Leuconiquia: es un término médico que designa la existencia de
manchas blancas en las uñas. Existen distintos tipos de leuconiquia y las causas pueden ser muy variadas: la más típica es por un proceso inflamatorio o traumatismos repetidos en el momento del nacimiento de la uña en la matriz, así como manicuras demasiado agresivas.
Micosis: son las infecciones causadas por hongos a
animales o vegetales. Algunas micosis son afecciones oportunistas que prosperan ante una baja de las defensas del sistema inmune del sujeto afectado. Tal baja puede ser causada por estrés, estados psíquicos de ansiedad o depresión, por el retrovirus del VIH-Sida o por ciertos tratamientos quimioterápicos, entre otros factores.
Onicofagia: es el nombre que se le ha dado al hábito compulsivo
de comerse las uñas, algo que puede producir en un futuro problemas en los dientes, deformaciones de la cutícula, infecciones, verrugas y todo tipo de alteraciones relacionadas con la dermis.
Uñas encarnadas: es un trastorno frecuente por el que el extremo
superior o el costado de una uña del pie ingresa en la carne blanda. El resultado es dolor, enrojecimiento, inflamación y, algunas veces, una infección.
Uñas blancas: Si las uñas se tornan blancas, tu cuerpo podría estar
indicándote la presencia de anomalías o alguna enfermedad en el hígado.
Uñas frágiles o quebradizas: a menudo son el resultado
normal del envejecimiento. También pueden deberse a ciertas enfermedades y afecciones.