Está en la página 1de 23

POESÍA MUERTA

(Textos invitados para un viernes en San Marcos)

MO I S É S AZ A Ñ A

1
2
ALÉTHEIA O DE PAN Y MARGARITAS

hemos construido un desierto


para ocultar nuestra azotada primavera
podrías preguntarme por mi estación favorita
te daría una emisora un pastel mis breves segundos
y seguiría con mi corazón de perdido enamorado de búfalo insomne
que te piensa por las noches para agrandar su tristeza caída su alegría
inservible
seguiría buscándote donde nada se encuentra
mirando afuera como si la vida ayudase para algo en los momentos en que el
dolor impone el color a los ojos
yo no he sido lo que un día querías que fuese
me has dejado con mis noches y tus películas
con mis cobardías y tus canciones
he sentido miedo me he sentido solo he sentido ese dolor que no para que no se
mide que no se deja
he querido llorar frente a nuestra vida perdida
y no he podido
he tocado mi cuerpo
y me he encontrado más solo
ya no sirvo para nada tu cuerpo es la única palabra que me habita
pero sigo aquí frente a mi soledad que me pierde
estoy con un letrero frente a los transeúntes que no saben de la alegría de los
tristes
del dolor tras la muerte de los padres
del dolor tras la agonía de los días
hay algo dentro de mí que me consume y no muere
que se incendia y no cesa
mi vientre carga las rupturas de todos los siglos
puedes interrogarme a qué hora de la noche mi cuerpo anda más vacío
y te responderé
en los tiempos de las ausencias crece el vértigo de esperar
te responderé
muchas cosas te responderé
y seguiré solo muriéndome a pedazos de pan y margaritas
muriéndome sobre la urna de los héroes jóvenes que gritan en vano sus hoyos
en otros hoyos
de nada sirven las palabras cuando el dolor es quien habla

3
ELEGÍA EN DO BEMOL

Entonces
sucede. Te llama
en el momento menos indicado
y te dice
tenemos que conversar. Tú
ya imaginas lo que dirá,
lo sabes antes que todos, antes
que nadie.
Antes incluso que ella misma

Cuando vas a su encuentro


ya caminas pensando en cómo no afligirte
en cómo lograr que esa noche de luna suicida
no sueltes ni una lágrima
mucho menos ruegues
y pierdas tu última dignidad

La asesina que te dejará


seguro te espera con los brazos cruzados
Sigues caminando
sientes lo que sintieron Luis XVI
y María Antonietta
cuando iban a la guillotina
sabiéndose muertos
de antemano

Y entonces
sucede. Te encuentras con ella
está en la misma banca
donde en otro tiempo dichosos se habían
juntado entre bromas y cóleras
pero hoy permanece seria y tú sabes
o crees saber
la causa
está pálida
parece sin bañarse y su cabello
desgreñado
existe más desgreñado
y sus dientes
amarillos
los crees más amarillos

4
aunque no los ves
no abre la boca ni para saludarte
mucho menos para sonreír. Tú que siempre
creíste que el final tendría algo
de Woodie Allen
por lo menos de Campanella
te sorprendes que esta realidad sea tan
realidad tan anticinéfila
tenía que ser bello, te dices
más bello que los primeros principios
Pensando esas y otras intrascendencias te sientas a
su costado

Sabes que tu cara de pobre diablo


no es la mejor actitud
entonces tú sí sonríes y haces como
si nada
como si nada se hubiera desgastado
comprendiendo en realidad que
ya todo se ha corroído
casi todo se ha roto
lo único que falta es que ella
tu malagua inmortal
lo diga
y concluya este amor que tanto te ahorca. Pero tú
la quieres
y quieres que los verbos y los gerundios
y los epítetos sigan siendo con ella
piensas que algo debes inventar
no puedes dejar que todo se termine así tan
sencillo
tan de un momento a otro
mas solo atinas a contarle anécdotas inservibles
que ya no escucha como alguna vez
con entusiasmo y mundos nuevos en la mirada
los ojos de halcón decapitado
el brillo de la gallina que vuela
no, ya no te escucha
solo hace como si te escuchara

Y
ahora sí
sucede. Te lo dice en una

5
sin arreglo sin maquillaje
sin procedimiento: Ya no puedo
necesito que terminemos. Entonces
eficiente títere de sangre hueso y vientre
te vas con tu anécdota y tu sonrisa al carajo.
Ya no hay nada que hacer
solo mirar, solo sentir y resignarte
ya no es tuya
desde esas feas palabras sientes que
se encuentra por otros lados
esas palabras han marcado una división absoluta
épocas distintas
un antes y un después
en el que de ser han pasado a no ser
más que ausencia corpórea
presencias invisibles

Si la ves allí a tu costado es solo porque


quieres seguir viéndola.
Intentas tocarle el cabello
la espalda los labios sus manos
sus mejillas
y a todo te responde: Déjame Suéltame.
Entiendes que
es el final,
la luna en esta noche negra no surgió en vano,
era para hacer más triste tu tristeza
tu vida repleta de noches como esta

Ahora lo sabes
Para el fin
ningún momento es el indicado

Vuelves a sonreír, por si acaso


ya ni sabes por qué exactamente
solo sonríes
como a veces sonreías cuando ella renegaba
y se enojaba más cuando tú
sonreías
no sabías por qué
dentro de ti nacía así por así
ella se enojaba mucho
no podía ser que ella renegase

6
y tú estuvieses sonrisas
Para que ya no se enojara
hombre de carne y congojas
te aguantabas aunque por instantes la risita salía
no sabías cómo controlarla
lo hacías sin intención aunque no lo creyera
Esa risa natural y sin causa aparente
esta vez no brota
ahora solo sonríes y
tu sonrisa es la de un cadáver

Todo es inútil: tu sonrisa, la


luna, esta banca
hasta ella misma
Pero sabes que no
ella no
nunca no

Ya no quiero estar contigo


resuena en tu cabeza
en tu alarido de hombre herido
cuerpo sin remedio
Por qué, le preguntas, qué pasó,
quieres saber. Y ella sale con el rollo
clásico: mitología griega, es mi culpa, disneylandia, yo
soy el problema, raíz cúbica de quince, etcétera.
El etcétera también es un problema.
Es mejor ponerte de pie
párate
y caminar, respirar y no pensar,
pero sigues a su lado
(aunque estén separado millones de años luz sabes que seguirías a su lado)
sin saber cómo
ni qué edificar para que no se vaya
para que este fin sea
otra vez
un nuevo
comienzo
para que este definitivo punto no sea el final
y siga siendo patéticamente tu novia tu lechuza de asma
y tú cursi y ridículo su mamífero vertical

Pero te quedas sin palabra

7
Hace varios siglos te quedaste sin palabra
Hace varios siglos ella tu lechuza sin alas se alejó
te dejó abandonado en la marea de las distancias
batallando con los icebergs aparatos tecnológicos
los silencios virtuales que gritan mundos paralelos
esos témpanos verdes de los que ven sin ser vistos
sacudidos en los ensayos sin tiempo

Solo faltaba decírtelo

La palabra crea
también destruye

Perdóname, sigue hablando, te sigo queriendo


solo que he perdido la fe,
lo nuestro ya no tiene
futuro
Lo dice como si alguna vez lo haya tenido
lo dice como si nosotros tuviéramos algo que ver con
el mañana
Y así, en este tono, continúa
Mientras,
sigues pensando en cómo salvar
este barco (este naufragio) antes de que termine por hundirse
si acaso ya no yace aplastado en el fondo de nosotros

Las relaciones son barcos hundidos

Después de pensarlo
sobre todo de sentirlo
le dices lo único que te sale de tu corazón apolillado
que tú no quieres que acabe, que la vida es
una mierda, pero será una completa mierda sin tu presencia,
se lo dices así, con esta palabra, pero ella ora anda por arriba
cazando algo abstracto con alas
como si a esta hora de invierno
y en este cielo de Lima
existiese todavía algo que vuele

Sabes que este alejamiento va a ser más sencillo para


ti que para mí, le dices
tú vas dejando de sentir y yo
en cambio más me iba envolviendo

8
La historia de siempre
el dolor de siempre
de todos los que más entregan

Y para qué, te preguntas


como un tonto
para qué, qué huevón,
te dices, y ni siquiera le puedes dar ese cruel llamado
último beso, nada,

Todos los besos son últimos

ni siquiera tocarle algún fragmento de ese cuerpo vivo que un día (alguna
vez, más de una vez) creíste tuyo
te lo repitió hasta el cansancio líquido
es tuyo / solotuyo
carencia absoluta de promesas efluvio
muchas veces jugaron jugaban habitual jugar a que ambos
uno / el otro
eran suyos
éldeella / elladeél
ausencia de cemento en palabras
casados con hijos sin hijos
caminaban de la mano como si de una sola vida se tratase
dentro del gran invierno que eran sus vidas
yodeti / túdemí
na
da
na
da
na
da

Le dices una y otra vez que


no pueden terminar que
no quieres firmar el divorcio
Cuál divorcio, te responde
no estamos casados
Comprendes que toda simbología también acaba
todos los códigos se pierden por la misma alcantarilla

Entonces

9
sin pensarlo
sin comprender a tu cuerpo
una reacción aparentemente ilógica
te pones de pie
y sin decirle
ni una sola palabra
das unos pasos
luego otros
caminas lento sin dirección
a ningún lado
ningún lado

ahora lo sabes
ningún lado es tu único camino
ningún lado es tu único cuerpo
ningún lado
ningún lado
afuera de todos
el hombre aparte
Toda relación nace hundida
Solo el amor la salva

Ella sorprendida se queda sola


hablando sola
escuchas Adónde vas
adónde vas
Tú sigues caminando
sin entenderte todavía
–Nacimos hundidos
te dices
El amor no está hecho para nosotros–
la lunaenorme sobre tu cabeza
llenísimalumbra estanochoscura
totalmentoscura para ti y para
tu amor
el único que todavía tenías
el único o casi el único que en tu vida tuviste
el que iba a ser para eso que llaman
toda la vida

Toda la vida siempre se pierde en un instante


Solo hallamos eternidades de tiempos cortos
eternidades que se distancian se desunen se retiran se aíslan

10
eternidades que se dejan
que se sufren
se duelen y se sufren
se desnutren
eternidades que se mueren
El amor consiste en sacarla a flote
repites
en no dejar que se muera

Sigues caminando
tus pasos se alejan pero
escuchas puedes escuchar Adónde vas
todavía no he terminado
ven, oye, todavía no he terminado…
sigue diciendo
gritando

Y tú sin poder pensar bien


intentas muy en el fondo entenderte
o entender estanoche
sigues
pasolento
y de tu cabeza como unoscuracueva
parecen emerger unas palabras sin tu
consentimiento

con el paso firme aunque


todavía con los gestos inseguros te va diciendo
quizá como intentando cobrar fuerza
quizá en un último impulsoafán de saber que
ya todo estaba perdido desde que el mundo se hizo mundo
y el hombre un animal sofisticado
solo en este largo camino de ida
o de vuelta
–depende la mirada–
y se lo dices
o te lo dices
te vas diciendo Yo
sí, yo sí he
terminado

Y sigues caminando

11
Yo sí he terminado

Y sigues caminando
Yo sí he terminado
Y sigues caminando

Y sigues caminando…

12
LA TRISTEZA DE SOFÍA
(Corto 4)

Sofía siente la tristeza en alguna parte de su cuerpo, pero no sabe dónde y por
qué. Lo peor es no saber cuál es la causa. Es como cuando siente un escozor y al
rascarse no encuentra el origen y sigue rascándose esperanzada de encontrar el
perverso punto y por más que busca y busca la picazón continúa.

Su tristeza tiene estos síndromes cutáneos y le recorre toda la piel. Su


tristeza es una bacteria, una inflamación, un desperdicio que no ve y que la deja
exhausta, incluso más que cuando hace el amor varias veces en un mismo día.
Ejemplo tonto, esas veces al menos se siente satisfecha y la tristeza se corroe, se
disuelve, se esfuma, a veces momentáneamente, casi siempre momentáneamente,
y la tristeza puede morir con una sonrisa tonta.

Ahora, en cambio, en este momento que tú lees, no, esta tristeza la


destruye, la saca de quicio y no es que se muera a cuotas largas, todo lo contrario,
con esta tristeza se siente más viva que nunca, pero de una forma que cualquier
circunstancia (ojo: cualquiera) es preferible.

Prende el televisor, y la tristeza sigue, prende la laptop, y es en vano,


escribe a sus contactos, llama por teléfono, manda mensajes por celular, hace
ejercicios, sale, come, baila… y la tristeza está allí, como si fuera una parte
concreta de su cuerpo, una parte indestructible de su organismo, parte de su
hambre, de su sed, de su encanto, de su rabia, de su camino.

Cuando un día esté dentro de un ataúd, piensa, la tristeza se comerá


incluso a sus gusanos.

13
LA DANZA DE LOS FELICES QUE UN DÍA APRENDIERON A LLORAR

éramos felices
la soledad estaba rodeada de nosotros

si yo me detengo en una esquina


y se me da por mirar cúpulas antiguas
laderas intoxicadas
arrebatos personas inquilinos desesperados
lo hago únicamente por saber que fuera de mí
en algún hemiciclo perdido
puedo encontrarte

la verdad de las cosas


todos los ruidos del mundo no saben cómo engañar este silencio
tu sonrisa sin tu anticuada presencia es un cadáver pontificado
todos han salido
yo me he quedado a esperarte

no sé en qué instante de nuestra podrida soledad empezamos a necesitarnos como se


necesita un colchón después de no dormir por más de un mes en una cama
hubo un antes y un después
desde que nos besamos en la puerta de tu virginidad

no sé en qué instante de nuestra ruleta rusa empezamos a creer que nos amábamos con
toda esa pasión que nos enseñaron las películas más malas y tristes que vimos
y amarnos y pelearnos con la furia e inocencia de nuestros vacíos
como sea ama y se lucha con lo que jamás quiere dejarse

éramos felices predicando nuestra hermosa catástrofe diaria


(ven
coséchame
las raíces también se pudren)

no sé en qué instante habías cambiado la historia de mi vida por la historia de tus heridas
un peldaño tras otro habíamos ido subiendo en el compendio de tus dolores como quien
prende la tele y hace zapping
(ningún sonido tiene el color de tu rabia
disuélveme)

íbamos por el mundo matando nuestras últimas ventanas rotas que habíamos dejado para
mirar el planeta que nos asfixiaba
ven por este cadáver que no puede morirse
este cadáver que te dio todos sus sentimientos sin planchar para que no los pisotees y hagas
de ellos algo menos sensible
pero se te dio por jugar
hacer una antología de mí
de mis peores y más recónditos gestos a punto de morir

14
de mis más fatales melancolías que no me dejaban mover del subsuelo

viste todas mis muertes


y a todas las abatiste con tu ternura de manzanilla por las tardesnoches con tu sonrisa de
panes duros dejados a la mesa desde el desayuno del día anterior
mientras tu abuela no sabía si bajar o subir de edad o canal
mientras tú y yo no sabíamos si ascender o descender de ese último piso al que nunca
pensamos pisar
que jamás supimos que existía

qué hago con tanto que nunca se fue


para no llorar todas las noches al preparar la cena a mamá
para no llorar frente a los retratos de papá que se fue sin decirme adiós
para no llorar cuando las cóleras de tu edad me dejan con los huesos y las vendas al aire
para no seguir solo frente a tu ausencia que se disuelve
solo en esta dura silla de mi cuarto que jamás conociste
(mis agujeros se hacen más hondos
mis dolores en el pecho se convierten en una sábana de tigre que quiere devorarme)

si me vieras esta noche sabrías de qué dolor te hablo


si me vieras sabrías que hay noches en el mundo
si me vieras te darías cuenta de que realmente hasta ahora no conoces las noches

la luz de nuestro semáforo está en verde


y tus arrebatos de madrugada no frenan a los autos que pasan sobre nuestras pieles de
mamíferos que todavía abundan en preguntas con tristezas de interrogación y manzanitas
de lata comiéndonos a escondidas de los grandes misterios

claudica todos tus males


estoy en el eje horizontal de quien se sabe muerto
no te mientas
las mentiras son el nido de las verdades que duelen
una vez más no te mientas
proponte abecedarios que no consigan palabras de esas que nos sacan lágrimas que piden
abrazos y oraciones de consuelo en orillas de ríos donde solo piedras suenan

algo más que lágrimas nos ofreció el mundo


algo más que ilusiones y esperanzas de juventud nocturna
fuimos las aves que volaban buscando la estación perfecta
y solo hallamos constantes inviernos que no aprendimos a acomodar en nuestras alas de
animales magullados

ya hemos perdido demasiado tiempo en rutas que nos adhieren mal muy mal a nuestros
cueros cabelludos de niños que quieren seguir cantando frente al mar a la hora en que cae
el sol y todo se derrumba desde las fábulas hasta la ballena con que un día soñamos pintar
de grandes

15
y al crecernos la edad solo fuimos otros seres vivos como las plantas que ponían cabeza
abajo a la hora en que nuestros consumidos organismos no sabían qué hacer con tanta
iluminación mal curada

no me mientas
siempre que la verdad no venga desnuda
ten la bondad de no tener bondad y mírame directo a la cara
ten la verdad de embriagarte y no confundirme con otro cautiverio
éramos azul obsidiana
nadie en el mundo pudo dar tanto
éramos océano
frente al desierto de cadáveres que no sabían cómo florecer en pleno pulmón de mediodía

aunque suene raro


cuando el amor no se registra en los ojos
algo nos sabe mal en la boca

ya no somos siquiera playa


palabra
abrazo
pestaña entre dedos
no sé si sea bueno decirlo
no sé si sea bueno confirmarlo
para qué
me digo
para qué decir lo que ya sabemos
para qué hundirnos en la historia que nadie más sabrá contar
pero hay cosas que es mejor escribirlas
antes de que el silencio ponga las palabras que no que nunca hemos querido
escuchar
éramos azul obsidiana en las medianoches más caídas del cosmos
donde nosotros supimos volar y el mundo no
pero hubo un momento
no
hubo varios momentos en que los dolores pudieron más que cualquier abrazo
hubo eso que desprendemos o dejamos en los caminos por pedazos hasta que
ya no nos reconocemos al frente o al costado del otro
por eso tal vez sea bueno
o malo
pero hay que expresarlo
somos hoy apenas desierto sin orillas
(repite el coro)
hoy apenas somos desiertos sin orillas
Perdí mi corazón de cono un día una mañana una tarde una noche todas las noches en que
no supe salir de mi cuerpo por esperarte

16
UN OCÉANO EN EL VIENTRE
O LA LLUVIA DE TU VIENTRE

Me llamo Inés, tengo treinta años y un océano que me crece en el vientre. Pensé
que jamás llegaría a esta edad, siempre estuve segura de que moriría a los veinte,
por eso cuando cumplí veintiuno me sentí entre aliviada y aterrada; desde ese
momento he sentido que un océano ha venido creciendo adentro, se instaló
tenuemente y a medida que pasaban los años largas raíces fueron invadiendo otros
espacios de mi endeble cuerpo. Al principio no supe cómo reaccionar y si
quedarme callada o contarle a alguien. Cuando se lo confesé a mi novio, él me
miró extrañado, noté en su mirada cierta tristeza, pero al mismo tiempo algo que
indicaba girasoles y eucaliptos, las plantas que me encanta contemplar cuando
viajo en un bus y cierro los ojos. Después de su silencio me expresó que yo había
nacido con el designio de las mujeres que permiten que el mundo continúe
girando: crecía en mí el origen de la vida y debía estar dichosa. Yo le dije que sería
feliz si el océano crecía afuera y alcanzara a nadar en él.

Anoche me mostró un poema, hablaba sobre la pena de la lluvia que se


pierde en las pistas y la pisan los hombres. Le pregunté por qué había escrito un
poema triste, le pregunté por qué casi siempre escribe cosas tristes, me respondió
que según Víctor Hugo la melancolía es la dicha de estar triste, yo le dije que para
mí la melancolía solo me arrastraba a ese océano, que sus raíces a veces no me
permitían respirar, que crecían unas olas gigantescas y me golpeaban fuertemente
el pecho, fue allí que puso sus labios delicadamente en mi frente y extrajo otro
poema de sus bolsillos, me dijo que este era para mí y me lo recitó con su voz de
té con miel de abeja. Trataba de la lluvia que se desliza por caminos sinuosos,
valles, avenidas, campos, casas, hombres... y que consigue germinar. Terminó
diciéndome que dentro de mí no hay un océano, sino una lluvia suave que ha
instalado su primavera, que las raíces ahora son árboles, que yo soy la lluvia que
permite la vida. De repente vi emerger orquídeas y acacias y claveles de mis ojos:
supe que lo que yo había creído océano, era en realidad la vida indicándome que
llueva, pues en el mundo había hombres que aún no sabían ser árboles ni agua en
el desierto.

17
HORA 23 / AGÓN (ἀγών)

cuando la soledad te arrebate el cuerpo


cuando tu deseo sucumba ante el olvido
cuando ningún gesto te diga nada
y la sed te despierte en la madrugada y no sepas cómo salir de tus paredes

cuando la alegría llegue tan temprano que tenga que irse


y te quedes inválido después de tanta rabia
y quieras repetir otro cansancio y ya no lo consigas

cuando te duela la cabeza de tanto lloro inútil


y te digas que no todo está perdido y sigas en fila con otras mentiras

cuando quieras llorar abrazado de alguien y ya todos se hayan ido


y te canses de tantas tristezas por razones repetidas
y no te halles siquiera con tu última soledad de cocina

cuando bajar dé igual que subir


y el fracaso te sirva para tu siguiente fracaso
y ya no puedas ser tú mismo después de años actuando

cuando entiendas que no hay nada que aprender


y ni la música ni la poesía puedan decirte algo

cuando tu boca se llene de lágrimas y no puedas vomitar


y la impotencia te desnuque la vida
y el silencio sea el mejor milagro

cuando la memoria perezca frente al desencanto


y no haya nada que te colme

cuando quieras saltar y te sientas mutilado


cuando te enamores de quien no debas
cuando cada canción alegre o triste te parezca una derrota
y ya nada ni nadie pueda salvarte

cuando te des cuenta de que el olvido es el recado de toda historia


y ya no consigas llorar en privado
y creas que no vale la pena sentir esa pena
y veas tu sonrisa en el espejo y adviertas que tus ojos no te obedecen

18
cuando nadie te toque la puerta
y olviden llamarte para que apagues la luz
y el corazón ya no pueda por otros dos segundos
y los números dejen de contarse
y que sea un año u otro ya no importe nada

cuando te digas que vivir no vale la pena y con ese mismo entusiasmo vayas a
comprar pan
cuando sientas que el amor siempre está en la otra esquina
cuando te enteres que las preguntas no sirven de nada
y maldigas en silencio lo que no puedes decir con palabras

cuando sepas que de verdad estás solo


y la ira o el arrebato te marque el destino
y te dé lo mismo un nosocomio que el manicomio
y se acaben los gestos de la faz de la tierra
y grites maldiciones y ya no estén para escucharte

cuando haya que rendirse y abras la puerta equivocada


y el silencio no ponga más palabras en tu silencio
y no encuentres tus huellas por ningún lado

cuando para volver a empezar lo mejor sea separarte de ti mismo


y a la hora de tu muerte seas lo que siempre fuiste

cuando ya no puedas vestirte


y abran tu ataúd y no te des por enterado
y la nada tenga un sabor superior a la catástrofe

cuando mires lo que no quieres incluso con los ojos cerrados


y un amor se acabe y no quieras entender que la vida continúa por todas partes
y las respuestas no sean más importantes que las preguntas
y resistir sea una mala palabra

cuando el delirio sea más fuerte que tu cuerpo cansado


y el dolor sea tu fiel compañera

cuando abrigues la esperanza de cortarle a dios la cara


y tu encierro no sirva de nada
y la esperanza te dé la espalda

cuando te quedes solo pero de verdad solo y las ollas estén vacías

19
y lo que abandonaste días atrás te sea indispensable para este instante

cuando se formen muchas arrugas en tu cuerpo y sigas sin saber por qué para qué
hacia dónde
y los años te arrebaten la memoria
y rías y el mundo no ría contigo

cuando descubras que la vida sin ti da lo mismo en el mundo


y el sonido de una bala sea tu última palabra
y la mitad de lo que no tienes valga lo mismo

cuando los años te dejen sin rostro


y retrocedas
y ya no cantes
y ya no silbes
y asesines la parte de ti que se quedó sin ti

cuando seas fugitivo de ti mismo


y haya que morirse y la muerte no venga
y las lágrimas te salgan más fáciles que una lisura

cuando olvides el tacto de un cuerpo


y las pastillas ya no apacigüen tu dolor
y tus ojos ya no puedan tocar los cuerpos sumergidos

cuando la enfermedad ya no pueda salvarte la vida


y el desastre venga uno tras otro y sepas que esto recién empieza

cuando la mediocridad sea tu única piel


y la masturbación ya no sea una herramienta
y descubras con tu propia tristeza que nadie puede salir de esta gran cárcel

cuando tus manos no puedan tocar más manos


y te hayas quedado sin hogar y el mundo y tu propio cuerpo no te acojan

cuando la soledad sea tu única verdad


cuando aún enferma y anciana te pongan bulla a más de medianoche y no te dejen
descansar
y mires al fondo y solo haya más puertas

cuando ya nadie quiera sentarse a tu lado


y la nostalgia sea un mamífero que no sabe morderse la cola

20
cuando el olvido no te ofrezca sus senos
y de nuevo todo dé igual
y nadie pueda comprender tu gran pena

cuando morirse tampoco sirva


cuando el amor te sobre y tengas que echarlo otra noche por la ventana
y un viejo amor antes de irse te deje una nota sobre la mesa
y quieras llorar y al hacerlo sigas igual o peor que antes

cuando te quedes sin disfraces que ponerte


y ya no requieras preocuparte por el futuro
y dejes de pensar que pensando solucionarás las cosas

cuando te enteres que por más días que pase el dolor no envejece
y tu imaginación no te dé la respuesta

cuando tu asiento continúe vacío y nadie te nombre con sentimientos


encontrados
cuando sea mejor la cárcel que los hombres
cuando te inunde la desazón de existir
cuando el amor sea lo peor que pueda pasarte
cuando pese a perderlo todo continúes perdiendo

21
CELESTE
Llueve. Ojalá llueva todo el año, así papá y mamá no saldrán de casa y no estaré
sola. Es difícil quedarse sola. Yo no puedo. Me da mucho miedo, la casa es tan
grande y yo soy tan chiquita. En estos días la señora Maya se está yendo temprano.
A las seis me da un beso y me dice que me porte bien; yo la obedezco porque la
quiero mucho. Antes se quedaba a dormir, pero ahora su mamá está mal y no
puede quedarse con nosotros. Yo creo que Maya nos va a dejar; mamá y papá
piensan otras cosas y les da igual si se va o se queda, pero Maya es muy buena
conmigo, sería lindo que se quedara con nosotros para siempre.

Yo no entiendo por qué los buenos nos tienen que dejar, el señor Pacho
también era muy bueno y tuvo que irse. Mamá dice que ahora está en mejor lugar,
hasta se ha curado y ya no le duele la espalda; lo cuidan bastante. Aquí nadie lo
podía cuidar, todos andaban muy ocupados, él también andaba muy ocupado con
el jardín de la casa, le gustaba mucho las flores. Cuando le digo a mamá que el
señor Pacho debe extrañar sus flores, responde que allá tiene muchas más:
blancas, rojas, azules, amarillas y de todos los colores que existen, pero yo no sé
sus nombres. Quisiera visitarlo, lo extraño mucho. Mamá dice que no puedo ir
porque todavía soy niña. Cuando crezca podré ir, me lo ha prometido, por eso
ahora quiero crecer, quiero ser grande.

Quiero ser grande como mamá, como el profesor Benjamín, como todos
los grandes. Ellos pueden hacer lo que quieren y no tienen miedo, pero reniegan
mucho. A mí no me gusta cuando reniegan, hacen mucha bulla, cambian de cara
y me ponen nerviosa, ya ni siquiera puedo jugar con mis muñecas, ellas también
se asustan aunque nunca me lo dicen. Son muy tímidas. Yo también soy muy
tímida. Le quiero decir a papá que me gustaba cuando jugaba y me contaba
historias, le quiero pedir que esté más tiempo conmigo y que me diga por qué sus
jefes son muy malos, casi no lo veo, trabaja mucho, su trabajo debe ser muy difícil
porque siempre regresa muy cansado y lo único que quiere es dormir.

A veces, cuando discute con mamá, tiembla todo mi cuerpo, él se enfada


rápido. En esos momentos se parece a la foto del diablo que una tarde me mostró
mi tía Catalina cuando no quise tomar la sopa. Creo que se ha cansado de mamá.
Yo me pongo a llorar en mi cuarto sin que ellos me escuchen, lloro muy bajito. Si
papá se da cuenta se enoja más. Una vez se dio cuenta y me pegó. Dijo que no
tenía por qué llorar, me pegaba para que otro día no lo vuelva hacer, que era tonto
llorar por las puras como una niña. Yo quería decirle que sigo siendo niña, que
era mentira que lloraba por las puras, pero callé, no le dije nada, esperaba que
mamá venga como otras veces, y mamá nunca vino, a lo mejor se había quedado
dormida. No creo, imposible dormir cuando papá regaña y pega; yo no grito
cuando lloro, en eso me parezco a mamá. Seguro mamá lloraba. Ella es fuerte,

22
nunca la he visto llorando pero sé que llora como yo a escondidas, aunque siempre
me repite que no lo haga, debo ser valiente como ella, no llorar cuando me caigo
ni cuando me quedo sola, pero duele mucho quedarse sola y sobre todo en la
noche. Pero ya estoy creciendo, ahora lloro menos, cuando cumpla diez ya seré
grande, ya no lloraré y podré salir sin permiso como sale mamá.

Mamá sale casi siempre, eso no le gusta a papá y tampoco me gusta a mí,
menos cuando llueve, imagino que alguien horrible entra, me lleva a mí y a mis
muñecas. Tonterías, ya tengo ocho, debo dejar de pensar tonterías, mis muñecas
se reirían si se enteraran. Ellas son mi compañía cuando duermo y cuando estoy
despierta. Mis papás casi nunca son mi compañía. Ahora los dos duermen en su
habitación, eso creo porque ya no los escucho, cuando conversan parecen leones,
hablan muy fuerte. Los leones son muy feos y muy malos, una vez fui al circo y
allí los vi, un león casi mata al señor que tenía su palo, por eso no me gustan los
circos, además los payasos son feos, no deberían pintarse las caras ni las bocas,
hacer reír no debe ser un sufrimiento, yo sufro cuando los veo, me dan mucho
miedo. Todo me da miedo. No, jugar en el campo no me da miedo, es bonito, a
mí me gusta mucho, casi siempre es solo mío, puedo correr y correr, sobre todo
cuando no está papá y mamá. Maya sí me deja aunque siempre me está viendo y
yo quiero que deje de verme, se lo digo y se esconde y yo me río. Tal vez puedo
volar si extiendo las manos; no voy muy lejos porque puedo perderme, más allá
solo hay personas grandes. Maya, el profesor Benjamín y mis papás dicen que
pueden ser malas, que uno nunca sabe con quien conversa, mejor es quedarse en
casa, en mi habitación jugando con mis muñecas.

Mi habitación es única, la decoró mamá, es como el de una princesa. Soy


una princesa, entonces mamá es reina y papá un rey. No puede ser cierto, no
vivimos en un castillo ni tenemos un reino. Entonces… ¿qué soy? No lo sé, solo
sé que afuera llueve, es invierno y tengo frío, mucho frío.

23

También podría gustarte