Está en la página 1de 23

Última obra del ciclo onettiano de Santa María, 

Juntacadáveres se centra en la figura


de Larsen, el proxeneta sentimental, para narrar, en un ambiente grisáceo de burdel
pueblerino, una historia desesperanzada, pero irónica en las implicaciones de su
planteamiento. Es la historia del triunfo y la caída de Larsen, de la breve gloria de su
prostíbulo, pero también la de un grupo de personajes sólo parcialmente revelados
que ocupan su lugar preciso en el gran plano de Santa María.

La extraordinaria maestría técnica alcanzada por Juan Carlos Onetti, la contención de


su prosa, y la nitidez con que se describen las etapas de la trayectoria del personaje
en la localidad, y la implantación de su negocio, otorgan a Juntacadáveres —muestra
de la profunda madurez de Onetti— la categoría de una parábola existencial que es al
propio tiempo una obra maestra de la narrativa.

«Leyendo a Onetti uno tiene la sensación de asistir casi en presente a los procesos de
invención de su escritura… Pero también, paradójicamente, da la impresión (…) de
que tuvo desde muy pronto en la cabeza el plano total de lo que iba a escribir… No
exige sólo lectores: exige también cómplices en la invención de ese gran sueño que
fue cobrando forma visible poco a poco, en cada uno de sus libros.» ANTONIO
MUÑOZ MOLINA

JUAN CARLOS ONETTI: JUNTACADÁVERES

publica en 2018 la novela del afamado escritor Juan Carlos Onetti


(Montevideo, 1909-Madrid, 1994), ganador, entre otros, del Premio
Cervantes (1980). En Juntacadáveres el autor uruguayo

JUNTA CADAVERES

Tres prostitutas . Irene, Nelly y María Bonita, entradas en años llegan


al pequeño pueblo de Santa María, de la mano del proxeneta
Juntacadáveres, «desanimadas, feas y envejecidas por el viaje,
vestidas con las grotescas cosas que habían comprado ávidas con el
dinero del adelanto». Bajan del tren y se sumergen en el pueblo,
directas a formar su pequeña y polémica familia en la casita de las
ventanas celestes.

Juntacadáveres, también llamado Larsen, proyecta en este ambiguo


negocio todos sus sueños desde la juventud: medrar a través de la
explotación de las mujeres. Sin embargo, la moral del pueblo hará que
este paraíso se vuelva infierno, a ojos del cura Bergner además de
gracias a la acción de los anónimos color azul de la liga de las mujeres
(o Acción Cooperadora).

Asimismo, cierto surrealismo influenciado por el esperpento se asoma


a través de Larsen, que dialoga con esos cadáveres ya muertos que a
veces vienen a acompañar su férrea soledad «Miraba el cadáver que
se iba enderezando, más amplia la sonrisa sin carne, bruñida la
pequeña calavera, hundida en el hueco del vientre la copa vacía […]
aspiraba la putrefacción de los escasos cartílagos, examinaba sus
coincidencias con el hedor de los otros cuerpos que tal vez acababan
de despertar y que muy pronto empezarían a llamarlo por teléfono».

Los muertos parece que despierten y se confundan con los vivos, en


esa técnica que recuerda un realismo mágico. Federico, hermano del
personaje que actúa como narrador en ocasiones, Marcos, respira
todavía una vez fallecido, mediante sus ropas y el humo de sus
cigarros. Cuando las radicales mujeres de Acción Cooperativa llegan a
casa de Julita, la viuda de Federico, da la sensación de que el
muchacho se hubiera marchado hacía unos escasos minutos, sus
ropas languidecen en el suelo y hasta la ceniza de sus cigarros se
acumula en los ceniceros: «deducían que el hombre muerto que las
veía desde las paredes, desde el marco sobre la mesa, desde la
chimenea ennegrecida, había estado allí en la tarde […] Tal vez se
hubieran cruzado con él en la escalera».
Como se dijo anteriormente, el telón de fondo de la novela es el
conflicto moral que presenta la llegada de las tres prostitutas al pueblo
de Santa María, lugar donde incluso se erradicó la ropa interior
femenina de los escaparates de las tiendas, por considerarlo una
descarada indecencia. Marcos plantea una «limpieza general» donde
se hallen «los prostibularios de un lado, las personas bien del otro». El
cura atribuye las desgracias sufridas en el pueblo a la instalación del
burdel, haciendo gala de ese antiguo velo supersticioso que cubre
toda doctrina religiosa, pues como dicen, aliarse con el diablo implica
perder toda Divina Protección. El cura Bergner se refiere al prostíbulo
como ese «demonio que vino hacia nosotros y fue acogido». La
construcción del infierno en la tierra, en un pueblo donde lo más
temible es esa soledad que ataca a los personajes.

Marcos es quizá el personaje más oscuro de la obra. De carácter


violento, confiesa que a veces ha sentido unas irrefrenables ganas de
matar a alguien y que, tras el sexo, una sensación de asco hacia la
pareja le invade, le enloquece. El remedio, dice, podría ser el
casamiento, para así detener la práctica pecaminosa. Para Marcos, la
religión puede suponer un remiendo de su personalidad, agresiva y
siniestra. Tras el sexo y ante la desnudez de su amante, le ordena que
se tape de inmediato. La hipocresía de Marcos es reflejo de la
hipocresía eclesiástica a la que ataca el autor uruguayo.

Su hermana, Julita, muerta en vida tras el fallecimiento de su adorado


Federico, acaba suicidándose, ahogada en una sociedad en donde la
viuda también es condenada a no volver a conocer otro hombre.
Jorge, cuñado de esta, le recuerda irremediablemente a su marido
muerto y le bautiza con el nombre de su hermano de manera
automática, confundiendo a ambos, excusándose de esa atracción
que parece que florece entre ellos. El final, con la soga rodeando su
cuello y los muslos descubiertos, parece el destino inevitable que le
aguardaba . Como cierra Jorge, este será el único modo de los dos
enamorados de poder quererse en esa sociedad extremadamente
hermética y ridículamente puritana: con la muerte de Julita, él ahora es
libre de amarla.

Como era de esperar, la liga de mujeres de recta moral triunfa en el


pueblo y el prostíbulo cierra las puertas de su Paraíso, volviendo así a
sus casas esos maridos insatisfechos y esos novios aburridos de sus
compromisos. El infierno, sin embargo, no abandonará el pueblo de
Santa María. La hipocresía, la violencia, la soledad y el suicidio azotan
la pequeña localidad en la que, eso sí, ya no existirá burdel alguno
para escapar de la cruda realidad.

Aunque el argumento de la novela se pueda simplificar con este


resumen, en realidad la obra trata de la soledad de los personajes que
participan en ella. Solas están las tres mujeres de la casita celeste, así
como el proxeneta que las acompaña y los personajes de Jorge y
Marcos, o Julita. Viuda desde muy temprano, su locura palpita en las
escenas donde dialoga con su cuñado, Jorge.

Y es asi pues que

La extraordinaria maestría técnica alcanzada por Juan Carlos Onetti,


la contención de su prosa, y la nitidez con que se describen las etapas
de la trayectoria del personaje en la localidad, y la implantación de su
negocio, otorgan a Juntacadáveres —muestra de la profunda madurez
de Onetti— la categoría de una parábola existencial que es al propio
tiempo una obra maestra de la narrativa.

Sinopsis

Larsen, conocido como Juntacadáveres, llega a Santa María con


Irene, Nelly y María Bonita, tres prostitutas entradas en años con las
que monta un burdel. No se trata de un lugar cualquiera, dedicado al
simple desahogo sexual, o al menos eso es lo que pretende Larsen.
En un estilo denso, de un vigor y una viveza pocas veces logradas en
nuestra lengua, el gran escritor uruguayo va desplegando ante los ojos
del lector la lucha entre dos fuerzas ferozmente enfrentadas, a pesar
de la ambigüedad que les prestan la hipocresía y las apariencias. El
autor apoyándose, y a la vez recreando la técnica faulkeriana de
realismo indirecto y expresionista crea escenarios física y
geográficamente imaginarios y en ellos mueve seres humanos
condenados al fracaso de antemano.

Argumento literario
Última obra del ciclo onettiano de Santa María, Juntacadáveres se
centra en la figura de Larsen, el proxeneta sentimental, para narrar, en
un ambiente grisáceo de burdel pueblerino, una historia
desesperanzada, pero irónica en las implicaciones de su
planteamiento. Es la historia del triunfo y la caída de Larsen, de la
breve gloria de su prostíbulo, pero también la de un grupo de
personajes sólo parcialmente revelados que ocupan su lugar preciso
en el gran plano de Santa María.
Allí, gracias al saber hacer de las viejas meretrices, los hombres
conocerán el paraíso y alcanzarán la felicidad. Esta excéntrica
empresa se topa con la oposición implacable de las gentes de bien,
como el padre Bergner, cuyos sermones incendiarán los ánimos de los
parroquianos.
La instalación de un prostíbulo por Juntacadáveres en un pueblo
insignificante y supuestamente imaginario y las relaciones existentes
entre un adolescente y una loca, son dos historias relacionadas entre
sí que utiliza Onetti como asunto en esta novela.
En ella el aplastante fracaso de los personajes y el monólogo interior
tienen una carga menos tormentosa que en el resto de la obra de este
escritor.
El mundo desolado y asfixiante de la incomunicación y de los
problemas existenciales del hombre en la sociedad capitalista
configura todo el universo literario de este escritor, sus personajes son
frustrados congénitos, su fracaso proviene de generaciones anteriores.
Es como si la existencia humana que los precedió hubiera sido
incapaz de hacerlos mejores y por tanto impotentes para el futuro.

El código Da Vinci, Dan Brown

Esta novela de misterio, espionaje y esoterismo que pone en


duda algunos de los dogmas sobre los que se asienta la iglesia
católica,Resumen ejecutivo de El Código Da Vinci
El Código Da Vinci es una novel de misterio-detectives escrita en el 2003 por un
novelista
norteamericano. La historia sigue al simbologista Robert Langdon, en su
investigación de un
asesinato en el museo del Louvre en París. En la investigación, descubre la batalla
entre el
Priorato de Sion y el Opus Dei sobre la posibilidad de que Jesucristo haya dejado
descendencia.
La novela produjo gran interés popular en torno a temas como el Cáliz Sagrado y
el rol de María
Magdalena en el cristianismo. Ha despertado también mucha crítica de parte de
distintas
organizaciones (principalmente religiosas), quienes denuncian las inexactitudes
históricas y
científicas.
El asesinato
En el Museo del Louvre en París, un monje albino del Opus Dei, llamado Silas,
acorrala al
curador del museo, Jacques Saunière, para que le diga dónde se esconde el
Santo Grial. Luego
de que Saunière le responde, Silas le dispara. Atrapado en una de las salas del
museo,
bloqueada por el sistema de seguridad, y herido de muerte, Saunière se da cuenta
de que debe
hacer algo para salvaguardar el importante secreto que guarda.
En sus últimos instantes de vida, Saunière dibuja en su abdomen, con su propia
sangre, un
pentáculo. Luego dibuja un círculo en el piso, y se coloca él mismo dentro de este,
con piernas y
brazos extendidos, recreando la figura de El Hombre de Vitruvo. Finalmente, deja
un código
numérico y dos líneas de texto escritas con tinta invisible en el piso.
Al salir del Louvre, Silas llama por teléfono al Maestro, y le indica que, según
Saunière, la “piedra
angular” (especie de piedra en forma de cuña, utilizada en la construcción de
arcos) se
encuentra en la iglesia de Saint Suplice de París. Dicha piedra angular les llevaría
a encontrar el
Santo Grial y ciertos documentos que sacudirían las bases de la religión cristiana y
de la Iglesia.
Así que el Maestro le ordena a Silas buscar el botín. Pero, tras seguir las pistas
que le diera
Saunière, Silas se da cuenta de que fue engañado. Entra en cólera y asesina a la
Hermana Sandrine Bieil, encargada de la iglesia y centinela del Priorato de Sión

La escena del crimen


Robert Langdon es un prestigioso
profesor de Simbología Religiosa
de la universidad de
Harvard, y se encuentra en París
presentando su nuevo libro.
Saunière lo había llamado ese
mismo día para que se reunieran
más tarde.
En medio de la presentación
irrumpe Jerome Collet, detective
de la policía, y le pide a Langdon
que lo acompañe al museo para
intentar interpretar lo que alli
encontraron.
Ya en el Louvre, Langdon conoce
a Bezu Fache, el capitán de policía
encargado de la
investigación. Fache le muestra la
escena del crimen a Langdon y le
pregunta por su cita con
Saunière. Además, lo interroga
sobre ciertas pistas dejadas por
este antes de morir. Por la forma
Por la forma
de interrogarlo, Langdon se da
cuenta de que el capitán Fache le
considera sospechoso.
Un rato después, llega al museo
Sophie Neveu, agente de policía y
especialista en criptología.
Le indica a Langdon que debe
llamar a la embajada de su país,
puesto que le tienen allí un
mensaje importante; le indica el
número a llamar y un código de
acceso. Pero, tras marcar el
número, a Langdon le cae el
servicio de contestadora de
Sophie, donde esta le ha dejado el
siguiente mensaje: “Usted está en
peligro, debemos reunirnos en un
baño del museo”.
Una vez en el baño, Neveu le
indica a Langdon que Fache le ha
colocado un dispositivo para
seguir cada uno de sus
movimientos. Langdon consigue
el dispositivo escondido en su
bolsillo, ylo lanza por la ventana
escondido en un jabón, hacia un
camión que pasaba cerca.
Neveu había visto el fax con la
foto de la escena del crimen que
Fache había enviado a la
comisaría. Antes de que llegara
Langdon, Fache había borrado un
mensaje que Saunière había
dejado escrito: “P.S. encuentra a
Robert Langdon”. Pero Sophie
sabía que “P.S.” no eran las
siglas utilizadas para indicar una
post-data, sino “Princesa Sofía”,
como la llamaba Saunière,
quien además era su abuelo. Este
mensaje hizo que Fache
sospechara de Langdon. Por su
parte, Langdon cree que que
“P.S.” indica “Priorato de Sión”,
una hermandad antigua dedicada a
preservar la tradición de adorar a
la diosa pagana, y a mantener el
secreto que Saunière murió
protegiendo Al ver la señal del
dispositivo alejándose del museo,
Fache y los policías que le
acompañan
creen que Langdon ha escapado, y
salen corriendo del museo. Fache
acababa de ser notificado
de que la policía no había enviado
a ningún especialista en
criptología.
Al irse la policía, Langdon y
Neveu regresan a la escena del
crimen. Langdon descifra las
líneas
restantes del mensaje de Saunière,
que lo llevan a encontrar, detrás de
la Madonna de las
Rocas, una llave de una caja de
seguridad de un banco.
La policía, mientras tanto, regresa
al museo. Langdon y Neveu, sin
embargo, logran escapar,
utilizando una de las valiosas
pinturas como rehén.
La huida
Neveu y Langdon intentan ir a la
embajada de Estados Unidos, pero
esta estaba rodeada de
policías. Se dirigen entonces a la
estación de tren, y compran
boletos pero, para despistar a la
policía, no suben al tren. En su
lugar, van a la oficina del banco
suizo identificado en la parte
posterior de la llave.
En el camino, Langdon le cuenta a
Neveu la historia del Priorato de
Sión, y su brazo armado,
conocido como los Caballeros
Templarios. Le indica que el
Priorato protege no sólo
documentos
secretos sino al Santo Grial. El
libro más reciente de Langdon se
ocupa precisamente de este tema.

El Cryptex
Al entrar al banco, el guardia los
identifica como prófugos y llama a
la policía. Sin embargo, con
la llave y utilizando un número
dejado por Saunière, logran abrir
una caja de seguridad. En ella
consiguen una caja de madera
dentro de la cual se encuentra un
Cryptex, es decir, un
dispositivo cilíndrico para
almacenar y enviar mensajes
secretos que Saunière había
construido
según un diseño de Leonardo Da
Vinci.
Para abrirlo, es necesario alinear
los componentes rotatorios según
una contraseña secreta.
Pero, si se lo intenta abrir con la
contraseña incorrecta, se quiebra
un recipiente interno que
contiene vinagre y que dañaría por
completo el pergamino contenido
en el dispositivo.
Langdon sospecha que el Cryptex
debe contener la clave para
conseguir el Santo Grial, tan
celosamente guardado por el
Priorato.
André Vernet, el gerente del banco
y amigo de Saunière, reconoce a
Sophie y los ayuda a
ambos a escapar en el camión
blindado del banco, conducido por
él mismo. Una vez lejos de la
ciudad, Vernet se vuelve contra
ellos, intentando hacerse del
Cryptex. Sin embargo, logran
escapar
Sir Teabing
Langdon y Sophie se dirigen
seguidamente a la mansión de Sir
Leigh Teabing, historiador y
amigo de Langdon, para que los
ayude a abrir el Cryptex. Sir
Teabing les cuenta la leyenda del
Santo Grial, incluyendo evidencia
histórica de que:
- La Biblia no vino de Dios, sino
que fue compilada por el
emperador Constantino.
- La divinidad de Jesús fue
decidida por votos en el Concilio
de Nicea.
- Jesús estuvo casado con María
Magdalena, y tuvo hijos con ella.
Les habló además sobre ciertos
símbolos escondidos en la pintura
La Última Cena de Da Vinci.
Según su explicación, el Santo
Grial es realmente el cuerpo de
María Magdalena; es ella, y no el
Apóstol Juan, quien se encuentra
al lado de Cristo en esta pintura.
También les indica que María
Magdalena era de descendencia
real (de la casa de Benjamín) y
era esposa de Jesús (de la casa de
David). Al momento de la
crucificción, ella estaba
embarazada. Posteriormente huyó
hacia la Galia (Francia), donde fue
escondida por los judíos
de Marsella. Allí nació su hija
Sara, y su descendencia pasó a ser
la enigmática dinastía
Merovingia de Francia
La existencia de dicha
descendencia era el secreto
contenido en los documentos
descubiertos
por los Caballeros Cruzados
cuando conquistaron Jerusalén en
1099. El Priorato de Sión y los
Caballeros Templarios fueron
grupos organizados para proteger
dicho secreto. Da Vinci era
miembro del Priorato de Sión.
Según Teabing, Saunière y otros
fueron asesinados porque la
Iglesia sospechaba que el Priorato
estaba próximo a revelar estos
secretos.
Mientras Teabing explica todo
esto, Rémy, su mayordomo, hace
una llamada para informar que
Langdon y Sophie se encuentran
en la mansión. Como resultado de
esta llamada, Silas aparece
en el castillo, dispuesto a obtener
la “piedra angular”.
Justo cuando Langdon le estaba
mostrando el Cryptex a Teabing,
aparece Silas y lo golpea en la
cabeza. Silas apunta con su pistola
a Sophie y a Teabing, exigiendo la
“piedra angular”. Teabing
ataca a Silas, pegándole en el
muslo (donde tiene el cilicio con
el que se auto-flagela), y Sophie
lo remata con una patada en la
cara. Lo atan.
La policía llega al castillo de
Teabing, pero Sophie, Langdon,
Silas (atado), Teabing y Remy (el
mayordomo de Teabing) logran
llegar al avión privado de Teabing,
a bordo del cual escapan
hacia Inglaterra.
Entre Langdon, Sophie y Teabing
logran descifrar la clave del
Cryptex; pero cuando lo abren,
hallan adentro otro Cryptex
envuelto en un pergamino que
tiene un poema escrito. Este
último
hace referencia a una tumba donde
se encuentra un caballero
enterrado por “el Papa”, y a la
órbita que falta es esta. Teabing
asegura saber adónde deben ir.
El capitán Fache, al darse cuenta
de que han huido en el avión,
llama a la policía británica para
que rodeen el aeropuerto donde
aterrizarán. El avión entra en el
hangar, y al dar la vuelta,
Sophie, Langdon, Rémy y Silas
saltan y se esconden en una
limosina que les esperaba. Cuando
llega la policía, Teabing le
muestra que no había nadie más en
el avión.

También podría gustarte