Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESCUELA DE DERECHO
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA
PROF: JORGE FANTA de la VEGA
2020
Algunas observaciones:
¿QUÉ SE ADQUIERE MEDIANTE LA CESIÓN DEL DERECHO DE HERENCIA?
Fallos de nuestros tribunales superiores de justicia han señalado que el cedente transfiere su calidad
de heredero, que es un caso de verdadera subrogación personal, lo que ha sido criticado por la
doctrina, la que entiende que la calidad de heredero y su responsabilidad subsisten frente a los
acreedores hereditarios y testamentarios. Corte Suprema, 14 de septiembre de 1989. Fallos del Mes
Nº 370, p. 535: “Doctrina. En la cesión de la herencia, el cesionario pasa a ocupar el lugar jurídico
que tenía el cedente y adquiere el derecho de aprovechar todos los beneficios jurídicos y
económicos que éste tuvo en la herencia; tiene derecho a todas las cosas que estaban comprendidas
en la herencia a la época de la apertura de la sucesión. Es un caso de verdadera subrogación
personal. Tal es el sentido de la cesión de derechos hereditarios sin especificación de bienes”.
“El cesionario adquiere la universalidad frente al cedente, pero frente a terceros, tan solo el aspecto
activo, pues en cuanto al pasivo, depende de la calidad de heredero y no tienen ellos por qué
perseguir necesariamente al cesionario”. Domínguez Benavente y Domínguez Águila agregan que
“la doctrina, en su mayoría, entiende que la calidad de heredero no se transfiere por acto entre
vivos, ‘semel heres semper heres’ (El que es heredero continúa como heredero). La denominada
cesión del derecho de herencia no pasa al cesionario el pasivo. Ello ocurrirá solo si los acreedores
hereditarios y testamentarios lo quieren”.
En este mismo sentido, Elorriaga concluye que “aparentemente el acreedor hereditario o
testamentario podría dirigirse a su arbitrio en contra del heredero o en contra del cesionario, puesto
que si él no ha sido parte de la cesión no habría novación de la obligación, sino que una delegación
imperfecta, lo que permite al acreedor dirigirse en contra del primitivo deudor o en contra del
nuevo. Artículo 1635. Si el cedente pagó al acreedor, podría repetir en contra del cesionario, pues
respecto de él le cedió el pasivo y el activo”.
De lo expuesto parece concluirse que entre nosotros no hay sucesión universal de carácter
convencional. Sin embargo, mueven a algunas dudas los artículos 1801 y 1898 del Código Civil que
permiten, sin distinciones, respectivamente, la venta y la permuta de una sucesión hereditaria.
Tampoco dan a entender algo distinto los artículos 1320, 1909 y 1910 del Código Civil, en relación
con el artículo 951 del mismo código. Corte Suprema, 24 de enero de 1984. Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo 81, sección 1ª, p. 18: “Doctrina. Los cesionarios del derecho de herencia
reemplazan a los herederos en todos sus derechos y obligaciones, y la cesión transfiere al cesionario
la calidad de heredero que tenía el cedente pasando a ocupar la misma situación jurídica del
cedente, según se desprende de los artículos 1320, 1909 y 1910 del Código Civil”.
Alessandri, refiriéndose a la venta de la herencia, agrega que, “cuando la ley habla de la venta de
una sucesión hereditaria no se crea que lo que se vende es la calidad de heredero; ésta no puede
cederse ni ser objeto de un contrato, ya que es una calidad meramente personal que depende de la
situación legal en que esa persona se halla colocada para con el causahabiente. Lo que puede
venderse y es a lo que la ley se refiere en este caso, es el derecho para que una persona reciba en
una sucesión, cierta parte de los bienes que la forman; en otras palabras, la ley al hablar de la venta
de una sucesión hereditaria, se refiere a la parte que pueda corresponderle a una persona en cierta y
determinada herencia”.
Lo mismo, mucho antes, fue dicho por Pothier: “Cuando se vende una herencia, no es el título y
calidad de heredero lo que se vende: este último y esa calidad son inherentes a la persona del
heredero, del que son inseparables, y por consiguiente invendibles porque como nadie puede
obligarse a cosas imposibles, no puedo comprometerme para con otro a hacerlo adquirir una cosa
que por su naturaleza no puede subsistir sino en mi persona”
Finalmente, resulta interesante citar la opinión de Somarriva, para quien la negación de que la
cesión de derechos hereditarios traspase la calidad de heredero tiene un carácter más teórico que
práctico, ya que en el hecho pasa a ocupar su misma situación jurídica y es exactamente igual que si
fuera heredero. El cesionario pasa a tener los mismos derechos y obligaciones del heredero, y, en
consecuencia puede solicitar la posesión efectiva de la herencia, la partición de bienes e intervenir
en ella (artículo 1320 del Código Civil) y ejercer las acciones de petición de herencia y de reforma
de testamento; y no puede alegar la nulidad absoluta si el heredero no podía hacerlo y tiene derecho
al acrecimiento (artículo 1910 inciso 3º del Código Civil).
En igual sentido Claro Solar sostiene que si hay inmuebles entre los bienes de la sucesión,
no es necesaria la inscripción de la escritura pública de venta o cesión de la cuota
hereditaria en el Registro del Conservador de Bienes Raíces.
Somarriva señala que la prohibición de disponer de los inmuebles con anterioridad a la
inscripción de la posesión efectiva, la inscripción especial de herencia y la inscripción de la
adjudicación, establecida en el art. 688 del Código Civil, no se aplica a la cesión de
derechos hereditarios. En tal sentido se ha pronunciado nuestra jurisprudencia: si hay
inmuebles en la herencia, perfectamente puede hacerse cesión de derechos antes de las
referidas inscripciones. En la cesión de derechos no se produce enajenación física material
de ningún bien determinado.
Pero deberán hacerse las inscripciones especiales de herencia a nombre de cada uno de los
comuneros ya sean herederos o cesionarios. 688 Nº 2.
Cuarto: Que la acción de petición de herencia no prescribe por su no ejercicio, sino que
ella en cuanto nace del derecho de herencia prescribe con el mismo derecho. Así las cosas
aquélla se extingue cuando un tercero, por medio de la prescripción adquiere el derecho de
herencia. De este modo el artículo 2517 adquiere plena aplicación. Toda acción por la cual
se reclama un derecho se extingue por la prescripción adquisitiva del mismo derecho.
Ahora bien, según el artículo 1269 para que se expire el derecho de petición de herencia, es
necesario el transcurso de diez años. Pero el heredero putativo, en el caso del inciso final
del artículo 704, agrega la misma disposición podrá oponer a esta acción la prescripción de
cinco años.
Quinto: Que por su parte el artículo 704 del mismo Código Civil señala que no son justo
título, entre otros, y en lo que ahora interesa 4º El meramente putativo, como el del
heredero aparente que no es en realidad heredero Sin embargo, el heredero putativo a quien
por decreto judicial se haya dado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto;
Sexto: Que frente a los hechos establecidos por los jueces de fondo los oponentes, en el
caso, no se encuentran en la situación del inciso final del artículo 704 indicado, pues a
ellos, como agregan los mismos sentenciadores, nunca se les ha otorgado la posesión
efectiva de las herencias de que se trata, y tienen la calidad de legítimos herederos. De este
modo cualquiera otra situación, como la que se les haya reconocido en otro juicio sus
calidades de herederos, no los transforma en herederos putativos a que se refiere el artículo
704 del Código Civil. Tampoco y por la misma razón han estado en aptitud de alegar el
inicio de la prescripción a contar de un momento en que ninguno de ellos había sido
reconocido como heredero. Resulta, por lo demás, inaplicable la norma del artículo 2500
del Código Civil, pues ni siquiera se da su exigencia esencial, de que se trate de un
continuador en la posesión
Octavo: Que los sentenciadores de segunda instancia han afirmado que la prescripción,
hecha valer por los demandados recurrentes, resulta procesalmente improcedente, pues al
tratarse de una prescripción adquisitiva, debió alegarse por la vía de la acción y no
simplemente de la
prescripción extintiva
Regístrese y devuélvanse con sus agregados Redacción a cargo del Ministro señor Tapia
Rol Nº 4391-02
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres. Eleodoro
Ortíz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., y Abogados Integrantes Sres. René
Abeliuk M. y Oscar Carrasco A. No firman los Abogados Integrantes Sres. Abeliuk y
Carrasco, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar
ausentes.
JURISPRUDENCIA 2:
TRADICIÓN DEL Dº REAL DE HERENCIA Y LESIÓN.
Osorno, veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y nueve.
VISTOS:
A fs. 10 compareció Edmundo Cortés Kirch, abogado, domiciliado en O'Higgins N°
583, oficina N° 8, Osorno, en representación de Julio Alejandro, Carmela, Victor Manuel,
Elena Agapita, Norma Luisa, Carlos Hernán y Fresia Vera Delgado e interpuso demanda
ordinaria de rescisión por lesión enorme contra Ines Alejandra Vera Delgado, agricultora,
soltera, domiciliada en Parcela N° 2 del Proyecto de Parcelación Callipulli, Puyehue,
Osorno, y contra Edmundo Vera Delgado, agricultor, casado, domiciliado en Parcela N° 2
del Proyecto de Parcelación Callipulli, Puyehue, Osorno, en base a lo siguiente:
Consta de escritura pública otorgada en la Notaría Martin de Osorno el 29 de agosto de
1.994 que Orfelina Delgado Millapán cedió a sus hijos Edmundo e Inés Alejandra Vera
Delgado los derechos que a título de herencia, gananciales, porción conyugal o que por
cualquier título le correspondan o puedan corresponderle en la herencia y bienes quedados
al fallecimiento de su cónyuge Julio Alejandro Vera Montes en el precio total de $ 600.000.
Materializaron dicha venta transfiriendo o cediendo a cada uno de los cesionarios 12
hectáreas de terreno dentro de la Parcela 2 del Proyecto de Parcelación Callipulli, inscrita a
nombre de Julio Alejandro Vera Montes a fs. 411 N° 560 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Osorno de 1 .975, que según sus títulos tiene 54,9
hectáreas y los siguientes deslindes:.... También concretaron dicha venta transfiriendo a
Inés Alejandra Vera Delgado la camioneta Nissan 1.989, modelo 1.800, doble cabina color
blanco, motor N° M829CO249 e inscrita en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados
bajo el N° BZ 9839-8. A la fecha de la cesión el justo precio de las 24 hectáreas era no
inferior a $ 21.600.000, esto es, una cantidad muy superior al doble del precio del contrato.
A la fecha de la cesión el justo precio de la camioneta, inmueble por destinación conforme
al artículo 570 del Código Civil, ascendía a $ 2.100.000. Al sumar el valor de las 24
hectáreas y el de la camioneta permanentemente destinada al uso, cultivo y beneficio del
inmueble se alcanza a la suma de $ 23.700.000. La desproporción resulta monstruosa pues
por $ 600.000, cantidad a cuyo respecto no existe certeza de pago, Inés Alejandra y
Edmundo Vera Delgado adquirieron 24 hectáreas y una camioneta con carácter de
inmueble por destinación y que es susceptible del vicio de lesión enorme cuando su precio
es irrisorio, inocuo o desproporcionadamente inferior a su valor. La acción de rescisión
por lesión enorme corresponde al vendedor o cedente y a sus herederos, situación que
detentan sus mandantes según consta de la posesión efectiva de la herencia intestada
quedada al fallecimiento de Julio Alejandro Vera Montes y Orfelina Delgado Millapán.
Tienen interés económico en que se declare la rescisión por lesión enorme pues, de otra
manera, por la irrisoria suma de $ 600.000 se verán desposeídos de 24 hectáreas y de una
camioneta que les corresponde heredar y que valían en conjunto no menos de $ 23.700.000.
La acción de rescisión por lesión enorme, según lo ha resuelto la jurisprudencia, tienen
aplicación general a las compraventas y a las cesiones cuando se refieran a bienes raíces
respecto de los cuales resulta fácil materializar lo incluido. Los herederos del vendedor
sufren lesión enorme cuando el precio que reciben es inferior a la mitad del justo precio de
la cosa vendida. Como consecuencia de la rescisión reclamada, la situación debe ser
restituida al mismo estado en que se hallaría si no hubiese existido el acto cuestionado,
conforme al artículo 1.687 del Código Civil. Es procedente que se restablezca a cada uno
de los herederos de la sucesión en los derechos, gananciales, porción conyugal que por
cualquier título puedan corresponderle en la herencia y bienes quedados al fallecimiento de
Julio Alejandro Vera Montes y Orfelina Delgado Millapán, materializados en 24 hectáreas
y en la camioneta Nissan, obligando a los demandados a restituirlos, cancelándose las
inscripciones hechas en el Conservador de Bienes Raíces de Osorno y en el Registro
Nacional de Vehículos Motorizados. Concluyó solicitando tener por interpuesta demanda
en juicio ordinario de rescisión de contrato por lesión enorme contra Edmundo e Inés
Alejandra Vera Delgado y declarar que, se rescinde por lesión enorme el contrato de 29 de
agosto de 1.994; que quedan sin efecto las inscripciones, anotaciones o subinscripciones
que dicho contrato pudiera haber generado, las que deberán cancelarse por el Conservador
de Bienes Raíces de Osorno y el Oficial del Registro Civil de Osorno; que los demandados
deberán restituir dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia o en el plazo que se fije
bajo apercibimiento legal todos los derechos que a título de herencia, gananciales, porción
conyugal o por cualquier título les correspondan a los demandantes como herederos de
Orfelina Delgado Millapán en la sucesión y bienes de Julio Alejandro Vera Montes; y que
los demandados deberán pagar las costas.
A fs. 27 Jorge Margulis Deus, abogado, contestó la demanda solicitando su rechazo,
con costas, basado en que la lesión enorme es un vicio del consentimiento que el Legislador
reglamentó en forma exclusiva para el contrato de compraventa y para ningún otro, pues si
así no lo hubiera querido lo habría reglamentado en otra parte del Código Civil y no en el
párrafo 13 del título XXIII del Libro IV, que reglamenta a la compraventa, como lo hizo
con el error, el dolo o la fuerza, reglamentados en la parte general de las obligaciones, título
JI del Libro IV. El contrato pretendido anular es una cesión de derechos hereditarios,
contrato distinto al de compraventa, y reglamentado en forma independiente en el párrafo 2
del título XXV del Libro IV del Código Civil. La nulidad es de derecho estricto ya que es
algo excepcional y no pueden aplicarse causales por analogía como sería aplicar la de
lesión enorme, exclusiva para la compraventa, a un contrato distinto como la cesión de
derechos hereditarios. La aseveración de que la acción de rescisión por lesión enorme es
aplicable a las cesiones cuando se refieren a bienes raíces debe ser desestimada por los
siguientes motivos:
1.-El Legislador ha sido claro en reglamentar la lesión enorme en forma exclusiva
para la compraventa y cuando el sentido de la ley es claro no se desatenderá su tenor literal
a pretexto de consultar su espíritu;
2.- El contrato impugnado no es una cesión de derechos sobre inmuebles sino que es
una cesión de derechos hereditarios y si se hizo referencia a bienes fue a título meramente
referencial ya que el objeto y causa del contrato fue la cesión de derechos hereditarios.
Además dentro de una acción de lesión enorme no puede incluirse la venta ni menos la
cesión de derechos sobre un bien mueble como es la camioneta, pues el artículo 1.891 la
excluye en forma expresa.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que se demandó de rescisión por lesión enorme fundado en que el 29 de agosto
de 1.994, mediante escritura pública otorgada en la Notaría Martin de Osorno, Orfelina
Delgado Millapán cedió a sus hijos Inés Alejandra y Edmundo Vera Delgado, los derechos
que le correspondían o podían corresponderle a título de herencia, porción conyugal o a
cualesquiera otros títulos, en la herencia y bienes quedados al fallecimiento de su cónyuge
Julio Alejandro Vera, en el precio total de $ 600.000; en que la cesión se materializó en 12
hectáreas de terreno y una camioneta Nissan para la cesionaria Inés Alejandra Vera
Delgado y 12 hectáreas de terreno para el cesionario Edmundo Vera Delgado, terrenos
ubicados dentro de la Parcela N ° 2 del Proyecto de Parcelación Callipullí, Puyehue, Osorno,
inscrita a nombre del causante a fs. 411 vta. N 0 560 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Osorno de 1.975; en que al 29 de agosto de 1.994 el justo
precio de las 24 hectáreas era no inferior a $ 21.600.000, o sea, una cantidad muy superior
al doble del precio del contrato, y el justo precio de la camioneta, inmueble por destinación
conforme al artículo 570 del Código Civil, ascendía a $ 2.100.000; en que la acción de
rescisión corresponde también a los herederos de la cedente, los que tienen interés
económico en la nulidad, pues de otro modo, por la irrisoria suma de $ 600.000 se verán
desposeídos de 24 hectáreas y una camioneta que les correspondía heredar y que valían no
menos de $ 23.700.000; en que tal acción es de aplicación general, incluyendo a las
cesiones cuando se refieren a raíces respecto de los cuales resulta fácil materializar lo
incluido.
SEGUNDO: Que la demandada contestó que la lesión enorme es un vicio del
consentimiento aplicable sólo a la compraventa, lo que se deduce de que el Legislador la
reglamentó en el título XXIII del Código Civil, dentro del contrato de compraventa, y no en
la parte general de dicho código, como en los casos del error, fuerza y dolo. El contrato
pretendido anular es una cesión de derechos hereditarios, totalmente distinto e
independiente a la compraventa. La nulidad es de derecho estricto, excepcional, y no
pueden aplicarse causales por analogía. No se puede desatender el tenor literal de la Ley a
pretexto de consultar su espíritu.
TERCERO: Que los artículos 1.888 a 1.896 del Código Civil expresan que la compraventa
podrá rescindirse por lesión enorme; que el vendedor sufre dicha lesión cuando el precio
que recibe es inferior a la mitad del justo precio de la cosa que vende, referido al tiempo del
contrato; que no habrá lugar a dicha acción rescisoria en las ventas de bienes muebles; y
que la citada acción expira en 4 años contados desde la fecha del contrato. De tales
disposiciones se desprende que la lesión enorme es un vicio objetivo del contrato de
compraventa y de otros actos que la Ley expresamente indica, consistente en un perjuicio
pecuniario que sufre una de las partes debido a la desproporción en el valor de las
prestaciones, que origina una acción excepcional y reglada específicamente.
OCTAVO: Que de las pruebas antes referidas se desprende fundamentalmente lo siguiente:
a) Que Orfelina Delgado Millapán cedió la totalidad de los derechos que le correspondían
en la herencia de su cónyuge a sus hijos Inés Alejandra y Edmundo Vera Delgado por la
suma de $ 600.000;
b) Que en dicha cesión se declaró que los cesionarios materializarían tales derechos en 24
hectáreas de terreno y una camioneta;
c) Que a la fecha de la cesión, 29 de agosto de 1.994, las 24 hectáreas de terreno y la
camioneta tenían un valor comercial de a lo menos $ 19.424.196 y $ 2.100.000,
respectivamente;
d) Que no se acreditó que el vehículo tuviera el carácter de inmueble por destinación pues
ninguna prueba se rindió al respecto.
NOVENO: Que conforme a lo expuesto en el considerando tercero deberá rechazarse la
acción intentada, porque pretende la rescisión de un contrato de cesión de derechos en la
herencia quedada al fallecimiento de una persona, acto a cuyo respecto el Legislador no
consagró expresamente la lesión. En efecto, el hecho de que la cesión hubiera señalado
que los derechos se materializaría en porciones de terreno y un vehículo para los
cesionarios no autoriza para extender tal vicio al acto, porque tal declaración no lo
convierte en compraventa. La lesión enorme es un vicio de derecho estricto que no es
aplicable por analogía a la cesión de derechos hereditarios, pues ésta supone una
indivisión en la cual habrán de practicarse actos de liquidación y partición que
necesariamente afectarán al valor de los activos como a la adjudicación de los bienes
comprendidos en ellos, todo ello, en directa relación con el justo precio. En suma, no es
rescindible por lesión enorme una cesión de derechos en una herencia aunque en ella se
indique que tales derechos se radicarán o materializarán en bienes determinados.
DÉCIMO: Que, a mayor abundamiento, la inscripción de herencia agregada a fs. 18
acredita plenamente que la comunidad formada por actores y demandados es dueña
exclusiva del inmueble sobre el cual se habrían de materializar los derechos cedidos, de lo
cual se concluye que no ha existido tradición de bienes raíces a favor de los cesionarios
susceptible de dejarse sin efecto por la vía de la rescisión por lesión enorme.
Y VISTO ADEMÁS lo dispuesto en los artículos 1.545, 1.698, 1.699, 1.700, 1.888,
1.889, 1.891 y 1.896 del Código Civil y 144, 169, 170, 342, 346, 384 y 425 del Código de
Procedimiento Civil, se resuelve:
Que no se hace lugar a la demanda de fs. 10, sin costas, por estimarse que litigó con
motivo plausible.
Anótese, regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad si no se apelase.
Dictada por don RAÚL RAMÍREZ LÓPEZ, Secretario del Primer Juzgado de Letras de
Osorno, subrogando legalmente. Autoriza don MARIO SILVA OVARZÚN, Oficial
Primero, subrogando legalmente.
JURISPRUDENCIA 3:
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA ACERCA DE LA TRADICIÓN DEL
DERECHO DE HERENCIA
1.- Sentencia de 9 de noviembre de 2009.
“La doctrina mayoritaria y una sólida jurisprudencia coinciden en estimar que la tradición o cesión
de una herencia o una cuota de ella ha de ejecutarse por cualquier forma simbólica de las indicadas
en el artículo 684 del Código Civil y no requiere de inscripción conservatoria, aunque esté integrada
por inmuebles. Se está en presencia de una abstracción que no se rige por la clasificación de bienes
muebles e inmuebles y, por lo tanto, para su tradición debe seguirse la regla general de la norma
citada en materia de formas de tradición, es decir, por cualquier medio que revele la intención del
tradente de transferir su derecho de herencia y la del adquirente de adquirirlo. Se aplican al respecto
no el artículo 686 del Código Civil que omite la necesidad de inscribir el derecho real de herencia
sino las reglas generales de los artículos 670 incisos 1º y 2º y 684, en especial la expresión
‘significando’ que utiliza esta última disposición”.
2.- Sentencia de 31 de agosto de 2010.
“La herencia es una universalidad jurídica distinta de los bienes específicos que la integran y, por
ende, escapa a la clasificación de bienes muebles e inmuebles, lo que lleva, entre otras
consecuencias, a que siendo la inscripción una manera especial de efectuar la tradición, establecida
para los inmuebles, la tradición del derecho de herencia no requiere de inscripción y ella puede
efectuarse por el estatuto establecido para los bienes muebles” Fallos del Mes N° 554, p. 185. En
este mismo sentido Corte Suprema, 29 de septiembre de 1997. Revista de Derecho y Jurisprudencia,
tomo 94, sección 1ª, p. 98: “Doctrina. El derecho real de herencia, constituido por la universalidad
de bienes del causante es distinto, independiente de los diversos bienes individuales que lo
componen y no puede clasificarse como inmueble aun cuando entre estos últimos exista alguno que
revista esta calidad”.
3.- Sentencia de 11 de julio de 2011.
“La tradición de los derechos hereditarios no se efectúa por medio de la inscripción en el registro
conservatorio pertinente. Pese a que el Título XXV del Libro Cuarto del Código Civil se ocupa de
la cesión de créditos, nada dice respecto de la tradición de los derechos hereditarios por acto entre
vivos. En suma, ha de entenderse que la tradición del derecho real de herencia, bien corporal
mueble, se sujeta a las normas que sobre el particular rigen en el ámbito de los créditos personales,
razón por la cual la jurisprudencia ha dicho que la tradición de los derechos hereditarios se entiende
efectuada cuando los demás integrantes de la comunidad reconocen al cesionario en calidad de tal o
cuando éste ejerce la administración de los bienes comunes o, también, a través de la notificación de
la cesión a los comuneros restantes, por la entrega del título u otro medio real o virtual que sirva a la
tradición de las cosas muebles”.
“El cesionario, así como el comprador, no adquiere con la sola celebración del contrato la propiedad
de la cosa cedida que, tratándose del derecho real de herencia no se refiere a bienes corporales,
ciertos y determinados, sino al efecto que desencadena la mentada convención en su patrimonio que
es el nacimiento de un crédito o derecho personal en orden a compeler al cedente al cumplimiento
de lo estipulado o bien, impetrar la resolución del contrato. En consecuencia, ante un caso de
cesiones o ventas sucesivas, válidamente celebradas, el cesionario o comprador tendrá
salvaguardadas respecto de su cedente las acciones personales previstas en los artículos 1489 y
1826 del Código Civil, en lugar de la acción de nulidad de contrato”.
* * *
3. Observaciones generales:
a) El Fisco siempre es capaz de suceder: las normas sobre capacidad no se le aplican.
b) Las normas sobre capacidad se aplican a la sucesión testada como a la intestada.
c) Las normas sobre incapacidad son excepciones debiendo interpretarse en forma
restrictiva, sin que proceda la interpretación analógica. Quien alegue la existencia de
una incapacidad tiene sobre sí el peso de la prueba.
d) El art 18 y 19 LERL establece que las incapacidades se rigen por la ley vigente al
momento de la apertura de la sucesión.
Asignaciones a personas que no existen pero que se espera que existan 962.3 La
persona no existe ni legal ni naturalmente sino en la mente del testador. La asignación
valdrá si dichas personas llegasen a existir antes de 10 años subsiguientes a la apertura de la
S. Mientras se espera la existencia del asignatario la asignación queda en poder de los
herederos o de la persona designada en el testamento, pudiendo esta situación importar un
fideicomiso.
Asignación a favor de una persona jurídica que debe crearse. 963.2 Podrá solicitarse la
aprobación legal, y obtenida ésta, valdrá la asignación. Generalmente acontece en las
fundaciones por acto mortis causa. Ej. Universidad Técnica Federico Santa María.
Capacidad de las personas jurídicas extranjeras para suceder. 546 Las personas
jurídicas extranjeras de dº privado no han sido establecidas por una ley en Chile ni
aprobadas por el PdR . Y el art 963.1 las cofradías, gremios o establecimientos
cualesquiera que no sean persona jurídica son incapaces de suceder. Además debe
concordarse con los art 14 y 16.1 CC
Claro Solar les atribuye capacidad a estas personas para efectos de recibir la asignación
exclusivamente pero toda otra actividad debe ajustarse a la ley chilena. La regla general es
la capacidad y el 963 es una norma de excepción no aplicable a los extranjeros, quienes son
personas jurídicas en el extranjero. El art. 14 no es aplicable ya que estas personas no son
habitantes de nuestro país, y el art 16 dice relación con los bienes y no la capacidad. Jp
vacilante.
En cuanto a las personas jurídicas extranjeras de derecho público son emanación de la
soberanía de otro Estado siendo reconocidas por la legislación chilena.
III Personas condenadas por delitos de dañado ayuntamiento 964 No tipificado en el CP.
Puede inferirse del antiguo art 36 CC que señalaba como hijos de dañado ayuntamiento los
sacrílegos, los incestuosos y los adulterinos. Sólo el incesto está tipificado penalmente.
Debe existir condena judicial al asignatario antes del fallecimiento del causante, víctima del
delito, o bien, que haya una acusación en contra del asignatario por alguno de estos delitos
a la cual se siga una posterior condena.
V Incapacidad del funcionario que autoriza el T. y de los testigos del T 1061 El 1062 evita
la burla de esta incapacidad considerando el reconocimiento de deuda en el T como un
legado para los efectos de la prohibición del 1061. Es una aplicación del art 1133
Pero, si además del testamento existen otras pruebas escritas que acrediten la existencia
de la deuda, estaremos ante una confesión de deuda en el testamento confirmada por otras
pruebas, y va a ser válida la asignación
* * *