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ie ocura dela Cruz La Teologia de Martin Lutero Capitulo Vv El ser humano — ser en contradiccién y en devenir Ae Planteamiento del problema de Lutero el mensaje del Dios crucificado de- hacia los seres humanos. A Ja luz de la muerte de Cristo en la Cruz se revela verdaderamente qué es y como es elser humano, lo que coloca lareflexin del ser humano sobre si mismoy sobre la vida en una nueva perspectiva, paralela a otras posibles como la reflexién filoséfica sobre la vida o la reflexién Empfrica por ejemplo sobre las caracteristicas de la especie hu- mana. Lo especifico de la teologia consiste en realidad en que el ser humano se reconoce en toda su profundidad recién a partir desu relacién con Dios. Su ser verdadero no esté en si mismo, surge, segiin Lutero, del mensaje “fuera de nosotros” (extra nos). _ Alaluz del mensaje de la Cruz es que se plantean las cues- tiones esenciales en torno al ser de las personas: éQuién es esa persona en relacién con Dios? La Biblia habla de la creacion del hombre a imagen de Dios. {Como se puede afirmar esto a la luz de la crucifixién de un “justo” y de tantos Pueblos enteros? # wget esloge motiva a la persona a imponerse sin compa- remos a deshacerse de su adversario matan- 105 Enla teologia termina la mirada tulo V El ser humano — ser en contradicci¢, n lia habla del poder del pecado, que t i del ser humano. &Cémo debe entenderse esto? ¢ Come Posey i dividual, como violencia estructural, como la perdi culpa in cierne sobre el ser humano? con que, | El ser humano, étiene por lo menos restos de un 4 innato 0 aprendido de lo que es “bueno” y que debe etd fl tiene una voz en su interior que le advierte y le ayuda a oa 0; la conciencia de las personas, ‘Sing { malo”? La Biblia habla de Ja concibe Lutero desde la perspectiva de la Cruz? ecémo se concibe la libertad humana si el ser humano su semejanza con Dios y el pecado original? se } encuentra entre Capi dolo? La Bil s de Martin Lutero B. Texto: de Dios — pecado mano (1536) Démaris Zijlstra Arduin) Semejanza 1) Disputa acerca del ser hu traducido por (WA 39/1, 175-1777 iduria humana, define al ser hu- 1. La filosofia, [como] la sab mano como un ser vivo racional, sensible, corporal [que perte- nece al reino animal]. 3. Pero hay que sal al [ser humano] mortal y esta vida [terrenal]. 4.¥ es ciertamente verdad que la raz6n es todo y es la mejor de todas las cosas y eS algo divino. a ie Es la creadora y motivadora de todas las artes [libres], e Jamon del derecho y de todas las cosas que poseen los wp a ebicum poder, eficiencia y fama en esta vida. ae idles que Ja raz6n debe ser reconocida justamente el ser huma: principal en la que se basa Ja separacion entre ange no He animales y otras cosas. causas [por la de eos a nae no sabe de su majestad por las una sonclusi én]. n] sino solamente por los efectos [como 1. Entonces, si si » Si se com, para la filosofia o la raz6n misma con la teologia se demostrz ada ia lo : ‘ostrar4 que no saber mos casi ni sobre lo hu: su 32. Parece que causa material esa definicién abarca solo ber Jo siguiente: decir] al ser humano de [eso quiere ] fundamento de 'e ni siquiera compre mente a P. rendemos suficientet el 106 La Locura de la Cruz.- La Teologia de Martin Lut ero 13. Porque la filosofia seguramente no conoce Ja [car efectiva Y de la misma forma tampoco conoce {la causa aia finalidad. Ly 17. En este aspecto, no hay esperanzas de que la pers eda reconocerse a si misma como es en tanto no dirija su ia tada ala fuente misma, que es Dios. _ 20. La teologia, en cambio, define a partir de la abundancia desu sabiduria al ser humano completo e integral. 21, Esto es, que el hombre es una criatura de Dios que se compone de carne y de un alma viva creada desde el principio a imagen de Dios sin pecado, para que se multiplique y domine todas las cosas y nunca muera. 22, Pero luego de la caida de Adan queda sometido al poder del demonio, del pecado y de la muerte, males eternos que no pueden ser superados con sus propias fuerzas. 23. ¥ que [la criatura] solo sera liberada por el hijo de Dios, Jesucristo, (si cree en él) y le podra ser regalada la eternidad de Ja vida. 24. A pesar de todo, en estas circunstancias debemos con- dluir que la raz6n, que es la causa mas hermosa y excelente, lue- go dela caida queda sometida al poder del diablo. 26. Por eso impiamente filosofan aquellos contra la teologia cuando sostienen que las capacidades naturales [del ser huma- no] se han conservado intactas pese a la caida. 29. Y también cuando sostienen que en los hombres se re- fleja la luz del rostro de Dios, como un simbolo sobre nosotros, 0 sea, el libre albedrio para practicar los justos reglamentos y la buena voluntad. . 30. Igualmente que el ser humano sea capaz de elegir entre lo bueno y lo male, la vida y la muerte, etc. 31. Esas personas no solamente no entienden lo que es el ser humano, tampoco saben de lo que hablan. 32. Pablo declara en Ro 3.28: “Sostenemos entonces ave a hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley”, y ast Te~ sume brevemente la definicién de ser humano cuando dice: el hombre es declarado justo por la fe. , . te Por eso, el ser humano en esta vida na e més que la ma feria prima de Dios para la vida en su forma futura. . ___36.Y asimismo todo lo ereado, que ahora est redueido a8 insignificancia, es para Dios la materia prima para su magn” forma futura. 107 Capitulo V_El ser humano ~ ser en contradicein, 2) Catecismo Menor (4529): El Credo — Articulo primero: La Creacién (Obras V, 20s,/WA 30/1, 292-294) Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo Ydelg tierra. éQué quiere decir esto? Respuesta: Creo que Dios me ha creado y también a todas las criaturas. que me ha dado cuerpo y alma, ojos, ofdos y todos los miembros, laraz6n y todos los sentidos y atin los sostiene, y ademés vestidg ycalzado, comida y bebida, casa y hogar, esposa e hijos, campos, ganado y todos los bienes; que me prove abundantemente y 2 diario de todo lo que necesito para sustentar este cuerpo y vida me protege contra todo peligro y me guarda y preserva de todo mal; y todo esto por pura bondad y misericordia paternal y divi. na, sin que yo en manera alguna lo merezca ni sea digno de ello, Por todo esto debo darle gracias, ensalzarlo, servirle y obedecer. le. Esto es con toda certeza la verdad. 3) Comentario dela carta alos Romanos (1515/1516) (Obras X, 266s./WA 56, 356s.) Sobre 8.3 Esto concuerda con la Escritura (comp. Is. 2:9-22), que describe al hombre como un ser totalmente encorvado sobre si mismo, al extremo de que canaliza hacia su propia persona no ‘inicamente los bienes materiales, también los espirituales, yse busca a si mismo en todo. Esta encorvadura es ahora algo inherente a nuestra natu- raleza, un defecto natural, un mal natural. Por esto el hombre no puede esperar ayuda alguna de sus facultades naturales, sino que necesita una ayuda mds poderosa desde fuera. [...La naturaleza humana] no ve ni busca més que a si mis- ma; sus anhelos todos estan centrados en ella misma. Todo lo demas, incluso al propio Dios, el centro de todo, lo pasa por alto como si no lo viera y se dirige exclusivamente a si misma [.-] 1 también la naturaleza por su parte se ha colocado a si misma en el lugar de todo lo demés, aun en el lugar del propio Dios, ¥ busca nada ms lo suyo propio, no lo que es de Dios. Por est® Ja naturaleza es para si misma el primero y més grande de todos los fdolos. 108 e La Locura de la Cruz - La Teologia de Martin Lutero 4) Los Articulos de Esmalcalda (1537): Tercera parte — Sobre el pecado (obras V,177/WA 50, 2218.) ‘Tenemos que confesar aqui, como San Pablo lo hace en el ca- pitulo 5 dea epfstola alos Romanos, que el pecado ha entrado al mundo por un solo hombre, Adan, por cuya desobediencia todos Jos hombres han llegado a ser pecadores, sometidos a la muerte yaldiablo. Esto es lo que se llama pecado original o capital. Los frutos de este pecado son las obras malas que estan prohibidas en el Decdlogo como la incredulidad, la falsa fe, la jdolatria, desconfianza frente a Dios, falta de temor a Dios, pre- sunci6n, desesperacion, ceguedad y en resumen: no conocer 0 despreciar a Dios. Después viene el mentir, el jurar por el nom- pre de Dios, no orar, no invocar, despreciar la palabra de Dios, Ia desobediencia a los padres, el asesinar, la impudicia, el robar, elengafiar, etc. Este pecado original es una corrupcién tan profunda y per niciosa de la naturaleza humana que ninguna razon la puede comprender, sino que tiene que ser crefda basdndose en la reve- Jacién de la Escritura, como consta en el salmo 50, en el capitulo 5 dela epistola a los Romanos, en el capitulo 33 del fxodo y en el capitulo 3 del Génesis. 5) Tesis para cinco disputas sobre Romanos 3.28 (1535-1537). Cuarta disputa (WA 39/1, 84-86; traducido por Démaris Zijlstra Arduin) 12, Los escolasticos definen el pecado hereditario de forma débil y bastante oscura como concupiscencia, otros lo definen como la carencia de la justicia que al comienzo era necesaria- mente inherente al ser humano. 13. En su mayoria consideran a grandes rasgos que el mal del deseo carnal es el pecado hereditario y aman a aquello que queda luego del perdén, solamente castigo, debilidad y yesca- 14. Pero ademés han ensefiado impiamente aquellos que afirman que después de la caida la naturaleza ha quedado intac- ta, tanto en el ser humano como en los demonios. 15. Mejor hacen los que ensefian con insistencia que la natu- taleza ha sido corrompida por el pecado de Adan. ; __ 16. Porque la naturaleza no puede ser entendida al mismo tiempo como corrupta y como intacta, a no ser que se hable dela integridad de las fuerzas sensoriales. Pero no lo hacen, 109 i Capitulo V_Elser humano ~ ser en contradiceign 17. mientras que para el creyente esté claro que) sensoriales ni la razén han quedado inedlumes fy" 5 teray 27. Pero la Escritura nos habla de la causa del moniando que no hay nada bueno en la naturaleza del hy que el bien remanente es utilizado asimismo para elm: L a 28. Por eso es que el pecado debe ser. agrandado y an ; para que la justificaci6n pueda ser tan amplia a C1. Pecado, test. Dliado, COMO Sea posible 30. Como tal obra de Dios, la justificacién es grande que no puede contar ni considerar nuestras tras emociones. entonces tan obras onues. 6) La Confesién de Augsburgo (1530): Il. El pecado original (Libro de Concordia, 28) Ademis, se ensefia entre nosotros que desde la caida de Adan todos los hombres que nacen segin la naturaleza se cone, ben y nacen en pecado. Es decir, todos desde el seno de la madre estén Ienos de malos deseos e inclinaciones y por naturaleza no pueden tener verdadero temor de Dios ni verdadera fe en él. De igual modo, esta enfermedad innata y pecado hereditario es ver- daderamente pecado y condena bajo la ira eterna de Dios a todos aquellos que no nacen de nuevo por el bautismo y el Espiritu Santo. Al respecto se rechaza a los pelagianos y otros que niegan que el pecado hereditario sea pecado, porque consideran que la naturaleza se hace justa mediante poderes naturales, en menos- cabo de los sufrimientos y el mérito de Cristo. Conciencia 7) Comentario de la carta alos Romanos (1515/1516) (Obras X, 84s,/WA 56, 203s.) Sobre 2.15 Pero les da también un mal testimonio respecto de lo malo que hicieron, y de esto se encargan los razonamientos, que oy acusan y que torturan su conciencia. Con esto queda demoste do que no ignoraban la ley, sino que tenian conocimiento ‘a bien y del mal; pues al sentir ese remordimiento, se dan cu 110 La Locura de la Cruz - La Teologia de Martin Lutero eee deque han obrado mal. No tendrian remordimientos si no tuvi | sen el ‘conocimiento de que su obrar era malo. Mas as{ como ellos mismos son juzgados ante si mismos por si mismos cuando su conciencia, da testimonio y cuando sus ra- zonamientos los acusan 0 defienden, asi serdn juzgados también ‘or Dios, con base en las evidencias aportadas por estos mismos testigos. Pues no se juzgan a si mismos con base en los juicios que otros pronuncian. sobre ellos, ni con base en las palabras de gente que los alaba o critica, sino segiin sus propios razonamien- tos intimos. Y estos razonamientos los tienen metidos tan en lo profundo de su ser, que su alma no los puede eludir ni evitar ni siquiera reprimir como puede hacerlo con los juicios y las pala- bras de los hombres. Por esto ademas Dios juzgaré a todos los hombres segiin estos sus intimos pensamientos y revelara lo que pensamos en lo mas secreto, de modo que no habra posibilidad de huir aan ms hacia dentro ni de ocultarse en un lugar atin més recéndito, todo nuestro pensar quedara de manera inevi- table al descubierto y expuesto a la vista de todos, como si Dios quisiera decir: “Mira: yo en realidad no te juzgo, no hago mas que asentir al veredicto que ti mismo has pronunciado sobre ti, y confirmarlo. Si ti no puedes arribar a un juicio distinto res- pecto de ti mismo, yo tampoco puedo. Por lo tanto, tus propios pensamientos y tu conciencia te dan el testimonio de que eres digno de entrar al cielo -o al infierno”. 8) Lecciones sobre Génesis (1535-1545) (WA 44, 546; traducido por Démaris Zijlstra Arduin) Sobre 43.19-22 Esforcémonos entonces cada uno de nosotros para ser libe- rados de esa bestia espantosa y diabdlica [...] La conciencia pro- voca y fortalece a la muerte y al infierno, y provee armas a toda la Creacion en nuestra contra. 9) Gran comentario de Ja carta a los Galatas (531) (WA 40/1, 270-273; traducido por Damaris Zijlstra Arduin) Sobre 2.19 Pero la conciencia cristiana debe estar muerta a la ley, es decir, libre de la ley, y no debe tener nada mas que ver con ella. ¥ ese es el articulo mas fuerte e importante, el que tiene Ia mayOF fuerza para consolar las conciencias afligidas. Por ende, cuan- 11 Capitulo V El ser humano ~ ser en contradicci6n yeas a un hombre horrorizado, afligido en su Conciencia or entonces dile: hermano, no distingues bien; Pones do el pecado, 2 ley en la coneiencia, pero la ley pertenece a la carne, Deg ie Jevantate y recuerda que crees en Cristo, el vencedor sobre iz y pecado; con esa fe te levantards sobre la ley y caminargg ene gracia, donde no hay ley ni muerte [...]. ‘Asi debemos aprender que en la fe que aprehende a Crist mismo entramos con la conciencia en una nueva ley (por decile de alguna manera), que devora la otra ley que nos tenia atra. pados. Porque aquella tumba en la que Cristo estaba muerto se abrié con su resurreccién, qued6 vacia y Cristo se alejé de ella, Entonces, cuando creo en Cristo, resucito con él y muero a mj tumba, que es la ley que me tenfa atrapado; y entonces la ley ya queda vacia, he escapado del calabozo y de mi tumba que era justamente la ley. Entonces la ley ya no tiene derecho a acusar- mey detenerme, porque he resucitado [...]. Es una maravillosa e impactante definicién decir que vivir ala ley significa morir para Dios, y morir a la ley significa vivir para Dios [...]. Pero el Espiritu dice: que me acuse la ley, que me aterro- ricen pecado y muerte, pero no desesperaré, porque tengo una ley contra la ley, un pecado contra el pecado, una muerte contra la muerte. Y cuando sienta remordimientos de conciencia por el pecado miraré a esa serpiente de bronce, que es Cristo en la Cruz. Alli encontraré otro pecado contra mi pecado, que me acu- say me devora. Ese otro pecado, el de la carne de Cristo, que car- gacon los pecados de todo el mundo, es todopoderoso y suprime y devora todos mis pecados. El siervo arbitrio 10) La Disputaci6n de Heidelberg. Conclusiones (1518) (Obras I, 38/WA 1, 359f.) Conclusién 13 Ellibre arbitrio no es mas, después de la caida, que un sim- ple nombre, y en tanto que el hombre hace aquello que &" si mismo es, comete pecado mortal. _La primera parte de esta afirmacién es evidente, puesto 0° el libre arbitrio es cautivo y siervo del pecado. No que no $1 nada, sino que sélo es libre para lo malo. Juan 8: “Todo aque 12 | alle La Locura de la Cruz - La Teologia de Martin Lut ero ue hace pecado, es siervo del pecado” [Jn. 8.34]. “Si el Hii Hbertare seréis verdaderamente libres” (Jn. 8, “i Pe ees : , San ice en Del Espfritu y la Letre Agustin dice en spiritu y la Letra [eap, 3): “BI libre arbi Agi a graci, slo sive pata pear”. Y ene ive Gas uliano: “Vosotros lo Hamiis libre, mas en ver ji arbitrio” [cap- 2]. Lo mismo dice en innumeratles ogi ae f La segunda parte se explica por lo arriba expuesto fe aquel pasaje de Oseas 13: “Tu perdicion viene de ti, oh Isreel, ato de mi sblo tu ayuda” [13.9] a 41) La voluntad determinada (Obras IV, 86-90/WA 18, 635-638) En pocas palabras: Si estamos bajo el dios de este siglo, sin ja obra y el Espfritu del Dios verdadero, “estamos eautivos avo- juntad de él” [...]. Y esto [vivir en el reino del Stands] lo hacemos espontanea y gustosamente, por la misma naturaleza de la voluntad que, de vafrir coaccidn, no seria voluntad. Pues la coaceién es més bien (por decirlo asf) una Noluntad. Pero “cuando viene otro mas fuerte que él y lo vence y nos Tleva a nosotros como su botin” [Le. 11.21], somos otra vez siervos y cautivos de Dios mediante gu Espiritu (Io cual sin embargo es libertad de reyes), de modo que queremos y hacemos gustosos lo que él mismo quiere. Asila sruntad humana es puesta en medio cual bestia de carg sise sienta encima Dios, quiere lo que Dios quiere y va en ladireccion que Dios le indica, como dice el salmo: “He sido hecho como una bestia de carga, y siempre estoy contigo” [73.22 y sig.]; si se sienta encima Satands, quiere Jo que Satands quiere y va en la direceién que Satands le indica. ¥ no esté en su libre elecci6n co- rrer hacia un jinete u otroy ‘puscarlo, sino que Jos jinetes mismos se disputan su adquisicién y posesion L.-. En consecuencia, él libre albedrio no es ni mas ni menos que tan nombre divino, que compete sola y exclusivaments ® la Ma- jestad divinas pues ésta “puede y hace todo Jo que quiere, en el cielo y en la tierra”, como reza el salmo [135.6]. ¥ sies atribuido a los hombres, les es atribuido con no mayor propiedad que s! se les atribuyese también la divinidad misma, lo cual seria un sacrilegio como no puede haber otro mayor Por consiguiente, silos teélogos tenian la intencion de hablar de lo que el one es capaz. de hacer [de humana virtute), les correspondia no ha- cer uso de este vocablo, ¥ dejarlo para Dios solo; humano Capitulo V_E! correspondia también eliminarlo de la boca y de} 1 manos, y declararlo titulo sagrado y venerable ae h si querfan atribuir siquiera alguna fuerza a los homby a4 Dios, ensefiar que a esta fuerza habia que designarla con ys yen que no fuera “libre albedrio” [...]. térming Pues bien: lo més seguro seria, y lo mas adecuad religion cristiana, prescindir del todo de este término libr drio. Pero si no queremos prescindir de él, al menos ana albe. con buena fe que se lo debe usar en el sentido siguiente: ‘flemos hombre se le concede un libre albedrfo no respecto de Io que al /) superior a él, sino sélo respecto de lo que es inferior, mes { el hombre debe saber que en lo referente a sus biones y ype siones materiales, él tiene el derecho de usar, hacer y ny Rae. conforme a su libre albedrio, si bien también esto lo guia el lib albedrfo del solo Dios en la diteccién que a él le place; pero que i ! en contradiceién on aje hy. 0 a nuestra frente a Dios, o en lo pertinente a la salvacién o condenacién,e| hombre no posee un libre albedrio, sino que es un cautivo, un sometido y siervo ya sea de la voluntad de Dios, o la de Satanis, C. Impulsos para el trabajo i individual o grupal 1. éQué es el ser humano? — éUn primate mas desarrollado? éUn ser racional? éUn ser impulsado por sus instintos? ¢El pro- ducto de sus circunstancias? éDé6nde encuentra Ud. lo especial del ser humano? { 2, Lutero separa la forma teoldgica de ver al ser humano de la filos6fica. éCémo caracteriza ambas perspectivas? 3. ¢Cémo entiende Lutero la “semejanza” de Dios, especial- mente a diferencia de la teologia escolistica? 4. Lutero sostiene que el ser humano se encuentra bajo al dominio del pecado. éCudles son sus caracteristicas? Diferencie entre pecado, pecado hereditario y pecado original. 5. Lutero concibe de una forma muy particular lo que es ha conciencia. Contrariamente a la idea tradicional, que sosten que la conciencia era la voz de Dios dentro del ser humano, a sostiene que la conciencia posee dos facetas: una coneiencia 114 ee La Locura dela Cruz.- La Teologia de Martin tero erada y una liberada, Tenga en cuenta I ese] : las diferencias ast en qué sentido este concepto de conciencia pasa a cere fundamento dela libertad cristiana. 6. ePor qué Lutero subraya una y otra vez la falta de li pservidumbre de la voluntad humana? le libertad D. Interpretacién En la Disputa acerca del ser humano (Disputatio de homi- ne) de 1536, hallamos las ideas teologicas de Lutero referentes al ser humano desarrolladas en cuarenta tesis, en una exposicién muy compacta y sistematica que puede ser considerada como la uma de sus conclusiones antropolgicas. Para él existen basica- mente cuatro caracieristicas que distinguen al ser humano: 4. Elser humano como ser relacional ~ su semejanza de Dios Lutero se separa ya a desde la tesis 1 (texto 1) de la antropo- logfa filos6fica tal como la habfa conocido en la tradicién esco- listica, basada en Aristételes. Esta intentaba comprender al ser humano desde la autocontemplaci6n: el ser humano como ser dotado de razén, sensibilidad y corporalidad. Para Lutero, sin embargo, eso solo describe al ser humano mortal desde al pers- pectiva de sus condiciones de vida terrenales (tesis 3). Igualmen- te le reconoce un gran valor a la raz6n humana en ese ambito, dice que es “la mejor de todas ias cosas y es algo divino” (tesis 4). Pero él en seguida la restringe indicando que no es un cono- cimiento original “a priori”, que se encuentra antes de cualquier experiencia, sino que se trata siempre de un conocimiento “a posteriori”, a saber una reflexion sobre experiencias (tesis 10). Como las experiencias siempre son ambiguas, tampoco puede legarse a un conocimiento definitivo de Dios por medio de la raz6n. Aqui es donde, de acuerdo con Lutero, fracasa también el modelo escolistico del conocimiento de Dios que se apoya en una colaboracién entre Ja naturaleza humana (raz6n) y la gracia divina. El ser humano nada mas puede ser comprendido verdade- Tamente cuando se mira a si mismo en “la fuente misma, que es Dios” (tesis 17). El conocimiento teolégico se refiere al ser hu- Mano en su totalidad, que se compone de “carne y de un alma 115 Capitulo V_Blser humano — ser en contradiccién viva” (tesis 21)- sustancia, como Como Lutero no considera que el alm, lo hace la escolastica, sino que se trata relacién con Dios, cambia por completo la mirada hacia A jumano: la persona pasa a ser un ser relacional. Por lo tant se conocimiento del ser humano solo puede aleanzarse a parti tO, el encuentro con Dios. ir de] El primer elemento de ese encuentro es la comprensién dela propia existencia como creatura: Esto es, que el hombre es una criatura de Dios, que se com- pone de care y de un alma viva, creada desde el principio a Fagen de Dios sin pecado, para que se multiplique y domine todas las cosas y nunca muera (tesis 21). Ser una criatura significa entonces “reconocerse en su de- pendencia y necesidad”; porque el ser humano no es homo fa- ber, creador de s{ mismo, sino que depende de lo dado. Esas son las condiciones vitales elementales, el ambito de las relaciones interpersonales y el ambito de los valores espirituales y su trans- mision, El ser humano es al fin y al cabo un ser que “se debe 2...". En su interpretacion del primer articulo del Credo, Lute- ro describe de una forma excepcionalmente resumida los dones de Dios, desde los sentidos y los bienes materiales elementales, hasta la proteccién y conservacion (texto 2). Un segundo elemento de la relacion con Dios es el cardcter de respuesta que tiene la vida humana. “Por todo esto debo darle gracias, ensalzarlo, servirle y obedecerle” (texto 2). La eriatura humana encuentra su verdadero ser en la actitud de receptor, rogando, agradeciendo y obedeciendo. Untercer elemento es el caricter orientado al futuro del ser humano; porque el origen y la meta del hombre no esta en Ambito terrenal: “Porque la filosofia seguramente no conoce la causa efectiva y de la misma forma tampoco conoce la causa 4° su finalidad” (texto 1, tesis 13). Por tiltimo, lo que marca el cuarto elemento del encu' del ser humano con Dios es la confianza. Como criatura, el sr humano vive primordialmente en la confianza de la contitt® fuerza creadora de Dios (creatio continua) que protege ¥ ab” nuevas posibilidades de vida (texto 2: “...que me provee abut dantemente y a diario de todo lo que necesito para sustentar food Bae vida, 7 protege contra todo peligro y me suet en deveni lo mal”). El ser humano aparece como ser enir, siendo formado y formandose constantemente- jentro 116 a La Locura de la Cruz - La Teologia de Martin Lutero aa tin Luter Es a partir de esta comprensi6n relacional del ser humano que Lutero interpreta ademas un concepto central de la antro- tologiateolézica, la “semejanza de Dios". Para Lutero no se trata de un concepto ontoldgico, vale de- dir un enunciado capital sobre la estructura del ser de la perso- na. Asi fue siempre entendido en la tradicién teolégica, porque se basaba en la historia de la Creacién (Gen 1.26s. - Dios cred al hombre “a su imagen”), entendiendo la imagen como imago (hebr. zelem), 0 sea como reproduccién. Entonces, la semejanza con Dios en la Creacién se refiere a un parecido con Dios. Esta semejanza se intentaba ver por ejemplo en el eaminar erguido del hombre, en su raz6n o en sus virtudes. Aunque estas carac- teristicas se vieran empafiadas y disminuidas por el pecado hu- mano, un resto de semejanza permanece y puede ser activado de nuevo con la ayuda de la gracia divina. La teologia escolistica hallaba esa semejanza (hebr. demut, lat. similitudo) en la razon yenel libre albedrio del ser humano. Para Lutero, no obstante, esa semejanza con Dios es un enunciado acerca del destino del ser humano. Fue creado para ser el compafero de Dios (tesis 21: “creado desde el principio a imagen de Dios sin pecado, para que se multiplique y domine todas las cosas y nunca mucra”). Pero entre el ser humano y su destino divino se encuentra el pecado como gran obsticulo en su relacién con Dios. Por eso el hombre le falla continuamente a su destino y pierde su justicia original (iustitia ori Nuevo Testamento descubre en Jesucristo la semeja realidad (2. Cor 4.4; Col 1.15). Es la anticipacin del nuevo Ser. Debemos ser “igualados” a su imagen (Ro 8. Col 3.10), Esa semejanza solo puede producirse por la intervencién liberadora de Dios, y en conse ia no por la disposicin humana o sus capacidades. Por eso, la frase “el ser humano es justificado por la fe" (tesis 32) es para Lutero la definicion mas compacta de ser humano. Cuando la justicia de Dios se cumple en los hombres, liberandolos y transformandolos, puede aleanzarse esa semejan- a. Desde el punto de vista teolégico, entonces, el ser humano se encuentra entre su semejanza con Dios tal como fue creado, 1 dominio efectivo al que lo somete el pecado, por : gundo concepto fundamental de la antropologia tiene por eso un significado especial en la teologia de Lutero'. ae ‘Ver sobrela historia di : * especialmente Gerhard Sauter, oria del concepto de “semejanza” especia te Das verborgene Leben. Eine theologische Anthropologie. Cap. 3: Das Geschoph 7 JoV_ Elser humano ~ ser en contradiccign 2, El ser humano bajo el poder del pecado Para Lutero, el encuentro con Dios se produce b4g en el encuentro con Jesucristo, la Palabra hecha carne, E revelan —segin el Credo de la Iglesia primitiva— e] Dios dero y el verdadero ser humano. Ese encuentro culmina Cruz y la Resurreccién. A la luz de estos hechos se hace yj ser humano, incluso su lado mas oscuro. Lo que llev6 a Jestis a la Cruz fue el egotsmo, la preocupacign solo por s{ mismo y el egocentrismo absoluto de todos los i volucrados: las autoridades religiosas, el pueblo y las fuerzas de ocupacion romanas. Esa introversién en sf mismo es lla mada por Lutero “incurvatio hominis in seipsum’, los seres humanos estan encorvados en si mismos (texto 3). Ast, el ser humano es aquel ser que continuamente abandona su relacién vivificadora con Dios, su semejanza con El. Es ahi que se ubica el error fundamental de la actitud humana, eso que la tradi. cién y en particular Agustin Ilaman el pecado hereditario, Lu- tero mis bien lo entiende como pecado original, porque para él no es una herencia biol6gica ni esta ligado a la sexualidad, sino que califica justamente una relacién. A causa de esa “en. corvadura en si mismo” el ser humano no consigue establecer una relacién exitosa con Dios y por ende tampoco con las otras personas ni con el medio ambiente. Lutero llama a ese pecado original muchas veces “corrupcién de la naturaleza” 0 some- timiento al poder de la muerte y del demonio (texto 4). Asi, caracteriza al pecado original como la fatidica atadura del ser humano a cosas que tienen poder sobre él y que son parte de su naturaleza humana: Los escolésticos definen el pecado hereditario de forma débil y bastante oscura como concupiscencia, otros lo definen como la carencia de la justicia que al comienzo era necesariamente inherente al ser humano [...] En su mayoria consideran a gran- des rasgos que el mal del deseo carnal es el pecado heredita- tio y Haman a aquello que queda luego del perd6n solamente castigo, debilidad y yesca [...] Pero también han ensefiado im- Piamente aquellos que afirman que después de la cafda la na- icamente Verda. Con la sible ef ——____ nach Gottes ausgesprochenem Willen, Giitersloh: Giitersloher Verlagshaws, 2011, EL Sexin el concepto explicado antes: la semejanza de Dios basada en Ia rea en el destino del ser humano, 118 fa. Ll distingue un enfoque ontolégico del concepto (tradicion eatéica) de ut sega CSeatolégico (Iglesia oriental) y ubiea a Lutero en un punto intermedio jony La Locura de la Cruz.- La Teologia de Martin Lutero turaleza ha quedado intacta, tanto en el ser humano como en Jos demonios [...] Mejor hacen los que ensefian con insistencia que la naturaleza ha sido corrompida por el pecado de Adan [J Pero la Eseritura nos habla de la causa del pecado testi moniando que no hay nada bueno en la naturaleza del hombre y que el bien remanente es utilizado también para el mal [..] Por es0 es que el pecado debe ser agrandado y ampliado, para que la justificacién pueda ser tan amplia como sea posible [..] (texto 5). Cada uno de los pecados actuales es una consecuencia de esta profunda atadura, y Lutero los Ilama frutos: Los frutos de este pecado son las obras malas que estén prohi- bidas en el Decdlogo como la incredulidad, la falsa fe, la ido- latria, deseo: a frente a Dios, falta de temor a Dios, pre- suncién, desesperacién, ceguedad y en resumen: no conocer 0 despreciar a Dios. Después viene el mentir, el jurar por el nombre de Dios, no orar, no invocar, despreciar la palabra de Dios, la desobediencia a los padres, el asesinar, la impudicia, el robar, el engafiar, etc. (texto 4). Entonces, el pecado original posee una dimensién que va més alla de lo individual. Posee una dimensi6n universal (por- que abarca a toda la humanidad) y una dimensién fundamental (ya que abarca a la persona en su totalidad, no apenas algunos aspectos de ésta como por ejemplo sus instintos o sus tenden- cias). El poder del pecado consiste en condicionar desde afuera al ser humano en su totalidad y a toda su red de relaciones. Sin embargo, no se niega de ninguna manera la responsabilidad per- sonal del ser humano, porque a través de sus pecados actuales es €sa persona la que refuerza continuamente esa atadura. La dife- Tenciacion de la tradicién catélica entre pecado venial y mortal Ya No es necesaria para Lutero. A causa del poder constante del Pecado (hasta el Juicio Final), la penitencia y el arrepentimiento Solo pueden darse mediante una liberacién externa de ese circu- 0 vicloso: a través del nuevo nacimiento que significa el bautis- Moy a través del Espiritu Santo, como lo formula CA 2. A causa de ese concepto radical de pecado, muchas veces se acus6 a Lutero de sostener una antropologia negativa que no ponfiaen las fuerzas ni en la razon humana. Pero su vision del ser mano es nada mis la otra cara de la medalla de un concepto también, Tadical de la gracia. Aunque ei ser humano puede rea- “ar buenas obras en el sentido de una iustitia civilis, no puede 119 Capitulo V_Elser humano ~ ser en contradiceién superarse a simismo y conseguir su salvaci6n frente a Dios (5; entendemos como una contrapartida). Su libertad, que te ila parte positiva de la antropologia de Lutero, presupone la the ign lo que nos leva alos temas dela conciencia y dela libenst 3. La conciencia Si el ser de las personas es corrupto porque se encuenty, encerrado en su egofsmo, nos preguntamos de dénde podria a nir el bien, porque es evidente que también existe el bien en ¢| mundo. La respuesta clasica de la escolastica era que existia un resto de semejanza con Dios en los seres humanos, a pesar del pecado original, que se manifestaba como una inclinacién hacia el bien, La conciencia era el lugar en el que la voz divina se hacfa escuchar en el ser humano, sea como buena o como mala conciencia. En este sentido, la escolastica habia diferenciado entre la sindéresis (griego synteresis) y la voz. concreta en las personas, su concien- cia situacional (consciencia). En esa teoria se basan asimismo otras interpretaciones posteriores de la conciencia, por ejemplo la interpretacién de Kant, quien define a la conciencia como el “tribunal interno”, o la de Rousseau, quien confiaba en que la “naturaleza del hombre” podia decidir lo que era bueno. Aun el mismo Nietzsche sigue ese camino en su delimitacién negativa: la naturaleza humana sabe lo que es bueno, esto es imponerse sobre los demas, pero el cristianismo silencia esa fuerte voz para proteger a los mas débiles. Por eso la llamada mala conciencia no es otra cosa que la justificacion de la debilidad, Lutero argumenta de manera muy diferente. £] no reconoce en la conciencia una inclinacién natural, ni una voz de la razén y mucho menos la voz de Dios que le indica a la persona lo que es bueno. Lutero rompe con la idea (escolastica) de la sindéresis como punto de partida para el conocimiento de Dios, ya que la experiencia nos demuestra que le fallamos continuamente a la ley divina. El historiador de la Iglesia Karl Holl atribuye el re- descubrimiento de Lutero a su tesis de que su teologia es una religion de la conciencia. Las exigencias del deber ser ético, que segiin él se dan a conocer en la conciencia, serian para Lutero © puente hacia Dios *. Pero él est interpretando la conciencia 4 partir de la ley, lo que para Lutero “pertenece a la carne”, en V@ ——___ *Ver Iwand, Luthers Theologie, 176-179. 120 La Locura de la Cruz.~ La Teologia de Martin Lut ero de interpretarla a partir de la fe en Cristo, sobre ley y pecado” (texto 9). Con esa dife Evangelio en relaci6n a la conciencia, facetas de la misma. El observa, por un lado, la conciencia desesperada o erran- te, que es el dictamen que el ser humano hace sobre si mis basandose en sus actos, un dictamen que erréneamente le ad. judica a Dios. Asf, su conciencia se vuelve una “bestia espantica y diabélica”, que “provoca y fortalece ala muerte y al inferno”, y provee armas a “toda la Creacion’ (texto 8). Viendo lainey, ficiencia de todas sus obras, el ser humano debe juzgarse a si mismo y cree recibir asf el Juicio de Dios (texto 7), lo que lo lle- yaa la desesperaci6n. Mientras Nietzsche quiere librarse de esa conciencia inquieta, de esa bestia, intentando desenmascararla como un engafio del cristianismo en su obra Genealogia de la moral, Lutero descubre un nuevo significado de conciencia en el Evangelio. Sien la conciencia reinan la fe en Jesucristo y la confesion de fe en el Resucitado, la acusacién pierde fuerza y la conciencia es liberada (texto 9). Se trata de un cambio de poder en la concien- cia: el ser humano ya no se dice a si mismo quién es baséndose en sus acciones y en su forma de vida. Ya no es la ecuacién “yo = yo”, sino que por la fe el “yo” se define por lo que otro, Cristo, hizo en su representacin %, Por eso Lutero puede decir que “ast debemos aprender que en la fe que aprehende a Cristo mismo entramos con la conciencia en una nueva ley (por decirlo de al- guna manera), que devora la otra ley que nos tenia atrapados” (texto 9). Para él, la conciencia no tiene que ver nada mas con la pretensi6n ética, esto es la diferenciacién entre el bien y el mal, ella abarca al ser humano en su conjunto. Es la vinculacién de la conciencia consigo misma (ley) 0 con Dios (Evangelio) la que decide quién es el ser humano. “Es una maravillosa e impactan- te definicién decir que vivir a la ley significa morir para Dios, y morir a la ley significa vivir para Dios” (texto 9). Por consiguiente, para Lutero la conciencia liberada es ade- més un conocimiento compartido de la realidad iltima que de- termina al ser humano. Eso esta expresado incluso en Ja palabra latina con-sciencia. » que es “el vencedor Tenciaci6n entre ley : y Lutero diferencia distintag — * Ver Hans Joachim Iwand, “Gesetz und Evangelium in Luthers Vorlesung zum Galaterbrief von 1531/36", en: idem, Gesetz und Buangelium. Nachgelassene Werke, tomo 4, ed. por Walter Kreck. Miinich: Kaiser Verlag, 1964, 434- 121 iis. | 10 ~ Ker en cont Capitulo V_ El wer ht diceién La conciencia, 0 sen ol sor humano en su conocimie, conns titimas y de sf mismo en relaeiOn con aquelly nls tltima, solo puede Hegar'a Ia certeza y ala paz eon putin chando aquella Buena Nueva que dice que todo cain CSc. aque Cristo se ha convertido en su justicia y que por j hech sor bumano es libre 4. lot "0, anto e| Esa certeza de Ja salvaci6n, sustentada en Ja gala la libertad de acci6n, aun la libertad de rey, las autoridades. Por eso no es coincidencia que Li 1g2ty frente al Emperador en Worms, basara en opcidn de no retractarse de sus escritos: Conciencia elarse fren utero, en e] aio Taconciencia sy Sino me convencen mediante testimonios de las Esrtu por un razonamiento evidente (puesto que no ereo al Pras? ‘los coneilios solos, porque consta que han errado frecuentes mente y contradicho a si mismos), quedo sujeto alos panes de las Escrituras aducidos por mi y mi conciencia esté eauti va de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, puesto que no es prudente ni recto obrar contra la con, ciencia (cap. 3, texto 1). Entonces, la conciencia liberada no lleva a una renuncia a los compromisos ni tampoco a la arbitrariedad humana, sino que permite una nueva vinculacién en la relacién con Dios, lo que acarrea consecuencias para la accién ética, pero ahora le persona ha sido liberada de tener que ganarse asi el reconoci- miento ante Dios. En resumen, la conciencia representa para Lutero més que nada el lugar de Ia identidad del ser humano y no el lugar de una pretensi6n ética. Se trata de la unidad de la person En su denuncia, la conciencia muestra la experiencia de la no-identidad y de la contradiccién interna del ser humano: éme reconozco en mis propias acciones? éMe puedo identificar con mis actos? En esa pregunta respecto a los actos es la persona misma la que est en juego. éA qué se ata esa persona? éQué es lo que la define? éQuién tiene autoridad sobre su conciencia: preocupacién, el miedo, la propiedad, el prestigio o el Evanse lio? La conciencia se convierte asi en un lugar de conflicto en que diversas fuerzas y poderes, la fe y los reproches, tran en lucha. Pero cuando la conciencia se vincula la fe, produce la liberacién. + Ibid., 434s. 122 _ 41a libertad de los cri yla servidumbre del arbitrio Bl gran eserto pate referente a la libertad, La libertad cristiana 520 (a ‘izaremos con mas detenimiento en el capitulo sobre ética), colocé la “libertad” entre las peticiones programaticas mas fundamentales de la Reforma. En ese escrito [utero describe lo que significa ser cristiano, es decir, ser libre, 0 Hejor dicho: ser liberado 5. Al ser libres por completo por enc ma de todas las cosas a través de la fe y a la vez.volvernos siervos de todas las cosas por amor, somos segiin Lutero liberados del pecado, dela leyy de la muerte, asf como de la dominacién dela fe por instituciones como Ja Iglesia o el Estado. Al principio pa- rece una contradiccién que él haya escrito cinco afios después La voluntad determinada contra Erasmo de Rotterdam, el huma- nista holandés que también se habia fijado como meta el tema de la libertad, y parece especialmente contradictorio que sostuvie- tala falta de libertad de la voluntad humana. Con todo, los dos escritos se complementan en su tenor fundamental y “son por decirlo de alguna manera las dos caras de una misma moneda’. Hay que considerar igualmente el orden de los escritos: “prime- ro resuena la gran fanfarria de la libertad de todos los cristianos; recién después llega la seguridad por medio de las posteriores aclaraciones de sus consecuencias” °. La dialéctica del concepto de libertad de Lutero ya nos indica que no debe confundirse con el concepto moderno de libertad. Ese concepto se caracteriza sobre todo por tres aspectos: “la libertad es libertad de acci6n, es eleccion y es autodetermina- cién” ’, La libertad de accién se refiere a las posibilidades exis- tentes, las que estan al aleance del ser humano; la eleccién se refiere a la decision que puede tomar el ser humano dentro de su libertad de accién, o sea su libertad de eleccién; y la autodeter- minacién describe la capacidad de determinarse a si mismo en Sus deseos y acciones. Ya Erasmo hab{a argumentado en ese sentido. Para él, era imprescindible suponer la existencia del libre albedrio del ser humano porque éste significa, por un lado, la “fuerza con la que ee * Ver HM. Barth, Die Theologie Martin Luthers, 3038- * Ibid, 308. aad + Will Weisehedel, Skeptische thik, Princior del Mone: Taschenbuchverlag, 1980, 127. 123 Capitulo V_ Laer bh In porsona puede af vaclén oterna’; por otro lado, el libre albedrfo eg “lad la ga). bro y responsable de la persona entre lo bueno ylo maictén le ln salvacin y la condenacién” ", Si se sostiene la respgre Wello que leva ‘nitre i SPonsabil, dol ser humano por sus acciones y por su estilo de vide lida imprescindible presuponer la libertad de decisién entre 9 rae acciones, Pero entonces, épor qué Lutero lo Contradice? ibes Por eso filosofan aquellos impfamente cor do sostienen que las capacidades natural se han conservado intactas a pesar de la cuando sostienen que en los hombres se de Dios como un simbolo sobre nosotri trio para llevar a la practica los justos voluntad. También que el ser humano lo bueno y lo malo, la vida y la muerte, ntra la teologta cuan. le [del ser hums cafda [...] ¥ también reflejalaluzdel rostro 08, esto es, el libre arbi. reglamentos y la buena sea capaz de elegir entre » ete. (texto 1), Con esas frases, éno sera que Lutero est& volviendo aun de- terminismo que considera que todas las acciones de los hombres estan predestinadas y por lo tanto les quita toda libertad? A lo largo de la historia muchas veces se ha intentado superar esa contradiccién de la interpretacién de Lutero distinguiendo entre el libre albedrio respecto a las acciones cotidianas y el siervo ar- bitrio respecto a la gracia de Dios. Lutero por lo menos recono- ce: “Sabemos que el libre arbitrio hace algo por su naturaleza, como comer, beber, testimoniar, gobernar” 9. Eso se aplica alas “cosas que estén por debajo de él”, pero no se aplica a la ar- monia con la voluntad divina. Sin embargo, esta diferenciacién parece demasiado superficial para abarcar la profundidad del saber de Lutero; porque si su libertad o la carencia de la misma dependen apenas del punto de vista del que se miren (desde a de Dios, 0 desde el humano), entonces esas relaciones se desin- tegran, como si pudiera existir una “relacién con Dios sin mun- do” y una “relacién del mundo sin Dios” ". * Hans Joachim Iwand, “Erléuterungen zu Martin Luther. Dass der fie Wk nichts sei”, en: Martin Luther, Dass der freie Wille nichts sei, Miin Ausgabe, tomo complementario 1, *ed. 1983, 256. ° La voluntad determinada. WA 18,752. “Ver ian Joachim Iwand, ‘Studien zum Problem des nfeen wales en fdem, Um den rechten Glauben. Gesammelte Aufsitze I, ed. Por Miinich: Kaiser Verlag, 1959, 54. 030) 124 La Locura de la Cruz - La Teologia de Martin Lut utero —Z_—_— eel de Martin Luter Nos parece mas adecuada la diferenciaci pedrio (0 abitrio) y libertad de acc, ae iene libre al- la jnterpretacion de Iwand. Lutero reconoce una cierta libertad de accion en las cosas empfricas, pero niega el libre aller a considera un engafio definir el albedrfo del ser huma: oe una capacidad de decidir de forma neutral entre el bien: clmal e incluso entre la salvaci6n y la condenacién. Se trata dela ina gen de Hercules en la encrucijada. En ese caso, el ser amma se encontraria por asi decirlo por encima de Dios y mas alld del bien y del mal, podria mirar desde arriba las posibilidades y asi decidir. No obstante, Lutero siempre considera el albedrfo hu- mano como un albedrfo dirigido. Su idea de ser jineteado 0 por Dios 0 por Satanas descarta toda neutralidad. El albedrio huma- no esta gobernado o por Dios o por Satands. ‘Alin y al cabo esto se basa en su visién del ser humano des- dela perspectiva de la Cruz. Detras de la tesis del libre albedrio se halla ademas una determinada vision del ser humano: un su- jeto nacido libre y auténomo que se realiza a si mismo en sus metas y acciones. Pero esa visién se revela como autoengafio a laluz dela Cruz. En la muerte de Jesis se revela tanto la miseri- cordia de Dios, que en su amor sigue a los seres humanos hasta él final, como también la miseria humana que no reconoce ni quiere reconocer ese acto. Decidirse entre el bien y el mal, por 0 en contra de Dios, ya no es una posibilidad real, pues la Cruz nos muestra que la decisién ha sido tomada hace tiempo y ya define Ja realidad de los seres humanos. “Bl ser humano, por su naturaleza, no puede querer que Dios sea Dios. Mas bien quiere ser &l mismo Dios y que Dios no sea Dios” *, como dice Lutero. La servidumbre del arbitrio humano es ese “estar en sf mismos” y el ser humano esta en si mismo cuando cree en su propia libertad. En los hechos su albe- dfo se encuentra sin embargo dominado por el pecado, enttte dido éste como la voluntad inequivoca de buscarse 2 & mismo y su propio beneficio. Por eso es que su libertad de acinS asimismo muy relativa, puesto que siempre se Mmueve entre los margenes que le deja el deseo de buscarse ast mismo. Y por con- siguiente el ser humano no puede volverse & Dios por su propia i i i, Jestis no hubiera voluntad y con sus propias fuerzas. Si fuera asi, JO tas po- tenido que morir en la Cruz. Ese giro se basa ‘mas bien en las P* siblidades de Dios, Por eso Lutero se opone & Erasmo: eee * Disputation gegen die scholastische Theologte. WA3, 225° 125 —_) Capitulo V_El ser humano — ser en. contradiceiéy nsas cuinto le atribuyes al libre ally ech pronombre SE 0 A Sf MISMO; no piensas que al deen tte puede aplicar, excluyes por entero al Espiritu Santo que sp su poder, como si firera superfluo y no necesarig n° "do La afirmacion de la existencia del libre arbitro g accién del Espiritu Santo y viceversa, slo la gata vo arbitrio es compatible con el tercer articulo del Cred re y al cabo Lutero reconoce en el libre albedrfo un predic! Dios, el Creador. La apoteosis del ser humano, su deifeas de s{ mismo, esta precisamente en la usurpacién de ese ti ia e siervo arbitrio ¢s entonces para Lutero el equivalente tH Dios trino y describe con exactitua la realidad hua o8 del Cuando Lutero ensalza a pesar de ello la libertad no, ésta nada mds puede ser vista como el resultado d racién y de ninguna forma como una condici la perspectiva de la fe, la liberaci6n ocurre cuando el ser humay i ae : no es liberado de sf mismo, esto es, dela necesidad de construe” si mismo a partir de sus acciones y de su Propia actitud de vida, Con esto queda claro que el concepto de libertad de Lutero s relaciona de manera directa con el de justificacién. En la jus ticia concedida por Cristo, el creyente recibe la historia que lo determina y que justo no resulta de su hacer, sino que siempre lo precede. Esto tinicamente puede ser comprendido como uns nueva constitucién del yo en la fe. El creyente tiene el centro de su yo, aquello que significa el valor que tiene frente a Dios, fuera de si mismo, precisamente en Cristo. A partir de esa vinculacién de su albedrio con el de Dios se posibilita su libertad de accién con independencia de la constitucién de si mismo y de la deter- minaci6n ajena y libre para servir en el mundo. Llevado a las Ultimas consecuencias podria decirse que la servidumbre es el fundamento de la libertad, siendo ésta entendida como la de- terminacién y vinculacién tiltima de Ja voluntad humana a algo ajeno a si misma. Es por eso que el concepto de libertad de Lute- ro no puede ser entendido sin comprender primero su concepto de justicia: en el primero se expresa la relacién terrenal del ser humano, en el segundo su relacién con Dios. re del cristia. y € una libe. on natural. Desde —____ '* La voluntad determinada. Obras IV, 130/WA 18, 665. 126

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