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PROLOGO El proyecto que presentamos en forma de una coleceién concatenmda de témines de la teoria litcraria pretende diferenciarse fimdamentalmente de las textos ya existentes organi- zados como digcionaring o cnciclopedias, en tanto en este caso lo que esta en la base de Tos textos cs su vinculucién con Ia serie histéries. Los articulos aqui desarroliades tienen un cunicter que podriames deaominar “monografica”, exto es, no se limitan a una breve ex- posicién sobre el tema y estin escrites por docentes investigadores convecadas de acuerdo ‘con sus respectivas cspecialidades y desurroullas en Ia investizacién. $i bien cada una de sus scntradas pusde leerse de modo autinama, por la otra, se manifiesia en este wolamen la clara intenciéa de mostrar una unicidad conceptual (no perceptible a primera vista). Como se dijo ‘previamente, en lahase de cada articulo se halle Is idee de la histuricidad de cada fendmeno ‘y su condicidn de integrar un hecho cronolégicamente mensucable a partir dc su posicion con, respectoa los atros topices que hati merecido una reflexién. Por el mismo motivo, en tanto el Tecorte, hasta cierto panto arbitrario, de expresiones culturales del siglo XX implica mecesa- riamente que ef panorama ofrecide no sea exhaustiva; esa carencia se explica porel desco de acentuar algunos fendmsenos en detrimento de otros. Asi, el hecho dc que algunos periodos, como per ejemplo, el romanticism, no figure en una entrada determinada tiene que ver con Ja creencia de los compiladores de que la dectrina romintica fa sentado sus bases en el pen- samienty de una mancra tan radical que impregna toda la cubura accidental, a pesar de los ataques de las vanguardias historieas, y, por tanto, no sc halla verdaderamente circunscripta aun lapso detemminado. No serd-extrafio, entonoes, delertar Ia presencia indirecta del roman ticismo en las entradas dedicadas a “Realismas” 0 a““Camp”. En cuanto alos asi llamados “Esiudios Culturales”, después de ne pocas vacilaciones, decidimos no incluir un apartado con ese titulo porque entendimies que st presencia s¢ encontraba dispersa y eficazmente ar- ticulada en “Cultures. populares”, “Canon”, “Gender”, enire otros. Por un motive diferente, no-apareceed una cnttada dedicada al “estructuralismo” (especialmente de cua francés). En ste timo caso, fus referencias podrin cncontrarse en los articulos sabre “Estructuralisono checo” y sobre *Pastestructuralismo”, que dan por sentado que el estructuralisma con sede on Paris tendié Hineas en ambos sentidos, hacia atrés y hacia defante, pero que las cabeceras de puente fueron, en definitiva, mas importantes que ¢] pucmtc en si, Mostrar representativi- dad de los fendments descrites segtin lo que los. compiladores consideramos fos avances tet icos fundamentales dentro del rea en el periodo que se abre hacia 1900 ha sido, entonces, mas importante que el deseo de der cucata de todas las manifestaciones empresa imposible ‘pura individues de comienzas del siglo XXL cuando se vive plenamente In iden de la crisis de la coneepeién de archive que cundié hasta comicnzos del siglo pesado. Esta condicidn cle repistra stipico que nos propunemios na deja de implicar. por cierto, una toma de posici6n con respecto-a la tradicién en cada una de las comtribuciones del equipo de 4 colaboradores. A manera de ejemplo, se podrit observar que hemos evitado la consabida des- ccripeidn de Ins “géneros Titerarios”. Esta ausencia tiene. como fas otras, una justificacign. Con sidceamos, asi, que la bibliografia acerca de los géneros Titerarios tsa Tegado-a un camino sin salida después de siglos de clasificaciones, sicmpre incomplews, v que cs justumente la figura de Baajtin! Ia que Ic imprime-al problema un sewgo inusitade al tomar el teme desde lo que él denominé con verdadero éxito. los ‘géneros discursivos”, enmn aquellas grillas de la cultura con la que los hablantes clahoran sus diferentes insiancias de comunicacitn. En ese sentido, Jos" génerus lilerarios” apareceran como tipas especiales de “géneros discursives”. y como ta- Jes senin wisies como mutalzics dentro de condiciones sociohisloricas que vieusn # consolidar ¥ completar tos aspectos estéticos. Desde estas coordenadas, es posible advertir la imencidn general que motiva la publicacién de este libro: producir un texto “de referencia” que sew, a avez, un inetrumento pedasdgico pura quienes ve inician en clestudie de Ia literamra y de ta scoria lteraria, y una suerte de “estado de Ie euestidn” con relacida a una serie de conceptas 0 entradas que consideramns particularmente relevanles y tedcicamente significativos. En relucién con Jo dicho. es importante anotar que el sistema de referencias com flechas permilini tener presente Ta onganizacién general de los articullos que fueron peasades come ‘conjuntn de investigacinnes redacladas en formia de red. De modo complementario al sistema de interreferencislidad de los articalos fumeiona cl sparato de las slosas. Las nociones de cient -complejidad aparecerin, por cierto, en muchos casus explicadas dentro del mismo texto pero, ‘para agilizar la lectura, otras de-esas nociones cnmplejas se ineluyen en el “Glosario” que se halla 4 fital del libro, Se las identificard sracias a su escritura en cursivas y seymicas dk asterisoo En tanto el presente volumen tiene coma funcidn servir de libro de cabecera para los estudios literarins en distintos nivelcs, hemos optade por intradueir los teatos de referencia 2 partir de su afio de publicacion ex fa lengua original y citarlos de ese modo, independien- temente de fa edicion o traduccién que s¢ haya utilizado en Ia investigacién respective. Los datos completos del texto citado irin, sin cmburgo. en ef apartade de cada articull titulado “Bibliografia citada". Para complementar este sistema hemos creado una seccidin indepen- diene Utulada “Para seguir levendo”, donde apareceran los textos que. sin huber sido eila- dos expresamemte, pueden offecer una reflexiin valiosa afin con el tema tratado, Por ttimo, la mayoria de ios colaboradores del presente volumen son investigadares del Centro de Teoria y Critica Literaria y doveates de la Facultad de Lumanidades de la Univer- sidad Nacional de La Plata. Pero hemos convocado tambign, para cl desarrollo de algunos conceplos, a colegas de otras universidades. A todos ellos, nuestro agradecimiento por haber aceptado participar del proyecto y por el compeomiso que pusieran de rtieve en su trabajo. José Amicola y José Luis de Diego, noviembre de 2007 1) Tcuanta aa tramsliisracion de los nombres rises, hems eptsds por uma forma Ibeética coiscideate coe el hebin cults rioplmense, pera prescindiculy de Jos acenoae prifioas (que comportaban stra seris de problemas Ue sdaptsxvin}, 1/ Literatura ‘Cristian Vaecarini ‘Ningunn smegoria. por inioa y escogisia que sex, ui Squier li calegoria estétiea central de ba ey formal. puede consi tir Is esencia del arte, ni es suficieme para que se ensitan Juicias sobre sus obeas. Tunooor Anemxo, Teoria extéiioa (1870) Un problema bisico de la teoria Titevasia es el que concieme ala definicion de su objeto de estudio En el sigla XX, este problema se ha sintetizado, clasicamente, en ta pregunta: jqué é a literuura’? Ln las siguientes Tineas trazaremos, a grandes raszos, algunas de Ins respuesias que se dicron a aguel interrogante. Pare elle, comenzaremos por un somerg desartalio del concepto. La palabra “literatura” deriva de ta latina fitvera (“letra”) y cs, segun Quintifiano, un calco del témino griece ypapuurnsi) (‘grammatiké"). En cl ambite Jatino, “Ti tenia un aleance semantico amplio, ya que significaba un saber relacionado con el arte de leer y escribir, y también instrucciéa, erudicion, Es decir que abarcaba textos sumamente diversos, que hoy clasificariames en distintas tipologias. Aquellvs scntides de la palabra focron fos que predominaron hasta la seeunda mitad del siglo XVI, cuando “litera ra” pas de significar el saber del hombre de letras.a una actividad especttica. En 1759 Lessing utilizé Literatur como conjunto de obras literarias, y en. 1800, con el libro de Madame de Stati Sobre la literatura considerada en sus relaciones can las institueiones sociales, cmpez6 a adquirir su sentido modemo, l de creacién csietica> Es comprensible que este cambio seméntice se dicra en esta etapa pues, al especii- lizarse cl término “ciencia”, los eseritos “Iiterarios” quedaban excluidos de ln érbita cientifica: por eire lado, se dio una valorizacién de géneros en prose, desde la novela hastael periodismo, que tendria su desarrollo y apice en ef ya incipiente romanticisma vy que haria necesaria una designacion que los ineluyera: “literatura” (de Aguiar ¢ Sila 1967: 11-13). En el romanticismo se produjo lz autonomizaciém de Ja literatura como prictica discursiva especifica, cuyo rasgo principal era, a diferencia de la ciencia y de ja historia, la ficcionalidad. En Marxismoy Jiveraiura, Raymond Williams postula una teorta de la literatura a par- tirde un “muterialisme cultural”, y sostiene “una teoria de lus especificidades del material propio de la produccién cultural y iiteraria dentro de} materiatismo histérieo” (1977: 16) " Larmnaruma, (& Maraxismo). Asi, este autor destace que el uso corriente del lérmino “literatura” €s una descripeidn dc algo allamente valuado; y que ingenuamente se tama el concept de “lneearara” como “plena, fundamental ¢ inmediata experiencia humana”, ingenuidad que se puede desmontar teériea e histérieamente, Pues si Ta literatura es “el praceso y el reso tado de Ta composicién formal dentro de las propiedades sociales y formales del lenguajc” (60), por razunes idenligicas este proceso suele ser ecultado o suprimido. ‘Para comprender la significactén del concepto, -y Tecuperar es3 nocian de proceso, Willia- ms canting el desarolla de “literatura”. Segiin su andlisis, esta sungié en su forma modern: enel siglo XVI, desprendida del érea de la retdrica y fa gramitica, y earacterizada como wna. categoria de uso y de condicién, y no de produccién. “Literatura” equivalia a “especializacin ea la ectura y, ervel contexto material del desurrollo de Ia imprenta, en la palabra imprest y especialmente en el libro’ (61). Esta espeelalizacion se dio en téminos de clase social, macs. “freremmd" nacié como una calegoria burguesa, que definia un saber “culta”. Lucge, el con- cceptn perdi ese sentido de capacidad y experiencia de leclura, y Se convirid en una categoria en apariencia objetiva que incluia los libros. impresos y de cierta calidad. En esta ransforma- Campo literario). ‘Fl cardcter ociunal de las Lexlos ¥ el predominio de cierto uso o funeidn del lenguaje son los dos factores constantes cn un amiplia conjunto de definiciones (o, ¢m un senti- do mas ampliv, concepeiones) de Ia literatura gue pedemos denominar inmanentes*, 0 “csencialisias", pues consideran que es posible delimitar si un fexto-es literario 0 no. por medio de un rasgo o una condicion inkerente a él. A aquellos dos factores s¢ Tes agregan a ‘veces otros mils inasibles, como la belleza del texto o Ie emocion estética gue produce, Por su Jado, otro ampli conjunto de definiciones, que podemos [lamar “relacionales”, sé busan on las relaciones que un texte entabla con ciertas instituciones (> Campo lite- rario) sociocultarales y con clertns modos de ser leido; relaciones y morlos que Ie asig- ‘pan caricter literarip. Estas concepciones nicgan gue haya un factor inmanente que le dé condicion de lijerario a-un texty eon independencia de Ios comtextos socioculturales en los. que circula y 8 Ieido. Suelen destacar que el caracter literaria 0 cxtraliterario de-un texto parle de un consenso social y que, por lp tanty, es dinémico e inestable. Dicho cvmsenso se establece ¥ se reformula, en ltima instancia, a partir de Tas operaciones que realizam cicriay instituciones y ciertos actores del campo cultural. Estas concepmuatizaciones sc ubjean de manera mucho mas explicita en los contextos de produceién y revepcidn de los textos en le modernidad, y resultan. por razones histéricas y Mégicas, tributarias del primer conjumto de definiciones: para atribuirie a un texto Ta condicién de Iiterario se parte ée-un imaginarie* que considera alguna concepeidn esencialista. aa conceplualizacion esencialista de lange recorrido y generalizade éxito en el siglo XX cs la que define “literatura” por medio de algin rasgo especifico del Jenguaje ulili- zado, Tin Ia teoria literaria coatemporénea, fueron. los formalistas ruses (> Formalismo La meoats orrreanne on usa) ios primeros en propancria. En una primera etapa, sintetizada en cl oflebre articulo “El arte come artificio” de Viktor Shkloveki, publicadn en 1916/1917, s¢ opusieron dos ‘tipos de lenguaje: el lengnate ordimario y el Lenguaje litcrario. Este es wna lengua “desvin- dia”, fuera de le comin: dicha desviecién se debe a una serie de procedimientes formales a los que el lenguaje es sumetido para convertirlo ea material de una obra de arte. Seziin Skklovski, este trabajo que realiza el escritor con el lenguaje se propane brindar una obra que presente la realidad de tna mancra novedosa, @ pertir de relaciones que na son las habituales, Eute proceso de ogtranenie* (traducido habitualmente como “extratamiento” y. 0 textos influidos por la traduccidn inglesa, como “desfamilisrizacion’) procera que el lector desiutomatice su percencién de la realidad. De este modo, I lengua utilizada en los textos litcrarios scria una lengua intensificada, que se desviaria de los usus cotidianos y referenciales, y que estaria claborada intencionalmemte pura Ingrar cierto efecto, Shklovski define come ebjeto estético a “los objetes creados mediante procedimicn- tos particulares, cuys finalidad es la de ssegurar para estas objetus usa percepcién esle- lica* (Tedacoy 1965: 57). En ese articulo, y en otros posteriores, Siklovski insistié en la ‘oposicidn entre la lengua cotidianay la lengua poética, diferente de aquells porel cardcter perceptible de su construccién, Asi, lo que diferenciaba al arte (a la literatura) de otras ppréctioas lingilisticas era cierta uso del ruaterial (de fa Tengua}. Roman Jekobson, pertenesiente al grupo de los tormalistus desde el primer momento, sastuvo en 1921 que el “objet de Ia ciencia fitererta no es la literatura sino la “Tteramuridad™ \Uiterarurnasi}, es decir agucllo que hace de la obra dada una obra literaria” (Todorov 1965, 36; Amicols 1997: 92), Este formulacién eacontraria un ¢dlebre desarrollo varies décadas después. En efecto, un segundo y mury importante momento cn fa historie de lasidefiniciomes que se basan en el Ienewaye utilicado lo protagenizé Roman Jakobson, con la publicacién de inediisticn y podtica” (1960). En este conocidisimo texto, Jakobson distinguié seis funcio- nes hésicas del lenguaje en fa comunicacién: la cmotiva o expresiva, la apelaliva o eomativa, lareferencial o informative, Ia metulingitistiea, Ia poétiea y la funcidin fatica*, La funcion podtica, fa més imporante, s¢ earseterizaria por eentrarse en (@ llamar la atenciéa sobre) ¢l mensaje mismo, Si bien no puede limilare la presencia de esta funcion @ Ia literatura, Ins textos Literarigs son aquellos en los que ¢sta funcién predomina sobre todas fas dears. ‘La identificacién de Jo Titexario con lo ficcional es, segiin el tearice portugnés Vitor Ma- quel de Aguias ¢ Silva, una reclaboracidst de Ia posuma de Jakobson. [a funcién postica, aho- ra, “crea imaginariamente su propia realidad” intencionalmente “crea un universe de ficcidn que no se identifica con la realidad empirical’, le otorga al texte uns “autonomin semimtiea” porla cual Is literatura ‘signifies de modo inmanente su propia siuacion comuniestiva, sin es- tar determinuda inmediatamente por referentes reales o por un contesto de situacion extents” {deAgniar ¢ Silva 1967: 16), Nuewaments en contraste ct otras tipologias textuales, coma la hist6rica o ln cientifica, la lengua lierans €s-definida como mverificable y plurisignificative. ‘Asi, obras Tinerarias son aquellas en las que “el mensaje crea intaginariamente gv propia Teali- dad, en que lapalabra da vide awn universn de ficcidn” y cays verdades de coherenciay node correspondencia con un referente real (33). Asi, este critico formula un concepto de Iteratura B Lireasrims, que €s, en sus palabras, estriclamente: esétion, aunque aclara que a fe largo de su historia el cconcepto ha presentado diferentes alvances. Obserea, ademas, que hay ciertos textos hibridos, como las biogralies, las memorias y los ensayes, que nsan “rsdscaras literarias”. Ciertas ceractoristicas del lenguaje y el caracter ficcional son también elementns: defi- nitories para Rend Welleky Austin Warren (1948). En ia literatura hay un tso cepecial del lengnaje, que presenta una diferencia dé nanuraleza con el lenguaje cientificy y de grado con ef cotidiano, En el prifaer caso, ef fonguaje literario es ambigua, sumamente conno- tativo, con un Indo expresivo que conlleva el tomo y fa actitad del emisor. se trata de un Tenguaje que quiere inlluir en cl lector y hace hincupié en cl signe mismo, En el segundo, Jos recursos del lenguaje se explotan mis deliberada y sistemdticamente: el lenguaje pot tico onganiva y tensa los recursos del lenguaje cotidiano, ¥ 2 veces lo violenta. "Asi, seria literarias Tas obras en las que predominara la funcidn estétice (unque los gutores admiten que la funcidn estélica es Huctuante y hay obras que pueden ser consi doradas litecarias on un momento y Na cn otrg), ¥ que presentaran un mundo referencial de ficcién (aunque esns mismos crificos reconocon la existencia de casos fronterizos). Em sum, Iu literatura es definida con los ras20s de expresi6n personal, realizaci6n y explo- tacién del lenguaje, falta de propasito prictica ¥ caracter ficticlo. Una obra literaria es tina organizacisn sumamente compleja, de caracter estratificado, con mattiples sentides y relaciones. Se trata de todo un sistema o estructura de signoy que sirve a ui fin estéticn es peuifica, cuya indole se sintetiza en “La capacidad eypecial que tiene el lenguaje literario para provocar una objelivided sui generis (realidad evocada o producida por Ia Iteratura) y el caricter estructurado del conjunte, por el cual lo “prevocade’ se toms una uniclac!” (Wellck y Warren 1948: 20). ‘Las posieiones exencialistas reseftedas ofrecen un factor conmiin: ct de In intencionalised. Presuponen un sujcto consciente de estar escribieado alge caracterizndo como “Titeranara” +y, por endo, de utilizar los mecanisonos y recursos de producciGn textural que inseribam su gnctito on esa categoria, Pero otras posturas propandran que un texte puede ser leido como Iiterario independientemente de las intenciones del autor. “Un escrito puede comenzar a vir vir como historia 0 filosofe y, posteriormente, ser clastficado como literanara (_.). Algunos textos naven literarios; a otros 4c les impone cl carécter literario” (Eagleton 1983: 19-20). De iodas modos, el éafasis coloeado en el lecinr no debe Hamar a confusiia: no se a= de cnalquier lector, sino de Gertos agentes cutturales que, por su posicidn dentro del campo cultural, guvan de mayor podcr, material o simbélico, que otres para definir qué es “literatura” ‘y qué no, para incluit y excluir. Ente esos agentes umnemos a los crilieos, Tos profesores, las editoriales. Jos agentes literaries, tos jurado, los Libremms, las cevistas. Titcraris (>>), fos gran des medios de difuside. “El reconocimaiente de en texto come literario ¥, en comsechencia, ‘como digno de ser editado, se ncaliza en el interior de un sistema seléctivo que, presidido por las tondencias del gusto, sharca a editores y criticas” (Serio y Altamirano 1993: 7 2 Queda, en este mare Taegu por In indole evar de cieies tents, come bos produc en In escaci, en tallores de escritara y cx carcuians nis snformalcs, yi no Megan ala cibesim y Ta publieaciin Edustrales “Tu elln, sin habtar 0¢ Ine nuevos circuiis We cireulaciin, cosy fos Hogs. u le La raduin CIPERanEA BOW Entramos asi en las perspectivas relucionales, en las cuales parece imposible tratar ka cuestién de qué ¢s “literatura” sin recurrira lanoeién de institucidn. En la década del treinta, Jos estudios del checo Jan Mukafowsky (3 Estructuralismo cheeo) sportaron una nueva mizadaa la concepeién del arte y, por consiguiente, de la “literatura”. Mukarovskj pasmala que lo estético en general, y el arte on particular, son fenémenos isreductiblemente sociales, que presentan una triple faz: la funcidn, la norma y él valor. La fimcién esigtica no posee am limite fijo con olras fumciones, y no existen objctos que por su esencia ¥ su estructura sean de por si estéticas, independientemente de la épors, el Inger y el criterio con que se los considera y valora. Los limites de la esfere estética son variables; sin embargo, en cada romunidad socioculniral se observa una localizaciém mas o menos gencralizada de ella, Si csta funcién predomins sobre otras en un objeto determinade nos encontramos con el arie, pero aqui también se abre una relativizaciGn crucial, El arte tmpoco es una esfera de fronteras inamovibles, de manera que, si nos centramos en Ie literatura, un mismo lexto puede ser considceade literurio por una comunidad y no Iteraria pot otra; @ recibir categarizaciones diferentes en momentos distintos de la vida de una misma co- munidad. Reliriéndose a fa valoraciéin estética, Mukafovsk} destacé que las sociedades ccrean instineiones y érzanos que la regulan, sin forzar su peasamicnto, podemos umpliar ef concepto diciendo que también le asignan un caricter “dominante” a la fancidn estética en ciertas objetos y no cn otros. Seu coma fuere, Mukatowsky “abre el campo del arte, disuelve sus limites y lo sumerge en un mundo de tensiones” (de Diego 2006: 173), en el que son petnranentes las reconfiguraciones y los cunflictas. Para sintetizar su posicidn con respecto a las posibles maneras de definir 1a literamura, el criticn inglés Eagleton (1983) pasé revista a cuairo posturas con larga tradicion ‘en Jas sociedndes occidentales, y traté de demostrar sus falencias. Asi, cuestiond las defi- nriciones de fu categoria hasadas en el earacter ficcional de los textos, en un uso especifico de la lengua, en su indole no pragmatica y en una valoracién que equipara “literatura” 2 texlos “bien escritus”, Weames brevemente cada una de gus objeciones_ | Enlaprimera de ellas, Eagleton argumenta que se inelnyen dentro de la categoria mu chos textos no ficcionales y, a la inversa, textos ficcionales com as historietas sucien ser excluidos, Al respecte acotemos que, por ejemplo, Recuerdas de provincia de Sarmiento y Una excursiée a tos indios rangueles de Mansitls han sido inclsidos sistematicamente cna literatura argentina. Por otra parte, un factor aun mis importante es que la diferencia entre realidad y ficcida que es hoy predominante en Ins sociedades modernas, resulta in- valida para otras époces de la historia. Ello anula cualquier pasibilidad de definir de modo transhistérico la literatura como equivalente a ficcidn. Su segunda relutacion tome como blanco la literatura definida a pair de un deter- * minadd use del lenguaje. Para ello sosticne, a partir de lanocion lingiiistica de registro. que cs iluso pensar que fray un lenguaje normal, vilide para indos los hablantes. Si bien reconoce que para los formalistas (> Formalismo ruso) lo literarie “era una funcion de las relaciones diferencialey entre dos formas de expresién y no una propiedad inrau- table” (16: cursivas en el original), Eagleton insiste en que para ellos la “rarefacctén™ 6 Leroi, del lenguaje era la esencia de lo Bterario. Ademés, ergrimy otro arzumento, el de que no todas las desviaciones de la norma lingiistica, come Tos argovs, son literarias. Su terver ataque se dirige contra Ie literatura eutendida como-un discurso no pragntitico, pues “en huena parte de to que so clasifiva como Ineratura el valor-verdad y la pernenea practica de lo que se dice se considera imartante para el efectn total” (1; cursivay en et orii- nal). En este punto, Eagleton plantea que cunlquier texto, como el horario de los ferrocarriies fuede loerse como Tteraio, y que cualquier texto “Isterario” pueds leer: peagmiticarmente {pignsese, por cjomplo, en el uso de coriejo que se da 2 las pocmas amornsns). He este mods, Ip indole fteraria de un texto se dejaria ex manos del receptor, ¥ “Ikeraturs” seria una forma de relacionarse com los eseritos. Kawleinn es caegorico: "No fay absolutamente nada que Peonstituya la “eseneis’ misma de la literatura” (20). Sin embargo, podemos plameamos «je evertas definiciones o concepciones de qué es literatura fincionan en las sociedades occiden- tales modemas, mis alld del mayor o menorrigor con que estén Formuladas y de les intereses idleslgicos que se hellen en su crigen, Eis definiciones, que son puestas en eirculacion, pei- cipalmenty, por fos medios de difusiée, por la escuela y por Ie eritica, son. como a Jengua de ‘Saussure, siempre prévias al sujeto. Para que un texto “no Lilerario” sea feido como Ierslura ex necesario que haya, en circulaciGn social, ua concepeién previa de qué es literatura* ‘Por Gltimo, afinma Fagleton, si por literatura se entiende un texto allamente valorudo, se debe abandonar toda pretension “objetiva” de poder earactecizar la categoria, $i “Ti- feratura” 4 un texto coasiderado bueno, queds exeluida logicamente la posibitidad de que evista literatura mediocre 6, aun, mals. Pero mas importante ex el hecho de que-no existe la valoracién objetiva: el valor es transitorio y significa “lo que algunas personas aprecian en circunstancias especificas, busandose en determinados criterias ya la luz de fines preestablecidns” (23). ‘Eagleton concluye que no hay ningiin rasgé “esencial” que permita incluir a.un texto dentro de Ja [Merstura, ni en la actualickad ni con respecto 2 Gpovas pasadas. La literwmura cs una calegoria irestable, dependiente dc calegories valorativas, y que cietios textos y no ciras sean includes en olla obedees a una comploja red de instancias sucieles c ideologicas Podemos decir, entonces, que sila literatura es toda aquello que es consideraddo como lite- ratura en une sociedad dada, la twutologia solo puede resolverse por medio de wn andlisis de los agentes y Factores eulsurabes que realizan y sosticaen esa definicidn en csu sociedad. ‘Gira perspectiva que cuestions las posiciones esencialistas Ia encoalrainos eft Susana Reiss de Rivarola, quicn plantea que, desde Aristételes, han predeminato dos lipas de definiciones: la de Ta literatura como texto ficcional y la de Is Titeratura coma sistema tcatructurado y autosuficicnte, bello ca cl sentido de no pragmitico. Ast, el mensaje artis- ‘Geo se caruclerizaria par sit autotelismo®, es decir, la capacidad dc “atrapur la atencion del receptor por la presencia de une ‘forma’ o “estructura’ en Te que lors los elementos tee inferrelacionon” (Reisz de Rivarola 1986: 22). La mutora se encatga de critiesr, en las posiciones de Vitor M, de Aguiar e Silva y de René Wellek y Austin Warren, la homele- 3 Esta considernesin clara etd, no invalid cl propisito de Eagleton de deamontarexes concepciones ussalts ‘y descatrnvar sus mulinacioges wteolOgicas w La roads urrenama nor gacidn entre autotelismo y ficcionalidad que realizan, y de sostener que gran parte de la lirica no admite la distincién entre ficcional v no ficcional. Segiin su andlisis, hay una se- Tic de falsas premisas en la base de las postures esencialistas. La primera de ellas es la que cousidera que la orientacién del mensaje hacia si mismo es un rasgo distintivo, exclusive y excluyente de la literatura, La segunda false premisa es fa que identifica filerstura con ficcionalidud, que exclaye parte de la poesia del sigio XX y un amiplio repertorio de tex- os como los relatos de viajes, las autobiografias. las memorias, os diarios personales. y lambign presenta el problema de no considerar que hay muchos textos Becionales que a0 son considerados Titerariog, como los chistes. La tercera premisa errada, y que la autora le objets especialmente a de Aguiar e Silva, es le que sostione que la “explotacidn sistei’ti- ce de Jos recursos del lenguaje en un texto y su ficlivicacién se implican necesariemente” (30). Lucgo de estas objeciones tedricas, Reiss de Rivarola parte del analisis del discurso y-de las posturas de luri Loman (> Semidtiea) para proponer une caracterizacién de la Titeratura que cila Hama estructural-lungivnal y que aunaria particularidades de lay deli- niciones esencialistas y relactonales. Asi, el texto litcrario seria la realiaaci6n de cierto esquenia discursive y, 2 la vez, una parte de un hecho institucional en el que adquiere su identidad. Los rasgus distintives de wn texto Titerarie son: 1 Es literario todo texto eapaz de compli una fumeién cstética dentre de (..) um deter- minado sistema cultural. 2. Para que cl texte pueda cumplir esa fimeién debe tener una determinada orgenizecida interna, 3, (..)e3 el mecanismo eutoorzanizador de la literatura ‘el que dictamina, en cada estadio de su propio desarrollo, qué estmcturas textales particu- Tares son apres para cumplir unu fimeiGn estética, 4, 1. que en iitima mstancia determina el caricter lierario de wn texto es su relacién con un mefatexia (..) que lo clasifiea coma ial, Jo ordena dentro de una tipologia, proyecta sobre dl un valor y orienta su codificaciéa ¥y descodificacida segiie una compleja jerarquia de normas (_.) 5. Todo texto liternrio se caracteriza por su codificacisn miluple (._) (Reise de Rivaroia 1986: 44° Desde otra posicidn, la literaura pensada mas como-una categoria estratéziea que des- criptiva sparece en una formulaciéa de Roland Barthes: si la lengua es el reservorio de las signifivaciones cristalizadas, y si esta cristalizacioa es siempre, cod mayor o menor media- cidn, politica, slo nos resta combatir La lengua desde dentro de si misma, descarriurla, trem- pearla: “a esta fulleria saludable, a esta esquiva y magnifica engufiifa que permite escuchar als lengua fuera det poder, en el esplendor de una revolucién permaneate del lenguaje, por 4 Youn van Dik, desde el andlisis del discurso, postubs gus is ieranars “noes an tipo de discurse essracre ‘memes hawogéneo. fs mie bien wa familia de tipo de discurso. en Ex goc cada tpt wide tener estructaras sextunles muy distinias; fa onidad es cl revultade Uc funnones socioculteralessmllares”. Van Duk sostione ‘que las distin: sockedades marcan cierros Hes de discursa coma Berantes; ¥ que “en altima instanci, ba Inermucn se define en xe eamicxin socioraliural. Las amsticucinnes como Tas covurkas, las unrvcisicdes, ls ‘ailica Fiteraria, 10s Libros de texto, Ins antologiss, Ia hiociogrelia eran, ¥ Jas canvencinnes cullarales de sierias Clases sociales o grapes estableccram. para cada perindn y cultura, le que cucula coeno discuss, Wueruri” (van Df 203- 115.y ss) mi gurle vo la Namor !erafura’ (Barthes 1978: 121-2). Y més adelante: “Tatiendo por lite- fatyra now cuerpo o-una serie de obras, ni siquiera un sector de comercio o de enseftanza sino Ia grafis compleja de las marcas de una practica, la practica de escribir” (123)- Lina refiexida sobre los limites eetuales de lo que atin Hamamos literatura es aportada por Claudia Kozak: Pues fa pregunta por los limites surge cuando algo comienzaa hacerse en algiin sentido ausente, lejane o.al menos borroso - porque su visibilictad se encuentra disminuide—0 ‘evando pierde sus contornes preeisos —porque es diffeil distinguirlo de otra cosa de la que seguramente en otra épaca estaba bien soparada. (Kozak 2006: 11-12) De este modo, la relacién de la Tteratura coo otras pricticas verbales proxinias (guic- nes, historietas, canciones) y Ia tendencia cada vez mayor # leer como literaries textos como los diarios inlimos y los epistolarios de los escritores provocan cl debilitamiento fc las fronterss de la categoria. Por cjemplo, considerada desde la critica aeadémica, La litersturs parcce haber perdido cierts especificidad en los iltimes quince afios, para pusar a formar parte de un conjunty mayor, al que se dedican los amades Estudios Culturales ( Culturas populares), Est redefinicién del objeto puede deberse » varias causas peso dos factores, que quiz4 scan las caras de una misma moneda, apareeen como los mas Visi bles, Por un lado, el poder “de imponer agenda”. pars usar una expresion del periodisme politico, de Ia academia estadounidlense; por ¢l giro, un fenémeno dé aleance mundial pero euyo epicentro son los Estados Unidos: el imperialismo de Ta cultura de masas (que cz predominantemente audiovisual), cada vez mas notori¢ en las ultimas décadas. ‘Mudiendo a practicar como el cinc. la canciSn, los graffiti, Koeak opina que ta “per meabilidad de las troateras corre Ia litersiura hacia otro lugar, peso no exactamente hacia el lugar de esas-otras practicas (..) sino-al de la incerteza de lo que atin no podemos nombrar (16), Cisrtas discusiones sobre la indole literaria de las historielas, 0 sobre la sominacisn de Bob Dylanal Premio Nobel de lilecatura, deberian enmircerse en este nuevo context0, ‘Por otra parle, una tensién que recorri6 tndo el siglo, la del “arto” frente al mercado (08 decir, ln industria cultural de masts) offece otros problemas. Para tomar sélo un caso, es frecnentc que cierlos agentes culturales les quiten (9 no les usignen) la condicidin dc Titerario a ciertos libros, sobre todo noveliss, conocidos a partir de una curscterizacion del mercado como “best sellers”. Asi, textos de Sidney Sheldon, Danielle Steel, Corn Tella do o, en los afos setenta Poldy Bird, som. por un lado, anatematizados y excluidas de la categoria, mientras, por el otro, son cunsumides come literarios y sus autores, come es el caso de Paulo Coelho, son nombeados miembros de le Academia Firasilefia de Letras, Laeducactén sistemutizada, el mercado ¥ la critiva (ls periodistica y la académiea) son las tres grandes esferas quc,en la Modemidad, esteblocen y hacen circular las difercates 18. Le-rmonia urnexanta nov concepciones de la literatura, pot medio de sus respectives institucioaes (> Canon), En muestro pais, la escuela trabaja sobre todo con definiciones inmanenies, y cumple ua papel muy importante en 1a tansmisién y la reproducciin de estzs concepiualizaciones hacia otras esferas de Ia sociedad. El mercado ofrece criterios de inclusidn que a veers parccen mas amplios o mis heteragéncos que los de la escuela, peto basicamente s¢ atiene tam- bin a miradas esencialistas (de esto Ultimo no estoy tan seguro), En cuanto a la critica, jon hay una amplia diversidad de funcioncs, modes y destinatarins, es la esferaen la gue las concepciones relacionales hulkm mayor acogida, o.

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