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eh > Desarrollo y contradicciones » de la obra de Vigotsky en la psicologia soviética. La teoria de la actividad, de A. N. Leontiev. Desarrollo y critica de esta teoria LA CONTINUIDAD DE LA OBRA DE VIGOTSKY EN LA TEORIA DE LA ACTIVIDAD, DE A. N. LEONTIEV Histéricamente en la psicologfa soviética se enfocé la relacién entre la teo- ria historicocultural de Vigotsky y la teoria de la actividad de A. N. Leontiev como una relacién de continuidad. Sin embargo, esa idea fue cuestionada en primer término por L. I. Bozhovich (1972, 1977, 1979), quien intenté asumir el legado de Vigotsky para el desarrollo de una teorfa de la personalidad y la motivacién irreducible al enfoque objetal de esos procesos, como eran defen- didos por Leontiev. Mas tarde aparecié el libro de A, A. Leontiev (2001), que de forma muy original, critica y contundente, defiende esa continuidad entre ambas teorias, a pesar de las diferencias entre ambas que analiza en esa obra. Considero que existen multiples elementos de continuidad entre Vigotsky y Leontiev, pero s6lo con las ideas de Vigotsky, que destacé en el segundo momento de su obra, Pues tanto en el primer momento de su obra como en el tiltimo, lo mas impor- tante son las diferencias entre ambos autores. Incluso en relacién con el se- undo momento Vigotsky fue criticado, tanto por el grupo de Jarkov de forma 8eneral, como por Leontiev por el énfasis en la mediacién semiética. Haciendo un balance de los aspectos més significativos de la obra de Vi- 80tsky en el tiltimo periodo de su vida, A. A. Leontiev, al presentar los aportes més relevantes de ese periodo y con el objetivo de introducir las diferencias de A.N. Leontiev con Vigotsky, expresa (2001): Powered by €€ CamScanner 134 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky De esta forma, en la base del nuevo modo de operar con las cosas, con los objetos, se encuentra el significado de la palabra, la palabra como instrument de| contacto social, de la comunicacién. Junto con esto el desarrollo de ese nuevo modo es imposible sin la préctica, sin el apoyo en las cualidades reales de las co- sas. Pero todo ese sistema se mantiene centrado en la palabra. Y el significado objetal se genera por las propias palabras, por los signos-palabra (pp. 86-87). Leontiev critica a Vigotsky por el cardcter central que le da a la palabra, al significado contenido en la palabra y al rol que le atribuye a la palabra en la génesis de nuevos significados, lo que represent una de las diferencias impor- tantes entre Leontiev y Vigotsky en los primeros momentos del trabajo de aquél. Continuando con la fundamentacién de esa diferencias, A. A. Leontiev sefiala: Vygotsky, segiin Leontiev aqu{ se esta refiriendo a los trabajos de A. N. Leon- tiev “Conversaciones con Vygotsky”, 1933 y “Materiales sobre la conciencia”, al que no le define el afio, pero que es aproximadamente de la misma época], co- mienza de una forma totalmente adecuada con la idea de buscar la clave para la conciencia en el modo de vida del hombre, en “lo objetivo, no en la conciencia”. Pero como resultado llega a la conclusién de que el objeto no era comprendido por 41 como objeto de la actividad del hombre, sino como la actividad ejercida por la direccién de la conciencia. Es necesario buscar la respuesta en el mundo objetal y en la actividad objetal. La herramienta y el objeto determinan los procesos psiquicos como signo y cosa significada (p. 87). Es precisamente esa diferencia la que se hace explicita en las “Conversa- ciones con Vygotsky”, realizadas precisamente en relacién con sus posiciones en la tiltima etapa de su trabajo, donde se evidencia con nitidez la diferencia entre Leontiev y Vigotsky. Posiblemente si estas conversaciones hubieran teni- do lugar unos afios antes, la diferencia no hubiera sido tan grande, si bien es cierto que la idea de actividad con objetos, aunque presente en Vigotsky, nun- ca tuvo un peso central en su obra. Uno de los trechos citados por A. A. Leontiev (2001) sobre esas conversa- ciones entre A. N. Leontiev y Vigotsky, se expresa de la siguiente forma: Leontiev pregunta: ;Qué es el sujeto del desarrollo? ;Dénde estén las relacio- nes reales entre la persona y el mundo? (Leontiev, 1994, p. 23). La respuesta de Vygotsky fue evasiva: “Se desarrolla el hombre, se desarrollan los afectos, 10s impulsos. La palabra es el medio (...] Por detrés de la conciencia se descubre la vida” (Original, p, 23-24) (p. 87). (Tomado de A. A. Leontiev, La mente activa: actividad, signo, personalidad) La respuesta anterior es totalmente congruente con la posicién de Vigots~ ky en ese momento final de Ja vida, cuando buscaba de nuevo la integracién d€ la persona, la unidad de lo cognitivo y lo afectivo por detras de cada exmentt humana, lo que lo lleva a trascender el andlisis directo entre signo y realidad, Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 135 Ee as{ como la relacién directa entre el signo y el objeto. Son precisamente esas reflexiones de Vigotsky las que me llevaron a afirmar ta congruencia de ese Ultimo momento de su vida con algunas de las ideas centrales de la primera parte de su obra, sobre la cual A. A. Leontiev no nos hace ningtin comentario. Fue esa independencia relativa entre el signo y el objeto, y la integracién de los signos en la conciencia, lo que me hace suponer el interés de Vigotsky por develar la especificidad ontoldgica de un sistema psiquico generador, lo } que lo llevarfa a trascender el enfoque centrado en las funciones y en su me- diacién, temas destacados en la segunda parte de su obra. En el caso de Leon- tiev, la idea central del cardcter objetal de la actividad estd orientada a la biis- queda de objetividad, la cual, en ese momento, estd estrechamente asociada con la idea de la materialidad concreta de la psique. El cardcter objetal de la actividad permite una representacién objetiva de la psique, la que adquiere un I cardcter material cuando se “sustancializa” en el objeto. Leontiev coincide con Rubinstein en su critica a Vigotsky en relacién con la separaci6n que establece entre el signo y la actividad préctica, s6lo que Leon- tiev hace del concepto de actividad con objetos el elemento central de su pro- puesta, en lo cual, como ya vimos, se da una diferencia profunda con el traba- jo de Rubinstein. Asi, segiin A. A. Leontiev (2001), A. N. Leontiev critica a Vigotsky por su consideracién del signo como la unidad de conciencia, sobre Jo cual escribe: Leontiev considera incorrecta la posicién de Vygotsky de que el significado es a unidad de la conciencia. ;Por qué?, porque la cuestién de las relaciones entre la conciencia social y la individual se resuelve en el espiritu del sociologismo francés. {En esto se da una plena coincidencia con la critica realizada a Vygotsky por Ru- binstein y sus seguidores, en especial Abuljanova y Bruchlinsky (1989) sobre la influencia de la escuela sociol6gica francesa sobre su pensamiento]. En segundo lugar, porque “la conciencia acttia como imagen proyectada en la personalidad del producto ideal de la actividad social; es decir, la expresién superior y extrema del punto de vista historicocultural” (p. 206). (Tomado de A. A. Leontiev, 2001, original en los Cuadernos metodoldgicos, de Leontiev, p. 90.) Vigotsky, en el segundo momento de su obra, al establecer las relaciones inmediatas entre funciones ps{quicas y realidad a través de la mediacién de los signos, define las relaciones directas entre operaciones externas e internas a través de la interiorizacién, lo cual, sin duda, representé un antecedente im- portante para Ja obra de Leontiev. Sin embargo, la significacién creciente que este tiltimo le atribuye al objeto y a la actividad orientada por los objetos, mar- can una diferencia cualitativa importante con Vigotsky, que se ird profundi- zando a lo largo del desarrollo de la obra de Leontiev. Las diferencias entre Vigotsky y el grupo de Jarkov estén estrechamente asociadas con esa tiltima etapa del pensamiento de Vigotsky, cuando él vuel- ve nuevamente a insistir en el valor de las emociones y a enfatizar la unidad de lo cognitivo y lo afectivo como aspecto central de su trabajo. Esto es reco- Powered by €€ CamScanner 136 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky nocido nuevamente por A. A. Leontiev de forma frontal y honesta en su libro La mente en actividad (2001). En este libro afirma sin vacilaciones: L...] después del afio 1930, no se niega que Vygotsky escribiera sobre la actividad (la evidencia son las lecciones sobre el juego en 1933 [...] Vygotsky, sin embargo, salié por otra parte. Nosotros nos acostumbramos a contraponer la centralizacién en la palabra del ultimo Vygotsky y la posicién orientada a la actividad del grupo de Jarkov, Si, realmente en el tiltimo periodo de sus publicaciones Vygotsky direc- tamente expres6: “La conciencia del hombre es [...] la conciencia se forma en la comunicacién” (Vygotsky, 1960, p. 373). Si, en su célebre discurso sobre la con- ciencia, realizado en 1933, y publicado por primera vez por nosotros, por los apun- tes de A. N. Leontiev y A. V. Zaparochets en 1968, se desplegé precisamente su comprensién centrada en la palabra: “El lenguaje es el signo para la comunicacién de las conciencias”, particularmente “la colaboracién de las conciencias” determi- na el desarrollo de los significados (Vygotsky, 1982, p. 165). Si, en el final de Pensamiento y lenguaje decididamente expresa, que “la palabra juega un papel central en la conciencia en su conjunto” [...] La palabra es la expresién més di- recta de la naturaleza histérica de la conciencia (Vygotsky, 1982, t. 2, p. 361). No es necesario repetir mas citas de Vygotsky, éstas, sus ideas, estén completamente claras, y en lo sucesivo se convirtieron en blanco para la fuerte, aunque comple- tamente constructiva, critica del grupo de Jarkov (pp. 140-141).” La reflexin de A. A. Leontiev nos ayuda mucho, en un sentido histérico, a comprender la separacién entre el grupo de Jarkov y Vigotsky, y desde un Punto de vista tedrico, representa el andlisis mas minucioso de las diferencias entre ambos, lo que nos permite reafirmar que, aunque se pueden identificar en Vigotsky posiciones que pueden ser consideradas como antecedentes de la obra de Leontiev, es imposible identificar ambas obras como expresiones dife- rentes de un mismo camino teérico. Esa honestidad cientffica de quien quizd representaba en ese momento la ma- yor autoridad viva de la psicologia soviética para hacer esa reflexin, abre nuevas posibilidades no sélo para el andlisis hist6rico de la figura de Vigotsky sino tam- bién para los desdoblamientos posibles de sus posiciones tedricas. A. A. Leontiev rompe con las posiciones banalizadoras y cémodas del anilisis de esa historia y abre, a su vez, nuevas opciones para el desarrollo de esas posiciones teéricas, las cuales muchas veces se van situando en el lugar “de un pasado valioso pero cono- cido”, como dirfa el propio A. A. Leontiev (2001, p. 137). Mas adelante, inmediatamente después de la cita anterior, Leontiev afir- ma (2001): ___ sPero es todo asf tan sencillo? (se refiere a la critica del grupo de Jarkov y ala evolucién que presenté sobre las ideas de Vygotsky). La historia de la ciencia mundial nos enseii6, que ningtin cientifico de la talla de Vygotsky, nunca retor- né al principio de posiciones ya transitadas y establecidas. Como si nosotros, historiadores, no probéramos, que tal cientifico dio un paso al frente, y que ese cientffico siempre tiene una légica interna, subjetiva, de desarrollo de sus concep- Powered by (3 CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 137 ciones en la cual este paso representa un paso al frente, un paso adelante. Y nuestra tarea mds importante como historiadores de la ciencia es encontrar y analizar esa l6gica (p. 141). Con esa reflexién A. A. Leontiev abre un nuevo camino en el estudio dela figura de Vigotsky capaz de trascender posiciones manidas y estereotipadas; es precisamente en ese esfuerzo que se inscribe este libro, La continuidad del pensamiento de Vigotsky tomé rumbos institucionales y politicos que no ago- taron las posibilidades de su obra, como ninguna interpretacién agota las po- sibilidades de una obra, toda vez que el original de cualquier interpretaci6n “gana vida” a través del propio proceso interpretativo y de los contextos dife- rentes desde los que se realizan las interpretaciones. A. A. Leontiev enfatiza lo que he denominado como tercer momento de la obra de Vigotsky, como un momento de ruptura y desarrollo de su obra. Sin embargo, como ya afirmé, la propia interpretacién de A. A. Leontiev sobre los aportes de ese ultimo Vigotsky en realidad ya pertenecen a é1 mismo, son creaciones de su lectura sobre el autor y constituyen verdaderas hipotesis de trabajo. A. A. Leontiev, discutiendo la salida de Vigotsky del enfoque de la activi- dad, se pregunta (2001): “sQué légica caracteriza la ‘salida’ de Vygotsky del enfoque de la actividad?” Ella se caracteriza por el esfuerzo de unir “el enfoque centrado en la pala- bra” de la conciencia al enfoque de la actividad alrededor de una teorfa del sentido de la personalidad. Es generalmente conocido, que en los tiltimos aiios de su trabajo, en par- ticular en Pensamiento y lenguaje, Vigotsky elaboraba una teoria de la sintesis de lo afectivo y lo cognitivo, al parecer distante de las posiciones de la activi- dad. En su exposicién sobre la conciencia en 1933 de forma completamente no casual, habla en un contexto andlogo sobre las “relaciones de la actividad hacia la vivencia” (Vigotsky, 1982, t. 1, p. 157). jEn qué se realiza la unidad de lo cognitivo y lo afectivo? La respuesta, dada en Pensamiento y lenguaje, expresa: Existe un sistema dindmico de sentidos, que representa la unidad de los proce- sos afectivos e intelectuales (...], En cada idea esta contenida en forma reelaborada larelacién afectiva del hombre hacia la realidad, representada en esa idea [...] La cuestién es que el descubrimiento de un movimiento directo de la necesidad y de Jos impulsos del hombre hacia una direccién clara de su pensamiento y un movi- miento contrario de la dindmica de las ideas hacia la dindmica de la conducta y de la actividad concreta de la personalidad (Vygotsky, 1982, t. 2, pp. 21-22). La cita anterior se diferencia de la que aparece en la edicién estadouniden- se de Pensamiento y lenguaje, donde en lugar de “sistemas de sentido” apare- ce “sistemas de significados”, lo que tiene serias consecuencias para la inter- pretacién de Vigotsky en aquella psicologfa (Gonzalez Rey, 2007), toda vez que esta ultima parte de su trabajo en relacién con la significacion y la cues- Powered by €€ CamScanner 138 Cap. 4, Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky tion del sentido no ha sido muy considerada por sus intérpretes en Estados Unidos. No obstante, como expreso en el andlisis de ese tercer momento de su obra, esas ideas estaban en aquel momento sélo en sus comienzos, y la in- tencién de desarrollar una teorfa del sentido de la personalidad, como afirma Leontiev, no creo que haya sido un objetivo consciente de Vigotsky, lo que se expresa en la no aplicacién de esa idea en ningtin otro momento del mencio- nado libro, \ni en alguna de sus publicaciones paralelas o posteriores en esa misma época. En ese ultimo momento de su vida Vigotsky estaba retomando inquie- tudes ya presentes en Psicologia del arte, las cuales consigue elaborar de forma mas profunda; sin embargo, considero que atin estd lejos de la idea del sentido como una nueva definicién ontolégica de la psique que pueda considerarse como la unidad tedrica de una nueva definicién sobre la per- sonalidad. El hecho fue que ese tercer momento de su obra no fue seguido ni elabo- rado por el grupo de Jarkov dirigido por A. N. Leontiev. En 1994 A. A. Leontiev escribié sobre ese hecho: Muchas de las ideas teéricas de esos trabajos [se refiere a los trabajos de la Ultima etapa de su vida, escritos entre 1933 y 1934] sin embargo, no fueron consi- derados por el grupo de Jarkov o sélo fueron parcialmente aceptadas. Ellas no fueran apenas percibidas por los historiadores de Vygotsky y fueron deliberada- mente ignoradas por sus criticos. La més importante de esas ideas fue la idea de “sentido” o de “campo de sentido” (p. 41). Esto es, que esa orientacién de Vigotsky hacia el desarrollo de un nuevo tipo de unidad de la vida psfquica y de su organizacién en el sistema psiquico, no encontré continuidad en el grupo de Jarkov, donde el legado de Vigotsky se objetivé a través de la categoria de actividad objetal. En el grupo de Jar- kov, fueron Zaporochets y Bozhovich quienes mds insistieron en recuperar la significacién de las ideas de Vigotsky en relacién con la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, el primero en su insistencia en el estudio de los procesos emocio- nales como parte inseparable del desarrollo del nifio, y Bozhovich, en su rup- tura franca y abierta con Leontiev, como fue dicho antes, en relacién con la comprensi6n objetal de los motivos. Otros seguidores importantes de Leontiev, como Davydov, a quien considero uno de los seguidores mas criticos y constructivos en relacién con la teorfa de Ja actividad, también percibié la diferencia entre la obra del grupo de Jarkoy y el tercer momento de la obra de Vigotsky; sin embar- go, la atribuye a una mayor inmadurez de la teorfa marxista en el momen- to que Vigotsky escribié su obra, con lo cual, de hecho, coloca a la teoria de la actividad como la expresién més correcta de la interpretacién mar- xista de la psicologia. Creo que esto fue una interpretacién errénea que expresa el lugar que tuvo la actividad en el imaginario de la filosofia mal- xista soviética. Powered by €€ CamScanner Rm La continuidad de la obra de Vigotsky 139 En relacién con el tercer momento de Vigotsky, Davydov asume de forma general la posicién que siguieron los diferentes integrantes del grupo de Jar- kov, como fue expresado ya en las citas que presentamos sobre A. A. Leontiev. Sobre ese periodo de la obra de Vigotsky, Davydov escribe (1981): En los tiltimos trabajos de Vygotsky el problema de la significacién adquiere un cardcter independiente, y la idea de la actividad como principio explicativo, aunque sea en una forma mediadora, no se representa Iégicamente necesaria. Uni- do a esto ella implicitamente est4 contenida en todos sus trabajos. Asi surge una contradiccién real en los trabajos de L. S. Vygotsky, entre la posicién filoséfico metodoldgica de partida y su realizacién. Es importante comprender las causas de esta contradiccién (considerando estas importantes no s6lo en un plano hist6rico, sino teniendo en cuenta las perspectivas de las investigaciones actuales) (p. 76). La critica de Davydov va dirigida al cardcter independiente que Vigotsky atribuye al significado, desatendiendo el concepto de actividad como principio explicativo. En mi opinién lo que Davydov aqu{ atin no comprende es que Vi- gotsky, a pesar de no haber podido concretar su intencién, estaba precisamente intentando desarrollar la idea de un sistema psicoldgico capaz de expresar otro tipo de relacion con la actividad. Ese énfasis de Vigotsky en esa ultima etapa de su vida, s6lo fue reconocido por A. A. Leontiev. Segtin Davydov, las dificultades de Vigotsky en relaci6n con la actividad se explican por lo siguiente (1983): Aqui Vygotsky se confronta con una dificultad independiente de él, pero prac- ticamente insuperable. Estamos hablando sobre el hecho de que la teoria marxista de la actividad no habfa sido elaborada por los filésofos y los psicélogos en los afios veinte [...] por eso Vygotsky no pudo apoyarse en ella suficientemente. No estaba elaborada en un nivel suficiente la légica dialéctica marxista (p. 76). O sea, queda implicito en la afirmacién de Davydov que la teoria de la ac- tividad representaba un paso de avance y un momento més actualizado en re- lacién con el desarrollo de la teorfa marxista. Para Davydov la expresién del avance en la comprensién de la lgica dia- léctica se expresa por el desarrollo consecuente del principio de la actividad en la psicologia, lo que expresa, como en el imaginario de la psicologia soviética de aquel momento histérico, que la teoria de la actividad se convertia en sind- nimo de psicologfa marxista, con las consecuencias de ello para su desarrollo en un pafs donde la represién y el control eran elementos distintivos del status quo de la polftica. De cualquier forma, y esto es sumamente importante, ese tercer momento de la obra de Vigotsky no encuentra una continuidad en la teorfa de la activi- dad, aunque muchas de las cosas desarrolladas por él encuentren un eco en la Ultima obra de A. N. Leontiev, Actividad, conciencia y personalidad, sin que Vigotsky aparezca mencionado en particular en la parte relacionada con la per- sonalidad. Powered by €€ CamScanner La teoria de la actividad “objetal” y sus consecuencias al interior de la psicologia soviética La obra de Leontiev, al igual que la de Vigotsky y Rubinstein, presenta diferentes momentos. Algo en comtin a estos tres autores fue su afiliacién ala teorfa del reflejo en una interpretacién mecanicista del concepto, como ya se expuso, en la cual se toma al pie de la letra la posicidn de Lenin en su discusién con el'empiriocriticismo, la cual se importa acriticamente al campo de la psico- logia. Leontiev representé quizd, con su concepto de actividad “objetal”,’ la aproximacién mas ortodoxa a la consideracién de la psique como reflejo, pues Pas a considerar como unidad de andlisis de la psicologia la actividad con ob- jetos, la que respondia ms a una relacién practica con el mundo de los objetos, que a una relacién de cardcter simbdlico en el mundo social. Con el desarrollo del concepto de actividad objetal, Leontiev fue explican- do de manera progresiva todos los términos de la psicologia a través de ese concepto, pasando a ser la categoria de actividad una supracategoria de la psico- logia (B. F. Lomov, 1979). Como resultado de esa hipertrofia de la categoria ac- tividad, los diferentes conceptos de la psicologia se fueron explicando en térmi nos de la actividad con objetos, pasando asf la actividad a sustituir cualquier dindmica psicolégica compleja asociada con la psique como sistema ontolégi- camente diferenciado. Los conceptos de operacién, acto, objeto y actividad, se convirtieron en universales para la explicacién de cualquier tema de la psico- logia. La actividad con objetos ofrecia una oportunidad excepcional para re- presentarse la psique en términos de “imagen del mundo”. Como resultado de lo anterior las investigaciones orientadas por la teoria de la actividad privilegiaron el estudio de las funciones, esencialmente las de tipo cognitivo, por encima de la personalidad o de los procesos afectivos, lo que se expresa claramente tanto en las tesis de doctorado defendidas entre las dé- cadas de los afios cincuenta y setenta del siglo pasado en la psicologia soviética, como en los temas dominantes en las revistas de psicologia en ese periodo. Desde muy temprano, A. N. Leontiev se orienta a definir la actividad como el centro de la psique y a desvalorizar la relacién palabra-significado enfatiza- da por Vigotsky. Leontiev, en toda su obra, incluyendo Actividad, conciencia y personalidad, va a ser fiel a una concepcién objetivo-operacional de objeto, que privilegia la imagen cuando se refiere al aspecto subjetivo de la actividad. En relaci6n con ese principio sélo va a ser contradictorio en la parte final de su vida, cuando dedica una atencién especial a la categorfa personalidad, pues no puede enfrentar los desaffos del estudio de ese tema desde los marcos estre- chos en que desarrollé el tema de la actividad objetal en el curso de su obra. ‘He colocado el término entre comillas pues no existe en espafiol, sin embargo, ha sido usado en la bibliogratia sobre el tema en todas las traducciones de habla hispana, donde se usa indistintamente objetal y objetual. A partir de aquf dejaré de usar las comillas para comodidad del lector. Powered by (3 CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 141 Leontiev define el objeto de la actividad de la siguiente forma (1977): En este sentido, el objeto de la actividad aparece en dos formas: como una en- tidad independiente, que subordina a sf la actividad de un sujeto; y como una ima- gen psicol6gica de un objeto, como producto de la “ deteccién” por un sujeto de sus propiedades, ejecutada por medio de la actividad e imposible de ninguna otra forma (p. 15). En esa definicién se expresa con claridad que el término objeto no es una metéfora que el autor usa para referirse a una realidad que asume muchas formas de expresi6n, sino que el objeto es precisamente la “cosa”, la sustan- cializacién de una realidad concreta que se expresa en forma de imagen a tra- vés de la actividad, existiendo una correspondencia lineal entre la imagen y el objeto. En esa definicién se “objetualiza” lo subjetivo, manteniéndose el autor en el mismo plano gnoseoldgico en la definicidn de la relacién sujeto-mundo que caracterizé a Rubinstein en ciertos momentos de su obra. Para continuar nuestro anilisis sobre la obra de Leontiev nos centraremos en su tiltimo libro: Actividad, conciencia y personalidad, que representé el ul- timo momento en el desarrollo de sus ideas y donde aparecen de forma muy nitida las contradicciones a que lo Ilevaron los principios y categorfas asocia- dos con el concepto de actividad objetal para el desarrollo de otros temas en su obra. Este libro en realidad es la recopilacién de tres temas del autor escri- tos por separado, y publicados antes por la revista Cuestiones de Filosofia, las dos primeras partes en 1972, y la ultima referida a la personalidad en 1974. De forma congruente con la definicién de objeto anterior, que fue la base de todo su trabajo, Leontiev escribe en su tiltima obra (1983): Los actos de significacién no son otra cosa que actos de separaci6n de la par- te ideal de los objetos, y la apropiacién por parte de los individuos del lenguaje es la apropiaci6n del significado a través de la interiorizacién (...] Esta concepcién, sin embargo, en modo alguno puede ser interpretada en el sentido de que la con- ciencia es engendrada por Ia lengua. La lengua no es su demiurgo, sino la forma de su existencia. Asi, las palabras, los signos lingiiisticos, no son simplemente los sustitutos de las cosas, sustitutos convencionales, Tras las acepciones de las pala- bras se esconde la prdctica social transformada y cristalizada en su actividad, en cuyo proceso se abre ante el hombre la realidad objetiva (p. 23). Vemos que Leontiev se representa los actos de significacién como la parte ideal de los objetos, con lo cual no abre espacios para la construccién de mo- delos de pensamiento que no guardan relacién con objetos concretos, asf como tampoco considera los procesos de significacién que el hombre produce sobre Ja base de dindmicas subjetivas que no tienen un referente en ninguna expe- riencia concreta con objetos. El lenguaje, para el autor, no constituye un sis- tema con capacidad generadora propia, sino la interiorizacién de experiencias que tuvieron una forma operacional en la actividad externa y que se expresan Powered by €€ CamScanner 142 Cap. 4. Desarrollo y coritradicciones de la obra de Vigotsky subjetivamente como imagenes que corresponden a los objetos en que las prdc- ticas sociales se cristalizan. En diferentes partes de su obra, el autor nos habla de practica social y co- municacién, sin dejar nunca claro cémo las entiende, y sin separarlas de la acti- vidad con objetos, la que representa para él la génesis de cualquier producto psicolégico a través de la interiorizacién. Su concepcidn objetal del lenguaje lo lleva a una comprensi6n igualmente objetal de la conciencia y el pensamiento,-que niega el cardcter subjetivo de ambos procesos. Sobre la conciencia Leontiev escribe (1983): Su conciencia (se refiere a la conciencia del hombre) es también el producto de su actividad en el mundo de los objetos. En esta actividad en la que media la comunicacién con otras personas, tiene lugar el proceso de apropiacién por parte de él, de las riquezas espirituales acumuladas por el género humano y plasmada en forma sensitiva objetal [...] En los procesos surgidos en estas relaciones tiene lugar la sustitucién de los objetos en forma de sus imagenes subjetivas en la cabe- za del hombre, en forma de conciencia (p. 24). La conciencia, por lo que expresa aqui Leontiev, parece ser un reservorio de imagenes que reflejan fielmente objetos externos, por tanto, el autor no le reconoce un cardcter productivo-generador, sino un cardcter reflejo-instrumen- tal. Esta visién de la conciencia lo va a llevar a un callején sin salida en su de- finicién del pensamiento, sobre lo cual nos dice (1983): En contraposicién con esto (se esta refiriendo a la vision sensorial-aso cionista del pensamiento) el marxismo, como se sabe, contempla el pensamien- to humano como producto del desarrollo socio-histérico, como una forma teéri- ca particular de la actividad humana que no es mds que un derivado de la actividad practica. Incluso en aquel nivel del desarrollo es que el pensamiento adquiere una independencia relativa, la practica contintia siendo su base y cri- terio de su autenticidad [...] De esta forma, cada persona independiente deviene un objeto del pensamiento s6lo mediante el dominio del lenguaje, los conceptos, la légica, etc., que constituyen en sf el reflejo generalizado de la experiencia de la préctica social (p. 29). Esta asociaci6n inseparable del pensamiento con la actividad practica con- duce a un peligroso practicismo que ignora el cardcter creativo y generador del pensamiento, como productor de las figuras de la cultura que pasan a ser las “realidades objetivas” que orientan las practicas humanas, cuya génesis sim- bélico y subjetiva es totalmente desconocida en esas posiciones defendidas por el autor. El uso de la categoria de reflejo fuera de un plano estrictamente sen- sorial asociado con la produccién de imagenes, conduce a preguntas imposi bles de solucionar, lo que demuestra la inadecuacidn de ese concepto para este tipo de realidades. De esta forma, cuando el autor nos habla del reflejo genera- 2 Aqui la cita refiere a Marx y Engels, t. 3, Obras Completas, p. 29. Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 143 lizado de la experiencia de la practica social, 5a qué se estd refiriendo? ;Cémo puede haber un reflejo generalizado de una practica que es por naturaleza mul- tidimensional, contradictoria, llena de efectos colaterales y asimetrias que no pasan por las conciencias de sus propios protagonistas? Querer asociar los conceptos de actividad objetal y de practica social no | pasa de un recurso retérico del autor, sin ningtin valor heuristico en los marcos de la teorfa que analizamos. El lugar secundario y pasivo que otorga al pensa- miento sigue ganando espacio en sus elaboraciones cuando expresa (1983): El trabajo realizado mediante los instrumentos coloca al hombre no solamen- te ante las cosas materiales reales, sino también ante su interaccién que él mismo controla y reproduce. En este proceso el hombre las conoce, lo que excede las po- sibilidades del reflejo sensible directo. Si ante la influencia directa “ sujeto-objeto” este tiltimo abre sus propiedades sdlo a los limites condicionados por la composi- cién y grado de sensibilidad de las sensaciones del sujeto, tenemos que en el pro- ceso de interaccién en el que media el instrumento, el conocimiento sé sale de los marcos de estos limites (p. 30). En este parrafo el sensorialismo objetivista e inmediatista que se expresa cuando el autor afirma que el objeto “abre sus propiedades sdlo a los limites condicionados por la composicién y grado de sensibilidad de las sensaciones del sujeto”, como si el objeto existiera en propiedades objetivas de diferentes nive- les adaptadas a las caracteristicas de los érganos y procesos humanos, con lo cual se aproxima tremendamente del racionalismo cartesiano que se represen- taba el mundo organizado en los términos de la raz6n. Leontiev pasa de ese sensorialismo a un “instrumentalismo” ingenuo cuando atribuye al instrumen- to la superacién de los limites de la sensorialidad, sin atribuir alguna funcién al pensamiento como sistema generador de ideas y modelos que estan mas alla de una realidad concreta. En esto el autor confunde la precedencia de los ins- trumentos en un plano filogenético, con lo que ocurre en el plano ontogenéti- co, dejando preso el pensamiento a los resultados de la actividad instrumental. En la medida que Leontiev avanza en el desarrollo de ese tema se va com- plicando cada vez mAs, ora con concesiones a un racionalismo poco dialéctico, ora a un empirismo que se aproxima del behaviorismo, el que aparece clara- mente cuando afirma (1983): El modo lingiifstico de expresar la forma objetal externa de la actividad cog- noscitiva crea la condicién que permite, como consecuencia, realizar algunos de sus procesos solo en el plano lingiifstico. Debido a que al realizar esto el lenguaje pier- de su funcién comunicativa y cumple una funcién cognitiva, tenemos que su aspec- to fonico y el de la pronunciacién se reducen paulatinamente y los procesos corres- pondientes adquieren cada vez mas el cardcter de procesos internos que se realizan “para si”, “mentalmente”. Las largas cadenas de procesos internos de confronta- cién mental, de andlisis, etc, se insertan cada vez més entre las condiciones ini- ciales y el cumplimiento practico de las acciones, las cuales ahora adquieren una independencia relativa y la capacidad de separarse de la actividad practica (p. 32). Powered by €€ CamScanner 144 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky Esta visién esta muy proxima, si es que no es idéntica, a la comprensién skinneriana del pensamiento como lenguaje internalizado. El autor, para no dejar ninguna brecha a la aparicidn de algo semejante a la subjetividad, prefie- re realizar una opcién comportamental despersonalizada, desde la cual resulta diffcil representarse la relacién del pensamiento y la practica social. Lo que ocurre en realidad es una actividad prdctica interiorizada a través de su aspec- to lingiifstico, que no da espacio para representarse estas operaciones en un tipo de proceso ontolégicamente diferenciado, que permita especificar lo psi- quico en relacién con la practica. Ese andlisis est4 tan destituido de subjetivi- dad como los realizados por el behaviorismo. No asumiendo ese behaviorismo de forma explicita, el autor apela al logi- cismo, en lo que se evidencia la fuerte influencia piagetiana sobre la psicologia soviética. Leontiev contintia (1983): En contraposicién a la concepcién de las leyes 1égicas como inmanentes de los principios del trabajo del cerebro (lo que expresa las leyes inmanentes del ser pensante o como engendrados por el desarrollo del lenguaje de la propia ciencia), la concepcién marxista consiste en que las leyes légicas constituyen en sf el reflejo generalizado de aquellas relaciones objetivas de la realidad, a las cuales la persona se subordina y que reproducen la actividad préctica de las personas (p. 33). En esta cita la busqueda de la objetividad en la practica y la materialidad refleja un “logicismo”, al considerar la légica como un “reflejo generalizado de aquellas relaciones objetivas a las cuales se subordina la persona y que re- producen su actividad practica”. La practica se antepone como un criterio de realidad a cualquier forma tedrica; la teorfa son “formas practicas condensa- das”. Como hemos dicho en diversas partes de este libro, el imaginario filo- s6fico soviético que durante muchos ajfios tuvo como base esencial la batalla idealismo-materialismo, llev6é a estigmatizar como idealista todo aquello que no tuviera una relacién directa con la prdctica y con el mundo objetivo, descono- ciendo como idealista el ser del hombre, su condicién subjetiva, con lo que leg6 a la paradoja de negar la realidad para mantener un nocién de objetivi- dad centrada en la materialidad concreta. Leontiev se apoya en una cita de Lenin para justificar filos6ficamente el valor que le atribuye a la practica, y expresa (1983): La actividad préctica del hombre -sefiala V. 1. Lenin- debié conducir millares de veces la conciencia del hombre a la repetici6n de diversas figuras légicas para que estas figuras puedan recibir la significacién de axiomas, De esta forma, la ac- tividad prdctica, la prdctica real crea un hilo de orientacién para el pensamiento te6rico, gracias al cual este ultimo no es capaz de apartarse del camino que condu- ce al conocimiento adecuado (p, 34). Aqui se evidencia la consideracién de lo teérico como un resultado de la actividad prdctica, y es gracias a la relacién entre ambos, donde lo pri- Powered by (3 CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 145 mario es la prdctica, que el pensamiento tedrico puede producir conoci- mientos adecuados. La l6gica pensada de esa forma deja de ser un modelo generador de inteligibilidad y pasa a ser una especie de sintesis de la préc- tica fijada en la repeticidn. El logicismo deviene asf en un camino mds en la reificacién de la objetividad y del establecimiento de un concepto de verdad avalado por lo “real”. Estos principios tedricos van llevando a un verdadero “callej6n sin salida” a los conceptos psicolégicos, los cuales van siendo sustituidos por términos de la actividad. Se produce un vaciamiento del contenido propia- mente psicolégico de los conceptos, que es remplazado por su contenido practico en término de la actividad con objetos. Esto se puede observar también cuando el autor vuelve a sus reflexiones sobre el pensamiento afirmando (1983): Més atin, en estas investigaciones se demostré (se esté refiriendo a investiga- ciones sobre el pensamiento en los marcos de la psicologia de la actividad) que los. procesos internos del pensamiento no son algo diferente a la interiorizacién y ala transformacién especifica de la actividad préctica externa y que existen transicio- nes constantes de una forma a otra (p. 35). El pensamiento es completamente destituido de su contenido psicolégico y pasa a ser una reproduccién interna de operaciones que tuvieron un origen en la actividad externa, y que pasan a un plano interno gracias a la interioriza- cidn sin que se opere ningtin cambio cualitativo en ellas. Para Leontiev, de for- ma general, Ja actividad externa e interna tienen una misma estructura, y es esto lo que se justifica con la interiorizacién. Por tanto, lo “interno”, pues esta forma de pensar mantiene la dicotom{a externo-interno, no tiene ninguna espe- cificidad cualitativa en relacién con la actividad externa, lo que lleva a la di- solucién de lo interno en lo externo, pasando lo interno a ser un epifendémeno de lo externo. Es esta la nica forma en que se puede resolver la dicotomia mé- canicista externo-interno dentro de este marco tedrico. Explicitamente Leontiev (1983) expone: La “autonomizaci6n” de las operaciones l6gicas que de aqut se desprende es profundamente ajena a la doctrina marxista del pensamiento, la cual exige se con- temple el pensamiento como una actividad humana vital que posee en principio la misma estructura que la actividad prdctica (...] Pero cualesquiera operaciones, no importa cudles, motoras externas o internas mentales, son por su origen el produc- to del desarrollo de las acciones correspondientes, en las cuales se fijan las relacio- nes objetivas generalizadas y abstractas que caracterizan las condiciones objetales de la accién (pp. 35-36). | } Ademés de afirmar la identidad de estructura entre el pensamiento y la actividad prdctica, lo que supone representarse el pensamiento apenas como Conjunto de operaciones de origen externo, eliminando la fantasfa, la imagi- Powered by €€ CamScanner 146 Cap. 4, Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky nacién y el cardcter creativo y subjetivo de las hipétesis y los modelos que caracterizan ese proceso, el autor vuelve a usar el concepto de fijacién para explicar el cardcter objetivo de las operaciones abstractas, el cual es, en tl- tima instancia, un reflejo de las condiciones objetales de la accién. En su lenguaje, categorfas como construccién y creacién son omitidas, perpetuan- do el concepto de fijacién. Este cardcter secundario y reproductivo de la psique que encuentra su mayor forma de expresién en la categoria de reflejo, se defiende nuevamen- te dentro de una visién de la filosoffa marxista que queda explicita cuando nos dice (1983): [...] el reconocimiento de la existencia de la realidad objetiva independiente del sujeto cognoscente contintia siendo el tinico postulado. En esto se encierra el sen- tido de la exigencia leninista, de partir no de la sensacién al mundo exterior, sino del mundo exterior a la sensacién, del mundo exterior como cuestién primaria a los fenémenos psiquicos subjetivos como cuestién secundaria [...] El camino dela investigacién de los fendmenos sensitivos que parten del mundo exterior, de las cosas, es el camino de la investigacién objetiva de los mismos (p. 39). ‘Nuevamente se realiza una extrapolacién de una discusién filoséfica den- tro de un contexto especifico, que fue el debate de Lenin con el empiriocriticis- mo. Con esta posicién se sacrifica el conocimiento de esa nueva forma de lo real, que es la subjetividad humana, al negar el acceso a ella, y al negarle ala subjetividad una especificidad que se exprese de forma permanente en un des- arrollo propio que justifica su capacidad generadora. La representacién de lo subjetivo como reflejo dentro de la teorfa de la ac- tividad, confina la psique humana a las imagenes y operaciones que ocurren en un plano interno, pero que reflejan lo externo; no existe nada en la dimen- sién psiquica que primero no haya tenido un cardcter externo, lo que fue uno de los principios esenciales de Vigotsky en el segundo momento de su obra. El cardcter activo del reflejo para Leontiev se define por el hecho que su resultado no est definido por las impresiones sensoriales del objeto, sino por la actividad; sin embargo, ese cardcter activo no se reconoce en ninguna par- ticularidad cualitativa que aporte el sujeto a ese proceso reflejo. Es muy interesante que esa relacién lineal entre actividad, objetos y conciencia, donde esta ultima, a través de la actividad, forma imagenes sub- jetivas que reflejan las propiedades y relaciones del mundo objetal, genera contradicciones que el autor percibe, pero que no puede resolver dentro de su marco conceptual. Asf, al referirse a la pertenencia de la imagen a la persona, desarrolla el concepto de parcialidad de la conciencia y de parcia- lidad del sujeto, para referirse al hecho de que las operaciones de la cogni- cién son realizadas por un sujeto portador de necesidades, motivos, etc. Sin embargo, como no puede cuestionar la categoria de reflejo, al considerarla como una condicién del sujeto, el autor cae en profundas contradicciones. Asi, por ejemplo, escribe (1983): Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 147 L...] el concepto de subjetividad de la imagen comprende en sf el concepto de parcialidad del sujeto. La psicologia desde hace mucho tiempo ha descrito y estudiado la dependencia de la percepcién, representacién y pensamiento res- pecto a “qué necesita el hombre”, a sus necesidades, motivos, objetivos, emo- ciones, etc. Es muy importante subrayar que esta parcialidad est determinada objetivamente por si misma’ y no se expresa en la inadecuacién de la imagen (aunque podria expresarse en ella), sino en que ella permite penetrar activa- mente la realidad (p. 44). La subjetividad es presentada como un “foco” de la imagen, que no capta todo, pero lo que capta es una reproduccién fiel de la realidad, preservandose asi la objetividad de la imagen, pieza esencial de esa construccién teérica. Si no se preserva esa pieza toda la construccién se viene abajo. Entre las consecuencias que tuvo la visién objetal de la actividad asumida como categoria esencial de la psicologfa soviética durante mds de dos décadas, estuvo el reduccionismo en la comprensién de los procesos psiquicos, que fue- ron considerados s6lo como formas internas de actividad, as{ como la tenden- ciaa la objetivacién de esos procesos, cuyo cardcter subjetivo se redujo a su cardcter intrapsiquico. En una expresign extrema de ese reduccionismo objetivista, que se extendi6 a diversos campos de la psicologta soviética, Leontiev escribié (1983): “En rela- cién con el andlisis de la actividad, es suficiente sefialar que la objetividad de la actividad da lugar no sélo al cardcter material de las imagenes, sino también.a la objetividad de las necesidades, las emociones y los sentimientos” (p. 72). La afirmacion anterior se fundamenta en el hecho que para el autor los pro- cesos emocionales son orientados por un objeto externo y no tienen ninguna articulacion dentro del sistema psiquico del sujeto. Es mas, la psique en Leon- tiev no tiene el estatus de sistema, por lo cual presenta los conceptos de la es- fera emocional de forma atomizada y directamente relacionados con objetos igualmente separados de cualquier trama social compleja; objetos que apare- cen en su “objetualidad” material fuera de la trama simbélica que, por esencia, constituye los objetos de las diversas practicas sociales. Lo social y la psique son reducidos a su dimensién objetal. Fueron precisamente los temas de la motivacién y la personalidad dos de los aspectos menos desarrollados dentro del marco de la teorfa de la actividad. Las funciones psiquicas, como ya afirmamos, se identificaban como formas in- ternas de actividad, y se hablaba de actividad perceptual, de pensamiento, etc., Jo cual fue una de las criticas que algunos de sus seguidores le hicieron; como Davydov (1983), En la traduceién argentina aqu{ se expresa una diferencia y dice: “es muy importante des- ‘acar que esa parcialidad est objetivamente determinada y que se expresa no en la inadecuacién de la imagen (aunque también puede expresarse en ella), sino en que ésta permite penetrar acti vamente en la realidad” (p. 47, 1978). Desafortunadamente no dispongo del original en ruso para hacer la confrontacién de la cita, pero en esencia ambas son compatibles por su contenido. Powered by €€ CamScanner 148 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky Al igual que se refirié a la parcialidad del sujeto, Leontiev busca reconocer en varios momentos de su obra los aspectos del funcionamiento psiquico dela persona, pero al no querer comprometer su comprensién mecanicista de la ob- jetividad no consigue avanzar de forma consecuente en la apertura hacia nue- vos problemas, a todos los cuales les encuentra solucién en los marcos y prin- cipios dominantes que constituyen el nticleo fundamental de su teoria de la actividad fundamental. Asf, al definir la interiorizacién en su forma mas gene- ral, escribe (1983): Como es sabido, se le denomina interiorizacién al transito por cuyo interme. dio los procesos externos por su forma, con objetos sustanciales externos, se trans- forman en procesos que transcurren en el plano mental, en el plano de la concien- cia; ademés, se someten a una transformacién especifica: se generalizan, verbalizan, reducen y, lo més importante, devienen susceptibles de un desarrollo ulterior que trasciende los limites de las posibilidades de la actividad externa (p. 77). Aunque mantiene su posicién de que la interiorizacién es un trénsito de procesos externos, con objetos que se transforman en el plano de la concien- cia, lo cual ya pudimos observar antes en su anélisis del pensamiento, no obs- tante, deja en esta cita abierta una brecha al desdoblamiento de nuevos proce- sos que irdn a trascender los limites de la actividad externa. Sin embargo, Leontiev no se detiene én su reflexién tedrica sobre la naturaleza de esos pro- cesos, ni en sus consecuencias para una comprensién diferente de la psique. Esto no devaliia esa afirmacién, al contrario, indica nuevas reflexiones que en- contrardn nuevos momentos en la tiltima parte de la referida publicacién de- dicada al tema de la personalidad, cuando de forma explicita se separa del ri- tual de la teorfa de la actividad, integrando nuevas cuestiones y conceptos en su andlisis. La cuesti6n de las necesidades y los motivos en la obra de Leontiev Uno de los mayores problemas de la psicologia soviética fue la gnoseologi- zacién del fenémeno psiquico; la psique aparecia esencialmente en su funcién de conocimiento, lo cual en gran parte estaba determinado por el lugar central de la categorfa reflejo, apoyada esencialmente en productos pstquicos de caréc- ter cognitivo, bdsicamente imagenes y operaciones. En la teorfa de Leontiev, de forma muy particular las necesidades y emociones se sustancializan y objetivan en sus relaciones directas con los objetos, al extremo de que el motivo aparece definido como el objeto de la necesidad. Es decir, el objeto es investido de mo- tivacién cuando es identificado como la via de expresién de la necesidad. Leontiev fue capaz de definir ejemplos que nos permiten intuir sobre sU progresiva toma de conciencia acerca de la complejidad de las motivaciones ¥ Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 149 las necesidades humanas. Sin embargo, al tratar de ser congruente con el prin- cipio de la actividad objetal y del objeto, presenta una visin objetal de las ne- cesidades y los motivos que, ademas de simple, es mecanicista y atomizada, pues el ciclo “necesidad-objeto-motivo” se separa por completo del sujéto en su integridad psicolégica y de la procesualidad castica de sus acciones en di- ferentes contextos sociales. Leontiev escribe (1983): “En correspondencia con la definicién que hemos adoptado, denominaremos actividad al proceso origi- nado y dirigido por un motivo, dentro del cual ha tomado forma de objeto de- terminada necesidad” (p. 155). Parece que la necesidad es algo puntual, concreto, que llega a ser absorbi- da completamente por el objeto. Con esa definicién se genera una dicotomia del todo mecanicista entre la necesidad y la actividad, pues la necesidad antici- parfa a la actividad, encontrando en ella su motivo. Ante a esto podemos pre- guntarnos: gy de dénde sale la necesidad, cual es su especificidad ontolégica? Por las dificultades de dar respuesta a la pregunta anterior sin partir de una redefinicién ontolégica de la propia psique, Leontiev se complica en una definicién que, ademds de compleja, no soluciona la especificidad de las nece- sidades especfficamente humanas. Al respecto él expone (1983): Ante todo debemos sefialar la cuestién de la correlacién entre los motivos y las necesidades. Ya hemos sefialado, que la necesidad propiamente dicha, es siem- pre necesidad de algo, que a nivel psicoldgico las necesidades aparecen mediadas por el reflejo psiquico, e incluso de forma doble. Por una parte, los objetos que satis- facen las necesidades del sujeto se manifiestan ante él con sus rasgos sefializado- res objetivos. Por otra parte, se sefializan, se reflejan sensorialmente por el sujeto sus propios estados de necesidad; en los casos mas sencillos, como resultado de la accién de irritadores interoceptivos. La variacién més importante que caracteriza en este sentido el trénsito a nivel psicolégico, consiste en el surgimiento de las re- laciones méviles entre las necesidades y los objetos que las satisfacen (p. 156). Este p4rrafo amerita que nos detengamos un poco en él. En primer lugar, las necesidades de que nos habla Leontiev aqui, asi como en toda su obra, son necesidades del organismo, 0 sea, ellas, como dijimos antes, anteceden la ac- cién, pues estan asociadas al funcionamiento somato-bioldgico del sujeto dela accion. Por otra parte, lo que caracteriza el transito en el andlisis de las nece- sidades a nivel psicoldgico es “el surgimiento de las relaciones méviles entre las necesidades y los objetos que las satisfacen”, 0 sea, que no hay ninguna caracterfstica de la necesidad que diferencie su expresin en un plano fisiolégi- co y en el psicolégico, lo que dificulta establecer la diferencia entre las nece- sidades humanas y animales, Ante esto podriamos preguntarnos: ;Cual seré el Papel de la cultura en la especificidad de las necesidades humanas? En la definicién de Leontiev la necesidad se “cosifica” en un doble.sen- tido; por una parte, ella representa un contenido concreto capaz de expre- Sarse en ciertos objetos y no en otros, pero, por otra, una vez que el objeto aparece y deviene su motivo, se fija la relacién de esta necesidad con aquel Powered by (3 CamScanner 150 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky objeto. Tal parece que el hombre se relaciona con un mundo aséptico de objetos, donde las relaciones humanas son simples pafios de fondo o media- dores de ese campo objetivo de relaciones. Con esto no apenas se desubje- tivan las necesidades, sino que se ignoran los complejos procesos sociales y la subjetividad social (Gonzdlez Rey, 1995). La necesidad, desde nuestro punto de vista, no es un estado a priori del organismo que “busca” su obje- to, sino el estado que resulta de complejas configuraciones subjetivas que expresan, a nivel psicoldgico, los sistemas mds complejos de relaciones del hombre en su mundo social. En su logica de reflexién sobre la necesidad, el autor contintia (1983): La cuestién radica en que el objeto que puede satisfacer la necesidad dada, no estd sélidamente fijado dentro del propio estado de necesidad del sujeto. Hasta que es satisfecha por primera vez, la necesidad no “conoce” su objeto, tiene que descubrirlo. S6lo como resultado de este descubrimiento la necesidad adquiere su cardcter objetal; y el objeto percibido (representado, pensado), su funcién excita- dora y rectora de la actividad, es decir, deviene su motivo (p. 156). Las necesidades aparecen como estados dindmicos “universales” del organismo, que sélo se tornan psicolégicas cuando “descubren” su objeto, el cual, a su vez, se convierte en el motivo que gufa la actividad. O sea, que Para Leontiev el motivo no es otra cosa sino el objeto investido de la necesi- dad. Esa relaci6n entre categorfas puntuales, en la que se prescinde del suje- to psicolégico, como del conjunto de los procesos vividos por él dentro de los contextos sociales de su vida, no sdlo desubjetiviza y despersonaliza el motivo, sino que no reconoce la vida social como fuente esencial de la mo- tivacién humana. En el andlisis de Leontiev sobre las necesidades y los motivos, la bus- queda de la objetividad a toda costa termina en la negacién de lo real, pues al no poder construir un modelo teérico que le permita producir inteligit dad sobre los procesos especificos que participan en esos procesos, perma- nece en una férmula teérica que, en su cardcter invariable, los oculta. El “objeto dado” evita la complejidad de tener que explicar necesidades que no van en la direcci6n de las normas establecidas y que no se corresponden con las expectativas generadas por el control y la direccién de ciertas condicio- nes objetivas. EI siguiente pérrafo del autor confirma nuestra reflexién. Leontiev escri- be (1978): Tal concepcién de los motivos parece cuanto menos unilateral, en tanto las necesidades parecen quedar al margen de la psicologia, Pero no es asf, No son las necesidades las que quedan marginadas de la psicologia, sino sus formas abstractas, es decir los estados de necesidad del sujeto “puros”, objetivamente no rellenados. Estas formas abstractas salen de la escena como consecuencia de abstraer las necesidades de la actividad objetal del sujeto, que es el tinico en el cual adquieren su cardcter concreto desde el Angulo psicolégico (pp. 148-149). Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 151 La relacién “necesidad-objeto” es colocada en el mismo plano que la rela- cidn “sujeto-objeto”; la necesidad es un estado difuso, “abstracto”, segiin las palabras del autor, y sdlo en la actividad con los objetos se concretan y se ob- jetivan al encontrar su objeto. Es decir, no existen necesidades psicoldgicas, t las necesidades como estados internos de la persona no tienen nada que ver con la organizacién ps{quica més compleja del sujeto; ellas son estados es- pecificos que se objetivan en el motivo. Los motivos no son formaciones sub- jetivas, sino que se constituyen en la integracién de dos estados objetivos, uno biosomatico, el de la necesidad, sobre el cual nunca especifica su cardcter psi- col6gico, y otro, objetal, el objeto externo en que la necesidad se concretiza Y que constituye su motivo. Siendo asf, la esfera emocional est determinada por la concrecién de las actividades con los objetos, tenemos una esfera emo- cional concreta y no un conjunto de “estados abstractos vacfos”, que es lo que serian las necesidades sin sus objetos. Esto se hace particularmente evidente en su trabajo Las necesidades, los motivos y la conciencia (1974), donde escribe: “La necesidad es, en si misma, como condicién interna de la actividad del sujeto, sdlo el estado negativo, el estado de ansiedad, de insuficiencia, su caracteristica positiva sélo la recibe como resultado de su encuentro con el objeto” (p: 5). Se aplica al tratamiento de uno de los temas centrales de la subjetividad: la afectividad, una légica centrada en los objetos, lo que fue ampliamente cri- ticado por L. I. Bozhovich (1986, 1987). Reflejo, objeto, acto, actividad, accién y producto, son las categorias a partir de las cuales se explican todos los esta- dos y procesos psiquicos de la persona. Intentando sortear los escollos que aparecen ante sus reflexiones sobre las necesidades y los motivos, Leontiev intenta especificar tedricamente las nece- sidades humanas en relacién con las necesidades de los animales, y sobre esto escribe (1983): Junto con la variacién y el enriquecimiento del contenido objetal de las nece- sidades humanas tiene lugar asimismo el cambio de las formas de su reflejo psi- quico, como resultado de lo cual son susceptibles de adquirir un cardcter idedtico yen virtud de este devenir psicolégicamente invariantes; de este modo, el alimen- to sigue alimento, tanto para el hombre hambriento como para el harto, Conjunta- mente, el desarrollo de la produccién de bienes espirituales genera necesidades tales que sélo pueden existir en el “plano de la conciencia”. Finalmente, se forma un tipo de necesidades: necesidades objeto-funcionales, como la necesidad de tra- bajar, de creacién artfstica, etc, Lo més importante estriba en que las necesidades entran a manifestarse en el hombre dentro de nuevas relaciones mutuas (p. 160)- Al definir la diferencia cualitativa entre las necesidades animales y huma- nas en el enriquecimiento del contenido objetal de estas tiltimas que, segiin el autor, conduce a nuevas formas de reflejo, aunque no explica en qué consisten estas nuevas formas de reflejo en el campo motivacional, Leontiev emplea tam- bién como elemento de diferenciacién el contenido idedtico de las necesidades Powered by €€ CamScanner 152 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky humanas, con lo cual, como todos los autores de aquella generacin de la psi- cologfa soviética hicieron, reduce lo afectivo a una expresién cognitiva. Sin embargo, en la cita anterior Leontiev afirma algo importante que en los trabajos de algunos de sus seguidores mas jévenes va a tomar nuevas for- mas, conduciendo a formaciones psicoldgicas de otro caracter: el hecho de re- conocer como aspecto distintivo de las necesidades humanas que pasan a ma- nifestarse dentro de nuevas relaciones mutuas. Esta afirmacién lleva a concebir la posibilidad de nuevas relaciones entre necesidades que podrian conducir a nuevas formaciones psicolégicas susceptibles de ser analizadas como produc- ciones subjetivas con independencia relativa de los objetos. Otro aspecto interesante de la cita fue destacar que las necesidades espe- cfficamente humanas que no pueden asociarse a un objeto concreto las deno- mina objeto-funcionales, las cuales s6lo existirfan en el plano de la concien- cia, cosa que el autor menciona de paso sin considerar alguna consecuencia tedrica en ese hecho. Leontiev mantiene una visién ontogenética falsa del des- arrollo de las necesidades. Para él, primero se desarrollan las necesidades ele- mentales, asociadas al organismo, y slo después se van desarrollando las necesidades espirituales, cuando en realidad son dos procesos simultdneos que llevan a que las propias necesidades, llamadas por él elementales, participen de configuraciones subjetivas en las que est4n asociadas de forma inseparable ambos tipos de necesidades. Leontiev nunca llega a una concepcién propiamente psicolégica del mo- tivo, con lo cual no puede superar el engafioso circulo vicioso “necesidad- motivo”, dentro del cual las necesidades nunca se desarrollan ni dan lugar a formaciones motivacionales mas complejas. La necesidad, en ese sentido, per- manece rehén del objeto de la actividad, con lo cual las motivaciones més com- plejas no encuentran una expresién tedrica en la obra de Leontiev. Leontiev, en esta su obra més reconocida de la etapa final de su vida, in- tenta explicar las situaciones emocionales mas complejas que vive el hombre; sin embargo, su “fijacién objetal” no le permite desarrollar nuevos recursos tedricos para dar cuenta de esa tarea. Manteniendo la “bandera” del cardcter objetal de la motivaci6n, el autor analiza situaciones complejas donde el “objeto”, como el propio autor llama- fa, es capaz de tener para el sujeto connotaciones emocionales diferentes. De hecho, esa situacién va en la direccién opuesta de afirmar que el motivo es el objeto de la actividad, pues en realidad el motivo resultard de la forma en que el sujeto organice su accién dentro de la diversidad de emociones que caracterizan un proceso vivido, Esas emociones no vendrdn apenas de la situa- cién concreta vivida, sino de las configuraciones subjetivas que integran sentidos subjetivos asociados a experiencias anteriores de vida (Gonzdlez Rey, 1995, 2000, 2002). Sin embargo, la organizacién subjetiva de la persona- lidad de quien enfrenta el evento es algo que el autor, desde su andlisis estric- tamente objetal, orientado a desmembrar los motivos para entender una ex- presion emocional compleja, no puede entender. Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 153 Un ejemplo de las limitaciones de la definicién objetal del motivo para ex- plicar situaciones emocionales complejas, la expresa en el siguiente comenta- rio (1983): El experimentador le planted a un nifio la tarea de alcanzar un objeto alejado de él, con la obligatoriedad de cumplit la regla siguiente: no levantarse de su sitio [...] Después de una serie de infructuosos intentos, el nifio se levant6, se acercé hasta el objeto, lo tomé y regresé tranquilamente a su sitio. El experimentador se dirigié enseguida hacia el nifio, lo felicit6 por su éxito y a manera de gratificacién le ofrecié un caramelo de chocolate. El nifio se neg6 a tomarlo y cuando el experi- mentador insistié para que lo tomara, rompié a llorar con Ilanto quedo. sEn qué se basa este fenémeno? En el proceso que hemos observado, pueden distinguirse tres momentos : 1) La comunicacién del nifio con el experimentador, cuando se le explicaba la tarea. 2) La resolucién de la tarea. 3) La comunicacién con el experimentador después de haber tomado el nifio el objeto. Las acciones del nifio respondian asi a dos motivos distintos, es decir, realizaban una actividad doble: una, con relacién al investigador; y otra, con respecto al objeto -a la grati- ficacién-; como demuestra la observacién, en el momento de alcanzar el objeto la situacién no era conflictiva para el nifio (pp. 153-154). En la cita anterior, el autor sdlo considera las situaciones que aparecen a la evidencia, como él mismo expresa: “en el momento de alcanzar el objeto la situacién no era conflictiva para el nifio”, lo que se fundamenta en la observa- cion, Sin embargo, el cardcter conflictivo o no de una situacién no se puede determinar apenas por la observacién, pues la aparente tranquilidad en el com- { portamiento puede estar ocultando vergiienza, tensién, intencién de desafio, culpa, etc., que son emociones que slo apareceran en su sentido subjetivo tras elestudio de otras formas complejas de expresin del nifio, que no se agotan ni en el experimento ni en la observacién, sino que deben ser construidas y acom- Pafiadas a través de multiples manifestaciones diversas e indirectas, que se deben facilitar en el contexto de la investigacién por el uso de un conjunto de diferentes instrumentos. Es falso afirmar, como lo hace el autor, intentando visualizar el motivo por un objeto, que las acciones del nifio respondian a dos motivos distintos: uno en relacién con el experimentador, y otro con respecto al objeto, refiriéndose ala realizacién de la tarea, En realidad, la situacién es plurimotivada, como la mayoria de las acciones humanas, y los diferentes aspectos psicoldgicos que participan de ella se expresan en la configuracién psfquica del llanto. ;Qué as- Pectos psicolégicos participaron de ese llanto? A la respuesta sobre esta pre- gunta no se puede llegar sélo por la observacién, ni tampoco de forma directa a través de la conducta observada en la situacién experimental. Asi, por ejem- plo, por detrds de ese Hlanto pueden estar los valores morales del nifio, de lo | cual el autor no habla, pues no tiene posibilidad de expresarlos objetalmente; i puede estar una relacién controvertida con sus padres, 0 el hecho de que viol6 t la norma de modo intencional como expresién de que los adultos lo han frus- Powered by (3 CamScanner 154 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky trado con frecuencia y, al sentir el gesto del investigador, que no esperaba, eso le dio mucho sentimiento; en fin, pueden estar conjuntos muy diferentes de elementos psicoldgicos que configuran un tejido que necesita ser construido y no interpretado a priori desde un marco tedrico predefinido como hace el au- tor. Las configuraciones psicolégicas alrededor de ese evento pueden ser muy diferentes, y su estudio constituye un desaffo real para la metodologia de la psicologta.* La complejidad de los procesos motivacionales analizados por el autor en ese libro lo llevan a desarrollar nuevos matices en relacién con su concepto de sentido personal, el que habia desarrollado antes por la relacién del motivo y los objetivos de la actividad, o sea, que el sentido personal Leontiev siempre lo comprendié en términos de la actividad. Incluso en sus primeras referencias al término, que designaba apenas como sentido, pero sin citar a Vigotsky en su uso de ese concepto, ya Leontiev se representaba esta categoria estrictamen- te en términos de la actividad. En sus “Cuadernos metodoldgicos”, que inte- graban varios de sus trabajos entre 1938 y 1942, y publicados en 1994 bajo el titulo de Filosofia de la psicologia, Leontiev escribié: EI sentido no pertenece al objeto, sino a la actividad. Sélo en la actividad el objeto actia como sentido. El sentido es la propia relacién que se expresa en la actividad [...] Mi relaci6n con el significado (con el objeto como significado) le comunica a él un sentido (...] El sentido, consecuentemente, es el “significado para mf del significado” [...} El sentido tiene una estructura: la estructura del sentido cristaliza en si misma la estructura de la actividad (precisamente la actividad, las telaciones hacia la realidad, y no las operaciones, no los medios (pp. 167-168) (apud A. A. Leontiev, 2001, pp. 88-89). En ese momento usa la categoria sentido para definir el significado particu- lar que las cosas tienen para la persona. No se menciona aqu{ ni la motivacién ni la personalidad, términos muy poco desarrollados por el autor en la primera Parte de su obra. El sentido aparece como una categoria asociada a la signifi- cacién de la actividad. En su tratamiento del tema de las necesidades y los motivos Leontiev no consigue definir el cardcter psicoldgico de estos procesos, reduciéndolos a los términos de la actividad, a las condiciones de la actividad objetal. Aunque re- conoce las necesidades objeto-funcionales al final de su obra, ese fue un tema que practicamente no desarrolld, manteniendo una visién inmediata y directa de la relacién “necesidad-motivo”. Las definiciones de necesidad y motivo de Leontiev no le permiten desarrollar ningiin modelo teérico susceptible de ge- nerar inteligibilidad sobre los diversos y complejos procesos de la vida social que adquieren cardcter motivacional. “En relacién con los desaffos metodolégicos recomiendo el estudio de los sentidos subje- tivos en mi libro Subjetividad e investigacién cualitativa: los procesos de construccién de la in- formacién, Thomson, Sio Paulo (edicién en portugués), 2005; McGraw-Hill, México (edicién en espafiol), 2007. Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 155 sin embargo, ya vimos que Leontiev, en su tiltima obra trata cuestiones complejas de la vida emocional a las que no se habia referido antes e inten- ta comprender y significar dentro de su modelo objetal, o bien trata de forma diferente cuestiones con las cuales pretende resolver algunas de las contradic- ciones de su obra al tratar los temas de la afectividad y la motivacién, entre estas tiltimas le da particular importancia al sentido personal. La categoria de sentido personal y su significacién en la obra de Leontiev En Actividad, conciencia y personalidad, Leontiev mantiene definiciones contradictorias sobre el sentido personal. Debemos recordar que en este libro coexisten diferentes momentos del pensamiento del autor, debido a las fe- chas diferentes en que escribié los articulos que lo integran, como ya referi- mos. Fue quiz en este libro donde Leontiev intenté avanzar mds en sus cons- trucciones sobre los afectos y la personalidad, lo que lo lleva también a repre- sentarse de una forma mas compleja la relacién del hombre con el medio social. En su libro Leontiev intenta abarcar nuevas cuestiones con el concepto de sentido personal, aunque sin abandonar su definicién objetal. Manteniendo sus posiciones anteriores en relacién con esta categoria, escribe (1983): No obstante, las notas pueden tener sentidos completamente distintos para cada uno de los educandos; digamos que, para unos puedan ser un paso -o un obstéculo- en el camino real hacia la profesién elegida; para otros, un medio de autoafirmacién ante los ojos de quienes los rodean; y pueden tener ademés otras significaciones. Es esta circunstancia la que pone a la psicologia ante la necesidad de distinguir la significaci6n objetiva concientizada y el significado que ésta tiene para el sujeto. En evitacién de dualidades terminolégicas voy a utilizar para el se- gundo caso la expresién: sentido personal (p. 119). A pesar que el autor percibe cémo una nota puede tener sentidos persona- les diferentes, parece no asociar esta categoria a la motivacién, pues no perci- be que, més que un significado, lo que est en juego son emociones diferentes asociadas a procesos simbdlicos, que se expresan en “juegos diferentes de sig- nificados”. Usamos esta expresién para destacar que lo que esta en juego no es un significado concreto, sino multiples significados, tanto conscientes como inconscientes, que pueden aparecer en relacién con la nota, Para el autor el sentido personal aparece como el significado personal de la nota que se dife- rencia de la significacién objetiva concientizada; yo me preguntaria, scudl es ese significado objetivo? Leontiev mantiene la comprensién de la categorfa sentido personal como significado, entre otras cosas, pues ello le permite mantenerla en la Idgica de la actividad con objetos. Ese cardcter objetal del sentido personal lo reafirma cuando expresa (1983): “Otro aspecto de la cuestién consiste en que el sentido Powered by €€ CamScanner 156 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky personal es siempre sentido de algo: un sentido ‘puro’, no objetal, es un absur- do semejante al absurdo de la existencia de una sustancia no objetal” (p. 126), A pesar de mantener el sentido personal como una categoria objetal que se produce en el curso de la actividad, y de representarse esta categoria como un significado personal, el autor comienza a usarla para dar cuenta de proce- sos complejos y plurimotivados que no pueden representarse a través de las Categorias de necesidad y motivo. El sentido personal empieza a ser usado en complejas dindmicas donde se dificulta el uso de las categorias de necesidad y motivo, en especial en Ja forma que é! las definid. Leontiev comienza a entrar en la trama de formaciones psi- colégicas complejas que nunca estuvieron en su agenda te6rica y que en este libro comienzan t{midamente a aparecer. De cualquier forma el lugar de la emo- cién no queda claro en el uso que hace de la categorfa de sentido personal. Ese uso de la categoria sentido personal se observa de forma reiterada en la ultima parte de la obra citada, que fue su tiltima obra escrita. Leontiev ex- presé (1983): [..] la no coincidencia de los sentidos personales, que se producen permanente menie, que entrafian en s/ la intencionalidad, la parcialidad de la conciencia del sujeto y de las significaciones que son “indiferentes” con respecto a él, mediante las cuales es que éstos pueden expresarse. Es por ello que el movimiento interno del sistema desarrollado de la conciencia individual esta saturado de dramatismo. Dicho movimiento est formado por sentidos que no pueden “expresarse” en sig- nificaciones adecuadas, significaciones privadas de su fundamento vital y que por ende, en ocasiones, se desacreditan ante la conciencia del sujeto; en fin, se crean por la existencia de motivos y objetivos que entran en conflicto entre si (p. 128). En esta cita se presentan los conflictos en el sistema de la conciencia, y en ella el autor se orienta a la comprensién del movimiento de la conciencia, lo cual es un importante paso de avance, a través del cual cuestiona la definicién del sentido personal sdlo como significado consciente, pues scdmo es posible un significado personal que no puede expresarse en una significacién adecua- da? ;Siel significado no aparece en una significacién adecuada, entonces cémo existe? Sin embargo, esa expresién, un poco mds audaz de su parte, de inmediato se acompaiia por otro parrafo en que el autor expresa: No hay necesidad de repetir (no es necesario pero repite), que este movimien- to interno de la conciencia individual es generado por el movimiento interno de la actividad objetal humana, que tras su dramatismo se ocurlta el dramatismo de la vida misma y que por eso, la psicologfa cientifica de la conciencia no puede existir sin la investigaci6n de la actividad del sujeto y de las formas de su inmediata existen- cia (p. 128). Leontiev no consigue avanzar en la construccién tedrica de los desaffos que él mismo reconoce en esa Ultima parte de su obra, pues no logra salir de Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 157 las bases iniciales de su definicidn de actividad objetal. Sin embargo, al visua- lizar los problemas facilité la apertura de la teorfa de la actividad al estudio de la motivacién y la personalidad sobre nuevas bases. Mas adelante, en la parte dedicada a la personalidad, el autor sefiala: En otras palabras, el reflejo ps{quico, la conciencia, ya no puede seguir orien- tando sélo las distintas acciones del sujeto, ella debe asimismo reflejar la jerarquia de sus relaciones, el proceso de subordinacién y resubordinacién de sus motivos. Y esto requiere un movimiento interno especial de la conciencia [...] Dicho movimien- to consiste en correlacionar los motivos entre sf: algunos motivos ocupan un cierto lugar hegeménico y subordinan a ellos otros motivos; otros, por el contrario, des- cienden a la categorfa de subordinados e inclusive pierden por completo la funcién de conferir sentido, La génesis de este movimiento expresa en sf la génesis del siste- ma de vinculos entre los sentidos personales: la génesis de la personalidad (p. 173). En esta cita el autor define nuevas bases para el desarrollo del sentido per- sonal, las cuales facilitan el desarrollo de la categoria de formaciones del sen- tido (Asmolov, Bratus, Subotsky, entre otros) como unidad psicoldgica para el estudio de la personalidad, a través de la cual se abre el campo de la teorfa de la actividad para el estudio de las formaciones psicolégicas de la personalidad, tema que hasta aquel momento sélo se habia desarrollado por L. I. Bozhovich entre los seguidores de Vigotsky. Ese transito constituy6 un importante mo- mento en el desarrollo de la teorfa de la actividad y abrié las posibilidades de su emancipacion relativa de las tendencias inmediatistas y mecanicistas que la caracterizaron. En la cita anterior Leontiev asocia el sentido personal a una funcién del motivo, lo que expresa una transicién de la categoria hacia la es- fera motivacional. En ese nuevo camino emprendido por Leontiev aparece también un espa- cio para una categoria que no habfa existido en ningtin momento anterior de su obra, me refiero a la categoria de sujeto, en relacién con la cual expresa (1983): No nos engafiemos en la creencia de que el vuelco de la personalidad al pasa- do lo realiza la conciencia; la conciencia no realiza, sino media este vuelco; se pro- duce mediante las acciones del sujeto, a veces incluso externas como: la ruptura de relaciones pasadas, cambio de profesién, o la incorporacién del sujeto a nuevas cir- cunstancias (p. 177). Aquf el concepto de accién reviste otro significado, representa la toma de Posicién de la persona en la apertura de nuevos espacios de subjetivacién (Gon- 2Alez Rey, 2004, 2007). Las acciones del sujeto, aunque sean “externas”, como Sefiala el autor, pueden ser portadoras de sentido, y es precisamente esto lo que permite, en nuestra concepcién de la subjetividad, la superacién de la di- Cotomfa entre lo externo y lo interno. La accién del hombre en realidad nunca €s ni interna, ni externa, ella es subjetiva, y como tal tiene repercusiones si- multaneas en la realidad donde el hombre acttia y en la organizacién de sus Powered by (3 CamScanner 158 Cap. 4. Desarrollo y contradicciones de la obra de Vigotsky configuraciones subjetivas individuales, formando un campo complejo de sub- jetivacién en el que desaparece la dicotomfa externo-interno. Siguiendo en el desarrollo de sus nuevas ideas sobre la personalidad, entre las cuales la idea de sentido personal va tomando nuevas y nuevas formas, con- virtiéndose en uno de los elementos centrales del movimiento interno de la conciencia, Leontiev escribe (1983): La estructura interna de la personalidad representa en sf una configuracién relativamente estable de las Iineas motivacionales jerarquizadas dentro de ella. Este fendmeno se describe de manera incompleta, debido a que incluso ante la presencia de una linea recta evidente en la vida del hombre, dicha Ifnea no es de ningiin modo tinica. El hecho de que exista un cierto objetivo elegido, ideal en ge- neral, no incluye y no disminuye las dems relaciones vitales del hombre, las cua- les, a su vez, forman los motivos generadores de sentido (p. 181). Leontiev, aunque no asume eso como definicién explicita de la personali- dad, como veremos més adelante, de hecho comienza a representarse la per- sonalidad como un sistema psicolégico organizado por la jerarquia de diferentes lfneas motivacionales que coexisten entre sf y, a su vez, establece una relaci6n entre las relaciones vitales del hombre, aqui no reducidas a relaciones objeta- les y la formacién de motivos generadores de sentido, que no son el resultado de la interiorizaci6n. Con estas posiciones el autor definitivamente hace del sen- tido personal una cualidad esencial de los motivos humanos, sin embargo, no desarrolla esta idea de forma explicita, quedando ella sobreentendida. Mas adelante el autor escribe (1983): La personalidad de este modo, deja de ser el resultado de la superposicion di- recta de las influencias externas y se manifiesta como aquello que el hombre hace de s{ mismo, como confirmacién de su vida humana. El confirma su vida dentro del quehacer cotidiano, en la comunicacién con las demés personas (p. 183). E] autor independiza a la personalidad de las influencias externas inmedia- tas y reconoce su capacidad generadora, la cual asocia con la acci6n individual en condiciones de la comunicacién con los otros, término bastante relegado en Jos momentos anteriores de su obra. Sin embargo, este es otro asunto que no explica tedricamente. Destacando la accién de motivos que no estan directamente asociados a situaciones externas, Leontiev afirma: En lo concerniente a la forma en que se manifiestan los motivos ante circuns- tancias complejas de la actividad volitiva, se descubre con mucha frecuencia, que solamente los motivos ideales, es decir, los motivos que estén fuera de los vecto- res del campo externo, son capaces de subordinar a ellos acciones con una direc- cidn contraria a los motivos externos, Hablando en sentido figurado, el mecanis- mo psicoldgico de las hazafias de la vida hay que buscarlo en la imaginacién humana (p. 171). Powered by €€ CamScanner La continuidad de la obra de Vigotsky 159 Con esa afirmacién el autor impl{citamente cuestiona la nocién de motivo como objeto. ;Qué objeto serfa ese?, ;una imagen ideal del objeto material, como el autor ha intentado resolver la cuestién del momento subjetivo de la activi- dad objetal otras veces? Es diffcil cuando acto seguido se refiere a un aspecto muy ausente en su obra: jla imaginacién! La psicologia centrada en el reflejo presenta muchas dificultades para explicar la imaginacién, pues esta es una verdadera produccién subjetiva humana, Algunos comentarios finales sobre la obra de A. N. Leontiev La obra de este autor intenté “objetivizar” el legado de Vigotsky, colocan- do su acento en la categorfa de actividad objetal. De esa forma tuvo prioridad en el desarrollo de su teoria el concepto de actividad externa con objetos, la cual se consideraba como primaria en relacién con la actividad interna, for- mada como resultado de Ja interiorizaci6n de las operaciones desarrolladas con los objetos. Esa definicién condujo a una representacién operacional de 1a men- te, con momentos de profunda congruencia con el behaviorismo y la teoria de Piaget. Esa representacién de actividad, donde la psique siempre aparecia como un reflejo del objeto concretizado a través de la actividad externa, terminé im- pidiendo la comprensién adecuada de los temas de la sociedad y la cultura en la teorfa de la actividad. Lo social se reducfa a la relacién de la persona con los objetos, los cuales pasaban a ser el motivo de sus comportamientos, en tanto la cultura se reducia a objetos producidos. En este cfrculo vicioso no habia espacio para explicar el cardcter generador del ser humano, sobre el cual des- cansa, entre otros aspectos, el desarrollo de la cultura. La obra de Leontiev representé quiz, la versién mds ideologizada de la . Psicologia soviética, por sus intentos constantes de usar de forma directa defi- E niciones de los clasicos del marxismo, en particular de Lenin. Sin embargo, como hemos afirmado en el curso de este apartado, su intento por traer defi- niciones ortodoxas, como la de reflejo, a situaciones diferentes a aquellas que motivaron el uso del concepto, terminé eliminando la posibilidad de su des- arrollo, llevando a la dogmatizacién de esos conceptos en la psicologia. Leontiev intenté de forma explicita superar la “tendencia centrada en la palabra” que él y el grupo de Jarkov criticaron en Vigotsky. Sin embargo, exis- tié una continuidad entre la teorfa de la actividad y el segundo momento de la teorfa de Vigotsky, aquel que se identifid en el capitulo segundo de este libro, donde el autor desarrollé su teorfa historicocultural de la psique. A diferencia de Vigotsky y Rubinstein, Leontiev no avanza en las reflexio- nes sobre la metodologia de investigacién, tema en el que, de forma subrepti- cia, se apoya en cdnones positivistas de legitimidad dentro de una investigacién esencialmente orientada por el experimento. Ese predominio metodol6gico ex- Powered by (3 CamScanner

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