Está en la página 1de 23

Amadeo I de España

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Amadeo de Saboya» redirige aquí. Para otros nobles de ese nombre,
véase Amadeo de Saboya (desambiguación).
«Amadeo I» redirige aquí. Para otros nobles con ese nombre, véase Amadeo I
(desambiguación).

Amadeo I de España

Rey de España

Reinado

2 de enero de 1871-11 de febrero de 1873


(2 años)

Predecesor Francisco Serrano


(Regente del Reino)

Sucesor Estanislao Figueras


(Presidente del Poder Ejecutivo de la República)

Información personal

Nombre Amedeo Ferdinando Maria di Savoia (Amadeo


secular Fernando María de Saboya)

Otros títulos Duque de Aosta

Proclamación 16 de noviembre de 1870

Abdicación 11 de febrero de 18731


Nacimiento 30 de mayo de 1845
Turín, Reino de Piamonte-Cerdeña

Fallecimiento 18 de enero de 1890
(44 años)
Turín, Italia

Sepultura Basílica de Superga

Religión Católico

Familia

Casa real Saboya

Padre Víctor Manuel II de Italia

Madre María Adelaida de Habsburgo-Lorena

Consorte María Victoria dal Pozzo (matr. 1867; viu. 1876)


María Leticia Bonaparte (matr. 1888; fall. 1890)

Regente Francisco Serrano y Domínguez (1870-1871)nota 1

Hijos  Príncipe Manuel Filiberto, duque de


Aosta
 Príncipe Víctor Manuel, conde de
Turín
 Príncipe Luis Amadeo, duque de los
Abruzos
 Príncipe Humberto, conde de Salemi

Firma

Escudo de Amadeo I de España


[editar datos en Wikidata]

Amadeo I de España, llamado «el Rey Caballero» o «el Electo» (Turín, 30 de


mayo de 1845-Turín, 18 de enero de 1890),2 fue rey de España desde el 2 de
enero de 1871 hasta el 11 de febrero de 1873. Fue, además, el primer duque
de Aosta y cabeza de la rama Saboya-Aosta.
Fue elegido rey de España por las Cortes Generales en 1870 tras el
destronamiento de Isabel II en 1868. Su reinado en España, de poco más de
dos años de duración, estuvo marcado por la inestabilidad política. Los seis
gabinetes que se sucedieron durante este período no fueron capaces de
solucionar la crisis, agravada por el conflicto independentista en Cuba, que
había comenzado en 1868, y una nueva guerra carlista, iniciada en 1872. Su
abdicación y su regreso a Italia en 1873 condujeron a la declaración de
la Primera República Española.

Índice

 1Biografía
o 1.1Juventud
o 1.2Primer matrimonio
o 1.3Candidato al trono de España
o 1.4Rey de España (1871-1873)
 1.4.1Intento de asesinato
(1872)
 1.4.2Últimos meses de
reinado
o 1.5Regreso a Italia
o 1.6Muerte y legado
 2Descendencia
 3Valoración
 4En la ficción
 5Distinciones honoríficas
o 5.1Militar
o 5.2Órdenes
 6Ancestros
o 6.1Ascendencia patrilineal
 7Véase también
 8Notas y referencias
o 8.1Notas
o 8.2Referencias
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

Biografía[editar]
Juventud[editar]
Amadeo de Saboya, primer duque de Aosta, en su juventud, hacia 1860-65

Amadeo era el tercer hijo de Víctor Manuel II de Saboya, último rey


de Cerdeña (1849-1861) y primer rey de Italia (1861-1878), y de la
archiduquesa María Adelaida de Habsburgo-Lorena (bisnieta de Carlos III de
España, por ende tatarabuelo de Amadeo). Su hermano Humberto llegaría a
ser el rey Humberto I de Italia. En su nacimiento obtuvo el título de duque de
Aosta con el que inauguró una dinastía que continúa hasta nuestros días.
Ingresó en el ejército con el grado de capitán en 1859 y participó en la Tercera
Guerra de la Independencia Italiana (1866) como general de división, liderando
una brigada hasta Monte Croce en la batalla de Custoza, donde fue herido y
por la que obtuvo la medalla de oro al valor militar. 3
Primer matrimonio[editar]
Amadeo de Saboya y su esposa, María Victoria dal Pozzo della Cisterna, entre 1868 y 1870.

En 1867 Víctor Manuel II de Saboya cedió a las súplicas del diputado


Francesco Cassins y, el 30 de mayo del mismo año, Amadeo se casó en Turín
con la noble piamontesa María Victoria dal Pozzo della Cisterna, VI princesa de
La Cisterna y de Belriguardo. El rey inicialmente se había mostrado en contra
de esta unión, ya que, a pesar de ser de rango principesco, la familia era
todavía demasiado baja para aspirar a estar relacionada con los Saboya.
Además, para su tercer hijo Víctor Manuel II había planeado un matrimonio con
alguna princesa extranjera, quizás alemana, con el fin de estrechar los lazos
políticos y diplomáticos con otros estados, pero al final decidió cumplir con lo
que era el deseo de Amadeo de casarse con la mujer a la que amaba. El día de
la boda del príncipe Amadeo y doña María Victoria se vio empañado por la
muerte de un jefe de estación que fue aplastado bajo las ruedas del tren de la
luna de miel.4
Además del valor emocional, lo que finalmente convenció a Víctor Manuel II fue
el rico patrimonio que la joven princesa trajo como dote y algunos de sus lazos
familiares que, en pequeña medida, podrían beneficiar a la recién unida Italia:
la madre de María Victoria, Luisa de Mérode-Westerloo, era la hermana menor
de Antonieta de Mérode-Westerloo, esposa del príncipe Carlos III de Mónaco.
Lo que Víctor Manuel II no pudo prever, o tal vez intentó ocultar, fue sin
embargo que su hijo Amadeo era un amante incurable, hasta el punto de que
en marzo de 1870 la duquesa de Aosta apeló por escrito al rey para exponer
sus quejas sobre las infidelidades matrimoniales de su esposo, que le causaron
dolor y vergüenza en los círculos de sociedad. El rey, en respuesta, le escribió
que, aunque comprendía sus sentimientos, no estaba en condiciones de juzgar
el comportamiento de su marido y que sus celos eran indignos de una duquesa
de la Casa de Saboya.5
Candidato al trono de España[editar]
En 1868 Víctor Manuel II comenzó a preocuparse activamente por garantizar el
trono vacante en la sucesión española, que terminó en 1870 para un miembro
de la Casa de Saboya .
Fernando VII de Borbón había muerto en 1833 sin herederos varones y,
anticipándose a ello, había abolido la Ley sálica en 1830 a favor de su hija
recién nacida Isabel II. La sucesión fue impugnada por Carlos de Borbón,
hermano del difunto monarca, y por los carlistas conservadores, partidarios de
la sucesión según la ley sálica tradicional.
La Revolución de 1868 depuso a Isabel y se dio lugar a un gobierno provisional
presidido por Francisco Serrano, y del que estaban también formando parte los
otros generales sublevados. El nuevo gobierno convocó Cortes Constituyentes,
que con una amplia mayoría monárquica, proclamaron la Constitución de 1869,
que establecía como forma de gobierno una monarquía constitucional. Una
dificultad inherente al cambio de régimen fue encontrar un rey que aceptase el
cargo, ya que España en esos tiempos era un país que había sido llevado al
empobrecimiento y a un estado convulso, y se buscaba un candidato que
encajara en la forma constitucional de monarquía. 6
Finalmente encontraron a su monarca en la persona del duque de Aosta,
Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, que lo reunía todo para el cargo:
procedente de una antigua dinastía (vinculada con la española), progresista y
bautizado católico aunque, según algunas fuentes, masón,7 alcanzando el
grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.7 Respecto a esto, el escritor
republicano Miguel Morayta y Sagrario (1834-1917) advertía de la falsedad del
documento recibido en nombre de la masonería italiana, por las logias de
Madrid, en que se indicaba la condición de masón de Amadeo de Saboya.
Morayta aseguraba tratarse de una falsificación elaborada en el mismo Madrid
por algún miembro del Gran Oriente de España, coincidiendo con la campaña
amadeísta.8 Por otra parte, las últimas investigaciones llevadas a cabo por
Alvarado Planas y reunidas en su publicación Masones en la nobleza de
España (2016) señalan que, pese a lo sostenido, Amadeo no fue masón. 9
En 1869 Víctor Manuel II nombró entonces a un nuevo embajador en la
persona de su leal general y senador Enrico Cialdini, el cual conocía bien
España. En la práctica actuó como representante personal del rey, que se
había adjudicado todo el expediente de las relaciones con España.
Rey de España (1871-1873)[editar]
Artículo principal: Reinado de Amadeo I

Embarque del rey Amadeo en el puerto de La Spezia, Italia en 1870, obra de Luis Álvarez Catalá. En
la carpa que aparece a la derecha, pueden observarse tanto las banderas como los escudos de los
reinos de España e Italia.

Fue Amadeo el primer rey de España elegido en un Parlamento, lo que para los
monárquicos de siempre suponía una grave afrenta. El 16 de noviembre de
1870 votaron los diputados: 191 a favor de Amadeo de Saboya, 60 por
la República federal, 27 por el duque de Montpensier, 8 por el
general Espartero, 2 por la República unitaria, 2 por Alfonso de Borbón, 1 por
una República indefinida y 1 por la duquesa de Montpensier, la infanta María
Luisa Fernanda, hermana de Isabel II; hubo 19 papeletas en blanco. De este
modo el presidente de las Cortes, Manuel Ruiz Zorrilla, declaró: «Queda
elegido rey de los españoles el señor duque de Aosta».
Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por
razones inherentes a sus intereses; pero también de la aristocracia borbónica,
que lo veía como un extranjero advenedizo, de la Iglesia, por apoyar las
desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado
los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su escaso don de gentes y
dificultad para aprender el idioma español.
Inmediatamente, una comisión parlamentaria se dirigió a Florencia para dar
parte al duque; el 4 de diciembre acepta oficialmente esta elección,
embarcando poco después rumbo a España desde el puerto de La Spezia.
Mientras Amadeo I viajaba a Madrid para tomar posesión de su cargo, el
general Juan Prim, su principal valedor, murió el 30 de diciembre por las
heridas sufridas en un atentado tres días antes en la calle del Turco en Madrid.

Amadeo I frente al féretro del general Prim (1871)

Amadeo desembarcó en Cartagena el 30 de diciembre, para llegar a Madrid el


2 de enero de 1871. Allí se dirigió a la basílica de Nuestra Señora de
Atocha para rezar ante el cadáver de Prim. Tras este amargo trago se trasladó
a las Cortes, donde realizó el preceptivo juramento: «Acepto la Constitución y
juro guardar y hacer guardar las Leyes del Reino», terminando el acto con la
solemne declaración por parte del presidente de las Cortes: «Las Cortes han
presenciado y oído la aceptación y juramento que el Rey acaba de prestar a la
Constitución de la Nación española y a las leyes. Queda proclamado Rey de
España don Amadeo I».
La llegada de Amadeo al poder lo único que consiguió fue unir a toda la
oposición, desde republicanos a carlistas. Como ejemplo de ello baste
reproducir unas líneas del discurso ante las primeras Cortes de la nueva
monarquía del líder republicano Emilio Castelar:
Visto el estado de la opinión, Vuestra Majestad debe irse, como seguramente se hubiera ido
Leopoldo de Bélgica (sic, por Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen), no sea que tenga un fin
parecido al de Maximiliano I de México...

Amadeo tuvo grandes dificultades debido a la inestabilidad política española.


La coalición de gobierno que había levantado Juan Prim se había fraccionado
tras su muerte. La Unión Liberal, salvo Francisco Serrano y un pequeño sector,
abrazó la aún expectante causa borbónica. Los progresistas se habían
escindido en radicales, dirigidos por Ruiz Zorrilla, y constitucionalistas,
encabezados por Sagasta.10 Hubo seis gobiernos en los poco más de dos años
que duró su reinado, creciendo cada vez más la abstención.

Sello de correos de Cuba. 1873


 

Moneda de 5 pesetas
Intento de asesinato (1872)[editar]
Eran las once y media de la noche del 18 de julio cuando Amadeo I y María
Victoria dal Pozzo se disponían a regresar al Palacio Real después de una de
sus frecuentes salidas por las calles del Madrid decimonónico. 11 En esta
ocasión regresaban de dar un paseo por los Jardines del Buen Retiro junto con
el brigadier Burgos, que los acompañaba en el mismo carruaje. Ese mismo día
los reyes ya fueron advertidos de la noticia que indicaba que se iban a cometer
atentados contra ellos en las calles de Madrid, pero el rey, haciendo oídos
sordos a las indicaciones, dijo:12
Si tuviese que hacer caso a todas las amenazas, no podría salir y ya me habrían matado al menos
una docena de veces. No quiero que el pueblo diga que el rey se encierra en su palacio porque tiene
miedo.

El inspector Joaquín Martí, que estaba al caso de las noticias sobre el


atentado, fue el encargado de organizar las medidas a llevar a cabo para evitar
el ataque. Es así como dispuso a agentes del cuerpo de orden público vestidos
de paisano en todo el trayecto que iba desde el Palacio Real hasta los Jardines
del Buen Retiro, además de una taberna ubicada en la Plaza Mayor. Fue de
esa misma taberna desde donde se vio salir a un grupo formado por una
veintena de hombres, que al llegar a la calle del Arenal se disolvieron en
grupos de tres y cuatro personas, repartiéndose entre la plaza de Oriente, la
escalinata de la plaza Prim, el café de Levante, la iglesia de San Ginés y el
cruce entre la calle Arenal y la Puerta del Sol.13
Intento de asesinato el 18 de julio de 1872 en Madrid

Una vez el carruaje descubierto cruzó la Puerta del Sol, alrededor de las doce
de la noche, enfiló cuesta abajo la célebre calle Arenal. Fue cerca de la
actual plaza de Ópera donde varios hombres hicieron fuego tres veces contra
el matrimonio con trabucos y revólveres. El brigadier Burgos cubrió a la reina
con su cuerpo, mientras que la respuesta de Amadeo I fue la de ponerse en pie
mientras el cochero salía a galope hacia el Palacio Real.
De los cuatro atacantes que pudieron retener, uno de ellos murió a causa de
tres disparos perpetrados por los agentes de orden público que se encontraban
en las inmediaciones de la calle Arenal. Tenía alrededor de cincuenta años,
vestía pobremente y nunca lo pudo llegar a identificar. 14 Uno de los caballos
que tiraba del carruaje de los consortes también murió al llegar al Palacio Real
después de haber recibido tres impactos.
Una vez llegaron al Palacio Real y estuvieron a salvo, Amadeo I quiso salir
nuevamente al lugar del ataque, pero los ruegos de las personas que se
encontraban a su alrededor en ese momento evitaron la idea. 15 Esa misma
noche, a la una y media de la madrugada, el rey envió un telegrama a su
padre, Víctor Manuel II de Italia, en el que le decía:
Comunico a Vuestra Majestad que esta noche hemos sido objeto de un atentado. Gracias a Dios
estamos a salvo.

Al día siguiente el rey se dirigió de nuevo a la calle del Arenal para inspeccionar
el lugar. Ahí se le recibió por vítores y aplausos de entre los que se
encontraban en el lugar. Todos los partidos, fueran de la ideología que fueran,
al igual que los periódicos, condenaron el atentado. El periódico El Combate,
de ideología republicana y federal, se pronunció:
Condenamos enérgicamente el asesinato, y declaramos con lealtad que, si la República no tuviera
en España otro camino para ser poder que el camino del asesinato, renunciaríamos completamente
a él, porque el crimen siempre será crimen anatematizado por las conciencias verdaderamente
revolucionarias.

El atentado hizo que el rey ganara popularidad por momentos, aunque fuese
pasajera.
Últimos meses de reinado[editar]
Retrato del rey Amadeo I de España, por Carlos Luis de Ribera y Fieve (Banco de España).

Tras el intento de asesinato contra su persona, Amadeo I declaraba su


angustia ante las complicaciones de la política española «Ah, per Bacco, io non
capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi — No entiendo nada, esto es una
jaula de locos». La situación no parecía mejorar, debido al estallido de
la Tercera Guerra Carlista y del recrudecimiento de la Guerra de los Diez
Años en Cuba. Además, al empezar 1873, la coalición gubernamental, presa
de fuertes fricciones entre los partidos que la conformaban, se separó
definitivamente, presentándose por separado a las elecciones. 16
La guinda la puso[aclaración requerida] un conflicto entre Ruiz Zorrilla y el Cuerpo de
Artilleros. El presidente había manifestado su decisión firme de disolver dicho
organismo militar, bajo amenaza de dimitir, y el Ejército propuso a Amadeo I
que prescindiera de las Cortes y gobernara de manera autoritaria. 17
La tradición madrileña asegura que al mediodía del 11 de febrero de 1873 le
comunicaron al rey Amadeo I su «despido» mientras esperaba su comida en el
restaurante del café de Fornos; de inmediato, anuló el pedido, pidió
una grappa, recogió a su familia, renunció al trono18 y, sin esperar la
autorización de los diputados (según exigía el artículo 74.7 de la Constitución
de 1869), se refugió en la embajada italiana.
Amadeo escribió su mensaje de renuncia, que leyó su esposa. No lo dirigió al
presidente del Consejo de Ministros, sino a la representación de la Nación.
Decía así:
Al Congreso:
Grande fue la honra que merecí a la Nación española eligiéndome para ocupar su Trono; honra
tanto más por mí apreciada, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que
lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo,
por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro; decidido a inspirarme
únicamente en el bien del país, y a colocarme por cima de todos los partidos; resuelto a cumplir
religiosamente el juramento por mí prometido a las Cortes Constituyentes, y pronto a hacer todo
linaje de sacrificios que dar a este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la
grandeza a que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hijos le dan derecho, creía que la
corta experiencia de mi vida en el arte de mandar sería suplida por la lealtad de mi carácter y que
hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se ocultaban a mi
vista en las simpatías de todos los españoles, amantes de su patria, deseosos ya de poner término
a las sangrientas y estériles luchas que hace tanto tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me
engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en
constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente
anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan
valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la
pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el
dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre
el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas
manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible
todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he
hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla. Nadie achacará a flaqueza de
ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la
llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida
de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo, el vivo deseo de que en
su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que
serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Éstas son, señores diputados, las
razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me
ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores. Estad seguros
de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a esta España tan noble como
desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien
que mi leal corazón para ella apetecía. Amadeo.
Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873.
BOLAÑOS MEJÍAS, Carmen: El reinado de Amadeo de Saboya y la monarquía constitucional.
Madrid, UNED, 1999, pp. 238-239.

Ese mismo día, Congreso y Senado se reunieron en sesión conjunta a


deliberar (contraviniendo el artículo 47 de la Constitución). Emilio Castelar
redactó la respuesta de la Asamblea Nacional al mensaje de renuncia de la
Corona.
Señor:
Las Cortes soberanas de la Nación española han oído con religioso respeto el elocuente mensaje de
V.M., en cuyas caballerosas palabras de rectitud, de honradez, de lealtad, han visto un nuevo
testimonio de las altas prendas de inteligencia y de carácter que enaltecen a V.M. y del amor
acendrado a ésta su segunda Patria, la cual, generosa y valiente, enamorada de su dignidad hasta
la superstición y de su independencia hasta el heroísmo, no puede olvidar, no, que V.M. ha sido jefe
del Estado, personificación de su soberanía, autoridad primera dentro de sus leyes, y no puede
desconocer que honrando y enalteciendo a V.M. se honra y se enaltece a sí misma. Señor, las
Cortes han sido fieles al mandato que traían de sus electores y guardadoras de la legalidad que
hallaron establecida por la voluntad de la Nación por la Asamblea Constituyente. En todos sus actos,
en todas sus decisiones, las Cortes se contuvieron dentro del límite de sus prerrogativas, y
respetaron la autoridad de V.M. y los derechos que por nuestro pacto constitucional a V.M.
competían. Proclamando esto muy alto y muy claro, para que nunca recaiga sobre su nombre la
responsabilidad de este conflicto que aceptamos con dolor, pero que resolveremos con energía, las
Cortes declaran unánimemente que V.M. ha sido fiel, fidelísimo guardador de los respetos debidos a
las Cámaras; fiel, fidelísimo guardador de los juramentos prestados en el instante en que aceptó
V.M. de las manos del pueblo la Corona de España. Mérito glorioso, gloriosísimo en esta época de
ambiciones y de dictaduras, en que los golpes de Estado y las prerrogativas de la autoridad absoluta
atraen a los más humildes no ceder a sus tentaciones desde las inaccesibles alturas del Trono, a
que sólo llegan algunos pocos privilegiados de la tierra. Bien puede V.M. decir en el silencio de su
retiro, en el seno de su hermosa Patria, en el hogar de su familia, que, si algún humano fuera capaz
de atajar el curso incontrastable de los acontecimientos, S.M., con su educación constitucional, con
su respeto al derecho constituido, los hubiera completa y absolutamente atajado. Las Cortes,
penetradas de tal verdad, hubieran hecho, a estar en sus manos, los mayores sacrificios para
conseguir que V.M. desistiera de su resolución y retirase su renuncia. Pero el conocimiento que
tienen del inquebrantable carácter de V.M.; la justicia que hacen a la madurez de sus ideas y a la
perseverancia de sus propósitos, impiden a las Cortes rogar a V.M. que vuelva sobre su acuerdo, y
las deciden a notificarle que han asumido en sí el Poder supremo y la soberanía de la Nación para
proveer, en circunstancias tan críticas y con la rapidez que aconseja lo grave del peligro y lo
supremo de la situación, a salvar la democracia, que es la base de nuestra política, la libertad, que
es el alma de nuestro derecho, la Nación, que es nuestra inmortal y cariñosa madre, por la cual
estamos todos decididos a sacrificar sin esfuerzo no sólo nuestras individuales ideas, sino también
nuestro nombre y nuestra existencia. En circunstancias más difíciles se hallaron nuestros padres a
principios de siglo y supieron vencerlas inspirándose en estas líneas y en estos sentimientos.
Abandonados por sus Reyes, invadido el suelo patrio por extrañas huestes, amenazado de aquel
genio ilustre que parecía tener en sí el secreto de la destrucción y la guerra, confinadas las Cortes
en una isla donde parecía que se acababa la Nación, no solamente salvaron la Patria y escribieron
la epopeya de la independencia, sino que crearon sobre las ruinas dispersas de las sociedades
antiguas la nueva sociedad. Estas Cortes saben que la Nación española no ha degenerado, y
esperan no degenerar tampoco ellas mismas en las austeras virtudes patrias que distinguieron a los
fundadores de la libertad española. Cuando los peligros estén conjurados; cuando los obstáculos
estén vencidos; cuando salgamos de las dificultades que trae consigo toda época de transición y de
crisis, el pueblo español, que mientras permanezca V.M. en su noble suelo ha de darle todas las
muestras de respeto, de lealtad, de consideración, porque V.M. se lo merece, porque se lo merece
su virtuosísima esposa, porque se lo merecen sus inocentes hijos, no podrá ofrecer a V.M. una
Corona en lo porvenir; pero le ofrecerá otra dignidad, la dignidad de ciudadano en el seno de un
pueblo independiente y libre.
Palacio de las Cortes, 11 de febrero de 1873.
FERNÁNDEZ-RÚA, José Luis: 1873. La primera república. Madrid, Tebas, 1975, pp. 231-233.

A pesar de los intentos de Ruiz Zorrilla por pedir tiempo para convencer al


monarca de que regresara, una alianza entre republicanos y parte de los
radicales (mayoría) dio por válida la renuncia al trono. Esa misma tarde del 11
de febrero se proclamó la Primera República Española.17
Durante su breve reinado apenas tuvo amigos o confidentes: su compatriota y
secretario personal, el marqués Giuseppe Dragonetti-Gorgoni, o su
ayudante, Emilio Díaz Moreu.3

Amadeo de Saboya retratado por Luigi Montabone.

Regreso a Italia[editar]
Totalmente disgustado, después de abdicar Amadeo se trasladó
a Lisboa acompañado del jefe del gobierno y su último apoyo, Manuel Ruiz
Zorrilla, y de allí regresó a Turín, su ciudad natal, donde fijó su residencia en el
Palazzo Cisterna junto con su esposa y sus tres hijos.3 Allí retomó el título de
duque de Aosta, sin ocupar ningún cargo político.
En 1876 su esposa María Victoria caería enferma de tuberculosis, enfermedad
que le causó la muerte el 8 de noviembre de 1876. En los años siguientes el
duque ocupó cargos de representación bajo el reinado de su hermano, quien
se convirtió en 1878 en rey de Italia con el nombre de Humberto I .
Tras doce años de viudez, el 11 de septiembre de 1888 contrajo matrimonio
en Turín con la princesa francesa María Leticia Bonaparte (París, 20 de
noviembre de 1866-Moncalieri, 25 de octubre de 1926), su sobrina e hija de su
hermana María Clotilde de Saboya, con quien tuvo un hijo único.
Muerte y legado[editar]
Dos años después de contraer su segundo matrimonio, a la edad de 44 años,
Amadeo I murió de neumonía el 18 de enero de 1890. Su cuerpo descansa en
la cripta real de la basílica de Superga, en las colinas a las afueras de Turín. Su
amigo Puccini compuso en su memoria la famosa elegía para el cuarteto de
cuerdas Crisantemi.19
Amadeo dio su nombre al lago Amadeus en el centro de Australia. Entre las
escuelas que llevan su nombre, desde el año de su muerte, y aún en
funcionamiento, la escuela secundaria clásica estatal Amedeo di
Savoia en Tívoli es digna de mención. La ciudad de Turín le dedicó una calle
céntrica y un hospital especializado en enfermedades infecciosas.
Uno de los nietos de Amadeo, Aimón, reinaría brevemente en Croacia entre
1941 y 1943 como Tomislav II.

Amadeo con sus hijos (1880), de Giacomo Di Chirico.

Descendencia[editar]
Del primer matrimonio con la princesa María Victoria dal Pozzo della
Cisterna nacieron tres hijos:2

 Manuel Filiberto de Saboya-Aosta, II duque


de Aosta (Génova, 13 de enero de 1869-
Turín, 4 de julio de 1931)
 Víctor Manuel de Saboya-Aosta, I conde de
Turín (Turín, 24 de noviembre de 1870-
Bruselas, 19 de octubre de 1946)
 Luis Amadeo de Saboya-Aosta, I duque de
los Abruzos (Madrid, 29 de enero de 1873-
Jowhar, Somalia italiana, 18 de marzo de
1933)
Del segundo matrimonio con la princesa María Leticia Bonaparte nació un niño:

 Humberto de Saboya-Aosta, I conde de


Salemi (Turín, 22 de junio de 1889-
Crespano del Grappa, 19 de octubre de
1918).

Valoración[editar]
El conde de Romanones a principios del siglo XX lo retrató así:3
De frente espaciosa y algo prominente, encuadrada por rizada cabellera; los ojos negros, de mirar
inexpresivo; gruesos labios, recia y blanca la dentadura, la barba cerrada, disimulando
el prognatismo de los Habsburgo... En lo moral, no ofrecía rasgo alguno sobresaliente, salvo su
valor personal bien probado, exento de ambición, ferviente católico, habiendo heredado de su padre
una inclinación apasionada por las hijas de Eva.
20

El escritor Eslava Galán en su Historia de España contada para escépticos de


1995 describe así la figura de Amadeo:
Presencia tenía Amadeo, y embutido en su uniforme, con los bordados y las charreteras, parecía un
figurín, pero aparte de la presencia era hombre de escasas luces y, lo peor de todo, peligrosamente
gafe.

Lo que no se puede objetar es que no estuviera por agradar. En un paseo en carroza por Madrid, el
secretario y cicerone que lo acompañaba le indicó que pasaban cerca de la casa de Cervantes y él
respondió sin inmutarse: “Aunque no haya venido a verme, iré pronto a saludarlo”. Para que se vea
la maldad de la gente, basándose en este dato, algunos detractores propalan que era hombre de
pocas letras. Cabría replicar que casi todos los reyes de España lo han sido y ello no les ha
impedido reinar, pero además, en el caso de Amadeo, es falso, puesto que era muy aficionado a las
novelas pornográficas francesas.
Corto espacio dedicado a la tragedia de un hombre que fue llamado para ser rey de un país en el
que ninguno de sus súbditos quiso concederle la menor oportunidad.
Eslava Galán (1995, p. 337)

En la ficción[editar]
 En 2014 el director Luis Miñarro estrenó su
largometraje titulado Stella cadente (Estrella
fugaz), basada en la vida de los reyes
Amadeo y María Victoria de España. El
papel de Amadeo fue interpretado por el
actor Àlex Brendemühl.2122

Distinciones honoríficas[editar]
Militar[editar]
 Medalla de Oro al Valor Militar (Italia)
 Medalla conmemorativa de la Unificación
Italiana (Italia)
 Medalla Conmemorativa de la Campaña de
la Guerra de la Independencia (Italia)
Órdenes[editar]
 Gran maestre de la Insigne Orden del
Toisón de Oro "de facto" (España, 1870)
 Gran maestre de la Real y Distinguida
Orden de Carlos III (España, 1870)
 Gran maestre de la Real Orden de Isabel la
Católica (España, 1870)
 Gran maestre de la Orden del Mérito
Militar (España, 1870)
 Gran maestre de la Real y Militar Orden de
San Fernando (España, 1870)
 Gran maestre de la Orden de San
Hermenegildo (España, 1870)
 Maestre de la Orden de Montesa (España,
1870)
 Maestre de la Orden de Alcántara (España,
1870)
 Maestre de la Orden de Calatrava (España,
1870)
 Maestre de la Orden de Santiago (España,
1870)
 Caballero de la Suprema Orden de la
Santísima Anunciación (Italia, 1862)
 Caballero Gran Cruz de la Orden de los
Santos Mauricio y Lázaro (Italia, 1862)
 Caballero de la Orden del
Elefante (Dinamarca, 1863)
 Caballero de la Nobilísima Orden de la
Jarretera (Reino Unido)
 Caballero de la Orden del Águila
Negra (Prusia)
 Caballero de la Orden de San
Huberto (Baviera)
Ancestros[editar]
[mostrar]Ancestros
de Amadeo I de
España

Ascendencia patrilineal[editar]
1. Humberto I, I conde de Saboya (hacia
980-1047)
2. Otón I, III conde de Saboya (1023-1057)
3. Amadeo II, V conde de Saboya (1046-
1080)
4. Humberto II, VI conde de Saboya (1065-
1103)
5. Amadeo III, VII conde de Saboya (1087-
1148)
6. Humberto III, VIII conde de Saboya
(1136-1189)
7. Tomás I, IX conde de Saboya (1177-
1233)
8. Tomás II, XI conde de Saboya (1199-
1259)
9. Amadeo V, XV conde de Saboya (1249-
1323)
10. Aimón, XVII conde de Saboya (1291-
1343)
11. Amadeo VI, XVIII conde de Saboya
(1334-1383)
12. Amadeo VII, XIX conde de Saboya
(1360-1391)
13. Amadeo VIII (antipapa Félix V), XX
conde de Saboya, I duque de Saboya,
príncipe de Piamonte (1383-1451)
14. Luis, II duque de Saboya, príncipe de
Piamonte (1413-1465)
15. Felipe II, VII duque de Saboya, príncipe
de Piamonte (1443-1497)
16. Carlos II, IX duque de Saboya, príncipe
de Piamonte (1486-1553)
17. Manuel Filiberto I, X duque de Saboya,
príncipe de Piamonte (1528-1580)
18. Carlos Manuel I, XI duque de Saboya,
príncipe de Piamonte (1562-1630)
19. Tomás Francisco, I príncipe de
Carignano (1596-1656)
20. Manuel Filiberto II, II príncipe de
Carignano (1628-1709)
21. Víctor Amadeo I, III príncipe de
Carignano (1690-1741)
22. Luis Víctor, IV príncipe de Carignano
(1721-1778)
23. Víctor Amadeo II, V príncipe de
Carignano (1743-1780)
24. Carlos Manuel, VI príncipe de Carignano
(1770-1800)
25. Carlos Alberto, VII príncipe de
Carignano y rey de Cerdeña (1798-
1849)
26. Víctor Manuel II, rey de Cerdeña y rey
de Italia (1820-1878)
27. Amadeo I, rey de España y I duque de
Aosta (1845-1890)

Véase también[editar]
 Tabla cronológica de reinos de España

Notas y referencias[editar]
Notas[editar]
1. ↑ Hasta su proclamación en las Cortes.

Referencias[editar]
1. ↑ «Asamblea Nacional.- Mensaje a las Cortes de S.
M. el Rey D. Amadeo I de Saboya renunciando la
Corona». Gaceta de Madrid (43): 495. 12 de
febrero de 1873.
2. ↑ Saltar a:a b Campo, Carlos Robles do
(2009). «Los Infantes de España tras la derogación
de la Ley Sálica (1830)». Anales de la  Real
Academia Matritense de Heráldica y
Genealogía (12): 329-384. ISSN 1133-1240.
Consultado el 19 de agosto de 2019.
3. ↑ Saltar a:a b c d Bahamonde Magro, Ángel
(1996). España busca rey. Historia 16. Historia
Viva. p. 74. ISBN 9788476793169.
4. ↑ Williams, Roger L. (1957). Gaslight and Shadow:
The World of Napoleon III, 1851-1870. Nueva York:
Macmillan. p. 156-57.
5. ↑ Pollock, Sabrina (Agosto 2006). «Reina olvidada
de España». European Royal History Journal 9.4
(LII): págs. 25-26.
6. ↑ Escudero, José Antonio (2012). Curso de Historia
de Derecho. Madrid: Edisofer. p. 828. ISBN 978-84-
615-9787-1.
7. ↑ Saltar a:a b Archivo Histórico Nacional de
Salamanca (A.H.N.S.) (1872). Carta de la Logia
Nueva Sparta al hermano (masón) Amadeo de
Saboya, Grado 33.º. Salamanca (A.H.N.S.).
8. ↑ Eduardo Higueras, Castañeda (2014). «Manuel
Ruiz Zorrilla (1833-1895). Liberalismo radical,
democracia y cultura revolucionaria en la España
del s. XIX.». Tesis doctoral, Universidad de
Castilla-la Mancha, p. 322.
9. ↑ Alvarado Planas, Javier (2016). Masones en la
nobleza de España. Una hermandad de iluminados.
España: La Esfera de los Libros. p. 224. ISBN 978-84-
9060-575-2.
10. ↑ Merino Merchant, 1988.
11. ↑ Pi y Margall, Francisco; Pi y Arsuaga, Francisco
(1902). Historia de España en el siglo XIX. Tomo V.
España: Centro Editorial Artístico. p. 35.
12. ↑ Pérez Galdós, Benito (1910). Episodios
Nacionales. Serie Final. Amadeo I. Madrid: Perlado,
Páez y Compañía.
13. ↑ «Un nuevo crímen». La Esperanza (Madrid). 19
de julio de 1872. p. 2.
14. ↑ «Anoche se intentó asesinar a los reyes D.
Amadeo y doña María Victoria». La
Correspondencia de España (Madrid). 19 de julio
de 1872. p. 1-2.
15. ↑ «Atentado contra Don Amadeo». El Pensamiento
Español (Madrid). 19 de julio de 1872. p. 2.
16. ↑ Merino Merchant, José Fernando
(1988). Regímenes históricos españoles. España:
Tecnos. ISBN 9788430916108.
17. ↑ Saltar a:a b Palacio Atard, Vicente (1978). La
España del siglo XIX. 1808–1898. España: Espasa-
Calpe. ISBN 9788423949595.
18. ↑ Almodóvar Martín, Miguel Ángel (2009). Yantares
de cuando la electricidad acabó con las mulas.
España. ISBN 84-9763-840-9.
19. ↑ «The Cambridge Companion to the String
Quartet».
20. ↑ Arte Historia
21. ↑ Fotogramas
22. ↑ El Cultural

Bibliografía[editar]
 Almodóvar Martín, Miguel Ángel
(2009). Yantares de cuando la electricidad
acabó con las mulas. Madrid. ISBN 84-9763-
840-9.
 Alvarado Planas, Javier (2016). Masones en
la nobleza de España. Una hermandad de
iluminados. España: La Esfera de los
Libros. ISBN 84-9763-840-9.
 Bolaños Mejías, Carmen (1999). El reinado
de Amadeo de Saboya y la monarquía
constitucional. Madrid: UNED.
p. 341. ISBN 84-362-3878-8.
 Bahamonde Magro, Ángel (1996). España
en democracia. El Sexenio, 1868-1874.
Madrid: Historia 16-Temas de Hoy. ISBN 84-
7679-316-2.
 Escudero, José Antonio (2012). Curso de
Historia de Derecho. España:
Edisofer. ISBN 9788461597871.
 Eslava Galán, Juan (1995). La historia de
España contada para escépticos.
Barcelona: Editorial Planeta.
 Merino Merchant, José Fernando
(1988). Regímenes históricos españoles.
Tecnos. ISBN 9788430916108.
 Palacio Atard, Vicente (1978). La España
del siglo XIX. 1808–1898. Espasa-
Calpe. ISBN 9788423949595.
 Pérez Galdós, Benito (1910). Episodios
Nacionales. Serie Final. Amadeo I. Madrid:
Perlado, Páez y Compañía
 Pi y Margall, Francisco; Pi y Arsuaga,
Francisco (1902). Historia de España en el
siglo XIX. Tomo V. España: Centro Editorial
Artístico
 Sagrera, Ana de (1959). Amadeo y María
Victoria, reyes de España. 1870-1873.
Palma de Mallorca: Imprenta Mossèn
Alcover. p. 429.
 Williams, Roger L. (1957). Gaslight and
Shadow: The World of Napoleon III, 1851-
1870. Nueva York: Macmillan

Enlaces externos[editar]
 Diccionario Biográfico. Real Academia de la
Historia Amadeo I de Saboya
  Wikimedia Commons alberga una
categoría multimedia sobre Amadeo I de
España.
 Biografía de Amadeo I ofrecida por la
Biblioteca Virtual Miguel Cervantes
 Amadeo de Saboya, el rey imposible
 Amadeo de Saboya, rey: veni, vidi, fugi

Predecesor: Sucesor:
Francisco Serrano y Rey de España Estanislao Figueras y
Domínguez 1870-1873 Moragas
Presidente del Poder Ejecutivo
Regente del Reino
de la República

Predecesor: Duque de Aosta Sucesor:


Nuevo título 1845-1890 Manuel Filiberto I

 Proyectos Wikimedia

  Datos: Q32432

  Multimedia: Amadeo I of Spain / Q32432

  Citas célebres: Amadeo I de España

 Identificadores

 WorldCat

 VIAF: 15592526

 ISNI: 0000 0000 9921 1246

 BNE: XX1189767

 BNF: 11992115h (data)

 GND: 120110059

 LCCN: n86094965

 NKC: jx20140407001

 SUDOC: 103470824

 ICCU: CFIV223928

 ARAE: amadeo-i-1845-1890-rey-de-espana

 PARES: 50036

 Diccionarios y enciclopedias

 DBE: url

 Britannica: url

 Treccani: url

 Repositorios digitales

 BVMC: 6693
Categorías: 
 Hombres
 Nacidos en 1845
 Fallecidos en 1890
 Nacidos en Turín
 Fallecidos en Turín
 Casa de Saboya en España
 Reyes de España
 Duques de Aosta (casa de Saboya)
 Nobles de Italia del siglo XIX
 Masones de España
 Reinado de Amadeo I
 Capitanes Generales
 Caballeros de la Orden del Toisón de Oro
(Rama española)
 Capitanes Generales de la Armada Española
 Grandes maestres de la Orden de Carlos III
 Grandes maestres de la Orden de Isabel la
Católica
 Grandes maestres de la Orden del Toisón de
Oro (Rama española)
 Miembros de la Orden de la Jarretera
 Caballeros grandes cruces de la Orden de los
Santos Mauricio y Lázaro
 Caballeros de la Suprema Orden de la
Santísima Anunciación
 Caballeros de la Orden del Águila Negra
 Sepultados en la Basílica de Superga
 Reyes del siglo XIX
 Príncipes de Italia del siglo XIX (casa de
Saboya)
Menú de navegación
 No has accedido
 Discusión
 Contribuciones
 Crear una cuenta
 Acceder
 Artículo
 Discusión
 Leer
 Editar
 Ver historial

Buscar Ir

 Portada
 Portal de la comunidad
 Actualidad
 Cambios recientes
 Páginas nuevas
 Página aleatoria
 Ayuda
 Donaciones
 Notificar un error
Herramientas
 Lo que enlaza aquí
 Cambios en enlazadas
 Subir archivo
 Páginas especiales
 Enlace permanente
 Información de la página
 Citar esta página
 Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
 Crear un libro
 Descargar como PDF
 Versión para imprimir
En otros proyectos
 Wikimedia Commons
 Wikiquote
En otros idiomas
 ‫العربية‬
 Deutsch
 English
 Français
 Bahasa Indonesia
 日本語
 Português
 Русский
 中文
48 más
Editar enlaces
 Esta página se editó por última vez el 12 ene 2023 a las 21:49.
 El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0; pueden
aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestros términos de uso y nuestra política
de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.
 Política de privacidad

 Acerca de Wikipedia

 Limitación de responsabilidad

 Versión para móviles

 Desarrolladores

 Estadísticas

 Declaración de cookies

También podría gustarte