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Unidad 1

EL ESTADO ARGENTINO

Nombres oficiales
El art. 35 CN hace referencia a las denominaciones oficiales del Estado Argentino expresando que pueden usarse
indistintamente las expresiones: “PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DE LA PLATA”, “REPUBLICA ARGENTINA”, “CONFEDERACION
ARGENTINA”, y para referir a la sanción de las leyes, “NACION ARGENTINA”.
El primer nombre oficial dado al Estado Argentino fue el de PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DE LA PLATA (1810). Posteriormente,
desde el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas en la Provincia de Buenos Aires, se comenzó a emplear la denominación
CONFEDERACION ARGENTINA, que se mantuvo en el texto constitucional de 1853. Finalmente, la reforma de 1860 introdujo el
art. 35 antes transcripto y reemplazo en todo el texto de la constitución la expresión CONFEDERACION ARGENTINA por
NACION ARGENTINA.
Por su parte, el presidente Derqui, decreto ese mismo año que era conveniente unificar la mención de los nombres del Estado
Argentino para el dictado de los actos de gobierno en la denominación REPUBLICA ARGENTINA, y el general Mitre uso esta
denominación al referirse al presidente de la Republica Argentina.

Elementos del Estado Argentino. Los elementos del Estado, en general, son la población, el territorio y el poder.

La población: es un elemento esencial para que exista el Estado.


El constituyente de 1853 les reconoció a los extranjeros en el art. 20 CN, los mismos derechos civiles que a los nacionales,
asegurándoles el ejercicio de su industria, del comercio y de la profesión; la propiedad -Su compra y venta-; la navegación de
los ríos y costas; el libre ejercicio de su culto; la posibilidad de testar y casarse conforme a las leyes y de obtener
nacionalización argentina, a cuya admisión, sin embargo, no pueden ser obligados.
Población en sentido lato comprende todos los habitantes del territorio argentino, sean nacionales o extranjeros, incluidos los
extranjeros transeúntes, en los términos del art. 14 CN (conc. Arts. 16, 19 y 20 CN).

Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su
ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer
de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Artículo 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni
títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la
idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.

Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a
un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será
obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.

Artículo 20.- Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su
industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente
su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar contribuciones forzosas
extraordinarias. Obtienen nacionalización residiendo dos años continuos en la Nación; pero la autoridad puede acortar este
término a favor del que lo solicite, alegando y probando servicios a la República.

La población argentina, con relación a la nacionalidad, esta compuesta entonces por diversas categorías de personas y puede
esquematizarse de la siguiente manera:
Nacionales: son aquellas personas que tienen un vínculo jurídico político de pertenencia con el Estado. Los nacionales son
quienes concurren a conformar el elemento esencial denominado <<población>> como miembros del Estado. A su vez,
determina que la persona que te viste tal condición o calidad goce de un conjunto de derechos y tenga una serie de deberes
con relación a ese Estado en particular.
En nuestro sistema constitucional no existe nacionalidad provincias y, por tanto, las provincias no cuentan con facultades para
dictar norma relativas a la nacionalidad. Al disponer el art. 8 CN que 《los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los
derechos, privilegios e inmunidades inherentes al título de ciudadanos en las demás》.
Entonces, la facultad de legislar en materia de adquisición, perdida y recuperación de la nacionalidad ha sido delegada, a
través del art. 75 inc. 12 CN, en el Congreso de la Nación, quien debe regularla con sujeción al principio de ciudadanía natural
o sistema de nacionalidad ius soli que se basa en el principio de territorialidad (se adquiere la nacionalidad por haber nacido
en el territorio nacional) y responde a la política inmigratoria a la cual adscribe nuestra Constitución.

Existen tres principios con jerarquía constitucional en materia de nacionalidad:

1. «Toda persona tiene el derecho humano a una nacionalidad» (art. 20 CADH y art. l 5 DUDH): la nacionalidad es concebida
como un atributo de la persona humana, por lo que nadie puede ser privado de tener alguna.

2. «Toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació sí no tiene derecho a otra nacionalidad».
(art. 20 CADH): recepta el principio ius soli al igual que el articulo 75 inc. 12 CN.

3. 《Nadie será privado arbitrariamente de su nacionalidad, ni del derecho a cambiarla》 (art. 20 CADH), pues la nacionalidad
no se impone, por lo que no se puede obligar a una persona a formar parte de un Estado.

Según Bielsa la nacionalidad es el vínculo jurídico entre un individuo y el Estado al cual pertenece por nacimiento, opción (son
los que han adquirido la nacionalidad argentina en forma originaria, a través del sistema mixto) o neutralización (son aquellos
que han adquirido su nacionalidad en forma derivada, Esta categoría se refiere a los extranjeros mayores de 18 años que
pueden obtener la nacionalidad argentina en virtud de su residencia continua en el país por un periodo continuo de 2 años,
conforme lo establece el art. 20 CN. Pero, la autoridad puede acortar ese periodo de dos años en favor del extranjero
residente que lo solicite, alegando y probando servicios a la República. ) ; la ciudadanía es un atributo en virtud del cual, un
individuo adquiere aptitud suficiente para ejercer los derechos políticos que le permitirán participar en la conformación de los
poderes públicos del Estado, como elector o como elegido, es decir, que la ciudadanía denota la capacidad política para
participar en la vida pública del Estado.
Pero en realidad el ordenamiento jurídico argentino equipara ambos conceptos por lo que debemos decir que todos los
nacionales argentinos son ciudadanos argentinos, aunque no todos ellos ejercen los derechos politicos, porque hay
condiciones válidamente impuestas por la ley en base a criterios razonables de edad, aptitudes cívicas, etc.

Formas de adquirir la nacionalidad.


Adquisición originaria: atiende al hecho del nacimiento en un determinado territorio o a la nacionalidad de los padres. Puede
basarse en los siguientes sistemas: Ius solis (una persona es nacional del Estado en cuyo territorio nace); Ius sanguinis (a cada
individuo le corresponde la nacionalidad de sus padres) y mixto (nacionalidad por opción).

Adquisición derivada: centra la adjudicación de la nacionalidad en dos actos, uno individuo y otro el Estado. Se le adjudica la
calidad de nacional a una persona con total independencia del lugar de nacimiento y del civil o de sangre con los padres que
han nacido en dicho territorio, atendiendo solo a un 《acto voluntario》 del propio interesado, cuyo ejercicio se encuentra
autorizado por la legislación del Estado del cual pretende ser nacional conjugado con un “acto soberano y discrecional” del
Estado por el cual este lo acepta en calidad de nacional.
Este sistema es receptado en nuestro país, en el art. 2º de la ley 346 y es aquel al que referimos cuando hablamos de
argentino naturalizado.

El territorio. Siguiendo a Néstor Sagüés, podemos distinguen entre:


A. Territorio nacional o territorio argentino. El territorio del Estado Argentino es el resultado de sumar los territorios de los
distintos Estados miembros de la Federación y aquellos que están sujetos de manera directa a la jurisdicción del Gobierno
central. (Art. 14,15 y 75 inc.2)

B. Los territorios provinciales: como elementos esenciales de los miembros de la Federación. Sobre estos territorios coexisten
las jurisdicciones del Gobierno federal y de los gobiernos locales, que se deslindan según reglas específicas.

C. Los territorios federales: Se refieren los art. 3, 75 inc. 30 (1ª parte) y 75 inc. 15 in fine. Son aquellos que, formando parte del
territorio nacional, se encuentran fuera de los límites territoriales de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que
se hallan sujetos en forma directa e inmediata a la jurisdicción del Gobierno Federal.

Límites: El art. 75 inc. 15 CN le ha conferido al Congreso Nacional atribuciones en materia de límites territoriales.

《Art. 75 inc. 15. Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y
determinar por una legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales,
que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias》.

Los límites del territorio nacional son límites internacionales, que deben ser acordados con las naciones vecinas mediante
tratados internacionales que firma el presidente (art. 99 inc. 11 CN) y aprueba el Congreso (art. 75 inc. 22 CN), mientras que
con respecto a los límites de los territorios provinciales el Congreso actúa en ejercicio de la potestad soberana conferida por la
CN y, por ende, se trata de una decisión unilateral que goza de la supremacía que le asigna el art. 31 CN.

Con relación a los límites o fronteras internacionales, el gobierno federal debe 《Art. 75 inc. 16. Proveer a la seguridad de las
fronteras》.

《Art. 13.- Podrán admitirse nuevas provincias en la Nación; pero no podrá erigirse una provincia en el territorio de otra u
otras, ni de varias formarse una sola, sin el consentimiento de la Legislatura de las provincias interesadas y del Congreso》.

El único supuesto en el que el Gobierno Federal podría tomar válidamente una decisión que afecte la integridad territorial de
una provincia, se da cuando, tratándose de una provincia cuyos límites coinciden en parte con la frontera internacional, aquél
celebre un tratado internacional en ejercicio de su potestad de «arreglar definitivamente los límites del territorio de la
Nación».

Las Islas Malvinas: Más allá de las razones históricas para afirmar que las Islas Malvinas son parte del territorio nacional, se
trata de una cuestión estrictamente constitucional, ya que la cláusula transitoria primera incorporada por la reforma de 1994,
ha fijado como mandato constitucional a los poderes constituidos el de procurar «la recuperación de dichos territorios y el
ejercicio pleno de la soberanía». El constituyente ha fijado en forma expresa una política clara al ratificar su soberanía sobre
las islas, que califica de 《legítima e indescriptible》 y a la vez fija dos pautas respecto del modo de alcanzar esa recuperación:
1) respetando el modo de vida de sus habitantes.
2) conforme a los principios del derecho internacional.

El poder: al ser un Estado federal, no existe un único centro de poder que actúa sobre todo el territorio nacional, sino que, por
el contrario, los hay diversos que deben coordinarse entre sí.

《Art. 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que
expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación》.

El gobierno federal, por un lado y los gobiernos de provincia y de la Ciudad de Buenos Aires por el otro, son centros de poder
cuya órbita de actuación está determinada y deslindada por la CN.
Ninguno de ellos es superior jerárquicamente al otro, sino que la Constitución es la que goza de supremacía sobre todos ellos.

No existe una superioridad jerárquica del Gobierno Federal sobre las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, ni tampoco de
éstas sobre aquél, sino que cada esfera de gobierno tiene su ámbito de atribuciones asignado por la CN y si hubiere un
conflicto entre una y otra, prevalecerá el criterio de aquel nivel gubernamental al que la CN le haya asignado la competencia
en esa materia.

Relaciones del Estado Argentino con la iglesia católica:


Si partimos de la importancia que tiene la dimensión cultural de la constitución para comprenderla integralmente como
fenómeno jurídico, tendremos en claro que la cuestión religiosa tiene una transcendencia fundamental en toda constitución,
en la medida en que una de las notas caracterizantes de las diversas culturas pasa por la actitud hacia lo religioso como
dimensión de la persona humana.
Eso nos permite explicarnos, en base a la tradición cultural de nuestro país, el porque de la importancia constitucional del
tema de las relaciones entre la iglesia católica y el estado, a punto tal que el debate entre quienes defendían la postura de
Alberdi de establecer al catolicismo como religión de Estado, por una parte y quienes proponían omitir toda referencia a la
cuestión religiosa, como Gorostiaga, insumió las dos terceras partes de las sesiones del Congreso General Constituyente de
Santa Fe de 1853.
El resultado de ese debate fue la recepción constitucional de la dimensión religiosa de la realidad sociocultural de la Argentina
que aparece en la mención que hace el preámbulo a “Dios, fuente de toda razón y justicia” y en el art. 2 que dispone que “el
gobierno federal sostiene el culto católico, apostólico romano”, junto al explicito reconocimiento de la libertad religiosa en los
art. 14 y 20 (“profesar libremente su culto”). A estas disposiciones que provienen del texto histórico de 1853 debemos añadir
las emergentes de los tratados internacionales con jerarquía constitucional (art. 12 CADH, art. 18 PIDCP).
La cuestión entre el Estado y la Iglesia Católica nos muestra un proceso histórico que, partiendo del Real Patronato Indiano,
pasa por el intento de establecer el Patronato Nacional y culmina con el Concordato entre la Republica Argentina y la Santa
Sede.
El Real Patronato Indiano es el conjunto de facultades que el papa delego en los reyes de España en cuestiones relativas al
régimen y gobierno de la iglesia en Indias a través de las bulas Inter Caetera (1493), Eximiae devotionis (1501) y Universalis
elcesiae (1508), entre otras cosas. En base a ellas se encomendaba a los monarcas a tomar a su cargo la tarea de evangelizar a
los habitantes de Indias y proveer a la sustentación del culto y se lo facultaba a proponer personas y idóneas para cubrir todos
los cargos eclesiasticos, autorizar la construcción de templos, de marcar la diócesis, dar el pase a retener las bulas y demás
documentos pontificios, autorizar la entrada y salida de clerigos y religiosos, autorizar la celebración de concilios provinciales y
sinodos diocesanos, etc.
Despues de la Revolucion de Mayo se abrió el debate respecto de si las facultades que el Papa había concedido a los reyes de
España eran inherentes a la soberanía y, por tanto, las autoridades de las Provincias Unidas eran titulares de ellas por sucesión
o, por el contrario, eran prerrogativas concedidas a la persona de los monarcas y, por ende, solo podían ser transmitidas por
sucesión a sus descendientes y herederos. En base a un dictamen del Dean Gregorio Funes termino imponiéndose en nuestro
país la primera postura, que se ve reflejada en el Reglamento de 1817 y luego claramente en las Constituciones de 1819 y
1826, que sirven de fuente a la Constitución de 1853.
El texto histórico de la CN establecía con toda claridad el régimen del Patronato y estableció normas que colocaban a la Iglesia
Católica bajo la sujeción del Gobierno Federal, que tenía, entre otras, las siguientes atribuciones: a) el presidente estaba
facultado para presentar a quienes serian designados como obispos, a propuesta en terna del Senado; b) las bulas y demás
documentos pontificios no podían ser publicitados ni cumplidos en el territorio nacional sin que previamente el presidente con
acuerdo de la Corte Suprema, les hubiera concedido el pase, también denominado exequatur; c) la entrada al país de nuevas
órdenes religiosas debía ser aprobada por el Congreso de la Nación.
Pero la Santa Sede nunca reconoció la legitimidad de los derechos al patronato que invocaban las autoridades argentinas
sosteniendo la segunda de las posturas arriba mencionadas. Pero pese a las posiciones enfrentadas de ambas partes, durante
más de un siglo se generó lo que Frias llama un odus vivendi que “suavizo la rigidez de las prerrogativas constitucionales y, de
hecho, la Iglesia tuvo casi siempre la libertad requerida”.
Finalmente durante la presidencia del Dr. Illia en 1966 y con la intervención del canciller Zabala Ortiz, se negocio un acuerdo
destinado a reglar las relaciones entre ambas partes, dentro del marco de las atribuciones constitucionales del Gobierno
Federal para celebrar concordatos con la Santa Sede (actual art. 75 inc. 22 CN). Estaba previsto que ese acuerdo se firmase el
30 de junio de 1966, pero no pudo concretarse porque dos días antes el presidente Illia fue derrocado por un golpe de Estado,
por lo que la firma la concreto el presidente de facto el 10 de octubre de ese año.
Ese Concordato, que es el instrumento bilateral actualmente vigente que regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado,
sustituye al Patronato que se pretendió imponer de manera unilateral y su contenido puede sintetizarse de la siguiente
manera:
1) El Estado reconoce y garantiza a la Iglesia Católica “el libre y pleno ejercicio de su poder espiritual” de su “culto” y de su
“jurisdicción en el ámbito de su competencia”.
2) Se faculta a la Santa Sede a erigir y suprimir circunscripciones eclesiásticas o modificar sus límites, previa comunicación
confidencial al Gobierno.
3) Se reconoce la competencia de la Santa Sede para designar arzobispos y obispos, previa comunicación confidencial del
nombre de la persona propuesta al Gobierno, que podrá formular objeciones de carácter político dentro de los 30 días.
4) Se suprime el requisito del pase o exequatur reconocido el derecho de la Santa Sede de publicar sus disposiciones y
mantener libre comunicación y correspondencia con los obispos, el clero y los fieles.
5) Se reconoce el derecho del episcopado argentino de llamar al país al personal eclesiástico que considere útil sin necesidad
de autorización del Gobierno.
En un primer momento genero algún debate la validez de esta mutación constitucional, pero esta discusión hoy carece de
todo interés practico porque la reforma de 1994, al suprimir del texto constitucional toda referencia a las facultades
provenientes del patronato y al haber establecido que los concordatos con la Santa Sede tienen jerarquía superior a las leyes
(art. 75 inc. 22 CN), ha despejado cualquier posible duda al respecto.

Relaciones internacionales del Estado Argentino:


Juan Bautista Alberdi, en Bases, Exhortaba de esta manera a los poderes constituidos: “firmad tratados con el extranjero en
que deis garantías de que sus derechos naturales de propiedad, de libertad civil, de seguridad, de adquisición y transito le
serán respetados. Esos tratados serán la parte mas bella de la Constitución; la parte exterior que es la parte del progreso…”.
Por eso, el constituyente de 1853 le impuso al Gobierno Federal, en el art. 27 CN, la obligación de “afianzar su relaciones de
paz y comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados”, pero además dispuso que tales Tratados debían estar
“en conformidad con los principios de derecho publico establecidos en esta Constitución”, lo que resulta coherente con el
principio de supremacía de la CN que torna invalido cualquier acto de los poderes constituidos que la contradigan.
La formación de un tratado internacional supone un proceso con diversas etapas en el que interviene el Poder Ejecutivo y el
Poder Legislativo; a saber:
1) Etapa de negociación, durante la cual se buscan los consensos básicos y culmina con la redacción de un texto propuesto
para el acuerdo. Esta etapa esta a cargo del Poder Ejecutivo que normalmente actúa a través del canciller o ministro de
Relaciones Exteriores y el cuerpo diplomático (art. 99 inc. 11 CN).
2) Firma del tratado, que esta a cargo del Poder Ejecutivo (art. 99 inc. 11 CN).
3) Aprobación, que esta a cargo del Poder Legislativo (art. 75 inc. 22 y 24 CN).
4) La practica internacional nos revela que hay otra etapa en la formación de un tratado que no ha sido reglada en la
Constitución, es la llamada ratificación. Aunque el texto constitucional torna dudoso que en nuestro régimen la ratificación sea
algo distinto de la aprobación, pero se ha impuesto la costumbre jurídica de considerar que después de aprobado el tratado,
este se pone en vigencia después del acto formal de ratificación a cargo del Poder Ejecutivo.
Cabe agregar que, al momento de la aprobación y ratificación del tratado, el Estado puede formular reservas que son
salvedades, excepciones o aclaraciones introducidas al texto del tratado y acotan el consentimiento que se presta,
estableciendo las “condiciones de vigencia” del acuerdo para ese país.
Unidad 2: La organización del Estado Argentino.

1. FEDERALISMO.

Las formas federativas nos muestran como rasgo común, a diferencia de lo que ocurre en el Estado unitario, la coexistencia de
un poder central y poderes locales, por lo que el poder aparece descentralizado territorialmente.
Se ha dicho que 《hay tantos federalismos como Estados federales existentes》. (Castorina de Tarquini, María C.).

Las formas federativas surgen como una respuesta que enfada en cada caso concreto se da, desde la situación política
imperante en cada tiempo y lugar, a requerimientos profundos de la naturaleza humana. Existen ciertos elementos comunes
que nos permiten sostener que el federalismo no es otra cosa que un modo de relación entre comunidades, lo que nos
permite hablar de “relación federal”.

Sujetos: La Nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

RELACIÓN FEDERAL:
Elementos:

a) Pluralidad de comunidades: relación que se traba entre comunidades, cada cual, con sus propias características sociales,
culturales, económicas, étnicas, etc. En Argentina se denominan provincias.

b) Voluntad de relacionarse para lograr fines comunes: no nace por sólo fijar finalidades determinadas y específicas. Supone
una pluralidad de fines sólo reducibles al concepto de bien común.

c) Voluntad de preservar la identidad y la autonomía: Las comunidades que se vinculan mediante una relación federal
preservan su identidad y personalidad jurídica y política, junto con las facultades de gobernarse a sí misma y los poderes
necesarios para cumplir sus fines, sin afectar los fines del conjunto.

d) Pacto: Al presuponer un concurso de voluntades, la relación federal se funda necesariamente en un pacto (pactum
foederis). Pero ese pacto no necesariamente está formulado de manera explícita, solemne y formal.

Los Estados federales modernos, con el objeto de acentuar la idea de unión nacional recurren más bien a la Constitución como
instrumento fundacional, que aparece formalmente como un acto unilateral del pueblo de la Nación. Sin embargo, la
Constitución está expresando el pactum foederis.

Caracteres:

a) Tiene vocación de permanencia: no se trata de una unión transitoria. En algunos casos está prevista su disolución (derecho
de secesión en las confederaciones), mientras que en otros (en general en todos los Estados federales) aparece prohibida.

b) Es concreta y singular: se nutre de la concreta realidad humana, social y política de las comunidades federadas; de donde
resulta que más allá de los elementos, principios y caracteres comunes, cada relación federal es única e irrepetible.

c) Es dinámica: Al ser una relación humana, se da en la historia y, en su transcurso, el equilibrio de fuerzas y principios
contrapuestos puede modificarse según se modifican las circunstancias de tiempo y lugar. (Proceso Federal)

d) Constituye un sistema: La relación federal conforma un «sistema social» que relaciona los elementos que lo componen
para producir un resultado. Cada uno con su rol asignado y su interrelación para lograr el bien común (fin).

Principios: Para que la relación que se traba entre las comunidades configure una relación Federal, debe basarse en 3
principios que no pueden estar ausentes, aunque las distintas formas federativas los combinen en distintas dosis y con
diversas modalidades.

a) Solidaridad federal: Se trata de percibir un sentido de unidad de destino entre más diversas comunidades, de modo que
cada una es corresponsable con las demás de lo que suceda con todas (Implica sentirse parte de un todo con las otras
comunidades). Podemos distinguir dos aspectos íntimamente relacionados: la Unión entre las comunidades y el sentido de
corresponsabilidad entre estas.

b) Subsidiariedad federal: aparece como el resguardo de la diversidad y acota los efectos unitivos de la solidaridad,
limitándonos a aquellos aspectos en los que cada comunidad local resulta insuficiente por si misma para alcanzar los fines
propuestos. La autoridad central debe permitir que cada comunidad local resuelva por si todas aquellas cuestiones que hacen
a su vida interna y no afecte a otra comunidad. Sólo va a intervenir, subsidiariamente, cuando la entidad local no pueda
hacerlo.

c) Participación federal: Se asegura el difícil y necesario equilibrio entre los extremos opuestos que conviven en el
federalismo. Según este principio todas las comunidades que integran la Federación son sujetos de la relación federal y tienen
derecho a tomar parte en la elaboración de sus decisiones.

FORMAS FEDERATIVAS.

Confederación: consiste en la Unión de varios Estados soberanos mediante un tratado o pacto de Unión, por el cual se crea un
poder central. Éste no ejerce su imperium en forma directa sobre la población de los Estados miembros y sólo obliga a los
gobiernos locales. Estos tienen el derecho de nulificación que les permite no aplicar en su territorio determinadas normas
emanadas del poder central; como así también el derecho a la secesión, que les permite apartarse de la confederación,
resumiendo el pleno ejercicio de su soberanía.

Estado federal: es un modelo de organización federal que compatibiliza las exigencias de autonomía del federalismo, con la
estructura del Estado nacional soberano como unidad de decisión y acción. Se caracteriza por lo siguiente:

• Consiste en una unión indisoluble entre los Estados miembros que, ante el resto del mundo aparecen como una unidad,
aunque en el ámbito interno se muestren como una pluralidad de Estados, no tienen derecho de secesión.

• El poder central ejerce su imperium sobre los habitantes de los Estados miembros en forma directa, dentro del ámbito de
sus competencias, por lo que estos habitantes se encuentran sujetos a la vez a la potestad del gobierno central y de su
gobierno local; no existe el derecho de nulificación.

• La representación política está organizada de manera tal que refleja la dualidad de una única nación (Cámara de Diputados)
y una pluralidad de Estados miembros (Senado).

Federo regionales: si bien no son propiamente formas federativas, se aproximan mucho a ellas, por el alto grado de
descentralización territorial del poder político que exhiben (ej. España).

LA RELACIÓN FEDEAL ARGENTINA.


Las comunidades que hoy integran la relación federal argentina son las provincias, La Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno
Federal.

Como ocurre en general en las relaciones federales que adoptan el modelo de Estado federal, en nuestro país el pactum
foederis entre los mencionados sujetos no está instrumentado formalmente como un acuerdo multilateral, sino en una norma
que se muestra como dictada unilateralmente por el 《pueblo de la Nación Argentina》, pero en sustancia exterioriza un
pacto, porque el Congreso Constituyente estuvo integrado por representantes de las provincias y, además, en el Preámbulo se
deja constancia de que la Constitución se dicta 《en cumplimiento de pactos preexistentes》.

➢ Recepción del principio de solidaridad federal. Como dijimos tiene dos aspectos íntimamente relacionados: la Unión entre
las comunidades reservadas y el sentido de corresponsabilidad entre ellas.

En la C. Argentina el primer aspecto de este principio ha sido receptado en las siguientes previsiones:

a)Supremacía del derecho federal sobre el derecho local. 《 Artículo 31.CN- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en
su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las
autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que
contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del
Pacto de 11 de noviembre de 1859》

b)Unificación del derecho común. 《Art. 75. Corresponde al Congreso. Inc. 12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de
Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones
locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren
bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad,
con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre bancarrotas, sobre
falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por
jurados》.

c)Jurisdicción de la Corte Suprema para dirimir conflictos entre provincias.《Artículo 127.- Ninguna provincia puede declarar,
ni hacer la guerra a otra provincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella. Sus
hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y
reprimir conforme a la ley》.

d)La intervención federal. 《Artículo 6º.- El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la forma
republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o
restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia》. El segundo aspecto del principio
de solidaridad, se expresa en la obligación del Gobierno Federal de brindar ayuda a las provincias que no alcancen a cubrir sus
gastos ordinarios (art. 75 inc. 9 CN), en la posibilidad fe mas provincias de celebrar tratados entre si (art. 125 CN), en los
criterios para distribuir los tributos coparticipados (art. 75 inc. 2 CN), etc.

➢ Recepción del principio de subsidiariedad federal. En la Constitución Argentina se expresa en el reconocimiento de la


autonomía institucional y política de las provincias (art. 5, 122, 123 y concordantes CN), en las garantías de integridad
territorial de las provincias (art. 3 y 13 CN) Y fundamentalmente en el deslinde de poderes que hace la Constitución entre el
Gobierno Federal y las provincias, sobre la base del principio del art. 121 CN.

➢ Recepción del principio de participación federal: Se expresa en la integración del congreso de la nación, está representado
el pueblo de la nación como unidad de la cámara de diputados y las comunidades federadas en la cámara de senadores. Todas
ellas tienen allí representación igualitaria, con independencia de su cantidad de población (3 senadores por cada provincia y 3
por la Ciudad de Buenos Aires). En el senado pueden erigirse en mayoría los representantes, en la cámara de diputados, los
representantes de cuatro distritos electorales pueden erigirse en mayoría por sobre los representantes de todas las demás
provincias en conjunto. Los senadores votan en función de su pertenencia a partidos políticos, antes que por pertenecía a una
determinada provincia. La《 partidización》 de la representación senatorial ha hecho que este cuerpo no siempre haya
cumplido la finalidad que tuvo en cuenta el constituyente al crearlo.
Este principio no se agota allí, porque esta presente en la integración del PJ de la Nación cuyos miembros requieren acuerdo
del Senado para ser designados y, sobre todo, en los nuevos instrumentos de que se vale la relación federal con el llamado
federalismo de concertación.

LA CIUDAD DE BS AS COMO NUEVO SUJETO DE LA RELACIÓN FEDERAL.

La reforma fe 1994 ha erigido a la Ciudad de Bs As en un nuevo sujeto de la relación federal.《Art. 129.- La ciudad de Buenos
Aires tendrá un régimen de Gobierno autónomo con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será
elegido directamente por el pueblo de la ciudad.

Una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación.
En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso de la Nación convocará a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires
para que, mediante los representantes que elijan a ese efecto, dicten el estatuto organizativo de sus instituciones》.
En el nuevo régimen la ciudad de Buenos Aires se asemeja a una provincia y por ende se diferencia de los municipios de
provincia, en los siguientes aspectos: Tiene representación en el Senado como las demás provincias (art. 54 CN), tiene
reconocida su autonomía con facultad de disctarse su propio “estatuto organizativo”, tiene con “facultades propias de
legislación y jurisdicción”, sus autoridades son elegidas por el pueblo de la Ciudad (art. 129 CN), participa de la renta federal
como las provincias (art. 75 inc.2 CN) y puede ser sometida a intervención federal (art. 75 inc. 31).

Aunque el status jurídico institucional de la Ciudad de Buenos Aires es en general similar al de una provincia, existen
diferencias:

a) Las provincias dictan para si sus Constituciones sin más limitaciones que los ART 5 y 123, la Ciudad de Bs As se dicta un
estatuto organizativo.

b) La autonomía de las provincias surge de la CN, no puede ser ampliado ni restringido; el de la ciudad de Bs As, mientras sea
la Capital de la Nación, puede ser restringido por una ley del Congreso en todo lo que sea necesario para garantizar los
intereses del Estado Nacional. (art. 129 CN)

c) La Ciudad de Bs As al ser creada como sujeto federal directamente por la constitución no puede fusionarse como una
provincia conforme al art. 13 CN sin previa reforma constitucional.

d) La posibilidad de que La Ciudad de Bs As se integre en una región o celebre acuerdos internacionales, queda sujeta a un
régimen que puede establecer el Congreso, mientras las provincias tienen reconocidas expresamente esas facultades (art.
124).

Estamos frente a un ente de naturaleza sui generis denominado 《municipio federado》, que por su naturaleza es un
municipio, pero tiene la particularidad de hacer sido elevado a la condición de miembro directo de la federación, a la par de las
provincias.

La Constitucion no ha señalado cual es el contenido y alcance de la autonomía de la Ciudad de Bs As, debemos interpretar que
tiene todos los poderes y atribuciones que le corresponden a cualquier provincia, con excepción de aquellos que la CN ha
limitado y aquellas que resulten restringidas por la denominada 《Ley de garantías del Gob. Federal》.

Si se dispusiese el traslado de la capital federal a cualquier otro punto del país, la Ciudad de Bs As no perdería su status jurídico
de sujeto de la relación federal, ni su autonomía. Por el contrario, se acrecentaría porque de pleno derecho pasaría a ejercerla
en plenitud.

REPARTO DE COMPETENCIAS.

Los poderes de las provincias son la regla y los poderes del Gobierno Federal son la excepción. La C. Argentina, ha reservado
para las provincias la regulación del 《orden de intereses que nace de la vida interna de cada una》y, ha delegado en el Gob.
Central la potestad de regular lo que hace a la 《vida de relación entre éstas》.

❖ Poderes delegados en el Gob. Federal. Son todas las atribuciones concedidas por la C. a sus órganos de gobierno, en
especial las atribuciones del Congreso Nacional (art.75 CN), las atribuciones del Poder Ejecutivo Nacional (art.99 CN) y las del
Poder Judicial de la Nación (art. 116 y 117), además de otras atribuciones que, dispersas en el texto de la constitución han sido
confiadas al Gobierno Federal.

❖ Poderes conservados por las provincias: Son las demás atribuciones propias del gobierno de una comunidad, excluidas las
que fueron delegadas. Algunas tienen mención expresa y otras quedan comprendidas en la regla, esto es en el ámbito de
atribuciones de las provincias (ejemplo: dictar la legislación procesal aplicable a los tribunales provinciales).
En general, podemos decir que queda comprendida entre los poderes conservados por las provincias, la potestad de dictar
todas las normas de derecho publico interno, es decir las que regulan la organización y funcionamiento de sus instituciones
publicas (ejemplo: leyes electorales, leyes orgánicas de los entes estatales, régimen de sus empleados públicos, etc.) y las que
reglamentan el ejercicio de los derechos (poder policía) en materias no delegadas al Gobierno Federal.
❖ Poderes concurrentes: atribuciones que aparecen confiadas por la C., tanto al Gob. Federal como a las provincias; pueden
ser ejercidas indistintamente por uno u por otras, salvo que surja incompatibilidad en el ejercicio por parte de ambos. Aquí
prevalecerá la atribución federal sobre la provincial en virtud del principio de supremacía federal (art. 31 CN).
Encontramos esta asignación compartida de atribuciones en lo relativo a las políticas de desarrollo económico y social, a la
cultura, a la salud, etc. (ver concordancia entre art. 75 inc. 18 CN y art. 125 CN); en materia ambiental (art. 41 CN); protección
de los pueblos indígenas (art. 75 inc. 17 CN); creación de impuestos internos indirectos (art. 75 inc. 2 CN); etc.

❖ Poderes compartidos: solo pueden ser ejercidos conjuntamente por el gobierno federal y una o más provincias. La creación
de una nueva provincia, la cesión del territorio de una provincia a otra o la fusión de dos o más provincias (art. 13 CN), dictar
leyes de coparticipación federal (art. 75 inc. 2 CN) o cualquier otra ley convenio.

LAS PROVINCIAS COMO ESTADOS FEDERADOS: POBLACIÓN, TERRITORIO Y PODER.

Las provincias argentinas, como miembros del Estado Federal, son en sí mismas verdaderos Estados confirmados por los
elementos constitutivos de cualquier Estado: Población, territorio y poder.

Población: 《 Artículo 8º.- Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades
inherentes al título de ciudadano en las demás.》 En consecuencia, cualquier ciudadano argentino pasa a formar parte de la
publicación de una provincia y a gozar de la plenitud de los derechos civiles y políticos, por el solo hecho de fijar allí su
domicilio.

Territorio provincial: La C. ha tenido particular cuidado de establecer garantías especiales para mantener su integridad, como
medio para preservar la existencia de las provincias como Estados indestructibles, miembros del Estado Federal. El Congreso
de la Nación esta facultado para fijar sus limites (art. 75 inc. 15 CN), pero esa facultad no puede ejercerse de manera
discrecional, prescindiendo de los derechos que cada provincia le corresponden por posesión de territorios o títulos
anteriores. Además, una vez fijados los límites, ellos no podrán ser alterados sin el consentimiento expreso de la propia
provincia. Así surge del art. 3 CN que, para establecer la Capital Federal en un determinado punto del país, requiere la cesión
de esa porción de territorio por parte de la provincia correspondiente; de igual manera el art. 13 CN exige el “consentimiento
de la Legislatura de las provincias interesadas” cuando se pretenda formar una nueva provincia en el territorio de otra u otras
o fusionar dos o mas provincias.

Poder de los Estados Provinciales: Este difiere del de un Estado Nación soberano, ya que el conjunto de atribuciones que
corresponde a éste, en el caso de los Estados Federales resulta compartido entre el Gob. Central y el Estado Provincial.
Algunos van a interpretar este fenómeno diciendo que estamos frente a una única soberanía compartida; otros entienden que
sólo el poder del Estado Federal en su conjunto tiene soberanía y que el atributo del poder de Los Estados Provinciales es la
autonomía.
La autonomía institucional de las prov. consiste en la atribución de 《darse sus propias instituciones y regirse por ellas》, esto
es de ejercer por si su poder constituyente.
La autonomía política consiste en que las provincias pueden poner en ejercicio por si mismas las instituciones políticas que las
propias creadas por ellas, elegir sus autoridades y ejercer por medio de estas todas las atribuciones propias del poder
provincial (art. 122 CN).

EL PODER CONSTITIYENTE DE LAS PROVINCIAS. Las provincias son verdaderos Estados que la CN les reconoce la facultad de
ejercer su propio constituyente en los art. 5 y 123 CN, siempre que se ajusten al marco general exigido por las citadas normas.

Art. 5- Requisitos:

• Adoptar la forma de gobierno representativa y republicana: puede estructurar a su criterio la organización de su gobierno.
Respetando el principio que reconoce en el pueblo el origen de todo poder político legítimo y los caracteres que definen a la
República.
• Respetar los derechos, declaraciones y garantías de la CN.: que rigen íntegramente y como norma Suprema en todo el
territorio nacional y obligan tanto a los particulares como a las autoridades nacionales y locales.

• Asegurar su administración de Justicia: según el cual las provincias deben organizar sus propios poderes judiciales, que
aplican los códigos nacionales mencionados en el art 75 inc. 12, además la Constitución y leyes provinciales respectivas.

• Asegurar su régimen municipal autónomo: La reforma de 1994 añadió en el art. 123 CN, la aclaración de que no basta
cualquier tipo de régimen municipal, sino que debe tratarse de uno que reconozca la autonomía de los municipios como
verdaderos gobiernos locales.

• Asegurar la educación primaria → gratuidad y equidad de la educación pública estatal (art. 75 inc. 19 CN). Se refiere a uno
de los más importantes objetivos perseguidos por nuestros fundadores, que estaban convencido en la necesidad de educar al
pueblo para lograr el desarrollo humano y el avance del país

Los últimos 3 requisitos estaban correlacionados, ya que mediante la educación el hombre conocía sus derechos, cuyo primer
teatro para ejecutarlos era el municipio, mientras que el poder judicial debía asegurarlos en caso de desconocimiento. Aparte
debe respetarse el llamado bloque de constitucionalidad federal del art 31.

LOS MUNICIPIOS DE PROVINCIA. El Máximo Tribunal de la Nación a partir de 1911 en el caso «Ferrocarril del Sud c/
Municipalidad de La Plata» diciendo que «Las municipalidades no son más que meras delegaciones de los poderes
provinciales, circunscriptas a fines y límites administrativos».

Pero las provincias, en ejercicio de la autonomía que les reconoce el art. 5° CN establecieron y configuraron sus propios
regímenes municipales variados y diversos entre sí.

Con base en tal realidad, la jurisprudencia de la Corte varió su criterio a partir del caso <<Rívademar» y dijo que, más allá del
expreso reconocimiento de la autonomía de los municipios que hacen muchas constituciones provinciales, lo cierto es que
«mal se avienen con el concepto de autarquía diversos caracteres de los municipios», por lo que concluye que «las
municipalidades son organismos de gobierno de carácter esencial que tienen un ámbito propio a administrar».

Finalmente, la reforma de 1994 vino a reconocer definitivamente este principio en el art. 123 CN .《Art. 123.- Cada provincia
dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el Artículo 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su
alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero》.

En consecuencia, las provincias pueden establecer sus propios regímenes municipales con características diversas y
reconociendo márgenes mas o menos amplios de autonomía, pero lo que no pueden es suprimir o desconocer esa autonomía
que ya reconoce la CN, de la misma manera que el legislador ordinario puede reglamentar los derechos, sin desnaturalizarlos
(art. 28 CN).
Podemos concluir entonces en que los municipios de provincia no son sujetos de la relación federal porque no son parte de
esta sino a través de la provincia en cuyo seno existen y que regula el alcance de su autonomía.

REPARTO DE POTESTADES TRIBUTARIAS EN LA C. REFORMADA.

La reforma de 1994 tomo aquel modus viviendi como un hecho dado y consolidado y procuró mejorar desde allí la situación de
las provincias. Mantuvo como criterio de reparto de potestades la distinción entre:

Impuestos externos. Que el art. 75 inc. 1 denomina 《derechos de importación y exportación》e incluye las 《retenciones》
siguen asignadas al Gob. Federal (Central) y prohibidos a las provincias y Ciudad de Bs As (arts. 9 a 12 y 126).

Impuestos internos: son los que gravan hechos imposibles que acontecen íntegramente dentro del territorio nacional, son
distribuidos por el art. 75 inc. 2 CN entre el Gob. Central y las provincias y Ciudad de Bs As. Tomando como base de distinción
entre impuestos directos que son exclusivos de las prov. Y Ciudad de Bs As, salvo que el Gob. Federal haga uso de la facultad
excepcional del art. 75 inc. 2 ( gravan directamente la riqueza, la propiedad o la renta ej. impuesto inmobiliario) e,
impuestos indirectos son concurrentes entre Gob. Federal, provincias y Ciudad de Bs As. (gravan hechos que constituyen
exteriorizaciones indirectas de riqueza (ej. el consumo). El impuesto indirecto mas importante y difundido es el Impuesto al
Valor Agregado- IVA.

LA COPARTICIPACION FEDERAL.

El art. 75 inc. 2 no lo regulo de manera operativa, lo difirió a un futuro acuerdo entre el Gob. Federal y los demás sujetos
federales, que debió haberse perfeccionado antes de finalizar el año 1996 (CN: cláusula sexta).

Sin embargo, a casi 20 años del vencimiento del plazo fijado por la C., seguimos manteniendo el modus viviendi impositivo al
margen de los mandatos constitucionales.

Los sujetos entre quienes debe celebrarse el acuerdo son todos los sujetos de la relación federal, es decir, el Gobierno Federal,
todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. El acuerdo de coparticipación ha de asumir la forma de ley convenio, es decir
que el Gob. Federal emite su voluntad dictando una ley que establece la regulación del régimen e invita a las provincias a
adherir. Pero el constituyente se ha ocupado de establecer un procedimiento especial para la celebración de este acuerdo,
que consta de tres etapas claramente diferenciadas:

• Acuerdos previos: constituyen el primer paso hacia el establecimiento del nuevo régimen. Estos acuerdos previos deben
fijar, cuales habrán de ser los contenidos de la ley convenio, procura evitar que el convenio sea una suerte de contrato
adhesión.

• Ley del Congreso de la Nación: al Congreso de la Nación le corresponde volcar los contenidos de los acuerdos previos en una
ley formal, que tiene dos particularidades: el senado debe obligatoriamente actuar como cámara de origen y ambas cámaras
requiere una mayoría agravada.

• Aprobación por las provincias: una vez sancionada la ley del Congreso Nacional, necesita ser aprobada por leyes de las
legislaturas de todas las provincias.

Lo dicho pone de manifiesto que la naturaleza jurídica del instrumento debe dar origen al régimen de coparticipación, es
contractual. Por eso se ha dicho que “Tiene alma de contrato y cuerpo de ley”. Este carácter de acuerdo interjurisdiccional se
desprende de la denominación ley-convenio, así también cuando esta prevé como base los acuerdos previos, cuando requiere
la aprobación de las provincias y cuando dispone que no podrá ser modificada unilateralmente, ni reglamentada.
La finalidad del acuerdo de coparticipación es repartir recursos tributarios entre los sujetos de la relación federal, primero hay
que determinar qué es lo que se va a repartir. El art 75 inc. 2 CN establece una regla: integran dicha masa todos los impuestos
internos (directos e indirectos) creados por el Congreso Nacional. Como excepción el inc. 3 de ese artículo autoriza al congreso
a sustraer de la masa coparticipable algunos impuestos para darles una asignación específica; esta decisión por ser de carácter
excepcional solo puede regir por tiempo determinado y además necesita mayoría agravada.

El art 75 no dispone como se va a repartir, pero si pautas:

• La distribución de recursos debe hacerse en relación directa con las competencias, servicios y funciones a cargo de cada nivel
de gobierno.

• Deben utilizarse criterios de reparto objetivos.

• Debe responder a criterios de equidad y solidaridad.

Finalmente se dispone que la ley-convenio debe crear el único organismo interjurisdiccional con jerarquía constitucional
denominado organismo fiscal federal. Tendrá como función ejercer el control y fiscalización de todo el régimen de
coparticipación para garantizar que se cumpla con el mandato constitucional.

INTERVENCIÓN FEDERAL.
La C. histórica quiso dotar al gobierno federal de un instrumento político de carácter excepcional del que pudiera echar mano
en situaciones de emergencia para garantizar la convergencia de todos los sujetos de la relación federal hacia su fin último que
es el bien común de la federación.

Existen dos tipos de intervención federal:

La que procede como derecho del gobierno federal: El Gob. Federal actúa por propia iniciativa procede por dos causales 1-
repeler invasiones exteriores: constituye una de las herramientas que la constitucion pone en manos del Gobierno Federal
para asegurar la defensa de la Nacion contra peligros externos, entre ellas el estado de sitio, empleo de las fuerzas militares y
el uso de los poderes de guerra ( arts. 23, 52, 75 inc. 25-27- 28, 99 inc. 12-13-14-15-16 CN) y 2-garantizar la forma republicana
de gobierno. Procura darle autoridad al Gob. Federal para evitar que alguna provincia o la Ciudad de Bs As se aparten del
marco que constituye la base política fundamental de la Unión, es decir de las exigencias del art 5 CN.

La que procede como deber del gobierno federal. La intervención como deber o intervención auxilio es la que procede
cuando como consecuencia de la sedición o de la invasión de otra provincia, las autoridades constitucionales de una provincia
hayan sido destituidos o estén en riesgo de serlo.

La finalidad de este tipo de intervención federal es únicamente sostener o restablecer en sus cargos a las autoridades locales y
de ninguna manera sustituirlas por otras autoridades afines al Gob. Central.
La autoridad que está facultada para disponer la intervención, es el congreso, pero en la práctica la mayoría de las
intervenciones fue dispuesta por el PE. Incluye como atribución del Congreso la de disponer la intervención federal a alguna de
las comunidades federadas.

El senado es el guardián de las autonomías provinciales. Una vez dispuesta la intervención federal por el congreso, es al
presidente al que le corresponde designar la persona del interventor. La CN no ha regulado cuales son los efectos que produce
la intervención, el art 6 se limita a decir que el Gob. Federal interviene en el territorio de las provincias. No aclara alcances.

La intervención al PE ha implicado que el interventor se hizo cargo de la administración del estado provincial, la intervención al
PL ha implicado la disolución de la legislatura local, la intervención al PJ tuvo como consecuencia la designación de un
interventor que ejercía las atribuciones que hacen al gobierno y administración del PJ y todos los jueces de todas las instancias
quedaban en comisión.

La intervención federal, ha sido prevista en la C. como una herramienta para garantizar la unión y la convergencia de todos los
sujetos federales hacia el logro de los grandes fines de la C. Pero la historia argentina nos muestra el ejercicio abusivo de esta
atribución.

El proceso federal argentino: retrocesos y recuperación del federalismo: La relación federal argentina se gestó a través de
sucesivas luchas y pactos. Logro entre 1853 y 1860 adopto la forma de estado federal nacido con la C norteamericana. A partir
de entonces se inicia un proceso de progresiva concentración del poder en el Gob. Federal, paralelo al debilitamiento del de
los gob. locales y se corresponde con una deformación de la infraestructura socio-económica de manera tal que tanto el poder
político, la riqueza, los medios de producción, los medios tecnológicos, gastos públicos, vías de comunicación, la población, se
concentran en torno de la capital.

Este proceso se denomina desfederalización y obedece a múltiples causas, entre ellas se destaca el paulatino desplazamiento
de la política provincial por la nacional. A este fenómeno contribuyen, diversas causas: el liderazgo del PE nacional, con nuevas
funciones, la aparición de grandes partidos políticos nacionales sobre la base de liderazgos carismáticos.

Entra las causas de orden económico y financiero: la distorsión que se produjo al sustituir el régimen constitucional de reparto
de potestades tributarias entre nación y provincias por el modus vivendi legitimado por la reforma de 1994. Esto genero un
físico nacional rico y físicos provinciales pobres y mendicantes, lo que permitió que el gob. federal asumiera funciones y
servicios que según el reparto constitucional de competencias les correspondían a las provincias.

La tendencia a la centralización robustecida por una infraestructura de obras y servicios públicos se concentra en la Ciudad de
Bs As y sus alrededores, lo que provoca una fuerte concentración de población esa zona del territorio nacional.
A partir del restablecimiento del ordenamiento constitucional comienzan a advertirse algunos signos de recuperación del
federalismo:

a) Se afianza el paso de un federalismo perceptivo a uno de concentración: los tratados interprovinciales y acuerdos que
reaparecen a partir del siglo XX, se multiplican y comienzan a regular materias que antes quedaban absorbidas por la nación.

b) Las provincias comienzan a recuperar funciones y servicios que les pertenecían, pero eran prestados por la nación.

c) Comienza a afianzarse la conciencia regional y a formalizarse la creación de regiones interprovinciales.

d) Las provincias ejercer autónomamente su poder constituyente.

e) La intervención federal deja de ser utilizada como instrumento para someter gobiernos provinciales opositores.

f) La política local vuelve a tener presencia.

Los pronósticos favorables hacia el federalismo, se dio con la realidad de la crisis económica del 2001/2002. Como todas las
situaciones de emergencia habidas en la historia, esta trajo un acrecentamiento de las atribuciones del Poder Ejecutivo
nacional.

El programa de recuperación del federalismo que, dejaba entrever la reforma de 1994 decididamente no se ha cumplido y, por
el contrario, se ha retrocedido notablemente. En materia de distribución de recursos, se ha logrado perfeccionar el nuevo
régimen. Además, el tesoro nacional se ha visto ampliamente robustecido por el cambio del contexto y aparecen los nuevos
impuestos a las exportaciones no previstos en la lógica constitucional del siglo XIX.

Con un gobierno federal que concentra en el tesoro nacional más del ochenta por ciento de la renta pública. Podía decirse que
las provincias están arrinconadas, citadas por la escasez de recursos, despojadas de hecho de sus atribuciones
constitucionales, son muy pocas las que pueden ejercerse en plenitud sin recursos suficientes y, salvo escasas y excepciones,
distribuye graciosamente el PE nacional con fondos que originariamente les pertenecen a las provincias.

2. LA REPÚBLICA.

La idea de republica nace en roma y se concreta en el sistema político que se instaura en el año 509 a.C. Cicerón la define
diciendo “Republica es cosa del pueblo; pueblo no es todas reunión de hombres congregados de cualquier manera, sino
sociedad formada bajo la garantía de las leyes y con el objeto de utilidad común”
Como lo revela la etimología latina de la palabra Res publicae, es la cosa de todos, con lo que se expresa que todo lo que hace
el gobierno de la comunidad pertenece a todos sus miembros y además quien ejerce el poder es en consecuencia un mero
administrador de cosas e intereses ajenos.

Caracteres de la República antigua:

-Periodicidad de los mandatos: Su función está limitada en el tiempo para evitar la tentación del ejercicio indefinido del poder
(ART 50, 56,90, 85 Y 86).

-Responsabilidad de los funcionarios: Como el gobernante no es más que un simple mandatario del pueblo debe rendir
cuentas a su mandante de gestión (ART 69).

-Publicidad de los actos de gobierno: El mandante debe estar constantemente informado de mandar de su mandatario para
poder controlarlo (ART 101,100, INC. 10 Y 104).

Provenientes de la Republica liberal democrática:

-División y equilibro de los poderes, igualdad de los hombres, origen popular del poder y legalidad (ART 1,5,6 Y 35 forma
republicana), (ART 16 Y 37 Principio de igualdad).
《Artículo 1º.- La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la
presente Constitución》.

《Artículo 5º.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano…》

《Artículo 6º.- El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la forma republicana de gobierno…

《Artículo 36.- Esta Constitución mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza
contra el orden institucional y el sistema democrático…》

《Artículo 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni
títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la
idoneidad. La igualdad es la base del

《Artículo 37.- Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía
popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por
acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral》.

Provenientes de la República Contemporánea:

-Pluralismo y participación: Para que los sectores minoritarios de la comunidad puedan ejercer la cuota de responsabilidad y
de poder que les corresponde (ART 39, 40 y 43).

3. DEMOCRACIA.

La democracia como ideal es planteada por Giovanni Sartori cuando dice: La democracia va contra la corriente, contra las leyes
inerciales que gobiernan los grupos humanos, las monocracias, las autocracias, las dictaduras son fáciles, nos caen encima
solas; las democracias son difíciles, tienen que ser promovidas y creídas. La democracia se presenta como resultado de una
intensa experiencia social e histórica que se construye día a día en las realizaciones y frustraciones, acciones y omisiones de
sus protagonistas.
Como sistema político y forma de organización del estado, tiene características fundamentales como la distribución equitativa
del poder, el reconocimiento de necesidades de intereses de las mayorías y minorías, la participación ciudadana en la toma de
decisiones, la vigencia del estado de derecho entre otras.
La democracia implica la constante posibilidad de modificar cualquier cosa y esa opción se hace jurídicamente viable en el
texto constitucional “El pueblo es el autor de la constitución”.
Como estilo o forma de vida, la democracia implica para nosotros la vivencia de los derechos humanos y la construcción de las
relaciones de justicia y solidaridad que abren los espacios para la libre determinación de las personas, grupos y pueblos.

Vale entonces: Analizar la democracia en términos de cantidad y calidad:

Cantidad democrática: Un estado es más o menos democrático, teniendo en cuenta el grado de reconocimiento normativo de
los derechos humanos.

Calidad democrática: Hacemos referencia al grado de cumplimiento de efectivo de los derechos humanos que observan en un
estado.

Recepción de la democracia en la Constitución:

Se encuentra receptado en el artículo 36 CN.

《Artículo 36.- Esta Constitución mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza
contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos serán insanablemente nulos.
Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el Artículo 29, inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos y
excluidos de los beneficios del indulto y la conmutación de penas.
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurparen funciones previstas para las autoridades
de esta Constitución o las de las provincias, los que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones respectivas
serán imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los actos de fuerza enunciados en este
artículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve
enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos. El
Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función》.

4. LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA.

- Rouseau: En su Contrato Social ataca la idea de representación política por considerar que expropiaba la voluntad del pueblo,
generando un abismo entre el pueblo libre que hace sus propias leyes y aquel otro al que sus representantes les hacen las
leyes
- Montesquieu: Dice que la representación política implica que la elación ficticia entre el pueblo y el gobierno se instrumente a
través del mandato. La teoría clásica considera que existe una voluntad general que nomina al representante. Si el electorado
otorga al representante por las elegidas instrucciones precisas en relación al contenido del ejercicio del poder, hablamos de un
mandato imperativo u obligatorio. El concepto se perfecciona con el aporte de bruke, quien se opone al mando imperativo. La
representación ya no se debe a un grupo de intereses o de ciudadanos en particular, si no a la nación como conjunto de
personas que conforman la voluntad popular sin distinción de intereses sectoriales, emana de individuos libres e iguales (pasa
a ser igual que el artesano y el noble).

Recepción en la CN y modificaciones introducidas por la reforma de 1994:


Nuestra Constitución Nacional recepta la cuestión de la representación política a través de numerosas y variadas instituciones
y procedimientos, desde el preámbulo mismo, consignando entres las primeras palabras del texto constitucional “nos los
representantes del pueblo de la Nación Argentina(…) por voluntad y elección de las provincias que la componen”, marcando el
carácter de representantes que les asigno a los constituyentes de 1583/60.
Es bueno destacar que el régimen representativo recepta un doble sentido de representatividad, esto es vertical y horizontal,
puesto que en toda la organización institucional de la republica están siempre presentes dos sujetos representados: el pueblo
de la Nación Argentina y las provincias que la componen. Esto se puede observar tanto en el acto constituyente originario,
como en el diseño del Congreso Nacional.
La firme opción constitucional por un régimen político propio esta cristalizada en el art. 1, el que con una particular literalidad
ordena las notas esenciales del mismo afirmando que “La nación argentina adopta para su gobierno la forma representativa,
republicana y federal, según lo establece la presente Constitución”.
Por ello, y tal como lo señala Bulit Goñi, los tres aspectos centrales de la citada formula están particularmente enlazados entre
sí. No se trata de tres formas sino de una formula soldada, sin comas, sin copulas; por lo que no habría representación sin
republica y sin federalismo, ni la republica sin representación y sin federalismo, ni federalismo sin representación y sin
república.
Mas adelante, el texto constitucional hace referencia específicamente a la noción de representantes cuando en el art. 22
dispone que el pueblo solo por medio de ellos delibera y gobierna. Se deduce de esto que ningún individuo o parte del pueblo
puede invocar un derecho propio para ejercer la soberanía nacional, ya que la potestad ejercida por cualquier sujeto debía
seguir expresamente de la nación, es decir, tendría que haberle sido conferida por la constitución nacional. Del hecho de que
la soberanía corresponda indivisiblemente a la universalidad de los nacionales, se infiere que ninguno de ellos puede ejercerla
tampoco en su propio nombre, sino únicamente en nombre de la nación. Por ultimo las voluntades que expresan las personas
investidas de la potestad publicas no valen como voluntades propias de esos individuos, si no como la expresión de la voluntad
nacional.
consecuentemente, la representación política encuentra clara recepción en nuestra constitución con la particular impronta
reseñada, la que no es posible desconocer sin riesgo cierto de alterar la voluntad del constituyente originario de 1853/60. Se
trata, como hemos podido apreciar, de un concepto elástico distribuido entre elencos representativos de muy variada
intensidad e importancia, especialmente después de la reforma constitucional de 1994, pero que en todos los casos coincide
en señalar que la soberanía a representar reside, indefectiblemente, en el pueblo de la Nación y en el de las provincias.

Instrumentos para la representación política:


La voluntad popular es la soberanía del pueblo a representar en la conformación de los órganos del gobierno democrático y
republicano. Entre esa voluntad y órganos se ubican los instrumentos o métodos a través de los cuales se materializa y se hace
efectivo el vínculo vivificante de la democracia representativa. Ese vital rol está reservado al cuerpo electoral, al sufragio,
sistemas electorales, organismos electorales y actores políticos.
• Cuerpo electoral: conjunto de personas que, por cumplir los requisitos fijados por la legislación, revisten la calidad de
ciudadanos titulares de derechos políticos y cuentan con capacidad de ejercicio.

• Sufragio: instituto formal que cumple funciones diversas, como derecho subjetivo, como acto jurídico, como elemento
material que integra al proceso electoral y como dato matemático para operar los sistemas electorales.

• Sistemas electorales: distintos métodos utilizados para el cómputo de los votos y para la distribución y asignación temporal
de los cargos y bancas entre los distintos candidatos y partidos. Su función es vincular al conjunto de electores que emitieron
su sufragio con el resultado que surge de su escrutinio invistiéndolo de legalidad y legitimidad.

• Organismos electorales: encargados de llevar adelante los distintos procesos electorales a desarrollarse en una comunidad
políticamente organizada bajo un sistema democrático.

• Actores políticos: sujetos que se integran al proceso electoral en calidad de contendientes, procurando alcanzar con su
participación la meta política, la obtención del control de los órganos de gobierno o de una representación dada dentro de los
mismos. Nos referimos a los partidos políticos y a los candidatos, en torno de los cuales se concentra la actividad a desarrollar
durante un proceso electoral.

El derecho electoral
tres enfoques:

1) Como disciplina científica: Conjunto sistematizado de conceptos y principios electorales elaborados por la dogmática y que
integran su estudio en el marco del mundo jurídico multidimensional y omnicomprensiva del derecho.

2) Como conjunto de normas jurídicas: Conjunto sistematizado o no de normas y disposiciones reglamentarias que por objeto
tienen regular los procesos a través de los cuales se materializa la voluntad popular en un mandato político formal y
democrático, la legislación electoral propiamente dicha.

3) Como derecho subjetivo o facultad de los ciudadanos: En sentido subjetivo, facultades y obligaciones en las que el individuo
es titular o por la que debe responder en tanto es sujeto de la calidad de ciudadano político en el marco de un sistema
democrático y republicano.

DERECHO ELECTORAL

Lo definiremos como el conjunto sistematizado de principios científicos, jurídicos y normativos destinados al estudio y a la
regulación de los procedimientos democráticos de conformación del poder político del Estado.

Sistemas electorales

• Régimen electoral: comprende una gama de normas e instituciones que en su conjunto hacen a la organización política y
procedimental de un gobierno de naturaleza democrática y republicana. Quedan comprendidos derechos políticos, D
electoral, partidos políticos y formas de democracia directa, comprendiendo también entre aquellas a los sistemas electorales;
en todos los casos de un estado o nación determinado.
• SISTEMAS ELECTORALES: son los distintos métodos o reglas utilizados para el computo de los votos y la consecuente
distribución de los cargos sujetos a renovación periódica entre aquella fuerzas políticas y candidatos que obtuvieron los
porcentajes requeridos para ocuparlos. Están formalmente contenidos en normas constitucionales y legales específicas y se
encuentran conformados por un conjunto de principios, reglas y procedimientos vinculados entre sí, los cuales permiten a la
ciudadanía expresar su voluntad política a través del voto y convertirla en poder público.
En tanto herramienta o instrumentos que son, no resultan susceptibles de clasificaciones en la medida en que no se defina
claramente el objetivo perseguido con su implementación, evaluarlos en tanto resulten adecuados o no para alcanzar el fin
para el que han sido diseñados e implementados.

Clasificación:

• Mayoritarios Puros: son los que tienen en cuenta un único dato escrutinio: quien obtuvo la mayor cantidad de sufragios, sin
importar el porcentaje ni las diferencias numéricas existentes. Y que en base a dicho resultado, se asignaran la totalidad de los
cargos o escaños en juego al que obtuvo dicha cifra.

• Proporcionales Puros: consideran la totalidad de sufragios obtenidos por las distintas fuerzas políticas o listas, asignándole
valor a todos y cada uno de los votos en relación a sus resultados. Se trata de sistemas fundados en métodos matemáticos
destinados a garantizar los porcentajes de representación que corresponden a la cantidad de votos obtenidos por cada fuerza
política o lista de candidatos.

Se clasifican en: Mayoritarios, Minoritarios y mixtos o semiproporcionales:

Mayoritarios o de mayoría pluralidad: adjudica la representación al candidato o partido que obtuvo la mayor cantidad de
sufragios emitidos.

Minoritarios o de representación proporcional: se les reconoce a las minorías la posibilidad de acceso a los cargos de base
electiva y a la consecuente participación en el ejercicio del poder.

Plurinominales: otorgan al ganador una representación forzosamente superior a la proporcional.

Uninominales: distribuyen la mitad de los cargos conforme el sistema de mayoría relativa, mientras que la otra mitad es
asignada proporcionalmente por listas.

Sistemas electorales vigentes en Argentina:

Los sistemas vigentes en argentina corresponden a los cargos de presidente y vice como integrantes del PE, senadores y
diputados del congreso de la nación. La fórmula para presidente y vice, los candidatos resultan electos a partir de una formula
indivisible de candidatos a ambos cargos, voto directo. El sistema electoral contempla una formula mayoritaria impura de
mayoría especial aumentada y doble vuelta o ballotage.
Los senadores son elegidos por el voto directo del pueblo en base a una lista electoral incompleta, tomando a cada uno de los
distritos electorales como un distrito único y aplicando un sistema electoral de formula mayoritaria impura, de simple mayoría
con representación de la primera minoría.
Los diputados nacionales, lista completa, voto directo del pueblo y tomando a c/u de las provincias y a la ciudad de Buenos
Aires como un distrito único.

Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (paso): Incorporadas al régimen electoral argentino. Esta norma contempla que
todas las agrupaciones políticas procedan en forma obligatoria a seleccionar sus candidatos a cargos públicos electivos
nacionales y de parlamentarios del Mercosur mediante elecciones primarias, en formas simultaneas, en todo el territorio
nacional, en un solo acto electivo con voto secreto y obligatorio.
En dichas elecciones deben sufragar aquellos ciudadanos inscriptos como electores en los registros confeccionados por la
justicia nacional electoral. Dichos electores solo pueden emitir 1 sufragio por cada categoría de cargos.
Los sistemas electorales aplicables a cada una de las categorías de candidaturas conforme lo dispone específicamente el art.
44 son los siguientes:

• presidente y vice: voto directo y a simple pluralidad de sufragios.

• Senadores: voto directo y lista completa a simple pluralidad de sufragios.

 Diputados nacionales y parlamentarios del Mercosur: cada agrupación política para integrar la lista definitiva aplicara el
sistema de distribución de cargos que establezca la respectiva carta orgánica partidaria o el reglamento de la alianza
electoral.
Solo podrán participar aquellas agrupaciones políticas que, para los cargos de senadores, diputados y parlamentarios del
Mercosur, hayan alcanzado un mínimo de votos del 1,5 %.

Autoridades elegidas por elección directa e indirecta:

MALBERG: Hay dos nociones de representación. Una amplia, los titulares efectivos de los poderes estatales solo pueden
ejercer su potestad en calidad de representantes nacionales.
La otra, alcance restringido, pero más extendido, reserva el nombre de representantes solo para los integrantes del PL,
enlazando la idea de representación con la de elección.

CALDERON: se inclina por el concepto amplio, nuestro país la representación del pueblo se realiza en diferentes grados.

SAGUES: adopta un concepto restringido. Tomando como punto de partida la noción amplia de representación, es posible
diferenciar autoridades de la nación designadas por elección directa, el presidente, vice, senador y diputados, los integrantes
del PJ podrían ser clasificadas como autoridades de elección indirecta, en tanto su designación se encuentra sometida a
procesos en los cuales no interviene el electorado, pero si aquellos a quienes este ha designado elección tras elección.

Atenuación del principio representativo:

La representación política es el cimiento sobre el cual se apoyan estos institutos, por cuanto surgen como una alternativa
política, jurídica y sociológica valida a los fines de contrarrestar las desviaciones que acompañan al régimen representativo.
Son herramientas políticas jurídicamente regladas que liberan la expresión de la voluntad popular de la estructura
representativa en el marco de un régimen democrático indirecto, permitiéndole manifestarse en forma pura y sin intérpretes
o mandatarios en casos concretos y específicamente determinados por el ordenamiento legal.

5) PRESIDENCIALISMO.

regímenes políticos en la democracia constitucional: parlamentarismo presidencialismo

• El régimen político y la tipología de las formas de gobierno: El régimen político es ( parga) la solución que se da de hecho a
los problemas políticos de un pueblo, como tal solución efectiva, el régimen puede coincidir o no con el sistema de soluciones
establecidas por el derecho fundamental; Como tal solución política, podrá valorarse con normas jurídicas aunque también
con criterios morales.
Para describir el régimen político de un estado (Burdeau) es indispensable, comprender en el análisis no solo a las formas de
gobierno, sino también los procedimientos técnicos según los cuales la voluntad del estado toma forma jurídica y es aplicada
al interior de la sociedad.
Con sede en el pensamiento de Aristóteles, las tipologías clásicas de los regímenes políticos, se estructuraban en orden a tres
clases de formas políticas según una apreciación cuantitativa y con arreglo a la cual la autoridad podía residir en uno, en varios
(pero no en todos) los ciudadanos: i) monarquía; ii) aristocracia y iii) democracia, en virtud de su orientación a la justicia y al
bien general, resultaban contrapuestas, se presentan como delegaciones de aquellos: i) tiranía (monarquía sin otro objeto que
la utilidad del monarca); ii) oligarquía (perfilada hacia el provecho de los ricos) y iii) demagogia (exclusivamente por el interés
de la multitud).
• Polibio y ciceron: reducían este material tripartito, con a aclaración de que la forma de gobierno referible es aquella que,
integrada por los tres patrones auténticos, reúne lo mejor que de cada uno de estos (mixta). Finalidad que las inspira: la virtud,
fomenta a la monarquía como la aristocracia; ii) la libertad que sustenta a la democracia.
En efecto, en el siglo XVIII, el panorama montesquiano de los regímenes políticos eclipsara a la trilogía aristotélica en la
consideración, nace, el constitucionalismo que dominara a los espíritus por más de un siglo, creando dos grandes tipos
políticos: la monarquía aristocrática y liberal, y la republica presidencial.
En verdad, existen dos formas principales, el régimen parlamentario y presidencial, aunque también es necesario señalar la
existencia posible del régimen directoral, y hasta de regímenes mixtos.

Régimen parlamentario:

Es habitual que los regímenes parlamentaristas y presidencialista se definan generalmente por mutua exclusión. (Ruffia) en el
cual el jefe de estado, el monarca o el presidente realizan solo una labor de coordinación, mientras que la función ejecutiva la
desarrolla el gobierno, responsable ante las cámaras electivas.

NOTAS FUNDAMENTALES

Descripción esquelética:

a) BICENTRISMO EJECUTIVO: instituye una diarquía a la cabeza del ejecutivo y se disocian las funciones del jede de estado y
jefe de gobierno, la técnica de organización parlamentaria acude un diseño bicéfalo que instrumenta un dualismo de jefaturas,
un ejecutivo escindido en dos elementos:

• la jefatura de estado, con el cometido de desempeñar la representación de la unidad nacional y resguardar el equilibrio del
sistema institucional, manteniendo una relación de neutralidad con las facciones políticas.

• la jefatura de gobierno, a cargo de la dirección de la política general, la gestión ordinaria del programa gubernamental, la
ejecución y reglamentación de la legislación emanada del órgano legislativo, etc. Esta parte eficiente del ejecutivo, es asignada
a un primer ministro, denominado también presidente de gobierno o presidente del consejo. Designado por el parlamento o el
jefe de estado. El jefe de gobierno ejecuta sus atribuciones inserto en un gabinete, ministerio o consejo de ministros: órganos
colegiados, solidario, a cuya cabeza se encuentra aquel y en el que las decisiones se adoptan en común, con responsabilidad
colectiva ante el parlamento.

b) REVOCABILIDAD MUTUA: mientras el jede de estado exhibe, la nota de irresponsabilidad política, seguida de la
inviolabilidad de su jefatura, el jefe de gobierno, junto al gabinete, asumen responsabilidad de cuño político en función de sus
actos, decisiones y programas de gobierno ante el parlamento.

c) COLABORACION FUNCIONAL: reconocen una interdependencia por integración; los miembros de aquel pertenecen
normalmente al cuerpo asambleario, ambos resultan indisolublemente unidos y fusionados, no pudiendo llevar a cabo sus
funciones sin a cooperación del otro detentados del poder. Se registra, un enlace de colaboración y un continuo contacto
entre las ramas legislativas y ejecutivas para la conducción y operación del programa gubernamental.
Se trata de una colaboración fiduciaria, así como el parlamento puede enderezar la dimisión del gabinete, el jefe de estado
dispone del arma de la disolución del primero.

El principal requisito del régimen parlamentario, radica en que ambos órganos estatales, parlamento y gobierno, sean iguales
en prestigio e influencia a través de la íntima colaboración en toda la actividad estatal y de la limitación recíproca.

REGIMEN PRESCIDENCIALISTA

En el cual el presidente de la república. Electo por el cuerpo electoral por un breve periodo, realiza la función ejecutiva por
medio de secretarios designados y revocados libremente por él, atribuyendo al congreso bicameral, igualmente electivo, el
ejercicio de la función legislativa. Tal corriente permite anticipar las condiciones que deberían reunir los candidatos.

Propiedades tonificantes:
Se asignan como centrales en la programación del régimen presidencial:

1. MONOCENTRISMO EJECUTIVO: se perfila por la convergencia en un órgano único. De tal modo la estructura del gobierno
presidencial es más simple en la relación a la más compleja del tipo parlamentario: se ha optado por un ejecutivo mesocéfalo,
cuyo poder es confiado todo entero a una sola y misma persona dotada de investidura popular.
El oficio presidencial es ambiguo, requiriéndole no solo la calidad de arbitrio institucional sino también de jefe partidario. No
es ninguna sorpresa que el vencedor en las elecciones se vea tentado a comprender su mandato en términos personalistas: el
pueblo lo ha seleccionado a EL como presidente.
En tal que hacer, el presidente del estado, está sujeto a un mandato fijo y no puede ser removido de tal cargo por una
votación del congreso
Si bien los ministros carecen de autonomía en tanto dependen de la confianza presidencial, activan una modalidad de
fiscalización indirecta sobre el obrar de la presidencia. Pese a ello, el presidente borda la totalidad del poder ejecutivo; a su
costado, los ministros lo asisten y si se diseña un jefe de ministerios, este resulta normalmente subordinado a la autoridad
presidencial y ejercita funciones utilitarias más que necesarias. A través del cambio de ministros, el sistema presidencialista
halla una válvula de escape a las tensiones políticas.

• A propósito de la implantación de la figura del jede de gabinete en la CA ¿mitigación o robustecimiento de la monocefalia


presidencial?

A partir de la reforma de 1814 que el rasgo de la unipersonalidad se afianza de conformidad con la tradición de nuestro
sistema de gobierno y los principios del derecho natural, para finalmente cristalizarlo en 1853 a partir de la reforma de 1994,
aunque con igual redacción (…)desempeñado por un ciudadano con título de presidente de la nación argentina. A partir de la
reforma de 1994 el monocefalismo ejecutivo, no cederá ante la migración de la figura del jefe de gabinete. La nota de
preservación de los sistemas presidenciales no excluye que resulten modificados o actualizados a través de reformas
constitucionales.

• Irrevocabilidad mutua:

El presidente, en cuanto leader elegido plebiscitariamente asume responsabilidad en forma exclusiva de su gestión ante el
pueblo (agotada la duración de su cargo, el electorado puede negarse a seleccionarlo nuevamente), sin que pueda ser objeto
de destitución (durante su periodo funcional).Con sentido de inmunidad reciproca y autonomía política, dada la
incompatibilidad constitucional del caro gubernamental con el mandato parlamentario se torna imposible la interdependencia
por integración, y, por consiguiente, obsta la posibilidad de la disolución del congreso por el presidente.
En este contexto, ante un parlamento del cual no es agente, el presidente gobierna, administra y ejecuta libremente.

• Separación funcional:

El departamento ejecutivo y el parlamento resultan órganos separados e inconexos, ambos deber de da cuenta mutuamente
de sus respectivas funciones.

• Regímenes mixtos:

El estereotipo del semipresidencialismo, opera como un sistema de fases alternativas, debido que el PE resulta compartido por
i) un jefe de estado y ii) un jefe de gobierno, y su gabinete. A estos componentes esenciales se añade que el parlamento es
políticamente responsable ante el jefe de estado, quien titulariza el derecho de disolución.
Se catalogan dentro de este prototipo, los regímenes políticos instrumentados en Francia y Finlandia, también los ensayados
en Austria, Irlanda, Islandia, Portugal, la federación rusa, empero el funcionamiento más satisfactorio se ha precisado respecto
de los dos primeros en base a razones estructurales. En cuanto a la experiencia de la V republique, apunta a que el
semipresidencialismo francés ha evolucionado hasta convertirse en un sistema mixto, basado en una estructura flexible de
autoridad dual. Propiedades: un ejecutivo bicéfalo y la constitución que se aplica principalmente es la de cuño material.

• Liderazgo del poder ejecutivo: a propósito de la desnaturalización del presidencialismo: el hiperpresidencialismo:


La presidencia no es un simple cargo administrativo, sino que es ante todo, un liderazgo moral, el fundamento de la autoridad
exhibe un carácter estrictamente personal al que weber ha llamado carismático por esta cualificación de la persona que lo
ejerce, revelando confianza, reputación e influencia, sus posibilidades emprendedoras, su inteligencia. Su evolución normal
estriba en institucionalizarse, aceptando su transformación en otro principio: apoyarse en la autoridad de una institución.
La obtención del título de presidente proviene de la voluntad popular mediante elegibilidad directa en la generalidad de los
bosquejos constitucionales. El presidente es seleccionado a través de un plebiscito nacional por un periodo de gestión fijo (El
presidente gobierna a través de decretos de necesidad y urgencia y legislación delegada, sin adecuados controles del congreso
que declina sus atribuciones inspectivas, ni del poder judicial que relaja su contralor de constitucionalidad). Imagen de la
pesadilla del rompimiento democrático.

1962: romero elaboro un menú al respecto:

• Frecuencia de los estados de emergencia.


• Facultades militares.
• Conducción de las relaciones internacionales.
• Procesos de crecimiento y cambios económicos
• Dirección burocrática
• Procesos de crecimiento y cambios económicos.
UNIDAD 3: ESTRUCTURA DE LOS ORGANOS DE PODER

El poder de Estado es uno solo, y lo que se divide en realidad, son las funciones del poder, que se ejercen a través de distintos
órganos. La división de poderes no implica la existencia de comportamientos estancos, sino una serie de relaciones de control
recíproco y coordinación entre los distintos órganos de gobierno.

Los órganos: Órgano individuo y Órgano institución:

1. ÓRGANO INDIVIDUO: Se refiere a las personas que realizan funciones o actividades del poder. Los diputados y senadores
son los órganos individuos del Congreso, el presidente es el órgano individuo del ejecutivo y los jueces del Poder Judicial.

2. ÓRGANO INSTITUCIÓN: Las instituciones propiamente dichas, con una determinada competencia para. Son el Congreso, El
Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Existen otros órganos a los que se denominan “extrapoderes” y “sujetos auxiliares”, que son aquellos que están al margen de
la triada de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Encontramos acá al ministerio público y a los órganos de control.

El poder legislativo: Dentro de las formas para organizar el ÓRGANO LEGISLATIVO, encontramos en unicameralismo (que
predomina en las provincias con las legislaturas, que tiene ventajas como la celeridad de los trámites, la unidad de decisión) y
el bicameralismo (que es como se organiza a nivel nacional).

Ventajas del bicameralismo:

1. Teniendo una el derecho revisión sobre la otra, su división constituye un obstáculo a toda legislación precipitada o
caprichosa.

2. Importa una defensa contra posibles tiranías legislativas.

3. Hace posible advertir errores que pueden causar consiguientes desastres en materia legislativas por el tiempo que debe
mediar entre las deliberaciones de una y otra cámara.

En el art. 44 CN se determina que Argentina tiene un Congreso compuesto de dos cámaras: Una de diputados de la Nación que
representa al pueblo y otra de senadores que representa las provincias y CABA.

El poder legislativo es el órgano más representativo del pueblo. Por otro lado, el congreso de la Nación es un órgano complejo,
en tanto las decisiones que adopta, normalmente a través de las leyes, deben intervenir necesariamente ambas cámaras
actuando de manera complementaria pero separada, salvo cuando ejercen sus facultades privativas.

La constitución le atribuye al Congreso de la Nación, como función principal la de hacer o crear leyes.

El Congreso tiene otras atribuciones en las que integra la voluntad política del Ejecutivo por sí o por alguna de sus cámaras:

a. Cuando aprueba tratados internacionales.

b. Cuando presta acuerdos.

c. Cuando controla los otros órganos de poder: Juicio público o responsabilidad (Juicio Político), los pedidos de informe o
mociones de censura.

d. Aprobación o rechazo de la cuenta de inversión.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA: Determinadas situaciones especiales, justifican la reunión de ambas cámaras para su
tratamiento. La sesión conjunta del Senado y Diputados, forma la asamblea legislativa:
-Para admitir o desechar los motivos de renuncia del presidente o vice y declarar el caso de proceder a una nueva elección.
(ART. 75 INC. 21)
-Para determinar que funcionario público ha de desempeñar la presidencia de la nación en caso de destitución, muerte,
renuncia o inhabilidad del presidente y vice. (ART. 88 CN Y LEY DE ACEFALIA 20.972)
-Para receptar el juramento del presidente y vice electos. (ART. 93 CN)
-Para la apertura del año legislativo, el 1º de marzo de cada año. (ART. 63 Y 99 INC. 8 CN)
-Para proclamar la formula ganadora de las elecciones presidenciales. (ART. 97 Y 98 CN)
-Ocasionalmente las cámaras se reúnen también en Asamblea para la recepción de personalidades relevantes, jefes de Estado
o de Gobierno, extranjeros, etc.

EL SENADO: Según el art. 54 CN el senado se compone de 3 senadores por provincia y 3 para CABA. Elegidos en forma directa
y conjunta. Se eligen directamente por lista cerrada e incompleta (Cada lista registra dos candidatos pese a ser 3 cargos a
cubrir). Cada senador tiene un voto. La cámara está compuesta en la actualidad por 72 senadores.

Requisitos:
1. Tener 30 años.
2. 6 años ciudadanía.
3. Disfrutar de una renta anual de 2 mil pesos fuertes o de una entrada equivalente.
4. Ser natural de la provincia que lo elija o con residencia de 2 años inmediata en ella.

Duración: (art. 56 CN) 6 años y reelegibles indefinidamente; pero el senado se renovará a razón de una tercera parte de los
distritos electorales cada 2 años.

Vacancias: (art. 62 y 66 CN) Cuando vacase alguna plaza del senador por muerte, renuncia u otra causa, el Gobierno a que
corresponda la vacante hace proceder inmediatamente a la elección del nuevo miembro.

Autoridades: La ley fundamental establece en su art. 57 que la presidencia del senado se encuentra a cargo del vicepresidente
de la nación, quien no tiene voto, solo en caso de empate.

Facultades privativas del Senado de la Nación:

1. Juzga en juicio público y político a los funcionarios acusados por la Cámara de Diputados.
2. Autoriza al P.E para que declare en Estado de Sitio uno o varios puntos de la republica en caso de ataque exterior.
3. Es cámara de origen de la ley de convenio de coparticipación federal.
4. Es cámara de origen en las leyes de desarrollo regional.
5. Presta acuerdo para el nombramiento de jueces.
6. Presta acuerdo para el nombramiento de los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de negocios, a
propuesta del ejecutivo.
7. Presta acuerdo al ejecutivo en la concesión de empleos o grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas.

CÁMARA DE DIPUTADOS: El número de representantes por provincia será de uno por cada 33.000 habitantes o fracción no
menor a 16500. Después de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar, pero
NO disminuir la base expresada para cada diputado.

En el ámbito de la realidad constitucional, no ocurre exactamente la teoría perfecta de que diputados representa la totalidad
del pueblo de la Nación, ya que, por ejemplo, al ser elegidos diputados por distritos (pcia, capital federal) es frecuente que el
diputado sea considerad de ese distrito concreto.

En la actualidad, el número de integrantes continúa regido por la última norma sobre la materia, la ley 22847 (1983, gobierno
de facto) que fijó la base de un diputado cada 161000 habitantes o fracción menor a 80500. Además, se fijó que a cada distrito
se le agreguen 3 diputados, no pudiendo ser en ningún caso menor de 5. Córdoba actualmente tiene 18 diputados. Buenos
Aires 70 (Sin contar los 25 de CABA).

Requisitos:

1. 25 años.
2. 4 años de ciudadanía en ejercicio.
3. Natural de la provincia o con 2 años de residencia inmediata.

Duración: (art. 50 CN) Durarán 4 años y son reelegibles. Pero se renovará por mitad cada dos años.

Respecto de las vacancias que puedan producirse en una banca de la Cámara de Diputados, ya sea por muerte, renuncia,
inhabilidad física o moral sobreviniente declarada, o expulsión dispuesta por la Cámara (art. 66 CN), el art 51 de la constitución
señala que el gobierno de provincia, o de la capital, hace proceder a la elección legal de un nuevo miembro.

Autoridades: En las sesiones preparatorias se procede a la elección de un presidente, un vice primero, vice segundo y vice
tercero. Comunicándose tan circunstancia al P.E, al senado y a la CSJN.

Facultades privativas:

1. Ser cámara de origen en proyectos de ley presentados a través del mecanismo de la iniciativa popular.
2. Ejercer la iniciativa para la sanción de leyes, convocando a una consulta popular vinculante a los fines de aprobación o
rechazo de un proyecto de ley.
3. Ejercer la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas.
4. Ser promotora del juicio político, acusando ante el senado al presidente, vice, jefe de gabinete, ministros y miembros de la
corte.

Incompatibilidades: Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Ejecutivo, sin previo consentimiento
de la Cámara respectiva.
Los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congreso, ni los gobernadores de provincia por la de su mando.

Cada cámara tiene su propio reglamento interno. Ninguna de ellas entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros;
pero un número menor podrá compeler a los miembros ausentes que concurran a las sesiones en los términos y bajo las penas
que cada cámara establecerá.

Instrumentación de sus decisiones: Leyes, declaraciones y resoluciones:


LEY: Norma jurídica de carácter general, abstracta y obligatoria destinada a regular relaciones sociales.
RESOLUCIONES: Pueden provenir de una o ambas cámaras en conjunto. Contienen decisiones sobre peticiones particulares,
medidas sobre su organización interna, pedidos de informes a los demás poderes u otras decisiones imperativas.
DECLARACIONES: También pueden ser realizadas por ambas cámaras. Se expone la opinión del órgano sobre determinados
asuntos.

PODER EJECUTIVO

Unipersonalidad: El vicepresidente.
El poder ejecutivo es desempeñado por un ciudadano con el título de “presidente de la Nación Argentina”. Por ende, ni el
vicepresidente, ni los ministros o el jefe de gabinete de ministros integran el orden ejecutivo. Es el presidente quien los
designa y remueve.

El presidente es: jefe supremo de la Nación, Jefe de Gobierno y responsable político de la administración general del país. Pese
a la figura de jefe de gabinete de ministros que busca atenuar el sistema presidencialista con responsabilidad ante el congreso
como medio de control.

Vicepresidente: No integra el poder ejecutivo. Sus funciones constitucionales son dos:

A. Presidir el senado: Sin voz durante las sesiones y con voto solo en caso de empate.
B. Sustituir el P.E en caso de acefalía transitoria o permanente.
Requisitos para ser presidente o vicepresidente:
1. Haber nacido en el territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo.
2. Demás calidades exigidas para ser senador previstas en el art. 55 CN.
3. A partir de la reforma de 1994 se elimina el requisito de la confesionalidad católica apostólica romana.

Sueldo: Sueldo pagado por el tesoro de la nación que no puede ser alterado. No pueden ejercer otro empleo.

Elección:
El art. 94 CN establece: “El presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el pueblo, en doble
vuelta, según lo establece esta constitución. A este fin el territorio nacional conformara un distrito único”.
El sistema de elección directa o de primer grado en distrito único implica que todos los votos valen o pesan lo mismo, sin
importar la densidad poblacional del distrito electoral al que pertenece.
Artículo 95.- La elección se efectuará dentro de los dos meses anteriores a la conclusión del mandato del presidente en
ejercicio.

Artículo 96.- La segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre las dos fórmulas de candidatos más votadas,
dentro de los treinta días de celebrada la anterior.

Artículo 97.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por
ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de
la Nación.

Artículo 98.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo
menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales
respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus
integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación.

En caso de que haya segunda vuelta:

✅ Dentro del 5to día de proclamadas las dos fórmulas más votadas, estas deberán ratificar por escrito ante la Junta Electoral
Nacional de la Capital Federal su decisión de presentarse a segunda vuelta. Si no, se declara ganadora a la otra.

✅ En caso de la renuncia de los dos candidatos de cualquiera de las fórmulas. Se declara electa la otra.

✅ En caso de la renuncia de uno de los dos, no podrá cubrirse la vacante producida.

✅ En caso de muerte de los dos candidatos. Se convocará a otra elección.

✅ En caso de muerte de uno, el partido deberá cubrir la vacancia en el término de 7 días corridos.

Duración del mandato: 4 años con la posibilidad de 1 reelección.

Acefalía:
Es la situación en la cual el órgano - institución queda vacante. Ósea, cuando falta el presidente. En caso de contar con el vice,
tal acefalía será resuelta naturalmente.

En caso de acefalía del presidente y vice, el Congreso determinará que funcionario público ha de desempeñar la presidencia
hasta que cese la causa de inhabilidad o un nuevo presidente sea electo.

Causales:

1. Enfermedad: Si es permanente, el vicepresidente jurará como presidente hasta completar el periodo.


2. Ausencia de la capital: ausencia del presidente del territorio de la república, sea que cuente o no con el permiso del
congreso.
3. Muerte.
4. La renuncia o dimisión: Debe ser presentada ante el Congreso.
5. Destitución: Juicio político.
6. Inhabilidad.

Procedimiento en caso de acefalía transitoria:


Asume el vice hasta que el presidente reasuma su cargo. Ante la falta del vicepresidente su función será desempeñada por:

1. Presidente provisorio del senado. (En caso de empate su voto vale doble).
2. Presidente Cámara de diputados.
3. Presidente de la CSJN.

Procedimiento en caso de acefalía definitiva:


Asumirá el vice hasta completar el periodo. En caso de que sea de ambos, hasta tanto el congreso reunido en asamblea haga la
designación del funcionario que ha de ejercer la presidencia, el cargo se deberá cubrir de manera transitoria por:

1. Presidente provisorio del senado.


2. Presidente Cámara de diputados.
3. Presidente CSJN,
En ese orden.

Jefe de gabinete y demás ministros del Poder Ejecutivo


Artículo 100.- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo número y competencia será establecida
por una ley especial, tendrán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y refrendarán y legalizarán los actos del
presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el Congreso de la Nación, le corresponde:
1. Ejercer la administración general del país.
2. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que le atribuye este artículo y aquellas que le
delegue el presidente de la Nación, con el refrendo del ministro secretario del ramo al cual el acto o reglamento se refiera.
3. Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración, excepto los que correspondan al presidente.
4. Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la Nación y, en acuerdo de gabinete resolver sobre las
materias que le indique el Poder Ejecutivo, o por su propia decisión, en aquellas que por su importancia estime necesario, en el
ámbito de su competencia.
5. Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros, presidiéndolas en caso de ausencia del presidente.
6. Enviar al Congreso los proyectos de ley de ministerios y de presupuesto nacional, previo tratamiento en acuerdo de gabinete
y aprobación del Poder Ejecutivo.
7. Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto nacional.
8. Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la prórroga de las sesiones ordinarias del
Congreso o la convocatoria de sesiones extraordinarias y los mensajes del presidente que promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los restantes ministros una memoria
detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de los respectivos departamentos.
11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las Cámaras solicite al Poder Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos al control de la Comisión
Bicameral Permanente.
13. Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y urgencia y los decretos que promulgan
parcialmente leyes. Someterá personalmente y dentro de los diez días de su sanción estos decretos a consideración de la
Comisión Bicameral Permanente.
El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar simultáneamente otro ministerio.
Artículo 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada
una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 71. Puede ser
interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las
Cámaras.
Artículo 102.- Cada ministro es responsable de los actos que legaliza; y solidariamente de los que acuerda con sus colegas.
Artículo 103.- Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar resoluciones, a excepción de lo concerniente al
régimen económico y administrativo de sus respectivos departamentos.
Artículo 104.- Luego que el Congreso abra sus sesiones, deberán los ministros del despacho presentarle una memoria
detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de sus respectivos departamentos.
Artículo 105.- No pueden ser senadores ni diputados, sin hacer dimisión de sus empleos de ministros.
Artículo 106.- Pueden los ministros concurrir a las sesiones del Congreso y tomar parte en sus debates, pero no votar.
Artículo 107.- Gozarán por sus servicios de un sueldo establecido por la ley, que no podrá ser aumentado ni disminuido en
favor o perjuicio de los que se hallen en ejercicio.

PODER JUDICIAL: Encargado de administrar la justicia

Las garantías constitucionales que protegen la independencia judicial:

1. Inamovilidad de los magistrados mientras dure su buena conducta: Es una garantía esencial para resguardar la
independencia en el accionar de los magistrados.
Mientras no se verifiquen las causales del art. 53 deberá durar su mandato:
Causales:
-Mal desempeño de sus funciones
-cometer delitos en el desempeño de sus funciones
-cometer crímenes comunes
Artículo 53.- Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete de ministros,
a los ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal
desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y
declarado haber lugar a la formación de causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes.

2. La intangibilidad de sus remuneraciones: Su renta no puede ser disminuida de ninguna manera mientras duren sus
funciones.

Estructura del poder judicial:

1)La corte suprema de Justicia: Es quien tiene la titularidad del PJ. La CSJN monopoliza la función estatal de aplicar el derecho
a los casos concretos. Al ser el tribunal con mayor jerarquía posee la última decisión en materia de control de
constitucionalidad.

Los miembros de la CSJN deberán ser abogados en ejercicio de por lo menos 8 años y los requisitos para senador, es decir,
tener una edad mínima de 30 años y ciudadanía argentina con 6 años al menos de antigüedad.

La CSJN dictará su reglamento interior y nombrará a sus empleados.

Se destituye por el juicio político.

2)Los tribunales inferiores: Los miembros de los tribunales inferiores son designados: “el consejo de la magistratura”

Designación y remoción de magistrados:

La designación de los miembros de la CSJN es una decisión que le compete al PE con acuerdo de dos tercios de los miembros
del senado.
La remoción se hace mediante el jurado de enjuiciamiento. (esta destinado a remover de su cargo a miembros de los
tribunales inferiores que hayan incurrido en alguna de las causales del art. 53, tiene un plazo de 180 días para resolver y su
fallo es irrecurrible).

Sin embargo, el decreto 222/03 el PE dispuso que cuando se produzca una vacante en la Corte, el nombre y los antecedentes
del candidato debe ser publicado en el boletín oficial y en dos diarios de amplia circulación. Una vez transcurridos los 15 días
desde su publicación, cualquier ciudadano puede presentar su opinión frente al Ministerio de Justicia de la Nación.

3)CONSEJO DE LA MAGISTRATURA:

La reforma del 94 incorporó a nuestro ordenamiento una institución que tiene a su cargo la selección de los magistrados
inferiores y la administración del PJ de la Nación.

Está integrado por:

• 3 jueces.
• 6 legisladores. (3 S y 3 D)
• Abogados.
• Un representante del P.E
• Un representante del ámbito científico.

Atribuciones:

1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.


2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.
4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados.

MINISTERIO PUBLICO:
Artículo 120.- El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad en
coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás miembros que la ley
establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.

ORGANOS AUXILIARES Y DE CONTROL:

Auditoría general de la Nación:


Organismo de asistencia técnica del Congreso con autonomía funcional. Es una entidad con personería jurídica propia e
independencia funcional.

Tiene competencia en el control POSTERIOR de la gestión presupuestaria, financiera, patrimonial y legal de la totalidad de la
administración pública nacional, tanto centrada como descentralizada, interviniendo necesariamente en el trámite de
aprobación de las cuentas de los fondos públicos. Está compuesto por 7 miembros profesionales de las ciencias económicas y
legales. Duran 8 años en su cargo.

Defensor del Pueblo:


Se ocupa de defender los asuntos públicos. Investiga, critica y hace públicas sus opiniones. Recibe denuncias y las traslada al
Congreso y la Opinión Pública.
Actúa como mediador entre el Congreso y la sociedad. Es designado por el congreso con el voto de las dos terceras partes de
los miembros presentes de ambas cámaras.

Artículo 86.- El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del Congreso de la Nación, que actuará
con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su misión es la defensa y protección de los
derechos humanos y demás derechos, garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las leyes, ante hechos, actos u
omisiones de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas.

El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el voto de las dos terceras
partes de los miembros presentes de cada una de las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores.
Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente designado por una sola vez.

La organización y el funcionamiento de esta institución serán regulados por una ley especial.

Requisitos:
1. Ser argentino nativo o por opción.
2. 30 años de edad.
UNIDAD IV. “LAS FUNCIONES Y ATRIBUCIONES DE LOS ÓRGANOS DEL PODER”

1. DEL PODER LEGISLATIVO:

FUNCIONAMIENTO DEL CONGRESO.

EL DERECHO PARLAMENTARIO:

Es la parte del Derecho Constitucional que estudia la organización, la constitución, el funcionamiento, los procedimientos, las
atribuciones, las competencias y los roles que cumplen dentro de la República Argentina el Congreso de la Nación, las legislaturas
provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y los concejos deliberantes municipales o comunales; además, de la
representación, elección y prerrogativas de quienes la integran.

SESIONES:

Son las reuniones que tienen las Cámaras para desempeñar su trabajo. Se producen dentro del año legislativo el cual comienza
el 1ro de marzo y termina el último día de febrero del año siguiente.

Hay cuatro tipos de sesiones: las preparatorias, en las cuales se incorporan los nuevos legisladores, se eligen las autoridades de
cada Cámara y se organiza el trabajo parlamentario del año. Las sesiones ordinarias son en las cuales los legisladores realizan
su trabajo en plenitud, van desde el 1ro de marzo hasta el 30 de noviembre.

Las sesiones de prorroga son las que se utilizan para tratar temas que quedaron inconclusos cuando hayan terminado las
sesiones ordinarias. Pueden ser dispuestas por el presidente o por el mismo congreso y deben acordarse antes de finalizar las
sesiones ordinarias. Los legisladores conservan la plenitud de sus facultades.

Las sesiones extraordinarias son una facultad exclusiva del Poder Ejecutivo y son convocadas cuando un grave interés de orden
o de progreso lo requiera, siempre y cuando se esté fuera del período de sesiones ordinarias (diciembre a febrero). Se entiende
por receso cuando el Congreso no se encuentra en funcionamiento, es decir, cuando no se haya en sesiones.

QUORUM:

Se trata del número mínimo de miembros que las Cámaras necesitan para poder sesionar. Para que haya “quorum” se requiere
de una mayoría absoluta de los miembros, lo cual se entiende por más de la mitad del total de los miembros.

La Cámara de Diputados cuenta con 257 miembros, por lo tanto, para que haya quorum se requieren de 129 miembros
presentes. En el Senado se requieren de 37 miembros sobre el total de 72 que tiene.

MAYORÍAS:

Es la cantidad de votos favorables emitidos por los miembros del Congreso para adoptar una decisión válida.

Mayoría absoluta, requiere de más de la mitad de los miembros totales de la Cámara para:

- Sancionar leyes sobre iniciativa y consulta popular;


- Sancionar la ley convenio de coparticipación federal;
- Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables;
- Aprobar tratados de integración;
- Sancionar leyes que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos;
- Delegar en comisiones la aprobación particular de un proyecto de ley;
- Sancionar la ley que reglamenta la creación y funcionamiento de la Auditoría General;
- Sancionar la ley que regule el trámite y el alcance del Congreso en los DNU;
- Interpelar al Jefe de Gabinete de ministros a los efectos del tratamiento de una moción de censura, y removerlo del cargo;
- Sancionar la ley de regulación del Consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento.
Dos terceras partes de los miembros presentes para:

- Decidir sobre la acusación y juzgamiento en el juicio político;


- Corregir, remover, y excluir a sus miembros;
- Insistir como Cámara de origen, proyectos de ley modificados por la Cámara revisora;
- Insistir en proyectos de ley vetados por el Poder Ejecutivo;
- Designar y remover al Defensor del Pueblo;
- Prestar acuerdo al Ejecutivo para la designación de los magistrados de la CSJN.

Dos terceras partes de la totalidad de miembros para:

- Realizar una reforma constitucional;


- Aprobar tratados o pactos internacionales con próxima jerarquía constitucional.

LAS COMISIONES:

Son una facultad que tienen las Cámaras y sirven para estudiar los proyectos de ley, de resoluciones o declaraciones, y en general
todas las cuestiones que por la índole de su objeto les encomiende el cuerpo de que forman parte. Son integradas por miembros
de cada cámara, y tiene una composición proporcional con respecto de los partidos políticos que se encuentran representados.

Hay comisiones permanentes (46 por diputados y 26 por senadores), y comisiones especiales, que son para cuestiones
particulares, una vez resuelto el asunto, se disuelven. Y también hay comisiones bicamerales, de las que hay una permanente,
que son creadas para el estudio de materias de interés común o cuya complejidad o importancia lo hagan necesario.

LOS BLOQUES:

Congregaciones de legisladores que pertenecen a un mismo partido o alianza política.

En la Cámara de diputados, se integran a partir de tres o más personas, si un partido o alianza preexiste a las elecciones y tiene
uno o dos representantes en la Cámara, pueden estos actuar como bloque; comienza su función al haber comunicado a la
presidencia de la Cámara una nota firmada por todos sus integrantes; y se le dispondrá un personal de empleados que se le
asigne en el presupuesto de la Cámara.

En la Cámara de senadores, se integran por dos o más. Si un partido o alianza preexiste a las elecciones y tiene un solo
representante en la Cámara, puede este actuar como bloque. Sirven para disciplinar la conducta de los parlamentarios; permitir
que haya menos oradores, ya que uno lo hace en nombre de todo el bloque; y las comisiones se integran en proporción al
número de miembros de cada bloque. Los bloques cuentan con oficinas, empleados, infraestructura y recursos propios para
apoyar su accionar.

PRIVILEGIOS E INMUNIDADES PARLAMENTARIAS:

Estas prerrogativas son de carácter institucional, y sirven para proteger a los legisladores en su calidad de integrantes del órgano
Legislativo. Hay privilegios colectivos y personales.

Dentro de los privilegios colectivos que tiene cada Cámara, es decir, los que se le conceden por ser considerados una entidad
de derecho público, encontramos los de:

Juzgamiento de la validez de la elección-derecho-título de sus miembros.

Dictar sus propios reglamentos internos para organizar normativamente su organización y funcionamiento interno.

Potestad disciplinaria, que consiste en la corrección, remoción o exclusión (con el voto de dos tercios de los presentes) de sus
miembros, aunque también puede usar su potestad disciplinario contra terceros en caso de que de algún modo cualquier
persona que no forme parte del Congreso impida a los miembros de las Cámaras realizar su labor parlamentaria.
Facultades de información, requerimiento de informes, interpelación, comisiones investigadoras.

Los privilegios individuales son los que tienen los legisladores para proteger su libertad e independencia en beneficio del
Congreso. Se configuran los siguientes:

Inmunidad de opinión: ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por
las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador.

Inmunidad de arresto: ningún senador o diputado, mientras que dure en su cargo, puede ser arrestado; excepto en el caso de
ser sorprendido in fraganti en la ejecución de un crimen que merezca pena de muerte, infamante u otra aflictiva; de lo que se
dará cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria del hecho. Se trata de una protección contra la privación de la
libertad física, pero no una inmunidad de proceso judicial.

Inmunidad de proceso. Desafuero: cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra cualquier senador
o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público, podrá cada Cámara, con dos tercios de votos, suspender en sus
funciones al acusado, y ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento.

DESAFUERO

El desafuero únicamente habilita al legislador a la instancia judicial. Si la justicia absuelve al legislador una vez desaforado, este
se reincorpora a la Cámara, pero si es condenado, esto importa la separación del legislador de la Cámara. Al perder los fueros,
el legislador puede ser encausado por otros hechos diferentes ya que rige el principio de igualdad ante la ley.

LA FUNCIÓN LEGISLATIVA EN GENERAL.

TIPOS DE LEYES QUE DICTA:

La función principal es la de dictar leyes. Se le reconocen al Poder Legislativo Nacional el dictado de tres tipos distintos de leyes,
estas son:

Leyes de derecho común: son las que regulan materia de los códigos de fondo (Civil y Comercial, Penal, de Minería y del Trabajo
y Seguridad Social).

Leyes locales del Congreso: rigen para los lugares que no están sometidos a la jurisdicción de ninguna provincia, o sea los
denominados territorios nacionales y la Capital Federal (aunque los primeros ya no existen y se dispuso que la Capital dicte su
propia legislación).

Leyes especiales: son las que quedan fuera de los supuestos de los incisos 12 y 29 del artículo 75 CN. Rigen en todo el país y
regulan materia federal, lo que significa que es de jurisdicción de los tribunales federales (leyes sobre impuestos nacionales,
comercio internacional, etc.).

PROCEDIMIENTO DE FORMACIÓN Y SANCIÓN DE LEYES:

Se divide en cuatro etapas: iniciativa, sanción, promulgación y publicación y entrada en vigencia.

Iniciativa: se presenta un proyecto de ley en alguna Cámara del Congreso, pueden ser presentadas por diputados o senadores,
por el Poder Ejecutivo o por el pueblo en una iniciativa popular. Las leyes pueden tener como Cámara de origen cualquiera de
las dos con excepción de las que son materias exclusivas de una u otra.

La Cámara ante la cual se presenta el proyecto tiene nombre de Cámara de origen. Allí deberá ser estudiado, tratado, debatido
y votado por los miembros de esa Cámara, y si es aprobada pasará a la otra Cámara la cual tiene el nombre de revisora.

Sanción: la Cámara de origen puede rechazar el proyecto de ley, cosa que, si ocurre, ninguna de las dos Cámaras podrá presentar
nuevamente el proyecto en ese año legislativo. Si se aprueba, el proyecto pasa a la Cámara revisora. Un proyecto de ley aprobado
por el Congreso se reputa “sancionado”.
La Cámara revisora, a su vez puede aceptarla total o parcialmente, o bien rechazarla. Si es rechazada, el proyecto no podrá ser
repetido en las sesiones de ese año. Pero si es que el proyecto es aceptado parcialmente, la Cámara revisora pasa el proyecto
con las modificaciones que se hicieron a la Cámara de origen indicando el resultado de la votación para aprobar las
modificaciones. Allí pueden darse dos situaciones, o aceptar las modificaciones o insistir con el proyecto original (queda
desechada la posibilidad de rechazo). Si la Cámara de origen, con una mayoría absoluta, acepta las modificaciones, esta pasa al
Ejecutivo. Pero si en cambio decide insistir con el proyecto original, esta debe reunir la misma mayoría o superior a la que se
obtuvo para aprobar los cambios en la Cámara revisora. Si logran esta mayoría, el proyecto pasa al Ejecutivo, pero si no se logra,
pasa el proyecto reformado.

Promulgación y publicación: cuando el proyecto de ley pasa al Ejecutivo, este tiene diez días hábiles para aceptarlo o hacer uso
de su facultad de veto. Pero si luego de los diez días el presidente no devuelve el proyecto con observaciones, este resulta
aprobado por omisión.

Si el presidente decide hacer uso de su facultad de veto, este puede rechazar totalmente la ley o en partes. Si la rechaza en
partes, la ley puede promulgarse en las partes que no haya sido vetada, siempre y cuando estas no alteren al espíritu de la ley.
Si es vetado por completo, la ley vuelve al Congreso con las observaciones hechas. El Congreso tiene la facultad de insistir en el
proyecto de ley, con una mayoría de dos tercios primero por la Cámara de origen, y luego por la revisora. Si estas la aprueban,
el proyecto pasa nuevamente al Ejecutivo y este debe promulgarla. Pero en el caso de que ambas Cámaras difieran entre sí, el
proyecto no podrá repetirse en las sesiones de ese año. El proyecto sancionado y aprobado por el Ejecutivo debe ser publicado
en el Boletín Oficial de la República.

Entrada en vigencia: las leyes entran en vigencia una vez que han sido publicadas, salvo que del propio texto de la norma surja
una fecha de entrada en vigencia distinta posterior al día de su publicación. Por su parte, el art. 5 CCCN dispone que las leyes
rigen desde el octavo día de su publicación oficial o desde el día que ellas determinen.

MATERIAS SOBRE LAS QUE PUEDE LEGISLAR EL CONGRESO:

- Funciones relativas al ejercicio del Poder Constituyente: corresponde al Congreso declarar la necesidad de reforma.
- Las amnistías: Perdón de penas decretado por el Estado como medida excepcional para todos los presos condenados por
determinados delitos, generalmente políticos.
- Funciones en materia económico-financiera: definir tarifas aduaneras, contribuciones indirectas y directas, regular la
composición del Tesoro Nacional, etc.
- Funciones en materia de relaciones internacionales: interviene activamente en la aprobación de tratados internacionales y de
integración.
- Funciones en materia militar: fija las fuerzas armadas y dicta normas para su organización y gobierno, permite el ingreso de
tropas extranjeras en territorio nacional, y permite la salida de tropas al exterior. Autoriza al Ejecutivo a declarar la guerra o
hacer la paz o para que éste ordene represalias y establezca reglamentos de presas.
- Funciones relativas al territorio.
- Funciones en materia de emergencia, etc.

2. DEL PODER EJECUTIVO:

FUNCIONES DE GOBIERNO Y DE ADMINISTRACIÓN.

El presidente reúne en él la figura de “Jefe supremo de la Nación”, en virtud de la cual representa al Estado como persona
jurídica, tanto en el ámbito de las relaciones internacionales como en el interno.

También detenta la figura de Jefe del Gobierno, por la función administrativa que se le ha asignado al presidente y la jefatura
que éste tiene sobre la administración pública. Aunque hoy día esta función se encuentra menguada por la presencia del Jefe
de Gabinete.
La Administración Pública Nacional es el conjunto de órganos auxiliares del Poder Ejecutivo y subordinados a él (secretarias,
subsecretarias, direcciones generales, etc.), que son de los que éste se vale para poder realizar su trabajo administrativo.

LA FUNCIÓN REGLAMENTARIA:

El presidente puede expedir las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para una mejor interpretación, aplicación y
ejecución de las leyes sancionadas por el Congreso. Pero el Ejecutivo debe ejercer esta potestad cuidando de no alterar el
espíritu de la ley con excepciones reglamentarias, lo que significa que en ningún caso puede modificar la ley sino únicamente
completarla.

Los demás ministros a cargo del presidente también pueden dictar normas reglamentarias siempre y cuando sean de su
competencia.

DESIGNACIÓN Y REMOCIÓN DE MAGISTRADOS Y FUNCIONARIOS:

El Presidente tiene la facultad de asignar y remover discrecionalmente a: el Jefe de Gabinete de ministros; los ministros del
Poder Ejecutivo; los funcionarios en general y agentes consulares; todo empleado cuyo nombramiento no está reglado de otra
forma por la Constitución. Hay que hacer una excepción con la remoción de los empleados de carrera ya que el presidente
requiere de una justa causa para poder hacerlo y no discrecionalmente.

Hay cargos que el presidente debe cubrir, pero con acuerdo del Senado, los cuales son: ministros de la CSJN; jueces inferiores;
miembros del Servicio Exterior (embajadores, ministros plenipotenciarios, etc.); oficiales superiores de las Fuerzas Armadas.

FUNCIONES EN MATERIA DE RELACIONES INTERNACIONALES, CON LA IGLESIA CATÓLICA Y CON LAS PROVINCIAS:

Como Jefe de Estado, le corresponde al presidente tomar la representación de la Nación como entidad jurídica y celebrar los
tratados con otras entidades extranjeras, las provincias y con la Iglesia Católica a nombre del Estado Argentino.

Esta facultad también puede ser ejercida por un funcionario que el presidente designe para llevar a cabo este tipo de tratados.

FUNCIONES EN MATERIA MILITAR:

El presidente es comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación. Puede disponer por sí la disposición y distribución
de las fuerzas armadas. Designación de los cargos de oficiales superiores con acuerdo del Senado. Designación y remoción de
los cargos inferiores por su cuenta. Requiere de acuerdo con el congreso para ordenar represalias como bloqueos, embargos,
prohibición de exportar, etc.; para establecer reglamentos para presas; para enviar tropas fuera del país o permitir el ingreso de
extranjeras y; para declarar la guerra o hacer la paz.

FUNCIÓN COLEGISLATIVA:

Tiene facultad para presentar proyectos de ley; la de promulgación y veto total o parcial de un proyecto de ley y la potestad
reglamentaria de las leyes.

FUNCIONES EXCEPCIONALES:

En las situaciones de emergencia, el Poder Ejecutivo está autorizado a ejercer más enérgicamente sus facultades conferidas.
Estas se configuran con el Estado de Sitio, intervención federal, otras emergencias como (una crisis económica o crisis naturales),
decretos de necesidad y urgencia, delegación legislativa. Estas funciones son de carácter excepcional y transitorio.

FUNCIONES DEL JEFE DE GABINETE:

El jefe de Gabinete tiene entre sus funciones las de ejercer la administración general del país, recaudar los tributos y ejecutar el
presupuesto, lo que hace en supervisión del presidente. Es un nexo entre el presidente y el Congreso, y es quien debe enviar al
Congreso los proyectos de ley de ministerios y presupuesto, y refrendar los mensajes mediante los que el Ejecutivo envía
proyectos de ley y todas las decisiones presidenciales vinculadas al Poder Legislativo. Se encuentra obligado a informar
periódicamente a las Cámaras sobre la marcha de la administración y de someter personalmente a consideración de la comisión
bicameral permanente los decretos de necesidad y urgencia.

EL INDULTO:

El Presidente de la Nación puede indultar por delitos sujetos a la jurisdicción federal. El indulto es una causa de extinción de la
responsabilidad penal, que supone el perdón de la pena. La persona sigue siendo culpable, pero se le ha perdonado el
cumplimiento de la pena.

3. DEL PODER JUDICIAL:

FUNCION JURISDICCIONAL.

CONCEPTO Y CONDICIONES PARA SU EJERCICIO (CAUSA Y NO DE OFICIO):

La función jurisdiccional resulta conceptualizada por Chiovenda como “la función del Estado que tiene por fin la actuación
concreta de la ley, mediante la sustitución por la actividad de los órganos públicos de la actividad de los particulares, sea al
afirmar la existencia de la voluntad de la ley, sea al hacerla prácticamente efectiva”.
- La jurisdicción es una potestad, un poder de ejercicio obligatorio, o bien, un poder-deber: si bien el juez tiene la facultad de
juzgar, también tiene el deber de hacerlo.
-El monopolio de la administración de justicia por el Estado se materializa en el principio de oficialidad, en virtud del cual el
elemento característico de la función jurisdiccional es la sustitución de la actividad de los particulares por el Estado con el fin
de la actuación imparcial del Derecho.
-En cuanto poder público, la jurisdicción resulta susceptible de ejercitarse ex oficio o a instancia del interesado, aunque se
pone en movimiento normalmente a petición del particular, dirigida al órgano publico predispuesto a través del ejercicio de la
acción.
-En la base del procesalismo científico, se identifica una serie de conceptos fundamentales, que configuran correlativamente
un trinomio jurídico, también llamado trípode desvencijado o trilogía estructural: la jurisdicción -órgano función- luego, la
acción -nexo entre este y los sujetos que intervienen en el proceso- y finalmente, el proceso que se desenvuelve por la
conjunción armónica de los dos primeros.
La acción supone un derecho al proceso en un caso concreto.

JURISDICCION COMPETENCIA
Función del Estado Aptitud del órgano del Estado para
ejercer función jurisdiccional
Actividad que desarrolla el sujeto que Sujeto que ejerce jurisdicción en un
ejercita competencia ámbito concreto

“JURISDICCION ADMINISTRATIVA”:

Dota a la actividad administrativa de sustancia jurisdiccional al adjudicarle labores de interpretación y aplicación de normas
jurídicas, y hasta de imposición de sanciones consecuentes, percepción y fiscalización de impuestos, permisos en materia de
derecho de reunión, procedimientos de apremio en sede administrativa, régimen de faltas municipales, etc.

CAUSAS EN LAS QUE EJERCE SU JURISDICCION EL PODER JUDICIAL DE LA NACION (COMPETENCIA FEDERAL):

La administración de justicia en el régimen federativo argentino es un poder concurrente entre la Nación y las provincias.
El profesor de Oxford explica el funcionamiento del sistema en los siguientes términos: “Cada pulgada de territorio se
encuentra sometida a dos jurisdicciones y cada una a dos categorías de jueces, moviéndose en esferas separadas solamente
por una línea ideal y chocándose en la practica los unos contra los otros”. No obstante, Alberdi advertirá que los tribunales
federales no diferían de los de provincia, tanto por la extensión del país o por el distrito de su jurisdicción cuanto por la
naturaleza de su poder y de las causas de su conocimiento.
Siendo la jurisdicción una de las funciones eminentes del poder político y atendiendo a que nuestra organización federal del
estado art. 1,5,31,121 y ss; CN, existen dos centros de ejercicio del poder político, uno central, general o nacional, y otro local,
particular o provincial, se forman dos órganos de gobierno, el federal y el provincial, de modo que se distingue la jurisdicción
federal de la jurisdicción provincial, según resulte ejercida en el orden institucional, federal o provincial.
Empero, esta dicotomía tradicional de nuestra estructura judiciaria admite un desdoblamiento en la jurisdicción local a
instancia del articulo 129 CN, introducido en ocasión de la reforma constitucional de 1994 -entre el poder judicial de las
provincias y el poder judicial de la ciudad autónoma de Buenos Aires-

PROVINCIAL
Tantas como
FEDERAL
provincias hay
ADMINISTRACION
DE JUSTICIA
CIUDAD AUTONOMA
LOCAL DE BUENOS AIRES
Única

A pesar de la división de la rama judicial del gobierno en justicia federal y justicia local, la síntesis final le cabe a la corte
suprema de justicia de la nación, puesto que, si bien el respeto por las autonomías respectivas exige que esta no intervenga en
asuntos propios de derecho local, cabe su conocimiento y resolución por vía de apelación extraordinaria en todos los asuntos
fallados por superiores tribunales de la causa.
De allí que se ha conceptualizado a la jurisdicción federal como “aquella conferida al poder judicial de la nación para
administrar justicia en los casos, sobre las personas y en los lugares especialmente determinados en la constitución nacional”,
o bien como la “suma de atribuciones que la constitución le concede al poder judicial de la nación”.
La justicia federal reconoce tres formas principales de manifestación en las que descansan precisos objetivos institucionales:
1) Tutela de intereses federales: Como el Estado Federal engloba dos sociedades distintas, incluida la una -estadual o local-
dentro de la otra- nacional, la justicia federal se programa en aquellos casos que este en juego directo un interés federal, el
que encuentra apoyatura en la materia en cuestión, en las personas intervinientes y en el territorio de producción de los
hechos.
2) Supremacía del ordenamiento jurídico federal: El estado federal es, además de un estado complejo, un estado compuesto
debido a que en el se encuentra una pluralidad de ordenamientos normativos, entre los que figura un ordenamiento superior
al que se subordinan los restantes ordenamientos inferiores.
En el caso argentino se descubre, por un lado, un ordenamiento jurídico federal, conformado por la CN y los tratados
internacionales con jerarquía constitucional en el nivel máximo de la graduación normativa, los tratados de integración y otros
tratados internacionales, las leyes del Congreso de la Nación y otras normas y sentencias emanadas de autoridad federal. Por
otro lado, emergen los ordenamientos jurídicos locales, generados por los Estados provinciales y por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (art. 5, 121 y 129 CN), conformados por sus respectivas constituciones, leyes y reglamentos locales y, en el caso
de las primeras, por las normas que integran los ordenamientos jurídicos que se dictan a si mismos los municipios autónomos
conforme al art. 123 CN (cartas orgánicas, ordenanzas y otras normas inferiores).
3) Interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico federal: La interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico
federal por razón de la materia, le corresponde exclusivamente a los tribunales federales, cuya competencia en este punto no
podrá prorrogarse hacia las cortes provinciales.

DELIMITACIÓN DE LA COMPETENCIA FEDERAL


EN RAZÓN DE LA MATERIA: el derecho que se pretende hacer valer por una demanda en juicio debe estar directa e
inmediatamente fundado en un artículo de la CN, de las leyes sancionadas por el Congreso (art. 116CN) o los Tratados públicos
con naciones extranjeras (art. 2 inc. 1 Ley 48).
a- Puntos regidos por la Constitución: es de procedencia excepcional y de interpretación restrictiva. Para que la causa sea de
competencia federal, debe estar asentada en el propio texto constitucional, es decir, que quepa considerar a la causa como
especialmente regida por la Constitución;
b- Causas regidas por Tratados Internacionales de Derechos Humanos: cualquier punto tratado que vaya en contra del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, en particular de la CADH y de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de DD.HH;
c- Causas regidas por los restantes tratados internacionales: la causa debe reconocer una decisiva, directa y prevalente relación
con las normas federales de los tratados internacionales;
d- Causas regidas por leyes de la Nación: procede respecto a las leyes federales o
especiales, que son aquellas sancionadas por el Congreso en ejercicio de sus poderes
delegados por las provincias. También se consideran los supuestos atinentes a cuestiones ambientales donde el acto, omisión o
situación generada provoque efectivamente degradación o contaminación en recursos ambientales
interjurisdiccionales;
e- Causas originadas en actos administrativos del gobierno nacional: todo pleito que se inicie entre particulares, teniendo por
origen actos administrativos del gobierno
nacional;
f- Causas contencioso-administrativas: juicios en los que se discute la legitimidad de actos, normas, reglamentos y contratos,
emanados de autoridad federal en ejercicio de función administrativa;
g- Causas que versen sobre contribuciones nacionales;
h- Causas concernientes a los medios de transporte terrestres;
i- Cuestiones de almirantazgo y jurisdicción marítima: casos de comercio y navegación marítima, cuando se practican en puerto
de la República a otro extranjero o entre dos provincias. Rigen los incisos 7, 8, 9 y 10 del art. 2 de la Ley 48.

EN RAZON DE LA PERSONA: los sujetos procesales revisten la condición de aforados a la justicia federal. Compete a los
Tribunales Federales Inferiores las causas:
a- en que la Nación es parte;
b- entre vecinos de diferentes provincias; c- entre vecinos de una Provincia y ciudadano o Estado extranjero. Compete a la Corte
Suprema los casos entre: a- una Provincia y vecinos de otra; b- dos o más provincias; c- una provincia y un ciudadano o Estado
extranjero; d- casos de embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros.
Hay tres presupuestos de la competencia federal en ratione personae:
a- Pertenencia originaria del derecho en disputa: es preciso que el derecho que se disputa pertenezca originariamente, y no
por cesión o mandato, a ciudadanos, extranjeros o vecinos de otras provincias.
b- Pluralidad de litigantes: para que caigan bajo la autoridad de la justicia federal los casos con diversidad de justiciables, cada
uno de los actores o demandados debe tener respecto a cada una de las personas alineadas en la parte contraria, la condición
de vecindad o de nacionalidad que permite invocarla.
c- Prorrogabilidad de la competencia federal ratione personae: esta competencia resulta declinable hacia los tribunales
provinciales por el sujeto procesal en cuyo favor se ha otorgado. La renuncia puede ser explicita mediante estipulación
contractual que
disponga convencionalmente la prórroga, o bien implícita por una estrategia procesal
desplegada: demandar o consentir la demanda ante la justicia local.

EN RAZON DEL LUGAR: para que haya competencia federal en los establecimientos de utilidad nacional, es menester la
afectación en el caso de intereses federales o de la prestación del servicio dentro del lugar, o bien, la exigencia de que el
accidente laboral acaecido en un establecimiento portuario resulte vinculado a la navegación y al comercio marítimo.
Las autoridades provinciales y municipales conservan el poder de policía y de imposición sobre estos establecimientos, en cuanto
no interrumpan los fines específicos que el Congreso dictó para estos (art. 75 inc. 30CN de las Atribuciones del Congreso).
En lo concerniente a la Capital Federal, los tribunales de justicia de esta corresponden al Poder Judicial de la Nación, por lo cual,
los jueces son enteramente federales. El grupo de jueces que opera dentro de la Ciudad de Buenos Aires se distinguen por los
que tienen competencias federales de los que se encargan del derecho ordinario, no por eso se desconoce el carácter de
federales uno de otros. El carácter nacional de los tribunales ordinarios de la Capital Federal es meramente transitorio y su
continuidad luce supeditada a los convenios de transferencia de competencias correspondientes (caso Corrales).

FUNCIONES DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: CABEZA DEL PODER JUDICIAL DE LA NACION (FUNCIONES DE NATURALEZA
LEGISLATIVA Y ADMINISTRATIVA) Y MAXIMO ORGANO JURISDICCIONAL (COMPETENCIA ORIGINARIA Y DE GRADO):

La corte suprema es el tribunal de ultimo resorte para todos los asuntos contenciosos en que se le ha dado jurisdicción, como
pertenecientes al poder judicial de la nación, en donde sus decisiones son finales y ningún tribunal nacional las puede revocar.

Desde que la corte suprema de justicia de la nación ejerce la representación más alta del poder judicial de la nación, tiene
facultades o privilegios, inherentes a todo poder público, para su existencia y conservación. En consecuencia, entrañan un
producto del sistema judiciario: las acordadas, en cuanto decisiones expedidas por el Alto Tribunal en materias de índole
administrativa: designaciones de su planta de personal, nombramiento de sus autoridades durante la feria judicial, liquidación
de incrementos salariales para categorías del escalafón judicial, creación de oficinas judiciales, etc.

Las acordadas también han servido a la Corte para la fijación de su presupuesto de gastos mediante el establecimiento de la
previsión cualitativa y cuantitativa de las erogaciones previstas para la jurisdicción, a los efectos de su comunicación al Congreso
Nacional.

La propia corte, en ejercicio de la competencia que le atribuyen la Constitución y las leyes supremas, sus decisiones son finales
y ningún tribunal nacional o local puede desconocer la necesidad institucional de respeto y atacamiento a aquellas.

En cumplimiento de la manda constitucional del art. 112, que confiere a la Suprema Corte la prerrogativa de dictar su reglamento
interior y nombrar su personal, el legislador desde 1863 ha reconocido la atribución de establecer los reglamentos necesarios
para la ordenada tramitación de los pleitos, con tal de que no sean repugnantes a las prescripciones de la legislación procesal.
Dicho tributo de ha mantenido en los sucesivos textos legislativos con miras a procurar una mejor administración de justicia, a
su vez que se ha autorizado al Máximo Tribunal a dictar las medidas reglamentarias y todas las que considere adecuadas para
el mejor cumplimiento de las normas en cuestión.

El Reglamento de La Justicia Nacional deviene aprobado por acordada de aquella y disciplina días hábiles e inhábiles,
obligaciones de magistrados, funcionarios y empleados, incapacidades de nombramiento, aplicación de sanciones, licencias
ordinarias, cargo tinta y firma de escritos, acuerdos ordinarios y extraordinarios, secretarias judiciales, etc.

A partir de la reforma constitucional del 94 el Consejo de la Magistratura en cuanto órgano permanente del poder judicial de la
nación ejerce, entre sus competencias constitucionales, la de dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y
todos aquellos que sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia,
a los que se añade la de administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.

El Consejo de la Magistratura se erigió con pretensión de órgano de gobierno del Poder Judicial al dictar los reglamentos de la
organización judicial, frente a lo cual la Corte Suprema parecía ser la gran perdidosa en la dirección de la rama judicial. No
obstante, este vaciamiento del cumulo de competencias que resultaban encapsuladas en el alto tribunal, la doctrina coincidió
en señalar que este conservaba incólume la jefatura del Poder Judicial, la que no comparte con el Consejo de la Magistraturam
y en interpretar que sendas clausulas nacionales admitían un equilibrio u armonización hermenéuticos: la superintendencia de
la Corte Nacional resultaba restringida a funcionarios y empleados del propio Tribunal, dada la amplitud de las facultades de
superintendencia acordadas a Consejo de la Magistratura por el constituyente del 94.

En toda Federación existe un tribunal supremo con la misión constitucional de asegurar la primacía de la Constitución mediante
el examen de validez de las leyes federales y de los Estados particulares en el caso de que se haya invocado su
inconstitucionalidad, y hasta de resolver los conflictos que se produzcan entre la Federación y los Estados federados. De tal
modo, el control de constitucionalidad está vinculado genéticamente al régimen federal. Y como nuestro Máximo tribunal lo ha
reseñado la autoridad de la Corte Suprema y de sus sentencias, finca en el respeto de su competencia.
“La CN Argentina y la de los Estados Unidos concuerdan en las disposiciones que fundan la jurisdicción de la Suprema Corte, así
como las opiniones de sus más reputados expositores”.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación presenta dos cauces de acceso:

a) Por andarivel de apelación de las resoluciones emanadas de tribunales federales inferiores, con el propósito de revisar y
corregir el pronunciamiento sobre una causa ya instituida.

b) Por vía originaria y exclusiva, lo importante de esta es que no requiere de una ley del congreso para ser puesta en práctica, a
diferencia de lo que ocurre con la jurisdicción apelada.

El art. 117 de nuestra ley fundamental se presenta al lector como una prolongación del art. 116 –en forma que podrían incluirse
ambos en una misma disposición con numeración única-, de suerte que los asuntos de competencia originaria y exclusiva
previstos en el 117 no son asuntos nuevos, puesto que son asuntos que este precepto extrae del universo de causas que el 116
encomendó a la justicia federal de modo genérico.

En lo atinente al ordenamiento de la competencia originaria y exclusiva cabe retener la siguiente casuística:

1) Causas en que es parte una provincia: concurren las siguientes hipótesis:

1.a) Provincia contra provincia: es una emanación de la soberanía federal y consecuencia necesaria de la unión de los estados
federados, ya que cuando dos provincias chocan entre sí, por leyes o decretos contradictorios de sus gobiernos locales, no han
de resolver la contienda por sus propias manos, tampoco por lo jueces de la una y otra; en suma, por la naturaleza de las cosas
la decisión le corresponde a la justicia federal.

Desde hace tiempo la Corte Federal se ha ocupado de consignar que, con el límite de no perturbar la administración interna de
los estados, no todos los actos de gobiernos provinciales pueden ser objeto de una demanda ante ella; solo pueden ser materia
de pleito sujeto a su jurisdicción originaria y exclusiva aquellos en los que las provincias obran como personas jurídicas de
Derecho público. Debe entenderse que la provincia sea parte esencial en el pleito y con interés originario.

Tampoco caben dudas de los designios de nuestros Padres Fundadores, ellos también conformaron los poderes del Tribunal a
través de la manda contenida en el art 127 CN respecto de las controversias ineterestaduales, al inscribir que las quejas de las
provincias deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ellas.

En 1987 la Corte Nacional señalo que la adjudicación de las causas por el art. 127 de la Ley Mayor descansa en la trascendente
misión de dirimir los conflictos interprovinciales y en la necesidad de establecer la más perfecta igualdad entre las provincias.

Cabe recordar que se admite que hay cuestión entre provincias que no resulta justificable si la contienda interestadual requiere
que se fijen los límites entre ellas, debido a que tal delimitación resulta encomendada exclusivamente al Congreso de la Nación;
por el contrario, si el asunto suscitado no requiere la fijación de limites sino el juzgamiento de relaciones derivadas de limites
legalmente establecidos, o bien, de planteamientos vinculados a la zona fronteriza litigiosa que no requieren demarcación la
justificabilidad es plena y por lo tanto, competente la Suprema Corte.

1.b) Provincia contra vecino de otra: la provincia aforada debe asumir la condición de parte en el juicio tanto nominal como
sustancialmente; en lo que refiere a lo primero se requiere a la provincia que figure expresamente como tal en el juicio, en lo
que atañe a lo segundo significa que debe mantener en el litigio un interés directo que surja manifiestamente más allá de las
expresiones formales usadas por las partes.

Esta variedad de competencia originaria se ciñe a las causas civiles, las que en el concepto acuñado por el Derecho judicial refiere
a aquellas que derivan de una estipulación o contrato, o en general las regidas por el Derecho común, o bien aquellas en que se
discutan cuestiones relacionadas con el Derecho privado.
La propiedad de vecino engloba: personas físicas domiciliadas en el país desde dos o más años antes de la iniciación de la
demanda, cualquiera sea su nacionalidad; personas jurídicas de derecho público del país; demás personas jurídicas constituidas
y domiciliadas en el país; sociedades y asociaciones sin personería jurídica.

1.c) Provincia contra ciudadano extranjero; En orden al ciudadano extranjero caben las consideraciones anotadas con motivo
del denominado fuero de extranjería o nacionalidad.

1.d) Provincia contra estado extranjero: el legislador ha consignado que no se dará curso a la demanda sin requerir previamente
de su representante diplomático la conformidad de aquel país para ser sometido a juicio. El P.E puede declarar con respecto a
un país determinado la falta de reciprocidad por decreto debidamente fundado, de modo que el estado extranjero queda
sometido a la jurisdicción argentina.

Cabe recordar que el estado extranjero goza de inmunidad de jurisdicción ante los estrados de justicia domésticos.

Desde 1992 el tribunal cimero ha modulado la justiciabilidad del estado extranjero puntualizando que la teoría clásica de la
inmunidad absoluta de jurisdicción no constituye una norme del derecho internacional general, de modo que ha acogido la
teoría restringida; esta teoría traza la distinción entre actos de gobierno realizados por el estado extranjero en su calidad de
soberano y respecto de los cuales se mantiene el reconocimiento de inmunidad de jurisdicción; y actos desplegados por el
estado extranjero pero de índole privada, de modo que el consentimiento de someterse a la jurisdicción argentina, el que no
deviene exigible si se sustancia el pleito con motivo de los segundos en razón de importar controversias que se basan en el
cumplimiento de obligaciones.

1.e) Provincia contra la Nación: conlleva una causal elaborada pretorianamente por la Corte Nacional a través de un criterio
interpretativo amplio, sistemático y finalista en el contexto de competencia federal. El fuero federal compete en los juicios en
que es parte la Nación, mas resultando contraparte un Estado provincial incumbe a la Corte federal conocer en instancia única.

2) Causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros: debido al carácter público de la parte,
principios y prácticas del derecho internacional han consagrado inmunidades o prerrogativas a favor de los agentes que ejercen
sus funciones en representación de estados extranjeros, de modo que, confundidos en la vida diaria, con todas las realidades
del ambiente en el que actúan susceptibles de resultar incursos en responsabilidades civiles como criminales.

En consecuencia, en los repertorios de la Corte Suprema se anota que la competencia originaria en estos supuestos ha sido
acordada con arreglo al Derecho de gentes y en seguridad del cumplimiento de las altas funciones que desempeñan
embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros, a la vez que por graves razones de orden internacional.

2.a) la competencia originaria y exclusiva engloba no solo a las causas que afecten directamente a embajadores y ministros
públicos, sino también a los miembros de su familia y al personal con carácter diplomático.

2.b) se atribuye jurisdicción originaria a la corte nacional en los asuntos referidos a su investidura publica, en cuanto supone
hechos o actos cumplidos en el ejercicio de sus funciones propias, y siempre que en ellas se cuestione su responsabilidad civil y
criminal.

2.c) la jurisdicción originaria incluye también a los jefes de estado extranjero cunado se encuentran en territorio nacional, a
título oficial o privado.

3) La jurisdicción apelada del alto tribunal sobre decisiones de tribunales federales inferiores como provinciales revela una gran
importancia, máxime si se repara en que resultando imposible extender el poder judicial de la nación a todos los casos en forma
de jurisdicción originaria, es necesario preservar la supremacía de la constitución y la uniformidad de las resoluciones que versen
sobre materia por ella regida en las causas originadas en cortes comunes.

3.a) Apelación extraordinaria: el andarivel procesal típico para acudir a la corte federal en procura del ejercicio de su jurisdicción
apelada es el denominado recurso extraordinario federal, aquel que se acuerda que determine la inteligencia de los tratados,
de las leyes federales y de las comisiones ejercida en nombre de la autoridad nacional, debiendo versar sobre un
pronunciamiento concreto para que aquel pueda confirmarlo o revocarlo, por oposición a la jurisdicción originaria.

La Corte Nacional conoce igualmente en el recurso directo, de hecho, o de queja por apelación extraordinaria denegada.

3.b) Apelación ordinaria: procede contra las sentencias definitivas de las cámaras nacionales de apelaciones, en los siguientes
supuestos: causas en que la nación, directa o indirectamente sea parte, cuando el valor disputado en el último termino resulte
superior al monto mínimo de admisibilidad actualizado periódicamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación;
extradición de criminales reclamados por países extranjeros; causas que dieran lugar apresamientos o embargos marítimos en
tiempos de guerra, sobre salvamento militar y sobre nacionalidad del buque, legitimidad de su patente o regularidad de sus
papeles.

El Congreso de la Nación ha buscado articular dos finalidades: limitar la competencia apelada de la propia corte para evitar la
excesiva demora judicial, y asegurar su intervención como tribunal de última instancia en un restringido grupo de casos, entre
los que se cuentan aquellos que presentan un riesgo judicial significativo para los intereses patrimoniales de la Nación.

También interviene el alto tribunal en los casos de recursos de queja por retardo de justicia, en contra de las Cámaras Nacionales
de Apelaciones, y en los recursos directos o, de hecho, por apelación ordinaria denegada por las cámaras del caso.

3.c) Recurso de revisión: la corte ha señalado que erigiéndose en el tribunal de ultimo resorte para todos los asuntos
contenciosos en que se le ha dado jurisdicción, como pertenecientes al Poder Judicial de la Nación, en donde sus decisiones son
finales y sin que ningún tribunal nacional o provincial las puede revocar, de sus fallos no hay recurso alguno, a excepción del de
revisión, interpuesto ante ella en los casos de jurisdicción originaria y exclusiva; máxime cuando se ha reconocido que puede
cometer errores y que sus miembros tienen la pretensión de hallarse investidos con el don divino de la inefabilidad. El recurso
de revisión reconoce como ámbito de impugnabilidad objetiva el de las sentencias firmes en tanto opera como una instancia de
revisibilidad de la cosa juzgada; aunque para que entienda en ella la corte suprema de justicia de la nación es necesario que ella
misma haya dictado la sentencia que se procura revisar.

FUNCION POLITICA DEL PODER JUDICIAL: ALCANCES Y LIMITES.

Dentro del control Interórgano del Poder Judicial sobre actos y normas emanados tanto del Congreso como del Presidente, en
razón de manifestarse a través de la atribución de los jueces para comprobar la constitucionalidad de aquellos e inaplicables en
el caso que los consideren anticonstitucionales, se ha alertado en orden a su carácter esencialmente político: cuando se impone
frente a los restantes detentadores del poder trasunta -en realidad- una genuina decisión política, en lugar de su ejecución tan
sólo.

Tal idea, ha despertado una discusión con diversos argumentos basados en una obsesión central para la teoría constitucional,
en particular, el de sí la última palabra debe recaer en la omnisciencia de vigías superdotados que integran una Suprema Corte
de Justicia, o, derive en el gobierno de los jueces.

El arsenal argumentativo sobre el papel de los jueces en el marco de la democracia revela que las razones expuestas ante el
auditorio son de cuño metaconstitucional: históricas, políticas y filosóficas.

La polémica se remonta a fines del siglo XVIII y al promediar el siglo XIX. Los registros históricos de la teoría y práctica
constitucional, americana y argentina, favorables a la revisión judicial de las leyes pueden oponerse a sus respectivas visiones
antitéticas.

La ley 27 de 1862 sostiene la observancia de la Constitución Nacional, prescindiendo de toda disposición de cualquiera de los
otros poderes nacionales, que esté en oposición con ella. Si bien la reforma constitucional de 1949 mantuvo las atribuciones del
Poder Judicial de la Nación, añadió que la Suprema Corte, intervendrá en calidad de Tribunal de Casación en la interpretación
del Derecho Común.
Finalmente, en 1994, al inscribir positivamente la acción de amparo en el art. 43 de la Ley Fundamental, consigna, que en el
caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.

En concreto, la Corte Suprema se enfrenta con la visión de que la Constitución es, primero y principal, un instrumento de
protección de derechos, sólo después que éstos resulten garantizados el proceso democrático puede abrirse camino.

Nino explica que los jueces no tienen razones para observar una norma jurídica de origen democrático que esté fundada en
ideales personales. Éste debe revisar y eventualmente descalificar leyes y otras normas democráticas de índole perfeccionista,
o sea que pretendan imponer ideales de virtud personal.

En ello atisba la eficacia de la tutela de los derechos fundamentales, a través de exigencias procesales concretas tanto frente al
propio Estado Constitucional, como de cara a toda persona privada o particular.

La práctica constitucional alemana es la que mejor cobija al fundamentalismo constitucional, cuando su Constitución representa
un definido intento por hacer irrevocables ciertos compromisos tasados como centrales, como el respeto de ciertos derechos
básicos de las personas, tutelados a travé sde la cláusula de eternidad o inmodificabilidad.

Sin embargo, no está cerrada aún la polémica; todavía se percibe que la creciente influencia de la justicia en la vida colectiva ha
representado uno de los hechos políticos más importantes del siglo XX.

Se ha visto crecer las jurisdicciones y afirmarse más su autoridad, bajo el designio de que nada debe escapar al control del juez
en los diferentes sectores de la vida social y al impulso de un activismo judicial que recurre a los jueces como árbitros de
moralidad política a los que se les demanda una justiciabilidad prácticamente total.

Tal vértigo, los expone a la amenaza del peligro que sus resoluciones no sean respetadas o bien, a la tentación por parte de los
detentadores del poder, responsables políticamente de llevar ante el propio tribunal un conflicto político.

Aún, sin embargo, es habitual que nuestros constitucionalistas consideren a la Corte como una institución estrictamente
jurídica.
UNIDAD 5: LAS RELACIONES ENTRE LOS ORGANOS DEL PODER

ATRIBUCIONES DEL PODER LEGISLATIVO CON RELACION AL PODER EJECUTIVO


Ejerce un control político, de la oportunidad y conveniencia de sus decisiones, como así

también lo relativo a la regularidad del manejo de los fondos públicos que le han sido confiados para administrar.

Juramento, renuncia y nueva elección: Le corresponde al congreso tomar el juramento de sus cargos al presidente y
vicepresidente electos, ya que en este órgano recae la representación del pueblo y los estados federados. También toma su
renuncia, la cual tiene la facultad de admitirla o rechazarla. En caso de acefalía le corresponde a este determinar que
funcionario público ejercerá el PE, y si es necesario, llevar a cabo una nueva elección de presidente.

Autorización, aprobación o acuerdo del congreso para actos del PE: en algunos actos realizados por el presidente, se requiere
de la autorización del Congreso, lo cual implica ambas Cámaras, como las decisiones que tengan que ver con la defensa
nacional, para ordenar represalias, para establecer reglamentos para presas y para enviar tropas fuera del territorio nacional.
También debe pedirle permiso al Congreso para ausentarse del país.

Hay actos que sólo requieren la aprobación de la Cámara de Senadores, y son llamados “acuerdos”: para designar cargos de
niveles superiores diplomáticos (embajadores, cónsules, encargados de negocios, etc.), a los oficiales de las Fuerzas Armadas y
a los Jueces de la Nación, con mayoría agravada de los presentes. También para declarar el estado de sitio por invasión
exterior. Y actos que necesitaran de una posterior aprobación para perfeccionarse, como los Tratados Internacionales, los
cuales deben ser aprobados por el Congreso con mayoría agravada.

Deberes de información al congreso: el presidente debe informar al Congreso acerca de su gestión del año acabado y de lo
que hará en el que inicia, en la apertura del año legislativo. El Jefe de Gabinete también está obligado a informar al Congreso
acerca de la gestión, y debe concurrir al menos una vez al mes. También es quien debe refrendar los decretos relacionados con
el procedimiento de formación de las leyes y con el funcionamiento del PL.

El Congreso puede pedir informes al Ejecutivo ya sea de forma escrita u oral. Cuando se hace de forma oral, se lo conoce como
interpelación, la cual cabe para el Jefe de Gabinete y otros ministros. Pero este instituto tiene la finalidad el tratamiento de
una moción de censura con respecto al Jefe de Gabinete, por lo cual, si luego de la interpelación la Cámara no está satisfecha
con lo expuesto con el funcionario, esta puede removerlo con mayoría agravada en ambas Cámaras.
Otra medida que pueden tomar los cuerpos parlamentarios para obtener información que necesiten para el cumplimiento de
sus funciones constitucionales es la de crear comisiones investigadoras. No están previstas en la constitución, pero si en los
reglamentos de ambas cámaras y hay muchos precedentes en la practica parlamentaria de nuestro país.

Juicio político: se dirige contra el presidente, vicepresidente, jefe de Gabinete y ministros del PE, además de los miembros de
la CSJN. Corresponde a la Cámara de Diputados acusar a los funcionarios en caso de que se presuma un mal desempeño o la
comisión de delitos en ejercicio de sus funciones o de crímenes comunes. Mientras que es el Senado quien toma la función de
Cámara Juzgadora, quien debe garantizar el derecho de defensa en juicio y el debido proceso.

Para que se apruebe la acusación, se debe tener la aprobación de dos tercios de los diputados presentes. Mismo
requerimiento para disponer la destitución del acusado, pero en el Senado. El único efecto que tiene el Juicio Político es el de
la destitución del acusado, no carga otro tipo de responsabilidad (que no sea política) esta sentencia.

En el caso de que el acusado sea el presidente de la Nación, presidirá el Senado el presidente de la Corte Suprema, para que
no medie un interés directo entre el presidente del Senado, quien en caso de destitución deberá asumir el PE, y el de la
Nación.

Voto de censura: cualquiera de las Cámaras puede iniciar una moción de censura contra el Jefe de Gabinete, para la cual se
necesitan la mayoría agravada de la totalidad de los miembros.
Aprobada esta procede la interpelación, la cual si no resulta satisfactoria puede devenir en el voto de censura, el cual requiere
de la mayoría agravada de la totalidad de ambas Cámaras y produce su destitución inmediata.

El voto de censura puede promoverse por cualquier motivo que la Cámara considere suficiente. No supone ningún
procedimiento previo ya que es una decisión política discrecional de desaprobación de la gestión.

Control en materia económico financiera: tributos y deuda pública, presupuesto, cuenta de inversión: Le corresponde al
Congreso administrar el control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos y financieros.

Por eso el Congreso está facultado para:

A. Proveer los recursos al PE


B. Establecer el destino que debe dárseles
C. Controlar que se hayan gastado o invertido conforme a ese destino. Hay un notorio abandono de estas facultades de
control, ya que, por diversas legislaciones, se faculto al Jefe de Gabinete a disponer la reestructuración presupuestaria, y,
además, el Ejecutivo también supo ampliar el monto del presupuesto por la imposición de decretos de necesidad y
urgencia.

ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: Le compete al Congreso legislar sobre todas y


cualquiera de las actividades realizadas por el Ejecutivo, lo que incluye su organización, actos que dicte la administración e
incluso sobre los actos de gobierno.

Le corresponde dictar la ley de ministerios, la cual determina el número y competencia de los ministros que tendrán a su cargo
el despacho de los negocios de la Nación (art.100, primera parte, CN), cuyo proyecto le debe ser enviado por el Jefe de
Gabinete (art. 100 inc. 6 CN).
También es atribución del congreso dictar leyes que regulen la Adm. Publica, los procedimientos administrativos, los sistemas
de contratación, el régimen de empleo público, etc. y el Ejecutivo debe ajustar su accionar a esas disposiciones.

ATRIBUCIONES DEL PODER EJECUTIVO EN RELACIÓN AL PODER LEGISLATIVO

Convocatoria a sesiones extraordinarias y de prórroga: Es facultad del presidente llamar al Congreso a este tipo de sesiones
en virtud del art.99 inc.9 de la Constitución Nacional, donde lo faculta al presidente a “Prorrogar las sesiones ordinarias del
Congreso, o convocarlo a sesiones extraordinarias, cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera”.

Intervención ordinaria del presidente en el proceso de formación de las leyes: puede intervenir activamente en el
procedimiento de formación de las leyes (art.99 inc.3CN), mediante la facultad de iniciativa (art.77CN), la de promulgación
(art.78CN) y la de veto (art.83CN). Además de la facultad que tiene el presidente para reglamentar las leyes (art.99 inc.2 y
art.100 inc.2CN).

Intervención excepcional del presidente en el proceso de formación de las leyes: La reforma de 1994 quiso poner límites a
distintas situaciones y las regulo expresamente, pero con ello no se logró más que hacer que lo excepcional y extraordinario se
transformara en la práctica en habitual y ordinario.
Esos supuestos se dan en los casos de los reglamentos delegados y en los decretos de necesidad y urgencia, que nacieron
como creación del “derecho constitucional consuetudinario” y luego fueron incorporados a la constitución formal con la
reforma de 1994.

Decretos de Necesidad y Urgencia: son los que dicta el Ejecutivo sobre materia específicamente legislativa, sin que se haya
delegado esa facultad por parte del Congreso, en razones de necesidad y urgencia que harían imposible esperar el trámite
parlamentario.

Regulaciones legislativas de la estructura del poder judicial, de la competencia de los tribunales y procedimientos judiciales
Mientras la estructura del congreso y los ámbitos de competencia de sus cámaras estén perfectamente reguladas por la
constitución nacional en forma directa, el constituyente ha sido por demás parco en lo que se refiere a la estructura del poder
judicial, ya que únicamente ha hecho referencia a una corte suprema de justicia y los demás tribunales inferiores (art. 108 CN)

Es atribución del congreso definir cuantos miembros integran la corte suprema y cuántos y cuáles son los tribunales inferiores
(art.75 inc.20 CN), a la vez que puede modificar estas decisiones para adecuarlas a la necesidad de cada momento en cualquier
oportunidad y mediante una ley.

En lo que hace a la competencia de los tribunales que integran el poder judicial de la nación, el constituyente ha sido preciso al
definir el ámbito de atribuciones jurisdiccionales que ha sido delegadas por las provincias y, por ende, conforman la competencia
federal (art. 116 CN), a la vez que ha enumerado con carácter taxativo los casos en los que la corte suprema interviene de
manera originaria (art. 117 CN). Pero en todo lo demás, es decir cómo se accede a la corte suprema por vía de recursos y cómo
se distribuye entre los tribunales de la Nación la competencia, el congreso tiene amplias facultades para regularlo.

En lo que hace al procedimiento o modo de actuar, mientras cada una de las cámaras del congreso está facultada para regular
su actuación interna a través de los reglamentos que cada una de ellas se dicta a sí misma (art. 66 CN), los procedimientos
judiciales en base a los cuales actúan los tribunales de la Nación son legislados por el Congreso (códigos procesales)

C) El Presidente de la Nación, de acuerdo a las facultades que le otorga el artículo 99, inciso 4) de la Constitución Nacional,
nombra a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros
presentes, en sesión pública convocada al efecto. Asimismo, por las facultades que le otorgan las leyes 27148 y 27149 del
Ministerio Público Fiscal y Ministerio Público de la Defensa, respectivamente; nombra, mediante el mismo procedimiento, al
Procurador General de la Nación y al Defensor General de la Nación.

En relación con los magistrados que superen la edad de 75 años, la Constitución Nacional establece que un nuevo
nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para ser mantenidos en sus cargos. Todos los nombramientos de
magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo
trámite.

D) Un juicio político es un proceso judicial que se lleva a cabo para determinar la responsabilidad de ciertos funcionarios públicos
en diferentes hechos o situaciones. ... En una democracia, por lo general la acusación y el proceso son facultades exclusivas del
poder legislativo

A través de un juicio político es posible juzgar al presidente de una nación, al vicepresidente, a los ministros y a los propios
magistrados por un delito o por el mal desempeño de sus funciones. Lo habitual es que la sentencia se limite a ordenar
la destitución del inculpado: si existe una responsabilidad civil o penal, es juzgada posteriormente por un tribunal ordinario.

El Jurado de Enjuiciamiento estará integrado por siete miembros: dos jueces de cámara, debiendo uno pertenecer al fuero
federal del interior de la República y otro a la Capital Federal; cuatro legisladores, dos por la Cámara de Senadores y dos por la
Cámara de Diputados de la Nación, y un abogado de la matrícula federal (art. 22 de la ley 24.937 sustituido por el art. 14 de la
26.080)

El Jurado de Enjuiciamiento o Jury es el tribunal a cargo del juzgamiento de los miembros del Poder Judicial, menos los
integrantes de la Corte Suprema.
La Constitución Nacional establece que los integrantes de la Corte Suprema son removidos por Juicio político.
Y en su Artículo 115 establece que los jueces de los tribunales inferiores de la Nación son removidos por las mismas causales
del Juicio político: mal desempeño, por delito en el ejercicio de sus funciones, o por delitos comunes.
El Consejo de la Magistratura inicia el procedimiento de Remoción de jueces, ordena la suspensión y formula la acusación.
Luego son juzgados por el Jurado de Enjuiciamiento que está integrado por legisladores, magistrados y abogados de la
matrícula federal.
Su fallo es irrecurrible y puede destituir al acusado.
La parte condenada queda luego sujeta a acusación, juicio y castigo ante los tribunales ordinarios.
Si transcurren 180 días desde que se abre el procedimiento de remoción, sin que se haya dictado fallo, se archivan las
actuaciones y, en su caso, se repone al juez suspendido.
En la ley que regula el Consejo de la Magistratura, se determina la integración y procedimiento de este jurado.
E) El consejo de la magistratura es un órgano permanente del Poder Judicial de la Nación, incorporado a la Carta Magna mediante
la reforma constitucional realizada en el año 1994 y se encuentra regulado por Ley 24.937.

¿Cuál es la función principal del Consejo de la Magistratura?


Su función principal es la de nombrar y ratificar a los jueces que imparten la justicia, y a los fiscales del ministerio público;
asimismo le corresponde al Consejo de la Magistratura procesar disciplinariamente a los jueces y fiscales, y, eventualmente,
destituirlos.

El Consejo estará integrado por trece miembros, de acuerdo con la siguiente composición:

1. Tres jueces del Poder Judicial de la Nación, elegidos por el sistema D´Hont, debiéndose garantizar la representación igualitaria
de los jueces de cámara y de primera instancia y la presencia de magistrados, con competencia federal del interior de la
República.

2. Seis legisladores. A tal efecto los presidentes de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, a propuesta de los
bloques parlamentarios de los partidos políticos, designarán tres legisladores por cada una de ellas, correspondiendo dos a la
mayoría y uno a la primera minoría.

3. Dos representantes de los abogados de la matrícula federal, designados por el voto directo de los profesionales que posean
esa matrícula. Uno de los representantes deberá tener domicilio real en cualquier punto del interior del país.

4. Un representante del Poder Ejecutivo.

5. Un representante del ámbito académico y científico que deberá ser profesor regular de cátedra universitaria de facultades de
derecho nacionales y contar con una reconocida trayectoria y prestigio, el cual será elegido por el Consejo Interuniversitario
Nacional con mayoría absoluta de sus integrantes.

Los miembros del Consejo prestarán juramento en el acto de su incorporación de desempeñar debidamente el cargo por ante
el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Por cada miembro titular se elegirá un suplente, mediante igual procedimiento, para reemplazarlo en caso de renuncia,
remoción o fallecimiento."

ATRIBUCIONES DEL PODER JUDICIAL EN RELACION CON LOS PODERES LEGISLATIVOS Y EJECUTIVOS.

La constitución ha insistido mucho en garantizar la INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL, para compensar la inmensa cuota de
poder asignado al Poder Legislativo y Ejecutivo.

En exactitud la independencia es un atributo que deben tener los tres órganos de poder, pero la insistencia del constituyente
tiene su razón de ser:
1) Una razón histórica y es que la idea sea reforzada porque en la etapa prerrevolucionaria “la justicia se administraba en
nombre del rey” y no existían magistrados autónomos, sino que las funciones judiciales se hallaban dispersas entre
distintos funcionarios que ejercían a la vez funciones del gobierno.
2) Otra razón era que el Poder Judicial, a diferencia de los otros, no tiene manejo de los recursos públicos y las fuerzas
públicas, lo cual coloca al Poder Judicial en una posición relativa de debilidad con respecto al Poder Legislativo y Poder
Ejecutivo.

La sistematización del texto constitucional comprueba que el Poder Judicial es parte del Gobierno Federal. En efecto, las
“Autoridades de la Nación” son el “Gobierno Federal” y “Gobierno de Provincia”.

A. CONTROL DE LAGALIDAD DE LOS ACTOS DE PODER JUDICIAL.

La actitud administrativa y el ejercicio de todas las atribuciones confiadas al Poder Ejecutivo se hallan subordinadas y sujetas a
la integridad del orden jurídico. El ejercicio del Poder Ejecutivo debe estar plenamente ajustado a las normas y a los principios
éticos-jurídicos.

Existe un instrumento que invalida los actos de la administración pública que violan la ley o resultan contrarios de alguna
manera al orden jurídico. La Constitución le confió este rol al Poder Judicial en el Art. 116 cuando le encomienda “el
conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos rígidos por la Constitución y por las leyes de la Nación… y
los Tratados”

Todos los actos del Poder Ejecutivo (y en general todos los actos administrativos) en la medida en que afecten derechos o
intereses de las personas, tienen que tener necesariamente una vía que permita lograr su revisión judicial.

Ese control que el Poder Judicial debe efectuar sobre la JURICIDAD de los actos del Poder Ejecutivo y su adecuación a las
normas y principios éticos- jurídicos, incluye la sujeción a la Constitución Nacional y a las normas de jerarquía constitucional.

B. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LOS ACTOS DEL PODER LEGISLATIVO Y PODER EJECUTIVO.

La debilidad del Poder Judicial con respecto al Poder Legislativo y Ejecutivo que tienen el manejo de los recursos públicos y las
fuerzas públicas, le es recompensada al Poder Judicial con la atribución que tienen todos los jueces de ejercer el control de
constitucionalidad de las leyes y demás actos del Estado. Esto lo podemos ver reflejado en el sistema jurídico norteamericano
y argentino.

Esta concepción, da origen al JUDICIAL REVIEW (sistema estadounidense); permite hablar de la Justicia como uno de los
poderes que integran el gobierno del Estado, le da sustento a lo que dijo la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1963
respecto de su naturaleza institucional al decir que ella misma ejerce una cuota del poder político del Estado.

El Poder Judicial no se limita a aplicar la ley, sino que antes debe verificar que esta sea compatible con la Constitución
Nacional. Por eso el juez juzga la validez de la ley, únicamente en el aspecto va referido. Si es juez pretende juzgar la ley,
estaría violando el principio de división de poderes al asumir el rol de legislador.

Una cosa es que el juez verifique que la ley sea compatible con la Constitución y otra muy distinta es que el juez no este de
acedo con la solución que ha dado el legislador porque, si cabe como una de las soluciones posibles dentro del marco es la
Constitución, el juez está obligado a aplicarla. De lo contrario, bajo el pretexto de un supuesto “activismo judicial” y un
pretendido “garantismo” lo que está haciendo en la práctica es darle a sus opiniones personales o su ideología, jerarquía
constitucional.

Es importante destacar lo que dijo la Coste Suprema en el “Caso Sojo”

“La misión de la Corte Suprema de mantener los diversos poderes, tanto nacionales como provinciales, en la esfera de sus
facultades trazadas por la Constitución Nacional, la obliga a ella misma absoluta estrictez, para no extralimitar la suya, como la
mayor garantía que puede ofrecer a los derechos individuales”.
LIMITES Y CONTROL DEL CONGRESO DE LA NACION: EL EXCESO EN EL USO DE LAS ATRIBUCIONES

El Congreso ejerce su función legislativa a partir de la deliberación y sanción de leyes que tengan en cuenta el bien común de
todos los habitantes, para lo cual pueden también modificar la legislación preexistente.

Funciones

El Poder Legislativo es ejercido en la República Argentina por el Congreso Nacional, que está compuesto por dos cámaras: la
de Diputados y la de Senadores. Si bien ambas cámaras se fundan en la representación popular (todos sus miembros son
elegidos en forma democrática en base al sufragio universal, secreto y obligatorio), los diputados representan directamente al
pueblo argentino y los senadores a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires. El equilibrio entre ambas representaciones es
la base de nuestro sistema representativo, republicano y federal.

El Congreso ejerce su función legislativa a partir de la deliberación y sanción de leyes que tengan en cuenta el bien común de
todos los habitantes, para lo cual pueden también modificar la legislación preexistente. La Constitución Nacional determina las
atribuciones del Congreso, las cuestiones sobre las cuales puede y debe legislar, así como sus limitaciones. También establece
la relación entre los distintos poderes, que es clave para fortalecer el sistema republicano. La participación del Congreso y del
Poder Ejecutivo en la formación y sanción de las leyes es un ejemplo de ello.

Además de legislar, el Congreso tiene la función de ejercer el control del Poder Ejecutivo. Entre otras atribuciones, ese control
incluye el pedido de informes, las interpelaciones, la actuación de la Auditoría General de la Nación -dependiente del
Congreso-, la posibilidad de solicitar juicio político y la aprobación de las Cuentas de Inversión. La publicidad de sus actos es
otra de las tareas clave del Congreso ya que permite a la ciudadanía evaluar el cumplimiento del mandato conferido.

Es importante también señalar que, desde la reforma constitucional de 1994, el jefe de Gabinete de Ministros tiene la
obligación de concurrir periódicamente al Congreso para informar acerca de la marcha del Gobierno. Este informe se realiza
alternadamente, un mes en cada Cámara del Congreso.

Art. 75.- Corresponde al Congreso:


1. Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así como las avaluaciones
sobre las que recaigan, serán uniformes en toda la Nación.
2. Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por
tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y
bien general del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la parte o el total de las que
tengan asignación específica, son coparticipables.
Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes de coparticipación de estas
contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos.
La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se efectuará en relación directa a las
competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria
y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el
territorio nacional.
La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de
los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias.
No habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos, aprobada por ley del
Congreso cuando correspondiere y por la provincia interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso.
Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la ejecución de lo establecido en este inciso, según lo
determine la ley, la que deberá asegurar la representación de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires en su
composición.
3. Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado, por ley especial
aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
4. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación.
5. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional.
6. Establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales.
7. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación.
8. Fijar anualmente, conforme a las pautas establecidas en el tercer párrafo del inciso 2 de este artículo, el presupuesto
general de gastos y cálculo de recursos de la administración nacional, en base al programa general de gobierno y al plan de
inversiones públicas y aprobar o desechar la cuenta de inversión.
9. Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias, cuyas rentas no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos
ordinarios.
10. Reglamentar la libre navegación de los ríos interiores, habilitar los puertos que considere convenientes, y
crear o suprimir aduanas, etc.

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