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LA BOA ROSADA DE LOS CAYOS COCHINOS

Por Pablo R. Bedrossian

La Boa imperator es una de las serpientes más famosas del mundo, tanto por su amplia
distribución, que va desde el norte de México a la Argentina, como por su impactante tamaño, que
puede superar los cuatro metros.

Sin embargo, sorprende la escasa difusión que ha tenido la boa rosada de los Cayos Cochinos
hondureños, una serpiente que no se encuentra en ningún otro lugar del planeta. Aún no se sabe
si se trata de alguna subespecie, una alteración fenotípica debido a la alimentación o si estamos
ante la eventual presencia de una nueva especie.

Tuvimos oportunidad de visitar los Cayos Cochinos en el Caribe hondureño en dos ocasiones. Son
dos pequeñas islas, el Cayo Mayor o Grande y el Cayo Menor, que vistos desde el mar parecen dos
tortugas dormidas debido a la forma de sus cerros, que están cubiertos de espesa vegetación.
Alrededor de ellos hay 13 pequeños islotes. Su superficie terrestre total es de unos 2 km², la
población total de ambos cayos es de menos de 200 habitantes y para llegar en lancha hay que
navegar unos 45’ desde la costa norte hondureña.

LA BOA ROSADA

No es difícil ver serpientes allí. Durante mi última visita -que insumió dos días enteros- observé
seis boas rosadas el primer día y dos el segundo. A simple vista se advierten dos grandes
diferencias con la Boa imperator que habita en el continente. La primera es su tonalidad,
sustancialmente más clara; es de un tono grisáceo rosado por el que recibe su nombre. La segunda
es el tamaño, mucho más pequeño. La hembra llega a medir hasta 120 cm. y el macho casi un
metro.

En 1991 Price y Russo sugirieron que las boas de menor tamaño, tanto de Cayos Cochinos como de
Islas de la Bahía, podrían ser de una especie diferente a la imperator. ¿Tenían razón? Es un tema
que aún se discute. James McCranie, autor de la obra más actualizada y completa de serpientes de
Honduras, menciona que Boback y Carpenter en 2007 demostraron que las notables diferencias de
tamaño y la forma de la cabeza entre las poblaciones de Boa imperator de los cayos de Belice y las
continentales eran una adaptación a las fuentes de alimentos disponibles. Concluye que siendo
Belice un país cercano, es probable que el mismo factor influya en las boas de Cayos Cochinos 1.
Aunque no hay evidencia, podríamos pensar que el color quizás obedezca a la misma razón.

Montgomery, Boback y colaboradores consideran a la boa rosada una Boa imperator de la


subespecie imperator, pero enana. Cuentan además que debido a su color y docilidad (son mucho
menos agresivas que las boas continentales) su brutal tráfico como mascotas las puso al borde de
la extinción. Mencionan que a principios de los ’90 Wilson y CruzDiaz, en un viaje de exploración
herpetológica de cinco días, no encontraron un solo ejemplar 2. La historia cambió con la llegada en
1
McCranie, James R., “The snakes of Honduras”, Society for the study of amphibians and reptiles, 2011, p.63
2
Montgomery, Chad E., Boback, Scott M. y otros colaboradores, “Cayos Cochinos Boa, Boa imperator
imperator”, Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES), Tel
Aviv, Twenty-eighth meeting of the Animals Committee, Tel Aviv (Israel), 30 August-3 September 2015, AC28
1994 de lo que hoy es la Fundación Cayos Cochinos y la elevación de su estatus como área
protegida en 2003 a Monumento Natural Marino del Archipiélago de Cayos Cochinos.

REPRODUCCIÓN

Las Boa imperator no ponen huevos: son vivíparas, pariendo de 10 a 64 crías cada vez,
generalmente en los meses que van de marzo a agosto. El biólogo Leonel Marineros en su libro
sobre Serpientes de Honduras, cita el testimonio de Adonis Cubas, quien trabajó en la estación
científica, que encontró entre marzo y julio boas rosadas recién nacidas refrescándose en
riachuelos de ambos cayos3. Esta coincidencia de fechas sugiere también que es una imperator.

En la actualidad hay coincidencia general en que es la boa rosada de los Cayos Cochinos forma
parte de las Boa imperator; esperamos que próximamente mediante la identificación de su
genotipo esta presunción se valide; en caso de hacerlo, se defina si es o no una subespecie.
Mientras tanto, y prescindiendo de su clasificación, seguirá siendo una belleza natural exclusiva de
los Cayos Cochinos digna de admirarse.

BONUS: Acerca de la Boa imperator

Boa reptando: https://youtu.be/zFWU2uiEaK0

En Residencial Campisa, San Pedro Sula, Honduras, localidad en la que reside, el autor de esta nota
ha visto personalmente más de veinte en estado natural, la más larga de 2.10 metros. Sin
embargo, no solo sorprenden por su longitud sino por su grosor. Su ancho cuerpo cilíndrico le
permite comprimir mortalmente incluso presas de gran tamaño gracias a la fuerza provista por sus
robustos anillos musculares. El nombre imperator precisamente se deriva de su capacidad de
matar por opresión estrangulamiento.

Boa comiendo una iguana: https://youtu.be/sQ7Ni771i0k

Es de color marrón o café claro cubierto por 17 a 29 manchas ovaladas café oscuras. Pese a que su
cabeza se destaca claramente del cuerpo y su pupila es elíptica, no es venenosa. Suele presentar
un triángulo oscuro con vértice en el ojo que se extiende hacia el ángulo de la boca. La cola es
relativamente corta.

Boa trepándose a un árbol: https://youtu.be/2Phs-Mge5NU

Inf. 7, p.1
3
Marineros, Leonel, “Guía de las serpientes de Honduras”, Edición de autor auspiciada por la Dirección
General de Biodiversidad (DiBio), Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, SERNA), Tegucigalpa,
Honduras, 2000, p.43
No ponen huevos: Son pariendo de 10 a 64 crías cada vez, generalmente en los meses que van de
marzo a agosto. Las boas recién nacidas miden cerca de medio metro y pesan unos 50 gramos 4.

Vive en territorios que van desde el nivel del mar hasta 1370 metros, en hábitats 5 boscosos muy
diferentes y manglares.

Boa primer plano sobre un árbol: https://youtu.be/N4a57sA4V1E

De hábitos nocturnos, a veces se las observa activas de día. Pueden encontrarse sobre la tierra, en
zonas cubiertas por abundante hojarasca o en ramas de árboles grandes, donde suelen esconderse
en alguno de sus huecos.

Boa escondiéndose en el hueco de un tronco cortado: https://youtu.be/baHOkani6hc

Su dieta es variada: reptiles pequeños, aves y mamíferos. Cuando se sienten amenazadas adoptar
una posición defensiva, bufando con el hocico abierto. Pueden morder causando heridas
dolorosas y sangrantes debido a sus numerosos y poderosos dientes.

4
Köhler, Gunther, “Reptiles de Centroamérica”, Herpeton, Verlag Elke Köhler, Offenbach, Alemania, 2003,
p.175
5
McCranie, James R., “The snakes of Honduras”, Society for the study of amphibians and reptiles, 2011, p.63

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