etrerimiente”. Pérez de Beoya, Philosopkia secrets, Madrid, 1928, ib, TIL, cap. XXUL. i deprecar: “Rogar, pedis, suplicar con instancla o eficacia” Wie, dats). Pierio, que fingen Tos poctas haber competi con’ AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO EN QUE SB BXPLICAN TODOS LOS MODt Y DIFERENCIAS DE CONCEPTOS, es CON EJEMPLARES ESCOGIDOS DE TODO LO. MAS BIEN DICHO, ASI SACRO COMO HUMANO AUMENTALA TL MISMO AUTOR EN ESTA SEGUNDA IMPRESIGN CON UN TRATADO DE TOS ESTILOS, SU PROPE- DAD, IDEAS DEL BIEN HABLAR, CON EL ARTE DE BRUDICIGN ¥ MODO DE APLICARLA, CRISIS DE-LOS AUTORES ¥ NOTICIAS DE LIBROS admirarla en este imperia] epigrama del principe deh heroes, Tulio César, para ser merecedor de torlos los lave TPhrax puer adstricto glatie, dum ludit in Hebro, Pondere concretas frigore rupit aguas, Dumgue imac partes rapido traherentur ab amne, Abscidit heu! tenerurt lubrica testa caput. Orba quod inventum mater, dum canderet urnat Hoc peperi flammis; cactera, dixét, agus. te que del artificio, pero grandes; merecié éste del) 4B BALTASAR GRACIAN dulefsimo Lupercio Leonardo '* el primer premio entre muchos buenos, a voto del prudente monarca de las Espafias. "? Fue soneto a San Diego, ponderando ta humildad con que rchus6 ef recebir [os sacros érdenes: Sin que contraste la bumildad profanda: Con que huys de la gloria humana Diego, Hoy’ ve altar en su nombre, y arder fuego, De donde grato olor a Dios redunda. BL, que dié humilde el cuelle a ta coyunda ¥ fhe del siglo vano oprobio y jucgo, Vedlo gozando celestial sosiego, Y¥ cémo de riqueza eterna abunda. Péstranse Jas coronas y tiaras ‘A donde puso la desnuda planta, YY cumplen peregrinos votos sacros. Vivo ‘no os6 tratar las santas aras, Y¥ mnerto, Dios sobre elias Je Levanta, En eterna memoria, simulacros. * Concebfanse otros acaso, salfan a luz, sin magisterio, La imitacién suplia al arte, pero con desigualdades de substituto, con carencias de variedad, La contingencia de especies tuvo ambit ore parte, que Ly oso criticos a fa ventura. Pero no se puede Re donde reina tanto la dificultad. Armase con reglas tun silogismo; fdrjese, pues, con ellas un concepto. Mendiga direccién todo artificio, cuanto més el que consiste en sutileza del ingenio. Cual lo fue este valien- te discurso de un orador cristiano, que en ef dia de Ceniza pinté Fénix al alma, que del polvo de su cuerpo renace al clarfsimo oriente de la gracia. Nace el hom- bre tan desmudo de noticias en el alma, como en el 28 Lupercio Leonardo do Argoniola (1559-1618), poeta de gusto calico Ea arly sein ds Aran, tpt aioe panto, trite eb eb de Sperctaco de Baiada y Gucre dal virey, de Népoles Conde de Lemos, Craciin le logia con frecuncia, reproducioade sus fers, aungue To hace con mayor admiracién y afeeto de su. hemmano Bea a0 Felipe Hh 20 Bi ampeto. oe tile “Celebra Ya hioildad con que Sen, Diego boat ely “Since Oe Wt oe Hinata Rimes de Lupercio y Bartolomé i, de Argeasota, E, Zatagora, Inst tuclén “emanda el Catdioo”, 1960, pag, 188, ca ia variante on ol iilino vor: “om etema memoria y"simulacres”, AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO 49 euerpo de plumas; pero su industria y su trabajo, Ie desquitan con yentajas. Censviranse en Ios mis ingeniosos esetitores Jas agu- dezas, antes por unas, que por tinicas, y homogéneos sus conceptos: © todos crisis, o todos reparos, correla- ciones 0 equivocos; y es que falta el arte, por nvis, que exceda el ingenio, 'y con ella Ia variedad, gran madre de Ja belleza, Es Ja agudeza pasto del alma. Fuelo éta con que quiso uno significar que Je convenfa a su amor ser fan mudo, como era ciego: En un medio esta mi amor, Y-sabe-él Que si en medio est4 el sabor, En fos extremos fa I-el. PYindase en el nombre de Isabel, que, dividido, Ia primera sflaba, que es J, y Ja.tiltima, ef, ®* dicen Jel, y en medio queda el sabe, y a eso aludié Ia redondilla, tan, ingeniosa, cnan poco entendida. Bs Ja sutileza alimento del cspfritu. Digno epigrama ste de ser prohijado a grandes ingenios : Cums foderet ferro castum Lucrecia pectus, Sanguinis, et torrens egrederetur, ait; Testetur cunctis non me violasse pudorem, Ante virum sanguis, spititus ante deos, Quam hene producti pro me post fata loquentur. Alter apud Manes, alter apud superor, Hillanse gustos felicés tan cebados en Ja delicadeza, tan hechos # las delicias det concepto, que no pasan otro que sutilezas. Son cuerpos vivos ‘sus obras, con alma conceptuosn; que los otros son cadaveres que yacen on sepuicros: de polvo, comidas de polilla, Pe~ quefio cuerpo de Crisétogo, * encierra espiritu giganto: breve Panegirico de Plinio,** se mide con la. eternidad, 21 Ff, extremos de La palabra [-sabedl, para hacer ef juego vere bal elit, coma expla seguidamente 22 Debo referine a San Podro Crisélogo, anzobispo de Révena en ol glo v, 2 Alude a Plinio of Joven y 2 su Panesirica de Trajan, que one frecuentemente como modelo de eoncisién 7 bellexe. 50 RALTASAR GRACIAN iene cada potencia un rey entre sus actos, ¥ un otro entre sus objectos; entre los de la mente, reina el concepto, triunfa 1a agudeza. Gran pensamiento éste, que, por serlo fanto, se creyé det Camocs: Horas breves de mi contentamiento, Nunca pensé jains, cuando ‘os tenia, Qtie, por mi mal, trocadas os vera, #n tan cumplidas horas de tormento, Las torres que fundé se Ilevé el viento, Como el viento veloz fas sostenta; Mas de todo este mal la culpa es ‘mia, Pues ‘hice sobre falso el fundamento. ‘Amor, con vanas muestras aparece, ‘Todo Io hace ano y lo asegura, Y¥ luego, a Io mejor, desaparece. iOh, grande mal! jOh, grande desventural Por un pequefio bien, que desfullece, Aventurar un bien, que siempre dura. ** ‘Entendimiento sin agudeza ni conceptos, ¢s sol sin luz, sin xayos, y cuantos brillan en las celestes Lumbre- ras son materiales ** con Ios del ingenio. 24 Se halla en Flores de poetas itustres de Pedro de Espinosa, oe ae sar Sel, 6 nade Pre pc, Ht) eh, Raley Movin, Sra So*ccme,teadect por Ba He Dre Gea Chews oy ent ke SED Wl aac ie Ae ac fine hie eos Her Tambien I ncng, Senn Ae ick spay porly een ins, le Bae ee Ne laren vite se a eT ton mio denim joe re ets as hema, Neti do Bu iy id Mh Shain indigo ‘rgcnsolas, Hurtado de Mendoza y los autores eseogidos en Wlor. Argineles, Mestad de Mompaa de ls elitane: Les que con eet ef im on tate enna {2 Ginga, ina hecho barharismos, dicho solecismos” (pig. 173). Tneluso Insc uso fe eer NS tte Ale snore bec florido Claudianc”, pig. 151, igaal que Gracidn Yo hace om a deze, dive, VEIT, Por otra parte, el autor de Heraida ovidiana Pr ee ee nts deacn gcdn ee iE Rien tesa 0 ony vt oe sore Demers more lle do leg eo Ub eae ae wna CH tel ml aoe hac SST a ee eg Viegligg tayor edmitecicn, MARON o el MANTUANO, See semen a8 Tes compar. AGUDEZA ¥ ARTE DE INGENTO 51 Esta urgencia de fo conceptuoso, es igual a la prosa -y al verso. ¢Qué fuera Augustino * sin sus sutilezas y Ambrosio ® sin sus ponderaciones, Marcial sin sus sales ¥ Horacio sin sus sentencias? DISCURSO Ti ESENCIA DE TA AGUDRZA ILUSTRADA S1 ol pereibir Ia agudeza acreditada de Aguila, el produ- ‘cirla empefiard en angel; empleo de querubines, y cle- ‘yacin de hombres, gue nos remonta a extravagante jerarquia. Es este ser uno de aquellos que son mis conocides a bulto, y menos a precisin, déjase percibir, no defi- nit; y en tan remoto asunto, estfmase cualquiera des- ccripeién ; 1a que es para los ojos la hermosura, y para es ofdos Ia consonancia, eso es para el entendimiento el concepto. Séalo éste del suavisimo de los Doctores a la Cordera de Las Virgines. Fue, dice Ambrosio, su fervor sobre su edad; muchas mds sus virtudes que sus affos; y diria yo, que su nombre de Cordera {que esto ‘significa Inés), no fue nombre de mujer, sino ordculo de mértir, profecfa de su sacrificio: Fuét devotio supra aetatem; virtus supra naturam; ut mihi videatur, won hominis habuisse nomen, sed oraculum Martyris, quod indicavit, quid esset futura, Fue esta décima Tisonja agradabte al ingenio con que el licenciado An- tonio de Leén* eternizé ef mejor lilio de Francia, ya marchitado: * Caminante: esta urna breve Guarda_un Sol resvelto en hielo, Convertido en tierra un Cielo, Una estrella en polvo leve. 3¢ Se trata dol eronista de Indias Antonio de Leén Pinelo, que fue amigo de, Unartoz 2 truvés del almirante Porter Casanate, y de ‘una composiesén saya que figura en el libro Pompa funeral por fa seine Isabel, Madrid, 1645, disguesta. por él y publiesde por ol cande de, Catrilloy Vid, det Ateo, op. cit, I, pig 40S. 28 ‘Alusidn a Ia reina Kabel de Borbin, primera mujer de Re- ‘tipe IV, y madre del principe Balter Carlos, muerta en 1644. 52 BALTASAR GRACIAN No el cetro ent los reyes mueve A ser de su ser ajenos; De Ianto Tos ojos Menos Lfega, y tw reina verds; Viva, no pude ser mis, Mnefta, no pudo ser menos. Si los materiales objectos dicen una cierta agradable simpatia. y una gran conformidad con sus inferiores potencias, jcudnta mayor alcanzar4 una ingeniosa su- tileza con Ja que es reina de todas ellas, digo, el in- genio? Prusbelo este concepto del culto Cayo Veleyo, * cuando llega a referir o ponderar el trégico fin del gran Pompeyo. Vispera, dice, fue ei dfa de su muerte del de su nacimiento; mostréndose la fortuna tan otra de s{ mistna en este gran vardn, que al que ayer le faltaba Ja tietra para la vitoria, hoy le falta para la sepuitura Pridie natalem ipstus vita fuit exisus; in tantum in itlo viro a se discordante fortuna ut cui modo ad vietorfam terra defuerat, deesset ad sepulturam, = Resplandece esta conformidad con el entendimiento en este compuesto de conceptos, soneto del eclebrado Garcilaso por su dulzura, facilidad y agudeza: iOh, dulces: prendas por mi mal halladas, Dulees y alegres cuando Dios queria: Santas estdis en Ia memoria mia, ¥ con ella en mi muerte conjuradas. {Quign me dijera, cuando en Jas pasadas Horas en tanto bien por vos me via, Que me habfais de ser en algin dia, Con tan grave dolor representadas? Pues en un hora junto me Mevastes, Todo ef bien que por términos me distes, Lieyadme junto el mal que me dejastes. Si no, sospecharé que me pusistes En tantos bienes, porque deseastes ‘Verme morit entre memorias: tristes. ** 82 Cayo Veleyo Patdrotio, histeriador Tatino, que vivid en tiempos de ‘iberio, al que so debe una historia abreviada de Roma, dela que se perdis tn raayor parte. Gracin lo ofta tar pronto eomio Caza Veloyo 6 Patéeulo (Diseurco. HD). 31" Es dl soneto X. Bn la ed. de Navareo Tomis, Clés. castells Madrid, 1911, t¢ transeriben entee.signos de adnviracién los dos. pri= reros veroos,"y en el x. 7 so dt Aabades por ‘habiai AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO 53 Pero esta conformidad o simpatia entre tos wonceptos y el ingenio, en alguna perfeccién se funda, en algtin sutilfsimo artificio, que ¢s la causa radical de que se conforme In agudeza, y desdiga tanto del entendimien- to su contraria; y ée es el verdadero constitutive del concepio, que vamos rastreando y ndmiramos en este agudisimo epigrama de Pentadio® a Narciso, en que pondera, que si perecié por las aguas necio joven, se Testaura por las mismas flor: Hic est ille, suis nivnium qui credidit undis, Narcisus, vero dignus amore puer, Cernis ab irrigua repetentem graméne ripan; Ue per quas periit, crescere possit aquis, Tradvijolo, dandote aun mas alma; oJ canénigo don Manuel de Salinas y Lizana, que asf en éste, como en Jos de Marcial, felizmente “junté lo ingenioso. de su mente y Io sabroso de su nombre. Dijo: Este es el belio Narciso, Que al agua tanto creys Que cn su cristal se abrasd, ¥ morit de amarse quiso; De su engafio saca aviso, Para volver. a.vivir; Mirale flor‘ repetie, Siito en que: perdié su ser; Porque le ayuide a execer, La que Je ayudé a morir. Toda potencia intencional del alma, digo las que perciben objectos, gozan de algun artificio en ellos; la Proporcién entre las partes del visible, es la hermosuta : entre Tos sonidos, 1a consonancia, qire hasta el vulgar gusto halla combinacién entre lo picante y suave, entre To dulee y lo agrio, Bi entendimiento, pues, como pri- Mera y principal potencia,

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