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ACTIVIDAD 3
INTEGRANTES
INSTRUCTOR
Amortiguadores Hidráulicos:
Características principales
Amortiguadores monotubo: Tienen un solo tubo que contiene aceite y gas (nitrógeno) separados
por un pistón. Son comunes en vehículos de pasajeros.
Amortiguadores bitubo: Tienen dos tubos, uno dentro del otro, con el aceite en el tubo interior y
el gas en el tubo exterior. A menudo se encuentran en vehículos deportivos y de alto rendimiento.
Amortiguadores Neumáticos:
Funcionamiento: Los amortiguadores neumáticos utilizan aire comprimido en lugar de aceite para
proporcionar amortiguación. Un compresor de aire infla una bolsa de aire dentro del amortiguador
para ajustar la rigidez de la suspensión y adaptarse a las condiciones de manejo.
Características principales:
Permiten un ajuste activo de la suspensión, lo que significa que la rigidez se puede cambiar según
las necesidades del conductor.
Son ideales para vehículos que transportan cargas variables, como camionetas y vehículos
utilitarios deportivos (SUV).
Tipos de amortiguadores neumáticos:
Suspensión neumática activa: Estos sistemas permiten el ajuste automático de la altura del
vehículo y la rigidez de la suspensión en función de las condiciones de manejo y las preferencias
del conductor. Son comunes en vehículos de lujo y de alta gama.
Suspensión Independiente:
Esta suspensión permite que cada rueda se mueva por separado de las demás.
Ofrece un viaje más suave y mejor manejo, ya que las irregularidades de la carretera no afectan a
todas las ruedas al mismo tiempo.
En este tipo de suspensión, las ruedas están conectadas entre sí de alguna manera, por lo que
cuando una rueda se mueve, las demás también se ven afectadas.
Es simple y duradera, pero puede proporcionar un viaje menos suave y un manejo menos preciso.
Suspensión Semi-Independiente:
Dirección Mecánica:
Columna de dirección: El volante está conectado directamente a una columna que va hacia la caja
de dirección.
Caja de dirección: Una caja de dirección mecánica contiene un conjunto de engranajes que
transmiten el movimiento del volante a las ruedas.
Varillaje y articulaciones: Estos componentes conectan la caja de dirección a las ruedas y permiten
que se gire.
Dirección asistida hidráulica: Utiliza un fluido hidráulico y una bomba para ayudar al giro del
volante. Es común en vehículos más antiguos.
Dirección asistida eléctrica: Utiliza un motor eléctrico para proporcionar asistencia en el giro del
volante. Es más eficiente y se encuentra en muchos vehículos modernos.
El sistema de embrague tiene como principal objetivo aislar el movimiento del motor de las ruedas
mientras circulamos y cambiamos de marcha. Gracias al embrague podemos conseguir la correcta
transmisión de la potencia del motor de la caja de cambios que, posteriormente, pasa a las ruedas
del vehículo.
Principalmente, el sistema de embrague es una pieza propia de los coches que están equipados en
su interior con cajas de cambios. El embrague o clutch “permite la correcta transmisión de la
potencia del motor de la caja de cambios, que después pasa a las ruedas del coche”. En función y
las características de cada modelo de vehículo, se pueden distinguir una serie de embragues u
otros. Por ejemplo, podemos distinguir el sistema de embrague según los discos, que pueden ser
hidráulicos, monodiscos, bidiscos o multidiscos; por el tipo de refrigeración están los embragues
entre secos o los embragues húmedos; o el tipo de mando, que se dividen en embrague de
fricción, electromagnético o hidráulico entre otros.
A continuación, vamos a detallar los distintos tipos de accionamiento de embrague que hemos
mencionado anteriormente y se encuentran en el mercado. Cada uno de ellos dispone de unas
características propias
Embrague hidráulico. Para que este tipo de embrague funcione correctamente es necesario que el
fluido hidráulico se accione. Por este motivo, el embrague hidráulico no dispone de discos, ya que
la potencia que se necesita para accionar el vehículo se genera mediante una turbina que se
acciona con el giro del motor del coche. En concreto, este tipo de embrague no se utiliza, debido a
su ingente consumo de combustible y su elevado coste para mantener el coche a punto. Sin
embargo, es un tipo de embrague que se puede ver en vehículos de carácter industrial.
Embrague monodisco. Este tipo de embrague se denomina monodisco ya que únicamente dispone
de un disco entre el volante del motor y el plato de presión.
Embrague bidisco. En este caso, este modelo de embrague cuenta con dos discos para poder
transmitir adecuadamente la potencia del motor a la caja de cambios. Podemos encontrar el
sistema de embrague bidisco en coches que suelen generar una potencia bastante elevada.
Embrague multidisco. Este modelo de embrague está compuesto por una serie de discos de
fricción que son los encargados de controlar la transmisión de energía en el coche. Podemos
encontrar el embrague multidisco en motocicletas, por ejemplo.
Embrague entre seco o seco. En función del tipo de refrigeración del sistema de embrague
podemos encontrar que la refrigeración sea por aire, en el caso del embrague entre seco o seco.
Embrague húmedo. Cuando la refrigeración es por aceite, estamos hablando de que el tipo de
embrague es húmedo.
Embrague de fricción. Este modelo de embrague es el más común en los coches que están en
circulación. En cuanto a su funcionamiento, el embrague de fricción se compone del volante motor
que se apoya en el eje primario de la caja de cambios, con ayuda de un casquillo de bronce.
Además, según su tipo de refrigeración, el embrague de fricción funciona mediante aceite.
Embrague hidráulico. Este tipo de sistema de embrague permite al motor transmitir el par motor
cuando llega a un determinado régimen de giro. Así, la energía se transmite por una bomba
centrífuga que se comunica con una turbina.
Embrague electromagnético. También conocido como embrague eléctrico asistido, funciona según
el principio del electroimán, es decir, a través de un núcleo de hierro y una bobina genera un
campo electromagnético para la transmisión del par de giro.
Volante motor o volante de inercia. Esta pieza circular y plana gira siempre que el motor esté
arrancado. El volante motor o de inercia, al estar atornillado al cigüeñal (componente base sobre el
que se construye el motor de combustión), gira con el motor.
Maza o plato de presión. Atornillada al volante motor, la maza o plato de presión es la encargada
de girar al unísono. Además, está compuesta por un diafragma o muelles, con el que se libera el
disco de embrague.
Disco de fricción o disco de embrague. Compuesto por dos caras similares a las pastillas de freno,
el disco de fricción o de embrague se acopla a la caja de cambios con ayuda de un eje. Al soltar el
pedal de embrague, este gira a la vez que el volante motor y la maza. Al accionar el pedal, el disco
de fricción se desacopla, lo que hace que se interrumpa la transmisión a las ruedas del coche.
Horquilla de empuje. Esta última, se encarga de ejercer la presión sobre el muelle de diafragma
del plato y así liberar o presionar el disco. La horquilla de empuje se mueve al accionar el pedal de
embrague.
Embrague: nos permite transmitir o interrumpir la energía mecánica de manera voluntaria con un
movimiento sincronizado y suave. Con el embrague se controla la transmisión desde el motor hacia
las ruedas.
Caja de velocidades: también conocida como caja de cambios, sirve para regular los cambios de
velocidades en las que gira el propulsor, aumenta o disminuye estas revoluciones de giro. Esta caja
de cambios del coche puede ser manual o automática.
Árbol de transmisión: este elemento se encarga de llevar el giro del motor del coche a las ruedas.
Se encuentra entre dos ejes, la caja de cambios y el piñón del grupo cónico-diferencial, aunque no
todos los coches lo incluyen.
Grupo cónico-diferencial: el movimiento generado por el embrague y la caja de cambios llega al
árbol de transmisión, el grupo cónico-diferencial lo convierte en movimiento transversal y se
conecta con los palieres. Esta pieza mantiene constante la suma de velocidades que tienen las
ruedas motrices, por lo que las ruedas exteriores dan más vueltas que las interiores y se evita el
patinaje.
Palieres: transmiten el movimiento transversal del grupo cónico-diferencial a las ruedas motrices.
Tipos de trasmisiones
En el mercado de vehículos comerciales hay cuatro tipos de transmisiones. Algunas son más
populares que otras y cada una de ellas tienes sus ventajas y desventajas. Asimismo, requieren de
un mantenimiento particular, por eso aquí te presentamos cuáles son y cómo debes cuidarlas.
La más popular de todas es la caja de transmisión mecánica, pero durante los últimos años las
cajas automáticas se han convertido en las preferidas de los usuarios.
Es la más común en el mercado, pero cada día se vuelve más un lujo, conforme el resto de las
transmisiones han evolucionado. Las transmisiones manuales funcionan al hacer los cambios de las
relaciones de engranes de manera manual. Cuando el piloto interviene, presiona el embrague y
con una palanca, activa una serie de engranajes que, debido a la cantidad de dientes y a su
tamaño, cambia la relación de giro entre el motor y las ruedas. De esa manera que se aprovecha el
torque o la potencia.
Las transmisiones manuales generalmente están selladas. Tienen una grasa lubricante en su
interior que no permite que el coeficiente de fricción eleve demasiado la temperatura y dañe algún
elemento. En caso de que la transmisión sufra sobrecalentamiento es recomendable realizar una
revisión de todo el sistema.
Es sumamente compleja, y el líquido de transmisión tiene dos tareas fundamentales: lubricar los
engranes y generar la presión hidráulica suficiente para que todos los movimientos en su interior
sucedan. Todo esto ocurre gracias a un convertidor de torque, que genera que los engranes se
acoplen o no al motor y que el movimiento se realice más rápido o lento.
El líquido la transmisión automática llega a perder algunas de sus características, en especial las
lubricantes, ya que el líquido aún genera presión hidráulica, pero deja de proteger a los
componentes internos de la transmisión. Es posible reponerlo a través del ducto de la bayoneta
medidora del líquido de transmisión.
Son dos transmisiones manuales en una: son robotizadas y hacen las funciones de manera
automática. Son altamente complejas y repararlas es prácticamente imposible.
Las transmisiones de doble embrague tienen grasa lubricante igual que una transmisión manual,
además de otros elementos de presión hidráulica y para el clutch mojado. Sin embargo,
normalmente son selladas de la misma manera que una manual y no es necesario darles
mantenimiento a menos que algo esté fallando.
En los métodos de transferencia mecánica tenemos los acoples manuales. Son aquellos en los que
los vehículos ferroviarios debe acoplarlos un operario manipulando el propio acople.
Topes y cadena
Acople de topes y cadena, en el que se utiliza la cadena del de la izquierda y el gancho del de la
derecha. Este acople recibe numerosos nombres, como de topes y cadena, de gancho, de tornillo o
de gancho y husillo. Es uno de los más utilizados, ya desde el primer ferrocarril de la Liverpool and
Manchester Railway en 1830. Es el acople normalizado en los países europeos, excepto en la
antigua Unión Soviética, donde se usa el acople automático SA-3).
De tres eslabones
Es una variación del acople de topes y cadena. Consistía de una cadena con tres eslabones, sin
tornillo de ajuste ni otro medio para acercar los vagones entre sí: debido a que los trenes de carga
no estaban equipados con sistema de freno automático, no había mangueras acopladas entre los
vehículos. Los acoplamientos del tren se mantienen tensos por medio de un vagón, el furgón de
cola, fuertemente lastrado y con sus frenos ligeramente aplicados. Esto ayudaba a prevenir daños
en los acoples. Estos trenes viajaban a baja velocidad y fueron eliminados en la década de 1970
Acoples semipermanentes
Son aquellos acoples que están destinados a ser enganchados y desenganchados exclusivamente
en el taller. Se utilizan para unir los vehículos de aquellas composiciones que están destinadas a
circular siempre unidas, como los diferentes coches de una unidad de metro.
Acoples automáticos
Se denomina acople automático a aquellos acoples que no necesitan un operario para hacer el
acople, y son capaces de engancharse solos cuando los vehículos topan. Se utilizan principalmente
en ferrocarriles en los que no es preciso acoplar y desacoplar vagones en trenes diferentes, como
en el caso de los tranvías y los automotores. Algunos acoples son exclusivos de un modelo de tren,
mientras que otros son una norma de facto, como el Scharfenberg, utilizado en la mayoría de los
automotores europeos. Algunos de estos acoples, además de unir los vehículos, incluyen la unión
de algunos sistemas de los vehículos como el de freno, sea eléctrico, sea electrónico o incluso el
mando múltiple.
En algunos de los sistemas de enganchado además de poder halar sin problema el tráiler también
se debe conectar el sistema eléctrico para el tema de luces, el sistema neumático para el sistema
de los frenos cuando son frenos de aire y en ocasiones requiere de una conexión para dar vida a
sistemas electrónicos