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Diversas normas han regulado y regulan la actividad del trénsito en Chile. El auge del uso de los vehiculos y las consecuencias de tal uso, determinaron que a partir de la Ley N° 15.123 del 17 de febrero de 1963, cuyo texto definitivo fijé la Ley N° 15.231 de 8 de agosto de 1963, practicamente no haya cesado la labor legislativa encaminada a dar solucién a los problemas que el trénsito de vehiculos empezé a producir y sigue produciendo. Esta “Ley Organica de los Juzgados de Policia Local” ordeno en su articulo 17, la creacién en Carabineros de una seccién técnica de accidentes del transito (SIAT) y modificé a la Ley N° 6.827, dando a tales tribunales la estructura que persiste, en términos generales, hasta la fecha. Entre otras disposiciones trascendentes, faculté en su articulo 6° al Presidente de la Repiblica para dictar la “Ordenanza General del Transito”, Decreto con Fuerza de Ley N° 3.068 de 1964, de aplicacién nacional, que entré en vigencia ei 1° de febrero de 1965 y a la que quedaron sujetas “todas las personas que como peatones o conductores de cualesquiera clase de vehiculos, ya sean motorizados, a propulsién humana 0.4 traccién animal y las que cabalguen animales, lleven éstos de tiro 0 en arreo, usen 0 transiten por los caminos, calles y deméds vias piiblicas, rurales 0 urbanas, caminos vecinales 0 particulares destinados al uso piiblico de todo el territorio de la Reptiblica”, como dispuso su articulo 1°. Esta “Ordenanza” traté de los conductores y de las licencias, creé el Registro de Conductores, las Escuelas de Conductores, regulé los vehiculos y sus caracteristicas, su inscripcién, patentes y revisiones, el trénsito, la seftalizacién, los virajes, el derecho a via, la velocidad, la detencién y el estacionamiento. Definié el concepto de conduccién culpable 0 descuidada, reglé el desplazamiento de los peatones, establecié el procedimiento ante los Juzgados de Policia Local y clasificé las infracciones y su penalidad, estableciendo una escala de multas en relacién con su naturaleza y gravedad. La Ordenanza General del Trénsito fue derogada orginicamente por la Ley N°18.290, llamada “Ley de Trdnsito”, de 7 de febrero de 1984, que en su mayor parte empez6 a regir el 1° de enero de 1985, dando una nueva sistematizacién a las normas en lo sustantivo de los conductores, vehiculos, licencias, conduccién y penalizacién. La Ley de Transito creé ademés el Registro de Vehiculos Motorizados y el Registro Nacional de Conductores de Vehiculos Motorizados, ambos a cargo del Servicio de Registro Civil e Identificacién. La organizacién y atribuciones de los Juzgados de Policfa Local, encargados entre otras materias, de la justicia infraccional del trénsito, se regulé por la Ley N° 15.231, cuyo texto refundido fue publicado en el Diario Oficial de 23 de mayo de 1978, sobre la base de la primitiva Ley N° 15.123., Importantes cambios introdujo la Ley N° 18.287 sobre “Procedimiento ante los Juzgados de Policia Local”, de 7 de febrero de 1984, que empezo a regir el 1° de enero de 1985, conjuntamente con la Ley de Transito. Se completa el cuadro del régimen legal del transito en Chile, con variadas Convenciones, Leyes y Decretos, entre los que destacan: = Ley N° 18.490, publicada en el Diario Oficial del 4 de enero de 1986, que establecié el “Seguro Obligatorio para Vehiculos Motorizados”; = Cédigo Orginico de Tribunales, en cuanto regula la competencia y organizacién de los Juzgados de garantia y penales para conocer de los delitos y cuasidelitos que se cometan con ocasién del trénsito; = Cédigo de Procedimiento Civil, cuyas normas relativas al juicio ordinario tienen aplicacién por analogia en el procedimiento ante los Juzgados de Policia Local; = Cédigo Procesal Penal, en cuanto regula el procedimiento en los asuntos sometidos al conocimiento de los Juzgados en materia penal; - Cédigo Penal, en materias de delitos y cuasidelitos que puedan ser cometidos por conductores de vehiculos 0 con ocasién del trénsito y de los vehiculos; = Decretos y Reglamentos que especifica y detalladamente tratan de distintas materias relacionadas con el trénsito piblico de vehiculos, pasajeros y cargas, relacionados con las materias normadas por las leyes vigentes. El articulo 1° de la Ley de Transito, dispone que “A la presente ley quedaran sujetas todas las personas que como peatones, pasajeros 0 conductores de cualquiera clase de vehiculos, usen 0 transiten por los caminos, calles y demds vias piiblicas, rurales 0 urbanas, caminos vecinales o particulares destinados al uso piiblico, de todo el territorio de la Repiblica”. El inciso segundo del articulo 1°, agrega que “asimismo, se aplicardn estas normas, en lo que fueren compatibles, en aparcamientos y edificios de estacionamientos y demas lugares de acceso piiblico”. jo en el articulo Fincen excepcién casos muy restringidos en su aplicacién, entre ellos, los miembros del Cuerpo Diplomético 0 de Misiones acreditadas en Chile, gozan de inmunidad de jurisdiccién respecto de los actos oficiales ejecutados en el ejercicio de sus funciones, quedando sometidos a la jurisdiccién local por los actos no oficiales. ctrl en , Las leyes 18.287 y 18.290 no tienen efectos retroactivos y, como sus propios textos lo sefialan, entraron en vigencia el 1° de enero de 1985. Como un caso de extra temporalidad, puede citarse el articulo transitorio de la ley N°18.287, que dispuso que las inscripciones de dominio y anotaciones que se practicaron en el Registro de Vehiculos Motorizados en conformidad a las normas del Titulo IV de la Ley N°15.231, no se vieron afectadas por la derogacién de dicho titulo, mientras no se practicaron las nuevas inscripciones en el Registro de Vehiculos Motorizados a que se refiere la Ley N° 18.290. ee concepto de accidente, debemos distinguir los hechos que pueden constituirlo, para deteneros en los casos que derivan en consecuencias juridicas entre dos o més personas, diferenciéndolo del hecho que, por su intrascendencia juridica, no reviste mayor interés, Esos conflictos de intereses y la prevencién de los accidentes, seran en definitiva _ La ae edeun Mints de su caballo es un accidente, como lo es también el desprendimiento de la rueda de un automévil, sin otra consecuencia para el usuario, que ver interrumpido su viaje. No hay terceros comprometidos y no se han cometido infracciones, ni se han causado lesiones 0 dafios. No reviste el hecho consecuencias juridicas que sea necesario analizar, al no existir compromiso de terceros. Por el contrario, si el caballo del que cae el jinete sigue su carrera desbocado y atropella @ un peatén al que lesiona o la rueda que se desprende sigue girando y termina sobre otro vehiculo al que causa dafio, estaremos en presencia de un accidente con compromiso de otros intereses, diferentes a los del propio agente, con consecuencias juridicas comprendidas en la normativa general de lo que entendemos en sentido amplio, como accidente de transito. Si del accidente resultan dafios, surge la obligacién de resarcir, la que hay que reglamentar, previniendo al mismo tiempo la ocurrencia del hecho mediante el ordenamiento del trénsito y la sancién de las conductas contrarias a lo normado, en cuanto constituyen un riesgo. No ceder el derecho preferente de paso podra ser intrascendente si no es causa de accidente y sancionado si es sorprendida la maniobra, con un propésito educative principalmente, para que el agente experimente el castigo y aprenda que no debe actuar en esa forma, previniendo consecuencias a terceros. Cada cual debe actuar respetando la convivencia social no invadiendo ni amenazando, menos ain dafiando, a otro y para ello es necesario mantenerse dentro de las normas dictadas. Cuando nos apartamos de tal linea de conducta, incurrimos en culpa, en sentido amplio. “Sortnndonar memo que ca data rls star conin in eta opin te ‘Desde el punto de vista juridico, se relacionan estrechamente los conceptos de culpa, causalidad, dafio y resarcimiento, constituyendo el dafio un perjuicio causado a un interés de otto por la accién de un hecho del hombre, en relacién con una norma juridica, generalmente contrariada. El dafio en si mismo, por grave que sea, carece de relevancia para estos efectos si no reconoce causalidad en un hecho humano, (la Iluvia, el granizo), habigndose preocupado el ordenamiento juridico de prevenirlo, impidiendo que se verifique, por medio de medidas dictadas al efecto (revisiones técnicas de vehiculos, determinacién de caracteristicas de aptitud para circular, normas de trénsito) y actuando en forma intimidatotia sobre la conducta humana con ese propésito (sanciones a los infractores). Se previene y se reacciona contra la conducta que puede derivar en el dao. Determinar quign debe soportar en definitiva el dafio, establecer los limites de la responsabilidad, extender ésta a otros que no han participado en la produccién del hecho dafioso, son problemas que debe solucionar el legislador y que aparecen estrechamente relacionados. Y es en este punto donde surge la importancia de la culpa y su necesaria concurrencia como un estado psicolégico que, con relacién a un dafio concreto, aparece como reprobable desde el punto de vista juridico, requiriéndose ta accién u omisién antijuridica y no expresamente voluntaria, en contraposicién al concepto de dolo que necesita de la accién querida precisamente para inferir el datio. Pero no sélo el infractor de la norma, el autor del hecho culposo que deriva en la produccién del daiio, queda obligado al resarcimiento. Dispone el inciso segundo del articulo 169 de la Ley de Transito que “ Otros responsables “en conformidad a la legislacién vigente”, podrn ser, por ejemplo, el empleador respecto del hecho de su dependiente o el padre respecto de su hijo menor. La disposicién transcrita debe relacionarse con el articulo 166 de la misma ley, que sefiala que “el’ mero hecho de la infraccién no determina necesariamente la responsabilidad civil del infractor, si no existe relacién de causa a efecto entre la infraceién y el dafio producido por el accidente. En consecuencia, si una persona infringe alguna disposicién y tal contravencién no ha sido causa determinante de los daios producidos, no estard obligado a la indemnizacién”. ‘Ambas disposiciones implican una sensible alteracién a las normas generales sobre dafios ¥ su resarcimiento, ya que por lo normal, el que ha sufrido el daiio no s6lo debe probarlo, sino que ademas debe probar la culpa del que lo ha causado, situacién que no se produce en materia de trénsito en términos tan estrictos, ya que establecida la infraccién, el nexo causal se regula con base a una serie de presunciones y calificacién de la gravedad de las infracciones, invirtigndose el peso de la prueba, correspondiendo al infractor probar que no ha incurrido en culpa. Por su parte, la responsabilidad del propietario es objetiva y opera por el sdlo hecho de acreditar “de tal, siendo muy dificil hacer prosperar las excepciones establecidas en su favor, las que han quedado reservadas a casos extremos, de escasa ocurreneia, generalmente de muy dificil prueba. ‘Tampoco se ha aceptado la procedencia de la excepcién por caso fortuito, alegada ante: supuestos defectos mecénicos, estableciéndose también en forma undnime la aceptacin de Ja sancién derivada de la creacién del riesgo que implica circular en un vehiculo, frente al dafio que se pueda causar. Si el agente pretende eliminar su responsabilidad alegando desperfectos u otro caso fortuito, real o aparente, su interés se ha pospuesto ante el de la victima, que pasivamente y sin erear riesgo alguno, ve lesionado su patrimonio u ofendida su persona,

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