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“industrial” puede hacerlo regresar a Ja rivalidad familiar mds ais-
lade, menos centrada en las herramientas, de la época edfpica, E!”
nific desespera de sus dotes en el mundo de las herramientas y
en la anatomfa, y se considera condenado a la mediocridad 6 a la
inadecuacién. Es en ese momenta que la sociedad mds amplia
se vuelve significativa en cuanto a sus maneras de admitir’al niiio
a una comprensién ‘de los roles significativos en su’ tecnologfa y
economfa. E] desarrollo de mds de un nifio se ve desbaratado
cuando la vida familiar no ha logrado prepararlo para la vida
escolar, o cuando ésta no alcanza a cumplix las promesas de las
etapas previas.
Con respecto al periodo en que se desarrolla un sentido de Ja
industria, me he referido a obsidculos imernos y externos en el
uso de nuevas capacidades, pera no a las complicaciones que
implican nuevos impulsos humanos, ni a la rabia sumergida que re-
sulta de su frustracién. Esta etapa difiere de Jas anteriores en
tanto no e trata de una oscilacién desde un cataclismo interior
hacia tin nnava dominio. Freud la denomina la etana de latencia