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Batería Eléctrica con un Limón

Una batería se compone de dos metales o electrodos (cátodo y


ánodo) y un electrolito.
Un electrolito es un líquido conductor; es aquí donde el jugo del
limón, la patata o de una manzana ejerce su función.
Para este experimento usaremos un limón, una moneda (son de
cobre) y un tornillo o clavo galvanizado (está recubierto de zinc).
La moneda será el ánodo, el tornillo será el cátodo, es decir
serán los terminales de la batería, y el limón será el electrolito
(líquido conductor).
Insertaremos a un lado del limón el clavo o tornillo y al otro lado
la moneda, estando siempre en contacto los dos metales con el
jugo del limón. Esta será nuestra batería.

Ya sabemos que la electricidad es simplemente un movimiento


de electrones de un sitio a otro.
Si conseguimos mover electrones por un circuito habremos
generado electricidad.
El limón no genera electricidad por si solo, pero los tres contienen
ácido ascórbico.
Este ácido o jugo del limón es el que va hacer de electrolito
(conductor) de nuestra pila.
Gracias al ácido ascórbico del limón (jugo) se oxidan los dos
metales en contacto con él, liberándose electrones en el ánodo
(tornillo = zinc) que actuará de polo negativo de la batería.
Estos electrones liberados tenderán a moverse hacia el cátodo
(moneda = cobre) actuando de polo positivo y produciéndose una
corriente eléctrica por el interior del limón.
Es decir por dentro del limón se mueven electrones, del tornillo a
la moneda.
Si ahora estos electrones que se mueven por dentro del limón los
sacamos fuera por medio de un circuito con dos cables o
conductores conectados a una bombilla (mejor un led que
necesita menos corriente), los electrones saldrán hacia el Led
atravesándolo y por lo tanto se enciende.

Como esta batería creada con un solo limón es, muy pequeña,
podemos aumentar la cantidad de electrones generada haciendo
lo mismo con varios limones y conectándolos en serie.
Así conseguiremos una batería con más potencia y duración.

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