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Resumen Prólogo Modernindad Líquida Bauman
Resumen Prólogo Modernindad Líquida Bauman
Además su naturaleza se ha modificado, han sido reclasificadas como ítem del inventario de las
tareas individuales.
• En vez de proceder a la política de vida (a seguir), se pasa a la vida experimente.
• Como resultado, en la modernidad privatizada, el peso de la construcción de pautas y
responsabilidad del fracaso caen principalmente en los hombros del individuo. Y estas pautas
son maleables, ya que como todos los fluidos, no conservan su forma durante mucho tiempo.
Darles forma es más fácil que mantener la forma.
• Conceptos que estudia este libro: emancipación, individualidad, tiempo/espacio, trabajo y
comunidad.
• Un rasgo de la vida moderna es como “diferencia que hace la diferencia” como atributo
crucial del que derivan todo el resto de las características. Ese atributo es el cambio en la
relación entre espacio y tiempo. La modernidad empieza cuando estos se separan. El tiempo
adquiere historia cuando la velocidad del movimiento a través del espacio es muy alta.
• Cuando la distancia recorrida en una unidad de tiempo empezó a depender de la tecnología y
de los medios de transporte artificiales existentes, los límites heredados de la velocidad del
movimiento pudieron transgredirse. La velocidad de la luz es el límite.
• El espacio era el aspecto sólido, el tiempo era el blando y activo.
• La facilidad y movimiento de los guardias eran garantía de dominación y la inmovilidad
Por lo tanto lo “grande” no sólo ha dejado de ser “mejor”,
Zygmunt Bauman
Los fluidos, por así decirlo, no se fijan al espacio ni se atan al tiempo… para ellos lo que cuenta
es el flujo del tiempo más que el espacio que pueden ocupar… En cierto sentido los sólidos
cancelan el tiempo; para los líquidos, por el contrario, lo que importa es el tiempo.
La cita precedente tiene que ver con lo que Bauman denomina levedad, la levedad se opone a
la rigidez y a lo pesado, cualquier sólido es pesado, pero no los líquidos, es por ello que este
carácter de “liviandad”, como elemento de asociación, permite expresar que aquello que es
liviano posee movilidad y de manera práctica, bien sabemos, que cuanto menos pesada sea
una cosa se torna con mayor facilidad su traslado.
Los “grilletes” de las relaciones sociales se manifiestan en los vínculos que condicionan las
relaciones humanas cuyo nexo es el dinero, es decir, aquello que vale la pena conservar, así
toda acción se reduce a términos económicos, términos que dominan la totalidad de la vida
humana.
Sin embargo, como producto de la pérdida de control y fruto de la rigidez que albergan estas
sociedades tan complejas como la moderna, que no permite su cambio de manera tan fácil,
por tanto los subsistemas que se sostienen en ella, son rígidos y sin posibilidad de elección,
pero éstos no surgen de una sociedad que posee un gobierno dictatorial, ni de la subordinación
o de la esclavitud, sino que la situación actual emergió de la disolución radical de aquellas
amarras acusadas –justa o injustamente- de limitar la libertad individual de elegir y de actuar.
La rigidez del orden es el artefacto y el sedimento de la libertad de los agentes humanos
Otro de los elementos que impulsan a Bauman y algunos otros autores a hablar del fin de la
modernidad es el hecho de las relaciones de poder que podemos ver de manera “encarnada”
en las diversas instituciones y empresas que se sustentan en el sistema del capitalismo.
Actualmente, quien sustenta el poder no necesariamente tiene que estar expectante de sus
súbditos como lo era con el sistema panóptico. En el panóptico lo que importaba era que
supuestamente las personas que estaban siempre “allí”, cerca, en la torre de control. En las
relaciones de poder pos-panópticas, lo que importa es que la gente que maneja el poder del
que depende el destino de los socios menos volátiles de la relación puede ponerse en cualquier
momento fuera de alcance… y volverse absolutamente inaccesibles.
Actualmente las barreras territoriales han sido superadas y se habla entonces de un salto
cualitativo del poder en el que se otorga el carácter extraterritorial, puesto que no
necesariamente quien sustenta el poder tiene que estar presente a manera presencial, sino
que se apoya en la velocidad electrónica de las diversas tecnologías para estar ahí.
Las notas precedentes quieren ser una especie de recordatorio de cierta conciencia histórica
que podemos visualizar como en el periodo pre-moderno, es este periodo alejado en demasía
por el tiempo, la sociedad acostumbraba a vivir de manera nómada, sin embargo al paso del
tiempo llegó el momento en que decidió establecerse en un solo lugar, llegando así a ser
sedentarios, entonces en el momento en el que la modernidad se asienta en este modo de
permanecer, rechaza el condicionamiento nómada que se encuentra al margen de las fronteras
trazadas por los cronopolíticos, quienes consideraban a los nómadas como subdesarrollados y
primitivos, pues la sociedad moderna se construía sobre fronteras bien trazadas y definidas
como parte de la definición de un estado. Pues bien, ahora el fin de la modernidad sólida,
tomada como la era del compromiso mutuo, está siendo licuada por la nueva forma de poder
que consiste en poseer a distancia y conquistar de manera intermitente, como en el caso de las
guerras, las nuevas invasiones bélicas consisten en atacar y huir, una vez conquistado el nuevo
territorio el poder puede ejercerse sin la presencia física del dominador, por lo que la
concepción del estado sedentario con determinados límites territoriales comienza a fluir.
Emancipación
El movimiento que implica la libertad puede ser visto desde dos puntos o en todo caso
podemos hablar de dos tipos de libertad, el primer supuesto de libertad que considera Bauman
es la libertad objetiva, el segundo es la libertad subjetiva, ambos supuestos demuestran que en
cada miembro de la sociedad se debe hallar un equilibrio entre los deseos, la imaginación y la
capacidad de actuar de tal modo que la libertad de cada individuo sea auténtica. Sentirse libres
de restricciones, libre de actuar según el propio deseo, implica alcanzar un equilibrio entre los
deseos, la imaginación y la capacidad de actuar: nos sentimos libres siempre y cuando nuestra
imaginación no exceda nuestros verdaderos deseos y ni una ni los otros sobrepasen nuestra
capacidad de actuar.
Sin embargo hay quienes se conforman con lo que tienen, suponiendo que en su “comodidad”
gozan de libertad, por temor a perder aquello que ellos conocen como libertad, de igual modo
la libertad implica que el resultado de su búsqueda no sea el esperado, por lo que se le tiene
temor a la responsabilidad que la libertad trae consigo, que lo que experimentamos como
libertad no lo sea en absoluto; que las personas puedan estar satisfechas de lo que les toca
aunque diste mucho de ser “objetivamente” satisfactorio; que, viviendo en la esclavitud, se
sientan libres y por lo tanto no experimenten ninguna necesidad de liberarse
La verdad que hace libres a los hombres es en gran parte la verdad que los hombres prefieren
no escuchar.
Así la búsqueda de la libertad deriva en una rutina, que si bien tiende a la degradación,
también puede proteger, por tanto las normas de la sociedad ejercen una “dependencia”
liberadora que puede ser considerada como la máxima libertad que es posible alcanzar. Por
otro lado, bajo esta perspectiva liberadora se describe el capitalismo como un fordismo, en el
cual las personas son dominadas por otras personas bajo un rígido sistema de producción, es
así como el capitalismo ha dominado por más de doscientos años, es este esquema riguroso
que no permite iniciativa ni el más mínimo ápice de creatividad e ingenio, sino de movimientos
monótonos y automáticos, sin embargo el capitalismo como emblema de la modernidad
líquida tiene que fluir, así la libertad bajo un esquema semejante se mueve a la concepción del
“individuo” donde se pone en evidencia la identidad de la humanidad como una tarea, así se
debe cargar con la responsabilidad de lo que el humano será. Por tanto, la conformación de la
libertad de los miembros de la sociedad se encamina a dejar a un lado al individuo de jade, el
cual posee una libertad negativa, es decir que posee una libertad impuesta, en cambio el
individuo de facto posee una libertad positiva, es esta libertad a la que el individuo debe
dirigirse, para ello es necesario que esta libertad como capacidad de autoafirmación, cuya
capacidad de autodeterminación tiene que “colonizar” lo privado, es decir, que se tiene que
rediseñar el tipo de relación de los individuos en la sociedad, tiene que fluir.