Está en la página 1de 2

Primer Presagio: Un cometa en el cielo

Diez años antes de la llegada de los conquistadores a nuestro país, se presentó el primer
presagio funesto, un cometa atravesaba el cielo del valle de México, para los aztecas esto era
una señal de mal augurio o un descontento de los dioses, los aztecas relataban que tenía forma
de una espiga de fuego, de una aurora, como si el cielo estuviera punzando y a su vez arrojaba
fuego.

Segundo presagio: El incendio en el templo de Huitzilopochtli


Ubicado en la parte alta del templo mayor, se encontraba la casa en donde se le rendía honor a
Huitzilopochtli “Dios de la guerra”, en un día cualquiera dentro de la ciudad sucedió el segundo
presagio funesto, iniciado de la nada se presentó un incendio dentro del templo que consumía
todo a su alrededor, al arrojarle agua para sofocar las llamas se hacían mucho más fuertes, al
final no quedó nada.

Foto: Journals
Tercer presagio: El rayo silencioso
El tercer presagio funesto se dio cuando en una tarde caía sobre la ciudad una lluvia muy ligera,
no había posibilidades de una tormenta eléctrica o algo de qué preocuparse, de repente en el
templo de Xiuhtecuhtli cayó un sorprendente rayo que causó un gran impacto en el templo, ese
rayo tenía la capacidad de matar a un hombre, lo sorprendente fue que no generó estruendo
teniendo tal magnitud.

Cuarto presagio: La lluvia de fuego


A diferencia del primer presagio, el cuarto de los presagios funestos causo mucho más temor y
terror dentro de los habitantes de Tenochtitlán, los relatos indican de la caída de una estrella de
fuego, se iba fragmentando poco a poco hasta que bañó el cielo con sus abrumadoras llamas, el
miedo rodeaba el entorno del emperador azteca.

Quinto presagio: El lago hirviente


Como si se tratara de un castigo de los dioses, en el quinto presagio funesto, el antiguo lago de
Texcoco que rodeaba la capital del imperio comenzó a hervir de manera brutal y les arrebató la
vida a varios pobladores, por si fuera poco, las aguas del mismo comenzaron a agitarse de una
manera muy violenta y destruyeron varias casas que estaban a su alrededor.
Foto: Estado del Tiempo
Sexto presagio: El llanto de Cihuacoatl
Considerado como el origen la leyenda de “La Llorona”, en las faldas del lago por las noches
aparecía una mujer de piel blanca que gritaba “Hijos míos, ya vienen”, “Ay mis hijos, a dónde
iremos” y “Hijitos míos, ya tenemos que irnos lejos”. Esto como referencia a la llegada de
Hernán Cortez a nuestro país y a la colonización por parte de los españoles.

Séptimo presagio: El ave de los espejos


Un día, unos pescadores habían capturado un ave de forma extraña, parecía que tenía un espejo
sobre su cabeza, dada su rareza se la llevaron al emperador, este al mirar a través de espejo y
ver a los ojos a dicha ave se dice que pudo observar a los españoles llegar a nuestro país
montados en sus caballos, el séptimo de los presagios funestos marcaba el inicio del fin.

Octavo presagio: Aparición de criaturas deformes


Los relatos cuentan que el último presagio que se dio antes de conocer a los conquistadores en
persona fue la aparición de personas deformes, criaturas con 2 cabezas, 4 manos, 3 ojos
aparecían en los alrededores de Tenochtitlán, obviamente eran capturadas y presentadas a
Moctezuma, luego de que este las mirara desaparecían sin dejar rastro alguno.

Luego de todos estos extraños eventos, Hernán Cortez entró con sus tropas a la capital del
imperio azteca, atemorizado por dichos sucesos, Moctezuma II confundió la llegada de los
españoles con el regreso de Quetzalcóatl, el resto es historia y tal como se había predicho
sucedió la caída del imperio azteca.

También podría gustarte